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TEMA 8& Garantias y suspensién de los Derechos y Libertades 1. Garantias en el ordenamiento juridico espanol 2. Suspensién de derechos en la CE 3. Medios de proteccién de los derechos en Europa 4, Garantias internacionales de los derechos 1. GARANTIAS EN EL ORDENAMIENTO JURIDICO ESPANOL En el mbito de los derechos y libertades fundamentales, tan importan- te es el reconocimiento normative de los mismos, como los medios que el ordenamiento juridico establece para su proteccidn, vigencia efectiva 0 re- paracién de la vulneraci6n. En justo equilibrio con esta idea, dedicamos una lecci6n al reconocimiento de derechos y otra a sus garantias y suspensi6n El esquema de estudio que seguimos en este apartado distingue tres grandes grupos de garantias: constitucionales o normativas, institucionales y,jurisdiccionales. 1.1. Constitucionales o normativas En este bloque de garantias incluimos mecanismos de muy diversa in- dole. Algunos de ellos son de cardcter abstracto, es decir, son todas aquellas previsiones constitucionales que no estan vinculadas a una vulneraci6n real yconcreta de un derecho fundamental, sino que constituyen condiciones © requisitos de caricter general para la actuacién de los poderes piiblicos, 6 que limitan dicha actuacidn, Estos mecanismos tienen como destinata- rio exclusivo a los poderes ptiblicos y su objeto es evitar que su actividad 6, en algunos casos su inactividad, pueda implicar desconocimiento o vul neraci6n de los derechos fundamentales, 0 un menoscabo del contenido minimo que la norma constitucional atribuye a tales derechos. Se trata, en sintesis, de limitaciones del margen de actuaci6n de los poderes ptiblicos yn particular, de los poderes Legislativo y Ejecutivo. Su objeto es evitar que normas o actos emanados de algunos de los poderes citados desarro- lien los derechos fundamentales despojéndoles del contenido y la eficacia con que la Constitucién pretende configurarlos. Se las ha llamado por ello garantfas normativas. Son garantias cuyo destinatario no es singularmente el individuo, aunque éste puede ciertamente utilizarlas o invocarlas si con- viene a su derecho, y s{la colectividad. Incluimos dentro de este grupo a las siguientes 193 194 ‘Tema 8, GARANTIAS Y SUSPENSION DE LOS DERECHOS Y LIBERTADES a) El sometimiento de todos a la Constitucién. El art. 9.1 CE estable- ce que “Los ciudadanos y los poderes piiblicos estan sujetos a la Constitucion y al resto del ordenamiento juridico”, Ello supone una tutela genérica, no s6lo frente al Estado, sino también frente a la acci6n de los particulares. De forma mas concreta el art. 58.1 CE establece que “los derechos y libertades reconocidos en el Capitulo II del presente Titulo vinculan a todos los poderes piiblicos”. Se constata con ello la pretension de la CE de resaltar el reconoci- miento de derechos, su garantia y vigencia. b) El articulo 81 CE, claramente influido por la actual constitucién francesa, define el ambito material de las leyes orgainicas y estable- ce que para su aprobacién, modificacién o derogacién, se preci- sard la mayorfa absoluta del Congreso en votacién final sobre el conjunto del proyecto. Entre las materias que una ley organica ha de regular se encuentra lo relativo al desarrollo de los derechos fundamentales y libertades ptiblicas, Ello supone ante todo una ga- rantia esencial en un Estado de Derecho. Su objetivo principal es asegurar que la regulaci6n de los ambitos de libertad quie a los cit dadanos corresponden, dependan en exclusiva de la voluntad de sus representantes, si poder Ejecutivo, a la vez que se exige una mayoria cualificada para su aprobacién, lo que induce al acuerdo politico. ©) Otro factor de garan que el Gobierno pueda dictar Decretoseyes que afecten a derechos y libertades reconocidos en el Titulo I. El Tribunal Constitucional ha precisado para estos supuestos que la interdicci6n de la legisla- cién de urgencia se produce cuando el objeto de esta norma sea la regulacién del régimen juridico de un derecho, no asi cuando se trate de una afectaci6n singular. d) Elarticulo 53.1 CE establece un diferente tratamiento juridico de las garantias que afectan a los derechos del Titulo I. Asi, vemos que aquellos que se encuentran inchiidos en el Capitulo IT gozan de la garantia adicional de la reserva de ley, que en todo caso deberd lo excluida esta materia de la actuacién del a considerar es la expresa prohibicién de respetar su contenido esencial. Este concepto tiene una clara in- fluencia alemana (art. 19.1 de la Ley Fundamental de Bonn) y de dificil determinacién juridica. Es un limite absoluto ala acci6n del legislador, un limite de los limites, que en todo caso, exige la inter- pretacién de los derechos y libertades desde el respeto a su nticleo, 2 su (SOHEERIAS ESEACL, sin e1 cual su ejercicio quedaria impedido. Asimisino, esta prevista la reserva de ley para los derechos recono- DERECHO CONSTITUCIONAL I cidos en el Capitulo I, dado que los preceptos que lo integran tam- bién contienen una expresa reserva legal. Lo mismo ocurre en el desarrollo de los principios rectores de la politica social y econémi- ca, contemplados en el Capitulo II. ©) El procedimiento de reforma de la én regulado en su articulo 168, opera también como factor de garantia, por cuanto engloba el apartado dedicado a derechos fundamentales y liberta- des piiblicas como parte del texto constitucional que requiere para su modificacién el complejo proceso de la reforma agravada. nstitucl 1.2. Institucionales Varias son las instituciones de garantia, y desde la perspectiva de los derechos y libertades fundamentales, cabe pensar que todos los rganos € instituciones del Estado tienen en alguna medida relacién con la vigencia de éstos, pese a ello, algunas tienen como finalidad especifica el ejercicio y garantia efectiva de los derechos, a) Control parlamentario La mas genérica, y no por ello menos efectiva de las garantias instituciona- les, la constituye el control que el Parlamento realiza de la vigencia de los de- rechos fundamentales. La actividad de control e informacién que las Camaras realizan de la tarea del Gobierno y de forma genérica de cualquier asunto pit blico, puede tener una repercusin directa, tanto en la actividad de los onga- nismos afectados, como en la propia legislaci6n. La puesta en funcionamiento de esta actividad, como nos demuestra el discurrir politico, no ha de ser ne- cesariamente instada por los parlamentarios. Tanto los medios de comunica- én, como las distintas organizaciones, asociaciones, 0 grupos de ciudadanos, pueden hacer llegar estas pretensiones al Parlamento, Ademas de ello, nuestra -dios para hacer efectivas las demandas, tanto de los, ciudadanos individualmente consicerados, como de los grupos 0 colectivida- des, a través del derecho de peticién recogido en el art. 29.1 CE. 6) El Defensor del Pucblo ((QpibiiaSHaRE La Constitucién espaiiola lo configura en su art. 54 como Alto Comisionado de las Cortes Generales, designado por éstas para la defensa ™ Rebollo Delgado, L: La instivucin de! Ombudsman en Espaia. Dykinson. Madrid 2013, 195 ‘Tema 8 GARANTIAS Y SUSPENSION DE LOS DERECHOS Y LIBERTADES de los derechos comprendidos en el Titulo I, a cuyo efecto podra supervi- sar la actividad de la Administraci6n, dando cuenta a las Cortes, La ley a la que dicho precepto constitucional remite su regulacién fue promulgada en 1981 (Ley Organica del Defensor del Pueblo 3/1981, de 6 de abril). Su re- glamento de organizacién y funcionamiento data de 1983. Tiene capacidad para actuar de oficio ya instancia de parte. La Ley Organica que lo regula habilita a toda persona natural o juridica que invoque un interés legitimo para presentar al Defensor del Pueblo su peticién o queja. La queja se pre- senta por el interesado en escrito razonado y en el plazo de un afio a partir del conocimiento de los hechos objeto de la misma. El Defensor del Pueblo, acusa recibo de ella y la tramita o la rechaza. En este segundo supuesto debe indicar los motivos e informar al interesado sobre las vias de las que puede hacer uso, Su actuaci6n siempre es gratuita, Tiene competencia para: 1. Supervisar la actividad de la Administracién, precisamente con el fin de garantizar los derechos y principios antes citados, con facul- tades de inspecci6n e investigaci6n principalmente. 