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TEMA 6 La Constitucién espafiola de 1978 " Be o . Caracteres del contenido de la Constitucién espaiola de 1978 . Valores y principios en la Constitcin de 1978 Estructura y contenido Defensa de la Constitucién Reforma de la Constitucion 1. CARACTERES DEL CONTENIDO DE LA CONSTITUCION ESPAROLA DE 1978 Cada constitucién es heredera de unas concretas pretensiones sociales, que vienen delimitadas fundamentalmente por un contexto histérico, a la ver que por la pretensién de un pueblo. Nuestra Constitucién de 1978 es una decisién consensada sobre el modo y la forma de organizar Ia vida politica, Esta concreci6n de voluntades supone la superacién del régimen, autocratico anterior y el establecimiento de las bases para la creacién de un régimen democratico. Se realiza ello con un grado de legitimidad politica y social muy elevado, y en las peores circunstancias posibles (grave crisis econémica, huelgas, atentados terroristas, amenazas de golpes de Estado, tensiones territoriales, importantes cambios sociales, etc.). Pese a todo ello, tantos los partidos politicos del momento y el conjunto del pueblo espa- iol, supimos mantener el rumbo firme y persistir en el afianzamiento de la Constitucién. Quizas la fuerza con que se quieren las cosas determina su perdurabilidad, Ademis de los caracteres técnicos que analizaremos a continuacién, existia entre todos los actores de la transicién un concepto que subyace en la totalidad del contenido material de nuestra Constitucién. Se concreta en que todos eran conscientes de que el nuevo texto no podia repetir el error hist6rico, una constitucién sustentada en mayorfas coyunturales que una vex desaparecidas hacian inoperante a la constitucién. En la elaboracién de la CE siempre existié la pretensi6n de elaborar un texto que aunque no contentara a todos, no fuera rechazado de plano por nadie. Era necesario ponerse de acuerdo en un conjunto de mfnimos a partir de los cuales em- pezar a construir. Esta pretensién, aunque mas diversificada, o dismimuida en intensidad, atin perdura. En definitiva, la validez de una constitueién la determina su utilidad como herramienta para conformar una organizaci6n politica y social. Uno de los patrones de verificaci6n de esta pretensi6n es sin duda el temporal. Otro viene constituido por sus propias caracteristicas y que referidas a la Constitucién espafiola vigente podemos concretar en las, siguientes: 151 ‘Tema 6, LA CONSTITUCION ESPANOLA DE 1978 © Consenswada: Esta caracteristica alcanza tanto a la voluntad politica de establecer una norma fundamental, como al propio contenido. Las fuerzas politicas del periodo constituyente fueron conscientes de Ia importancia de su labor, y supieron renunciar y defender sus pretensiones politicas, sin perder de vista el objetivo principal, que no es otro que establecer un sistema democratico. El consenso se prolongé mis allé de la elaboracién de la CE y se constituyé en un fundamento de la convivencia y de la ordenacién social. Esta circuns- tancia es novedosa en nuestro constitucionalismo histérico, y lo es en tal grado, que ha producido la Constitucién con mayor vigencia de nuestra historia, a la yer. que los afios de mayor progreso social ¢ individual. El consenso tiene como inconveniente juridico que en ‘ocasiones se produce una ausencia de delimitacién constitucional. Por el contrario, tiene como positivo que admite diversos desarrollos legislativos. Asi ha ocurrido con muchos contenidos constitucionales que juridicamente eran abstractos y que el legislador ha ido desa- rrollando con arreglo a las necesidades sociales, Pero también tiene otras consecuencias menos juridicas. Muy ilustrativa es en este sent do la definicién que realiza Rubio Llorente cuando expone con ro- tundidad que “el texto constitucional es moderadamente extenso. pobre de lenguaje, enfitico en algunas proclamaciones de principios yret6rico en el enunciado de ciertos derechos. Estos defectos son en. buena medida imputables al modo de elaboracién consensual..." * Extensa: Unicamente la Constitucién de 1812 es mas extensa que la vigente. Es esta una circunstancia logica, teniendo en cuenta que se pasa de un régimen autocratico a otro demoeratico, y el cons- tituyente quiere remarcar todos los aspectos que contribuyan a consolidarlo. + Abierta Son muchos los mbitos en los que el constituyente no es tablece mas que determinados principios basicos, dejando abierta la posibilidad de variados desarrollos posteriores. As{ ocurre en el Titulo VIII, donde la mayor parte de la configuracién de lo que ha- bri de ser con posterioridad el Fstado de las Autonomias se deja en manos de los Estatutos de Autonomfa, También es abierta nuestra Constitucién en todas sus remisiones, tanto a Ley organica, como ordinaria, como al Derecho Internacional. Un tercer émbito que demuestra que nuestra CE es un texto abierto lo constituye la aur ® Rubio Liotente, F: La forma del poder (estos sobre la