Está en la página 1de 6

CONFIRMACION

CONFIRMAMOS NUESTRA FE EN DIOS

CATEQUESIS NUMERO 2

LLEGAREMOS A LA META:

Al terminar este encuentro habrás comprendido:

 ¿Qué significa confirmar nuestra fe en Dios Uno y Trino?


 ¿Cómo expresar nuestra fe en la vida diaria?
 Que la confirmación nos compromete a anunciar y proclamar las grandezas de
Dios.

Canto

Signo: LA COMUNIDAD

Oración:

Ven Espíritu Santo,

Llena nuestros corazones

Y enciende en nosotros el fuego de tu amor.

Envíanos, Señor, tu Espíritu de sabiduría

Y las cosas serán creadas y renovarás la faz de la tierra.

Oh Dios, queremos entregarnos a Ti

Con sincero corazón durante esta preparación,

Para celebrar el sacramento de la Confirmación.

Concédenos que la Luz de tu Espíritu nos guíe

Y nos de las fuerzas necesarias

Para no desfallecer en este camino que iniciamos.

Por Jesucristo Nuestro Señor. Amen.


1. EN SINTONIA

Después de observar las anteriores imágenes, te invito a responder las siguientes


preguntas:

 ¿Qué observamos en la imagen?


 ¿Qué signos se resaltan en ella?
 ¿Qué cree usted que significan estos signos?
 ¿Encuentra alguna relación entre las imágenes y lo que usted sabe de Dios?
¿Cuál?

- Aun cuando conocemos pocas imágenes de la Santísima Trinidad, los hombres de


todas las épocas han expresado lo que saben y experimentado de Dios como
Padre Hijo y Espíritu Santo.
- El Padre tiene como signo una casa porque de El todos salimos y a El volvemos. El
Hijo, Jesucristo, es representado por el árbol porque nos da vida en el nuevo árbol
de la cruz y la fuerza del aire representa al Espíritu Santo que nos impulsa y guía.
- Dios es único, no hay otro Dios fuera de El, pero lo grande de nuestro Dios es que
se manifiesta de tres formas distintas para comunicarnos su amor.

2. ESCUCHEMOS A DIOS

Busquemos en la Sagrada Escritura Mateo 28,18-20 léelo atentamente y luego responde


en el documento de entrega de evidencias:

1. ¿Quiénes aparecen en el texto?


2. ¿A que los mando Jesús?
3. ¿En nombre de quién?
4. ¿Qué promesa les hizo?
5. ¿Qué relación encuentra entre el texto y el ejercicio del paso EN SINTONIA?
3. PARA PROFUNDIZAR

Los discípulos llenos de gozo porque Jesús estaba vivo no dudaron en aceptar el
compromiso de ser sus testigos. Fortalecidos con su Espíritu Jesús los reúne antes de
volver al Padre y en ellos nos revela de una manera más concreta el gran Misterio de
Dios.

San Mateo nos cuenta que Jesús dirigiéndose a los que serían sus testigos delante del
mundo les dijo: ”Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos en el nombre del Padre, y
del Hijo y del Espíritu Santo” en ellos tres seriamos bautizados y salvados. Así Jesús
nos revela el Misterio Trinitario de Dios. (Ver anexo 1 Catecismo de la Iglesia Católica 2-3)

¿Quién es la Santísima Trinidad?

La Santísima Trinidad es Dios, quien a través de la historia se fue revelando o mostrando,


primero como Padre, autor de la vida, el Creador. Por eso nosotros cuando descubrimos
en los signos de la creación la mano de Dios estamos proclamando que todo cuanto
existe depende de la bondad del Padre.

Dios es Padre

Dios es un Padre lleno de amor y rico en misericordia, quien acoge a todos sus hijos en
su casa y a cada uno le da la capacidad de realizarse plenamente en todos los aspectos.
Nos creó buenos, porque nos ama, nos creó libres e inteligentes.

Dios es Hijo

Además de Padre Dios es Hijo, es decir, se hace hermano nuestro. Cuando ya no


entendimos su lenguaje de Padre, se hizo hombre en Jesucristo para enseñarnos a amar
más a Dios su Padre y nuestro Padre y desde luego a hacernos tomar conciencia del
respeto por todo lo creado ya “por el fueron creadas todas las cosas…”Todo fue creado
por él y para El” (Col 1,15-16)

En Jesucristo Dios se manifiesta SALVADOR, Redentor. Por eso durante su paso por la
Tierra Dios- Hijo siempre nos enseñó con sus palabras y vida que su Padre es Dios, “El
que me ha visto a mí, ha visto al Padre” (Jn 14,9). Creer que Jesucristo es el Hijo de Dios
es creer que el Padre se manifiesta plenamente en El y que nadie puede volver a El sino
a través de Jesús.

