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UN PADRE CONFORME AL CORAZÓN DE DIOS

Hoy que se celebra en Guatemala el día del Padre, no puedo dejar pasar la oportunidad de
escribir. De escribir a los papás, pero también a aquellos que un día van a ser papás y a aquellas
mamás que van a criar y a formar a los futuros papás.

El problema de las familias son los padres de familia y particularmente el papá en cada familia.
Qué enorme responsabilidad lleva un papá sobre sus hombros, Dios mismo utiliza nuestra figura
terrenal como la imagen que mejor refleja su función celestial. Dios es nuestro padre. Y si él es
nuestro Padre ¿Cómo es un papá conforme al corazón de Dios? Un papá conforme al corazón
de Dios, es aquel que refleja su imagen. ¿Cómo es un padre conforme al corazón de Dios?

1. Un padre conforme al corazón de Dios ama incondicionalmente

“Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores,
Cristo murió por nosotros.” Romanos 5:8 NVI

Dios no envió a su hijo Jesús a morir por los buenos. Dios envió a su hijo a morir por aquellos
mismos pecadores que lo crucificaron. Su amor no depende de nuestra respuesta. Dios es justo
y por eso castiga al pecador. Pero Dios es amor y por eso perdona al pecador que se arrepiente
de sus pecados. Dios no amó porque amamos, amó a pesar de que pecamos.

Un padre conforme al corazón de Dios ama incondicionalmente a sus hijos. Los ama sólo porque
son sus hijos. Ni lo bueno ni lo malo afecta su amor. Desde pequeños les hemos enseñado a
nuestros hijos que los amamos simple y sencillamente porque son nuestros hijos. Lo bueno y lo
malo que hagan, nos hará infelices o felices, pero nuestro amor siempre estará para ellos. El
amor de un padre no es condicional, el amor de un padre es incondicional. Un padre ama al que
gana el año y al que lo repite. No estará orgulloso del hijo que repite un año, pero seguirá
amando al hijo que necesita corrección. Por lo que un padre conforme al corazón de Dios no
sólo ama incondicionalmente, también corrige necesariamente.

¿Ama incondicionalmente a sus hijos? Qué bueno que su mente lo sabe, ahora ordénele a su
lengua que exprese lo que su mente sabe. Porque muchos hijos jamás han escuchado de su papá
un te amo, recibido un abrazo o tan sólo una mirada de aprobación.

2. Un padre conforme al corazón de Dios corrige necesariamente

“Porque el Señor disciplina a los que ama, como corrige un padre a su hijo querido.” Proverbios
3:12 NVI

“Corrige a tu hijo mientras aún hay esperanza; no te hagas cómplice de su muerte.” Proverbios
19:18 NVI
Así como Dios ama y corrige a sus hijos, nosotros debemos amar y corregir a nuestros hijos. No
corregir a un hijo es hacernos cómplices de su muerte. No corregir a un hijo es no quererlo.

Zig Ziglar solía decir: “Corrige a tu hijo con amor o el mundo se encargará de corregirlo sin amor”.

El propósito de la disciplina nunca es la destrucción sino la corrección. Hay muchas formas de


corregir. La más conocida en Latinoamérica son los golpes. Pero hay mucho más que ello.
Reducir el tiempo de ver televisión, juegos, uso del celular o eliminarlos por completo son
castigos que sí duelen al niño y al joven. ¿Por qué reducir? Porque en quince minutos no logran
mucho pero no están molestos con uno. Tienen algo, pero por poco tiempo. Aprenden a valorar.
El que no disciplina a su hijo, está criando una bestia indomable. Vivirá en un “mundo” sin
consecuencias, que cuando lleguen, muchas veces la consecuencia será la muerte. Un padre
conforme al corazón de Dios, ama incondicionalmente y corrige necesariamente.

3. Un padre conforme al corazón de Dios modela constantemente

“Como hijos obedientes, no se amolden a los malos deseos que tenían antes, cuando vivían en
la ignorancia. 15 Más bien, sean ustedes santos en todo lo que hagan, como también es santo
quien los llamó; 16 pues está escrito: “Sean santos, porque yo soy santo.” 1 Pedro 1:14-16 NVI

Dios nos dice como nuestro Padre celestial “sean santos porque yo soy santo”. Dios es santo, no
hay pecado en él, las tinieblas no pueden habitar con él. Dios es luz. ¿Qué espera que seamos
nosotros? Dios espera que seamos santos, diferentes, apartados para un propósito divino.

Así como Dios nos muestra el modelo, nosotros debemos mostrarles a nuestros hijos con
nuestra vida un modelo. ¿Qué modelo es el papá alcohólico, falto de palabra, haragán,
chismoso, peleonero, tacaño, irrespetuoso de las personas y de la ley? Un hijo se convierte en
lo que ve hacer en las personas de mayor influencia de su vida y su papá es en la mayoría de los
casos, la principal influencia.

¿Es papá?, ¿Qué modelo está siendo para sus hijos?


¿Aún no es papá?, ¿Qué modelo sería hoy para sus hijos?

4. Un padre conforme al corazón de Dios, reconoce que es un pecador y que necesita un


Salvador

“Así está escrito: “No hay un solo justo, ni siquiera uno…” Romanos 3:10 NVI

Ante Dios todos estamos perdidos. Dios es amor y por eso perdona al pecador arrepentido, pero
Dios es justo y por eso castiga a todo el que se rebela ante su voluntad y vive su vida como si
fuera su propio creador que crea sus propias reglas.
Con un mandamiento que hayamos quebrantado de la ley de Dios somos culpables de haber
quebrantado toda su ley. Y nos espera una condena eterna. Pero Dios abrió el camino a través
de Jesús. Alguien podía morir en nuestro lugar. Pero ese sacrificio de acuerdo a los sacrificios de
redención del Antiguo Testamento en el pueblo de Israel, debían ser perfectos y sin mancha.
Jesús fue tentado en todo pero sin pecado. El justo muere por los injustos para declararlos justos
por medio de la fe.

El arrepentimiento de pecados, el llorar nuestra rebelión y sus consecuencias, el llorar nuestro


desperdicio de vida y creer en fe en el sacrificio de Jesús en la cruz del Calvario como el único
camino para recibir el perdón de pecados y ser reconciliados con Dios son los requisitos que
Dios establece para recibir una nueva vida de acuerdo a su plan.

No importa su pecado, no importa su pasado, Dios puede hacerlo de nuevo, darle una nueva
vida. La vida que el planeó para la humanidad desde el inicio. Una vida que no está exenta de
pruebas, problemas y dolores. Pero que a pesar de lo que pueda venir, hay plena certeza que
Dios es soberano, está en control de nuestras vidas y nos prepara la esperanza que trasciende a
la eternidad, el cielo. En el cielo no hay tristeza, enfermedad, ni dolor.

Un papá conforme al corazón de Dios, reconoce que es un pecador, criando pecadores y que
tanto padre como hijos, necesitan un Salvador. Y cuando corren en fe a la cruz, encuentran la
muerte que da vida y el todo para criar a sus hijos en su temor, para honrar a su Creador y vivir
su plan perfecto que se resume en amarlo a él con todo y a nuestro prójimo como a nosotros
mismos.

¿Vive su vida a su manera? Viva la vida a la manera del Creador, esa es la vida verdadera y la paz
duradera. Arrepiéntase de sus pecados, crea en el evangelio de Jesús y comience una nueva vida
ahora.

Feliz día del Padre. Feliz día del futuro padre. Que sus hijos lo recuerden no por la herencia que
dejó, sino por las vidas que marcó, con su ejemplo de vida, pero sobre todo, por honrar y vivir
para quien nos dio la vida.

