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El ser humano necesita vivir en comunidad para sobrevivir, somos por naturaleza
seres sociales, la unión con el resto de los seres humanos hace que nazca la sociedad. En
definitiva la sociedad humana es la agrupación sobre un territorio de seres humanos que
participan en una misma cultura y de unas mismas instituciones sociales e interacciones
entre sí para el desarrollo de sus intereses comunes y la obtención de sus fines.
Una sociedad jerárquica no puede ser una sociedad democrática, lo que se entiende
por "democracia" en una sociedad jerárquica, es lo relativo a las libertades que otorga la
forma de organización social que gobierna la sociedad a través del Estado por comparación,
es decir, no es lo mismo en su estado cuantitativo una dictadura que una democracia
parlamentaria, sin embargo, en su estado cualitativo, ésta y aquella son idénticas por la
sencilla causa que originalmente son jerárquicas (familia, escuela, iglesia, estado) y por lo
tanto autoritarias, en este contexto en la comparación entre ambas.
Lo que se llama "democracia" en una sociedad jerárquica son los distintos grados de
libertad (económica, política, religiosa, filosófica) que constituye el estado, que tolera y
acepta la sociedad (ya sea consciente o "inconscientemente") como forma de organización
social. El ideal utópico del individuo de convivencia en una sociedad libre, refleja la
impostura en la que sobrevive, por lo que acepta ser sometido para de esta manera poder
someter también de alguna u otra forma a otros individuos.
El Estado es la exaltación del poder, mientras haya voluntad de poder habrá estado,
la creación del Estado fue la culminación para el control total de la sociedad debido a la
necesidad de someter la voluntad de poder que surgía en los diferentes ámbitos de relación
entre los individuos. La figura del dominador y el dominado dio luz verde a la creación del
estado para la gestión de las relaciones humanas.
¿Qué es el poder?
El poder en sí, además está reñido con la ética y con la dignidad de cada ser
humano, pues establece una injusta superioridad de uno sobre otro, superioridad que
cualquiera que haya sido su origen, se mantiene no en base a mayor conocimiento o mejor
criterio, sino a través de un apartado coactivo.
Los movimientos disidentes que intenten acabar con toda forma de dominación o de
Poder no podrán ser dirigidos por ninguna autoridad que se reclame poseedora de ningún
conocimiento o inteligencia superior porque les llevaría otra vez a acatar las ordenes de un
sujeto que se proclama líder del movimiento, por lo tanto el Poder debería quedar disuelto
entre los miembros del grupo al tomar las decisiones que crean adecuadas y convenientes
para la disolución de la autoridad que los dirige.
Una primera definición del poder es la aportada por Manuel Castell, al que define
como “la capacidad relacional que permite a un actor social influir de forma asimétrica en
las decisiones de otros actores sociales de modo que se favorezcan la voluntad, los intereses
y los valores del actor que tiene el poder. El poder se ejerce mediante la coacción (o la
posibilidad de ejercerla) y/o mediante la construcción de significado partiendo de los
discursos a través de los cuales los actores sociales guían sus acciones. Las relaciones de
poder están enmarcadas por la dominación, que es el poder que reside en las instituciones
de la sociedad”, el concepto de actor se refiere a distintos sujetos de la acción: actores
individuales, actores colectivos, organizaciones, instituciones y redes. La capacidad
relacional significa que el poder no es un atributo sino una relación. (Castell, Manuel,
Comunicación y poder, págs. 31-4)
El poder político. Para organizar la convivencia hay que tomar decisiones que
influyen en toda la colectividad y que no siempre coinciden con las voluntades de todos. Es
necesario determinar a través de normas todos los ámbitos en los que se desenvuelve la
acción humana, especialmente aquellos que tienen una dimensión pública. Este es el
sentido de la política.
Este poder regula la vida pública y para ello ejerce un control imperativo sobre una
comunidad que ocupa un territorio determinado. El poder es algo inherentemente
asimétrico que descansa en la capacidad neta de una persona para retirar recompensas y
aplicar castigos a otros. No obstante, aunque este aspecto es asumido por la mayoría de los
filósofos, el poder político ha sido entendido de formas distintas.
Para este autor, la teoría política del liberalismo clásico produce una “fuerte
despolitización” de las situaciones de dominación que se establecen en la sociedad civil,
como pueden ser las que tienen lugar en el seno de la esfera productiva o familiar, en dos
sentidos, primero en cuanto las despoja de carácter político y las reduce al ámbito de lo
privado y, en segundo lugar, en cuanto los poderes públicos al desatenderse de estas
situaciones “favorecen la naturalización, de relaciones de poder y de las situaciones de
desigualdad que se derivan de ellas”.
Bibliografía
Aguiló Bonet, Antoni Jesús, El concepto de “poder” Una aproximación analítico-crítica, Nómadas.
Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas 24 (2009.4).
Bouza-Brey, Luis, Una teoría del poder y de los sistemas políticos, Moreno, Nahuel, Revoluciones
del siglo XX.