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Universidad

Tecnologica de
Honduras
Ecología General
Catedrático:
Master: Rosalinda
Alvarenga
Alumno
• -Aníbal Adonay Reyes
Escobar
• Cuenta 201820010304

Tarea 2 primer parcial

Campus San Pedro Sula

Miercoles 08 de junio del


INTRODUCCION
Honduras es uno de los países más afectados, a nivel mundial, por el cambio
climático.
1 su ubicación geográfica - entre el Océano Pacífico y el Atlántico - lo expone
a numerosas y diversas amenazas naturales y a fenómenos climáticos
extremos, que debilitan su desarrollo sostenible. Los eventos
hidrometeorológicos, como huracanes y tormentas tropicales, son los que
mayores desastres ocasionan y son, además, los más recurrentes. El 62%
del territorio nacional, donde habita el 30.9% de la población hondureña,
experimenta riesgos ocasionados por el cambio climático, según un estudio
del Banco Mundial,2 y especialmente las áreas rurales del país, donde la
presencia y capacidad del Estado para prestar los servicios básicos es
limitada.
Las consecuencias del cambio climático no golpean a toda la población en
igual medida: los niños, niñas y adolescentes de Honduras.
Situación de Honduras en relación con el cambio climático

Los países como Honduras tienen una menor diversificación de la economía


y son más dependientes de la agricultura y sus menores ingresos y ahorros,
así como una educación y salud deficientes, provocan que los hogares sean
vulnerables a los efectos del cambio climático.49 Cabe recordar que según la
Organización Mundial de la Salud, la vulnerabilidad de la sociedad depende
de factores como la densidad demográfica, el nivel de desarrollo económico,
la disponibilidad y acceso a los alimentos, el nivel y distribución de los
ingresos económicos, las condiciones ambientales, el estado de salud y el
acceso a los servicios de educación y salud.50 Aunque con diferentes grados
de intensidad, la población hondureña es vulnerable a los efectos del cambio
climático: por ejemplo, la población analfabeta o los pueblos indígenas que
no hablan español tienen dificultades para leer o entender las advertencias
de riesgo de desastres; por su parte, los pequeños agricultores de
subsistencia pueden caer en la indigencia tras una inundación o un período
de sequía, y quienes trabajan en el sector informal pueden perder su trabajo
o los productos que comercian. Una parte importante de la población
hondureña tiene limitaciones sociales y económicas que le impiden acceder
a terrenos seguros para establecerse, y la necesidad de estar cerca de las
oportunidades de empleo conduce a la construcción de viviendas en lugares
inseguros. A esto se suma la insuficiente inversión en infraestructura para la
reducción del riesgo, que produce que miles de personas en todo el país - y
especialmente en Tegucigalpa - vivan en lugares vulnerables a las
consecuencias del cambio climático, de manera que periódicamente sufren
daños y pérdidas ocasionados por los desastres naturales.51 La pobreza
afecta al 68.2% de la población52 con una creciente vulnerabilidad de los
sectores más deprimidos por el alto desempleo, la insuficiencia de ingresos y
la dificultad de acceso a los servicios de educación y salud.53 Esto, sumado
a la falta de oportunidades de desarrollo y también por al carente
ordenamiento territorial conduce al 30.9% de la población hondureña a vivir
en lugares de riesgo ante los fenómenos ocasionados por el cambio
climático.54 En el ámbito urbano, donde reside el 54.1% de la población del
país, los miembros más pobres residen en asentamientos en condiciones
precarias y situados en barrancos, donde por lo general carecen de sistemas
adecuados de alcantarillado y drenaje y de acceso a los servicios de salud y
de saneamiento, lo cual los convierte en los miembros de la sociedad más
vulnerables, especialmente ante inundaciones, deslaves y enfermedades
relacionadas con escaso acceso a la salud, las bajas condiciones de higiene
y a las malas condiciones de la vivienda. Por otra parte, la alta informalidad -
que alcanza el 72.8% de la población trabajadora55 -, la explotación y la
inestabilidad laboral, factores que también aumentan la vulnerabilidad de la
población, dificultan además el proceso de recuperación y reconstrucción
tras un desastre natural. En general, de los 298 municipios del país, 77
presentan una alta vulnerabilidad a las consecuencias del cambio climático
(26% del total), otros 149 una vulnerabilidad media y los restantes 72 se
encuentran en una baja vulnerabilidad. La mayor parte de los municipios muy
vulnerables se ubican en las zonas occidente y sur del país, según
DIPECHO.
Nivel de vulnerabilidad municipal ante el cambio climático