Uno ama con todo el corazón a los hijos, pero no es fácil ser papá, es el título más importante
que ostentamos. En los retiros espirituales el problema más grande que encontramos es en la
relación de los hijos con los papás, más allá de relaciones sexuales, droga, alcoholismo.
Específicamente más difícil aún es la relación entre los hijos y el papá. El tema de hoy, es muy
importante para los padres, pero también es un tema para los que quieren ser papá un día,
porque es común escuchar que cuando crezca no voy a ser como mi papá, a veces se sale
peor. Este tema es para papás, mamás e hijas que aconsejarán un día al que un día será papá.
Los papás trabajan incansablemente y en el trabajo, si el gerente general dice que le localicen a
alguien, la secretaria sale presurosa al teléfono, llama a la extensión, o al puesto de trabajo de
esta persona, porque el jefe, el jefe de jefes, ha hablado. Una vez la persona es localizada ¿se
prepara un café antes de salir hacia la oficina del jefe? ¿Que lo esperen, solo va a comprar un
vaso de leche, un panito bien sopeado en el café? Eso no hace un papá que es trabajador y es
ejemplar, cuando el jefe dice venga sale a cumplir la misión que le va encomendar, porque tiene
en juego su futuro laboral. Pero les tengo noticias, papás, el jefe de jefes les ha hablado a través
de la Biblia y los ha comisionado a un rol que está por encima de los sueños, por encima del
trabajo, por encima, incluso, del tiempo libre y es el de ser un papa conforme a Su corazón.
Tenemos que vivir y reflejar el corazón de nuestro Padre Dios, para que podamos tener, así,
hijos conforme a Su corazón.
Los papás han sido llamados por el Jefe de jefes y lo vamos a ver en ciertas cosas que, si
aplicamos a nuestra vida, nuestros hijos van a tener un corazón sano. Nuestros hijos van a
anhelar a estar con nosotros y sentarse con nosotros en el cine, en la graduación, en la iglesia.
Van anhelar visitarnos cuando se casen y no será un martirio o por interés, por temor a ser
desheredados. No, la primera cosa a la que es llamado un padre es a proveer para sus hijos.
Todo papá es llamado a proveer para sus hijos. 1 Timoteo 5:8 Pablo habla y dice: El que no
provee para los suyos, y sobre todo para los de su propia casa, ha negado la fe y es peor que un
incrédulo. Peor del que ni siquiera cree en Dios, del que no cree en el Evangelio de Jesús. Todo
papá es llamado a proveer para sus hijos; sin dinero, la familia completa se muere, pero para
proveer económicamente a nuestros hijos tenemos que ser diligentes.
Cuando veo a Jesucristo, cuando dijo que no vino para ser servido sino para servir y dar su vida
en rescate de muchos, veo el corazón de un padre que provee. Jesucristo no vino a ver qué le
dábamos porque no le podíamos dar nada. Como decía uno de mis maestros en el Instituto
Bíblico, que andaba una persona con dos pájaros feos, negros, zanates dentro de una jaula
oxidada y llegó alguien y le dijo – le compro esos pájaros para hacerlos libres -. ¿Cuánto me da?
– Le doy diez dólares. No, deme cien dólares. Sacó el dinero y tomó estos pájaros feos, horribles
y los liberó. Y eso fue lo que hizo Jesús con nosotros: nos liberó y a veces somos cuervos que
queremos sacarle los ojos a nuestro Dios.
Para proveer económicamente para sus hijos debe ser diligente en su trabajo. Nuestro Maestro
proveyó redención, impagable, con Su sangre. Pero para esto debemos ser diligentes en el
trabajo. Diligente es aquel que le dicen haga y lo hace inmediatamente. En nuestra nación hay
algunos que no son diligentes, hay que recordarles mínimo dos veces, y si se le recuerda dos
veces no es un buen trabajador, el buen trabajador es un alivio, no es una carga. Papás sean
diligentes, porque el que es diligente tiene trabajo y si se queda sin trabajo pronto tendrá otro,
pero el pasmado, atarantado, dejado, sinvergüenza, impuntual y ladronote ese va a pasar penas.
Para proveer económicamente para sus hijos, debe ser un buen administrador de sus recursos
económicos, es el que sabe decir no con amor para no despilfarrar lo que tiene. Puede decir no
con gracia y con amor. Un buen administrador es alguien que cumple con el diez por ciento de
sus ingresos para los fondos de su congregación, diezma a Dios, es generoso con el necesitado,
es el que tiene un fondo de emergencias, tiene un presupuesto, un listado de todos los gastos
mensuales y que ejecuta al pie de la letra mes a mes, provisiona mes a mes para los pagos
anuales, servicio de carro, vacaciones, inscripciones de hijos, uniformes y eso es duro. Es duro
ese pago.
Papá, usted es llamado a proveer, pero no puede quedarse solo proveyendo. Proveer es algo,
pero no es todo, un papá es llamado a instruir a sus hijos. Proverbios 22:6 nos dice Instruye al
niño en el camino correcto, y aun en su vejez no lo abandonará. Si quiere tener paz cuando esté
viejo, instruya a sus hijos. Mandar es fácil, instruir no. Mandar puede cualquiera, el papá no hace
nada, tiene mensajeros, dígale a su hermano que venga, bájese de esa silla y así. La mayoría de
hombres somos buenos para mandar, porque hay uno que otro que ni siquiera a la mascota
puede mandar. Instruir es mandar, es dar una orden, es formar un robot, es decirle al hijo haga,
haga, pero nunca crea el marco de referencia en su mente para que pueda tomar decisiones,
solo decisiones correctas.
Eso solo lo logra la instrucción y la instrucción es el llamado de todo papá para sus hijos, que
ellos solos puedan tomar buenas decisiones. En otras palabras, que puedan autogobernarse.
Cuando el maestro se retira de la clase por unos momentos o no llega al colegio, qué pasa. Es
un caos, sacan pelotas, en mi tiempo camorreaban a alguien, le hacían la estrellita, uno que otro
que tenían prohibido ser novios cambiaban las reglas. Era un relajo. Siempre había vigías y
gritaban cuando el profesor se aproximaba: aguas, aguas, ya viene. Todos corríamos a sentarnos
al escritorio y sacábamos un libro o un cuaderno haciendo como si estuviéramos haciendo
tareas. Se daba la impresión de una buena conducta, buenos estudiantes sí, pero relajeros
también.
Cuando se va la autoridad, cuando el gato se va, los ratones arman parranda. La instrucción es
lograr que sus hijos no armen parranda cuando usted no esté. Si anda como aquellos que los
norteamericanos llaman padres helicópteros, porque anda detrás de su hijo, el día que usted no
esté, abuelo lo van a ser porque no saben cómo vivir con libertad y responsabilidad. Todo papá
es llamado a instruir a sus hijos. Instruir es enseñar, es comunicar sistemáticamente ideas para
que a ellos las asimilen y entonces puedan tener la información necesaria, la evaluación
necesaria para tomar decisiones sabias y sobre todo que honren a Dios. ¿Qué sería de nuestra
vida espiritual sin la Biblia, qué sería bueno y qué sería malo, cómo sabríamos para qué estamos
en esta Tierra, cómo sabríamos que tenemos esperanza eterna? Por eso debemos ser personas
de la Biblia, porque a través de ella Dios nos instruye y su revelación más importante y última
revelación fue Jesucristo, Dios que se vistió de carne y huesos, que habitó en medio de nosotros
y pasó con los discípulos instruyéndolos durante los tres años que duró su ministerio.
Por eso la importancia de una instrucción continua, sistemática de ideas y conocimientos.
Repetirle a un hijo es necesario, aunque se hacen muchas veces, continuamente, con los más
pequeños, pero olvidamos hacerlo con los más grandes. El padre está llamado a instruir, pero
no solo a instruir en las cosas de este mundo, como lo vemos en Filipenses, interrumpimos esta
serie por el tema del Día del Padre, entendemos que somos ciudadanos del cielo y en la Tierra
somos extranjeros, pero si preparamos únicamente para lo temporal a nuestros hijos tendremos
hijos exitosos, pero si no aplicamos las responsabilidades de formarlos para lo eterno, que nos
espera, porque su vida eterna está perdida. Por eso en Deuteronomio 6:4-8 dice »Escucha,
Israel: El Señor nuestro Dios es el único Señor. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con
