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La Peñuela y Úbeda[editar]

El primero de junio de 1591, fray Juan dejó Segovia para asistir en Madrid a un nuevo
capítulo, difícil a cuenta de las diferencias que mantenía con el Padre Doria. El Papa había
accedido a que el gobierno de las monjas recayese sobre una persona y no sobre el
Consejo, a condición de que la persona designada tuviese la dignidad de otro cargo dentro
de la orden. Todos pensaban en fray Juan. Las monjas porque querían que se ocupase de
sus asuntos, conocedoras de los beneficios de su dirección. El Padre Doria y otros
capitulares porque querían que no lo hiciese, pues preferían que las monjas quedasen
sujetas a la dirección del Consejo. La manera más sencilla de evitar que fray Juan optase
al cargo en ciernes fue quitarle todos los que tenía. Siguiendo los criterios deseados por el
padre Doria, la elección de consiliarios y definidores llevó al resultado de que el hasta
entonces primer definidor y tercer consiliario, provicario de la orden en ausencia del
vicario, primer fundador y alma de la reforma junto a la madre Teresa, quedó relegado de
todo gobierno e impedido por eso mismo, como ya se le hizo notar, para asumir el
gobierno de las monjas.ref 109 A cambio se le ofreció marchar a México, para dirigir una
expedición de doce frailes. Aunque de primeras aceptó, se cambió luego de parecer, y se
le ofreció volver de prior de Segovia. Fray Juan rehusó este segundo ofrecimiento y solicitó
ser relevado de cualquier oficio dentro de la orden con objeto de poder ocuparse de su
propia alma. No era lo que quería el padre Doria pero tuvo que acceder a ello. ref 110 Entre
los nuevos consiliarios y definidores elegidos se encontraba el joven Diego Evangelista,
que desde que fuese reprendido por fray Juan en Sevilla se la tenía jurada. ref 111
Fray Juan se despidió de sus amistades en Madrid y Segovia, y partió hacia Andalucía. ref
112
Estaba de provincial fray Antonio de Jesús, su compañero de fundación en Duruelo y a
él se dirigió para solicitarle un destino. Fray Antonio de Jesús lo dejó en sus manos y fray
Juan optó por quedarse en el convento de La Peñuela, en Sierra Morena. En ese verano
redactó un nuevo comentario de Llama de amor viva.ref 113 El resto del tiempo lo ocupó en
oración y apostolado en Linares, sujeto en todo a la obediencia a su prior. Al tiempo que
estaba retirado, el Padre Diego Evangelista, de quien decían que era mozo de poca
prudencia y colérico levantó contra él un proceso infamatorio. Fue de aquí para allá,
intimidando a monjas y frailes, tergiversando y falsificando declaraciones con objeto de
arrojarlo de la Orden. Las monjas de Granada se sintieron tan acosadas que quemaron
algunos de sus escritos porque no cayesen en sus manos. Los interrogatorios fueron tan
abusivos que llovieron las denuncias contra el definidor. El Padre Doria calló y dejó hacer.
Fray Juan también. Se le recomendó que protestase ante el vicario, pero él se negó por
aquello de gustar la cruz a secas.ref 114
Mientras arreciaba la persecución, fray Juan comenzó a resentirse de unas bubas en el
pie. Tenía calenturas desde hacía varios días. El prior le dijo que fuese a Baeza para
curarse, pero él prefirió Úbeda, donde no le conocían tanto. El 28 de septiembre de 1591
salió en borrica para allá, pues tenía la piena inflamada. Llegados a Úbeda, todos le
recibieron con gran contento, excepto el prior fray Francisco Crisóstomo. Se conocían de
Sevilla, donde fray Juan tuvo que amonestarle junto a fray Diego Evangelista, su ahora
enconado perseguidor. Además de la animadversión personal, motivada también porque
no le gustaban los santos, llegaba fray Juan en un mal momento donde la comunidad
estaba a disgusto con su gobierno pues era una persona, agria y rígida, más de ciencia
que de gentes, que quería llevarlos a palos a la perfección. ref 115 Además del desabrido
recibimiento, le asignó la peor celda y le obligó a asistir a oficios que no podía. En esos
primeros días, su mal se desató virulentamente. Una erisipela en el empeine del pie
derecho reventó en cinco llagas en forma de cruz, que el enfermo miraba con cariño, pues
le causaban devoción. El cirujano sajaba la pierna día sí y día también, sacando de la
escabechina tazas enteras de pus, las cuales, según los relatos, olían bien, como a
almizcle.ref 116 La presencia de fray Juan no pasó desapercibida. La gente quería verle y
ayudarle.ref 117 El padre Crisóstomo, mientras, molestaba al enfermo cuanto podía. Prohibió
las visitas, se lamentaba de lo que comía (:S), dificultaba el lavado de las vendas y cuando
entraba en su celda le espetaba desagradables palabras. Los religiosos salvaban las
dificultades buscando extramuros lo que allí faltaba. Arreció la protesta cuando el padre
Crisóstomo retiró de su ocupación al enfermero, por envidia de la dedicación que mostraba
a fray Juan. El enfermero escribió a fray Antonio de Jesús, provincial de Andalucía,
denunciando la situación. Fray Antonio acudió con premura a Úbeda y reprendió con
dureza al prior.ref 118 que ya no le molestó más, e incluso le pidió perdón. Uno de esos días,
el 28 de noviembre, fray Antonio de Jesús visitó a fray Juan y le dijo: Padre, mañana hará
veinticuatro años que comenzamos la primera fundación.ref 119
Los días fueron pasando y la salud empeoró. Subió la fiebre y el mal se extendió desde las
piernas a la espalda. Como apenas podía moverse, colgaron del techo una cuerda para
que pudiera izarse él mismo. El miércoles 11 pidió el viático. ref 120 El día 12 quemó algunas
cartas que guardaba bajo la almohada. ref 121 El día 13 por la noche sintió la inminencia de
su muerte y pidió la extremaunción. Se consumía en dolores. A las diez de la noche, pidió
que le dejaran descansar, avisando que llamaría cuando lleguase el momento. A las 11 y
media llamó y, junto con varios religiosos, rezaron el salmo De profundis, el Miserere y
el In te, Domine, esperavi. Después de eso se recostó un rato y pidió que le dejaran: A las
doce, estaré delante de Dios Nuestro Señor diciendo maitines. Y así que le dejaron solo y
sonaron las campanas de las doce, besó su crucifijo y expiró mansamente. ref 122