2. Dirigir recomendaciones a las autoridades y funcionarios de la Administracién ptiblica sobre el funcionamiento de un departa- mento, organismo, dependencia o funcionario concreto y, en caso de ser desofdo, elevar sus actuaciones sucesivamente hasta llegar a las Cortes Generales. 3. Sugerir nuevos criterios de actuacién y la adopein de medidas que crea pertinentes, incluidas sanciones. 4, Ejercitarla accién de responsabilidad y denunciar ante el Ministerio Fiscal las conductas que estime delictivas Interponer recurso de amparo y de inconstitucionalidad ©) El Ministerio Fiscal El art, 124.1 CE establece que el Ministerio Fiscal tiene por misién pro- mover la accién de la justicia en defensa de la legalidad, de los derechos de los ciudadanos y del interés ptiblico tutelado por la ley, de oficio o a peticién de los interesados. El art. 162.1.b, le confiere la legitimacién para interponer el recurso de amparo. Su actividad de defensa de los derechos fundamentales y libertades ptiblicas hay que entenderla circunscrita al jer cicio de las acciones judiciales correspondientes. De esta manera respecto del recurso de amparo, no s6lo esté legitimado para su interposici6n, sino 196 DERECHO CONSTITUCIONAL I que la Ley Organica del Tribunal Constitucional ordena su intervencién en todos los procesos de amparo en defensa de la legalidad, de los derechos de los ciurdadanos, y del interés piiblico tutelado por la Ley. 1.3. Jurisdiccionales En todas ellas se da la caracteristica de una mayor eficacia, ya que se presentan como un mecanismo mas perfeceionado y operativo en Ia tutela de los derechos y libertades fundamentales, de manera que s6lo cuando los ciudadanos pueden instar ante los énganos jurisdiccionales, ya sea ante la jurisdiccién ordinaria o ante la jurisdiccién constitucional, el amparo de sus derechos, se perfecciona el sistema constitucional de proteccién de és tos. Las garantias jurisdiccionales constituyen una forma de proteccién mas directa. El reconocimiento normativo de un derecho supone la atribuci al individuo de un conjunto de facultades, entre las que se incluye la posi- bilidad de reclamar judicialmente, que se constate su vulneraci6n, y que se restituya su vigencia, Unicamente cuando se producen estas circunstancias podemos referir que un derecho lo es en su integridad Los medios que el ordenamiento juridico establece para la defensa de los derechos son los que analizamos a continuacién: a) Tutela judicial efectiva:El art. 24.1 CE establece que “Todas las perso- nas tienen derecho a obtener la tutela efectiva de los jueces y tribu- nales en el ejercicio de sus derechos ¢ intereses legitimos, sin que en ningtin caso, pueda producirse indefensién”. Ademas de un de- recho genérico a la justicia, el art. 24 también diversifica su protec- cin, de esta forma su apartado segundo establece los siguientes derechos: * au juez ordinario predeterminado por ley © aladefensa ya la asistencia letrada © aserinformado de la acusacién * aun proceso puiblico sin dilaciones indebidas * ano declarar contra uno mismo * ano confesarse culpable © alapresunc 4) Recurso de inconstitucionalidad: Se configura éste como un control abstracto de la constitucionalidad de las leyes y medio objetivo de proteccién de los derechos y libertades. No puede atribuirse a este de inocencia 197 198 ‘Tema 8. GARANTIAS Y SUSPENSION DE LOS DERECHOS Y LIBERTADES recurso la funcionalidad especifica de la garantia de los derechos, dado que su finalidad es, como se deduce del art. 161.1.a), la de ve- rificar la constitucionalidad de las normas con rango de ley. De esta forma, al ser los derechos y libertades fundamentales contenido de la Constitucién, también se protegen, de forma genérica. A pesar de lo manifestado, el recurso de inconstitucionalidad no puede ser ejercitado de forma directa por los ciudadanos, sino que es la CE quien establece aquéllos que pueden instarlo y que en vir tud del art. 162.1.a) son: + ElPresidente del Gobierno + ElDefensor del Pueblo * 50 Diputados * 50 Senadores * Los Grganos colegiados ejecutivos de las Comunidades tGnomas y, en. su caso, ‘© las Asambleas de las mismas. ©) Recurso de amparo ordinario: Los derechos y libertades reconocidos en el Titulo Ide la CE estén sometidos a la proteccién judicial ordi- naria, sin distincién, en virtud de la vinculacién general que todos los poderes piiblicos tienen en relacién a la Constitucién (art, 9. 1 CE). A su vez, la vigencia del art. 53.2 CE y su exigencia de un pro- cedimiento preferente y sumario para la defensa de los derechos y libertades ha venido estando atribuida, hasta fechas recientes, a la denominada Ley de Proteccién Jurisdiccional de los Derechos Fundamentales de la Persona. Esta articulaba un procedimiento tinico, valido en todas las jurisdicciones y que se ejercitaba ante el juez ordinario. Una vez agotada esta via se podfa acceder al recurso de amparo constitucional. En Ia actualidad el amparo ordinario viene regulado por cada una de las leyes de procedimiento especificas, quedando configurado con arreglo al siguiente esquema: * Para vulneracién de derechos sometidos al procedimiento ad- ministrativo hay que recurrir a la Ley 29/1998, Reguladora de la Jurisdiccién Contencioso-Adn 114. 122 bis. * En el ambito penal, la Ley 32/2002 de Enjuiciamiento Criminal no establece un procedimiento concreto, remitien- doa la Ley 6/1984 reguladora del Habeas Corpus. istrativa, en sus articulos DERECHO CONSTITUCIONAL I © LaLey 1/2000 de Enjuiciamiento Givil, tampoco establece un procedimiento especial, sino que remite al establecido para el juicio ordinario, si bien establece especialidades en cuanto a los plazos para ajustarse a la preferencia y sumariedad estable~ cidas constitucionalmente. * Por iiltimo, la Ley 36/2011, de 10 de octubre, Reguladora de la Jurisdiccién Social, regula un procedimiento especifico cen los articulos 177 184 para la proteccidn de los derechos fundamentales. 