toda tu alma y con todas tus fuerzas. Grábate en el corazón estas palabras que hoy te mando.
Incúlcaselas continuamente a tus hijos. Háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas
por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.
Aquí vemos lo que es, precisamente, la instrucción y la instrucción a los hijos no es que cuando
crezcan vean como buscan a Dios. No, la gente que busca a Dios por sus fuerzas termina
adorando la meditación, el árbol, el no tener casi nada y vivir con lo menos posible y guardar y
guardar, guardar, sin adorar al Creador. Vemos que primero hay que decirles a los hijos que Dios
existe; segundo, Dios es único; tercero hay que adorarlo con todo, y cuarto, estas tres cosas
todo el día. No es para embrutecer a su hijo, es para hacerlo sabio. No es para manipular a su
hijo como dicen algunos, es para que sea prudente, es para que ame a Dios con todo y a su
prójimo como a sí mismo. Dígame, quién más en el mundo dice que debemos orar por nuestros
enemigos, no existe nadie, ni religión alguna que bendiga a sus enemigos, porque Jesucristo no
es una religión, es una relación y dice o me aman con todo y a sus enemigos o no pueden entrar
al reino de los cielos.
Papás, provean para sus hijos, pero sobre todo instrúyalos, aunque es difícil instruir en la Palabra
cuando no se sabe mucho, pero que tal si en la noche a la hora de la cena leen un capítulo al
día. Dije uno, uno es un montón. Lea un capítulo todas las noches y leerá la Biblia sin darse
cuenta en unos años. El Nuevo Testamento en menos de un año, 260 capítulos. Es difícil instruir
a los hijos cuando no conocemos con lo que tenemos que instruirlos. Han visto con Filipenses,
cómo hemos entendido tanto, porque nos habla a nuestra necesidad y le habla directamente a
la iglesia de Filipos, pero estamos estudiando el allá y el aquel entonces para traerlo al aquí, al
ahora, y aplicarlo a nosotros, pero no es directamente a nosotros, porque la Biblia se entiende
en el allá y en el aquel entonces. Instruya a sus hijos.
Todo papá es llamado a modelar integridad frente a sus hijos. Filipenses 3:17, que estudiamos
hace poco, dice Hermanos, sigan todos mi ejemplo, y fíjense en los que se comportan conforme
al modelo que les hemos dado. Y Pablo podía decirlo, porque dice en otra parte de la Escritura
imítenme a mí, como yo imito a Cristo, el ejemplo de Pablo era el ejemplo de Cristo, estaba
buscando imitar a Cristo, por eso podía decirles: sigan todos mi ejemplo y fíjense en quienes
cómo se comportan conforme al modelo que les hemos dado. Qué ejemplo el del apóstol Pablo.
Poder decir con propiedad: sigan todos mi ejemplo. Que podamos decirles a nuestros hijos sigan
todos mi ejemplo. ¿En todo papa? Y eso es lo lindo cuando estamos en el Señor, es decirle al
hijo vive como yo vivo. La Escritura dice que el que permanece en Él debe vivir como Él vivió. Si
le vamos a decir a nuestros hijos imítenme es porque estamos imitando a Cristo.
Recordemos que no vinimos a Cristo porque fuimos buenos, vinimos porque entendimos que
éramos malos. Generalmente reproducimos lo que somos, no lo que decimos. Tener hijos es la
mejor manera de darnos cuenta de cómo estamos, cuando empiezan a decir palabras obscenas
y les decimos que eso no se dice y nos contestan que nosotros las decimos. Y no solo palabras
sino expresiones que no se oyen bien, mucho menos en un niño. Reproducimos lo que somos
no lo que decimos, claro que a veces lo que decimos tiene poder y uno que otro se salva, pero
generalmente reproducimos lo que somos. No tiene el mismo poder decirle al hijo no quiero
que tome alcohol, a decírselo bajo los efectos de una ebriedad. No es lo mismo.
A veces hacemos el mal, pero no lo vemos. En un libro que escribí, si no lo tiene bájelo en libros
alexlópez.com. Se llama Cómo emparejarse, lleva más de 250 mil descargas, es para chavos y
chavas. Léalo, bájelo está bonito. En uno de los capítulos, se llama la Prueba final y esa prueba
se la he hecho a un montón de jovencitas y jovencitos. A una le pregunto si tiene novio y me
dice que sí, y me dice que está feliz, que está con un buen hombre. Entonces le digo que
suponiendo que tuviera una hija de su misma edad y sabiendo que se va a casar, pudiera
entregársela a ese hombre y dormir en paz sabiendo que estás entregando a un buen hombre
a tu hija. Y muchas me dicen no. Entonces, les digo, qué diablos haces con él. Porque nos damos
cuenta que no es un buen modelo para alguien más.
Viva en integridad y entregue su pasado de pecados en arrepentimiento a Dios. Lo lindo de Jesús
es que usted no tiene que ser perfecto para venir a Él, porque no hay ser humano perfecto, al
contrario, tiene que ser imperfecto para poder venir a Él. Así que todo papá es llamado a
modelar integridad ante sus hijos, pero también a corregir, Proverbios 3:11-12 dice Hijo mío, no
desprecies la disciplina del Señor, ni te ofendas por sus reprensiones. Porque el Señor disciplina
a los que ama, como corrige un padre a su hijo querido. Cuando corrige lo hace con alguien que
ama, porque la corrección no busca la destrucción sino la restauración, Dios mismo corrige y lo
hace a quien ama y Dios nos ama a todos y corregir, muchas veces, incluye el castigo físico, pero
ese no es el primer recurso, es de los últimos.
Corregir implica advertir, implica amonestar, reprender, es buscar enmendar los errores. Antes
corregían severamente, ponían maicito y los hincaban sobre los granitos durante mucho tiempo,
otros que los metieron a una red y los colgaron a un árbol y le prendieron fuego a la tusa, otros
usaban instrumentos de castigo como la paleta y la chancleta voladora. Esa no es corrección, es
abuso. La corrección es restablecer el rumbo, el objetivo es ese, no destruir al que se perdió de
rumbo y dejarlo sin rumbo y no castigarlo en público. Papás, no den castigos tan exagerados,
por ejemplo, decirle hoy podrás utilizar tu celular por treinta minutos y si está de vacaciones
treinta minutos en la mañana y treinta minutos en la tarde y lo guardamos, vamos a hacer cosas
juntos.
Decirle no quiero que te me pierdas, no te quiero destruir, quiero que te gobiernes, el Señor
manda que amemos a todos. Si son pequeños, bueno hoy solo pueden ver un episodio en Netflix
y pueden salir a jugar solo media hora, Él y yo estamos en buena relación, pero el sufre
consecuencias y llega el momento en el que ni modo, hay que darle sus golpes, pero es lo último,
pero como nos decía mi papá cuando nos iba a dar un par de cinchazos porque “se lo merecen
por eso que hicieron que está mal, antes vamos a orar. En el corazón de un niño, el papá puede
hacer los estragos más profundos por ser un papá autoritario, dictatorial que no deja hablar,
que impone su voluntad y que crea un robot, y el hijo crece anulado, la hija crece anulada y su
anhelo es estar libre del papá y si es mujercita para buscar uno igual, de abusador. Si es
jovencito, es libre del papá para salir y estar lastimado en su identidad y el que practica o tiene
una tendencia homosexual va a buscar abusar de su hijo. No lo estoy inventando, lo digo porque
tenemos casos y sabemos dónde comienza todo.
Papás corrijan a sus hijos, pero también ámenlos. Todo papá es llamado a amar a sus hijos, me
dolió en el corazón ver una mujer de casi 70 años llorando y decir hasta el último momento
esperé el abrazo de mi papá que nunca me dio y nunca me lo dio. Papás, en medio de todas
debilidades como ser mortal, usted es el héroe más grande y el héroe más grande cuando uno
es grande ya no es el que es perfecto, es el que sabe pedir perdón, el que sabe decir fallé. Mateo
3:17 dice Y una voz del cielo decía: “Éste es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él. Mateo
17:5 Mientras estaba aún hablando, apareció una nube luminosa que los envolvió, de la cual
salió una voz que dijo: “Éste es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él.
¡Escúchenlo! Nuestros hijos deben saber que la palabra más importante de nosotros hacia ellos
es que sos mi hijo amado. Si el hijo se siente amado tiene todo para enfrentar todo lo que venga
