Está en la página 1de 2

ANEXO SERVIDUMBRE: FALTANTE

RENACIMIENTO DE LA SERVIDUMBRE: la situación está prevista en el art. 2995: “si el


propietario de 2 heredades, entre las cuales existe un signo aparente de servidumbre de la una
a la otra, dispone de una ellas, sin que el contrato contenga ninguna convención relativa a la
servidumbre, ésta continúa existiendo activa y pasivamente a favor del fundo enajenado, o
sobre el fundo enajenado”.

Veamos un ejemplo: hay una servidumbre de tránsito regularmente constituida, en la que el


camino se halla demarcado. Posteriormente, los titulares de los fundos dominantes y sirviente
los enajenan a la misma persona, o bien uno de ellos adquiere la propiedad del otro. La
servidumbre se extingue por confusión. Cuando los fundos pasan nuevamente a pertenecer a
personas diferentes, la servidumbre renace. Y ello es así por cuanto se trata de una
servidumbre aparente.

Al igual que en la constitución por destino del padre de familia, para que se produzca el
renacimiento es necesario que el contrato no contenga ninguna convención relativa a la
servidumbre, ni a favor de su existencia ni en contra de ella.

CONTINUAS Y DISCONTINUAS (de acuerdo a su ejercicio).

CONTINUAS: las continuas son aquellas cuyo ejercicio no consiste en un hecho actual del
hombre y se ejercen por sí mismas, una vez que las cosas se encuentran ubicadas en el estado
que supone la servidumbre (como sucede con la de vista o la de acueducto).

Siempre se requiere de la intervención del hombre para el establecimiento de la servidumbre


(por ej: instalar una ventana para la servidumbre de vista, o cañerías para la servidumbre de
acueducto). Pero una vez que ha sido constituida o que los trabajos han sido realizados, la
servidumbre se ejerce por sí sola, o si se quiere, funciona en forma automática.

DISCONTINUAS: si la servidumbre es discontinua, se exige para su ejercicio un hecho actual del


hombre. Ese hecho es necesario, de modo tal que si el hombre no interviene en cada
oportunidad, la servidumbre no se puede ejercer.

APARENTES Y NO APARENTES (por su exteriorización).

APARENTES: las aparentes son aquellas que se manifiestan por signos exteriores, como una
puerta, una ventana, un acueducto.

NO APARENTES: son aquellas cuya existencia no se manifiesta por ningún signo de esa
naturaleza, como la prohibición de edificar o de elevar un edificio más allá de una altura
determinada.

DESTINO DEL PADRE DE FAMILIA: las servidumbres también se pueden constituir por el
destino del padre de familia. Se llama destino del padre de familia la disposición que el
propietario de 2 o + heredades ha hecho para su uso respectivo.

Para que se produzca el nacimiento de la servidumbre por destino del padre de familia, deben
concurrir los siguientes requisitos:
una persona es dueña de 2 fundos. - sujeta un fundo con respecto al otro con lo que sería una
servidumbre en caso de que ambos pertenecieran a propietarios distintos. - si luego enajena
uno de los 2 fundos, o los 2, pero a personas distintas, se entiende que ha quedado constituida
la servidumbre por el destino del padre de familia.

Ahora bien, para que se produzca el nacimiento de la servidumbre por este modo especial de
constitución, deben concurrir las siguientes condiciones:

1) debe existir un primer acto emanado del propietario de las 2 heredades. 2) la servidumbre
debe ser a la vez continua y aparente (por ej.: una servidumbre de acueducto). 3) el contrato
no debe contener ninguna convención respecto a la servidumbre, ni a favor de su existencia ni
en contra de ella.

Cuando se han reunido todas las condiciones reseñadas precedentemente, se entiende que la
servidumbre ha sido constituida como si fuese por título.

También podría gustarte