4d) Recurso de amparo constitucionat. La garantia de las libertades y dere- chos fundamentales de las personas est encomendada, en primer lugar, a Jueces y Tribunales integrados en el Poder Judicial, como hemos analizado, a través de las vias que ofrecen las leyes proce- sales, si bien la Constitucién ha establecido un sistema especifico y tiltimo de tutela de tales derechos, el recurso de amparo consti- tucional, que se residencia en el Tribunal Constitucional. Este, se configura como érgano jurisdiccional superior en materia de ga- rantias constitucionales y por tanto, titimo garante de los derechos ylibertades fiundamentales reconocidos en la Constitucién. El art. 53.2 CE establece que “cualquier ciudadano podré recabar la tutela de las libertades y derechos reconocidos en el art. 14 y la Secci6n Primera, del Capitulo Segundo, ante los Tribunales ordina- rios, por un procedimiento basado en los principios de preferencia y sumariedad y, en su caso, a través del recurso de amparo ante el ‘Tribunal Constitucional”. Unicamente cabe interponer el recurso de amparo frente a vulneraciones de los derechos y libertades fun- damentales reconocidos en los arts. 14 al 29 CE. Las vulneraciones alegadas han de tener su origen en disposiciones, actos juridicos © simple via de hecho, de los poderes piiblicos del Estado, de las Comunidades Auténomas y demas entes ptiblicos, asf como de sus funcionarios y agentes. En lo referido a la legitimaci6n para recurrir en amparo hay que manifestar que se configura de forma muy am- plia, ya que esta via queda abierta a toda persona, natural o juridica, que invoque un interés legitimo. Igualmente estén legitimados para interponer este recurso el Defensor del Pueblo y el Ministerio Fiscal. Este tiltimo, como hemos visto, ademis, interviene en todos los pro- cesos de amparo para defender la legalidad, los derechos de los ciu- dadanos y el interés piiblico tutelado por la Ley La tramitaci6n del recurso de amparo constitucional esta recogi- da, en Jo fundamenial, en los arts. 48 a 58 de la Ley Orgnica del 199 ‘Tema 8. GARANTIAS Y SUSPENSION DE LOS DERECHOS Y LIBERTADES ‘Tribunal Constitucional. El proceso se inicia mediante demanda del interesado, el cual ha de acudir al Tribunal representado por Procurador y asistido de Letrado. La demanda ha de exponer con claridad y concisién los hechos que la fundamenten, con cita de los derechos fundamentales que se estimen infringidos y fijara con precisi6n el amparo que se solicita, En lo relativo alos plazos, el de- mandante de amparo cuenta con veinte dfas habiles para presentar su demanda. Este plazo corre a partir de la notificaci6n de la ultima resolucién judicial recaida. Los recursos de amparo contra actos parlamentarios sin valor de ley deben interponerse dentro de los tres meses siguientes a su firmeza. Conviene destacar por su trascendencia, lo que dispone el art. 50 de la Ley Organica del Tribunal Constitucional con respecto a la posible inadmisin del recurso, que se levard a efecto en los si- guientes supuestos: © Que la demanda incumpla de manera manifiesta ¢ insubsa- nable alguno de los requisitos contenidos en los arts. 41 al 47 (regulaci6n del recurso) 0 concurra en la misma el caso al que se refiere el art. 4.2. (falta de jurisdiecién). * Que de la demanda se deduzca que los derechos 0 libertades alegados no son susceptibles de amparo constitucional. * Que la demanda carezca manifiestamente de contenido que justifique una decisién sobre el fondo de la misma por parte del Tribunal Constitucional © Que el Tribunal Constitucional hubiera ya desestimado en el fondo un recurso o cuestién de inconstitucionalidad o un re- curso de amparo en supuesto sustancialmente igual. Silos tres Magistrados que componen la Seccién del Tribunal Constitucional aprecian, por unanimidad de sus miembros, que concurre en el recurso alguno de los anteriores supuestos, se acuerda la inadmisin del mismo mediante providencia, que cierra definitivamente el procedi- miento, salvo que el Ministerio Fiscal interponga recurso de stiplica, en cuyo caso se resolver sobre la admisién o inadmisién por Auto motivado, ‘También se podré resolver por Auto la inadmisi6n a trémite de un recurso si la Secci6n, tras ofr al interesado y al Ministerio Fiscal, aprecia la concu- rrencia de algunas de las causas de inadmisiGn arriba reseiadas. Si el re- curso de amparo es admitido a trémite se asigna a un Magistrado Ponente. La Sala requerird con cardcter urgente, en su caso, al Juez o Tribunal que conocié el procedimiento precedente para que, en plazo de diez dias, re- 200 DERECHO CONSTITUCIONAL I mita las actuaciones, emplazando, si procede, a quienes fueron parte en el procedimiento antecedente. Una ver recibidas las actuaciones se dara vista de las mismas al promotor del amparo, a los personados en el proceso, al Ministerio Fiscal y, si estuviera interesada la Administracién Publica, al Abogado del Estado, Cumplido este tramite, el proceso queda pendiente de sefialamiento para Sentencia. Las sentencias de! Tribunal Gonstitucional se notifican a las partes del correspondiente procedimiento y se publican en el “Boletin Oficial del Estado” dentro de los treinta dias siguientes a la fecha del fallo. En virtud del art. 53 LOTC el fallo s6lo puede tener dos contenidos: otorgamiento del amparo; o denegacién del amparo. Si la demanda de amparo tiene cau- sa de decisiones de jueces y tribunales, el art. 54 LOTC especifica que “li- mitara su funcién a concretar si se han violado derechos o libertades del demandante ya preservar o restablecer estos derechos © libertades, y se abs- tendré de cualquier otra consideracién sobre la actuacién de los érganos jurisdiccionales” Contra dichas sentencias no cabe recurso alguno dentro del ordena- miento juridico espaiiol, salvo el de aclaraci6n de la sentencia. En todo caso, el demandante no satisfecho con la resoluci6n del Tribunal Constitucional podra acudir a la jurisdiccién europea, y de forma concreta, si entiende que existe vulneracién del Convenio Europeo de Derechos Humanos, podra demandar la defensa de su derecho ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Por tiltimo, el procedimiento ante el Tribunal Constitucional es gratuito, No obstante, el Tribunal podra imponer el pago de las costas 0 sanciones pecuniarias, si apreciare (emeridad, mala fe 0 abuso de derecho, en a formulaci6n de los recursos. 2, SUSPENSION DE DERECHOS EN LA CE 2.1, Suspension general La suspensin de derechos viene justificandose doctrinalmente en to- dos los sistemas politicos y también en los democraticos. La vida normal del Estado moderno va acompaiiada de un régimen de garantias que son derechos para los ciudadanos y limites para la actuacién del poder ptiblico. Pero cuando surge la anormalidad y no bastan los recursos ordinarios, 0 los establecidos para situaciones de normalidad, se ponen en manos tanto del poder Legislative, como del Ejecutivo, facultades extraordinarias para solventar las anomalias. No se concibe vida estatal sin autoridad, porque de 201 ‘Tema 8. GARANTIAS ¥ SUSPENSION DE LOS DERECHOS Y LIBERTADES su imperio depende la eficacia de la organizacién en que consiste la convi- vencia politica, y sin la cual, ni el individuo tiene asegurada su existencia, ni la sociedad una convivencia pacifica y respetuosa con los derechos y liberta- des fundamentales, El art. 116 CE regula los que denominamos (@staees(aeanionnialiaad (GBABEIRNEIOHAL, y de forma concreta establece tres tipos de situaciones: de alarma, de excepcién y de sitio. Estas han sido desarrolladas por Ley Organica 4/1981, que posee una concepcién amplia, en