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Práctica Profesional 2 Ejecución.

Módulo 1
1- EL REMATE Y EL MARTILLERO
La presente lectura incorpora contenidos que se refieren a la historia de la subasta en
un contexto global y en América Latina. De igual modo, se expresará un concepto para
la subasta y el profesional que asume la función de la venta a viva voz y al mejor
postor. En el trayecto de la línea del tiempo que aquí evidenciamos, se esbozarán los
modismos y las formalidades que lograron caracterizar a este tipo de venta especial,
en la que son muy llamativas las expresiones antiguas que se pronunciaban en la
península ibérica antes de la colonia en América. Si bien en la actualidad se emplea el
vocablo que se rescata del siglo pasado, cabe agregar que por estos tiempos la subasta
o remate percibe el impacto de las tecnologías digitales.
PRESENTACION DEL CASO
Mariano Arévalo es una persona interesada en llevar adelante la profesión de
martillero y, para tales fines, comenzó a indagar sobre:
La primera duda era saber sobre la información que surge de Medio Oriente, en el
Nínive, y el impacto de los mercados concéntricos de Egipto en el Mediterráneo. No
tenía información del siglo V a. C., por lo que emprendió una búsqueda para obtener
un dato revelador de las actividades que se llevaban a cabo en aquellas épocas,
referidas siempre a la venta en pública subasta.
Es importante hacer una comparación entre los antecedentes de Grecia, Egipto y
Roma, y así despejar dudas sobre la coincidencia o no del proceso. Detectar las
características propias de la región como, por ejemplo, las solemnidades que
diferenciaron la subasta de Egipto y Grecia, o bien que la subasta se realizaba bajo
ciertas circunstancias, tales como una lanza clavada en el centro de un espacio público,
la que portaba un banderín rojo de la legión romana, donde se anunciaba y ponía a la
venta el botín de guerra.

Antecedentes en América Latina y comprobó el impacto de las normas españolas,


donde las subastas fueron ciertamente oficiales, ya que eran llevadas a cabo las ventas
públicas a viva voz por funcionarios que conformaban la Junta de Almonedas,
correspondientes a los respectivos Cabildos. Dichas normas rigieron hasta fines del
siglo XIX de nuestra era, cuando surgió el vocablo martillero. Este término identifica a
la actual función profesional tanto en la norma de fondo como en las leyes
provinciales.
HISTORIA DE LA SUBASTA

Dentro de los antecedentes históricos del remate, no se señalan a ciencia cierta


referencias puntuales en cuanto a dónde y cómo se origina. Etimológicamente significa
el vocablo subasta, que deriva del latín sub (bajo) y asta (lanza), es decir, “bajo la

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lanza”. Fue una palabra empleada en Roma que identificaba el acto de comercializar
bienes y mercaderías a viva voz, en un espacio público, adjudicando al mejor postor.
El “asta” pasó a ser un símbolo destacado en el antiguo imperio romano, ya que
implicaba que el acto de la venta estaba bajo la protección de la fuerza pública, a tal
punto que cuando se trataba del remate de esclavos, la venta se identificaba “bajo
corona”.
Los usos y costumbres, con el tiempo, trajeron a la actualidad el mecanismo de
emplear el asta/lanza para sujetar una bandera de color rojo con el nombre del
martillero que ejerce el remate, como así también la destreza de vender a voz alzada
ante un público presente e interesado en adquirir.

• Originalmente se usaba el trueque pero con la aparición de la moneda se


empezó a utilizar la subasta. Eduardo Lapa aborda la temática histórica sobre el
trabajo documentado de Héctor Méndez y nos indica que durante la época en
que el trueque era el instrumento que se utilizaba para negociar, no se recurrió
a la subasta. La aplicación de la misma fue una consecuencia de la aparición de
la moneda, como nuevo elemento de intercambio comercial que origino las
actividades de compra y venta (Ibáñez, 2012, p. 22).
• Hay quienes indican que los primeros vestigios de la venta pública a viva voz y
al mejor postor surgen en el siglo XIX a. C., donde dio sus primeros indicios en
la ciudad de Nínive, antigua capital del reino de Asiria, que se utilizaba para la
venta de esclavos.
• Otros, por su parte, aseguran que el inicio se dio en Fenicia como instrumento
de negociación en el siglo XV a. C. en los mercados concéntricos del
Mediterráneo, tras el empleo de la moneda, que simboliza la expresión
material del valor para el intercambio.
• Un documento con destacada acreditación revela que la subasta surge de las
antiguas tradiciones de Babilonia, donde se empleaba la subasta en el siglo V a.
C. no solo para la venta de mercaderías, sino que también lo era para ofrecer al
mejor postor jóvenes núbiles, lo que fue igualmente costumbre en Tracia e
Iliria.
Si analizamos lo que la historia inicial nos señala como caso de estudio, ¿podemos
decir que la aparición de la moneda fue un hecho trascendental para la adquisición
de productos y mercaderías?, ¿y que la subasta solo era una modalidad para
introducir el producto al mercado de consumo de la época?, ¿se evidencia con
claridad que el intercambio realizado a viva voz y al mejor postor, con el pago
correspondiente en dinero por la cosa adquirida, era un medio común en aquellas
épocas? Te invitamos a conocer detalles generales de la actividad profesional del
subastador a partir del siguiente artículo titulado
“El remate en tiempos de la tecnología”.
Ni la subasta, una antigua modalidad comercial que se practica desde hace miles de
años, pudo resistir el impacto de las nuevas tecnologías. Hoy “el mejor postor” ya no

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se encuentra en el mismo espacio físico que el resto de los compradores, y ni siquiera
del producto o bien en cuestión. Claro está que fue internet el principal responsable de
los cambios más importantes en el comercio “a viva voz”.
Esta actividad comercial comenzó a utilizarse en el Impero Romano, de donde surge su
denominación a raíz de la simbología que se evidenciaba en el acto de la venta al
clavar una lanza o asta en un lugar público, con un pregonero que anunciaba y
adjudicaba bienes y mercaderías al mejor postor. Las conquistas romanas sobre otros
territorios contribuyeron a que la dinámica comercial en cuestión se dispersara de
manera inmediata, ya que los romanos, luego del triunfo, comercializaban el botín de
guerra inmediatamente.

Así llegaron a Latinoamérica. Fueron los españoles los encargados de traer al


continente “las subastas a ala romana”, es decir “a viva voz, y al mejor postor”. El
rasgo particular de España es que imponían la presencia de un funcionario público o
juez, y además la designación de la venta pública a viva voz viró de denominación
hacia “almoneda”, una expresión que nace luego de la invasión musulmana en el país.
También, utilizaban la expresión “remate”, asociando como la actividad puntual del
rematador, la venta de mercaderías en los puertos y la adjudicación de ciertos cargos o
funciones públicas en las colonias.

Con el paso del tiempo, esta actividad comercial continúo sufriendo modificaciones.
Por ejemplo, los ingleses introducen en América, un golpe de martillo para efectuar la
adjudicación de los bienes y mercaderías de remate. De ahí proviene la expresión
“martillero”, que comenzó a utilizarse por el 1800. La imagen repetida de estos
comerciantes en la forma de venta pública a viva voz, más los carteles que
identificaban a sus establecimientos como “casa de martillo”, hizo que la palabra se
instalará como parte de los usos y costumbres.
Si bien lo anterior es una resumida síntesis de la historia de esta modalidad comercial,
queda reflejado como los avances tecnológicos de cada época empleados para la venta
en subasta va modificando el modo de llevarla adelante, pero sin cambiar la esencia
sustancial que impone la presencia física del martillero.
En la actualidad, las nuevas tecnologías, los protagonistas de la actividad comercial
están conectados online, sin límites en razón de tiempo y espacio, donde se sostiene
una fluida información y participación.
La tecnología ha impactado directamente sobre la función propia de los martilleros y
ha permitido a los profesionales del compra y venta a viva voz, desarrollar aristas
paralelas de su oficio, como el marketing, networking y branding, todas modalidades
que contribuyen al posicionamiento y éxito de su buen nombre en el mercado de
comercialización de bienes por medio de la subasta.
ORIGEN EN GRECIA EGIPTO Y ROMA

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Podemos abordar los procesos que se fueron suscitando en la historia de la subasta. En
este marco, consideramos que hubo un eje de influencia helénica en Egipto, pero la
subasta romana, por su parte, fue más originaria o propia y, por cierto, más difundida.
Por esta razón, podemos destacar algunos de los acontecimientos históricos que
surgieron en torno a esta antigua modalidad de comercialización en esos diferentes
lugares. Observemos a continuación algunas características de Grecia, Egipto y Roma.

GRECIA EGIPTO ROMA


Las subastas se Se desarrolló la subasta Se realizaban en una plaza
realizaban en el administrativa helénica, pública o forum. En medio del
ágora (plaza introducida tras la foro, se clavaba una lanza y, en
pública), donde conquista de Alejandro público, el magistrado, con la
había una tribuna Magno. La subasta colaboración del pregonero,
desde la cual el constituía un acto solemne procedía a subastar. El
heraldo (oficial que se realizaba delante pregonero daba a conocer los
público) la llevaba a de funcionarios, cuya objetos que se remataban e
la práctica. autoridad no podía ser incitaba las pujas, pero la
reprochada ni atacada por adjudicación al mejor postor la
nadie, bajo ningún realizaba el magistrado. La
pretexto, pues ellos tenían venta era a viva voz y los
el poder suficiente hasta interesados realizaban su
para cubrir cualquier vicio postura en voz alta o
que se pudiera presentar. levantando el dedo. Cuando el
magistrado adjudicaba a quien
efectuó la mejor oferta, el
comprador, en señal, alzaba la
mano, la que era tomada.
En Grecia sería 2 En Egipto sería 3 En Roma sería oficial
administrativa administrativa oficial. judicial
privada.
Se pregonaba con El sistema fue fácilmente Se realizaban en una plaza
suficiente incorporado y pública “fórum”. En medio del
anticipación las cuidadosamente foro se clavaba una lanza y en
condiciones, y se reglamentado, hubo público el magistrado con la
ejecutaba la gestión innovación en el colaboración del pregonero,
el día anunciado. La procedimiento tras la procedía a subastar. El
concurrencia era creación de la “sucesión de pregonero daba a conocer los
libre y dispuesta a remates consecutivos” en objetos que se remataban e
todo público; el que un mismo llamado a incitaba las pujas, pero la
se ubicaba en subasta (estilo a martillo adjudicación al mejor postor la
tribunas desde corrido) como así también realizaba el magistrado. La
donde se excitaban la novedad de recibir las venta era a viva voz y los
las pujas, siendo el propuestas por escrito (a interesados realizaban su
funcionario o modo oferta bajo sobre). postura en voz alta o
magistrado Se realizaban en la “banca levantando el dedo. Cuando el
designado el que real” (oficinas de magistrado adjudicaba a quien
adjudicaba al mejor arrendamiento), o bien efectuó la mejor oferta, el

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postor. La como sucedía en Tebas, en comprador, en señal, alzaba la
recaudación de un local del gran templo de mano la que era tomada.
impuestos Amón; las operaciones Durante el Imperio, se
normalmente, en la llegaban a ser de tan estableció un plazo posterior a
época, la realizaba magnitud que poderosos la mejor oferta, durante el cual
un funcionario de Asiria y Fenicia viajaban se podía mejorar el último
acompañado de un todos los años para precio, antes de que el
grupo de milicias, y participar en Alejandría de magistrado adjudicara
en Grecia se las subastas, las que se definitivamente. Muy similar a
consideró como ejecutaban en el primer los actuales procesos de
mejor manera de mes (Thot) del año egipcio. subasta judicial con la espera
percibir los tributos La subasta constituía un de un minuto de ley controlado
de sus ciudadanos acto solemne que se por el actuario del tribunal. No
mediante el realizaba delante de había limitación para la
arrendamientos de funcionarios, cuya concurrencia de interesados a
estos a través de la autoridad no podía ser la compra en subasta, pudiendo
subasta, tipo de reprochada ni atacada por observarse la presencia de
mecanismo nadie, bajo ningún postulantes pertenecientes a
organizado por la pretexto, pues ellos tenían las más diversas clases sociales;
administración el poder suficiente hasta pero en verdad la libertad para
pública, las que para cubrir cualquier vicio efectuar posturas en las mismas
comenzaron a ser que se pudiere presentar. no fue del todo absoluta, por
comunes a Se constituiría este proceso ejemplo a los senadores les
mediados del siglo en dicho lugar como “la estaba prohibido tomar parte
V a.C. Mediante cuna del monopolio en dicha actividad. La
este sistema - comercial y financiero”, restricción alcanzaba también a
motivación muy pues, tanto es así que las los adjudicatarios de subastas
lucrativa- corrían la rentas principales se anteriores que hubieren
misma suerte el obtenían del arriendo de eludido o incumplido alguna
derecho a los impuestos –sistema reglamentación, como así
explotación de introducido por los también no podían participar
minas, la locación Ptolomeos- y los negocios los que adeudaban sumas al
de bancos y reales, estos últimos Estado en concepto de
operaciones de comprendían a: minas y arriendos adjudicados
cambio, los canteras, sal, miel, mirra, anteriormente. Roma se
templos, los bienes pesca, aceite, papel, caracterizaba en no realizar
públicos, así como materias primas de nada por vía directa, desde la
los confiscados y las perfumería y medicinal, percepción de los impuestos,
obras públicas, etc., también el Estado las construcciones, servicio de
entre otros. En la arrendaba la banca real en transporte para abastecer al
polis la forma de subasta. ejército, arrendamiento de
obtener el tierras cultivables, impuesto
sacerdocio del culto por circulación de mercaderías,
público era por explotación de minas, obras
herencia o públicas, etc. Todo se hacía por
elecciones, pero la correspondiente subasta
también se

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implementó por administrativa, pues había
compra en subasta. confiabilidad y transparencia.

Asimismo, dentro de los procesos históricos de la subasta en Roma, tenemos

• Botín de guerra: acción empleada en la expansión del imperio. Según las


costumbres de la época, los romanos aplicaban a sus vencidos el “derecho del
vencedor”, el que significaba tomar todo bien de propiedad del enemigo
vencido, lo que consistía en las tierras ocupadas hasta los habitantes con sus
pertenencias y hacienda. La venta en pública subasta se podía efectuar en el
mismo lugar del botín de guerra, aunque a veces lo trasladaban a otros lugares.
También se realizaron algunas subastas en el Foro de Trajano.
• Lex Cornelia de proscriptione: la norma regía en los casos donde se dictaba la
proscripción de las personas, lo que traía como consecuencia la confiscación de
sus bienes y, la venta de los mismos que se realizaba comúnmente en pública
subasta. Las ventas en esta modalidad dejaron al descubierto los excesos del
poder y abundaron las irregularidades en la época de su aplicación (Ibáñez,
2019).
En estos procesos, podríamos indicar la eventual categoría de la subasta:
1 En Grecia sería administrativa privada. 2 En Egipto sería administrativa oficial. 3
En Roma sería oficial judicial
Dentro de estos tres ejes históricos del origen de la subasta, ¿podemos distinguir
las categorizaciones de subastas? Oficiales, judiciales y particulares. A su vez,
¿reconocemos aspectos distintos procesos entre estos procesos? En cuanto a
lugar, quién lo designaba, entre otros. La subasta era a VIVA VOZ
ANTECEDENTES LATINOAMERCIANOS

El historiador español Joaquín Escriche (Lapa, 2005) reflejaba que las subastas se
debían realizar en el lugar en donde estaba el bien que se iba a vender. Dicho acto
de venta se efectuaba en presencia de un juez o, en su reemplazo, de un escribano
actuario. Los oferentes presentes manifestaban por señas sus pujas, y el escribano
era el encargado de anotar las ofertas y no aceptaba ninguna que no cubriese las
dos terceras partes de la tasación realizada sobre el bien. Al igual que en la
actualidad, la oferta de mayor monto dejaba sin efecto a las posturas anteriores de
menor valor económico.
Dentro de las expresiones típicas de la actividad profesional, en la península
ibérica, los antecedentes señalan que, en las épocas posteriores a la invasión
musulmana, surge la palabra almoneda, la cual identificaba la actividad de la
subasta y a la persona que oficiaba la ceremonia de venta a viva voz se lo llamaba
almonedero. Asimismo, en Cataluña y Aragón, los modismos locales identificaron
al vendedor a viva voz que adjudicaba al mejor postor como encantero.

