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Fecha: 23 de septiembre de 2020

6) Resumen: Uso y la utilidad de la Historia (continuación) MO.

Lectura: Gunnar Mendoza Loza. “Problemas de la Historiografía y del historiógrafo. Un Testimonio


experimental boliviano”. Doctor Honoris Causa”. (La Paz, Carrera de Historia, imprenta de la UMSA,
1987): 7-57.

Introducción
Antes de concentrarnos en el análisis y debate del artículo de Gunnar Mendoza Loza, es crucial saber
el contexto histórico del autor. Él es un historiador riguroso, bibliógrafo, que trabajó incansablemente
por 50 años (1944-1994). Su amplia labor investigativa y compromiso social ha sido crucial en la
elaboración de teorías sobre archivología, la formación de archivistas, y en la teoría y técnicas de
investigación de la historiografía boliviana. Su tarea fue extraordinaria como director: gestionó,
elaborando un “Proyecto de Decreto Supremo (1947) relativo a la construcción de un edificio para la
Biblioteca y el Archivo Nacionales", Archivo Biblioteca Nacional de Bolivia (ABNB), que
funcionaba entonces en el antiguo Palacio de Justicia (destinado por ley al Colegio Junín), por ser
inadecuado y en condiciones de deterioro, y recién en 1955, Gunnar Mendoza recibió “un edificio
adaptado para el ANNB”. 1
La producción de Mendoza está compuesta por libros, folletos, revistas, boletines, periódicos
y escritos inéditos, recopilados en sus Obras Completas de Gunnar Mendoza Loza (8 vols.), editados
por el ABNB (Sucre, 2005-2007).2 Reúne temas de archivística, historiografía,3 bibliotecología,
bibliografía, ensayo, edición de fuentes documentales y bibliográficas. 4

1
Situado en la Calle España 43, actual Biblioteca Pública "Gunnar Mendoza Loza". En tal ocasión, en su discurso dijo: “con el deber
y responsabilidad [...] no cesaremos en el esfuerzo por ímprobo que sea para obtener finalmente la construcción del edificio propio y
funcional que el Archivo Nacional y la Biblioteca Nacional deben tener de acuerdo con su función y jerarquía”, que la solución a este
problema es la construcción de un edificio funcional y moderno con todos los requisitos técnicos. En efecto, Mendoza, luchó
incansablemente, gestionando el Decreto 1987, para la construcción del actual Archivo Nacional de Bolivia, a cargo del Banco Central
de Bolivia, inaugurado después de 25 años (2002) durante la dirección de la Lcda. Marcela Inch, en “Gunnar Mendoza, director del
ABNB” familia.revistasbolivianas.org.bo/scielo.php?pid=S1997-44852014000400004&script=sci_arttext. Consulta 26 de septiembre
de 2020.
2
Obras completas de Gunnar Mendoza, 8 vols. (Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia, Archivo y Biblioteca Nacionales
de Bolivia (Sucre, 2005.2007).
3 Ibíd. Por ejemplo, Sucre y la organización de la República de Bolivia en 1825 (1998).

4 Diario de un comandante de la independencia Americana, 1814-1825 de José Santos Vargas (1952, 1982); Relación general de la

