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El Feminismo en la construcción de la

ciudadanía de las mujeres en México.

Objetivo
Reconstruir un doble proceso, el de deslegitimación de la violencia contra las
mujeres y el de elaboración de un nuevo marco de interpretación de esta.
Desarrollo
Pareciera sencillo decir que hay toda una historia y antecedentes sobre la
violencia ejercida sobre las mujeres, pero voltear y detenerse a observar cada
época de la historia en la que se han dado situaciones horribles como forma de
castigo a las mujeres que no se acoplaban a las normas, es devastador. Para
llegar a tener las leyes y derechos que hoy nos “protegen” como mujeres, se tuvo
y se sigue atravesando por años de lucha, ha costado muchas vidas, miles de
intentos por silenciar a las que levantan la voz y evidencian las irregularidades del
sistema social y político.
Pero antes que todo esto, esta la normalización de la violencia, la aceptación de
un rol inferior por las mismas mujeres, aunque suene arcaico, es algo que sigue
sucediendo, es de lo más común, por su justificación desde micromachismos
hasta la práctica atroz de feminicidios.
Hablar de movimientos sociales y particularmente del feminismo, representa
hablar de acción colectiva para promover cambios sociales, cuestionar la verdad,
romper los límites del sistema de normas sociales y construir nuevas, esto implica
resignificar todo; todo esto es con puertas abiertas, una invitación permanente
para recibir a todas aquellas personas que no encuentren lógica en un sistema
opresor, pero lo preocupante viene de aquellas mujeres que no lo aceptan y
parecieran dedicarse a sacar brillo a sus cadenas más que a tratar de
sacudírselas.
La aceptación y normalización de la violencia está más arraigada y disfrazada de
lo que imaginamos, por ejemplo, como se menciona en el texto sobre cómo se les
enseña a los niños la violencia a través de videojuegos sobre el tema, así como
esto, la violencia está implícita en muchos si no es que en todos los ámbitos,
desde que la infancia hasta reforzar y plantar esas creencias en la adultez.
Durante siglos la literatura, la música, las normas sociales, las leyes, y demás
discursos se han encargado de justificar, plantar, idealizar y romantizar la
violencia. Es impresionante la comparación que se menciona en el texto, las
mujeres que son esposas y pareciera que se convierten en algo peor que una
esclava, son obligadas a desechar su individualidad, su alma y su sentir con tal de
complacer al otro, su “esposo”; y por más antiguo que suene, también sigue
sucediendo, desde matrimonios arreglados entre niñas y hombres de avanzada
edad, hasta mujeres adultas que, tal vez sin saberlo, se están comprometiendo
con su nuevo “dueño”.
Tal como se menciona en el texto, a pesar de que las mujeres llegamos a vivir
episodios de violencia “leves”, somos tratadas con castigos preventivos por
nuestras acciones en busca de mostrarnos como personas libres. Es mucho peor
para aquellas que “viven las consecuencias de sus actos”, y aun así, en el caso de
la violación, a pesar de no experimentar dicho acto, todas somos víctimas del
miedo que nos genera la exposición y el riesgo de que algún día nos suceda, por
lo tanto, debemos actuar de cierta manera para evitar a toda costa ponernos en
riesgo. Pero entonces ¿en dónde o bajo qué circunstancias sí estamos a salvo?
Bajo el cuidado de un hombre, como siempre se nos ha enseñado, aunque
realmente dentro de una relación violenta se llega a correr mucho más peligra,
pero claro, está justificado.
Conclusión
El feminismo, específicamente el radical, amplió el concepto político del sistema
patriarcal para comprenderlo y abarcarse como todo tipo de relaciones
estructuradas por el poder, principalmente para entender la dominación del
hombre sobre la mujer. Esto nos lleva a comprender también que la violencia
contra la mujer no es algo privado, es un problema que tiene origen en la violencia
estructural. Durante años se ha trabajado para que las mujeres logremos
dimensionar el impacto y daño de todo esto, aquí la importancia de los estudios de
género, conocer la historia para no repetirla, conocernos a nosotras mismas para
ser capaces de alzar la voz y defender nuestra individualidad.
Bibliografía

de Miguel, A. (2005). La construcción de un marco feminista de interpretación: La

violencia de género. Cuadernos de Trabajo Social, 18.

https://www.uv.es/formargenero/cas/materiales_docentes/Ana%20de%20Miguel

%20violencia%20de%20genero%20y%20feminsimo.pdf

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