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• ¿Qué era la almoneda? Era la venta pública de bienes muebles. Se realizaba sin
intervención de la Justicia ni con un funcionario del rubro y se adjudicaba el bien al
que daba mayor suma.
La gestión previa era la tasación realizada por los expertos para tener su
justo valor. Esta venta particular y voluntaria se suscitaba para alhajas,
trastos, etcétera, que se ponían alrededor de una lanza, al estilo de la
subasta romana. No era otra cosa que el mercado o la venta que se hacía
de los despojos ganados al enemigo en la guerra.
Asimismo, en nuestro país se adopta el vocablo REMATE en consonancia con el
significado de terminar u acabar una situación. En este caso, se determina
abruptamente la propiedad de los bienes, cosas o servicios en una venta pública y al
mejor postor, dictaminado previamente por resolución de un juez o funcionario
público. En América Latina, se cumplía con todas las disposiciones que se establecían
desde España para sus virreinatos. Tenemos como antecedente directo que, en 1793,
la Real Imprenta de Niños Expósitos publicó la Guía de forasteros en la ciudad y
virreinato de Buenos Aires, en la que se evidenció un listado de las instituciones del
virreinato, donde consta la Junta de Almonedas.
Asimismo, se debe considerar el antecedente histórico puntual que suscitó en
nuestro país que se le otorgara dicho nombre a la actividad profesional del
martillero.

Indica la profesora Mirtha Cabullo, al referirse que el término martillero es


introducido al país por el inglés Tomas Gowland quién establecido en Buenos
Aires en el año 1826 organizó su primera oficina de ventas en remate, lo que se
denominó por entonces Casa de Martillo, tomando como referencia el pequeño
martillo que los rematadores ingleses usaban desde tiempo inmemorial para
efectuar las subastas (Ibáñez, 2012, pp. 28-29).
El vocablo almoneda –que suscita en América con la Junta de Almonedas- está
contemplado en legislaciones actuales de América, tal como el art. 1412 (entre otros)
del Código de Comercio de México, al igual que en Venezuela donde en su Código de
Comercio indica: artículo 82° Los venduteros venden en pública almoneda, al mejor
postor, productos naturales, mercancías sanas o averiadas y bienes muebles de toda
especie. Venduteros son las personas que se dedican profesionalmente a vender en
nombre propio, pero por cuenta de otro, en pública almoneda, al mejor postor
productos naturales, mercancías sanas o averiadas y bienes muebles de toda especie,
conceptualiza Ely Saúl Barboza Parra.
La función es la de realizar actividad comercial a través de un “mandato” otorgado
por un tercero, propietario de los bienes a vender, para que este realice el negocio en
subasta pública. Los venduteros, llamados también rematadores, almonedas,
subastadores, martilleros o auctioneer, pues varía su designación o expresión según
el origen y, va con una lógica propia del proceso de la venta conforme la región.

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A modo de ejemplo tenemos la subasta “bajo el asta” romana; almoneda “a la
moneda” derivación de expresión árabe; rematadores “concluyen, re matan al mejor
postor”, venduteros “verdurear, venta de cosas pequeñas”, y martillero “por usar un
golpe de martillo”.
a) La bandera roja de remate En cuanto al empleo de la bandera para la subasta,
podríamos indicar que ya en la época de los “botines de guerra” romanos, si bien
se clavaba una lanza para indicar el lugar de venta, pues también se evidenciaba,
el uso frecuente de pequeñas banderas o estandartes, simbolismos que no eran
sólo de identificación, sino también de formalidad y autoridad. De igual modo, esta
costumbre de banderas para “identificar” por ejemplo legiones romanas, coronas
españolas, castas sociales, etc., se considerada en toda Europa. Con la llegada
española al Nuevo Mundo, también fue usual tener presente el asta con una
bandera “identificadora” en toda actividad o función que revistiera cierta
solemnidad.

Los colores predominantes estaban entre: rojo, magenta, púrpura y azules. Y en el caso
de las Coronas españolas, el color rojo era es más usual. En materia de subastas, cabe
agregar que en Europa no constaba ninguna reglamentación que imponga la bandera
para el remate como solemnidad u obligación, ni tampoco el color rojo. Asimismo en
América Latina, no rige en el detalle de las reglamentaciones de la colonia referencia
alguna sobre banderas propiamente dichas para subastas, pues lógicamente quizás en
cada evento -como ocurre en toda actividad de la función pública- estaba presente “la
bandera oficializada” de la época. No obstante podemos rescatar de los usos del Siglo
XIX algunos detalles de eventos con presencia de bandera, por ejemplo Eduardo Lapa
relataba que la bandera de remate era muy habitual en nuestro medio y nos
manifiesta un indudable episodio que surge de un informe de agosto de 1848, donde
el Jefe de Policía de Buenos Aires Don Juan Moreno le dirige al Gobernador Juan
Manuel de Rosas, en virtud a un incidente sostenido con un diplomático de Cerdeña a
raíz de la colocación de banderas en los balcones de su casa; en dicho informe queda
expresamente asentado el emplazamiento a retirarlas, pues la única excepción que se
hace es con las casas de remate, a quienes se les permitido colocar las banderas
correspondientes, como anuncios de venta. Este hecho demuestra, no solo un
antecedente de la actividad, sino que además, el grado de incidencia ciudadana en la
vida comercial de la sociedad argentina que tenía esta función. Pero se rescata del
relato que no hay mención alguna al “color de las banderas” objeto de discusión del
suceso. Lapa también señalaba que la bandera de subasta no sólo era un medio de
publicidad comercial, sino que su presencia en el acto de venta responsabilizaba al
rematador en razón de que cuyo nombre debía estar impreso en la misma. El uso de la
misma no era indispensable ya que se trataba de una costumbre no reglamentada. Si
bien no hay un antecedente directo que indique que la bandera siempre fue roja, pues
lo que sí está en claro es que el subastador empleaba usualmente la bandera con su
insignia de la casa de remates o con su nombre, como medio de publicidad y práctica
ubicación de los bienes a subastar.

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Actualmente(texto extra)

Para adquirir un objeto en pública subasta presencial o electrónica, el interesado en


comprar en el acto, debe ofrecer un monto de dinero conforme el instructivo o
condiciones de ventas establecidas como reglamento para el evento del remate.
Ejemplo: base económica –punto de partida de la venta- y desde allí realizar
ofrecimientos, con posturas mínimas. Si la subasta se realiza con pujas ascendentes,
“al mejor postor”, pues la adjudicación será al mayor precio ofrecido, sin que otra
persona realice un ofrecimiento superior en un determinado tiempo; el que puede ser
establecido con un “conteo” de minuto o bien al tercer golpe de martillo. La puja en
subasta se evidencia como una competencia de oferentes interesados en adquirir una
cosa, y conforme el interés sobre la misma se promueve la oferta con el aumento de
precio: quién ofrece más dinero, tendrá la puja más elevada y podrá obtener –si nadie
la mejora- el objeto competido. Lógica e ilógica de la puja en subasta El objetivo del
oferente es ganar al precio más bajo posible para adquirir el producto anhelado para
“alardear”… Aunque puede ofrecer un valor muy alto que rompa con la expectativa de
la subasta para quedarse con el producto y “alardear” también…Las pujas pueden ser
ascendentes –que es lo común o tradicional para adquirir un bien- pero también
pueden ser descendentes – lo que eventualmente es para ofrecer un servicio como en
el caso de una licitación donde compiten con precios que conforman presupuestos
bajos económicamente-. También pueden ser verbales en una subasta presencial, o
bien impresas mediante la modalidad de oferta bajo sobre. En caso de ausencia física
del interesado en adquirir el bien en el acto de remate, tenemos la modalidad
electrónica que permite comunicar la oferta mediante innovados procesos
tecnológicos dinamizados por el internet, u otro recurso como el telefónico. Por su
parte, dentro de la competencia de precios y a modo de estimulación de la puja, surge
una expresión usual que es la de “grupier”. Se le atribuye este nombre a la persona
que está “involucrada” en el espacio físico y/o tecnológico de los oferentes,
participando activamente en levantar la puja o postura de ofrecimiento que generan
los competidores interesados en obtener el producto. Esta acción de incentivo a la
puja no es evidenciada, sino más bien es disimulada, y dependiendo del caso puede
ser activada por el comitente o subastador, con la única finalidad de que el producto
no sea vendido en un precio muy bajo. Según la zona o idiosincrasia del sector
comercial, se puede escuchar pronunciar como “grupí” o “grupier”, pero la expresión
original de la persona que estimula apuestas es “crupier”, y la misma se emplea en los
juegos de azar, donde se le llama de esta manera a la persona que invita y, estimula
las apuestas en un juego de casino (Ej.: en black Jack, ruleta…) Asimismo, es oportuno
también señalar que era usual denominar a los “exaltador de pujas” como “gurupies”,
este último término es expresado por el mexicano José Joaquin Fernández de Lizardi
en 1842 en una obra literaria, donde también se asociaba el vocablo con las “casas de
juegos de azar y apuestas”.

2- EL MARTILLERO

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Conocer a fondo la legislación nacional que rige la función del martillero querige para
todo el territorio de la nación pero se complementa su cumplimiento con las
respectivas normas de forma, que se constituyen en los colegios profesionales de cada
provincia.
1. Elementos fundamentales para el ejercicio de la función :
2. Las condiciones habilitantes,
3. Derechos y las obligaciones del martillero.
4. Contar con el título universitario,
5. constituir una fianza profesional,
6. no estar comprendido entre las inhabilidades e incompatibilidades, entre otros
requisitos, son las obligaciones que indica la Ley 20266/73, pero tuvo un
impacto significativo al régimen del martillero la modificatoria Ley N.°
25028/99 .

PRESENTACION DEL CASO


Mariano Arévalo comienza a colaborar en las gestiones profesionales que realiza el
martillero Pedro López (activo en la matrícula). Su primera duda era saber cómo se
conceptualizaba en la ley de nuestro país al martillero; asimismo, también quería
conocer lo que regula en general la norma al respecto.
Dentro de la conceptualización, verificó que no hay ley alguna que se refiera a la
función propia del martillero en el sentido de expresar quién es y qué es lo que
realiza, sino que solo se indica en la norma todo aquello atinente a las condiciones
habilitantes, las funciones, las obligaciones y los derechos, entre otros. No obstante,
a Mariano se le plantea una inquietud en cuanto a su domicilio, ya que es requisito de
la ley estar domiciliado por un año en la jurisdicción, y resulta que su domicilio real
está constituido en otra provincia. Asimismo, toma conocimiento que el profesional
López tiene matrícula habilitada desde el año 1977, por lo que no posee título
universitario.
El Régimen Legal del Martillero surge en el año 1973, y Mariano observa que dicha Ley
N.° 20266/73 ha tenido distintas modificaciones, siendo la más importante la Ley N.°
25028/99. La modificación fundamental marcó dos circunstancias para el régimen:
a) la condición de que el martillero tenga un título universitario para matricularse;
b) se incorporó el Capítulo XII para la actividad del corredor. En el principal contexto
normativo, se evidencian las obligaciones y los derechos. Asimismo, la presente ley le
señala al futuro profesional cuáles son los requisitos que deben tenerse presentes al
momento de solicitar la matrícula habilitante en su jurisdicción.
Por lo que Mariano se aboca a cerciorarse sobre cómo es la obligatoriedad del título
y la situación del domicilio según la jurisdicción. Aclaradas estas referencias para
obtener la matrícula profesional, considerará la posibilidad de asociarse para llevar
adelante la gestión profesional del martillero público, por lo que también tendrá que
consultar, ya que en la ley parecería que solo se refiere al rematador de hacienda
cuando señala la posibilidad de una sociedad profesional.

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CONCEPTO Y NATURALEZA JURIDICA

Este profesional posee variadas designaciones, tal como pudimos observar en los
contenidos históricos; no obstante, las sintetizaremos con la siguiente reseña:
subastador o rematador es el profesional que vende bienes públicamente y a viva
voz; para tales fines, es necesario que previamente se publiciten las condiciones del
acto para así dar inicio a la venta e incitar a los oferentes a que realicen y mejoren
sus propuestas dinerarias; a su vez, este profesional recibe las posturas y adjudica en
dicho acto al mejor postor (Ibáñez, 2012).
Según los usos y las costumbres, como así también la jurisprudencia en los lugares de
actuación, en Argentina, la denominación empleada es la de martillero, expresión
utilizada por primera vez el 26 de marzo de 1822 en la Resolución Ministerial de
Rivadavia que autorizaba la apertura de casas de martillo para la venta de frutos y
productos del país (Lapa, 2005). Dicha denominación queda totalmente ratificada en
el siglo XX con la Ley N.° 20266 del año 1973, la que regula sobre el Régimen Legal
del Martillero.
Miguel Piedecasas (1997) describe a este profesional como “la persona legalmente
facultada para realizar la operación de remate”, considerando que el anterior Código
de Comercio Argentino (3) no definía al martillero y de igual modo, el actual Código
Civil y Comercial de la Nación (4) , tampoco conceptualiza a este profesional el Decreto
Ley Nacional N.° 20266/73, ni las leyes provinciales de colegios profesionales (Ej.: Ley
N.° 7547 de Santa Fe, la Ley N.° 7191 de Córdoba, la Ley N.° 3043 de Mendoza, la Ley
N.° 10973 de Buenos Aires, entre otras), es por ello que considera que el desarrollo
conceptual debe ser conformado desde la jurisprudencia nacional.
[3] Hoy derogado. Vigente unificado Código Civil y Comercial de la Nación.
[4] Ley N.° 26994. (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso
de la Nación.
“La profesión de martillero consiste en la venta pública y al mejor postor de cosas que
con tal objeto se encomiendan, de modo que las operaciones ajenas al procedimiento
de remate o subasta no son inherentes a tal profesión” (S.C.J.B.A., 22-12-87, causa B.
49.077, D.J.B.A., sum.11.049).-
“Martillero o rematador es la persona que hace profesión de la venta pública y al
mejor postor de cosas que con tal objeto se le encomiendan, o sea, que en forma
habitual realiza los remates o subastas –venta al público- de viva voz y al mejor postor
con o sin base, de bienes determinados muebles e inmuebles: propone la enajenación
indicando sus condiciones, recibe las ofertas de precio y mediante un golpe de martillo
adjudica los casos perfeccionando la compraventa” (S.C.J.B.A 22-8-84, causa B. 49.097,
D.J.B.A., sum 3834; J.A. 1984-III-747).
REGIMEN DE REGULACION NACIONAL. ASPECTOS GENERALES

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Un 10 de abril de 1973 se sancionó el Decreto Ley N.° 20266 por el Ejecutivo
(presidente de la nación, Alejandro Lanusse). Cabe agregar que las disposiciones de la
legislación nacional sobre los martilleros, al igual que todas las normas que contiene,
se aplican en todo el territorio nacional.
Cualquier habitante del país que cumpla con los requisitos establecidos por la Ley N.°
20266 podrá acceder a la matrícula de martillero, y debe obtenerla sin que se le exija
otros requisitos, salvo los que prevean las leyes locales, conforme reglamentan las
funciones, mediante los respectivos colegios profesionales.
Dentro de las modificaciones al Régimen Legal del Martillero de 1973, tenemos las
siguientes normas de impacto:

a) la Ley N.° 20306, decreto del Poder Ejecutivo Nacional (PEN) (1973), modifica el
artículo 25;
b) la Ley N.° 25028, sancionada por insistencia por el Honorable Congreso de la Nación
(HCN) (1999), modifica el nombre de la ley, que pasa a llamarse Régimen Legal de
Martilleros y Corredores y el artículo 1 e incluye el Capítulo XII para el corredor;
c) la Ley N.° 26994, sancionada por el HCN en 2014, dicta la unificación de Códigos Civil
y Comercial, conceptualiza la función del corredor y deja sin efecto los artículos del
Capítulo XII (con la Ley N.° 27077 [2014] entra en vigencia el Código Civil y Comercial);

d) no obstante, desde su sanción, se suscitaron una serie de resoluciones desde la