Villa Imperial de Potosí: Un capítulo inédito en la historia del Nuevo Mundo de Luis Capoche, en coedición con Lewis Hanke (1959);
Causa criminal contra Francisco Ríos, El Quitacapas, 1809-1811 (1963); Historia de la Villa Imperial de Potosí de Bartolomé Arzáns
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Obtuvo los siguientes grados académicos Dr. en Derecho, en la Universidad San Francisco
Xavier, Sucre (1932-1936). Especialización en archivología en el Instituto de Archivos de The
American University y el Archivo Nacional de Estados Unidos, en Washington, D.C. (1958-1959). 5
Su profesor fue Theodore Roosevelt Schellenberg, archivero, creador de la base teórica y práctica de
archivos estadounidense.6
La lectura sobre “Problemas de la Historiografía”, trata sobre “la vocación historiográfica;
justificación vital de la historiografía y del historiógrafo; la formación del historiógrafo; la
investigación historiográfica y los recursos documentales”.7
Definió que la historiografía, como “la ciencia que tiene por objeto la averiguación y el
registro de los hechos vitales de un individuo y/o una colectividad mediante la metodología
correspondiente aplicada a la investigación de los recursos documentales”, porque “no hay avance
historiográfico sin el encuentro con los recursos documentales”, aparte de los documentos escritos,
que están almacenados en archivos”, existen otras fuentes, tales como: las gráficas (planos), mapas,
audiovisuales (cintas magnéticas), la historia hablada, trasmitida (hoy historia oral).8 Según esto
historiógrafo es la persona que tiene la ocupación habitual hacer historiografía. 9
Igualmente, Mendoza aclara que “la denominación historia se usará exclusivamente para
designar el conjunto de los hechos vitales mismos averiguados y registrados por la historiografía”. Él
escribió que la definición de historiografía “excluye a las personas que se limitan a transmitir la
historiografía sin investigar ellos mismos”. 10
Según el autor uno de los problemas del historiógrafo es que tiene tres manías, “únicas a las
que la naturaleza lo ha condenado: la manía de curiosear, la manía de averiguar, la manía de comunicar.
Quien es victima de ellas posee la vocación de historiógrafo […] la célula primordial del oficio”.11

de Orsúa y Vela en coedición con Lewis Hanke (1965) 19; Diccionario y maneras de hablar que se usan en las minas y sus labores en
los ingenios y beneficios de los metales (1609) de García de Llanos (1983); Álbum de paisajes, tipos humanos y costumbres de
Bolivia, 1841-1869 de Melchor María Mercado (1991). Ver también, Gonzalo Molina Echeverría, “Gunnar Mendoza Loza. Centenario
(1914-1994)”, en Fuentes, Revista de la Biblioteca y Archivo Histórico de la Asamblea Legislativa Plurinacional, nol.8 n.33, La
Paz agoto. 2014.
5
Ibid.
6 https://en.Wikipedia.org/ t._r_schellemberg. Consulta: 30 de septiembre de 2020.
7
“Problemas de la historiografía…”
8 Otras fuentes citadas por el autor son: edificios, monumentos, monedas, muebles, vestidos; textual o escrito: testimonios impresos,

orales: discos, cintas magnéticas, ideográfico fonético, gráficos: fotografías dibujos y pinturas, nemotécnico: conservado en la memoria
de la gente; kipus: táctil: Braille.
9“Problemas de la Historiografía…”, 27.
10 En Ibid., citado por el autor de Gabriel René Moreno, 28.
11 Citado por Gunnar Mendoza.
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También, él aporta hallando “la semejanza entre el trabajo del historiógrafo y el trabajo del detective:
ambos enfrentan a un misterio que aclarar. Hasta la terminología es coincidente. Si el detective
encuentra de pronto con documentos secretos cifrados, el historiógrafo tiene los documentos
paleográficos, que resultan, de hecho, secretos”.12
Mendoza da cuenta que tenía las tres manías, puesto que su padre, el Dr. Jaime Mendoza13, lo
“estimuló dedicándole su estudio sobre La universidad de Charca y la idea revolucionaria, que
concluyen con un mandato: ¨Sé mi prolongación, también en esto. Hónrame. Hazme vivir de nuevo” 14.
Este mandato y su labor como ayudante en sus trabajos como historiógrafo, de caracter
geopolíticos, fue crucial para el historiógrafo Mendoza.
Un problema planteado por el autor es sobre el trabajo del historiógrafo en Bolivia. Él se refiere
la carencia de falta de empleo, porque no se consideran “productivas”; aunque muy pocos se dedican
a la enseñanza. Enfatiza que es “vital el papel del historiógrafo, cuya información tiene una aplicación
social en los proyectos de desarrollo en las áreas de amplio interés nacional: industria, comercio,
comunicaciones, transporte, salud, turismos mujeres, niños jóvenes. etcétera. Las investigaciones
sirven como información indispensable de los antecedentes para la puesta en práctica”.15
Otro problema planteado es la vocación “inadvertido” en Bolivia. Para ello, Mendoza,
rememora a su infancia y juventud. Recuerda a Agustín Saavedra, “indio analfabeto, alias Compañero”.
Él poseía la triple manía: curiosear, averiguar y comunicar sus averiguaciones. “Le hormigueaba la
célula primordial del oficio”. Había curioseado y averiguado. Fue un “profeta de la liberación indias
por medio de las escuelas”.16
También, el autor menciona a otros historiógrafos indios como: Guamán Poma de Ayala, Juan
de Santa Cruz Pachacuti y el Inca Garcilazo de la Vega, tenían vocación historiográfica del “mundo
Indio". Es decir, “el historiador indio estaba en cualquier comunidad como: kipukamayuj, aymaras
quechuas eran historiógrafos”.17