Consttucién) CEC. Madrid 1993, pigs, 152 DERECHO CONSTITUCIONAL I sencia de modelos. De esta forma no se establece de manera taxati- va un modelo econémico del Estado, ni una concreta politica edu- cativa 0 cultural. Gon influencias del constitucionalismo europec: Nuestra Constitucién es derivada, con significativas influencias de muestro contexto geo- gnifico. Asi la definicién de Estado como Social y Democritico de Derecho es influencia de la Ley Fundamental de Bonn de 1949 y también la mocién de censura constructiva. Por influencia de la Constituci6n francesa de 1958 se distingue en la CE entre ley ongaé- nica y ley ordinaria. El Consejo General del Poder Judicial esta ins- pirado en la Constitucién italiana de 1947, asi como parcialmente la distribucién territorial del Estado. En cuanto a la parte dogmé- tica, no son pocas las influencias de la Constitucién portuguesa de 1976. También existen influencias de nuestras constituciones his- toricas y entre ellas, quizas la mas significativa, sea la inspiracién del Titulo VII en lo que la Gonstitucién de 1931 denomina Estado Integral, es decir, una distribuci6n territorial en base a regiones. Inconpora valores y principios: Ademas de reconocer derechos y es- tructurar la composicién de instituciones, la CE establece un con- junto de valores superiores del ordenamiento juridico (libertad, justicia, igualdad y phuralismo politico). También incorpora p cipios juridicos que se constitucionalizan, Asi ocurre en el art. 9.3 con los principios de legalidad, jerarquia normativa, publicidad de las normas, la seguridad juridica, la irretroactividad de las normas © la imterdiccién de la arbitrariedad. Tanto los valores, como los principios, tienen un fundamento constitucional, recogido en el art. 10.1, en virtud del cual “la dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la persona- lidad y el respeto a la Ley y a los derechos de los demés son funda mento del orden politico y de la paz social”. Normativa: La Constitucién tiene el empeio de no quedarse en una mera formulacién de principios o buenas pretensiones, sino de ser un texto directamente aplicable. Por ello existe la pretensién cons tante de control del poder que se encomienda al Poder Judicial. La plasmacién de exigencia de responsabilidad y control de los po- deres ptiblicos est presente a lo largo del articulado y tiene como portico el art. 9.1, donde se establece que “Ios ciuidadanos y los po- deres ptiblicos estan sujetos a la Constitucién y al resto del orde miento juridico” 153 ‘Tema 6, LA CONSTITUCION ESPANOLA DE 1978 © Reafirma ta democracia represeniativa: Otra de las pretensiones del constituyente es reafirmar la democracia representativa, para ello hace residir la soberania en el pueblo, que es quien legitima todo el poder politico. La materializaci6n de este principio democratico se lleva a cabo a través de las Cortes Generales, como érgano prin- cipal de la representacién politica. También es cierto que el consti- tuyente es parco en regulacién de sistemas de democracia directa, respecto de los cuales parece haber cierto recelo. Pese a ello, la pre- tensin de la vigencia de la regia que establece la prevalencia de la mayorfa, se adapta al fin latente en la Constitucién de promover el consenso, Asi hay que deducirio en todos aquellos casos en que la CE exige regular una materia mediante Ley orgénica. La relevancia que la CE otorga a los partidos politicos como expresién del plu- ralismo politico es también una ratificacién de la acertada opcién por la democracia de partidos. Puede manifestarse, sin temor a equivoco, que la Constitucién de 1978 ¢s la mas valiosa de todas las de nuestra historia constitucional. Se corrobora esto con su mayor longevidad, con el periodo ce estabilidad politica mas dila- tado y con los afios de mayor y mejor bienestar social. La integracién europea € internacional, el desarrollo econémico y tecnolégico, entre otros muchos aspectos, son producto de nuestra Constitucién y de su adecuado desarrollo, 2. VALORES ¥ PRINCIPIOS EN LA CONSTITUCION DE 1978 2.1. Valores y fundamentos Hist6ricamente siempre hubo un \érmino para denominar a los fines de la organizacién politica, ya fuera el bien comiin, el bien de todos, la utilidad general, o mas recientemente el fomento, el progreso, el bienestar social, o la calidad de vida. Todos ellos son comprensivos de una pluralidad de anhelos y pretensiones, tanto individuales como colectivas, y las constitu- ciones los recogen bajo el concepto genérico de valores, que alcanzan una vez incluidos en ella, el cardcter de pretensién constante, de finalidad tilti- ma, son la {#61816 de la Constituci6n y por tanto de una sociedad. Pero los valores tienen un gran componente de ideales, son genéricos y en oca- siones inconcretos desde la perspectiva juridica, En nuestro ordenamiento se enumeran en el primer articulo de la CE y se concretan en “la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo politico”. Los valores no pueden ser considerados