virtud de la cual cada estado tiene consecuencias y tratamiento especifico, pero en todos, el fin tiltimo es preservar la seguridad del Estado y la garantia de los derechos. ‘También conviene distinguir en este inicio, entre suspension de derechos 0 suspensi6n de garantias. Hist6ricamente se utilizaba la ficcién juridica que permitia suspender la garantia, o lo que es lo mismo la proteccién juridica del derecho, sin suspender el derecho mismo. Desde esta perspectiva refe- renciar suspensién de derechos equi su existencia, mientras que suspender garantias, significarfa tan sélo que los derechos quedan sometidos a un régimen de restricci6n o limitacién en su disfrute. En la actualidad esta diferenciacién no tiene cabida constitucional, a la ver que se establece la suspensién de derechos de forma excepcional y con arreglo a unas garantias. dria a suspender de modo absoluto a) Estado de alarma El estado de alarma tiene su origen bien en acontecimientos naturales (terremotos, inundaciones, incendios, accidentes de gran magnitud, etc.) 0 aquellos otros que supongan la paralizacién de los servicios pitblicos esen- ciales para el normal desenvolvimiento social, o en situaciones de desabaste- cimiento de productos de primera necesidad, o por epidemias o situaciones de contaminacién grave. Su declaracion corresponde al Gobierno median- te Decreto aprobado en Consejo de Ministros, en el que se establecera obli gatoriamente la vigencia temporal, el mbito territorial y los efectos. Su du- racién no podra exceder de quince dias, si bien puede ser prorrogado con autorizacién expresa del Congreso de los Diputados. El articulo 55.1 CE no prevé que en el estado de alarma se puedan suspender derechos de forma concreta, pero cabe deducir, en todo caso, su posible limitacin. El articulo 11.c de la Ley Organica 4/1981, dispone que en el Decreto de deciaracién del estado de alarma se podré acordar: “Intervenir y ocupar transitoriamente industrias, fabricas, talleres, explota- ciones o locales de cualquier naturaleza, con excepci6n de domicilios priva- 202 DERECHO CONSTITUCIONAL I dos, dando cuenta de ello a los Ministerios interesados”, asi como practicar requisas, limitar 0 racionar el uso de servicios © consumos de articulos de primera necesidad, entre otras actuaciones. 4) Estado de excepcién El presupuesto que habilita la declaraci6n de este estado viene contem- plado en el art, 13.1. de la Ley Organica 4/1981, donde se establece que se declarara “cuando el libre ejercicio de los derechos y libertades de los ciu- dadanos, el normal funcionamiento de las instituciones democraticas, el de los servicios ptiblicos esenciales para la comunidad, o cualquier otro aspec- to del orden piiblico, resulten tan gravemente alterados que el ¢jercicio de las potestades ordinarias fuera insuficiente para restablecerlo y mantener- lo”. El trasfondo de estas alteraciones tiene en el estado de excepcién un cardcter netamente politico. En virtud del art. 116.3 CE la autorizaci6n para la declaracién de este estado habri de solicitarla el Gobierno al Congreso de los Diputados. La solicitud a esta Camara contendra obligatoriamente: * Determinacién de los efectos, mencionando de forma expresa los derechos cuya suspension se solicita * Relacién de las medidas a adoptar * Ambito territorial + Cuantia maxima de las sanciones que la autoridad gubernativa podra imponer a quienes contravengan las disposiciones que se dicten La autorizacién del Congreso hard menci6n a todos los aspectos de la selicitud, si bien el plazo no podra ser superior a treinta dias, prorrogable ‘per igual periodo. Concedida la autorizaci6n, el Gobierno dictara Decreto =probado en Consejo de Ministros y mediante el mismo tipo de norma se pene fin a su vigencia, Del articulado de la Ley Organica 4/1981 puede Seducirse que la mera declaracién del estado de excepci6n no supone la ‘ssspensin de ningxin derecho fundamental, si bien se posibilita. De forma ‘eencreta el art. 13.2 requiere la “menci6n expresa de los derechos cuya sus- ‘peasiGn se solicit”. Conviene en este apartado aclarar que la suspensin @ be vigencia de un derecho no significa su no existencia, y por tanto, tam- ‘gece supone la no vigencia de garantias respecto al mismo. El art. 16.1 de ‘elev Orginica 4/1981 faculta a la Autoridad Gubernativa para “detener a “saiiquier persona silo considera necesario para la conservaci6n del orden, Sempre que, cuando menos, existan fundadas sospechas de que dicha per ‘ses vaya a provocar alteraciones del orden piiblico. La detencién no podra 203 ‘Tema 8, GARANTIAS Y SUSPENSION DE LOS DERECHOS Y LIBERTADES exceder de 10 dias...”. También posibilita el art. 17.1, si el Congreso autor- 76 la suspensi6n del art. 18.2 CE (inviolabilidad del domicilio), la entrada en el mismo para realizar inspecciones o registros, si lo considera necesario la Autoridad Gubernativa, para el esclarecimiento de los hechos presunta- nente delictivos o para el mantenimiento del orden piiblico. En todo caso los agentes que lo practiquen deberdn llevar wna orden formal y escrita de aqueélla. En relaci6n con el secreto de las comunicaciones, el art. 18 de la Ley Organica 4/1981 establece que cuando sea necesario para el esclarecimien- to de hechos presuntamente delictivos o el mantenimiento del orden pitbl co, la Autoridad Gubernativa podrd intervenir toda clase de comunicacio- nes, inchuidas las postales, telegraficas o telefonicas. La intervencién habra de ser puesta en conocimiento de forma inmediata al juez competente. S deduce de ello que no cabe la posibilidad de decretar una autorizacién ge- nérica, sino que en todo caso, la intervencién de las comunicaciones tendra cardcter individual. ©) Estado de sitio El estado de sitio viene a paliar la agresidn violenta 0 su amenaza inme- diata al orden constitucional establecido, a la soberania, o a la integridad del territorio nacional. Es por tanto la amenaza lesién mas grave prevista en el art. 116 CE. La competencia para la declaracién de esta situacién es del Congreso de los Diputados, a propuesta del Gobierno y se requiere para su adopcién mayorfa absoluta. La propia Cémara habri de determinar el dm- bito territorial de vigencia, la duracién y las condiciones. Sus efectos son la suma de los previstos para los estados de alarma y excepcién, a los que se fade la posibilidad de suspender el contenido del art. 17.3 CE (informacién al detenido de sus derechos, las razones de su detencién, derecho a la asis tencia letrada y a no declarar). El Gobierno de la nacién es quien asume las facultades extraordinarias y puede hacer uso de la autoridad militar para su cumplimiento. También puede la declaracién del Congreso de los Diputados sitar, establecer que determinados delitos sean © queden bajo jurisdiccién n durante el tiempo de vigencia del estado de sitio (art. 117.5 CE). Por tiltimo, conviene recordar que la declaracién del estado de sitio no supone una sidn del poder civil al militar, sino que aquéllos contintian en el uso de sus competencias, utilizando a las fuerzas armadas para su cumplimiento, Los derechos reconocidos en los articulos que relacionamos a continua- ci6n, podran ser suspendidos, en virtud del art. 55.1 CE, cuando se acuerde 204 DERECHO CONSTITUCIONAL I la declaracién del estado de excepcién 0 de sitio, en los