Está en la página 1de 1

EL REMEDIO CONTRA TODOS LOS MALES, AL ALCANCE DE TU MANO

Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo alcanzado ya; pero una cosa sí hago: me olvido
ciertamente de lo que ha quedado atrás, y me extiendo hacia lo que está adelante; ¡prosigo
a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús!” Filipenses 3:13-14
En mayor o menor medida, todos recibimos algún golpe en nuestra vida. De manera literal,
cuando somos niños nos lastimamos andando en bicicleta o jugando a la pelota en el parque,
pero con el paso de los años, esos golpes se tornan en afecciones que nos lastiman el espíritu.
Lamentablemente, no todos contamos con la ayuda del Señor para poder sanarlos, y en
consecuencia los acarreamos sin darnos cuenta y cargamos un peso innecesario en nuestras
espaldas.
El Señor te protege de todo peligro; él protege tu vida. El Señor te protege en todos tus
caminos, ahora y siempre.SALMOS 121:7-8
Tu destino está en manos de Dios. No temas, porque Dios cambiará el resultado a tu favor
cuando menos lo esperes. Hoy da lo mejor de Ti, confía en la bondad de Dios, pues Él te ama y
te ayudará a superar cualquier dificultad. Atrévete y aunque no veas posibilidad de vencer, lo
lograrás.
Recuerda siempre de que Dios no te abandona nunca, con él puedes seguir adelante ante
cualquier adversidad a la cual te enfrentes, ninguna discusión o pelea familar, ya sea con tu
madre, tu padre, hermanos, o algún pariente debe sobrepasarte sino todo lo contrario,
confiado en el amor de Dios, todo se solucionará y el te brindará todo lo que tú necesitas.
Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he
escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros,
y habéis vencido al maligno.” Juan 2:14
El Señor nos da las herramientas pero nosotros ejecutamos la acción con nuestra Fe
Dios está en todos los actos de nuestras vidas. Podemos disfrutar de su perfecto amor pues
nuestro Señor se manifiesta de diversas maneras. Dios es la palabra que sana, el oído que
escucha, el ojo que ve. Dios ha trazado nuestro recorrido y observa nuestro comportamiento
ante las pruebas que Él ha elegido para sus hijos. Por eso, lo importante es no desfallecer y
tener por seguro que Dios está siempre a nuestro lado. Esto no significa, bajo ningún concepto
que Jesucristo resolverá los problemas por nosotros. Él nos ha ungido con su palabra y nos
colma de bendiciones constantemente. Jesús venció todos los obstáculos por nosotros. Él
confía en nuestra fuerza y nos da las herramientas para afrontar las vicisitudes que nos depara
la vida, pues Dios pretende que nos comprometamos con los cambios. Que los afrontemos
sirviéndole tanto a Él como a nuestros hermanos. A través de nuestro sacrificio seremos
dignos hijos de Dios. No debemos bajar los brazos, ni darnos por vencidos, ni escuchar falsas
soluciones que nos alejen de nuestro cauce. Procuremos ser determinados y justos en la hora
más oscura hasta que la paz vuelva a cobijarnos.

También podría gustarte