de forma aislada, sino esencialmente como partes integrantes de un todo, de un sistema ordenado en el que tienen la misién de orien- 134 DERECHO CONSTITUCIONAL I tar la produccién, interpretaci6 iicaci6n de la actuacién politica y del Derecho. Los principios, por su propio origen juridico, son mas concretos, mejor delimitados técnicamente y en su mayoria son esencialmente prin- cipios técnicojuridicos. Los recoge el art. 9.3 CE en este orden *...legali dad, la jerarquia normativa, publicidad de las normas, la irretroactividad de las disposiciones sancionadoras no favorables o restrictivas de derechos individuales, la seguridad jurfdica, la responsabilidad y la interdicci6n de la arbitrariedad de los poderes ptiblicos”. Conviene diferenciar los principios constitucionales de los tradicionalmente denominados principios generales del derecho. Los primeros tienen rango constitucional, y una doble natura- leza, son principios juridicos y a Ja vez parte de la Constitucién, los segun- dos los genera el ordenamiento juridico. Por tiltimo, la CE establece en su art. 10.1 los fundamentos del orden politico y de la paz social y los enumera en los siguientes: “La dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la ley y alos derechos de los demas. El primer problema que hemos de resolver es cual es la jerarquia, si la hubiera, entre valores, fundamentos y principios, o la relacin entre ellos. ‘También hemos de conocer si unos concretan a otros, o si tienen una vie gencia no dependiente ni estructurada. El primer elemento que tenemos que despejar es que los valores no son contenidos de caricter ret6rico, 0 declaraciones de buenas intenciones. Son parte de la Gonstitucién y por tanto tienen valor normativo pleno. Ocurre no obstante que son un man- dato a los poderes priblicos, que tienen la obligacién de procurarlos y de- sarrollarlos. Ademés, cohesionan ‘odo el ordenamiento juridico, dado que Jo dotan de unidad de sentido. Por tiltimo, se constituyen en criterio de in- terpretaci6n de todo el ordenamiento juridico y singularmente de la propia Constituci6n. Si comparamos valores con principios podemos establecer identidades y diferencias. Ambos son directamente aplicables y ambos tie- nen reconocimiento constitucional. Pero el caracter [aRiGISBIEO que tienen los valores dificulta su aplicacién directa. Los principios constitucionales son asi instrumentos normativos necesarios de los valores, son medios a trax vés de los cuales plasmar a éstos. Respecto de los fundamentos del orden politico y de la paz social que establece el art. 10.1 CE, puede decirse que realizan la misma funcién que los principios constitucionales respecto a los valores, pero concretados en un émbito singular. Es significative que los valores se recogen en el art. 1.1 (Titulo Preliminar de la CE) y los fundamentos del orden politico y de la paz social se recogen en el art. 10.1, ya bajo la nibrica del Titulo Ly por tanto refe- ridos a los derechos y libertacies fundamentales. De esta forma la dignidad de 135 ‘Tema 6. LA CONSTITUCION ESPANOLA DE 1978 Ja persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la ley ya los derechos de los dems, son una forma de concretar pretensiones constitucionales, de orientar la elaboracién, aplicacién e interpretacién de los derechos y libertades reconocidos en la Constituci6n. Los principios constitucionales merecen un estudio, aunque sea somero, individualizado y que realizamos a continuacién. 2.2. Principios constitucionales Elart, 9.1 CE establece la sujecién a la Constitucién, tanto de los pode- res puiblicos, como de los ciudadanos. Ello supone reconocer la constitu cionalidad como principio basico del sistema jurfdico, es decir, la primera norma de obligado cumplimiento por todos es la Constitucién. Ademés, los contenidos de la CE son de aplicaci6n directa, que es a lo que denomina- mos normatividad de la Constitucién. Siendo ésta norma suprema, todos sus contenidos se irradian al resto del ordenamiento juridico, constituyen- do asi un conjunto singularizado por la propia Constitucién y cuya carac teristica mas significativa es la unidad. De esta forma podemos definir a los principios constitucionales como un conjunto de reglas que dan coheren- cia al sistema, que lo ordenan y facilitan su realizacién Legalidad Es identificable este principio con el de imperio de la ley, rasgo esen- cial del Estado de Derecho y que nuestra Constitucién establece en clart. 