en esta Tierra, porque no va a correr al modelo de afuera que es el riesgo para su vida, sino va
a correr al modelo de adentro que es su papá.
Papás, si ustedes quieren que sus hijos los visiten ámenlos, no los compare con nadie, ni los
critique. Mire, cómo habla Dios sobre su Hijo amado. He escuchado a papás decir comentarios
que perjudican su identidad. ¡No puede ser! Nuestro Dios es un Dios justo, castigador, tajante,
pero no quiere la destrucción de nadie, por eso abrió el camino y el camino es saber que estamos
perdidos en él y abrió el camino y el camino es a través de Jesucristo, el único que fue tentado
en todo, pero sin pecado, el único que no quebrantó sus mandamientos, el que muere en la cruz
del Calvario, pero no le complace la destrucción del mundo malvado. Miqueas 7:18 dice ¿Qué
Dios hay como tú, que perdone la maldad y pase por alto el delito del remanente de su pueblo?
No siempre estarás airado, porque tu mayor placer es amar.
El mayor placer de nuestro Dios es amar, por eso como padres tenemos que amar a nuestros
hijos. Yo sé que muchos dicen que no sabemos los sufrimientos que soportaron de sus papás,
que eran tremendos. No, Pablo dice, ya lo estudiamos, una cosa hago, olvidar lo que queda
atrás. No se puede borrar, pero olvidar porque conscientemente no pondrá su mente y su
mirada en todo lo que lo destruye que es el ayer. Papás, si ustedes tienen sus grabaciones, sus
discos completos de la pista uno, de la dos, la tres, la cuatro. La uno es nunca me abrazaron. La
dos es crecí sin papá. La tres es no tuve nada. La cuatro ya tiene su historia, solo pone play y
comienza, no tuve papá. No, esa es una excusa para que el papá rechace el pasaje bíblico que
nos dice: de modo que si alguien está en Cristo es una nueva creación. Las cosas viejas pasaron,
he aquí todas son hechas nuevas. Papás, necesitamos amar y dejar de ser hijos con hijos.
Necesitamos ser padres con hijos. Siempre he dicho que un hijo herido se convierte en un padre
que hiere. Resuelva sus asuntos del ayer, entrégueselos al Padre Dios, arrepiéntase de sus
pecados. Perdone a los que lo lastimaron, lo hirieron y sirva para inspirar a sus hijos, amar a
pesar de que no tuvo ese amor.
Todo papá es llamado a representar dignamente a Dios, porque Dios escogió de todo el
universo, de lo que es la Tierra, lo que está aquí adentro, donde vivimos, escogió a una figura
para reflejar los que Él es, es el Papá y por eso oramos Padre nuestro que estás en los cielos. En
una actividad de las células a donde fuimos a asilos de ancianos, hogares, un líder dijo que
nuestro Padre es amor, Dios es como un papá. Y un niño dijo que Dios no puede ser como mi
papá, porque mi papá mató a mi mamá. Cómo puede entender un hijo que es el amor de Dios,
si su papá refleja todo lo contrario. Papás, representemos dignamente a Dios. La figura que Él
escogió para representarse en la Tierra en un padre. Por eso dice el Salmo 103:13 Tan compasivo
es el Señor con los que le temen como lo es un padre con sus hijos. Deuteronomio 1:29-
31 »Entonces les respondí: “No se asusten ni les tengan miedo. El Señor su Dios marcha al frente
y peleará por ustedes, como vieron que lo hizo en Egipto y en el desierto. Por todo el camino que
han recorrido, hasta llegar a este lugar, ustedes han visto cómo el Señor su Dios los ha guiado,
como lo hace un padre con su hijo.
Sea un fiel representante de Dios, papás si no pueden abrazar sea machito, extienda los brazos,
acérquese, abrace. Si le cuesta hablar, hable, si le cuesta pedir perdón, porque el orgullo lo está
destruyendo a usted, a su esposa, a sus hijos o ya destruyó otro matrimonio y está en otro que
también lo va a destruir, porque el odio mata todo. Pida perdón. Lo más triste es ver a alguien
envejecido que ya no tiene fuerzas ni para caminar, que ya no puede comer, es a alguien así,
pero con odio y amargura en su corazón.
Eso de ser papá no es fácil.
Para finalizar comparto esta pieza literaria que escribió mi esposa Aixa:
“Recuerdo que me llamaron a la dirección y lo vi allí con su traje café, sentado en una banca
demasiado pequeña para él, con las manos entrelazadas, en medio de sus rodillas. Levantó la
mirada cuando me vio entrar y las cejas levantadas y la sonrisa agridulce tenían mucho que
decir. Esa mañana yo había pasado mis deditos grasientos por todo el lado del carro recién
lavado (al parecer, ese brillo impecable debía ser experimentado con el tacto) y evidentemente,
mi agenda y la suya no concordaron. Su carro ha sido su herramienta de trabajo y es diligente
en cuidarlo. Pero yo sólo vi una textura irresistible. Él se sobresaltó y me agarró la mano, me
regañó molesto y se apuró a borrar mis huellas. Después salió para el trabajo y mis hermanas y
yo para el colegio.
Mi papá es un hombre de presencia suave y amable. Jamás de gritos o groserías. Eso hacía que
cualquier manifestación siquiera un poco subida de tono se sintiera como una aplanadora sobre
el corazón. Seguramente él lo sabía, porque interrumpió su mañana de trabajo para interrumpir
la mía y más que nada, interrumpir el trayecto de la aplanadora que desde la mañana seguía su
recorrido destructor sobre mi memoria.
Llegó al colegio exclusivamente a pedirme perdón. A eso. No puedo recordarlo o contarlo sin
volver a llorar. Se limitó a decirme que estaba arrepentido por haberme hablado así. No lo
terminó excusando su conducta con un “pero porfa no volvás a tocar así el carro recién lavado.
Vos no entendés que es mi herramienta de trabajo… o que tengo mil problemas que no
entenderías”… no lo hizo. Sólo lloró por haberme hecho sentir como que el carro valía más que
yo y que debía aclararlo ese mismo día conmigo.
Hoy por la mañana le escribí para contarle que sigo agradecida con Dios por haberme entregado
a él para ser protegida por sus brazos y le conté cómo ese recuerdo es de mis favoritos. Él no lo
recordaba…
Suele ser así. Los momentos que definen la vida de un niño no son registrados por el radar de los
adultos que miran otras cosas. Pero Dios va aclarando el camino hacia Él mismo, con pequeños
actos en los que rendimos nuestra debilidad. Es así como Él se va revelando. La gran debilidad
de mi papá en ese momento de furia, fue transformado en uno de los mayores puntos de
conexión conmigo, porque se resistió al impulso de tener la razón. El orgullo es lo que va
construyendo muros entre nosotros y la obsesión con nuestra imagen es lo que destruye los
puentes; pero la humildad y la habilidad para ver nuestra maldad, reconociendo el dolor que
causamos… eso es lo que (contrario a nuestra intuición) produce las más increíbles historias de
amor, gobernadas por la gracia. ¡Desperdiciamos demasiado nuestros fracasos! Si tan sólo
escucháramos más la voz de Dios, abriendo nuestras Biblias, sabríamos modelar la belleza de un
Dios que no entabló relación con sus niños al ser un papá rudo e intocable, sino al volverse
completamente vulnerable y que se dio en servicio de los que no lo merecían.
Papás: no crean la mentira de que su trabajo es ser fuertes todo el tiempo, porque entonces
cuando fallen querrán esconderlo, ya sea echando culpas a los lados o negando la realidad, y los
hijos vemos y al tiempo, crecemos… eventualmente, no hay manera de esconder las grietas, pero
eso no es una mala noticia, porque es precisamente a través de ellas que podemos empezar a
ver al Dios vivo, si ustedes admiten necesitarlo tanto como a los niños que tienen a su cargo. Hoy
veo a mi esposo y la relación fuerte que tiene con nuestros cuatro hijos, y no se debe a que jamás
falla, sino a las veces que les ha pedido perdón sin excusarse y la determinación que ha tenido
de estar presente y de guiarlos modelando al Padre que ha le ha tenido paciencia y extendido
misericordia un millón de veces. Su fuerza como papá está en no esconder su debilidad de Dios,
ni de nosotros.
Mis huellas en su carro provocaron una reacción que hubiera podido ser un recuerdo triste en mi
mente, pero su humildad y esfuerzo intencional por reconocer su error, lo convirtieron en una de
las huellas más tiernas de mi vida y una que estoy segura, hace a Dios sonreír”.