Inspección General de Justicia que generaron el ordenamiento y la actualización a la
norma.
Asimismo, cabe agregar que, sancionada la ley modificatoria que impuso nuevos
requisitos para la habilitación profesional, es oportuno indicar que los profesionales
activos a la fecha de la sanción se equipararon con los egresados universitarios: “A
partir del establecimiento de los títulos universitarios y por única vez, se equipararán
los corredores y martilleros habilitados para el ejercicio de sus funciones a dicha
fecha, con los egresados universitarios” Art. 3. Ley N.° 25028. (1999). Régimen Legal
de Martilleros y Corredores. Honorable Congreso de la Nación.
Los martilleros y corredores que estuviesen activos al momento de la sancion de la ley
25028 seran equiparados como egresados universitarios
OBLIGACIONES, DERECHOS Y DEBERES

Es oportuno expresar en esta instancia que la figura o la función del martillero no se


encuentra conceptualizada en el Código Civil y Comercial de la Nación ni tampoco en el
Régimen Legal N.° 20266/73 6 , siendo este último el que actualmente regula en
cuanto a las condiciones habilitantes (Cap. I), las inhabilidades (Cap. II), la matrícula
(Cap. III), las incompatibilidades (Cap. IV), las facultades (Cap. V), las obligaciones, los
remates de lotes y los bienes muebles (Cap. VI), los derechos (Cap. VII), los libros
(Cap. VIII), las prohibiciones (Cap. IX), las sanciones (Cap. X) y las disposiciones
generales (Cap. XI) para el martillero. Además, tras la vigencia del código unificado, no

12
hay variación normativa alguna para este profesional. [6] Régimen Legal N.° 20266/73.
Condiciones habilitantes. Poder Ejecutivo Nacional.
La fianza, la que tiene como misión garantizar el correcto ejercicio de gestión
profesional. Si bien no se encuentra dentro de la enumeración de las obligaciones, esta
se presenta en dos artículos de la norma, a saber: en el artículo 3, inciso d y en el
artículo 6: “La garantía que se refiere el artículo 3°, inciso d) es inembargable y
responderá exclusivamente al pago de los daños y perjuicios que causare la actividad
del matriculado” . Artículo 6. Ley N.° 20266/73. Matrícula. Poder Ejecutivo Nacional.
Jurisdicción de la matrícula profesional
Al momento de matricularse, el aspirante a martillero debe inscribirse en la
jurisdicción que corresponda a su domicilio según artículo 3 de la Ley N.° 20266/73 8
. En el inciso c del mencionado artículo, no se hace referencia a si debe tener un
plazo o tiempo de estadía determinado en el domicilio la persona,
A diferencia del corredor, que en el artículo 33, inciso c, sí le indica que debe tener
un año acreditado en el domicilio donde pretende ejercer el corretaje.
Derechos del martillero El artículo 11 detalla los dos derechos esenciales que posee el
profesional:
a) el cobro de la comisión que determine su norma arancelaria;

b) el reintegro de los gastos autorizados y acreditados.


Por su parte, el artículo 15 de la citada norma de estudio indica que estos
profesionales pueden formar sociedades conforme la clasificación que indica la ley
(con excepción de las cooperativas) y que cada uno de los integrantes deberá
constituir una fianza, por lo que se daría a entender que todos los socios deben ser
matriculados bajo la Ley N.° 20266/73. [10] Artículo 15. Ley N.° 20266/73. Derechos.
Poder Ejecutivo Nacional.
No obstante, el artículo 16 (11) , que abarca sobre las sociedades para remate feria,
solo señala la obligación de ser matriculado para aquel que ejecute el remate. Esta
situación quedará a la mejor interpretación dentro de la normativa local, aquella que
regula el colegio profesional de cada provincia. [9] Artículo 11. Ley N.° 20266/73.
Derechos. Poder Ejecutivo Nacional. [11] Artículo 16. Ley N.° 20266/73. Derechos.
Poder Ejecutivo Nacional.

¿Para poder obtener la matrícula de martillero, será necesario tener un plazo o tiempo
de residencia en la jurisdicción territorial a la que pertenezca el interesado?
La ley nacional no indica temporalidad en el domicilio para obtener la matricula de
martillero (a diferencia del requisito que es para el corredor)
¿Quiénes se pueden asociar según la Ley N.° 20266/73? Podrán formar sociedades los
martilleros habilitados y con fianza de ley que integren cualquier tipo de sociedad
(excepto las cooperativas)

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LEY N° 20.266 LEY:
CAPITULO I Condiciones Habilitantes
Artículo 1° –
Para ser martillero se requieren las siguientes condiciones habilitantes:
a) Ser mayor de edad y no estar comprendido en ninguna de las inhabilidades del
artículo 2º;
b) Poseer título universitario expedido o revalidado en la República, con arreglo a las
reglamentaciones vigentes y las que al efecto se dicten.(Artículo sustituido por art. 1°
de la Ley N° 25.028 B.O. 29/12/1999. Vigencia: a partir de los sesenta días de su
publicación en el Boletín Oficial.)
CAPITULO II Inhabilidades. Causales de inhabilidad.
Art. 2° – Están inhabilitados para ser martilleros:
a) Quienes no pueden ejercer el comercio;
b) Los fallidos y concursados cuya conducta haya sido calificada como fraudulenta o
culpable, hasta 5 (cinco) años después de su rehabilitación;
c) Los inhibidos para disponer de sus bienes;
d) Los condenados con accesoria de inhabilitación para ejercer cargos públicos, y los
condenados por hurto, robo, extorsión, estafas y otras defraudaciones, usura,
cohecho, malversación de caudales públicos y delitos contra la fe pública, hasta
después de 10 (diez) años de cumplida la condena;
e) Los excluidos temporaria o definitivamente del ejercicio de la actividad por sanción
disciplinaria;
f) Los comprendidos en el artículo 152 bis del Código Civil.
CAPITULO III Matrícula Requisitos para la matrícula
Art. 3° – Quien pretenda ejercer la actividad de martillero deberá inscribirse en la
matrícula de la jurisdicción correspondiente. Para ello deberá cumplir los siguientes
requisitos:
a) Poseer el título previsto en el inciso b) del artículo 1º;
b) Acreditar mayoría de edad y buena conducta;
c) Constituir domicilio en la jurisdicción que corresponda a su inscripción;
d) Constituir una garantía real o personal y la orden del organismo que tiene a su cargo
el control de la matrícula, cuya clase y monto serán determinados por éste con
carácter general; (Nota Infoleg: Por art. 1° de la Resolución N° 1/2000 Inspección
General de Justicia B.O. 11/02/2000, se fija la suma de $ 500 (pesos quinientos) como
importe del depósito a partir de la entrada en vigencia de la reforma ley 25.028; y que
dicha suma además de en dinero efectivo, podrá acreditarse a opción del interesado,
mediante la contratación de un seguro de caución a favor de la Inspección General de
Justicia.)
e) Cumplir los demás requisitos que establezca la reglamentación local.
(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 25.028 B.O. 29/12/1999. Vigencia: a partir
de los sesenta días de su publicación en el Boletín Oficial.)
Gobierno Art. 4° – El gobierno de la matrícula estará a cargo, en cada jurisdicción, del
organismo profesional o judicial que haya determinado la legislación local respectiva.
Legajos Art. 5° – La autoridad que tenga a su cargo la matrícula ordenará la formación
de legajos individuales para cada uno de los inscriptos, donde constarán los datos
personales y de inscripción, y todo lo que produzca modificaciones en los mismos.
Dichos legajos serán públicos.

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Afectación de la garantía Art. 6° – La garantía a que se refiere el artículo 3°, inciso d) es
inembargable y responderá exclusivamente al pago de los daños y perjuicios que
causare la actividad del matriculado, al de las sumas de que fuere declarado
responsable y al de las multas que se le aplicaren, debiendo en tales supuestos el
interesado proceder a la reposición inmediata de la garantía, bajo apercibimiento de
suspensión de la matrícula.

CAPITULO IV Incompatibilidades
Empleados públicos.
Art. 7° – Los empleados públicos aunque estuvieran matriculados como martilleros,
tendrán incompatibilidad salvo disposiciones de leyes especiales y el supuesto del
artículo 25, para efectuar remates ordenados por la rama del poder o administración
de la cual formen parte.

CAPITULO V Facultades
Art. 8° – Son facultades de los martilleros:
• Venta en remate publico a) Efectuar ventas en remate público de cualquier clase
de bienes, excepto las limitaciones resultantes de leyes especiales;
• Tasaciones b) Informar sobre el valor venal o de mercado de los bienes para cuyo
remate los faculta esta ley;
• Informes c) Recabar directamente de las oficinas públicas y bancos oficiales y
particulares, los informes o certificados necesarios para el cumplimiento de las
obligaciones previstas en el artículo 9°;
• Medidas de garantía d) Solicitar de las autoridades competentes las medidas
necesarias para garantizar el normal desarrollo del acto de remate.
CAPITULO VI Obligaciones
Art. 9° – Son obligaciones de los martilleros:
Libros a) Llevar los libros que se establecen en el Capítulo VIII;
Títulos b) Comprobar la existencia de los títulos invocados por el legitimado para
disponer del bien a rematar. En el caso de remate de inmuebles, deberán también
constatar las condiciones de dominio de los mismos;
Convenio con el legitimado c) Convenir por escrito con el legitimado para disponer del
bien, los gastos del remate y la forma de satisfacerlos, condiciones de venta, lugar de
remate, modalidades del pago del precio y demás instrucciones relativas al acto,
debiéndose dejar expresa constancia en los casos en que el martillero queda
autorizado para suscribir el instrumento que documenta la venta en nombre de aquél;
Publicidad d) Anunciar los remates con la publicidad necesaria, debiendo indicar en
todos los casos su nombre, domicilio especial y matrícula, fecha, hora y lugar del
remate y descripción y estado del bien y sus condiciones de dominio.
En caso de remates realizados por sociedades, deberán indicarse además los datos de
inscripción en el Registro Público de Comercio.
Remate de lotes. Cuando se trate de remates de lotes en cuotas o ubicados en pueblos
en formación, los planos deberán tener constancia de su mensura por autoridad
competente y de la distancia existente entre la fracción a rematar y las estaciones
ferroviarias y rutas nacionales o provinciales, más próximas. Se indicará el tipo de
pavimento, obras de desagüe y saneamiento y servicios públicos, si existieran;

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Acto de remate e) Realizar el remate en la fecha, hora y lugar señalados, colocando en
lugar visible una bandera con su nombre y, en su caso, el nombre, denominación o
razón social de la sociedad a que pertenezcan;
f) Explicar en voz alta, antes de comenzar el remate, en idioma nacional y con precisión
y claridad los caracteres, condiciones legales, cualidades del bien y gravámenes que
pesaren sobre el mismo;
Posturas g) Aceptar la postura solamente cuando se efectuare de viva voz; de lo
contrario la misma será ineficaz;
Instrumento de venta h) Suscribir con los contratantes y previa comprobación de
identidad, el instrumento que documenta la venta, en el que constarán los derechos y
obligaciones de las partes. El instrumento se redactará en 3 (tres) ejemplares y deberá
ser debidamente sellado, quedando uno de ellos en poder del martillero.
Bienes muebles Cuando se trate de bienes muebles cuya posesión sea dada al
comprador en el mismo acto, y ésta fuera suficiente para la transmisión de la
propiedad, bastará el recibo respectivo;
Precio i) Exigir y percibir del adquirente, en dinero efectivo, el importe de la seña o
cuenta del precio, en la proporción fijada en la publicidad, y otorgar los recibos
correspondientes;
Rendición de cuentas j) Efectuar la rendición de cuentas documentada y entregar el
saldo resultante dentro del plazo de 5 (cinco) días, salvo convención en contrario,
incurriendo en pérdida de la comisión en caso de no hacerlo;
Deber de conservación k) Conservar, si correspondiere, las muestras, certificados e
informes relativos a los bienes que remate hasta el momento de la transmisión
definitiva del dominio;
Otros deberes
l) En general, cumplimentar las demás obligaciones establecidas por las leyes y
reglamentaciones vigentes.
Remate en ausencia del dueño
Art. 10. – Sin perjuicio de las obligaciones establecidas en la presente ley, cuando los
martilleros ejerciten su actividad no hallándose presente el dueño de los efectos que
hubieren de venderse, serán reputados en cuanto a sus derechos y obligaciones,
consignatarios sujetos a las disposiciones de los artículos 232 y siguientes del Código
de Comercio.
CAPITULO VII Derechos
Comisión.
Art. 11. – El martillero tiene derecho a:
a) Cobrar una comisión , salvo los martilleros dependientes, contratados o adscriptos a
empresas de remate o consignaciones que reciban por sus servicios las sumas que se
convengan, pudiendo estipularse también la comisión de garantía en los términos del
artículo 256 del Código de Comercio; (Inciso sustituido por art. 1° inc. 12 del Decreto
N° 240/99 B.O. 29/12/1999. Vigencia: a partir de los sesenta días de su publicación en
el Boletín Oficial.)
Reintegro de gastos
b) Percibir del vendedor el reintegro de los gastos del remate, convenidos y realizados.
Suspensión del remate
Art. 12. – En los casos en que iniciada la tramitación del remate, el martillero no lo
llevare a cabo por causas que no le fueren imputables, tendrá derecho a percibir la

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comisión que determine el juez de acuerdo con la importancia del trabajo realizado y
los gastos que hubiere efectuado. Igual derecho tendrá si el remate fracasare por falta
de postores.
Determinación de la comisión
Art. 13. – La comisión se determinará sobre la base del precio efectivamente obtenido.
Si la venta no se llevare a cabo, la comisión se determinará sobre la base del bien a
rematar, salvo que hubiere convenio con el vendedor, en cuyo caso se estará a éste. A
falta de base se estará al valor de plaza en la época prevista para el remate.
Anulación del remate
Art. 14. – Si el remate se anulare por causas no imputables al martillero, éste tiene
derecho al pago de la comisión que le corresponda, que estará a cargo de la parte que
causó la nulidad.
Sociedades
Art. 15. – Los martilleros pueden constituir sociedades de cualesquiera de los tipos
previstos en el Código de Comercio, excepto cooperativas, con el objeto de realizar
exclusivamente actos de remate. En este caso cada uno de los integrantes de la
sociedad deberá constituir la garantía especificada en el artículo 3°, inciso d).
Sociedades para actos de remate
Art. 16. – En las sociedades que tengan por objeto la realización de actos de remate, el
martillero que lo lleve a cabo y los administradores o miembros del directorio de la
sociedad, serán responsables ilimitada, solidaria y conjuntamente con ésta por los
daños y perjuicios que pudieren ocasionarse como consecuencia del acto de remate.
Estas sociedades deben efectuar los remates por intermedio de martilleros
matriculados, e inscribirse en registros especiales que llevará el organismo que tenga a
su cargo la matrícula.
CAPITULO VIII Libros
Art. 17. – Los martilleros y las sociedades a que se refiere el artículo 15 deben llevar los
siguientes libros, rubricados por el Registro Público de Comercio de la jurisdicción:
Diario de entradas a) Diario de entradas, donde asentarán los bienes que recibieren
para su venta, con indicación de las especificaciones necesarias para su debida
identificación: el nombre y apellido de quien confiere el encargo, por cuenta de quién
han de ser vendidos y las condiciones de su enajenación;
Diario de salidas b) Diario de salidas, en el que se mencionarán día por día las ventas,
indicando por cuenta de quién se han efectuado, quién ha resultado comprador,
precio y condiciones de pago y demás especificaciones que se estimen necesarias;
De cuentas de gestión c) De cuentas de gestión, que documente las realizadas entre el
martillero y cada uno de sus comitentes.
El presente artículo no es aplicable a los martilleros dependientes, contratados o
adscriptos a empresas de remates o consignaciones.
Archivo de documentos Art. 18. – Los martilleros deben archivar por orden
cronológico un ejemplar de los documentos que se extiendan con su intervención, en
las operaciones que se realicen por su intermedio.
CAPITULO IX Prohibiciones
Art. 19. – Se prohibe a los martilleros:
Descuentos y bonificaciones a) (Inciso derogado por art. 1° inc. 12 del Decreto N°
240/99 B.O. 29/12/1999. Vigencia: a partir de los sesenta días de su publicación en el
Boletín Oficial.)