9.1 de forma implicita, y reitera en el art. 9.3 de forma expresa. Supone este principio que toda la actuacién del Estado ha de estar sometida a norma y de forma especial a las leyes emanadas de Cortes Generales o de Asambleas Legislativas de las CC. AA. De esta forma el principio de legalidad se asienta en la supremacia o primariedad de la ley y consecuencia de ello es el concepto de reserva de ley. Otra acepcién del principio de legaliciad, que es anterior en su surgimien- toa la expuesta, es el principio juridico de subordinacién del poder judicial a la ley. Este concepto de legalidad también se ha constitue cionalizado, asi el art. 117.1 CE establece que los jueces y magistra dos estan “sometidos tinicamente al imperio de la ley”. Jerarquia Este principio es uno de los més antiguos y durante mucho tiempo fue el tinico para estructurar el ordenamiento juridico. Su larga vi gencia se debe a que es una técnica tremendamente eficaz para ase- 156 DERECHO CONSTITUCIONAL I gurar la armonia entre diversos poderes con capacidad normativa. Parte este principio de una pluralidad de normas dentro de un mis- mo ordenamiento y que poscen distinta categoria. La forma de or- denarlas o de establecer relaciones entre ellas se presenta de forma piramidal. Asi, nunca una norma de rango inferior puede derogar 0 contravenir el contenido de la superior. La superioridad jerarquica de una norma viene determinada por el 6rgano de produccién. Publicidad El principio de publicidad de las normas se encuentra fntimamen- te ligado al principio de seguridad jurfdica. Es un medio efectivo ce [PREAIEEBIAAM, cle la norma el que ésta se publique, o se dif da, Ello garantiza el conocimiento de su existencia y su contenido. De esta forma se incumple este principio si fuera dificil o imposible su conocimiento. Directamente relacionado con la publicidad se encuentra la denominada [W@2aH0N43B, que no viene regulado en la Constitucién y sien el Cédigo Civil, en cuyo art. 2 se establece que “las leyes entraran en vigor a los veinte dias de su completa publicaci6n en el Boletin Oficial del Estado si en ellas no se dispo- ne de otra cosa” El mismo principio rige respecto de los Tratados Internacionales, asi el ari. 96.1 CE establece que los validamente celebrados “una vez publicados oficialmente en Espaiia, formaran parte del ordenamiento interno”, En el ambito territorial de la CG. AA. la obligacién de la publicidad se materializa en el Boletin Oficial de la respectiva Comunidad Introactividad El ordenamiento juridico tiene una naturaleza dindmica, con objeto de dar soluci6n a los conflictos que genera la convivencia social. Ello ha de conjugarse con el concepto de derechos adquiridos que es la pretensidn estatica del derecho, debido a que la nueva norma puede perjudicar intereses que la anterior reconoeia. De esta forma el orde- namiento juridico, atendiendo al fin social, realiza uma interpretacién restrictiva de los derechos adquiridos y justifica el carécter evolutivo 0 dindmico del derecho. A lo manifestado hay que aiiadir que en virtud del art. 2.3 del C.C. “Las leves no tendran efecto retroactivo sino dis pusieren lo contrario”. Esto supone que se permite al legislador que una norma tenga efectos anteriores a la fecha de su entrada en vigor. En la combinacion de estas dos pretensiones del ordenamiento juri co la Constitucién establece una limitacién, no podra ser retroactiva la disposicién sancionadora no favorable o las restrictivas de derechos 157 158 ‘Tema 6. LA CONSTITUCION ESPANOLA DE 1978 individuales. Cabe afirmar por tiltimo que esta prohibicién constitu- ‘troactividad rige para todo tipo de normas, ya sean de rango legal, o infralegal. Seguridad Juridica cional de i Se sustenta este principio en tres caracteristicas: © Lanecesidad de que el ciudadano conozca de forma previa las normas que le son de aplicacin, + Laexigencia de que la interpretacién y aplicaci6n de las nor- mas coincida con las que la sociedad asume o entiende como validas * La confianza en la efectividad del ordenamiento y por tanto en la adhesi6n al mismo por parte de los ciudadanos Para muchos autores el principio de seguridad juridica es el ele- mento nuclear del Estado de Derecho debido a que su cumpli- miento permite promover Ia justicia y la igualdad en libertad. El sustantivo que mejor define la seguridad juridica es el de predicti- bilidad, 0 1o que es lo mismo, que el ciudadano tenga conciencia previa de la implicacién juridica de sus actuaciones y omisiones. En la misma linea nuestro Tribunal Constitucional define la seguridad juridica como el principio que “protege la confianza de los ciuda- anos” que “ajustan su conducta ... a la legislacion vigente, frente a cambios normativos que no sean razonablemente previsibles” Responsabilidad de los poderes priblicos Si como establece el art. 9.1 CE los poderes piiblicos estén obliga- dos a actuar de acuerdo con la Constitucién y las leyes, el incum- plimiento de esta obligacién necesariamente ha de comportar una exigencia de responsabilidad por parte del ordenamiento juridico. Esta responsabilidad de los poderes ptiblicos viene recogida en el apartado tercero del art. 9, con clara pretensién del constituyente de remarcar su vigencia. Para ello utiliza el término rotundo de se “garantiza”. La constatacién de la responsabilidad Meva aparejado dos efectos: uno de tipo sancionatorio con respecto a la persona responsable; y otro indemnizatorio en beneficio del ciudadano que resulta perjudicado. Asi lo establece el art. 106.2 CE al respecto de la