12
Loc. cit. 29.
13
Escribió temas referentes su profesión: El paludismo en Bolivia, Apuntes de un médico (1936), Notas sobre hipocondría
(1939) y muchos cuentos inspirados en la vida de los mineros a los que asistió como médico, Su obra cumbre es: El
macizo boliviano y el factor geográfico en la nacionalidad boliviana, 2° ed., Colección Bicentenario de Bolivia (La Paz,
2016).
14
Loc. cit. 29.
15
Loc. cit. 31.
16
Ibíd.
17
Loc. cit. 34
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Un punto esencial de la discusión de Mendoza, es sobre la formación del historiógrafo, que


podría ser inclusive, “a nivel de autor-formación”. El historiógrafo debe “buscar maestros, o modelos,
escogerlos, o dárselos”. En su caso escribió que su primer maestro su padre, Jaime Mendoza, quien lo
estimuló como ayudante en sus investigaciones, por 20 años.18
El punto de “partida de sus investigaciones” fue el Macizo Boliviano, que trata sobre “el factor
geográfico en la nacionalidad boliviana”. Además, de su formación metodológica, temática, de
“recursos documentales” y la paleografía, que inició en la biblioteca y archivo como ayudante de su
padre desde su niñez y adolescencia. Gabriel Rene Moreno, también fue su maestro.
Gunnar Mendoza revela que Agustín Saavedra fue también su maestro, a quien lo ubica en un
contexto sociohistórico de aquella época. Dice el autor, que Saavedra, fue un “indio de la comunidad
de Copavique (provincia Yamparaes, Chuquisaca). Vivía obsesionado por la idea de obtener y propagar
la fundación de escuelas indigenales”. Para este objetivo, “se estableció en Sucre a fin de estar en
comunicación con las autoridades”19. Dejó de usar su atuendo tradicional “y uso sombrero, saco,
pantalón, zapatos “atuendo astroso” (destrozado o descuidado), que le regalaban en las casas que
trabajaba o sus numerosos amigos”.20 El autor dice: “De los numerosos universitarios amigos:
maestros, obreros, estudiantes. De los universitarios recibió y tomó el trato de compañero […]
Inclusive el Fiscal de la República, con quien tenía que hacer muchas gestiones”, el Dr. Jaime
Mendoza, Senador de la República y protector General de los Indios, en cuya casa trabajo de hortelano,
tuvo relación directa. Por otra parte, Gunnar Mendoza enfatiza, que durante su infancia y adolescencia,
el “compañero le hizo conocer relatos telúricos cuyos protagonistas eran montañas, pampas, torrentes,
nevadas, lluvias, viento, sol, luna y otros relatos de gene de la ciudad prefectos, alcaldes, senadores,
diputados, jefes de policía”. Finalmente. Gunnar Mendoza afirma que esta transmisión de “El
compañero le hizo comprender que aparte de la historiografía escrita, privilegiada, hay otra
historiografía india solo hablada: historiografía reprimida, oprimida y frustrada”.21 Así fue como el
“compañero resumía su metodología de investigación: mirando bien, averiguando bien, escuchando
bien, llegó a saber todo”22: resumen que define todo la historiografía escrita o hablada.