términos previstos en la Constitucién: © 17 (libertad, seguridad, detencién preventiva y (Rab Gonpis) + 18.2y8 (inviolabilidad del domicilio y secreto de las comunicaciones) + 19 (libertad de residencia y libre circulacién) © 20.1.a) yd) y5 (libertad de expresar y difundir libremente los pen- samientos, ideas y opiniones, ya comunicar y recibir libremente in- formacién veraz, secuestro de las publicaciones y grabaciones, estas liltimas, tinicamente en virtud de resolucién judicial * 21 (derecho de reunién) © 28.2 (derecho a la huelga) © 87.2 (derecho a la negociacién colectiva laboral) 2.2. Suspensién individual de derechos La Constitucién de 1978 dispone en su art. 55.2 que una ley ongénica podra determinar la forma y los casos en que, de manera individual y con la necesaria intervencién judicial y el adecuado control parlamentario, los derechos reconocidos en los arts. 17.2 y 18.2 y 3 CE pueden ser suspendi- dos para personas determinadas, en relacién con las investigaciones corres- pondientes a la actuacién de bandas armadas o elementos terroristas. Este precepto se inspira en el articulo 18 de la Ley Fundamental de Bonn que regula la suspensi6n de los derechos fundamentales de la siguiente forma: “Pierde los derechos fundamentales de la libertad de opini6n, particular. mente de la libertad de prensa, Ia libertad de ensefianza, la de reunién y la de asociaci6n, el secreto de las comunicaciones postales y de las teleco- municaciones, asi como el derecho de propiedad y el de asilo, quien para combatir el régimen fundamental de libertad y democracia abuse de los mismos. La pérdida y el alcance de la misma sern dictados por el Tribunal Constitucional Federal’ La vigente Constituci6n Espaiiola prefiere el uso del término “suspen- si6n individual’ al de “pérdide”. Con ello nuestra norma suprema se suma ala tendencia apuntada por las més recientes constituciones y por el Derecho Internacional de reforzar los mecanismos de proteccién del Estado. La sin- gularidad constitucional de! artfculo 55.2 CE radica en que no esti previsto como un instrumento genérico frente a losatentados contra la seguridad del Estado, sino especificamente frente a los atentados de esta naturaleza que se traducen en actuaciones violentas de cardcter terrorista. Por esta raz6n la 205 ‘Tema 8. GARANTIAS Y SUSPENSION DE LOS DERECHOS Y LIBERTADES existencia de un régimen de «suspensi6n individual» de derechos en nues- tro sistema es facultativo para el legislador y en ningtin caso preceptivo. La suspensién individual de derechos ha seguido un camino poco rec- tilineo en nuestro ordenamiento juridico. El desarrollo del art. 55.2 CE realizado por la Ley Organica 11/1980 (denominada ley antiterrorista) ha sido derogado, incorporindose a la Ley de Enjuiciamiento Criminal La Ley Organica 4/1988 da una nueva redacci6n al art. 553 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y se establece que los agentes de la policfa po- dran proceder de propia autoridad al registro del lugar o domicilio en que puedan ocultarse o refugiarse algtin elemento terrorista, con ocasi6n de la detencién de los mismos, asi como a la ocupacién de los elementos e ins trumentos que en ellos se hallasen y que pudieran guardar relacién con el delito perseguido. Del registro efectuado se dard cuenta inmediata al Juez competente, con indicacién de las causas que lo motivaron y de los resuilta- dos obtenidos en el mismo, con especial referencia a las detenciones que, en su. caso se hubieran practicado. Asimismo, se indicaran las personas que hayan intervenido y los incidentes ocurtidos Si bien en la vigencia normal de derechos la posicién del juez es de preeminencia y necesaria en la excepci6n de los derechos que estudiamos, en la regulacién q siva. Pese a ello, el Tribunal Constitucional ha tenido la oportunidad de manifestarse al respecto de esta situacin declarando que “no se deduce ninguna limitacién de las facultades del juez”. Ademés, no se establece como obligatoria la determinacién o individualizacién de los domicilios que son objeto de la medida, de tal forma que cabe entender que lo son todos aquellos respecto de los cuales pueda presumirse la existencia de terroristas. nalizamos el juez ocupa una posicién netamente pa- En lo referido al secreto de las comunicaciones se establece que, en caso de urgencia, cuando las investigaciones se realicen para la averiguacion de delitos relacionados con la actuacién de bandas armadas 0 elementos te- rroristas o rebeldes, el Ministro de Interior o, en su defecto, el Director de la Seguridad del Estado, podran acordar, por un plazo de hasta tres meses, prorrogables por iguales perfodos, la observaciGn de las comunicaciones postales, telegrificas o telefénicas de las personas sobre las que existen in- dicios de responsabilidad criminal, asi como de las comunicaciones de que se sirvan para la realizaciGn de sus fines delictivos. Esta orden debera ser comunicada por escrito motivado al Juez competente, quien, también de forma motivada, revocaré o confirmard tal resoluci6n en un plazo maximo de setenta y dos horas, desde que fue ordenada la observaci6n. 206 DERECHO CONSTITUCIONAL I 2.3. Limites a la suspension de derechos Como hemos manifestado, la suspensi6n de derechos ya sea ésta gene- ral o individual, no Tleva implicita ni la desaparicién de los demas derechos del ciudadano, ni la ausencia de limites a la actuacién del Estado. Es clara una mayor discrecionalidad del poder del Estado, pero ello no implica ar- bitrariedad. La totalidad del contenido constitucional y legislativo rigen en plenitud, ya ella estan sometidos los 6rganos de la Administracién encarga- dos de ¢jecutar las medidas excepcionales. Otro aspecto que es conveniente referenciar en este apartado viene constituido por la doctrina del Tribunal Constitucional en relacion a los derechos y libertades fundamentales y que se concreta en la interpretaci6n restrictiva que debe prevalecer en todo aquello que suponga limitacién al ejercicio de los derechos y libertades fun- damentales, ya sean de carécter individual 0 general. 3, MEDIOS DE PROTECCION DE LOS DERECHOS EN EUROPA Hemosanalizado en el tema anterior, y dentro del mbito territorial euro- peo, los conjuntos normativos ¢ institucionales destinados a la garantia de los derechos en Europa. Para ello hemos diferenciado la normativa del Consejo de Europa y de la Unién Europea. Bajo este mismo esquema procedemos a continuacién al estudio de las instituciones més relevantes en cuanto a la ga- rantia de los derechos y libertades fundamentales en éste émbito territorial. 