En los municipios identificados con alta vulnerabilidad a las consecuencias


del cambio climático viven 968,333 personas, de las cuales el 43.53% tienen
menos de 18 años de edad. En este grupo de municipios, el promedio de
pobreza es del 71%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Por su
parte, en el grupo de vulnerabilidad media viven 2,541,110 habitantes, con el
42.28% de niñas, niños y adolescentes entre los 0 y los 17 años de edad. El
porcentaje de pobreza llega al 66.6% de la población, de acuerdo con las
estadísticas del INE basadas en el último censo de población y vivienda. Por
último, 5,065,019 personas habitan en municipios con baja vulnerabilidad
ante cambio climático, de las cuales el 39.54% tiene menos de 18 años de
edad. El porcentaje de pobreza es el más bajo de los tres grupos: 52.2%
según el INE. Además, el 60% de los municipios del país cuenta con una
baja capacidad de respuesta a la hora de gestionar los recursos y
capacidades en condiciones adversas, situaciones de emergencia o
desastres naturales.
Honduras cuenta con una adecuada base legal e institucional en relación a
los riesgos climáticos, pese a lo cual, de acuerdo con Consultative Group on
International Agricultura Research – CGIAR (2014), el país necesita
incorporar el tema de los riesgos climáticos en los documentos
fundamentales de las políticas públicas, así como la implementación de las
mismas y la creación de capacidades.58 Adicionalmente, el Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)
- La Secretaria de Recursos Naturales y Ambiente (SERNA), que es la
encargada de definir, coordinar y evaluar las políticas relacionadas con el
ambiente, los ecosistemas, la protección de la flora y la fauna, así como el
sistema nacional de áreas protegidas de Honduras (SINAPH).
- La Secretaria de Agricultura y Ganadería (SAG), que define y coordina la
política agropecuaria, riego y drenaje, así como las relacionadas con la
silvicultura, especialmente de los bosques productivos.
- La Secretaria de la Presidencia de la República, a través de la Unidad de
Apoyo Técnico (UNAT), que coordina la política de desarrollo
socioeconómico del país y la implementación de la Estrategia de Reducción
de la Pobreza,
- La Secretaría de Gobernación y Justicia (SGJ), que coordina la política de
ordenamiento territorial, el desarrollo municipal y el catastro.
- La Secretaría de Educación (SE), que tiene la competencia de coordinar e
implementar la política educativa nacional.
- Las municipalidades, con competencia sobre la administración y la
protección de los bosques ejidales, con el apoyo del Instituto de
Conservación Forestal y Vida Silvestre (ICF), mismo que ejecuta la política
forestal y la política de áreas protegidas.
- La Secretaria Técnica de Planificación y Cooperación Internacional
(SEPLAN), que tiene competencias de planificación nacional y regional, así
como en relación con el ordenamiento territorial
La política fiscal permite hacer frente a las situaciones adversas, como crisis
climáticas, alimentarias o económicas. Honduras es un país muy vulnerable
a estas tres situaciones, por lo que la capacidad de respuesta de sus
instituciones y de movilización de recursos públicos para reducir la
vulnerabilidad, adaptarse al cambio climático y hacer frente a los desastres
naturales incidirá en el desarrollo social, político y económico del país.
Honduras es el país latinoamericano con mayor vulnerabilidad.

CONCLUSIONES

1. El gobierno puede incidir ante el cambio climático en la distribución del


ingreso y en la igualdad de oportunidades. En efecto, una de las
principales funciones del presupuesto público es la de mejorar la
distribución del ingreso para ampliar las oportunidades de desarrollo
mediante un sistema de recaudación progresivo.

2. El cambio climático puede afectar a las finanzas públicas, al reducir la


recaudación impositiva y, al mismo tiempo, requerir programas de
gasto público que deberán ir acompañados de políticas para reducir el
impacto del cambio climático y adaptar el comportamiento y la
producción al nuevo escenario.
Bibliografía
Hernández Aridane Cambio climatico en Honduras [Informe]. - Tegucigalpa : [s.n.], 2016.

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