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Participación en el precio b) Tener participación en el precio que se obtenga en el
remate a su cargo, no pudiendo celebrar convenios por diferencias a su favor, o de
terceras personas;
Cesión de bandera c) Ceder, alquilar o facilitar su bandera, ni delegar o permitir que
bajo su nombre o el de la sociedad a que pertenezca, se efectúen remates por
personas no matriculadas.
Delegación del remate En caso de ausencia, enfermedad o impedimento grave del
martillero, debidamente comprobados ante la autoridad que tenga a su cargo la
matrícula, aquél podrá delegar el remate en otro matriculado, sin previo aviso;
Compra por cuenta de terceros d) Comprar por cuenta de terceros, directa o
indirectamente, los bienes cuya venta se les hubiere encomendado;
Compra para sí de los bienes a rematar e) Comprar para sí los mismos bienes, o
adjudicarlos o aceptar posturas sobre ellos, respecto de su cónyuge o parientes dentro
del segundo grado, socios, habilitados o empleados;
Suscripción instrumento de venta sin autorización f) Suscribir el instrumento que
documenta la venta, sin autorización expresa del legitimado para disponer del bien a
rematar;
Retención del precio g) Retener el precio recibido o parte del él, en lo que exceda del
monto de los gastos convenidos y de la comisión que le corresponda;
Deber de veracidad h) Utilizar en cualquier forma las palabras "judicial", "oficial", o
"municipal", cuando el remate no tuviera tal carácter, o cualquier otro término o
expresión que induzca a engaño o confusión;
Ofertas bajo sobre i) Aceptar ofertas bajo sobre y mencionar su admisión en la
publicidad, salvo el caso de leyes que así lo autoricen;
Suspensión del remate j) Suspender los remates existiendo posturas, salvo que
habiéndose fijado base, la misma no se alcance.
CAPITULO X Sanciones Sanciones.
Apelabilidad.
Art. 20. – El incumplimiento de las obligaciones establecidas en el Capítulo VI y la
realización de los actos prohibidos en el Capítulo IX hacen pasible al martillero de
sanciones que podrán ser multa de hasta $ 5000 (pesos cinco mil), suspensión de la
matrícula de hasta 2 (dos) años y su cancelación. La determinación, aplicación y
graduación de estas sanciones, estarán a cargo de la autoridad que tenga a su cargo la
matrícula en cada jurisdicción, y serán apelables por ante el tribunal de comercio que
corresponda.
Anotación
Art. 21. – Las sanciones que se apliquen serán anotadas en el legajo individual del
martillero previsto en el artículo 5°.
Pérdida de la comisión
Art. 22. – El martillero por cuya culpa se suspendiere o anulare un remate, perderá su
derecho a cobrar la comisión y a que se le reintegren los gastos, y responderá por los
daños y perjuicios ocasionados.
Remates por personas no matriculadas
Art. 23. – Ninguna persona podrá anunciar o realizar remates sin estar matriculada en
las condiciones previstas en el artículo 3°. Quienes infrinjan esta norma serán
reprimidos por el organismo que tenga a su cargo la matrícula, con multa de hasta $
10.000 (pesos diez mil), y además se dispondrá la clausura del local u oficina

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respectiva; todo ello sin perjuicio de la responsabilidad penal que pudiera
corresponder. El organismo que tenga a su cargo la matrícula, de oficio o por denuncia
de terceros, procederá a allanar con auxilio de la fuerza pública los domicilios donde se
presuma que se cometen las infracciones antes mencionadas y, comprobadas que ellas
sean, aplicará las sanciones previstas, sin perjuicio de las denuncias de carácter penal,
si correspondieran. La orden de allanamiento y de clausura de locales deberán emanar
de la autoridad judicial competente. En todos los casos, las sanciones de multa y
clausura serán apelables para ante el tribunal de comercio que corresponda.

CAPITULO XI Disposiciones Generales


Actualización de la inscripción. Art. 24. – Los martilleros que a la fecha de vigencia de
esta ley estuvieran matriculados, continuarán en el ejercicio de su actividad,
cumpliendo con los requisitos enunciados por los incisos b), c) y d) del artículo 3°.
Remates oficiales Art. 25. – Los remates que realicen el Estado Nacional, las provincias
y las municipalidades, cuando actúen como personas de derecho privado, así como las
entidades autárquicas, bancos y empresas del Estado Nacional de las provincias o de
las municipalidades, se rigen por las disposiciones de sus respectivos ordenamientos y,
en lo que no se oponga a ellos, por la presente ley. (Artículo sustituido por art. 1° de la
Ley N° 20.306 B.O.03/05/1973.)
Matricula de jurisdicción nacional Art. 26. – Hasta tanto se determine el organismo
profesional o judicial que tendrá a su cargo la matrícula de martilleros en la Capital
Federal y en el Territorio Nacional de la Tierra del Fuego, Antártida Argentina e Islas
del Atlántico Sur, la misma corresponderá al juez del cual dependa el Registro Público
de Comercio.
Subastas judiciales Art. 27. – Las subastas públicas dispuestas por autoridad judicial se
rigen por las disposiciones de las leyes procesales pertinentes y, en lo que no se
oponga a ellas, por la presente ley.
Ambito de aplicación Art. 28. – Esta ley se aplicará en todo el territorio de la República
y su texto queda incorporado al Código de Comercio. Vigencia Art. 29. – La presente
entrará en vigencia a los 90 (noventa) días de su publicación.
Art. 30. – Deróganse los artículos 113 a 122 del Código de Comercio.

CAPITULO XII CORREDORES


Art. 31. – Sin perjuicio de las disposiciones del Código Civil y de la legislación local, es
aplicable al ejercicio del corretaje o dispuesto en esta ley respecto de los martilleros,
en todo lo que resulte pertinente y no se encuentre modificado en los artículos
siguientes. (Artículo incorporado por art. 1° de la Ley N° 25.028 B.O. 29/12/1999.
Vigencia: a partir de los sesenta días de su publicación en el Boletín Oficial.)
Art. 32. – Para ser corredor se requieren las siguientes condiciones habilitantes:
a) Ser mayor de edad y no estar comprendido en ninguna de las inhabilidades del
artículo 2º;
b) Poseer título universitario expedido o revalidado en la República, con arreglo a las
reglamentaciones vigentes y que al efecto se dicten. (Artículo incorporado por art. 1°
de la Ley N° 25.028 B.O. 29/12/1999. Vigencia: a partir de los sesenta días de su
publicación en el Boletín Oficial.)

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Art. 33. – Quien pretenda ejercer la actividad de corredor deberá inscribirse en la
matrícula de la jurisdicción correspondiente. Para ello, deberá cumplir los siguientes
requisitos:
a) Acreditar mayoría de edad y buena conducta;
b) Poseer el título previsto en el inciso b) del artículo 32;
c) Acreditar hallarse domiciliado por más de un año en el lugar donde pretende ejercer
como corredor;
d) Constituir la garantía prevista en el artículo 3º inciso d), con los alcances que
determina el artículo 6º; (Nota Infoleg: Por art. 1° de la Resolución N° 1/2000
Inspección General de Justicia B.O. 11/02/2000, se fija la suma de $ 500 (pesos
quinientos) como importe del depósito a partir de la entrada en vigencia de la reforma
ley 25.028; y que dicha suma además de en dinero efectivo, podrá acreditarse a opción
del interesado, mediante la contratación de un seguro de caución a favor de la
Inspección General de Justicia.)
e) Cumplir los demás requisitos que exija la reglamentación local.

Los que sin cumplir estas condiciones sin tener las calidades exigidas ejercen el
corretaje, no tendrán acción para cobrar la remuneración prevista en el artículo 37, ni
retribución de ninguna especie. (Artículo incorporado por art. 1° de la Ley N° 25.028
B.O. 29/12/1999. Vigencia: a partir de los sesenta días de su publicación en el Boletín
Oficial.)

Art. 34. – En el ejercicio de su profesión el corredor está facultado para:


a) Poner en relación a 2 (dos) o más partes para la conclusión de negocios sin estar
ligado a ninguna de ellas por relaciones de colaboración, subordinación o
representación. No obstante una de las partes podrá encomendarles que la represente
en los actos de ejecución del contrato mediado;
b) Informar sobre el valor venal o de mercado de los bienes que pueden ser objeto de
actos jurídicos;
c) Recabar directamente de las oficinas públicas, bancos y entidades oficiales y
particulares, los informes y certificados necesarios para el cumplimiento de sus
deberes;
d) Prestar fianza por una de las partes.
(Artículo incorporado por art. 1° de la Ley N° 25.028 B.O. 29/12/1999. Vigencia: a partir
de los sesenta días de su publicación en el Boletín Oficial.)
Art. 35. – Los corredores deben llevar asiento exacto y cronológico de todas las
operaciones concluidas con su intervención, transcribiendo sus datos esenciales en un
libro de registro, rubricado por el Registro Público de Comercio o por el órgano a cargo
del gobierno de la matrícula en la jurisdicción.
(Artículo incorporado por art. 1° de la Ley N° 25.028. Vigencia: a partir de los sesenta
días de su publicación en el Boletín Oficial.)
Art. 36. – (Artículo derogado por art. 3° inc. c) de la Ley N° 26.994 B.O. 8/10/2014
Suplemento. Vigencia: 1° de agosto de 2015, texto según art. 1° de la Ley N° 27.077
B.O. 19/12/2014)
Art. 37. – (Artículo derogado por art. 3° inc. c) de la Ley N° 26.994 B.O. 8/10/2014
Suplemento. Vigencia: 1° de agosto de 2015, texto según art. 1° de la Ley N° 27.077
B.O. 19/12/2014)

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Art. 38. – (Artículo derogado por art. 3° inc. c) de la Ley N° 26.994 B.O. 8/10/2014
Suplemento. Vigencia: 1° de agosto de 2015, texto según art. 1° de la Ley N° 27.077
B.O. 19/12/2014)
Art. 39. – Comuníquese, publíquese, dése a la Dirección Nacional del Registro Oficial y
archívese.
LANUSSE – Carlos A. Rey – Carlos G.N. Coda – Gervasio R. Colombres.
Antecedentes Normativos – Nota Infoleg: Por art. 1° de la Resolución N° 7/81
Inspección General de Justicia B.O. 26/03/1982, se fija la suma de $ 3.000.000 (pesos
tres millones) como importe del depósito que requiere el art. 3º, inc. d) a partir del 1
de enero de 1982;

– Nota Infoleg: Por art. 1° de la Resolución N° 6/82 Inspección General de Justicia B.O.
31/12/1982, se fija la suma de $ 9.000.000 (pesos nueve millones), como importe del
depósito que exige el art. 3º, inc. d) a partir del 1 de enero de 1983;

– Nota Infoleg: Por art. 1° de la Resolución N° 7/82 Inspección General de Justicia B.O.
06/01/1983, se dispone que el depósito de la garantía que exige el art. 3º, inc. d) de la
ley 20.266, podrá efectuarse bajo el sistema de plazo fijo, intransferible, ajustable, a
mediano plazo, por el término de trescientos sesenta días. Dicho depósito se efectuará
en el Banco de la Ciudad de Buenos Aires, casa matriz, a la orden conjunta del
interesado y del Inspector General de Justicia;

– Nota Infoleg: Por art. 1° de la Resolución N° 7/83 Inspección General de Justicia B.O.
15/02/1984, se fija la suma de $ 4790 (pesos cuatro mil setecientos noventa), como
importe del depósito que exige el art. 3º, inc. d) a partir del 1 de enero de 1984;

– Nota Infoleg: Por art. 1° de la Resolución N° 1/84 Inspección General de Justicia B.O.
01/08/1984, se fija la suma de $ 64.500 (pesos sesenta y cuatro mil quinientos) y $
129.100 (pesos ciento veintinueve mil cien), respectivamente, como montos máximos
de las multas que establecen los arts. 20 y 23 a partir del 1 de julio de 1984;

– Nota Infoleg: Por art. 1° de la Resolución N° 4/84 Inspección General de Justicia B.O.
07/01/1985, se fija la suma de $ 28.117 (pesos veintiocho mil ciento diecisiete), como
importe del depósito que exige el art. 3º, inc. d) a partir del 1 de enero de 1985;
– Resolución N° 1/84 Inspección General de Justicia, derogada por art. 2° de la
Resolución N° 2/85 Inspección General de Justicia B.O. 24/06/1985;
– Nota Infoleg: Por art. 1° de la Resolución N° 10/85 Inspección General de Justicia B.O.
18/12/1985, se fija la suma de Australes 131 (ciento treinta y uno), como importe del
depósito que exige el art. 3º, inc. d) a partir del 1 de enero de 1986;
– Nota Infoleg: Por art. 1° de la Resolución N° 25/86 Inspección General de Justicia B.O.
17/03/1987, se fija la suma de Australes 1000 (mil), como importe del depósito que
exige el art. 3º, inc. d) a partir del 1 de enero de 1987;
– Nota Infoleg: Por art. 1° de la Resolución N° 11/87 Inspección General de Justicia B.O.
10/02/1988, se fija la suma de Australes 10.000 (diez mil), como importe del depósito
que exige el art. 3º, inc. d) a partir del 1 de enero de 1988;

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– Nota Infoleg: Por art. 1° de la Resolución N° 5/90 Inspección General de Justicia B.O.
14/03/1990, se fija la suma de Australes 500.000 (quinientos mil), como importe del
depósito que exige el art. 3º, inc. d) y 33 inc. d) a partir del 7 de marzo de 1990;
– Artículo 3° inc. d), derogado por art. 1° inc. 12) del Decreto N° 240/99 B.O.
23/03/1999;
– Artículo 36 incorporado por art. 1° de la Ley N° 25.028 B.O. 29/12/1999. Vigencia: a
partir de los sesenta días de su publicación en el Boletín Oficial;
– Artículo 37 incorporado por art. 1° de la Ley N° 25.028 B.O. 29/12/1999. Vigencia: a
partir de los sesenta días de su publicación en el Boletín Oficial
– Artículo 38 incorporado por art. 1° de la Ley N° 25.028 B.O. 29/12/1999. Vigencia: a
partir de los sesenta días de su publicación en el Boletín Oficial.

Vinculación de la Ley N.° 20266/73 con el Código Civil y Comercial de la Nación

Artículo 9. Ley 20266/73. Obligaciones. Poder Ejecutivo Nacional. Se podrán asociar


todas las personas que se consideren necesarias para llevar adelante un remate feria
por tratarse de un sector multidisciplinario.

Las sociedades conformadas por martilleros podrán llevar adelante la subasta de


distintos bienes, pero no es necesario constituir una fianza en el caso de remate
feria.

