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La vida en Sociedad

El ser humano necesita vivir en comunidad para sobrevivir, somos por naturaleza
seres sociales, la unión con el resto de los seres humanos hace que nazca la sociedad. En
definitiva la sociedad humana es la agrupación sobre un territorio de seres humanos que
participan en una misma cultura y de unas mismas instituciones sociales e interacciones
entre sí para el desarrollo de sus intereses comunes y la obtención de sus fines.

  En resumen se puede decir que la sociedad, está constituida por un grupo de


individuos que comparten un espacio organizado y se someten a un sistema de costumbres
de autoridad y ayuda mutua, de múltiples agrupaciones y divisiones de controles de la
conducta humana. En la actualidad asistimos a una crisis del estado de bienestar,
produciéndose asimismo una deslegitimación del Estado, paralelamente y como
consecuencia de esta situación la aumentando la importancia de la sociedad civil, que
expresa sus críticas y expone sus reivindicaciones ante las limitaciones de los estados
democráticos actuales, minimizados por el nuevo orden global.

Sociedad, democracia y Poder

Una sociedad jerárquica no puede ser una sociedad democrática, lo que se entiende
por "democracia" en una sociedad jerárquica, es lo relativo a las libertades que otorga la
forma de organización social que gobierna la sociedad a través del Estado por comparación,
es decir, no es lo mismo en su estado cuantitativo una dictadura que una democracia
parlamentaria, sin embargo, en su estado cualitativo, ésta y aquella son idénticas por la
sencilla causa que originalmente son jerárquicas (familia, escuela, iglesia, estado) y por lo
tanto autoritarias, en este contexto en la comparación entre ambas.

Lo que se llama "democracia" en una sociedad jerárquica son los distintos grados de
libertad (económica, política, religiosa, filosófica) que constituye el estado, que tolera y
acepta la sociedad (ya sea consciente o "inconscientemente") como forma de organización
social. El ideal utópico del individuo de convivencia en una sociedad libre, refleja la
impostura en la que sobrevive, por lo que acepta ser sometido para de esta manera poder
someter también de alguna u otra forma a otros individuos.

La obtención de poder en la sociedad se efectúa a través de la adaptación al sistema,


es la sociedad - sistema quien premia a los individuos más obedientes y adaptados para que
éstos también puedan dominar a los menos adaptados y aptos, en esta coyuntura se crea la
meritocracia como forma de gobierno, es decir, el gobierno de los mejores para premiar a
los mejores gobernados.

El Estado es la exaltación del poder, mientras haya voluntad de poder habrá estado,
la creación del Estado fue la culminación para el control total de la sociedad debido a la
necesidad de someter la voluntad de poder que surgía en los diferentes ámbitos de relación
entre los individuos. La figura del dominador y el dominado dio luz verde a la creación del
estado para la gestión de las relaciones humanas.

La causa primera de la voluntad de poder es espiritual y atañe al mundo psicológico,


con lo cual, el pensamiento es la causa primera de la voluntad de poder. Por lo tanto la
esfera espiritual determina la esfera material y no al revés. La voluntad de poder debe ser
cambiada por el amor, de ahí que el cambio de conciencia sea fundamental para la
transformación radical del individuo y la sociedad.

¿Qué es el poder?

El poder en sí, además está reñido con la ética y con la dignidad de cada ser
humano, pues establece una injusta superioridad de uno sobre otro, superioridad que
cualquiera que haya sido su origen, se mantiene no en base a mayor conocimiento o mejor
criterio, sino a través de un apartado coactivo.

La noción de poder, en su formulación más amplia, hace referencia, entonces, a la


capacidad de hacer o de imponer una voluntad sobre otras en las relaciones sociales. En
términos políticos más estrictos, el poder tiene que ver con las formas de autoridad y
dominación que se expresan a través del Estado.

El poder se funda en el yo o el ego del individuo atomizado, todo individuo que


carece de conciencia tiende al ego que origina su carácter y personalidad atomizada, de esta
forma suple su falta de empatía, amor y humanidad. Toda voluntad de poder basada en el
ego que produce una caricatura del sujeto, es decir, un sujeto falseado por la propia imagen
que el mismo crea y proyecta a los demás. Esta imagen se propaga y mimetiza en el entorno
social, de esta manera el sujeto caricaturizado se adapta a las exigencias de la sociedad para
poder sobrevivir en un ambiente basado en las relaciones de Poder. 

Por lo tanto el Poder se constituye en primer lugar como formación de la identidad y


personalidad del individuo atomizado o sujeto caricaturizado, y en segundo lugar como
adaptación al medio donde tiene que desarrollar su pensamiento previamente falseado por
su carácter para competir y luchar por la supervivencia.  

El Poder puede aparecer en cualquier lugar porque la naturaleza y esencia del


mismo corrompe toda forma de relación, la cualidad del poder es intrínseca al
sometimiento, es decir, a la autoridad como forma de dominación, Por lo tanto la principal
estrategia del Poder para la dominación de las masas es la fragmentación o división a partir
de cualquier autoridad que pueda utilizar (aun estando en su contra) o esté o acabe estando
a su servicio por medio de su venta, enfrentándolas ya sea en el mismo grupo, organización
o partido que pertenezcan o en el terreno político, religioso, social o filosófico en el que se
desarrollen sus actividades sociales, mediante la estrategia del caos controlado, en esta
coyuntura la corrupción de las sociedades puede ser gestionada por la élite de poder a
través de los Estados.