Queridos hermanos, en este día que celebramos a los papas, quiero compartir con ustedes una
historia que si bien es cierto tiene un final trágico, contiene muchas enseñanzas para los padres,
para quienes vamos a serlo dentro de poco y para quienes se están preparando para algún día
ser padres. Me refiero a la historia de David y su hijo Absalón y yo se que todos nosotros hemos
leído esa historia y hoy la vamos a recordar y vamos a extraer algunos principios eternos que
nos pueden ayudar a entender la importancia de que seamos padres conforme al corazón de
Dios.
Toda esta historia esta contenida desde el capitulo 13 al 18 de 2 Samuel, la cual le invito a leer
el día de hoy llegando a casa. Por razones de tiempo no vamos a leer toda la historia hoy, pero
quiero darles un pequeño repaso, un panorama de que fue lo que sucedió en este relato de la
Palabra de Dios. Nosotros sabemos que el rey David peco con Betsabe, mandando matar a Urías
y teniendo relaciones sexuales con esta mujer. Dios le reprendió y David se arrepintió de
corazón; pero no pudo evitar las consecuencias: años mas tarde, uno de sus hijos, Amnon, peco
violando a su media hermana Tamar. El hermano de esta, Absalón, le odio por tal vil acto y
espero pacientemente por 2 años para matar a su medio hermano. Su padre no hizo nada al
respecto y Absalón huyo al destierro, a tierra de su abuelo hasta que regreso a Jerusalén
después de 3 años. Allí, se reencontró con su padre, pero tampoco solucionaron nada y durante
2 años mas, Absalón estuvo viviendo sin poder ver ni hablar con su padre el Rey David. Al cabo
de ese tiempo, Absalón comenzó a promover una rebelión contra su padre el rey durante 4 años
mas, al termino de los cuales se proclamo rey a si mismo. David al enterarse de esto huye de
Jerusalén con un pequeño grupo de su gente mas fiel y Absalón, luego fue a buscarlo para darle
caza. Se armo una batalla entre los hombres de David y los de Absalón y al final este quedo
enredado en un árbol porque su cabellera era muy larga y fue asesinado por uno de los
generales de David. Al enterarse David de esto, cayo en una tristeza muy profunda, porque el
había mandado que no dañen a su hijo, porque a pesar de todo y su rebelión, el era su padre.
Esta historia tiene un final triste pero a la vez nos enseña muchas cosas que como padres
debemos tener en cuenta. La enseñanza principal es que nuestro carácter y las decisiones que
tomemos como padres repercuten no solo en nuestra vida sino en la de nuestros hijos
directamente; por ello debemos ser ejemplo para nuestros hijos, guías y maestros de la verdad.
Cada uno de nosotros es responsable delante del Señor por su propia vida, pero como padres
tenemos una responsabilidad especial por criar a nuestros hijos en el temor de Dios. El mandato
bíblico para los padres es “Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos
en disciplina y amonestación del Señor” (Efesios 6:4)