Procesos[editar]

Sepulcro de San Juan de la Cruz, en Segovia.

Si no muriera, le quitara el hábito y no muriera en Religión (Si no hubiese muerto, le habría


quitado el hábito y no habría muerto en la religión). Esto dijo el Padre Diego Evangelista
cuando tuvo conocimiento de la muerte de fray Juan. Aún después de muerto, continuó
recabando infamias que, posteriormente, remitió al padre Doria. Cuando este empezó a
leer el informe, lo tiró al suelo y dijo delante del secretario del definitorio: Ni el visitador
tenía la misión para meterse en esto ni lo que él aquí pretendió inquirir cabe en el padre
fray Juan.ref 123 En 1594, se celebró un nuevo capítulo donde el padre Evangelista fue
reprendido y castigado por sus desmanes.
hallando haber traspasado los límites de su comisión, porque no la tenía para proceder contra el
padre fray Juan de la Cruz, primer descalzo de la Reforma, ni tampoco para indagar contra él cosas
tan ajenas a su aventajado espíritu, oración y mortificación... le condenaron a que ayunase.

Magro castigo que quedó ahí por no poder castigarse a los cargos electos. Terminado su
cargo de definidor, le fue encomendado, sin embargo, el gobierno de Andalucía que no
llegó a ejercer porque murió inopinadamente. También cesó en el cargo el padre Doria. El
nuevo general quemó el informe difamatorio.
Mientras, y después de disputas, Ana de Peñalosa consiguió traer al convento de los
carmelitas descalzos de Segovia el cuerpo de fray Juan, cuyos huesos, se decía, seguían
obrando milagros. Le enterraron en la iglesia, en una estrecha oquedad abierta en el suelo,
donde permaneció durante más de 300 años. El 25 de enero de 1675, fue beatificado por
Clemente X. El 27 de diciembre de diciembre de 1726, fue canonizado por Benedicto XIII.
El 24 de agosto de 1926, después de dos siglos de casi completo olvido, fue
proclamado Doctor de la Iglesia. Con este motivo, se levantó un monumento
conmemorativo de mármol en el interior de la iglesia carmelitana de Segovia y se trasladó
su cuerpo a una urna situada en su parte alta.
Desde entonces, y al hilo de esta corriente de exaltación los estudios sanjuanistas han
sido acometidos con enorme interés, dentro y fuera de su Orden, también dentro y fuera
de España, desde la historiografía, la teología, la psicología, la literatura, y en la cual han
colaborado desde la experiencia mística personalidades tan renombradas como Teresa del
Niño Jesús, Isabel de la Trinidad o Edith Stein (Teresa Benedicta de la Cruz).