Administracin “por toda lesién que sufran en cualquiera de sus bienes y derechos, salvo en los casos de fuerza mayor, siempre que la lesion sea consecuencia del funcionamiento de los servicios pi DERECHO CONSTITUCIONAL I blicos”. La Ley 40/2015 de Régimen Juridico del Sector Piiblico re~ coge idéntico contenido en su art. 32. Igual mandato puede apre- ciarse respecto de la Administracién de Justicia en el art. 121 CE, cuando establece que “los daiios causados por error judicial, ast como los que sean consecuencia del funcionamiento anormal de la Administracién de Justicia, darn derecho a una indemnizacién a cargo del Estado, conforme a la Ley”, Por su parte, la responsabili- dad penal, civil y disciplinaria de jueces y magistrados viene estable- cida en el Ley Organica del Poder Judicial. Interdiccién de la arbitrariedad de los poderes piblicos En la linea constitucional de establecer medios de control al ejer- cicio del poder y directamente relacionado con los principios de legalidad y seguridad juridica, la Constitucién de 1978 establece un nuevo limite a la actuacién de los poderes puiblicos. Se concreta éte en reprochar juridicamente toda actuacién de un poder pti- blico carente de justificacién y por consigniente que sea arbitraria. Para la comprensién de este principio es necesario partir de que al igual que el citudadano tiene facultades de hacer 0 no hacer, el poder piiblico se mueve, en el cumplimiento de sus funciones, den- tro de un margen. Pues bien, lo que este principio pretende es la reduccién de ese margen. Se justifica ello en el interés ptiblico que emana de los principios y valores constitucionales y que se plasma en todo el ordenamienio juridico. En definitiva, la pretension es re~ ducir el Ambito de discrecionalidad de la actuacién de los érganos del Estado, erradicando la posibilidad de una actuacién arbitraria, 3. ESTRUCTURA ¥ CONTENIDO No existe norma alguna que establezca una estructura concreta a las constituciones, ni hay principio que imponga un orden determinado. Pese a ello, desde la perspectiva te6rica, pueden obtenerse elementos delimitado- res. Quizai se realiza entre parte dogmdticay parte organica, Se identifica como parte dog- vitica de una constitucién aquélla que establece los valores, los principios s la distincidn mas sustantiva de toda norma fundamental sea la que constitucionales, las aspiraciones sociales y reconoce los derechos y ibertades fundamentales. Por su parte conocemos como parte orgénica aquellos con- tenidos de la constitucién que establecen los érganos del Estado y que espe- cifica sus funciones y limitaciones. Fs frecuente que aparezca recogida en pri mer lugar la parte dogmatica ya continuaci6n la orgénica. Esta circunstancia 159 ‘Tema 6, LA CONSTITUCION ESPANOLA DE 1978 no tiene importancia tinicamente por el orden, sino fundamentalmente por la concatenacién funcional, debido a que la parte orgénica tiene como fin lograr la parte dogmitica y, por tanto, esta supeditada a ella, siendo garantia de su cumplimiento. En definitiva, la parte dogmatica responde ala pregunta dea qué se aspira (a la libertad, justicia, igualdad, etc.) y la parte onganica se concreta en la pregunta de c6mo a través de qué lo vamos a conseguir (me- diante un Parlamento, un Gobierno, unos Tribunales, etc.) ‘Tras esta primera subdivision en las constituciones conviene hacer re- ferencia a la estructura de nuestra vigente Constitucién, La Constitucién de 1978 contiene una Preémbulo y once Titulos, integrados por un total de 169 articulos. A su vez consta también de cuatro disposiciones adicionales, nueve transitorias, una derogatoria y una final 3.1. Preambulo No todas las constituciones tienen Preambulo y tampoco lo tenia la nuestra en el Anteproyecto, pero se vio oportuno introducir un texto previo al contenido, con objeto de solemnizar y a la vez resumir en un lenguaje no técnico las pretensiones de la Constitucién. Debido a que su contenido se reproduce a lo largo del articulado, no es el Preambulo susceptible de fundamentar pretensiones ante los Tribunales. Es asf el preambulo un rest men de pretensiones sin valor juridico, pero sf interpretative. 3.2. Titulo Preliminar Lo componen los articulos 1 a 9, donde se entremezclan los principios basicos del régimen constitucional, con otros contenidos como la capitali- dad (art. 5) 0 la bandera (art. 4) Se recogen los principios del moderno constitucionalismo democriti- co, como que “la soberania nacional reside en el pueblo espaiiol, del que emanan todos los poderes del Estado” (art. 1.2). Se establece también Ia forma de Jefatura de Estado en el art. 1.3 *Monarquia Parlamentaria”, asi como la “indisoluble unidad de la Nacién espariola” a la vez que se garanti- zal derecho a la “autonomia de las nacionalidades y regiones” (art. 2). Ou.o contenido bisico del Titulo Preliminar viene recogido en el art. 9.1, donde se proclama la normatividad de la Constitucién, al establecer que “los cindadanos y los poderes ptiblicos estin sujetos a la Constitucién y al resto del ordenamiento juridico”. 