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Integrantes:

Campos, Sebastián (4°E)

Chávez, Valentina (4°A)

Irribarra, Mayte (4°E)

Montaña, Hefzi-ba (4°C)

Utrera, Valentina (4°A)

Villalobos, Valentina (4°A)

Índice

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Planteamiento del problema Página 4

Opiniones personales:

Campos, Sebastián Página 5

Chávez, Valentina Página 6

Irribarra, Mayte Página 7

Montaña, Hefzi-ba Página 8

Utrera, Valentina Página 9

Villalobos, Valentina Página 10

Encuesta Página 11

Planteamiento del problema


La mayoría de niñas y mujeres han sufrido acoso callejero: silbidos, bocinazos, comentarios

sexuales, miradas lascivas y hasta ‘’manoseos’’. Las niñas y mujeres sufren acoso callejero en

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cualquier circunstancia que implique caminar por la calle, y a veces, sea de día o de noche, una

acción tan simple se transforma en sentir un miedo incontrolable.

Pero, ¿qué es el acoso callejero?

El acoso callejero son prácticas de connotación sexual ejercidas por una persona desconocida en

espacios públicos como la calle, el transporte, mall o plazas. Estas acciones son unidireccionales,

es decir, no son consentidas por la víctima y quien acosa no tiene un interés en entablar una

comunicación real con la persona agredida.

El acoso callejero es ejercido en su mayoría por hombres, y lo sufren también en su mayoría

niñas y mujeres, y, según encuestas, desde aproximadamente los doce años de edad.

Opiniones personales
Campos, Sebastián:

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En mi opinión si existe y siempre ha existido, y todos los días se sufre un tipo de acoso o agresión

a las mujeres, por ende, las mujeres desconfían o temen al salir a las calles solas y sin un método

de seguridad, ya sea armas o cualquier tipo de seguridad para ellas.

Nos basamos en los medios de comunicación (redes sociales, noticia, etc.) para afirmar que existe

el acoso callejero hacia las mujeres y también experiencias personales.

Un estudio en chile confirma que el 64% de las mujeres han sufrido acoso callejero.

Chávez, Valentina:
Para mí es algo completamente desagradable ya que como mujer en muchas ocasiones he vivido

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este tipo de situaciones. De los 5 días que vengo al liceo 1 o 2 días siempre me acosan en la calle,

en el colectivo, camino a mi casa o cuando paso a comprar algo, gracias a ello tengo mucha

inseguridad de estar sola caminando.

Sentirse desprotegida y tener miedo es algo que vivimos las mujeres todos los días y nadie nos

asegura que podamos llegar sanas a nuestras casas. En muchos sectores no hay seguridad y

depende de cada una de nosotras cuidarnos; mandar nuestra ubicación cada vez que

salgamos, tener artículos para defenderse, saber reaccionar en caso de que alguien te siga, son

cosas que tenemos en cuenta desde muy pequeñas. Y no, no debería ser así, no es agradable

vivirlo

y menos saber que alguien de mi familia le puede ocurrir.

Irribarra, Mayte:
Mi opinión sobre el acoso callejero es que, sí existe, e incluso más de lo que pensamos. Para una

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mujer salir a la calle es una situación de miedo, ya que puede que nunca vuelva. Para las mujeres

es común salir con objetos de defensa personal y eso dice mucho de en qué punto estamos como

sociedad. Algunos hombres que gritan a mujeres por la calle se excusan que son solo comentarios

inofensivos, pero eso es simplemente una conducta vulgar. Así es como comienza todo, con

simples palabras, hasta que sienten que eso no es suficiente, siguen escalando e incluso pueden

llegar a tocar a mujeres sin su consentimiento solo porque creen que pueden hacer lo que

quieran. Se necesita la muerte de una mujer para que realmente le pongan atención al tema,

cuando día a día una mujer desaparece y nadie hace nada para detenerlo; hacen comentarios

sobre que era una pxta por la ropa que llevaba, dicen que es su culpa por haber salido a esas

horas, cuando la verdad es que los hombres que realizan estos actos no tienen ningún tipo de

control y

son peores que los animales. Ahora quiero hablar de un punto de vista más personal como una

persona que sufrió abuso sexual por parte de alguien que se supone era la persona que debía

protegerme. Cuando este tipo de cosas nos pasan aumenta el miedo de no volver a la casa al salir,

de no poder salir sola. Ni siquiera en nuestras propias casas estamos a salvo. El acoso callejero no

es un tema que se deba tomar a la ligera y quizás puede ser agotador para algunos hombres el

escuchar la frase ‘’ser hombre es un privilegio enorme”, pero es la verdad, pueden salir sin

preocuparse por volver, nadie les grita cosas en la calle, sin miedo de que te violen, de que te

secuestren, de que te toquen sin tu consentimiento en la calle. Nadie debería pasar por eso, pero

sin embargo nosotras a diario nos exponemos a estos peligros.

