Pedraza Martínez Jennyfer Materia: Ética profesional

Grupo: 15 Maestra: Olinca Suarez Mejía

Jackson Katz La violencia contra las mujeres, un asunto de hombres

En el vídeo se aborda una perspectiva de cambio de paradigma en los temas de violencia de
género: agresión sexual, violencia doméstica, abuso en la relación, abuso sexual, abuso
sexual de niños, que han sido vistas como cuestiones de mujeres en los que algunos
hombres buenos ayudan, pero Jackson Katz tiene un problema con eso: él no lo ve como
asuntos de mujeres en los que algunos hombres buenos ayudan, para él, se trata de asuntos
de hombres (obviamente son de mujeres) pero llamar a la violencia de género un tema de
mujeres, es parte del problema, por un número de razones, la primera, es que da a los
hombres una excusa para no prestar atención, por lo que tienden a desconectarse. Muchos
creen que la palabra “género” significa mujeres, porque se piensa que las cuestiones de
género son sinónimo de asuntos de mujeres.

Se nos hace un símil con las razas, pues en Estados Unidos cuando ellos escuchan la
palabra “raza”, mucha gente cree que se refieren a afroamericanos, latinos, asiáticos
americanos, nativos americanos, sur asiáticos, de las islas del pacifico y así. Por otro lado,
cuando la gente escucha la palabra “orientación sexual” se da por hecho que son lesbianas,
gays, bisexual, y mucha gente cuando escucha “genero” lo asocian con las mujeres, como si
ciertas personas no pertenecieran alguna categoría racial, como si las personas
heterosexuales no tuvieran una orientación sexual, o como si los hombres no tuvieran un
género.

En esta esfera, culpar a la víctima es algo generalizado. Es decir, culpar a la persona a la

que se le hizo algo en lugar de a la persona que lo hizo. Una de las razones por lo que se
hace eso, es porque toda nuestra estructura cognitiva se configura culpando a las víctimas.
Todo inconsciente. Ya que nuestra estructura cognitiva está diseñada para realizar
preguntas sobre las mujeres y las opciones de las jueces y lo que están haciendo, pensando
y usando.

La pregunta no es ¿qué hacia una mujer cuando fue abusada? Por ejemplo, la pregunta gira
en torno a ¿por qué razón fue abusada?, la respuesta, es que no se trata de autores
individuales, es un problema sistémico social.

La pregunta que nos plantea Katz es ¿qué estamos haciendo para contribuir a la sociedad?,
donde incluye los roles de las instituciones que favorecen en producir a hombres abusivos,
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o cuál es el papel de las creencias religiosas, la cultura del deporte, la cultura de la

pornografía, la estructura familiar y como es que se relacionan. Si nosotros empezamos por
plantearnos este tipo de preguntas, es que podemos comenzar a pensar en cómo podríamos
volvernos transformadores para realizar algo diferente, para mitigar esas prácticas, la
cuestión es dejar de estar tan pendientes de las mujeres, los hombres deben centrarse en sus
asuntos.

Los hombres realizan una práctica que se denomina “matar al mensajero” y es, por ejemplo,
cuando llaman a las mujeres como “feminazis”, esto sucede porque las mujeres que están
respaldando y hablando por sí mismas y por otras mujeres, así como por hombres y niños,
es una declaración para sentarse y callarse, mantener el sistema actual en su lugar, porque a
los hombres no les gusta que las mujeres desafíen su poder.

Uno de los roles de gran alcance que los hombres pueden desempeñar aquí, es que pueden
decir ciertas cosas que algunas veces las mujeres no, el problema, es el sexismo, por lo cual
se menciona que deberían existir más hombres que estén con las mujeres y no en su contra,
pues vivimos en el mismo mundo.

El mismo sistema que produce que los hombres abusen de las mujeres, es el mimo que
permite que los hombres abusen de los niños, y si hablamos de violencia a los hombres,
solo se puede decir que esta misma es propiciad por otros hombres.

La importancia radica en que se necesitan más hombres que defienden a las mujeres o
expresen su inconformidad cuando sus amigos mencionen comentarios fuera de lugar o que
denigren la figura de las mujeres, se trata de no adoptar comportamientos de acoso o
abusivos hacia las personas distintas a nosotros, se trata de interrumpir ese proceso y poder
hablar sin temor, y crear un clima de cultura de pares donde se vea el comportamiento
abusivo como inaceptable, no solo porque es ilegal, sin porque está mal y es inaceptable en
l cultura de pares.

Para ver una disminución radical del abuso debemos comenzar con la gente que tenemos
cerca, si corregimos este tipo de acciones podemos ir frenando este fenómeno social,
porque ha existido mucho silencio en la cultura masculina sobre esta tragedia en curso de
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violencia de los hombres contra las mujeres y los niños. Es decir, tenemos que romper el
silencio,

En general, este tipo de temas se deben de tratar como asuntos de hombres, porque también
son cuestiones de liderazgo para los hombres, porque en última instancia, la
responsabilidad de adoptar una postura sobre estos temas no debe caer sobre los hombros
de niño o adolescentes de escuela secundaria o de los hombres universitarios, debe estar en
los hombres adultos con poder.

En conclusión, los hombres adultos con poder son los que necesitan responsabilizarse de
ser líderes de la materia, porque cuando alguien habla en una cultura de pares y desafía, se
convierte en un líder. La sociedad necesita un buen líder, con diversidad de género y
diversidad sexual, racial, etc. Así serán poderosos y podrán influenciar a las nuevas
generaciones. Preocuparse por esta situación no es suficiente, lo que necesitamos es
personas que tenga la disposición de actuar, con coraje, con la fuerza y con integridad
morar de romper el silencio cómplice. Para ver nuevas generaciones donde este tipo de
roblemos no existan, se necesita que las nuevas generaciones trabajen juntas, y asi
comiencen el cambio y la la transformación que se va a lograr, así, las nuevas generaciones
no van a sufrir de este tipo de tragedias de las cuales nos ocupamos a diario.