160 DERECHO CONSTITUCIONAL I 3.3. Los Titulos restantes Nuestra Constituci6n es clasica en el orden en que se tratan los diversos ‘Srganos. Contando con atribuir el Titulo T al reconocimiento y medios de garantia de los derechos y libertades fundamentales (arts. 10 a 55) cede por deferencia respetuosa el primer Titulo de la parte organica a la Corona (arts, 56 a 65) y el rgano mas directamente representativo del pueblo, las Cortes Generales, es regulado en el Titulo III (arts. 66 a 96). En este Titulo se dedican los cuatro tiltimos articulos (93 a 96) a la regulaci6n y vigencia de los Tratados Internacionales. E! Titulo IV se ocupa de Ia regulacién del Gobierno y de la Administracién (arts. 97 a 107). El Titulo V aborda las relaciones entre el Gobierno y las Cortes Generales. El Titulo VI (arts. 117 a 127) establece el tercer poder, el Judicial, y al tinico que se le denomina tulo VII (arts. 128 a 136) de- idos basicos en relacién con la Economia y la Hacienda, \dose en él los principios econdmicos. El Titulo VII (arts. 137 a 158) es el mas extenso de la Gonstituci6n y quizs también el més laborioso de crear, y hoy el mas debatido politicamente. Esta dedicado a la organiza ci6n territorial del Estado y establece en los articulos 148 y 149, de forma detallada, las competencias de las Comunidades Auténomas y del Estado, EI Titulo IX se dedica a la defensa de la Constitucién y de forma concreta al ‘Tribunal Constitucional (arts, 159 a 165). No se regula en el Titulo VI debi- do a que este 6rgano no forma parte del Poder Judicial. El iltimo Titulo, el X (arts. 166 a 169) se dedica a los medios establecidos para la reforma de la Constitucién. 3.4. Disposiciones La mayorfa de las Disposiciones Finales y Transitorias tienen como ele- mento comiin cuestiones territoriales, debido a que el consenso alcanzado al respecto del art. 2 y el Titulo VIII requeria algunas matizaciones. De en- tre las Disposiciones destaca la Derogatoria, que pone fin de forma expresa a las Leyes Fundamentales del Régimen de Franco. También deroga la Ley 25 de octubre de 1839 en lo que pudiera afectar a las provincias de Alava, Guipiizcoa y Vizcaya. En el inciso tercero de esta Disposicién se derogan “cuantas disposiciones se opongan a lo establecido en esta Constitucién”. Gierra el Texto la Disposicién Final, donde se establece la entrada en vigor de la Constitucién el mismo dia de su entera publicacién en el BOE. La Constitucién de 1978 fue aprobada por las Cortes en sesiones ple- narias del Congreso de los Diputaclos y del Senado el dia 31 de octubre de 161 ‘Tema 6, LA CONSTITUCION ESPANOLA DE 1978 1978. Fue ratificada por el pueblo espaiiol en referéndum el dia 6 de di- ciembre de 1978 y sancionada por el Rey el dia 27 de Diciembre, debiendo haber sido publicada en el BOE al dia siguiente, pero se prefirié esperar uno, dada la festividad del dia 28, quiz4s con objeto de prevenir algtin mal augurio. 4. DEFENSA DE LA CONSTITUCION Consecuencia de la supremacia de la Constitucién, de ser fuente del Derecho y de sti normatividad, surge la necesidad de establecer medios que garanticen el cumplimiento de los postulados constitucionales, y que palien la erosién de su contenido, a la vez que faciliten una interpretacién adecua- da a las nuevas necesidades. El origen del concepto de defensa de la cons titucién surge en Estados Unidos, y de forma concreta con la argumenta- ci6n del juez Marshall en Ia sentencia del caso Marbury Vi. Madison en 1803, Esta sentencia viene a completar una laguna constitucional, pues el texto de 1787 no atribuia al Tribunal Supremo la potestad de realizar un control de las leyes para verificar si se oponian o no a la constitucién. La brillante argumentacién de Marshall se centra en el valor normativo de la constitu- cién, De esta forma, si ésta es la ley suprema, no puede ser variada por el legislador ordinario. De igual forma, si la constitucién puede ser modifica- da por el Parlamento, ya no es norma suprema. Es deber del Juez, contintia argumentando Marshall, declarar lo que es Derecho, y si dos normas entran en conflicto, establecer la que prevalece. Pero si una de ellas es la constitue cién, ha de primar ésta, porque es superior a la voluntad del Parlamento. Consecuencia de este argumento es la obligacién del Juez de inaplicar la ley que se opone a la constituci6n, No la deroga o anula, tinicamente no la aplica al litigio concreto que se resuelve, Este modelo de control de cons- titucionalidad se denomina de forma genérica anglosajén, y de forma mas concreta de GPSS GAIA, debido a que la capacidad de valoracién y de excepcionar la vigencia de la constitucién corresponde a todos los jueces ytribunales. Frente a este modelo, surge el europeo o de PAGO CORCTAAR, en el cual el control de constitucionalidad de las leyes queda atribuido de forma concreta a un 6rgano, y que en nuestro ordenamiento juridico se le denomina Tribunal Constitucional. El autor