3.1. El Consejo de Europa La tutela de los derechos fundamentales y libertades puiblicas en el Consejo de Europa se constituye en la mas perfeccionada y eficaz para la defensa de los derechos humanos en Europa. Su vigor y relevancia consiste, a diferencia de lo que en el apariado siguiente analizaremos al respecto de Naciones Unidas, en la legitimacién atribuida no sélo a los diferentes Estados miembros, sino también a particulares, para instar un procedimien- to de demanda cuando se entiends que un Estado ha violado alguno de los derechos del CEDH. Esta na\uralera individual se acentuaré ademas con ta aprobacién del Reglamento de 1982, donde se consagra la actuacién activa y directa del demandante ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. ‘Trasla entrada en vigor del Convenio han sido adoptados trece Protocolos Adicionales. Los protocolos n° 1, 4, 6, 7, 12 y 13 han aitadido nuevos dere- chos y libertades a aquellos consagrados inicialmente por el Convenio. El Protocolo n° 2autorizaal Tribunal a dictar opiniones consultivas. El Protocolo 207 ‘Tema 8. GARANTIAS Y SUSPENSION DE LOS DERECHOS Y LIBERTADES n° 9 abre a los demandantes individuales la posibilidad de Hevar su caso ante el Tribunal con la necesaria reserva de la ratificacién por el Estado deman- dado y de la aceptacién por un Comité que actia como filtro. Pero el mas importante de los protocolos hasta la fecha es el n° 11, dado que modifica el procedimiento de actuacién, El resto de los Protocolos se refieren a la orga- nizacin de las instituciones creadas por el Convenio y al procedimiento ante cllas. El Protocolo 12 establece la prohibicién de discriminacin. Fue abierto a la firma en el aito 2000, y Espatia lo ratifics en el afio 2005, El Protocolo n° 13 prohibe la pena de muerte en cualquier circunstancia, incluidos los delitos cometidos en tiempo de guerra. El tiltimo protocolo aprobado, el n° 14, tiende a la agilizaci6n del procedimiento, debido a la significativa acumu- lacién de demandas sin resolver por parte del TEDH. A partir de 1980 el creciente ntimero de casos llevados ante los Srganos del Convenio hizo enormemente dificil mantener la duracién de estos den- tro de unos limites aceptables. El problema se agravé con la adhesién de nuevos Estados Contratantes a partir de 1990, Mientras que en 1981 el mi- mero de casos registrados en la Comisin fue de 404, en 1997 se registraron 4.750. El ntimero de expedientes no registrados o provisionales se elevaba en este mismo aiio 1997 a mas de 12.000. Este creciente volumen de trabajo dio lugar a un amplio debate sobre la necesidad de reformar el mecanismo de control creado por el Convenio que concluyé con la adopci6n del Protocolo n® 11. La intencién era simpli ficar la estructura mediante la creacién de un Tribunal tinico y permanente con miras a reducir la duracién del procedimiento y, al mismo tiempo, re- forzar el cardcter judicial del sistema, haciéndolo completamente obligato- rio y aboliendo el papel decisivo del Comité de Ministros. Durante los tres aiios posteriores a la entrada en vigor del Protocolo n° 11 la carga de traba- jo del Tribunal aumenta de manera espectacular. La cantidad de demandas registradas se clevé de 5.979 en 1998 a 13.858 en 2001, pero en 2005 se presentaron entorno a 45.000 demandas. La inquietud sobre la capacidad del Tribunal para examinar el creciente volumen de demandas ha genera- do la solicitud de recursos suplementarios, asi como especulaciones sobre la necesidad de una nueva reforma. Pese a lo expuesto, contintia siendo un ejemplo de garantia de los derechos recogidos en el CEDH. 3.1.1. Procedimiento ante el TEDH En cuanto a la forma de proceder ante el TEDH, puede hacerlo cual- quier Estado miembro o individuo que alegue ser victima de una violacién 208 DERECHO CONSTITUCIONAL I del CEDH. Se materializa mediante demanda, en la que conste la violacién realizada. Si la demanda la formula un Estado se le denomina demanda estatal, y si son particulares, ya sea persona fisica 0 juridica, se le denomina demanda individual. El procedimiento ante el TEDH es contradictorio y piiblico. Las audiencias son piblicas a menos que la Sala o la Gran Sala decidan lo contrario en raz6n de circunstancias excepcionales. Las memo- rias y otros documentos depositados por las partes ante la Secretaria del Tribunal son accesibles al piiblico. Los demandantes individuales pueden personarse por si mismos, pero la representacién letrada es recomendable, ¢ incluso necesaria en la mayorfa de los casos una vez que la demanda ha sido comunicada al Estado parte. El Consejo de Europa ha instituido un sistema de asistencia judicial para los demandantes cuyos recursos econé- micos son insuficientes. Las lenguas oficiales del Tribunal son el francés y el inglés, pero las de- mandas pueden ser presentadas en cualquiera de las lenguas oficiales de los Estados contratantes. Una vez que la demanda ha sido admitida a trémite, debe utilizarse una de las dos lenguas oficiales del Tribunal, a menos que cl Presidente de la Sala, o la Gran Sala, autorice a continuar empleando la lengua de la demanda. 3.1.2, El Protocolo 11 El estudio de los procedimientos de garantfa de los derechos recogidos en el CEDH esta mediatizado por |a entrada en vigor el 1 de noviembre de 1998 del Protocolo 11. Podemos resumir las innovaciones introducidas en el Convenio en dos grandes grupos. Por una parte, estén las modificaciones puramente formales, como la remumeraci6n de los articulos. Pero lo mas significativo de la reforma es la reestructuracién del mecanismo de protec- cién de los derechos. Aqui se encuentran la supresién de la Comisién, la re- duccién del papel del Comité de Ministros a la supervisién de la ejecucién de las sentencias, y la capital a nuestro entender, que es la transformacién del TED Como el propio Protocolo 11 establece, “es necesario y urgente res tructurar el mecanismo de control establecido por el Convenio, con el fin de mantener y reforzar la eficacia de la proteccién de los derechos humanos y las libertades fundamentales previstas por el Convenio, a causa principal mente del aumento de las demandas de proteccién y del ntimero crecien- te de miembros del Consejo de Europa”. El fin no es otro que modificar ciertas disposiciones del Convenio con objeto, en especial, de sustituir la 209 ‘Tema 8. GARANTIAS Y SUSPENSION DE LOS DERECHOS Y LIBERTADES Comisién y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos actuales, por un nuevo Tribunal permanente. Afirma el Protocolo que venimos estudiando, que con el fin de asegurar el respeto de los compromisos que resultan para las Altas Partes Contratantes del presente Convenio y sus protocolos, se ins- tituye un Tribunal Europeo de Derechos Humanos, cuya actividad es ininte- rrumpida, y se compone de un mimero de Jueces igual al de las Altas Partes Contratantes. Los Jueces deberin gozar de la més alta consideracién moral y reunir las condiciones requeridas para el ejercicio de altas funciones judi- ciales, 0 ser jurisconsultos de reconocida competencia, y forman parte del Tribunal a titulo individual. Durante su: mandato los Jueces no podran ejer cer ninguna actividad que sea incompatible con las exigencias de indepen- dencia, imparcialidad o disponibilidad necesaria para una actividad ejerci- da a tiempo completo. Para el examen de los asuntos que se le sometan el Tribunal actuara en Comités formados por 3 jueces, 0 en Salas de 7 jueces, ‘© en una Gran Sala del7. Los encargados de admitir 0 no las demandas individuales serén los Comités, por unanimidad, siendo su resoluci6n defi- nitiva. En relacién a la competencia del Tribunal, hay que manifestar que se extiende a todos los asuntos relativos a la interpretacién, la aplicaci6n del Convenio y de sus Protocolos, que le sean sometidas. 