El carácter de un padre conforme al corazón de Dios


Una de las cosas que tenemos que tener en cuenta es que nuestro carácter siempre sale a la luz.
Podemos fingir, podemos tratar de disfrazar nuestra forma de ser, pero siempre, al final, nuestro
carácter sale a la luz. Las decisiones que tomamos, las actitudes que tenemos evidencian lo que
realmente hay en nuestro corazón y un padre conforme al corazón de Dios debe tener ciertas
características muy en cuenta, porque ellas moldearan su propia vida y afectaran directamente
la vida de sus hijos.
a. Se guarda en santidad
“Aconteció después de esto, que teniendo Absalón hijo de David una hermana hermosa que se
llamaba Tamar, se enamoró de ella Amnón hijo de David. Y estaba Amnón angustiado hasta
enfermarse por Tamar su hermana, pues por ser ella virgen, le parecía a Amnón que sería difícil
hacerle cosa alguna” (2 Samuel 13:1-2)
Esta triste historia no empieza con la violación de Tamar por su medio hermano Amnon, sino
mucho antes. La Biblia nos narra en el capitulo 12 de 2 Samuel la amonestación de Dios a David
por su pecado de lujuria con Betsabe. David no pudo contener su lujuria y adultero con una
mujer casada y mando matar su esposo. Su propio hijo, años después tampoco pudo contener
su lujuria y violo a su media hermana Tamar. Los pecados del padre se repitieron en el hijo y
esto no es porque los pecados se heredan sino porque los defectos de carácter, los patrones de
pecado se imitan de padres a hijos. David no se preocupo en guardar su santidad delante del
Señor y una de las consecuencias de su pecado era ver con sus propios ojos como sus hijos
sucumbían ante el mismo pecado que casi lo destruye a el.
b. Toma acciones firmes contra el pecado
“Y le dijo su hermano Absalón: ¿Ha estado contigo tu hermano Amnón? Pues calla ahora,
hermana mía; tu hermano es; no se angustie tu corazón por esto. Y se quedó Tamar
desconsolada en casa de Absalón su hermano. Y luego que el rey David oyó todo esto, se enojó
mucho. Mas Absalón no habló con Amnón ni malo ni bueno; aunque Absalón aborrecía a Amnón,
porque había forzado a Tamar su hermana. Aconteció pasados dos años, que Absalón tenía
esquiladores en Baal-hazor, que está junto a Efraín; y convidó Absalón a todos los hijos del rey”
(2 Samuel 13:20-23)
Al enterarse que uno de sus hijos había cometido semejante pecado, el rey David no hizo nada.
Nos dice la Biblia que solo se enojo mucho pero no hizo nada mas. No llamo a su hijo Amnon,
no le reprendió, no le castigo. No llamo a su hija Tamar, no la consoló, tampoco llamo a Absalón,
no lo conforto, no hizo nada. Y durante dos años, el fastidio se convirtió en rencor, el rencor en
amargura, la amargura en odio y en aborrecimiento de tal manera que Absalón llego a aborrecer
a su medio hermano por lo que el hizo. El corazón de Absalón llego a hacerse hipócrita y
amargado, la biblia nos dice que el no hablo con Amnon nada tampoco, ni bueno ni malo, pero
en lo profundo de su corazón el maquinaba el mal. Amnon por su lado, seguía viviendo sin
pensar en las consecuencias de su pecado.
Un padre conforme al corazón de Dios debe enseñar disciplina a sus hijos. Una de las lecciones
básicas que como creyentes tenemos que aprender es que todas las decisiones que tomamos
tienen consecuencias y que nosotros somos responsables de esas decisiones. David no hizo esto
y el caos empezó a gestarse dentro de su propia familia.
c. Es prudente y guarda el corazón de sus hijos
“Y vino Absalón al rey, y dijo: He aquí, tu siervo tiene ahora esquiladores; yo ruego que venga el
rey y sus siervos con tu siervo. Y respondió el rey a Absalón: No, hijo mío, no vamos todos, para
que no te seamos gravosos. Y aunque porfió con él, no quiso ir, mas le bendijo. Entonces dijo
Absalón: Pues si no, te ruego que venga con nosotros Amnón mi hermano. Y el rey le respondió:
¿Para qué ha de ir contigo? Pero como Absalón le importunaba, dejó ir con él a Amnón y a todos
los hijos del rey” (2 Samuel 13:24-27)
Finalmente Absalón dio pasos definitivos para su venganza: armo una reunión de celebración
donde el invitado y el platillo principal era su hermano Amnon. Hermanos, a todas luces esto
era una trampa y por ello David al principio le pareció sospechoso que Absalón pidiera la
asistencia de su hermano Amnon, pero como su hijo le importunaba, le dejo ir y a todos sus
hermanos. Yo te pregunto hermano, ¿acaso David, acostumbrado al arte de la guerra y
conocedor de lo que es capaz el ser humano por venganza no sabia lo que podría pasar?
David no fue prudente ni sabio, no guardo el corazón de su hijo sino que simplemente tomo la
decisión para que ya no lo molesten mas. Si Absalón fue el autor intelectual del asesinato de
Amnon, David le puso su firma como autorización.
d. No es pasivo sino decidido
“Por tanto, ahora no ponga mi señor el rey en su corazón ese rumor que dice: Todos los hijos del
rey han sido muertos; porque sólo Amnón ha sido muerto. Y Absalón huyó. Entre tanto, alzando
sus ojos el joven que estaba de atalaya, miró, y he aquí mucha gente que venía por el camino a
sus espaldas, del lado del monte. Y dijo Jonadab al rey: He allí los hijos del rey que vienen; es así
como tu siervo ha dicho. Cuando él acabó de hablar, he aquí los hijos del rey que vinieron, y
alzando su voz lloraron. Y también el mismo rey y todos sus siervos lloraron con muy grandes
lamentos. Mas Absalón huyó y se fue a Talmai hijo de Amiud, rey de Gesur. Y David lloraba por
su hijo todos los días. Así huyó Absalón y se fue a Gesur, y estuvo allá tres años. Y el rey David
deseaba ver a Absalón; pues ya estaba consolado acerca de Amnón, que había muerto” (2
Samuel 13:33-39)
Y llego la desgracia a la familia de David: su hijo Absalón, después de 2 años de amargura y odio
ejecuto su venganza matando a su medio hermano. Al enterarse David del asunto, la Biblia nos
dice que lloro con gran lamento y se mantuvo llorando así por varios días. Se nos dice también
que Absalón huyo a tierra de Gesur. 2 Samuel 3:2-3 nos dice que Absalón era hijo de Maca, la
hija del rey Talmay de Gesur, así que lo que hizo Absalón es ir a refugiarse donde su abuelo,
donde permaneció 3 años mas, acumulando odio y resentimiento ya no hacia su medio hermano
Amnon, sino ahora hacia su padre David, quien no había hecho nada para defender el honor de
su hermana Tamar ni para hacer justicia. Mientras tanto, David seguía lamentándose y ahora ya
había sido consolado de la muerte de Amnon y quería ver a Absalón, pero sabes que? Solo se
quedo en deseo porque realmente no hizo nada por acercarse a su hijo.
Un padre conforme al corazón de Dios debe ser decidido y no pasivo, tomar acción en vez de
quedarse en la indecisión. Indecisión es una falta de carácter y trae inseguridad y falta de
confianza a quienes nos rodean.
e. No es indiferente ni insensible
“Se levantó luego Joab y fue a Gesur, y trajo a Absalón a Jerusalén. Mas el rey dijo: Váyase a su
casa, y no vea mi rostro. Y volvió Absalón a su casa, y no vio el rostro del rey. Y no había en todo
Israel ninguno tan alabado por su hermosura como Absalón; desde la planta de su pie hasta su
coronilla no había en él defecto. Cuando se cortaba el cabello (lo cual hacía al fin de cada año,
pues le causaba molestia, y por eso se lo cortaba), pesaba el cabello de su cabeza doscientos
siclos de peso real. Y le nacieron a Absalón tres hijos, y una hija que se llamó Tamar, la cual era
mujer de hermoso semblante. Y estuvo Absalón por espacio de dos años en Jerusalén, y no vio el
rostro del rey” (2 Samuel 14:23-28)
Por mediación de Joab, general del ejercito de David, Absalón regreso de su destierro, pero lo
que vemos aquí es David no quiso verlo, sino que lo envió a su casa. Absalón fue a su casa, siguió
su vida y estuvo por dos años en Jerusalén sin ver el rostro del rey. Sin ninguna explicación, sin
ninguna disculpa, sin ninguna palabra. El silencio es uno de los peores asesinos de una relación,
destruye la confianza, introduce la duda, quita el respeto, mata el amor. David no era sensible
ni atento a los problemas que estaba pasando su hijo. Reacciono como un rey y no como un
padre. Absalón tenia que cargar ahora con la culpa por matar a su medio hermano y la frialdad
de la indiferencia de su padre. A veces nos compramos el cuento de que el hombre no debe
llorar, el hombre no debe hablar y quedamos callados, mudos ante cualquier situación y no
hablamos ni solucionamos el problema. Si David firmo la sentencia de muerte de su hijo Amnon,
ahora lo estaba haciendo de nuevo con su hijo Absalón al condenarlo al destierro emocional.
f. Es el primero en dar ejemplo de perdón y restauración
“Entonces se levantó Joab y vino a casa de Absalón, y le dijo: ¿Por qué han prendido fuego tus
siervos a mi campo? Y Absalón respondió a Joab: He aquí yo he enviado por ti, diciendo que
vinieses acá, con el fin de enviarte al rey para decirle: ¿Para qué vine de Gesur? Mejor me fuera
estar aún allá. Vea yo ahora el rostro del rey; y si hay en mí pecado, máteme. Vino, pues, Joab al
rey, y se lo hizo saber. Entonces llamó a Absalón, el cual vino al rey, e inclinó su rostro a tierra
delante del rey; y el rey besó a Absalón” (2 Samuel 14:31-33)
Absalón tuvo que dar la iniciativa después de 2 años de indiferencia para acercarse a su padre.
Absalón se acerco en humildad a su padre y el le respondió con un beso. Y nada mas. ¿Solo un
beso? ¿Un beso va a devolver la honra perdida de una joven que ya nunca mas podrá vestir su
vestido de colores y sentirse amada, especial y pura? ¿Un beso podrá devolver la vida de Amnon,
quien no pudo controlar su lujuria y siguió los pasos de su mente carnal en vez de actuar con
sensatez? ¿Un beso devolverá los últimos 7 años que Absalón vivió en rencor, amargura y odio
en vez de disfrutar de sus hermosos hijos? ¿Un beso devolverá la relación padre – hijo? No mis
hermanos, Absalón necesitaba mas que eso. El necesitaba a su padre, no solo un beso para
calmar la conciencia o para cumplir el protocolo. El necesitaba los brazos fuertes de su padre
que le aseguraran que todo iba a salir bien. El necesitaba la dirección de su padre que le guiara
por el camino que debía seguir.
David no busco el perdón ni la restauración de su hijo, el solamente cumplió el protocolo y si
Joab no traía a Absalón el nunca hubiera movido un dedo para traerlo. Creo personalmente que
en este momento algo se quebró en el corazón de Absalón, porque inmediatamente este sale
del palacio inicia su plan de rebelión contra su padre. No estamos exculpando a Absalón, cada
uno es responsable delante de Dios y el nunca debió alzar el puño contra su propio padre, pero
lo que vemos aquí es que Absalón ahora se va a enfrentar contra el hombre que era su padre
pero que nunca hizo justicia, que nunca los defendió y que nunca lo guió.