conceptual de este modelo es Kelsen, para quien la constitucién no contiene normas directamente aplica- bles por el Juez, sino mandatos o prohibiciones dirigidos al legislador. De esta forma, la constituci6n se desarrolla mediante ley, y ésta se aplica a través de la sentencia del Juez, no pudiendo éste inaplicar la ley. Por ello es necesario un 162 DERECHO CONSTITUCIONAL I 6rgano, no inserto en el Poder Judicial, que controle ¢ invalide las leyes que se opongan a la constituci6n. En e! modelo concentrado la declaraci6n de in- constitucionalidad de una norma tiene cardcter genérico, tanto respecto de los ciudadanos, como de los poderes priblicos, yla norma declarada inconsti- tucional es expulsada del ordenamiento juridico. Esta descripci6n de los dos modelos clisicos de defensa de la constitucién ha variado parcialmente, de tal forma que se ha producido una convergencia entre ambos, E1 modelo difuso tiene como finalidad principal resolver problemas propios del sistema territorial federal, pero a partir de la Segunda Guerra Mundial evoluciona y se centra principalmente en la defensa de los dere- chos y libertades individuales. El sistema concentrado ha introducido un mecanismo que incorpora parcialmente el sistema difuso, y que en nuestro ordenamiento juridico conocemos por cuestién de constitucionalidad, en virtud del cual un Juez que conoce de un litigio y ha de aplicar una nor ma de la que duda de su constitucionalidad, eleva consulta al Tribunal Constitucional para que dictamine al respecto de la misma. De esta forma, puede hablarse de una convergencia entre ambos modelos, a la vez que una confluencia de ambos a la proteccién de los derechos y libertades de los ciudadanos, La defensa de la Constitucién espaiiola se atribuye al Tribunal |, Srgano especial y separado del Poder Judicial y con compe- tencia en todo el territorio nacional. Constituci 5, REFORMA DE LA CONSTITUCION 5.1. Concepto y limites Es pretensi6n de cualquier norma, y atin mas de la norma suprema, la permanencia, Pero la dindmica social hace que las constituciones necesi- ten de reformas, actualizaciones y de interpretaciones, posibilitando asi su permanencia, El instituto de la reforma constitucional aporta tres finalidades clara- mente diferenciadas: © Esun instrumento de adecuaci6n entre la realidad social y el texto de la norma fundamental, debido a que la evolucién social requie- re de nuevos compromisos politicos y que estos tengan una garan- tia juridica de maximo rango. © Lareforma mantiene lo nuclear de la configuracién del Estado, es un medio de validar lo politicamente titil y de asegurar la continu dad juridica de la voluntad popula 163 ‘Tema 6. LA CONSTITUCION ESPANOLA DE 1978 © Lareforma es también un medio de garantia que impide a mayor‘as coyunturales actuar contra los propios contenidos constitucionales. La importancia de la reforma constitucional se base en que modifica la voluntad del poder constituyente. Por esta raz6n, son las propias constitu ciones las que establecen la forma de Hevarla a cabo y los limites en su ejer cicio. Jellinek propuso en 1931 establecer tres tipos de limites a la reforma constitucional: © Auténomos: Son los establecidos en la propia constitucién y que normalmente se concretan en unos requisitos procedimentales determinados. + Heterinomos. Son los impuestos por el Derecho Internacional 0 como consecuencia de la integracién de los Estados en organiza- ciones supranacionales que tienen instituciones propias para la creacién de normas. Asf ocurre con la Unién Europea, cuyo acervo juridico vincula o vincularfa una posible reforma constitucional, © Absolutos En este grupo de limites se incluyen circunstancias varia- das, quizas el nticleo mas significativo de estos limites se encuentre en lo que los iusnaturalistas denominan derechos naturales, es de- Cir, aquellos derechos que le corresponden a la persona por el he- cho de serlo (derecho a la vida, derecho a la dignidad, etc.). Otro limite absoluto de reforma viene constituido por las denominadas clausulas de intangibilidad, es decir, aquellos contenidos en la cons- titucién que el poder constituyente quiso que no fueran suscep- tibles de reforma. Ejemplos de intangibilidad encontramos en la Constituci6n francesa de 1958, donde es susceptible de reforma el total de su contenido excepto la forma republicana de Jefatura de Estado. En la Ley Fundamental de Bonn la cléusula de intangibi lidad esta referida a la distribuci6n territorial del Estado, que en ningtin caso puede dejar de ser federal. La Constitucién de 1978, no establece clausulas de intangibilidad explicitas. 