3.1.3. La demanda ante el TED Nos interesa destacar lo relativo a las demandas individuales, en vir- tud de las cuales el Tribunal podré conocer de una pretensién presenta- da por cualquier persona fisica, organizacién no gubernamental 0 grupo de particulares, que se considere victima de una violacién, por una de las Altas Partes Contratantes, de los derechos reconocidos en el Convenio 0 sus Protocolos. Las Altas Partes Contratantes se comprometen a no poner traba alguna al ejercicio eficaz de este derecho, Se requiere para ello haber agotado las vias de recurso internas, ¢ interponer la demanda en el plazo de 6 meses a partir de la fecha de la resoluci6n interna definitiva. EI Tribunal no admitira ninguna demanda individual cuando: a) Sea anénima b) Sea esencialmente la misma que una demanda examinada anterior mente por el Tribunal 0 ya sometida a otra instancia internacional de investigaci6n o de arreglo, y no contenga hechos nuevos ©) Cuando la estime incompatible con las disposiciones del Convenio de sus Protocolos o esté manifiestamente mal fundada o sea abusiva 210 DERECHO CONSTITUCIONAL I El rechazo de la demanda podra realizarse en cualquier fase del procedi- miento, En cualquier asunto que se suscite ante una Sala o ante la Gran Sala, la Alta Parte Contratante cuyo nacional sea demandante, tendra derecho a pre- sentar observaciones por escrito y a participar en la vista, Puede el Tribunal instar un arreglo amistoso, inspirandose para ello en el respeto a los derechos humanos tal como los reconocen e! Convenio y sus Protocolos, Esta actuacién sera en todo caso confidencial, Si se alcanza el arreglo amistoso, el Tribunal cancelard el asunto del registro de entrada mediante una resolucién, que se limitara a una breve exposicién de los hechos y de la solucién adoptada. La vista es ptiblica, a menos que el Tribunal decida otra cosa por circunstancias excepcionales, y los documentos depositados en la Secretaria seran accesibles, al piiblico, a menos que el Presidente del Tribunal decida de otro modo. Si el ‘Tribunal declara que ha habido violacién del Convenio o de sus Protocolos y si el derecho interno de la Alta Parte Contratante s6lo permite de manera imper- fecta reparar las consecuencias de dicha violaci6n, el Tribunal concederd a la parte perjudicada, si asf procede, una satisfaccién equitativa. Las sentencias de las Salas serdn definitivas, si bien en el plazo de 6 meses a partir de la fecha de Ja sentencia de una Sala, cualquier parte en el asunto podra solicitar, en casos excepcionales, la remisién del asunto ante la Gran Sala. Las sentencias, asf como las resoluciones por las que las demandas se declaren admisibles 0 no admisibles, serén motivadas, y si la sentencia no expresa en todo o en parte la opinién undnime de los Jueces, cualquier Juez tendré derecho a unir a ella su opinién por separado, Las Altas Partes Contratantes se comprometen a acatar las sentencias definitivas del Tribunal en los litigios en que sean partes, y son transmitidas al Comité de Ministros, que velar por su ejecucién. 3.1.4. El Comisario para los Derechos Humanos Se creé por el Consejo de Europa mediante Resolucién del Comité de Ministros, aprobada el 7 de mayo de 1999. Es nombrado por la Asamblea parlamentaria y ejerce su mandato por un perfodo no renovable de seis aiios. Su funcién principal es la de promover la educacién y la sensibiliza- ci6n de las personas en materia de protecci6n de los derechos humanos, ast como el respeto de éstos y también velar por el cumplimiento de las normas del Consejo de Europa. No tiene caricter judicial, por lo que esté abierto a recibir quejas de los particulares y desarrolla un papel complementario de las demas instituciones, es decir, se encuentra en una posicién intermedia centre los 6rganos de asistencia técnica y los Grganos de mediaci6n, emitien- do informes, respondiendo peticiones y formulando recomendaciones. 2ui ‘Tema 8. GARANTIAS Y SUSPENSION DE LOS DERECHOS Y LIBERTADES 3.2. Unién Europea De forma similar al Consejo de Europa, en la Unién Europea, existen dos drganos con competencia singular para la defensa de los derechos y libertades. El Tribunal de Justicia de la Unién Europea y la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Uni6én Europea. Esta, junto con otros érga- nos de la Unién, tiene como misién principal la de promover el ejercicio y garantia de los derechos. Aquél realiza una funcién jurisdiccional de garan- Analizamos por separado cada uno de estos Srganos. 3.2.1. El Tribunal de Justicia de la Unién Europea El Tribunal de Justicia consta de 28 jueces y 11 Abogados Generales de- signados de comin acuerdo por los Gobiernos de los Estados miembros, con tun mandato de 6 aiios renovable. Se cligen entre juristas que ofrecen una total garantia de independencia y retinen las condiciones exigidas para ejer- cer en sus paises respectivos las funciones jurisdiccionales mas elevadas 0 que poseen competencias notorias. Los abogados generales ayudan al Tribunal de Justicia a cumplir su misién. Se ocupan de presentar ptiblicamente, de manera imparcial y con independencia total, conclusiones motivadas sobre Jos asuntos que exigen su intervencién. Su funcién no debe confundirse con la de un fiscal o instancia equivalente, son fundamentalmente colaborado- res del Tribunal. El Tribunal de Primera Instancia cuenta al menos con un juez por Estado miembro. Los Gobiernos de los Estados nombran de comin ‘acuerdo los jueces por un periodo de 6 ais y los eligen entre personas que ofrecen una total garantia de independencia y poseen la capacidad juridi- ca necesaria para ejercer funciones jurisdiccionales. El Tratado de Niza pre- vé la posibilidad de crear tribunales jurisdiccionales adjuntos al Tribunal de Primera Instancia especializados en ambitos especificos. El Tribunal de Justicia y el Tribunal de Primera Instancia tienen la mi- sién de garantizar el respeto del derecho en la interpretacién y la aplica- cidn de los Tratados constitutivos de la Unién Europea, asi como de las dis- posiciones tomadas por las instituciones comunitarias competentes. Ambos Tribunales ejercen competencias jurisdiccionales en varios tipos de recur sos. El Tribunal de Justicia es competente en recursos y acciones presen- tados por las instituciones de la UE o los Estados miembros referentes a actos de las instituciones 0 al comportamiento ilicito de éstos, El Tribunal de Justicia es competente en cuestiones prejudiciales, excepto en los te- mas especificos en los que la competencia incumbe al Tribunal de Primera Instancia. Este se ocupa de los recursos presentados por las personas fisicas 212 DERECHO CONSTITUCIONAL I © juridicas contra las decisiones de las instituciones de la UE. Se pueden apelar las sentencias del Tribunal de Primera Instancia ante el Tribunal de Justicia en lo que se refiere tinicamente a cuestiones de derecho. EI Tribunal tiene su sede en Luxemburgo, es permanente, y por regla general actiia en Pleno, si bien se subdivide en Salas de 3, 5 6 7 jueces, con el fin de conocer de asuntos concretos. La composicién es siempre impar, con objeto de evitar la posibilidad de empate en los asuntos que requie- ren votacién. Por tiltimo, conviene constatar que la actividad del Tribunal en relacién a los derechos y liberiades fundamentales es limitada, debido a que tinicamente puede controlar la aplicacién del derecho de la Unién Europea y los conflictos que ésta aplicaci6n provoca, y no puede en ningiin caso entrar en la valoraci6n del derecho de los Estados miembros. A pesar de que tiene competencia para controlar la actividad de las instituciones y organismos de la Unién Europea, quedan fuera de su control y actividad otras muchas, y singularmente en lo que nos afecta en este estudio. De esta forma no puede el Tribunal de Justicia de la Unién Europea entrar a co- nocer ni solventar demandas relativas al Tercer Pilar”, es decir, asuntos de justicia e interior, y de forma concreta, no estén sometidas a su jurisdiccién las Autoridades de Control Comunes. Pese a que existia la idea de conformar al Tribunal de Justicia a im gen de los Tribunales Constitucionales, esta circunstancia no ha tenido plasmacién. La pretensién adquirié mucha fuerza con la Carta Europea de Derechos Fundamentales, pero no se establecié ningtin mecanismo para hacerla efectiva. Como el propio Tribunal ha manifestado, su labor consis. te, exclusivamente, en interpretar las disposiciones comunitarias sin susti- tuir al 6rgano jurisdiccional nacional™. 