g. Tiene cuidado de su familia y ministerio


“Aconteció después de esto, que Absalón se hizo de carros y caballos, y cincuenta hombres que
corriesen delante de él. Y se levantaba Absalón de mañana, y se ponía a un lado del camino junto
a la puerta; y a cualquiera que tenía pleito y venía al rey a juicio, Absalón le llamaba y le decía:
¿De qué ciudad eres? Y él respondía: Tu siervo es de una de las tribus de Israel. Entonces Absalón
le decía: Mira, tus palabras son buenas y justas; mas no tienes quien te oiga de parte del rey. Y
decía Absalón ¡Quién me pusiera por juez en la tierra, para que viniesen a mí todos los que tienen
pleito o negocio, que yo les haría justicia! Y acontecía que cuando alguno se acercaba para
inclinarse a él, él extendía la mano y lo tomaba, y lo besaba. De esta manera hacía con todos los
israelitas que venían al rey a juicio; y así robaba Absalón el corazón de los de Israel. Al cabo de
cuatro años, aconteció que Absalón dijo al rey: Yo te ruego me permitas que vaya a Hebrón, a
pagar mi voto que he prometido a Jehová. Porque tu siervo hizo voto cuando estaba en Gesur
en Siria, diciendo: Si Jehová me hiciere volver a Jerusalén, yo serviré a Jehová. Y el rey le dijo: Ve
en paz. Y él se levantó, y fue a Hebrón” (2 Samuel 15:1-9)
Aquí vemos el desarrollo del plan de rebelión de Absalón. Empezó a ganarse al pueblo, acusando
tácitamente al rey de indiferencia y de injusticia. Comenzó a hacer lo que muy probablemente
el rey de Israel no hacia y así comenzó a erosionar el testimonio y el ministerio de su padre.
Dicen que si quieres destruir a un hombre lo único que tienes que hacer es destruir su nombre,
su reputación y eso es lo que estaba haciendo aquí Absalón. Cuando el pueblo estaba inclinado
a favor de el y no de David, es decir, pasados cuatro años de intrigas y manipulaciones, Absalón
pide ir a Hebrón y David lo deja ir. Fue allí en Hebrón donde Dios levanto rey a David al inicio de
su ministerio (2 Samuel 2:1-4) y allí fue donde Absalón se hizo coronar rey, deshonrando a su
padre.
Lo curioso aquí es David no se diera cuenta, durante cuatro años, de que esto estaba pasando.
¿Acaso no llegaban a el los rumores? ¿Acaso nadie vio nunca a Absalón a la puerta de la ciudad
robándole el corazón del pueblo? ¿Acaso en Jerusalén no podía el cumplir sus votos, para tener
que ir a Hebrón? David no fue cuidadoso de su familia ni de su ministerio y esa imprudencia le
costo muy caro.
h. Piensa en los demás antes que en el mismo
“Y un mensajero vino a David, diciendo: El corazón de todo Israel se va tras Absalón. Entonces
David dijo a todos sus siervos que estaban con él en Jerusalén: Levantaos y huyamos, porque no
podremos escapar delante de Absalón; daos prisa a partir, no sea que apresurándose él nos
alcance, y arroje el mal sobre nosotros, y hiera la ciudad a filo de espada” (2 Samuel 15:13-14)
La rebelión empezó y muchos se pusieron de parte de Absalón. Y entonces David tomo una
decisión que requiere de valor: dado que la rebelión avanzaba y para no verse enfrentado en
varios frentes, el salió de Jerusalén hacia las afueras, para no tener que exponer a la ciudad de
Dios a las desgracias de la guerra. Quiero que quede claro hermanos que David no esta huyendo
por miedo, el es un guerrero experimentado, recuerden que el mataba a sus diez miles, el no
tenia temor de un muchacho rebelde, con el estaban los valientes de David, así que ese no era
el tema. El punto era que David tomo una decisión estratégica: salir de la ciudad principal,
esconderse en los montes y collados y alejar al pueblo del conflicto. A costa de su reputación
como rey (porque todos se burlarían de un rey que tiene que escapar de su trono huyendo de
su propio hijo) el hizo lo mejor para el pueblo de Dios. Un hombre y un padre conforme al
corazón de Dios siempre piensa en los demás antes que en el mismo.
i. Pone su vida en las manos de Dios
“Y he aquí, también iba Sadoc, y con él todos los levitas que llevaban el arca del pacto de Dios; y
asentaron el arca del pacto de Dios. Y subió Abiatar después que todo el pueblo hubo acabado
de salir de la ciudad. Pero dijo el rey a Sadoc: Vuelve el arca de Dios a la ciudad. Si yo hallare
gracia ante los ojos de Jehová, él hará que vuelva, y me dejará verla y a su tabernáculo. Y si
dijere: No me complazco en ti; aquí estoy, haga de mí lo que bien le pareciere” (2 Samuel 15: 24-
26)
La vida de David fue una vida de contrastes y crecimiento. Por un lado era un pésimo padre; por
el otro, en el momento de crisis, salía lo mejor de este gran hombre de Dios. Prefirió no exponer
al arca del Señor a la guerra (aunque con ello perdía motivación para sus hombres) y poner su
vida en las manos del Señor David se entrego a los propósitos de Dios, negándose a actuar en
enojo, ira, venganza a pesar de que era su propio hijo y tenia todo el derecho de castigarlo
ejemplarmente. Claro, muy probablemente David en este momento ya se estaba dando cuenta
de todas las consecuencias de su dejadez como padre, pero el no quiso aumentar el daño, sino
tratar de darle una mejor solución a esta crisis. Como siempre lo hizo, esta vez también se puso
en las manos de Dios para lo que sucediera en su vida.
j. Se humilla delante de Dios y nunca deja de adorarle
“Y David subió la cuesta de los Olivos; y la subió llorando, llevando la cabeza cubierta y los pies
descalzos. También todo el pueblo que tenía consigo cubrió cada uno su cabeza, e iban llorando
mientras subían. Y dieron aviso a David, diciendo: Ahitofel está entre los que conspiraron con
Absalón. Entonces dijo David: Entorpece ahora, oh Jehová, el consejo de Ahitofel. Cuando David
llegó a la cumbre del monte para adorar allí a Dios, he aquí Husai arquita que le salió al
encuentro, rasgados sus vestidos, y tierra sobre su cabeza” (2 Samuel 15:30-32)
Ahora vemos a David subiendo la cuesta del monte de los Olivos. ¿Para que? Antes de planificar
ninguna estrategia militar, antes de planear nada, lo que quiso hacer el rey David fue es ir a
adorar a Dios a la cumbre del monte. Aquí vemos otra faceta del hombre de Dios: a pesar de sus
pecados y en medio de sus fallas, un hombre de Dios jamás deja de adorar a Dios. David tenia
todo para sentirse mal: era un mal padre, fue responsable en gran parte por la muerte de Amnon
y por la rebelión de Absalón. Podía quedarse lamentándose y auto compadeciéndose; pero lo
que hizo David fue subir al monte, humillándose, llorando. Quitarse los calzados y subir con la
cabeza cubierta para un rey era en extremo humillante, pero el corazón de David esta dispuesto
y humillado delante de Dios. Y hermanos, al corazón contrito y humillado el Señor no desprecia
jamás. Dios da gracia a los humildes y resiste a los soberbios.
David se humillo y Dios oyó su oración y le libro de sus temores. Justo a raíz de esto el compuso
un salmo, el numero 3 el cual vamos a leer en este momento:
“¡Oh Jehová, cuánto se han multiplicado mis adversarios! Muchos son los que se levantan contra
mí. Muchos son los que dicen de mí: No hay para él salvación en Dios.
Selah
tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí; Mi gloria, y el que levanta mi cabeza. Con mi voz clamé
a Jehová, Y él me respondió desde su monte santo.
Selah
Yo me acosté y dormí, y desperté, porque Jehová me sustentaba. No temeré a diez millares de
gente, Que pusieren sitio contra mí. Levántate, Jehová; sálvame, Dios mío; Porque tú heriste a
todos mis enemigos en la mejilla; Los dientes de los perversos quebrantaste. La salvación es de
Jehová; Sobre tu pueblo sea tu bendición.
Selah”
David estaba confiado en Dios hermanos y el Señor le ayudó. Lamentablemente, esta no fue la
reacción de Absalón, el si tenia un corazón orgulloso y amargado. Al final su necedad termino
en su muerte: murió y fue enterrado sin honores ni respeto. Termino sus días tristemente y dejo
a sus hijos huérfanos y sin un padre a quien seguir.