1. Obligaciones Para el inciso c, la ley indica “convenir por escrito”, lo que


implicaría un mandato, según lo que hoy se expresa en el artículo 1319 del
CCCN. Si el martillero suscribe un instrumento de venta a nombre de su
mandatario, es decir, en representación (art. 1320 del CCCN), corresponderá
suscribir un poder (art. 363 de CCCN). Asimismo, se debe tener presente lo que
norma el CCCN en cuanto a la incapacidad y la inhabilidad para contratar,
desde el artículo 1000.
2. Remate de lotes En el inciso h, se sugiere la redacción del contrato de
compraventa a cargo del martillero y el control del sellado, por lo que el
profesional deberá observar el artículo 1123 y concordantes del CCCN sobre la
compraventa. Asimismo, también tendrá que considerar lo regulado desde el
artículo 1170, que trata de lo que se estipula para el boleto de compraventa de
inmuebles.
3. Bienes muebles Al margen de otorgar la posesión al comprador (nuevo
propietario) de la cosa vendida luego del acto de remate, el CCCN indica la
entrega de un recibo respectivo de venta, el que es a cargo del vendedor, ya
que el martillero solo da recibo por su comisión. El profesional debe expresarle
al comitente sobre el debido cumplimiento de entregar una factura o un
comprobante de compra-venta del bien al adquirente, pues esta acción no solo
respalda una gestión seria, sino que obra en función de lo establecido en los
artículos 1145 y 1146 del CCCN en cuanto a la entrega de la documentación
pertinente.
4. Libros La Ley N.° 20266/73, en el artículo 17 del Capítulo VIII, regula sobre los
libros que debe llevar el profesional, ya sea que actúe individualmente o en
asociación, a los efectos de registrar sus operaciones. En la práctica actual, no

22
son rubricados estos libros por el Registro Público de Comercio, ya que es una
profesión liberal que posee un organismo profesional de gobierno y control de
la matrícula conforme la jurisdicción de su domicilio, por lo que depende
ciertamente de la institución toda observación al respecto en cuanto a la
ejecución de la actividad por sus colegiados.

La Ley N.° 20266/73, en su Capítulo VII, regula:

Derechos: en el artículo 11, se hace referencia al derogado Código de Comercio,


por lo que podemos observar en su inciso a que establece (además de que las
comisiones serán de acuerdo con los aranceles fijados en la jurisdicción) la
posibilidad de cobrar la comisión de garantía, conforme se regulaba en el artículo
256 del anterior Código de Comercio, hoy derogado. Actualmente, el CCCN norma
con las mismas características la comisión de garantía en el artículo 1343, donde
manifiesta que el consignatario también puede convenirla, al margen de la
comisión ordinaria que por ley le correspondiera. Para recibir esta remuneración
extra, el profesional corre con los riesgos de la cobranza y queda obligado a pagar
al consignante el precio en los plazos convenidos. Este tipo de negociaciones se
evidencian en el ámbito de los remates ferias que organizan las sociedades de
consignatarios de hacienda (Ibáñez, 2015).

¿Cuál es la ley nacional que regula la función del martillero?


Es la Ley N.° 20266/73 que surge como decreto ley del PEN y que inicialmente solo
era el Régimen Legal del Martillero. Esta establece las condiciones habilitantes, las
obligaciones y los derechos, sobre los cuales deben reflejarse las normas de
colegiación.
¿Qué modificación tuvo la ley nacional que regula la gestión del martillero?
Entre las modificaciones que tuvo, cabe destacar que la de mayor impacto fue la
Ley N.° 25028/99 del HCN. Esta introduce la condición de obtener un título
universitario y, además, incorpora el Capítulo XII que regula la gestión del corredor.
¿En relación con qué tipo de función regula la ley nacional?
La Ley N.° 20266/73 regula la función pública y particular del martillero y norma
para el consignatario de hacienda. Rige para todo el territorio nacional.
En cuanto al martillero en función de auxiliar de la Justicia, se regirá por el
respectivo Código Procesal Civil y Comercial

Efectuemos una búsqueda y análisis ante los siguientes interrogantes: ¿Ya conoces
la norma que regula en provincia? Asimismo, ¿sabes cuáles son los aranceles que
se fijan como comisiones u honorarios para el martillero en subasta?

MANDATO
ARTICULO 1319.- Definición. Hay contrato de mandato cuando una parte se obliga
a realizar uno o más actos jurídicos en interés de otra.

El mandato puede ser conferido y aceptado expresa o tácitamente. Si una persona


sabe que alguien está haciendo algo en su interés, y no lo impide, pudiendo

23
hacerlo, se entiende que ha conferido tácitamente mandato. La ejecución del
mandato implica su aceptación aun sin mediar declaración expresa sobre ella.

ARTICULO 1320.- Representación. Si el mandante confiere poder para ser


representado, le son aplicables las disposiciones de los artículos 362 y siguientes.
Aun cuando el mandato no confiera poder de representación, se aplican las
disposiciones citadas a las relaciones entre mandante y mandatario, en todo lo que
no resulten modificadas en este Capítulo.

ARTICULO 1321.- Mandato sin representación. Si el mandante no otorga poder de


representación, el mandatario actúa en nombre propio pero en interés del
mandante, quien no queda obligado directamente respecto del tercero, ni éste
respecto del mandante. El mandante puede subrogarse en las acciones que tiene el
mandatario contra el tercero, e igualmente el tercero en las acciones que pueda
ejercer el mandatario contra el mandante.

ARTICULO 1322.- Onerosidad. El mandato se presume oneroso. A falta de acuerdo


sobre la retribución, la remuneración es la que establecen las disposiciones legales
o reglamentarias aplicables, o el uso. A falta de ambos, debe ser determinada por
el juez.

ARTICULO 1323.- Capacidad. El mandato puede ser conferido a una persona


incapaz, pero ésta puede oponer la nulidad del contrato si es demandado por
inejecución de las obligaciones o por rendición de cuentas, excepto la acción de
restitución de lo que se ha convertido en provecho suyo.

ARTICULO 1324.- Obligaciones del mandatario. El mandatario está obligado a:

a) cumplir los actos comprendidos en el mandato, conforme a las instrucciones


dadas por el mandante y a la naturaleza del negocio que constituye su objeto, con
el cuidado que pondría en los asuntos propios o, en su caso, el exigido por las
reglas de su profesión, o por los usos del lugar de ejecución;

b) dar aviso inmediato al mandante de cualquier circunstancia sobreviniente que


razonablemente aconseje apartarse de las instrucciones recibidas, requiriendo
nuevas instrucciones o ratificación de las anteriores, y adoptar las medidas
indispensables y urgentes;

c) informar sin demora al mandante de todo conflicto de intereses y de toda otra


circunstancia que pueda motivar la modificación o la revocación del mandato;

d) mantener en reserva toda información que adquiera con motivo del mandato
que, por su naturaleza o circunstancias, no está destinada a ser divulgada;

e) dar aviso al mandante de todo valor que haya recibido en razón del mandato, y
ponerlo a disposición de aquél;

24
f) rendir cuenta de su gestión en las oportunidades convenidas o a la extinción del
mandato;

g) entregar al mandante las ganancias derivadas del negocio, con los intereses
moratorios, de las sumas de dinero que haya utilizado en provecho propio;

h) informar en cualquier momento, a requerimiento del mandante, sobre la


ejecución del mandato;

i) exhibir al mandante toda la documentación relacionada con la gestión


encomendada, y entregarle la que corresponde según las circunstancias.

Si el negocio encargado al mandatario fuese de los que, por su oficio o su modo de


vivir, acepta él regularmente, aun cuando se excuse del encargo, debe tomar las
providencias conservatorias urgentes que requiera el negocio que se le
encomienda.

ARTICULO 1325.- Conflicto de intereses. Si media conflicto de intereses entre el


mandante y el mandatario, éste debe posponer los suyos en la ejecución del
mandato, o renunciar.

La obtención, en el desempeño del cargo, de un beneficio no autorizado por el


mandante, hace perder al mandatario su derecho a la retribución.

ARTICULO 1326.- Mandato a varias personas. Si el mandato se confiere a varias


personas sin estipular expresamente la forma o el orden de su actuación, se
entiende que pueden desempeñarse conjunta o separadamente.

ARTICULO 1327.- Sustitución del mandato. El mandatario puede sustituir en otra


persona la ejecución del mandato y es responsable de la elección del sustituto,
excepto cuando lo haga por indicación del mandante. En caso de sustitución, el
mandante tiene la acción directa contra el sustituto prevista en los artículos 736 y
concordantes, pero no está obligado a pagarle retribución si la sustitución no era
necesaria. El mandatario responde directamente por la actuación del sustituto
cuando no fue autorizado a sustituir, o cuando la sustitución era innecesaria para la
ejecución del mandato.

ARTICULO 1328.- Obligaciones del mandante. El mandante está obligado a:

a) suministrar al mandatario los medios necesarios para la ejecución del mandato y


compensarle, en cualquier momento que le sea requerido, todo gasto razonable en
que haya incurrido para ese fin;
b) indemnizar al mandatario los daños que sufra como consecuencia de la
ejecución del mandato, no imputables al propio mandatario;
c) liberar al mandatario de las obligaciones asumidas con terceros, proveyéndole
de los medios necesarios para ello;

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d) abonar al mandatario la retribución convenida. Si el mandato se extingue sin
culpa del mandatario, debe la parte de la retribución proporcionada al servicio
cumplido; pero si el mandatario ha recibido un adelanto mayor de lo que le
corresponde, el mandante no puede exigir su restitución.

ARTICULO 1329.- Extinción del mandato. El mandato se extingue:

a) por el transcurso del plazo por el que fue otorgado, o por el cumplimiento de la
condición resolutoria pactada;
b) por la ejecución del negocio para el cual fue dado;
c) por la revocación del mandante;
d) por la renuncia del mandatario;
e) por la muerte o incapacidad del mandante o del mandatario.

ARTICULO 1330.- Mandato irrevocable. El mandato puede convenirse


expresamente como irrevocable en los casos de los incisos b) y c) del artículo 380.

El mandato destinado a ejecutarse después de la muerte del mandante es nulo si


no puede valer como disposición de última voluntad.

ARTICULO 1331.- Revocación. La revocación sin justa causa del mandato otorgado
por tiempo o asunto determinado obliga al mandante a indemnizar los daños
causados; si el mandato fue dado por plazo indeterminado, el mandante debe dar
aviso adecuado a las circunstancias o, en su defecto, indemnizar los daños que
cause su omisión.

ARTICULO 1332.- Renuncia. La renuncia intempestiva y sin causa justificada del


mandatario obliga a indemnizar los daños que cause al mandante.

ARTICULO 1333.- Muerte o incapacidad del mandatario y del mandante. Producida


la muerte o incapacidad del mandatario, sus herederos, representantes o
asistentes que tengan conocimiento del mandato deben dar pronto aviso al
mandante y tomar en interés de éste las medidas que sean requeridas por las
circunstancias.

Si se produce la muerte o incapacidad del mandante, el mandatario debe ejecutar


los actos de conservación si hay peligro en la demora, excepto instrucciones
expresas en contrario de los herederos o representantes.

ARTICULO 1334.- Rendición de cuentas. La rendición de cuentas por el mandatario


debe ser en las condiciones previstas en los artículos 858 y siguientes acompañada
de toda la documentación relativa a su gestión. Excepto estipulación en contrario,
las cuentas deben rendirse en el domicilio del mandatario y los gastos que generan
son a cargo del mandante.
CAPITULO 1 COMPRAVENTA
SECCION 1ª Disposiciones generales

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ARTICULO 1123.- Definición. Hay compraventa si una de las partes se obliga a
transferir la propiedad de una cosa y la otra a pagar un precio en dinero.
ARTICULO 1124.- Aplicación supletoria a otros contratos. Las normas de este
Capítulo se aplican supletoriamente a los contratos por los cuales una parte se
obliga a:
a) transferir a la otra derechos reales de condominio, propiedad horizontal,
superficie, usufructo o uso, o a constituir los derechos reales de condominio,
superficie, usufructo, uso, habitación, conjuntos inmobiliarios o servidumbre, y
dicha parte, a pagar un precio en dinero;
b) transferir la titularidad de títulos valores por un precio en dinero.
ARTICULO 1125.- Compraventa y contrato de obra. Cuando una de las partes se
compromete a entregar cosas por un precio, aunque éstas hayan de ser
manufacturadas o producidas, se aplican las reglas de la compraventa, a menos
que de las circunstancias resulte que la principal de las obligaciones consiste en
suministrar mano de obra o prestar otros servicios. Si la parte que encarga la
manufactura o producción de las cosas asume la obligación de proporcionar una
porción substancial de los materiales necesarios, se aplican las reglas del contrato
de obra.
ARTICULO 1126.- Compraventa y permuta. Si el precio consiste parte en dinero y
parte en otra cosa, el contrato es de permuta si es mayor el valor de la cosa y de
compraventa en los demás casos.
ARTICULO 1127.- Naturaleza del contrato. El contrato no debe ser juzgado como de
compraventa, aunque las partes así lo estipulen, si para ser tal le falta algún
requisito esencial.
ARTICULO 1128.- Obligación de vender. Nadie está obligado a vender, excepto que
se encuentre sometido a la necesidad jurídica de hacerlo.
SECCION 2ª Cosa vendida
ARTICULO 1129.- Cosa vendida. Pueden venderse todas las cosas que pueden ser
objeto de los contratos.
ARTICULO 1130.- Cosa cierta que ha dejado de existir. Si la venta es de cosa cierta
que ha dejado de existir al tiempo de perfeccionarse el contrato, éste no produce
efecto alguno. Si ha dejado de existir parcialmente, el comprador puede demandar
la parte existente con reducción del precio.
Puede pactarse que el comprador asuma el riesgo de que la cosa cierta haya
perecido o esté dañada al celebrarse el contrato. El vendedor no puede exigir el
cumplimiento del contrato si al celebrarlo sabía que la cosa había perecido o
estaba dañada.
ARTICULO 1131.- Cosa futura. Si se vende cosa futura, se entiende sujeta a la
condición suspensiva de que la cosa llegue a existir.
El vendedor debe realizar las tareas, y esfuerzos que resulten del contrato, o de las
circunstancias, para que ésta llegue a existir en las condiciones y tiempo
convenidos.
El comprador puede asumir, por cláusula expresa, el riesgo de que la cosa no llegue
a existir sin culpa del vendedor.
ARTICULO 1132.- Cosa ajena. La venta de la cosa total o parcialmente ajena es
válida, en los términos del artículo 1008. El vendedor se obliga a transmitir o hacer
transmitir su dominio al comprador.

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SECCION 3ªPrecio
ARTICULO 1133.- Determinación del precio. El precio es determinado cuando las
partes lo fijan en una suma que el comprador debe pagar, cuando se deja su
indicación al arbitrio de un tercero designado o cuando lo sea con referencia a otra
cosa cierta. En cualquier otro caso, se entiende que hay precio válido si las partes
previeron el procedimiento para determinarlo.
ARTICULO 1134.- Precio determinado por un tercero. El precio puede ser
determinado por un tercero designado en el contrato o después de su celebración.
Si las partes no llegan a un acuerdo sobre su designación o sustitución, o si el
tercero no quiere o no puede realizar la determinación, el precio lo fija el juez por
el procedimiento más breve que prevea la ley local.
ARTICULO 1135.- Precio no convenido por unidad de medida de superficie. Si el
objeto principal de la venta es una fracción de tierra, aunque esté edificada, no
habiendo sido convenido el precio por unidad de medida de superficie y la
superficie de terreno tiene una diferencia mayor del cinco por ciento con la
acordada, el vendedor o el comprador, según los casos, tiene derecho de pedir el
ajuste de la diferencia. El comprador que por aplicación de esta regla debe pagar
un mayor precio puede resolver la compra.
ARTICULO 1136.- Precio convenido por unidad de medida de superficie. Si el precio
es convenido por unidad de medida de superficie, el precio total es el que resulta
en función de la superficie real del inmueble. Si lo vendido es una extensión
determinada, y la superficie total excede en más de un cinco por ciento a la
expresada en el contrato, el comprador tiene derecho a resolver.
SECCION 4ª Obligaciones del vendedor
ARTICULO 1137.- Obligación de transferir. El vendedor debe transferir al
comprador la propiedad de la cosa vendida. También está obligado a poner a
disposición del comprador los instrumentos requeridos por los usos o las
particularidades de la venta, y a prestar toda cooperación que le sea exigible para
que la transferencia dominial se concrete.
ARTICULO 1138.- Gastos de entrega. Excepto pacto en contrario, están a cargo del
vendedor los gastos de la entrega de la cosa vendida y los que se originen en la
obtención de los instrumentos referidos en el artículo 1137. En la compraventa de
inmuebles también están a su cargo los del estudio del título y sus antecedentes y,
en su caso, los de mensura y los tributos que graven la venta.
ARTICULO 1139.- Tiempo de entrega del inmueble. El vendedor debe entregar el
inmueble inmediatamente de la escrituración, excepto convención en contrario.
ARTICULO 1140.- Entrega de la cosa. La cosa debe entregarse con sus accesorios,
libre de toda relación de poder y de oposición de tercero.
SECCION 5ª Obligaciones del comprador
ARTICULO 1141.- Enumeración. Son obligaciones del comprador:
a) pagar el precio en el lugar y tiempo convenidos. Si nada se pacta, se entiende
que la venta es de contado;
b) recibir la cosa y los documentos vinculados con el contrato. Esta obligación de
recibir consiste en realizar todos los actos que razonablemente cabe esperar del
comprador para que el vendedor pueda efectuar la entrega, y hacerse cargo de la
cosa;

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c) pagar los gastos de recibo, incluidos los de testimonio de la escritura pública y
los demás posteriores a la venta.
SECCION 6ª Compraventa de cosas muebles
ARTICULO 1142.- Regla de interpretación. Las disposiciones de esta Sección no
excluyen la aplicación de las demás normas del Capítulo en cuanto sean
compatibles.
Parágrafo 1°precio
ARTICULO 1143.- Silencio sobre el precio. Cuando el contrato ha sido válidamente
celebrado, pero el precio no se ha señalado ni expresa ni tácitamente, ni se ha
estipulado un medio para determinarlo, se considera, excepto indicación en
contrario, que las partes han hecho referencia al precio generalmente cobrado en
el momento de la celebración del contrato para tales mercaderías, vendidas en
circunstancias semejantes, en el tráfico mercantil de que se trate.
ARTICULO 1144.- Precio fijado por peso, número o medida. Si el precio se fija con
relación al peso, número o medida, es debido el precio proporcional al número,
peso o medida real de las cosas vendidas. Si el precio se determina en función del
peso de las cosas, en caso de duda, se lo calcula por el peso neto.