3.2.2, Agencia de los Derechos Fundamentales de la Uniin Europea En virtud del Reglamento n° 168/2007 del Gonsejo, de 15 de febrero de 2007, se crea la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Union Europea, que tiene como objetivos principales la lucha contra el racismo, Ja xenofobia y la intolerancia asociada a los mismos. En virtud del art. 5 del Reglamento citado, también tiene como funci6n el aumentar Ia sensibili- zacién de la opinién ptiblica ante los derechos fundamentales y difundir Se suele utilizar el concepto de pilar para referirse a éreas de asuntos. El Primer plar lo ‘consttuyen los asuntos econémicos o de mercado comin, El Segundo pilar viene integrado por politica exterior y de seguridad comtin, ye! Tercer plar por asuntos de Justicia e Interior. 8 STJUE de 14 de octubre de 1999, asunto Adidas. 213 ‘Tema 8, GARANTIAS Y SUSPENSION DE LOS DERECHOS Y LIBERTADES informaci6n activamente del trabajo que realiza. Al igual que en el Consejo de Europa el Comisario para los Derechos Humanos, la Agencia no tiene competencias jurisdiccionales ni ejecutivas, siendo su labor principal la de asistencia técnica, mediacién, realizacin de informes y formulacién de re- comendaciones, asi como una labor genérica de promocién de la vigencia efectiva de los derechos y libertades en el ambito de la UE. . GARANTIAS INTERNACIONALES DE LOS DERECHOS Pese a que no son propiamente garantias jurisdiccionales, conviene referenciar en este apartado la proteccién universal de los derechos y bertades fundamentales, ya que el presente siglo se caracteriza no s6lo por el reforzamiento y positivacién de éstos, sino también, por representar el comienzo de un proceso creciente e imparable de internacionalizacién de Jos mismos. De esta forma, las garantias son parte esencial de la Declaraci6n Universal de Derechos Humanos de 1948, del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Politicos de 1966 y del Pacto Internacional de Derechos Econémicos, Sociales y Culturales, también de 1966. Sin embargo, las especificas garantias de los derechos fundamenta- les de Ambito internacional, que se concretan en ciertos procedimien- tos y Grganos internacionales encargados de velar por el cumplimien- to de las obligaciones aceptadas por los Estados, llevan implicitas dos deficiencias * La primera viene constituida porque los diferentes Estados miem- bros de la comunidad internacional continiian siendo muy celosos de sus competencias soberanas, mirando con desconfianza, cuando no con abierta oposicién, el establecimiento de cualquier garan- tia jurisdiccional de tutela de los derechos que pretenda, agotados los tramites procesales de derecho interno, conocer y sentenciar sobre las pretensiones instadas ante érganos internacionales. En todo caso, debemos recordar que el art. 2 de la Carta de Naciones Unidas establece que “ninguna disposicién de esta Carta autorizara a las Naciones Unidas a intervenir en los asuntos que son esencial- mente de la jurisdicci6n interna de los Estados ni obligard a los miembros a someter dichos asuntos a procedimientos establecidos en la presente Carta... + Lasegunda es el insuficiente desarrollo del status del individuo en el mbito del Derecho Internacional, donde se contintia considerando a los Estados como los sujetos basicos del orden juridico-politico. 214 DERECHO CONSTITUCIONAL I Los mecanismos de garantia de los derechos fundamentales en el Derecho Internacional vienen clasificindose por parte de la doctrina més amplia, con arreglo a dos sistemas, que resumimos a continuacién: * Uno primero, denominado internacional, se caracteriza por atri- buir a los diversos Estados miembros la iniciativa en el amparo de Jos derechos fundamentales, y que se instrumenta a través de la pu- blicacién de informes sobre la situacién y respeto de los mismos. Aeeste sistema, de naturaleza extrajudicial, responde la proteccién de los derechos fundamentales en el ambito de la Organizacion de las Naciones Unidas. Su virtualidad radica en la posible influencia politica, con objeto de que los derechos no sean transgredidos por un determinado pais o al respecto de una determinada situacién, ‘+ Un segundo sistema, denominado constitucional, es en virtud del cual se reconoce la legitimacién no sélo a los diferentes Estados, sino también a los propios particulares, es decir, a los concretos cit dadanos de los respectivos Estados, a fin de instar el correspond te procedimiento jurisdiccional en defensa de sus derechos. A este segundo tipo pertenece la mas perfeccionada tutela de los dere- chos fundamentales que prevé el Convenio Europeo de Derechos Humanos. La Organizaci6n de las Naciones Unidas ha favorecido los anilisis estudios realizados por parte de la Gomisién de Derechos Humanos, ha- biendo promovido también la creaci6n de determinados Comités, entre los que destacan los referidos a la descolonizaci6n, apartheid, detenciones y en- carcelamientos arbitrarios, refugiados, esclavitud y el derecho a la informa- ci6n, Finalmente, el Pacto de Derechos Civiles y Politicos de 16 de diciem- bre de 1966, recoge en su articulo 28 el establecimiento de un Comité de Derechos Humanos, yl art. 42 prevé la creacién de una Comisién Especial de Conciliacién para los supuestos de discrepancia entre sus Estados miem- bros en materia de derechos civiles o politicos. En definitiva, la proteccin se leva a cabo mediante la realizacién de informes, documentos o decla- raciones, que pretenden influir en la opinién ptiblica, ya través de ella en los Estados, o bien a través de denuncia individual, que es analizada por el Comité correspondiente, si bien el poder coactivo, dado que jurisdiccional no existe, es en todo caso precario Por tiltimo, conviene hacer referencia en el 4mbito internacional al Acuerdo aprobado el 17 de julio de 1998 por la Conferencia Diplomatica Plenipotenciaria de Naciones Unidas, que instituye la Corte Penal Internacional. Es una institucién permanente, con sede en La Haya, y facul- 218 ‘Tema 8. GARANTIAS Y SUSPENSION DE LOS DERECHOS Y LIBERTADES. tada para ejercer jurisdiccién sobre las personas respecto de los crimenes mas graves y de trascendencia internacional. Su actuacién tiene cardcter complementario de la jurisdiccién penal nacional y esta firmado por més dle doscientos paises. 216

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