Conclusión
Hermanos, podríamos decir muchas cosas. Muchos podrían defender la posición de Absalón,
otros podrían condenarle y apoyar a David. Lo cierto es que David era un excelente rey, un buen
estratega, un gran líder pero era un pésimo padre. No supo cuidar de su familia y le costo educar
correctamente a sus hijos. David era un hombre hermanos y como hombre tenia defectos. No
era perfecto, ningún hombre o ningún padre lo es; pero lo que tenia David era un corazón
humilde, sometido a Dios y que buscaba al Señor para adorarle aun en medio de la crisis y los
problemas por causa de su pecado. Es esa perseverancia que le otorgo el éxito delante de Dios.
Aprendamos del ejemplo de David para ser mejores padres. Hermanos, ¿de que vale que tu
servicio sea excelente si tus hijos se pierden? ¿De que vale que tu empresa sea exitosa, que tu
trabajo sea reconocido y valorado por otros, cuando los tuyos, tu propia casa no podrían decir
lo mismo? No tiene sentido ganar el mundo cuando has perdido a tu esposa e hijos. Este pasaje
nos ayuda a entender que un padre conforme al corazón de Dios es un hombre que se guarda
en santidad, toma acciones firmes contra el pecado, es prudente y guarda el corazón de sus
hijos, no es pasivo sino que es decidido, no es indiferente ni insensible, es el primero en dar
ejemplo de buscar el perdón y la restauración, tiene cuidado de su familia y ministerio, piensa
en los demás antes que en el mismo, pone su vida en las manos de Dios y se humilla delante de
Dios y nunca deja de adorarlo pase lo que pase.
Para terminar hermanos, pensemos en David subiendo el monte de los Olivos, llorando y
quebrantado por su pecado, por su desobediencia. Conozco otro hombre, uno perfecto, que
también subió el monte de los Olivos, pero por causa de su obediencia al Padre Celestial. David
subió para ser quebrantado por causa de su pecado. Jesucristo subió para ser quebrantado por
causa de su obediencia al Padre Celestial, el que nunca nos falla, el que nos ama tanto que
entrego a su propio Hijo para que muera como castigo por nuestros pecados. Jesús murió por ti
y por mi, pagando en la cruz por nuestros pecados. Entrego su vida, fue enterrado y al tercer día
resucito y hoy es Rey de Reyes y Señor de Señores. Hoy mi hermano te extiendo el llamado del
Señor para que seas un buen padre pero no podrás serlo hasta que primero seas un buen hijo.
Un buen hijo de Dios y para serlo necesitas arrepentirte de tus pecados, confesar a Cristo como
Señor y Salvador y pedirle que te perdone y te de paz y vida eterna.
Oremos al Señor hermanos para que El nos haga ser buenos hijos suyos y por ende buenos
padres, no solo en este día, sino todos los días hasta que El venga.
Ser padre es una bendición y tiene la responsabilidad de: Amar a sus hijos, así como Dios le ama
(leer 1ª Juan 4:10-12). Dar unas palabras de agradecimiento a su padre por el amor que le ha
dado. Proveer alimento, tal como Dios le provee (leer 2º. Crónicas 31:9,10 y 1ª Timoteo 5:8). De
la misma manera que el anterior, este hijo/a da unas palabra de agradecimiento a su padre por
ser responsable en proveer los medios necesarios para el alimento en el hogar. Perdonar, igual
que Dios cuando le perdona (leer Salmos 86:5 y Mateo 6:12). Aquí el hijo/a tiene la oportunidad
para agradecer públicamente por el perdón que su padre le ha otorgado. Librarlos del mal, de
la misma manera en que Dios lo libra (leer Mateo 6:13). En este punto el hijo/a agradece a su
padre por las sabias instrucciones que le ha dado en la vida, para evitarle cometer errores.
Corregir, así como Dios ha corregido su vida (leer Proverbios 3:11,12; 22:6). La corrección es una
parte importante en la vida de todo ser humano, por lo tanto este participante debe ser una
persona madura que pueda mostrar a los hijos de la iglesia que la corrección de un padre a un
hijo es importante y agradecer por ello. Dar buenas dádivas, tal como Dios nos da lo que
necesitamos y no necesariamente lo que queremos (leer Lucas 11:11-13). Esta es una hermosa
oportunidad para que un hijo/a agradezca a su papá por darle, no lo que en algunas ocasiones
ha deseado, sino lo que es conveniente. Salvar, siguiendo el ejemplo de Jesús (leer Lucas 19:10
y Génesis 7:13). Esta es la máxima labor que puede realizar un padre por sus hijos. Cuando Dios
le provee de una familia es porque desea que se salve con todos los suyos. Por lo tanto, este
hijo agradece a su padre por la preocupación que ha tenido en cuanto a la labor espiritual y la
preocupación por la salvación de su familia.

En Hechos 7:46 leemos que David halló gracia delante de Dios. El rey Saúl fue desobediente y
arrogante. Entonces Dios levantó por rey a David, de quien dio este testimonio:
He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo
quiero. (Hechos 13:22)
La bendición más grande para una familia es tener como padre a un hombre conforme al
corazón de Dios. En muchos países se celebra este domingo el Día del Padre. Quiero aquí honrar
a los padres cristianos e incentivarles a que busquen cada día más ser como Cristo.

El mundo necesita más padres conforme al corazón de Dios. ¿Cómo es tal padre? Dios mismo
dio la definición: hará todo lo que yo quiero.
 Padres obedientes a Dios y su Palabra
 Padres que tienen los ojos puestos en Cristo
 Padres que aman a su esposa como Cristo amó a la iglesia
 Padres que crían a sus hijos según la disciplina e instrucción del Señor

El Salmo 112 nos da una descripción del hombre bendecido por Dios, aquel que da un excelente
ejemplo a su familia. Así como Proverbios 31 describe a la mujer virtuosa, este salmo describe
al varón que anda en los caminos de Dios.

UN PADRE CONFORME AL CORAZON DE DIOS


Un Padre conforme al corazón de Dios es aquel que teme a Jehová. Esto significa que reconoce
que “Si Jehová no edificare la casa...” (Sal. 127:1) no hay bendición, por ende, no comprendería
cual es su función y la herencia que Dios le a dado.

La Función de un Padre conforme al corazón de Dios


 Dedicar a sus hijos a Dios desde el comienzo de su vida (1 S. 1:28; Lc. 2:22)
 Enseñarles a temer al Señor y a apartarse de la maldad (Heb. 1:9)
 Protegerlos de las influencias del mundo (1 Jn. 2:15-17)
 Hacerles saber que Dios siempre está observando y evaluando lo que hacen, piensan y
dicen (Sal. 139:1-12)
 Ensenñarles que Dios los ama y tiene un plan específico para la vida de ellos (1 P. 1:3-9)
 Instruirlos diariamente en la Palabra de Dios, en la conversación y en un tiempo
devocional familiar (Dt. 4:9)
 Llevarlos en los primeros años de la vida a la fe personal, al arrepentimiento y al bautismo
en agua en Cristo (Mt. 19:14)
 Instruirlos en cuanto a la importancia del bautismo del Espiritu Santo (Hch. 1:4-5,8;
2:4,39)
 Alentarlos, mediante el ejemplo y la exhortación, a la vida de oración (Stg. 5:16)

Atributos de un Padre conforme al corazon de Dios


Soporte- él ayuda a sus hijos estar en pie

Honesto- él habla la verdad

Tutor- él ayuda a sus hijos a decidir con prudencia

El buen oyente- él escucha aquello que sale del corazón de sus hijos

Acompañante- él disfruta de la compañía de sus hijos

Apacible- él responde con misericordia y gracia

La Herencia de un Padre conforme al corazón de Dios


Los hijos son la herencia de Jehová (Sal. 127: 3) que han sido entregados a los Padres para que
sean guiados hacia una comunión con Dios.

El cuidar y amar a los hijos es una de las principales formas de honrar a Dios y compartir la tarea
de edificar su reino.

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