Notas[editar]
1. ↑ Algunos maestros de la Universidad son: Fray Luis de León, Mancio de Corpus
Christi, Juan de Guevara, Gregorio Gallo, Cristóbal Vela, Enrique
Hernández, Francisco Navarro, Hernando de Aguilera, Francisco Sánchez, Martín
de Peralta, Juan de Ubredo.
2. ↑ Se dice que el medio fraile era el propio fray Juan, que era de pequeño tamaño,
pero también se dice que el fraile entero era él, por su virtud. En cualquier caso, el
otro fraile añadido sería fray Antonio de Heredia, el prior del convento.
3. ↑ De nuevo el nuncio confirmó a fray Juan en el cargo, a pesar del peligro que
corría.
4. ↑ Tal dijo la Madre Teresa cuando en su día la vio.
5. ↑ Vivo sin vivir en mí... y Entreme donde no supe....
6. ↑ Algunas declaraciones aseveran que vio una luz y oyó una voz que le
dijo: Sígueme. ((Crisógono de Jesús, 1947, p. 167.))
7. ↑ El padre Custodio, la publicó por primera vez en San Juan de la Cruz y Luis de
León, tres poesías inéditas, (1944). La autoría de estos versos es algo incierta.
8. ↑ Quizá las estrofas 32-35
9. ↑ Saint John of the Cross (1972). Editorial Católica, ed. Vida i obras de San Juan
de la Cruz, doctor de la iglesia universal. Consultado el 21 de agosto de 2013.

