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EL REGALO

“…porque todo es vuestro, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo
por venir, todo es vuestro…” 1 Corintios 3:21-23

¿Quién no ha recibido un regalo? Lo vemos, lo volvemos a ver y nos


imaginamos mil cosas sobre el mismo. Nos alegramos y bendecimos en
nuestro interior a la persona de tan noble iniciativa. En fin, cada año y en
fechas especiales es probable que recibamos regalos que por algunos
instantes hacen rebosar nuestra vida de felicidad y gratitud.
El texto bíblico aprendido de memoria desde pequeños, de tal manera amó Dios
al mundo que nos ha dado a su Hijo Unigénito, ilustra en una forma máxima este
don, verdadero regalo que Dios dio a la humanidad y que el creyente lo ha
aceptado gozoso.
Pero ¿te has preguntado cuál es el contexto de esta dádiva divina? y cuál
sería el marco y la perspectiva cósmica de tan grande ofrenda que Dios me
hace?
Sin la Biblia el universo es un misterio incomprensible.
En ella se despliega en forma majestuosa Dios como Creador y Redentor.
También da testimonio que el Espíritu, de este Dios magnífico y Creador,
trabaja incansablemente en el corazón del hombre elegido, nacido de nuevo
y que espera verle cara a cara en el día final (1 Juan 3:1-3), “porque lo veremos
tal como es”.

Bajo esta breve, sencilla, pero poderosa verdad, creo, que el universo fue
hecho para aquella que nació en el calvario de la cruz; todo el universo, todo
lo creado, el Dios eterno e inmutable lo quiere para aquella que se está
preparando para ser novia y finalmente esposa. A pesar de su lamentable
sopor y debilidad, la iglesia de la que formamos parte es la fuerza más
poderosa de la humanidad, la que ilumina toda conciencia social y moral y
que contrarresta el dominio de la muerte donde vive Satanás.
Si, tú y yo somos parte de ella. Pablo, con mucha angustia y lágrimas, debe
preguntar vez tras vez, ¿o ignoras o no sabes que eres templo de Dios, y que
el Espíritu de Dios mora en ti? (parafraseado por mí, 1 Corintios 3:16).
Entonces por eso, sé consciente que todo es vuestro. Todo lo que hay en
este mundo, todo lo que ocurre, todo el pasado y los horizontes impensados
que aun debemos transitar, están delineados, pensados, autorizados, para tu
crecimiento en madurez. Todo es vuestro, no en consumo ni tenencia de
cosas, experiencias, saberes, etc, sino que todo está guiado por la
providencia de Dios para que tus vestidos de lino fino sean resplandecientes
en la boda final.
¿¡Te alegras y vives en esta gran verdad, que todo es tuyo!?
Este regalo maravilloso, que todo lo creado fue precisamente, creado para su
pueblo, para mí y para ti, para disfrutar, y en ese disfrute adorar y obedecer
al Cordero, me debe llevar a entrar en el descanso de Dios.
Y no es todo, puesto que cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de
hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman. (1 Corintios 2:9)

Todo es vuestro. ¿Nos alegramos y bendecimos a Aquel que ideó tan glorioso
plan?

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