18
Loc. cit. 35
19
Loc. cit. 40
20
Ibíd.
21
Ibíd.
22
Significa en Quechua: “Allinta qhawaspa, allinta tapuspa, allnita uyarispa, tukuyta ñoqayanchani (traducida por el
autor), ibíd., 40-41.
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Igualmente, el autor cita a otros historiógrafos que tenían “célula primordial del oficio” como
José Santos, que trata de la guerrilla, Bartolomé Arzans, y otros. Según Gunnar Mendoza otra fuente
de aprendizaje fue la de compartir con los estudiantes que visitan el Archivo y Biblioteca Nacional de
Bolivia, diciendo “serán maestros. Se dialoga con ellos, le dan lecciones de vida, y la vida más que la
historiografía”.23 De igual manera, menciona que “otra ventaja adicional de maestros como estos es
que nunca se jubilan y no hay ninguna norma burocrática mal hecha los jubile, Son perennes.”24
El autor aborda, por otro lado, “La investigación historiográfica” y el historiógrafo. El tema
“preferido” ha sido y es la historia política, la lucha por el poder político que “son peyorativas, que
llevan a la mono producción”, cuyas conclusiones son “desastrosas” en la valoración del país, como:
Pueblo enfermo, son “como píldoras depresivas, que producen un fenómeno depresivo colectivo
general, y hasta en el ánimo del observador extranjero”.25
Ante esta producción Gunnar Mendoza, propone como temas investigativos: el transporte, las
comunicaciones, la industria, el comercio. También, Gunnar Mendoza, critica que la “historiografía
boliviana se escribe para ‘machos adultos’”, y que se debe incluir temas como: la mujer, el niño, el
adolescente, sean criollos, cholos o indígenas, “crisis sociales, del país que son vitales, temas
fronterizos con los países limítrofes, avances fronterizos, colonización, remoción de hitos de los
países vecinos, recursos naturales estratégicos: azufre, litio, oro”26.
En suma, el artículo, crítico y explicativo, plantea una reflexión sobre problemas de la
historiografía y el historiógrafo en Bolivia. Elabora teorías, conceptos, proposiciones y términos
novedosos en el campo de la historiografía. Explica con exactitud y en un leguaje comprensivo.
Subraya que en la producción historiográfica, el historiógrafo, en la tarea investigativa, realiza el
análisis de la estructura de la sociedad boliviana y no solamente la historia política y la “lucha por el
poder, o de los “machos adultos”. Plantea y explica, desde su experiencia de historiógrafo, la
vocación, y la formación del historiador con maestros, como su caso el “indio Agustín Saavedra y
otros. Una contribución inédita del autor, en el campo de la teoría historiográfica es el uso de los

23
Loc. cit. 42
24
Ibíd.
25
Ibíd.
26
Ibíd.
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recursos documentales, porque, sin ellos no “hay avance historiográfico”. Propone temas nuevos: la
mujer, el niño, recursos naturales, etc.

Para finalizar se puede decir, que el autor dejo un legado a los estudiantes de la Carrera de
Historia, conoce sobre teorías, sobre su utilidad y compromiso con la sociedad, problemas y consejos
de la vocación. Su labor de producción historiográfica en base a los recursos documentales, debe ser
aplicable a los planes de desarrollo de Bolivia. El autor durante acto de Dr. Honoris Causa, dijo:
“Llegó a esta ceremonia en calidad de deudor... Deudor no solamente por el honor que se me
confiere... que está implico... Siendo así mi deuda no es impagable como la duda Externa del Tercer
mundo”. De esa manera, como verdadero historiógrafo, maestro dejó sus enseñanzas perenes para los
estudiantes de la Carrera de Historia.

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