Referencias[editar]
1. ↑ «..encumbrado a la cima de la lírica española.» (Pacheco, 2003, p. 35.)
2. ↑ «Antes de los treinta años...» (Antolín, 1989, p. 19.)
3. ↑ «...a construir un ejemplo...» (Antolín, 1989, p. 8.)
4. ↑ «El santo extático...es producto...de una literatura hagiográfica superada. »
(Pacheco, 2003, p. 16.)
5. ↑ «...con olores especiales...» (Antolín, 1989, p. 15.)
6. ↑ « ...baja furioso...» (Crisógono de Jesús, 1947, p. 224.)
7. ↑ «...percibirse unos ruidos extraños...» (Crisógono de Jesús, 1947, p. 202.)
8. ↑ «...permanece inmóvil, de rodillas, en oración.» (Crisógono de Jesús, 1947,
p. 376.)
9. ↑ «???» (Crisógono de Jesús, 1947, p. 188.)
10. ↑ «Refleja una visión tenida...» (Crisógono de Jesús, 1947, p. 119.)
11. ↑ «...vivos resplandores...fragancia de aromas» (Crisógono de Jesús, 1947,
p. 346.)
12. ↑ «...nobles padres...» (Crisógono de Jesús, 1947, p. 13.) Ya pronto, circuló un
documento genealógico que retrotraía sus orígenes a Francisco García de Yepes,
quien sirvió con sus armas a Juan II de Castilla en 1448. (Vicente Rodríguez,
2012, p. 70.)
13. ↑ Este dato es inferido del nacimiento del primogénito Francisco. (Crisógono de
Jesús, 1947, p. 15.)
14. ↑ «...y tejiendo en su telar...» (Crisógono de Jesús, 1947, p. 15.)
15. ↑ «A poco de nacido Juan...» (Crisógono de Jesús, 1947, p. 17.) «Dos años de
larga enfermedad...» (Vicente Rodríguez, 2012, p. 84.)
16. ↑ «...se compromete a quedarse con el mayor...» (Vicente Rodríguez, 2012, p. 88.)
17. ↑ Cita literal. (Crisógono de Jesús, 1947, p. 20.)
18. ↑ «......sinceramente arrepentido...» (Crisógono de Jesús, 1947, p. 23.)
19. ↑ «...recoger pobres...», «...Ana Izquierdo...» (Crisógono de Jesús, 1947, p. 24.)
20. ↑ Cita literal. (Crisógono de Jesús, 1947, p. 26.)
21. ↑ «...carpintero...» (Crisógono de Jesús, 1947, p. 29.)
22. ↑ «...le tenían mucho amor...» (Vicente Rodríguez, 2012, p. 100.)
23. ↑ Cita literal. (Crisógono de Jesús, 1947, p. 31.)
24. ↑ «...de 1559 a 1563.» (Vicente Rodríguez, 2012, p. 107.)
25. ↑ «Francisco... asegura...» (Crisógono de Jesús, 1947, p. 36.)
26. ↑ «...21 años...» (Vicente Rodríguez, 2012, p. 127.)
27. ↑ «...muy secretamente...» (Vicente Rodríguez, 2012, p. 128.)
28. ↑ «...amor a la Virgen.» (Crisógono de Jesús, 1947, p. 44.), «...devoción a la
Virgen...» (Vicente Rodríguez, 2012, p. 128.)
29. ↑ «...1156...» (Waach, 1960, p. 41.)
30. ↑ «...prometió consagrarse...»(Waach, 1960, p. 43.)
31. ↑ «...16 puntos...» (Waach, 1960, p. 41.)
32. ↑ «En los siglos...» (Waach, 1960, p. 44.)
33. ↑ Cita literal. (Crisógono de Jesús, 1947, p. 46.)
34. ↑ «...composición de unas canciones...» (Crisógono de Jesús, 1947, p. 47.)
35. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 52.)
36. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 54.)
37. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 60.)
38. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 64.)
39. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 74.)
40. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 73.)
41. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 80.)
42. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 81.)
43. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 83.)
44. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 92.)
45. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 92.)
46. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 39.)
47. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 95.)
48. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 96.)
49. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 97.)
50. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 99.)
51. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 101.)
52. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 40.)
53. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 107.)
54. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 115.)
55. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 121.)
56. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 122.)
57. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 120.)
58. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 119.)
59. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 116.)
60. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 116.)
61. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 126.)
62. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 128.)
63. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 133.)
64. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 135.)
65. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 147.)
66. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 154.)
67. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 168.)
68. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 170.)
69. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 163.)
70. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 179.)
71. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 190.)
72. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 184.)
73. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 185.)
74. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 188.)
75. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 191.)
76. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 198.)
77. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 202.)
78. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 210.)
79. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 226.)
80. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 232.)
81. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 236.)
82. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 241.)
83. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 246.)
84. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 247.)
85. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 262.)
86. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 270.)
87. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 271.)
88. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 280.)
89. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 281.)
90. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 294.)
91. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 295.)
92. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 295.)
93. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 306.)
94. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 309.)
95. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 310.)
96. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 315.)
97. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 317.)
98. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 327.)
99. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 331.)
100. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 332.)
101. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 338.)
102. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 339.)
103. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 363.)
104. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 342.)
105. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 343.)
106. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 350.)
107. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 337.)
108. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 353.)
109. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 365.)
110. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 366.)
111. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 365.)
112. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 371.)
113. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 375.)
114. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 378.)
115. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 388.)
116. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 390.)
117. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 394.)
118. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 398.)
119. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 398.)
120. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 399.)
121. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 400.)
122. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 404.)
123. ↑ (Crisógono de Jesús, 1947, p. 380.)
Biografías históricas[editar]
 Antolín, Fortunato (1989). Vida de fray Juan de la Cruz por el padre fray
Alonso de la Madre de Dios. Editorial de espiritualidad. ISBN 84-7068-195-8.

Bibliografía[editar]
 Crisógono de Jesús (1947). Vida de San Juan de la Cruz. Editorial
BAC. ISBN 84-7914-027-5.

 Efrén de la Madre de Dios; Otger Steggink (1992). Tiempo y vida de San Juan


de la Cruz. BAC Maior 40. Editorial BAC. ISBN 84-7914-069-0.

 Jiménez Duque, Baldomero (2000). San Juan de la Cruz. Editorial San


Pablo. ISBN 978-84-285-2298-4.

 Pacheco, Eulogio (2003). San Juan de la Cruz. Obras completas. Editorial


Monte Carmelo. ISBN 978-84-7239-819-1.

 Vicente Rodríguez, José (2007). Juan de la Cruz. Editorial San Pablo. ISBN 978-


84-285-3232-7.

 Vicente Rodríguez, José (2016). San Juan de la Cruz. La biografía. Editorial


San Pablo. ISBN 978-84-285-5224-0.

 Waach, Hildegard (1960). San Juan de la Cruz.. Editorial RIALP.

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