Los movimientos disidentes que intenten acabar con toda forma de dominación o de
Poder no podrán ser dirigidos por ninguna autoridad que se reclame poseedora de ningún
conocimiento o inteligencia superior porque les llevaría otra vez a acatar las ordenes de un
sujeto que se proclama líder del movimiento, por lo tanto el Poder debería quedar disuelto
entre los miembros del grupo al tomar las decisiones que crean adecuadas y convenientes
para la disolución de la autoridad que los dirige.

Una primera definición del poder es la aportada por Manuel Castell, al que define
como “la capacidad relacional que permite a un actor social influir de forma asimétrica en
las decisiones de otros actores sociales de modo que se favorezcan la voluntad, los intereses
y los valores del actor que tiene el poder. El poder se ejerce mediante la coacción (o la
posibilidad de ejercerla) y/o mediante la construcción de significado partiendo de los
discursos a través de los cuales los actores sociales guían sus acciones. Las relaciones de
poder están enmarcadas por la dominación, que es el poder que reside en las instituciones
de la sociedad”, el concepto de actor se refiere a distintos sujetos de la acción: actores
individuales, actores colectivos, organizaciones, instituciones y redes. La capacidad
relacional significa que el poder no es un atributo sino una relación. (Castell, Manuel,
Comunicación y poder, págs. 31-4)

EL PODER POLÍTICO Y EL ESTADO

El poder político. Para organizar la convivencia hay que tomar decisiones que
influyen en toda la colectividad y que no siempre coinciden con las voluntades de todos. Es
necesario determinar a través de normas todos los ámbitos en los que se desenvuelve la
acción humana, especialmente aquellos que tienen una dimensión pública. Este es el
sentido de la política.

La política es una actividad desarrollada por los miembros de una colectividad


encaminada a decidir cómo ha de organizarse la convivencia. Tomar decisiones que sean de
obligado cumplimiento para todos los individuos es imposible si no se tiene poder. De ahí
que la política sea también una reflexión sobre el poder, su origen, su uso y su alcance.

El poder político está institucionalizado, en los estados democráticos está también


legitimado mediante el consenso de sus miembros. Desde esta perspectiva el poder político
es patrimonio del Estado, que ostenta legítimamente el uso de la fuerza para llevar a cabo
sus funciones y objetivos.
El estado. Es el concepto central de la ciencia política, surgió en Europa en el siglo
XVI. La polis griega no fue un estado como hoy lo entendemos, ni los estados medievales,
porque nos estamos refiriendo al concepto de estado moderno, el cual surgió en el
renacimiento, tiene las siguientes características:

 Ostentar el poder sobre un determinado territorio y sobre su población.


 Ejercer el monopolio de la coacción física para asegurar los fines preestablecidos.
 Administrar la vida de los individuos a través de instituciones (burocracia, ejército,
diplomacia).
 Depositario de la soberanía, hasta la Revolución Francesa, la soberanía se identificó
con la autoridad suprema encarnada en la figura del monarca o soberano, pero desde
entonces se acepta que la soberanía reside en el pueblo, que la delega en
representantes elegidos por medio del sufragio.

Las personas y grupos sociales comparten intereses, normas, creencias y valores,


pero también discrepancias y conflictos que pueden traer consigo enfrentamientos. De ahí
que todas las sociedades complejas necesiten una organización y, como una parte
importante de ella, el poder político, formado por personas que dirigen y toman decisiones
que deben de ser obedecidas. Sin la existencia del poder político difícilmente puede
perdurar la sociedad, por eso son muy pocos los filósofos que lo nieguen, aunque, sin
embargo, sí ha habido a lo largo de la historia, multitud de pensadores que criticaron y
critican muchas de las maneras en que se ejerce este poder.

Este poder regula la vida pública y para ello ejerce un control imperativo sobre una
comunidad que ocupa un territorio determinado. El poder es algo inherentemente
asimétrico que descansa en la capacidad neta de una persona para retirar recompensas y
aplicar castigos a otros. No obstante, aunque este aspecto es asumido por la mayoría de los
filósofos, el poder político ha sido entendido de formas distintas.

Así, el poder político, como expresa el teórico John Locke, se basa, en el


consentimiento de los gobernados para garantizar las relaciones que se establecen en la
sociedad civil, espacio concebido al margen de las interferencias del poder político que
queda circunscrito al Estado. De esta manera, y como plantea Aguiló Bonet, “Uno de los
principales problemas de la teoría liberal del poder político es que al acotarlo al ámbito del
estado adopta una perspectiva estatocéntrica, reduccionista y excluyente de la política que
desatiende las múltiples relaciones de opresión y dominación no estatales presentes en la
sociedad.” (Aguiló Bonet, Antoni Jesús, El concepto de “poder” en la teoría política. Una
aproximación analítico-crítica, pág. 8)

Para este autor, la teoría política del liberalismo clásico produce una “fuerte
despolitización” de las situaciones de dominación que se establecen en la sociedad civil,
como pueden ser las que tienen lugar en el seno de la esfera productiva o familiar, en dos
sentidos, primero en cuanto las despoja de carácter político y las reduce al ámbito de lo
privado y, en segundo lugar, en cuanto los poderes públicos al desatenderse de estas
situaciones “favorecen la naturalización, de relaciones de poder y de las situaciones de
desigualdad que se derivan de ellas”.

Bibliografía

Aguiló Bonet, Antoni Jesús, El concepto de “poder” Una aproximación analítico-crítica, Nómadas.
Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas 24 (2009.4).

Bouza-Brey, Luis, Una teoría del poder y de los sistemas políticos, Moreno, Nahuel, Revoluciones
del siglo XX.

El poder según Foucault - Informacion.es


www.diarioinformacion.com › opinion › 2015/08/12 › foucault

Zippelius, Reinhold, Teoría general del Estado. Ciencia de la política,


http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/libro.htm?l=1057

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