Con su muerte en la cruz, el nuevo árbol de la vida y su resurrección, Jesucristo continua


dando vida a los hombres y llevándolos a la plenitud de la comunión con Dios-Padre y de
los hombres entre sí con la creación. Es por esta comunión que Dios – Padre, y Dios-Hijo
permanece entre nosotros por la presencia del Espíritu Santo en la Iglesia.

Dios es Espíritu Santo


Dios Espíritu Santo es la Tercera Persona de la Santísima Trinidad, quien lo recibe da
frutos de vida eterna. Jesucristo estuvo lleno del Espíritu porque Él es fuente de vida y
santidad. Es llamado el Espíritu de la verdad, porque nos ayuda a comprender la verdad
sobre Dios. Es el Abogado que nos defiende y llena de fortaleza. Él hablará por nosotros
cuando nosotros de lo pedimos.

El actúa hoy en la Iglesia y en cada uno de los que creemos en Jesucristo, cuando
celebramos los sacramentos. El vive en lo más profundo de nuestra con vida y por El
somos capaces de llamar Padre a Dios. (Ver Rm 8,15).

Por qué confirmamos nuestra fe en Dios

Nuestra fe en Dios, Uno y Trino, brota al celebra el sacramento del Bautismo, por El
somos miembros de la familia de Dios en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo. Al querer ahora como jóvenes celebrar el sacramento de la Confirmación,
debemos renovar o confirmar nuestra fe en Dios que es Uno y Trino. (ver anexo 2
Catecismo de la Iglesia Católica 232-237)

Por eso al celebrar el sacramento de la confirmación estamos diciendo: sí, creo que Dios
es fuente de vida y comunión. Creo que Dios es mi Padre y yo su hijo y me comprometo a
vivir como tal. Creo además que Jesucristo Hijo de Dios, es mi hermano quien murió y
resucitó para salvarme, y me comprometo a conocerlo, amarlo, celebrarlo y seguirlo para
construir con El el Reino de Dios.

Creo también en el Espíritu Santo y reconozco su acción en todos los acontecimientos de


mi vida y de la vida de la Iglesia y me comprometo a vivir como testigo manifestando al
mundo una vida nueva, renovada por el amor de Dios.

Que logramos con esto

Cuando creemos con sincero corazón que Dios existe y que es un Dios de amor y de
perdón, nuestra vida es felicidad y tiene sentido, porque sabemos quienes somos (hijos
de Dios) y hacia donde vamos (construir su Reino). Pero con tristeza vemos como tantas
personas, especialmente jóvenes, están desorientados no saben quiénes son y hacia
donde van. Son personas infelices que todavía no le han encontrado sentido en su vida.

Pero, ¿cómo lograr la felicidad? Es importante que como jóvenes nos hagamos esta
pregunta para sentirnos responsables de los acontecimientos que suceden en la historia
por lejanos que nos parezcan, porque solo así construiremos un mundo mas justos, mas
humano, mas fraterno, donde todos nos sintamos hijos de Dios, hermanos entre nosotros
y señores de la creación. En una paabra donde todos logremos ser felices según el querer
de Dios.

4. ACTUEMOS
Como jóvenes renovemos nuestra fe en Dios Uno y Trino, preguntándonos que tan felices
somos según el querer de Dios:

- ¿Sabe qué busca y para donde va? ¿En qué se da cuenta?


- ¿Qué cree que le hace falta para ser verdaderamente feliz? ¿Por qué?
- ¿Qué cosa concreta le gustaría hacer para lograr ser feliz?

5. CELEBREMOS NUETRA FE

Cada uno va a meditar el Padre Nuestro y luego trate de escribir su propio Padre Nuestro

Ejercicio.