Montaña, Hefzi-ba:

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En mi opinión y en la de la mayoría, el acaso callejero está muy mal, porque al final una no

puede

salir tranquila. El acoso no tiene género, pero es afectada mayormente a la mujer. El simple

hecho

de que una sea mujer ya tiene el miedo de estar sola, tanto hombre como mujer tienen que

cuidarse. En mi opinión y por experiencia agradezco el apoyo que se dan/damos entre mujeres

para cuidarse entre sí. Aunque debería haber más cuidados para la mujer, para que puedan salir

sola y sin miedo al que le ocurra algo.

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Utrera, Valentina:
Este tema se nos hace interesante y del cual es importante hablar ya que vivimos el acoso

callejero

diariamente, mayoritariamente las mujeres. Todas en algún momento hemos sufrido de acoso

callejero, pero aún no se le da la importancia que debería de tener, y las medidas que se toman

contra este tipo de actos nunca terminan en reales soluciones. Vivimos con miedo de salir solas y

de hablar sobre estos temas por la poca seguridad que se nos brinda al momento de acudir a

alguien. Para volver a sentirnos con confianza y quitarnos el miedo de sufrir este tipo de acoso

debemos de plantear estos temas y buscar reales soluciones, como entregar apoyo a las víctimas y

tomar acciones con los agresores, acciones que realmente generen un cambio para que no se crea

que actuar de esa manera es algo normal y que nunca tendrá ningún tipo de consecuencia, es algo

grave que produce daño a la víctima, muchas veces daños psicológicos, pero también físicos y

ambos se deben de tomar con la misma importancia, ya que esto no debería de porque ocurrir.

Muchas veces la gente evita hablar de este tipo de temas por miedo, vergüenza o simplemente

para evitar un problema. Para comenzar a hablar libremente en estos casos debemos de

comenzar a transmitir una confianza a las víctimas, apoyando y siempre creyendo en su versión.

Siempre hay más por aprender, siempre podemos buscar información y diferentes herramientas

para poder ayudar a alguien que lo necesita.

En estos casos también debemos de aprender a ser más empáticos, porque si en una parte de todo

esto debe actuar la justicia, nosotros podemos apoyar o actuar si vemos alguna de estas

situaciones, no ignorarlas, si tenemos la posibilidad de ayudar a alguien lo debemos de hacer.

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Villalobos, Valentina:

El acoso callejero es una forma de acoso sexual que en su mayoría (si es que no en su totalidad)

lo sufren niñas y mujeres y lo ejercen hombres. Consiste en ejercer violencia en espacios públicos

con el fin de humillar, denigrar y demostrar una falsa superioridad y control sobre la víctima. Es

la forma de violencia sexual hacia la mujer más normalizada.

Existe el acoso callejero no verbal que consiste en miradas obscenas o silbidos. El acoso verbal

que son comentarios, gritos o susurros. El acoso físico que es tocar o rozar. Y, por último, el

acoso de persecución que consiste en seguir a la víctima para provocarle miedo o violentarla

física o sexualmente.

Según una encuesta realizada en Chile dirigida a mujeres, del total de las entrevistadas un 86,4%

reconoce haber sufrido acoso callejero. Y, en rango etario, la mayoría que sufre esta violencia son

niñas y mujeres.

Como cuestionamiento y reflexión personal, una mujer entre menos femenina se vea es menos

probable que reciba acoso callejero, ya que los hombres no perciben a las mujeres como mujeres

sino como feminidad, por lo que, una mujer entre menos femenina se vea, los hombres no la

acosarán ya que no la percibirán como una mujer.

En mi experiencia personal yo recibía más acoso callejero cuando tenía entre 10 y 15 años que

ahora que tengo 18 años. Primero porque al verme más niña a los hombres les atraía más, porque

sí, a la mayoría de los hombres les gustan las niñas y las adolescentes. Y, segundo, porque al

vestirme con buzos, zapatillas y polerones, ropa socialmente aceptada como masculina, es menos

probable que reciba acoso callejero ya que los hombres no me perciben como una mujer

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Encuesta sobre el acoso callejero

(Para hombres y mujeres)

1. ¿Has sufrido acoso callejero?

S N

I O

2. ¿A qué edad fue la primera vez que sufriste acoso callejero?

7-10 años 11-15 años 16-21 años Otra edad

3. La última vez que sufriste acoso callejero, ¿con qué ropa ibas vestida/o? 

Ropa Uniforme Ropa de Ropa de Otra ropa

deportiva escolar calle fiesta

4. ¿Ha sentido miedo al caminar sola/o por la calle de noche?

S N

I O

5. ¿Cómo reaccionas al sufrir acoso callejero?

Siento miedo No digo Le Grabo la

nada respondo situación

6. La última vez que sufriste acoso callejero, ¿fue hombre o mujer quien te acosó?

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Hombre Muje

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