Parágrafo 2° Entrega de la documentación


ARTICULO 1145.- Entrega de factura. El vendedor debe entregar al comprador una
factura que describa la cosa vendida, su precio, o la parte de éste que ha sido
pagada y los demás términos de la venta. Si la factura no indica plazo para el pago
del precio se presume que la venta es de contado. La factura no observada dentro
de los diez días de recibida se presume aceptada en todo su contenido.
Excepto disposición legal, si es de uso no emitir factura, el vendedor debe entregar
un documento que acredite la venta.
ARTICULO 1146.- Obligación de entregar documentos. Si el vendedor está obligado
a entregar documentos relacionados con las cosas vendidas, debe hacerlo en el
momento, lugar y forma fijados por el contrato. En caso de entrega anticipada de
documentos, el vendedor puede, hasta el momento fijado para la entrega,
subsanar cualquier falta de conformidad de ellos, si el ejercicio de ese derecho no
ocasiona inconvenientes ni gastos excesivos al comprador.
Parágrafo 3°
Entrega de la cosa
ARTICULO 1147.- Plazo para la entrega de la cosa. La entrega debe hacerse dentro
de las veinticuatro horas de celebrado el contrato, excepto que de la convención o
los usos resulte otro plazo.
ARTICULO 1148.- Lugar de entrega de la cosa. El lugar de la entrega es el que se
convino, o el que determinen los usos o las particularidades de la venta. En su
defecto, la entrega debe hacerse en el lugar en que la cosa cierta se encontraba al
celebrarse el contrato.
ARTICULO 1149.- Puesta a disposición de las cosas vendidas. Endoso de
mercaderías en tránsito. Las partes pueden pactar que la puesta a disposición de la
mercadería vendida en lugar cierto y en forma incondicional tenga los efectos de la
entrega, sin perjuicio de los derechos del comprador de revisarla y expresar su no
conformidad dentro de los diez días de retirada. También pueden pactar que la
entrega de la mercadería en tránsito tenga lugar por el simple consentimiento de

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las partes materializado en la cesión o el endoso de los documentos de transporte
desde la fecha de su cesión o endoso.
ARTICULO 1150.- Entrega anticipada de cosas no adecuadas al contrato. En caso de
entrega anticipada de cosas no adecuadas al contrato, sea en cantidad o calidad, el
vendedor puede, hasta la fecha fijada:
a) entregar la parte o cantidad que falte de las cosas;
b) entregar otras cosas en sustitución de las dadas o subsanar cualquier falta de
adecuación de las cosas entregadas a lo convenido, siempre que el ejercicio de ese
derecho no ocasione al comprador inconvenientes ni gastos excesivos; no
obstante, el comprador conserva el derecho de exigir la indemnización de los
daños.
ARTICULO 1151.- Riesgos de daños o pérdida de las cosas. Están a cargo del
vendedor los riesgos de daños o pérdida de las cosas, y los gastos incurridos hasta
ponerla a disposición del comprador en los términos del artículo 1149 o, en su
caso, del transportista u otro tercero, pesada o medida y en las demás condiciones
pactadas o que resulten de los usos aplicables o de las particularidades de la venta.
Parágrafo 4° Recepción de la cosa y pago del precio
ARTICULO 1152.- Tiempo del pago. El pago se hace contra la entrega de la cosa,
excepto pacto en contrario. El comprador no está obligado a pagar el precio
mientras no tiene la posibilidad de examinar las cosas, a menos que las
modalidades de entrega o de pago pactadas por las partes sean incompatibles con
esta posibilidad.
ARTICULO 1153.- Compraventa sobre muestras. Si la compraventa se hace sobre
muestras, el comprador no puede rehusar la recepción si la cosa es de igual calidad
que la muestra.
ARTICULO 1154.- Compraventa de cosas que no están a la vista. En los casos de
cosas que no están a la vista y deben ser remitidas por el vendedor al comprador,
la cosa debe adecuarse al contrato al momento de su entrega al comprador, al
transportista o al tercero designado para recibirla.
ARTICULO 1155.- Cosas que se entregan en fardos o bajo cubierta. Si las cosas
muebles se entregan en fardo o bajo cubierta que impiden su examen y
reconocimiento, el comprador puede reclamar en los diez días inmediatos a la
entrega, cualquier falta en la cantidad o la inadecuación de las cosas al contrato.
El vendedor puede exigir que en el acto de la entrega se haga el reconocimiento
íntegro de la cantidad y de la adecuación de las cosas entregadas al contrato, y en
ese caso no hay lugar a reclamos después de recibidas.
ARTICULO 1156.- Adecuación de las cosas muebles a lo convenido. Se considera
que las cosas muebles son adecuadas al contrato si:
a) son aptas para los fines a que ordinariamente se destinan cosas del mismo tipo;
b) son aptas para cualquier fin especial que expresa o tácitamente se haya hecho
saber al vendedor en el momento de la celebración del contrato, excepto que de
las circunstancias resulte que el comprador no confió o no era razonable que
confiara, en la idoneidad y criterio del vendedor;
c) están envasadas o embaladas de la manera habitual para tales mercaderías o, si
no la hay, de una adecuada para conservarlas y protegerlas;
d) responden a lo previsto en el artículo 1153.

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El vendedor no es responsable, a tenor de lo dispuesto en los incisos a) y c) de este
artículo, de la inadecuación de la cosa que el comprador conocía o debía conocer
en el momento de la celebración del contrato.
ARTICULO 1157.- Determinación de la adecuación de las cosas al contrato. En los
casos de los artículos 1153 y 1154 el comprador debe informar al vendedor sin
demora de la falta de adecuación de las cosas a lo convenido.
La determinación de si la cosa remitida por el vendedor es adecuada al contrato se
hace por peritos arbitradores, excepto estipulación contraria.
Si las partes no acuerdan sobre la designación del perito arbitrador, cualquiera de
ellas puede demandar judicialmente su designación dentro del plazo de caducidad
de treinta días de entrega de la cosa. El juez designa el arbitrador.
ARTICULO 1158.- Plazo para reclamar por los defectos de las cosas. Si la venta fue
convenida mediante entrega a un transportista o a un tercero distinto del
comprador y no ha habido inspección de la cosa, los plazos para reclamar por las
diferencias de cantidad o por su no adecuación al contrato se cuentan desde su
recepción por el comprador.
ARTICULO 1159.- Compraventa por junto. Si la venta es por una cantidad de cosas
“por junto” el comprador no está obligado a recibir sólo una parte de ellas, excepto
pacto en contrario. Si la recibe, la venta y transmisión del dominio quedan firmes a
su respecto.
SECCION 7ª
Algunas cláusulas que pueden ser agregadas al contrato de compraventa
ARTICULO 1163.- Pacto de retroventa. Pacto de retroventa es aquel por el cual el
vendedor se reserva el derecho de recuperar la cosa vendida y entregada al
comprador contra restitución del precio, con el exceso o disminución convenidos.
El contrato sujeto a este pacto se rige por las reglas de la compraventa sometida a
condición resolutoria.
ARTICULO 1164.- Pacto de reventa. Pacto de reventa es aquel por el cual el
comprador se reserva el derecho de devolver la cosa comprada. Ejercido el
derecho, el vendedor debe restituir el precio, con el exceso o disminución
convenidos.
Se aplican las reglas de la compraventa bajo condición resolutoria.
ARTICULO 1165.- Pacto de preferencia. Pacto de preferencia es aquel por el cual el
vendedor tiene derecho a recuperar la cosa con prelación a cualquier otro
adquirente si el comprador decide enaje-narla. El derecho que otorga es personal y
no puede cederse ni pasa a los herederos.
El comprador debe comunicar oportunamente al vendedor su decisión de enajenar
la cosa y todas las particularidades de la operación proyectada o, en su caso, el
lugar y tiempo en que debe celebrarse la subasta.
Excepto que otro plazo resulte de la convención, los usos o las circunstancias del
caso, el vendedor debe ejercer su derecho de preferencia dentro de los diez días
de recibida dicha comunicación.
Se aplican las reglas de la compraventa bajo condición resolutoria.
ARTICULO 1166.- Pactos agregados a la compraventa de cosas registrables. Los
pactos regulados en los artículos precedentes pueden agregarse a la compraventa
de cosas muebles e inmuebles. Si la cosa vendida es registrable, los pactos de
retroventa, de reventa y de preferencia son oponibles a terceros interesados si

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resultan de los documentos inscriptos en el registro correspondiente, o si de otro
modo el tercero ha tenido conocimiento efectivo.
Si las cosas vendidas son muebles no registrables, los pactos no son oponibles a
terceros adquirentes de buena fe y a título oneroso.
ARTICULO 1167.- Plazos. Los pactos regulados en los artículos precedentes pueden
ser convenidos por un plazo que no exceda de cinco años si se trata de cosas
inmuebles, y de dos años si se trata de cosas muebles, contados desde la
celebración del contrato.
Si las partes convienen un plazo mayor se reduce al máximo legal. El plazo
establecido por la ley es perentorio e improrrogable.
ARTICULO 1168.- Venta condicional. Presunción. En caso de duda, la venta
condicional se reputa hecha bajo condición resolutoria, si antes del cumplimiento
de la condición el vendedor hace tradición de la cosa al comprador.
ARTICULO 1169.- Efecto de la compraventa sujeta a condición resolutoria. La
compraventa sujeta a condición resolutoria produce los efectos propios del
contrato, pero la tradición o, en su caso, la inscripción registral, sólo transmite el
dominio revocable.

ARTICULO 2229.- Ejecución. El acreedor puede vender la cosa prendada en subasta


pública, debidamente anunciada con diez días de anticipación en el diario de
publicaciones legales de la jurisdicción que corresponde al lugar en que, según el
contrato, la cosa deba encontrarse.

Si la prenda consiste en títulos u otros bienes negociables en bolsas o mercados


públicos, la venta puede hacerse en la forma habitual en tales mercados, al precio
de cotización.

Las partes pueden convenir simultáneamente con la constitución que:


a) el acreedor se puede adjudicar la cosa por la estimación del valor que de ella se
haga al tiempo del vencimiento de la deuda, según lo establezca el experto que las
partes designen o bien por el que resulte del procedimiento de elección establecido;
en su defecto, el experto debe ser designado por el juez a simple petición del acreedor;
b) la venta se puede realizar por un procedimiento especial que ellas determinan, el
que puede consistir en la designación de una persona para efectuarla o la venta por el
acreedor o por un tercero a precios que surgen de un determinado ámbito de
negociación o según informes de los valores corrientes de mercados al tiempo de la
enajenación que indican una o más cámaras empresariales especializadas o
publicaciones designadas en el contrato.
A falta de estipulación en contrario, estas alternativas son optativas para el acreedor,
junto con las indicadas en los párrafos primero y segundo de este artículo, según el
caso.
El acreedor puede adquirir la cosa por la compra que haga en la subasta o en la venta
privada o por su adjudicación.
ARTICULO 2230.- Rendición de cuentas. Efectuada la venta, el acreedor debe rendir
cuentas, que pueden ser impugnadas judicialmente, pero ello no afecta la validez de la
enajenación.

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ARTICULO 2231.- Documentos con derecho incorporado. La prenda de títulos valores
se rige, en lo pertinente, por las reglas de la prenda de cosas.

3- ÉTICA. ORATORIA DEL MARTILLERO


La práctica de la oratoria es fundamental para el desempeño no solo de la actividad
profesional del martillero, sino también para el corredor. Ciertamente, ello se debe a
que estos profesionales están en constante relación comunicacional con las personas y
de ello depende el éxito del negocio. La presente lectura brinda un contenido
conceptual que se presenta como una propuesta orientadora, la que busca sobre los
ejes básicos despertar ciertas aptitudes y actitudes en el futuro profesional martillero
que le permitan una mejor destreza en el desempeño de su rol, el que consiste
fundamentalmente en la venta a viva voz.

Mariano Arévalo, con el conocimiento pleno en la cuestión normativa que rige la


actividad del martillero a nivel nacional y provincial, según la ley de colegiación de su
provincia, comienza a interiorizarse sobre las normas de ética profesional, ya que en
una oportunidad asistió a un remate de bienes muebles y se generó un disturbio del
cual tuvo que hacerse responsable el profesional. Como primera medida, busca ante la
institución colegial el respectivo código o las llamadas normas de ética que rigen su
provincia, con el fin de interiorizarse respecto de su contenido. De igual modo procede
a consultar cuáles son las sanciones, en qué circunstancias las aplica el tribunal de
disciplina y qué tipo de sanción en concreto le imputaron al profesional de aquella
subasta con disturbios. Como la práctica del remate se caracteriza en ser la venta a
viva voz y al mejor postor, con una actitud dinámica y una aptitud ideal para la
actividad presencial pública, Mariano reconoce en él la dificultad que le generan sus
nervios cuando intenta hablar ante un grupo de personas, por lo que comienza a
informarse sobre la oratoria y a conocer cuáles son sus elementos y qué propuestas se
destacan para ejercitarla y poder superar sus temores.

Resuelve seleccionar algunos consejos estimulantes para animarse a llevar adelante la


expresión oral y pública; no obstante, deberá descubrir sus fortalezas y debilidades con
el fin de poder reconocerlas y trabajarlas para optimizar su futura venta presencial,
circunstancia que le genera una problemática personal que debe superar.
Desde el momento en que el profesional adquiere la matrícula que lo habilita para
ejercer la función de rematador, debe comprender que está inserto y es parte de un
conglomerado social, por lo que deberá cumplir fielmente con la norma que regula la
actividad y los contenidos de ética profesional que se establecen en el estatuto
institucional.

Dentro de la sociedad, las personas perciben la realidad de manera diferente, pues hay
influencia de diversas culturas.

Todos compartimos creencias variadas y quizás lo que se considere adecuado para


uno, no necesariamente tiene que serlo para otros. En la vida cotidiana, suelen
producirse choques de valores y, por ello, se debe buscar encauzar el hombre hacia un

33
punto de vista que resulte favorable y conducente al crecimiento individual y colectivo
de las personas.