1- Escribe en una hoja tamaño carta, como le explicarías quien es la Santísima


Trinidad a otro joven que no conoce quién es?
2- Aprender el Gloria que se reza en las misas del Domingo.
6. “YO ESTARE CON USTEDES POR SIEMPRE”
Mateo 28,20

ANEXOS

Anexo 1 Catecismo de la Iglesia Católica 2-3

I. La vida del hombre: conocer y amar a Dios

1  Dios, infinitamente perfecto y bienaventurado en sí mismo, en un designio de pura bondad


ha creado libremente al hombre para hacerle partícipe de su vida bienaventurada. Por eso, en
todo tiempo y en todo lugar, se hace cercano del hombre: le llama y le ayuda a buscarle, a
conocerle y a amarle con todas sus fuerzas. Convoca a todos los hombres, que el pecado
dispersó, a la unidad de su familia, la Iglesia. Para lograrlo, llegada la plenitud de los
tiempos, envió a su Hijo como Redentor y Salvador. En Él y por Él, llama a los hombres a
ser, en el Espíritu Santo, sus hijos de adopción, y por tanto los herederos de su vida
bienaventurada.

2  Para que esta llamada resonara en toda la tierra, Cristo envió a los apóstoles que había
escogido, dándoles el mandato de anunciar el Evangelio: "Id, pues, y haced discípulos a
todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y
enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros
todos los días hasta el fin del mundo" (Mt 28,19-20). Fortalecidos con esta misión, los
apóstoles "salieron a predicar por todas partes, colaborando el Señor con ellos y confirmando
la Palabra con las señales que la acompañaban" (Mc 16,20).
Anexo 2 Catecismo de la Iglesia Católica 232 – 237

I "En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo"

232 Los cristianos son bautizados "en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo"
(Mt28,19). Antes responden "Creo" a la triple pregunta que les pide confesar su fe en el
Padre, en el Hijo y en el Espíritu: Fides omnium christianorum in Trinitate consistit ("La fe
de todos los cristianos se cimenta en la Santísima Trinidad") (San Cesáreo de
Arlés, Expositio symboli [sermo 9]: CCL 103, 48).

233 Los cristianos son bautizados en "el nombre" del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo
y no en "los nombres" de éstos (cf. Virgilio, Professio fidei (552): DS 415), pues no hay
más que un solo Dios, el Padre todopoderoso y su Hijo único y el Espíritu Santo: la
Santísima Trinidad.

234 El misterio de la Santísima Trinidad es el misterio central de la fe y de la vida cristiana.


Es el misterio de Dios en sí mismo. Es, pues, la fuente de todos los otros misterios de la fe;
es la luz que los ilumina. Es la enseñanza más fundamental y esencial en la "jerarquía de las
verdades de fe" (DCG 43). "Toda la historia de la salvación no es otra cosa que la historia
del camino y los medios por los cuales el Dios verdadero y único, Padre, Hijo y Espíritu
Santo, se revela a los hombres, los aparta del pecado y los reconcilia y une consigo"
(DCG 47).

235 En este párrafo, se expondrá brevemente de qué manera es revelado el misterio de la


Bienaventurada Trinidad (I), cómo la Iglesia ha formulado la doctrina de la fe sobre este
misterio (II), y finalmente cómo, por las misiones divinas del Hijo y del Espíritu Santo,
Dios Padre realiza su "designio amoroso" de creación, de redención, y de santificación (III).

236 Los Padres de la Iglesia distinguen entre la Theologia y la Oikonomia, designando con


el primer término el misterio de la vida íntima del Dios-Trinidad, con el segundo todas las
obras de Dios por las que se revela y comunica su vida. Por la Oikonomia nos es revelada
la Theologia; pero inversamente, es la Theologia, la que esclarece toda la Oikonomia. Las
obras de Dios revelan quién es en sí mismo; e inversamente, el misterio de su Ser íntimo
ilumina la inteligencia de todas sus obras. Así sucede, analógicamente, entre las personas
humanas. La persona se muestra en su obrar y a medida que conocemos mejor a una
persona, mejor comprendemos su obrar.

237 La Trinidad es un misterio de fe en sentido estricto, uno de los misterios escondidos en


Dios, "que no pueden ser conocidos si no son revelados desde lo alto" (Concilio Vaticano I:
DS 3015). Dios, ciertamente, ha dejado huellas de su ser trinitario en su obra de Creación y
en su Revelación a lo largo del Antiguo Testamento. Pero la intimidad de su Ser como
Trinidad Santa constituye un misterio inaccesible a la sola razón e incluso a la fe de Israel
antes de la Encarnación del Hijo de Dios y el envío del Espíritu Santo.

También podría gustarte