Está en la página 1de 2

Los MARFANTOS:

En las marismas del delta del Ebro los muertos vivientes también rondan. Se les conoce como
marfantos o Marfanta.
Siempre tienen hambre y permanecen sedientos de los cálidos flujos vitales de los
mortales. Y sus almas contaminadas envenenan toda otra alma que atrapan y
convierten a la víctima en compañero de torturas y sufrimientos sin fin, entre las
gélidas lagunas invernales del delta del Ebro.

Cuenta la leyenda que en el más profundo de los marjales del delta había unas galeras para los
prisioneros más terribles y despiadados de la Corona de Aragón. Bestias humanas engendradas
en la violencia de las guerras y bajo la terrible presión del paganismo y la inquisición; hartos de
placeres más allá de los sentidos humanos, de las delicias más prohibidas e inimaginables y
que incluso harían palidecer a los romanos más depravados de la era de Calígula, y torturados
después con los métodos más salvajes, terribles y fascinantes de la imaginación visceral de la
santa inquisición. Y confinada toda junta, esta escoria salvaje e infrahumana trabajaba de sol a
sol, fuera el día más cruento del invierno o el día más abrasador del verano, secando lagunas
infestadas de mosquitos, sanguijuelas y malaria.

Hasta que un día, a primeros de diciembre, Saturno y Venus alineados con la luna aparecieron
por el suroeste poco después de ponerse el sol. El influjo malévolo de estos astros y toda la
energía negativa que acumulaba el entorno y toda la que habían acumulado los condenados a
lo largo de sus malditas vidas aconteció tanto poderosa que estropea los límites de nuestra
dimensión y abrió una rendija al infierno. Los espíritus malignos de los prisioneros,
magnificados por el influjo demoníaco del hades, se convirtieron en libres del cuerpo mortal y
los poseyeron con fruición. Unos a otros comenzaron a devorarse en una orgía extática de
sangre, vísceras, chillidos y gemidos ahogados. Los que quedaron en pie, al final de la locura,
se deslizaron por entre las lagunas y no se supo mucho más.

Pero cuenta la leyenda que cuando se alinean Saturno, Venus y la luna, en las lagunas del delta
del Ebro se abre esta brecha hacia el infierno y los marfantos buscan cualquier aliento vital
para alimentarse y esparcir su maldición a lo largo de los siglos.
FUE: 15/20 Altura: Como un humano, variable.

AGI: 10/15 Peso: Como un humano, variable.

HAB: 10/15 RR: -100%

RES: 20/25 IRR: 200%

PER: 5/10

COM: 1/5

CUL: 5/10

Protección: Carece.

Armas: Cualquiera de tipo 1,2 o 3. O Arañazos (competencia de pelea) 60% daño 1d3 +
1d6.

Competencias: A nivel base todas excepto correr 75% y saltar 75%.

Especial:

No sufre penalizaciones al recibir heridas.

Lucha hasta el final de sus puntos de vida. Solo vuelve a descansar en paz una vez a perdido
sus puntos de vida negativos, es decir a -20/-25 PV.

Las armas punzantes o cortantes le causan la mitad de daño. Por el contrario las armas
contundentes y mágicas son más efectivas causando daño x2 (x4 si es contundente y mágica).

El agua vendita les quema, haciéndoles perder 2d3 puntos de vida. Se debe superar una tirada
de templanza a la hora de ver un Marfanto o el PJ quedará un asalto paralizado por el pánico.

Si el Personaje entra en combate contra un Marfanto debe tirar por RR, si falla, se unirá a la
violenta orgia de sangre, pelea y canibalismo, convirtiéndose en parte de la Marfanta. Sólo
podrá volver a intentar una tirada de RR para superar la maldición cuando Venus y Saturno
vuelvan a alinearse con Mercurio (cada 2737 años).

http://comteestruch.blogspot.com.es/

Por David Ros y Manel Gómez Estruch.

También podría gustarte