El profesional martillero y corredor debe tener presente lo que expresan las normas de
ética profesional de su respectivo colegio, por lo que podemos destacar coincidencias
con lo que indica por el ejemplo el Código de Ética del Colegio profesional de
martilleros y corredores de provincia de Buenos Aires, al rescatar algunas de sus
frases:

“No basta que las normas de Ética sean preexistentes para todo martillero que estime
su dignidad, ejercite rectamente su conducta y proceda con toda la conciencia de su
responsabilidad profesional.”
- Código de Ética Profesional

“No basta que ellas (…) sean solamente la expresión doctrinaria de principios básicos
que regulen y saneen en lo que fuera posible el ambiente profesional, sino que es
necesario para hacerlas más efectivas y sentidas, que se exterioricen o concreten en
fórmulas escritas.”

- Código de Ética Profesional

“Que sirvan de postulados o de guía en el desenvolvimiento ordinario de la vida


profesional y social.” - Código de Ética Profesional

Existen marcadas diferencias o comprensiones de los procesos éticos, lo que se


evidencia en la manera de actuar de cada uno. Estos sucesos suelen producir
inconvenientes en las relaciones sociales cotidianas y, en ocasiones, no son motivos de
sanción, ya que no se encuentran tipificados o calificados dentro de una norma, es
decir, son actitudes negativas que permanecen sin condena legal y responden al
eslogan “Lo que no está expresamente prohibido está permitido”.

De allí surge, en consecuencia, una necesidad imperiosa de reparación de las


conductas humanas, ya sea con ordenamientos legales o con cambios en los usos y
costumbres, con el fin de satisfacer una convivencia fraterna. El profesional martillero
debe comprender que el bienestar social, familiar, profesional, individual, etcétera,
dentro de una comunidad depende de todos y de cada uno de sus componentes, y es
aconsejable revisar las conductas personales, al margen de que se actúe
profesionalmente de modo correcto por observancia a una norma legal o regla de
ética, es necesario tener un constante comportamiento ético, ya que ello debe ser en
todos los órdenes de la vida.

Eduardo Lapa, cuando se refiere a la temática de ética profesional, en el tema “En


busca del éxito”, nos dice: Con el título que lo habilita para la función, el martillero
queda al frente de la sociedad, la que se encargará de ampararlo si su comportamiento
y procederes lo hacen merecedor, por cuanto lo considera un factor de importancia en

34
las necesidades y desarrollo de la comunidad, pero le cabe también producir el
rechazo de las condiciones morales y sociales que no sean jurídicamente aceptables. Es
decir que queda de la exclusiva competencia y responsabilidad del martillero el favor
de la opinión pública y como consecuencia el éxito de su tarea (Lapa, 2005, p. 11).

Es oportuno agregar que ante el incumplimiento de las normas de ética deviene la


sanción correspondiente del tribunal de disciplina del colegio profesional, por lo que se
considera necesario que revises en la ley de tu jurisdicción qué tipo de sanciones se
aplican en cuanto a la gravedad de la inobservancia legal y cuándo corresponden los
apercibimientos, las multas, la suspensión y la cancelación de matrícula profesional.

Dentro de este contexto es oportuno tener presente la siguiente consideración sobre


el actuar ético en el desempeño de la profesión, donde se resalta

“… la sociedad en su conjunto, en definitiva, exige de quienes ejercen la profesión


ostenten en los actos propios de éste: probidad, honestidad y lealtad…” (Vega, 2005,
pág. 126).

CUMPLIMIENTO DE DISPOSICIONES GENERALES


El código de ética profesional, si bien establece la sanción ante la inobservancia de la
ley colegial, también le puede resultar al martillero como complemento otra sanción
de índole penal y viceversa. Tanto la ley colegial como el código de ética establecen la
obligatoriedad de cumplir las demás leyes de impacto a la gestión profesional y,
mediante sus atribuciones, los profesionales deben brindar seguridad del acto de
remate sobre la base de la debida responsabilidad social.

Por ejemplo, si el profesional realizará una subasta pública o privada, deberá,


conforme sus facultades, tomar los recaudos de seguridad, por lo que tendrá que
hacerse de la presencia de un oficial de Policía que brinde seguridad en el acto. No solo
la ley de fondo impacta en esta cuestión de seguridad al indicarlo de esta manera en el
artículo 8, inc. d de la Ley N.° 20266/73, sino que también se regula en los Código de
Faltas ya sean provinciales y/o municipales.

El profesional martillero tiene las facultades determinadas en la norma de fondo de


tomar todos los recaudos pertinentes en cuanto a la subasta, a los efectos de
conservar la seguridad y, más aún, con normas especiales que regulan e impactan
sobre la actividad profesional, por lo que no le será atendible ninguna excusa ante la
inobservancia de estas que, como resultado, afectaran la gestión profesional o a un
ciudadano en particular.

Si el martillero no es la causa del problema en la subasta, tras la denuncia de un


damnificado al colegio profesional, le puede caber una sanción leve, como el
apercibimiento o la multa, sin perjuicio de que se le reclame judicialmente alguna
indemnización por perjuicios. Sin embargo, si el profesional es imputado penalmente
por ser parte del problema, la sanción puede ser la suspensión de la matrícula y,
confirmada la sanción penal, puede ser pasible de cancelación de la matrícula.

35
El martillero tiene la facultad de solicitar seguridad para el normal desarrollo de la
subasta , puesto que el inconveniente que se produzca sin haber tomado los recaudos
legales lo responsabiliza ante terceros.
El martillero posee la facultad de solicitar seguridad para el normal desarrollo de la
subasta, puesto que el inconveniente que se produzca sin haber tomado los recaudos
legales lo responsabilizan ante terceros. Es una facultad que le otorga la Ley N.°
20266/73, con el fin de contar con la seguridad necesaria para él y sus clientes en el
normal desempeño del acto del remate.

ORATORIA DEL MARTILLERO


En cuanto a la oratoria del rematador, es oportuno decir que aquí solo veremos
algunas pautas o propuestas a modo de referencia, considerando lo más oportuno
para el actuar del profesional en subastas, ya que sólo la experiencia en la gestión de
subastar, será lo que en definitiva construirá paulatinamente el estilo personal del
martillero para logar la eficiencia en la venta “a viva voz” en la pública subasta.

Es lógico que en algunos principiantes se evidencien intrigas y dudas, pero cabe decir
que, por el contrario, en otros más bien hay exaltación y ansiedad. Para ambos
extremos, será necesario observar las pautas de organización en la venta a viva voz y
así alcanzar el éxito dentro de esta forma de comercialización. Si bien el punto de
partida que lo constituye es el conocimiento, puesto que la formación profesional es
indudablemente conocida por el martillero, solo le resta poner en práctica su oratoria.
Para tales fines, será conveniente tener en cuenta los siguientes pasos propuestos:
AUTOCONFIANZA: Efectuar un análisis personal con el fin de poder reconocer sus
potencialidades y trabajar sobre ellas para afianzar su personalidad con base en su
seguridad
AUTOSUGESTION: Superar algún inconveniente o circunstancia imprevista, lograr
reinventar y adaptar el proceso de oratoria y avanzar firme sobre el propósito previsto.
ELOCUENCIA: Demostrar ductilidad en el hablar, como así también firmeza, convicción,
decisión, seguridad y una serie de aptitudes personales que se destacan según la forma
de expresarse.
VOCABULARIO: Evidenciar que se es rico en expresiones y frases demuestra
conocimientos y brinda certeza en el acontecimiento del remate
EXPRESION: Manifestar conocimientos e ideas prácticas, ya que debe tener dinamismo
toda la información seleccionada e incorporada a su personalidad, lo que es adaptaba
al propósito anhelado.

AUTOCONFIANZA
El martillero principiante deberá efectuar un análisis personal con el fin de poder
reconocer sus potencialidades y trabajar sobre ellas para afianzar su personalidad con
base en su seguridad. Las potencialidades se pueden identificar en buen timbre de voz,
postura y presencia personal que le brindan seguridad y respeto, manejo de la mirada,
etcétera. Asimismo, en este proceso, deberá reconocer lo que él considera como una
circunstancia problemática, es decir, aquello que le condiciona su tranquilidad, ante el
supuesto de tener que estar de pie en frente de los oferentes en la subasta pública
(como, por ejemplo, temblor en las manos, voz cortada por situación de nervios, temor
de olvidarse de algo, entre otros). De aquello que el martillero se siente seguro, solo le

36
quedará potenciarlo e incluirlo para contrarrestar lo que le es problemático en su
actuar.
Si se evidencian problemas con la voz o en las pronunciaciones, será necesaria una
consulta con el profesional en fonoaudiología, ya que puede existir algún
inconveniente que se deba corregir y solo él podrá indicarle los ejercicios pertinentes
para emitir correctamente los sonidos. No obstante, muchos autodidactas proceden a
la corrección personal, ejercitando de manera constante tras repeticiones de
pronunciaciones que le infieren dificultades (como, por ejemplo, no emitir la s), o bien
prueban sus timbres de voz (agudos y graves o altos y bajos). La corrección solo se
puede hacer si otra persona ayuda a marcar el error, pero también se puede emplear
un grabador para las prácticas y luego escucharse a sí mismo, probando tantas veces
sea necesario, hasta obtener resultados que brinden conformidad en el hablar o en el
decir correctos.
La elección del atuendo apropiado para el rematador también le ayudará a sentirse
seguro en su personalidad. No será necesario contratar un asesor de imagen, solo
basta con observar el desempeño y la presentación de los colegas dependiendo el
ámbito de la subasta (urbano, judicial, particular, rural, etcétera) y saber elegir, estar y
sentirse cómodo, por sobre todo.
Si existen situaciones en donde el martillero cree que no podrá controlar el temblor de
las manos o en la voz, para ambos casos deberá practicar en público hasta distenderse
y sentir que el rematar (vender a viva voz) es un hecho tan normal como gritar en un
partido de fútbol o en un concierto de rock, o cantar desaforada- y desafinadamente
en una fiesta familiar sin sentir vergüenza. Pues esa es la circunstancia, perder el
miedo o el temor para que nada en el orador tiemble.

Es necesario que aquel que siente timidez que en reuniones sociales participe
públicamente todas las veces que pueda. Los entendidos manifiestan que primero se
debe perder el miedo a uno mismo y consideran necesario efectuar las prácticas del
espejo, mirándose a los ojos y recitar una poesía o un rezo de memoria. Allí nos
daremos cuenta si nos superamos a nosotros mismos. Aseguran que hacer la práctica
parece a simple vista un acto sencillo de ejecutar, pero al realizarla, cuesta; entonces,
se tendrá que repetir tantas veces sea necesario hasta que nos conformemos a
nosotros mismos. No es conveniente tomar tranquilizantes ni nada por el estilo, lo
único que sí se debe hacer es practicar mucho hasta darse cuenta de que se actúa con
naturalidad. Inclusive hasta los gestos la persona puede corregir en esta práctica
individual del espejo. Hay quienes recomiendan, para aquellos que poseen estados de
ansiedad y nerviosismo circunstancial (debido a la incertidumbre o temor),
complementar la práctica de la voz con alguna actividad física indicada
profesionalmente, es decir, conocer ejercicios de relajación que quiten las
contracturas, así el cuerpo nos acompañará también preparado al remate, junto a la
voz y los conocimientos en la materia.

AUTOSUGESTION
Para que el martillero pueda visualizarse en el acto de remate, con todas las variables
posibles, es decir, desde el timbre de voz, la presentación personal, los oferentes, las
autoridades, la sala de remate o tribuna de la feria, etcétera, tendrá que ser partícipe
pasivo u observador en otros remates. Así podrá figurarse la idea de cómo lo ejecutaría

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él mismo, teniendo presentes todos los vaivenes que pueden surgir y, a su vez, la
respuesta en acción a la situación. Solo así el martillero logrará dominar la idea creada
y concluir con éxito la venta (Ibáñez, 2012). Dentro de la autosugestión, el martillero
cuenta con la información de su forma de ser, identifica los problemas y tiene claras las
posibles soluciones, es decir, ante algún inconveniente o circunstancia inesperada
podrá reinventar y adaptar su proceso de oratoria y avanzar en el propósito previsto.
La práctica le ha brindado una autoconfianza que le permite tener una postura segura
desde el primer momento, cuando en voz alta invite a los interesados a ingresar a la
sala de remates, para luego proceder a dar algunas directivas de organización y
efectuar las lecturas pertinentes de estilo hasta comenzar a estimular la puja con
decisión y bajar el martillo luego del conteo de “A la una, a las dos y a las tres,
¡vendido!”.

Concepto y elementos que se deben observar


Todos coinciden que la oratoria es el arte de hablar en público, donde cada uno resalta
sus actitudes y aptitudes para poder transmitir una idea de manera pública y a viva
voz. Son tres los elementos que se destacan en el proceso de expresarse
públicamente: la elocuencia, el vocabulario y la expresión.

ELOCUENCIA Con ella, el profesional demuestra ductilidad en el hablar, como así


también firmeza, convicción, decisión, seguridad y una serie de aptitudes personales
que se destacan según la forma de expresarse. El martillero de pie, en frente de su
público oferente, no solo presenta su impronta personal con las características del
timbre de voz y su vestimenta conforme la ocasión, sino que, además, con destreza va
resolviendo las situaciones que se plantean, pues es un profesional instruido en los
conocimientos jurídicos y económicos que hacen al bien, objeto de comercialización en
subasta.
En la oratoria del martillero, ser elocuente no solo brinda seguridad y satisfacción al
emisor, sino que ello se transmite a través de la voz, puesto que los interesados
perciben dicha tranquilidad y participan efectuando sus ofertas también en voz alta, a
sabiendas de que ese vendedor inusual los está guiando para poder efectivizar una
buena inversión.

VOCABULARIO
El martillero debe ser rico en expresiones y frases, porque eso demuestra
conocimientos y brinda certeza en el acontecimiento del remate. Si bien el martillero
como profesional en su actividad se encuentra nutrido de contenidos jurídicos,
económicos y técnicos de aplicación inmediata en la venta, siempre es conveniente
contar con algo más, es decir, con una serie de elementos decorativos, informativos,
artísticos, deportivos, entre otros, pues nunca se sabe cuándo será un momento
propicio para que sean empleados dentro de la rutina establecida para el remate.
Asimismo, debemos recordar que por más conocimientos precisos que se tengan de
política, religión o fútbol, se debe tener cuidado, ya que el mal empleo de una simple
apreciación puede resultar un caos de opiniones y perder el control sobre el auditorio.
Lo importante es tener “cintura” para llevar adelante la expresión, la frase o alguna
otra acotación distintiva a la práctica usual en la subasta. También el empleo de
palabras rebuscadas o fuera de serie, de términos incomprensibles en su significado

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para el común, o bien de frases en otros idiomas, por más cultura que desee
demostrar el martillero, no le otorgaría seguridad efectiva hacia sus oyentes para la
venta, ya que no sería adecuada su pronunciación. Es por ello que no son
recomendables, pues sí corresponde utilizar expresiones simples, las que siempre son
directas.

EXPRESION
Constituye la manifestación de los conocimientos y las ideas innovadoras para el
proceso de venta a viva voz que realiza el martillero. Este se presenta al remate con
una visión previa tras haber efectuado una crítica constructiva de las distintas
representaciones de subasta que observó para luego conformar una manifestación
propia. La forma de expresarse dependerá pura y exclusivamente del profesional: oral
(timbre y tono de voz), gestual (posición del cuerpo, movimiento de las manos y gestos
de la cara) o señal (vestimenta, peinado, accesorios personales). En cierto modo,
deberá buscar la combinación ideal a su personalidad, con el fin de sentirse cómodo y
seguro, cuando en frente y de pie al auditorio comience a ejecutar su rutina de venta a
viva voz al mejor postor.

Elocuencia, vocabulario y expresión: Los tres elementos son aspectos esenciales que se
consideran en los procesos de la oratoria; si bien lo son a modo de propuestas, su
empleo es homologado y considerado dentro de las técnicas de oratoria.
Las interrelaciones de los elementos aquí propuestos son solo para brindar una guía al
profesional principiante, sin desmerecer a todas luces que perfectamente puede el
martillero crear nuevos y propios elementos de apoyo a su tarea tras la observación de
distintos autores en la materia.