5.2. Lareforma en la CE Salvo en la Constitucién de 1931 no existe precedente en nuestro cons- titucionalismo de establecimiento por la propia norma fundamental de un procedimiento de reforma, El primer aspecto que conviene analizar en la reforma de la CE es quiénes estén legitimados para instarla, es decir, a quién corresponde la iniciativa. Este aspecto viene regulado en el art. 166 de la CE que a su vez remite al art. 87.1 y 2, es decir, el que establece la ini- 164 DERECHO CONSTITUCIONAL I ciativa legislativa. De esta forma el texto constitucional identifica iniciativa legislativa ¢ iniciativa para la reforma constitucional, si bien en ésta se ex- cluye la posibilidad de que se inicie una reforma a través de la iniciativa po- pular. Resumiendo, corresponde la iniciativa de reforma constitucional al Gobierno, Congreso y Senado y Asambleas Legislativas de las Comunidades Auténomas. n tiene limites y vienen establecidos en el art. 169 de la GE, cuando impide “iniciarse la reforma constitucional en tiempo de guerra o de vigencia de alguno de los estados previstos en el art. 116". Esta circunstancia parece del todo légica si se pretende acometer la reforma en un clima politico y socialmente normalizado y sin que circunstancias excep- cionales puedan desvirtuar los objetivos de la reforma. Conviene advertir que la limitacién es respecto de la iniciativa, puesto que la CE no prohibe el tramite de la reforma ya iniciada, aunque estén vigentes algunos de los estados de anormalidad constitucional. En cuanto al procedimiento de reforma strictu sensu es necesario dife- renciar el alcance de la misma, dado que depende de ello un tipo de proce- dimiento mas sencillo 0 més dificultoso. Al primero se le denomina ordina- roy al segundo agravado. El procedimiento sera obligatoriamente agravado cuando se pretenda la reforma total o parcial del Titulo Preliminar (art. La 9), el Capitulo Segundo, Secci6n |*, del Titulo I (arts. 15 a 29) 0 del Titulo II (arts, 56 a 65). Se utilizard el procedimiento ordinario cuando se quiera reformar parcialmente el resto de la Constitueién. * Reforma ontinaria: Requiere la aprobacién por mayoria de tres quin- tos en cada una de las Camaras. Ello supone que, provenga de donde provenga la iniciativa de reforma, es necesaria la aprobacién de for- ma independiente en el Congreso de los Diputados y en el Senado. = Si tras la votacién en ambas Camaras se obtuvo la mayoria requerida, la reforma es aprobada, entraré en vigor una vez publicada, salvo que se solicite en los 15 dias siguientes a su aprobaci6n, y por una décima parte de los miembros de las “émaras, el sometimiento a referéndum. = Si en ambas Cimaras no alcanza la mayoria, el proyecto de reforma decae — _ SieSaprobado el proyecto de reforma en una Camara y en la otra no, la Constitucidn establece dos vias para facilitar su apro- bacién. Una primera consiste en la formacién de una comision de composicién paritaria entre Diputados y Senadores que pre- 165 ‘Tema 6. LA CONSTITUCION ESPANOLA DE 1978 sentard un texto para su aprobacién (art, 167.1 CE). En este supuesto se siguen conservando los tres quintos como mayo- ria necesaria en cada Camara, La segunda solucién consiste en «que varia la mayoria necesaria para su aprobacién, que seria de mayoria absoluta en el Senado y dos tercios en el Congreso. * Reforma agravada: Debido a que nuestra CE no establece cléusulas de intangibilidad, se opta por una especial proteccién de determi- nados contenidos de la misma a través del procedimiento de re- forma. De esta manera sera necesario utilizar el art. 168 de la CE cuando se pretenda: = Lareforma total de la Constitucién = Reforma parcial que afecte a: © Titulo Pretiminar (arts. 129) © Seccién 1°, del Capitulo Segundo, del Titulo I (arts, 15a 29) = Titulo I (arts. 56.2 65) La aprobacién requiere mayorfa de dos tercios en cada Camara y la disolucién inmediata de las Cortes. Se convocan elecciones y las nuevas Cimaras deben aprobar, por mayorfa de dos tercios en ambas, el texto cons- titucional. Con posterioridad y, por tiltimo, deberd celebrarse referéndum de forma obligatoria. La reforma constitucional se constituye en objeto de debate politico de forma permanente, Habitualmente obedece a las pretensiones interesadas de partidos politicos o grupos de interés no mayoritarios, a la vez que los conte- nidos propuestos, como susceptibles de reforma suelen ser puntuales o inco- nexos. Toda reforma constitucional requiere dos acuerdos basicos y previos, con un amplisimo consenso politico y social: uno primero debe ser al respec- to del propésito de reforma, y uno segundo, y transcendental, al respecto de qué es lo que se quiere reformar. No seré valida ni duradera ninguna reforma constitucional que no clarifique de forma previa estos dos aspectos, siendo el aseguramiento de su fracaso su inexistencia. Otro elemento imprescindible ‘en todo proceso de reforma constitucional debe ser la inexorable existencia, de consenso y la biisqueda de amplias mayorias, no sélo politicas, sino tan bién sociales. No debe olvidarse que la Constitucién es la manifestacién de la soberania popular, la voluntad de toda una Nacién en su conjunto, por lo {que es improcedente reformaria en interés de minorias, ya que ello elimina su caracteristica basica, el ser un texto de acuerdo politico. 166

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