Estimado futuro colega, siempre debes tener presente:


Una virtud difícil y escasa es tener el coraje de ser uno mismo.
Ser uno mismo no es esforzarse para parecer, sino es demostrar los que sentimos
ser.
Hay quienes alardean de tener una fuerte personalidad y no se observan a sí
mismos, pero la soberbia es engañosa.
Ser uno mismo es saber usar en forma consciente, libre y responsable tu capacidad
de pensar, sentir y actuar.

VIDEO!!!! LA ORATORIA Y el proceso de subasta


Oratoria: arte de hablar en publico. Destresa fundamental.
Elemento fundamental de la oratoria: AUTOCONFIANZA.
AUTOCONFIANZA Y AUTOSUGESTION (PRIMER PASO PARA IDENTIFICAr nuestras
fortalezas) para adaptaciones e innovaciones en cada proceso de comunicación.
Complementan: elocuencia, vocabulario y expresión.

Pilares: oratoria y proceso de gestión


(10 tips de gestión profesional)
1 estar de pie al incio del acto de subasta. (demostrar confianza)
Poner en marcha la subasta presentaciones del bien, condiciones de venta y responder
consultas

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Comenzar con la venta energica a viva voz
Adjudicarlo por conteo de uno dos y tres vendido. Cobrando y entregando el bien.

4- ORATORIA Y ORGANIZACIÓN DE LA SUBASTA

El contenido que se aborda en la presente lectura coadyuva a desplegar los


conocimientos evidenciados en las lecturas anteriores del módulo. Su desarrollo tiene
la finalidad de desplegar la acción para la gestión profesional en la subasta. Los
consejos que se proponen encaminan al futuro profesional a la práctica y a la
orientación en pasos o etapas que señalan un camino viable para la organización de un
remate. Aquí avanzaremos sobre una propuesta indicativa que motiva a replicar y a
adaptar los procesos necesarios para ejecutar una ideal venta de bienes, ya sean
muebles, inmuebles o semovientes.
Mariano Arévalo, encaminado decididamente a formarse como un profesional eficaz
en la subasta, busca convertir sus debilidades en fortalezas para avanzar de manera
firme sobre los contenidos y las prácticas de oratoria. Debe alcanzar como finalidad
abordar toda la información de herramientas óptimas para incorporar en los procesos
de aprendizaje y lograr ser un ideal orador, por lo que su trabajo se centrará en el
timbre de voz y en la imagen de presentación. Dentro del contexto de información que
lo estimularía en el ejercicio de la subasta, decide, como recurso inspirador, buscar en
la institución colegial algún material que destaque la labor del profesional para darle
un sentido personal y social a la práctica del remate.
Asimismo, se plantea como problemática cómo llevar adelante la organización del
remate, puesto que una vez superado el trabajo personal en cuanto a timbre voz y
presentación, el camino que sigue le significará un desafío necesario para poder
ejecutar la preparación de una subasta. Mariano aún no idealiza cómo sería ese
comienzo, cómo lograr el desarrollo de su propio remate. Su desafío será armar un
plan y, para ello, deberá comenzar a observar otras subastas, revisar los edictos del
Boletín Oficial, ver las publicaciones en redes sociales, consultar en la web de las
páginas relacionadas con dicha temática, entre otros. Si el arte de hablar consistiera
simplemente en el “decir por decir”, pues actualmente sobrarían los grandes maestros
de la oratoria, aquellos filósofos griegos que profundizaron en la expresión oral como
herramienta esencial para transmitir las ideas. Si bien nosotros como martilleros no
realizaremos un debate de ideas ni pronunciaremos un eufórico discurso político, sí
avanzaremos decididamente sobre la gestión de venta de un bien, destacando todas
sus características, evidenciando las condiciones del negocio y alentando a una tribuna
pujante de interesados en adquirir (Ibáñez, 2012).

Para lograr el objetivo de buscar el mejor precio alentando la puja, será necesario que
nos concienticemos de nuestra presencia física en el momento de actuar, por lo que
debemos trabajar a ciencia y conciencia para obtener la plena seguridad de lo que
vamos a realizar. En este proceso práctico de la oratoria, descartamos que el futuro
profesional ya tiene en su conocimiento incorporado todo el contenido legal que
sustenta una subasta, aquello que es fundamental para cerrar el negocio, ya que solo
aquí nos vamos a enfocar en el aspecto de la voz y en su forma o manera de abordar la
subasta presencial. Para eso, pondremos a disposición los siguientes consejos para que
practiques en tu casa. Veamos:

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GRABAR AUDIOS
Pronunciar una oración, leer un texto o repetir de memoria algún verso, rezo o
contenido que tengas que decir cotidianamente con la única finalidad de grabar tu voz.
Una vez que grabaste el sonido, reproduce y escucha tu audio. Analiza el timbre y la
claridad de pronunciación de palabras y confirma si estás conforme con lo que
escuchas de ti. Debes repetir el proceso en distintas oportunidades, hasta que puedas
estar totalmente satisfecho con lo que escuchas de las pronunciaciones que emites.
Asimismo, en toda comunicación cotidiana, comienza a incorporar en el proceso del
habla la atención en escucharte para poder observar cómo percibe tu mensaje el
receptor. Es una práctica diaria, hasta poder moldear completamente la
pronunciación: el ejercicio cotidiano hará más rápida y efectiva la incorporación de la
técnica hasta llegar a ser una modalidad normal en el proceso de la expresión oral. De
a poco, comenzando con el diálogo, vas moderando tu forma de hablar; luego
aprovechas toda oportunidad donde tengas que expresar alguna idea, palabra aislada,
etcétera, a viva voz con el fin de poder superar los distintos procesos de inhibición
para que cuando tengas que expresarte en público estés preparado para afrontar la
situación. Todo es de a poco y debes permitirte oportunidades de hablar en público, a
modo de práctica constante.
DE PIES FRENTE A UN ESPEJO
Obsérvate, conócete y trabaja en una postura física que te dé seguridad. Estudia la
vestimenta y decídete por aquella que te brinda fortaleza y que te permita estar
cómodo. También observa tus gestos y tus movimientos: comienza con tu rosto,
analiza la mirada y las muecas, fíjate si debes afianzar alguna modalidad expresiva en
tu cara o si es necesario estudiar tu peinado; es decir, haz un análisis profundo que te
ayude a encontrar los gestos adecuados para quitar o incorporar y sentirte seguro de
ti.

Estos dos ejes que aquí se presentan son sencillos y básicos, no desestimables en
absoluto: se puede decir que son el punto de partida para la práctica de la oratoria.
Ciertamente, puedes encontrar mucha bibliografía que facilite estas prácticas, ya que
no hay una regla específica, sino más bien una serie de elementos que son rescatados
y puestos en consideración por la persona que desee prepararse para afrontar el
desarrollo de las actividades en forma pública. Con lo que aquí expresamos, queremos
invitarte a que profundices la teoría y la práctica en materia de oratoria, ya que la
última palabra aún no está escrita en un decir

Poner en práctica los dos ejes propuestos, pues estimulan la oratoria y ayudan al
desafío de comunicarse de manera personal mediante el diálogo y también a viva voz
ante un público receptor

A continuación, compartimos las siguientes expresiones alentadoras que afianzan tu


idea de avanzar en la tarea de prepararte para ser un competente subastador.
El sentido moral del remate: Los remates han de ser siempre inquietud y presencia
viva, expresión latente de espíritu y de progreso, manifestación vigorosa de
optimismo, influjo creador, y principalmente, acciones cabales y correctas… Nuestros
remates son realización de ideas, transformación de hechos, evolución,

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acontecimiento y estímulo, significando la manera más noble de venta, pues oferta,
interés y puja representan exacta medida y justo precio. Quien alcanza la calidad de
rematador, es un intelectual que estudia las ventas y las organiza con visión,
entendimiento, criterio y oportunidad, procurando obtener el mejor precio, promover
a la prosperidad y conquistar confianza y estimación (Rovetto, 1990, p. 21).

Estos constituyen los dos ejes básicos para la práctica de la oratoria en general, con el
fin de estimular el conocimiento de la forma de expresarse que posee la persona y, a la
vez, analizar los procesos de ratificación o rectificación de las prácticas.

En todo remate, se desarrollan y conjugan una serie de intereses comerciales


plenamente respetables, ya que en el instante de la subasta se involucran el
enajenante, el adquirente y el público pujante. En dicho escenario, el martillero asume
un rol de regulación y control de los actores, que concluye en definitiva con la
adjudicación al mejor postor. El profesional lleva adelante el control en el acto desde el
inicio, conduce el desarrollo y el cierre con la concreción del negocio, adjudica el bien
al mejor postor y genera la tradición de este.

Te invitamos a leer el siguiente artículo para profundizar sobre el tema.


No comunicarse correctamente influye negativamente en el interlocutor, lo cual
imposibilita conseguir los objetivos deseados. En todos los entornos a los cuales un
orador se enfrenta, la forma en que se expresa, en que se comunica, será el patrón por
el cual se lo juzgará, se lo aceptará o rechazará. Hablar con orden, claridad,
entusiasmo, persuasión y eficiencia, no es un lujo, sino una necesidad. El primer paso
para mejorar la capacidad de comunicación es llevar a cabo un proceso de
conocimiento personal, es decir, identificar las fortalezas y debilidades en el arte de
hablar frente a un público. Es preciso reconocer y trabajar en cada uno de los
elementos que intervienen en la comunicación interpersonal. Se debe estar al tanto de
la importancia de la preparación del orador y hacer preguntas y buscar respuestas
sobre, dónde pararse, cómo mover las manos, cómo organizar el discurso, cómo
manejar el miedo, qué estrategia utilizar para involucrar a las personas que estarán
escuchando. Los ejes. Es necesario desarrollar la capacidad oratoria teniendo en
cuenta tres ejes: el orador, el discurso y el auditorio. El orador deberá trabajar sobre su
respiración, la velocidad, articulación, el volumen y entonación de sus palabras, el
lenguaje corporal y el miedo oratorio. En cuanto al discurso se deberá organizar con un
orden y estructura. En lo que respecta al auditorio es necesario tener en cuenta la
tipología de públicos, el estilo de intervención y el lenguaje a utilizar. El objetivo es
llegar a enfrentarse a situaciones con la postura corporal correcta, utilizando el
vocabulario adecuado, con un discurso armado coherentemente y manejando
estrategias para enfrentar al público. Imagínese en el futuro, cuando tenga que
representar a su empresa o cuando asista a una entrevista que defina su futuro laboral
¿Estará preparado para ese momento?

ORGANIZACIÓN DEL REMATE


Avancemos en una propuesta paso a paso. La idea es que sea como un puntapié inicial,
para contar con una modalidad adaptable para cada tipo de bienes o procesos. Para
ello, debes tratar de imaginar los momentos de visualizar la experiencia, por lo que

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debes buscar estar presente en una subasta real (organiza tu agenda y ve a presenciar
una subasta en tu ciudad). Veamos los puntos:

Paso 1
Cuando te haces presente en el acto de la subasta
Les das las bienvenida a los presentes, agradeces su participación y manifiestas que
esperas las mejores posturas, ya que la propiedad es un bien económicamente
importante. Indicas a los presentes que procederás con la subasta en presencia del
funcionario o propietario autorizante –según el tipo de subasta– y que bajarás el
martillo de venta a la mejor y mayor oferta luego del minuto de espera por ley y por
autorización del funcionario o propietario. Expresarás que el funcionario, propietario o
presentador de bienes, si lo desea, se manifestará respecto del orden de la subasta.
Asimismo, tú debes repetir las condiciones y las particularidades de la venta. Al
margen, te debes preparar para responder preguntas sobre el bien por subastar (sus
características), las condiciones de la venta (formas de pago, entrega de la cosa), el
detalle de la papelería y cómo concluye el acto o el evento de venta en la subasta
pública.

Un ejemplo de bienvenida en un remate judicial puede ser: “Señores y señoras, siendo


las…, previa espera de ley, damos comienzo a la subasta ordenada en los presentes
autos, comenzando con la lectura al edicto en donde consta el decreto que ordena la
medida…”.

Paso 2
Procedes a dar lectura
Aquí, con pronunciación correcta de las palabras, podrás leer las características del
bien o describirlo, si está presente el objeto. Asimismo, podrás manifestar las
condiciones de la venta, como, por ejemplo: “El siguiente bien se describe como… La
venta se realizará al mejor postor. Luego de transcurrido un minuto, si la última oferta
no se mejora, se adjudica a este, quien deberá suscribir el acta… El bien mueble debe
retirarse por la calle…”.

Paso 3
Contestar preguntas o consultas sobre los bienes y la modalidad de venta
Antes de comenzar, si alguien desea efectuar alguna pregunta, es oportuno que el
profesional salve las dudas respecto de la venta con el fin de no distraerse del precio y
del oferente que se vayan realizando

Paso 4
Informar a los presentes
Una vez despejadas todas las dudas y comenzada la subasta, no se responderán más
preguntas, sino que solo se recibirán las posturas de los oferentes interesados. Por
ejemplo, podrás leer el artículo del Código de Faltas de la provincia o comuna donde se
regula el asunto de las subastas públicas, para que nadie interrumpa el acto de venta
mientras se reciben las posturas, conforme indica la norma legal, ya que ante el
incumplimiento podrán ser sancionados los perturbadores del acto de subasta.

43
Paso 5
Comenzar la subasta
“Señores, ¿quién da la base? Hablamos de dinero, ¿hay oferentes?” Si no hay
oferentes en el instante, esperaremos la autorización del funcionario o propietario
particular para comenzar la venta por las dos terceras partes, o bien sin base, según
corresponda el caso.

Paso 6
Alentar las pujas
Se pide y se sugiere un monto: “Tengo la base… Tengo $... ¡Gracias, caballero!”. Sigues
pidiendo y sugiriendo, mientras vas levantando las posturas.

Paso 7
Cerrando las posturas
“¿No hay más interesados?, ¿hay una mejor oferta?” Si no hay más interesados,
cuando te autorice el funcionario, procedes a bajar el martillo por la suma de pesos de
la última postura

Paso 8
Comienza el conteo de estilo
Si nadie más mejora la oferta, adjudicarás el bien al mejor postor. Repites el último
monto, señalas a quien tiene la oferta, destacas las características del negocio y la
oportunidad de comprarlo y sigues estimulando.
Paso 9
Autorización de vender
Esta etapa es relativa, dependiendo el tipo de remate que sea: si es judicial, la
autorización para adjudicar es del funcionario presente (para demostrar la
transparencia y la igualdad de oportunidades a los presentes); si es una subasta
privada, será del propietario de la cosa, en la medida que así se acordara en el
momento de autorizar la subasta. Todo depende, en este caso, de cómo el martillero
desee llevarla a cabo, siempre y cuando esté acordado expresamente de manera
previa para evitar cualquier tipo de error y posterior reclamo: “Tengo la mejor oferta
de pesos…, a las una, $..., a las dos, ¡vendido en $... a las tres!”.

Paso 10
Saludo de cierre
“¡Gracias, señores! Lo invito al comprador a suscribir el acta de remate por aquí”

Si bien aquí hemos detallado un proceso sintetizado, la idea es comenzar a tener una
percepción de lo que sucede en el proceso de la subasta, el que ciertamente se ratifica
de dos maneras:
• 1
1- Asistiendo a subastas presenciales de otros colegas.2
2- La propia experiencia cosechará el modismo de venta que anhela el profesional.

44
Analizando los diez puntos propuestos anteriormente, si se tratase de una subasta
judicial, al momento de la venta, ¿será necesaria la autorización del funcionario para
adjudicar?
Obsteniendo el mayor precio e identificado el mejor postor, antes del conteo de estilo,
en la subasta judicial procede previamente la autorización del funcionario presente. La
Justicia establece el control de la venta para de garantizar la transparencia y brindar
todas las seguridades del acto jurídico.

CONTENIDO DE LA TELECLASE

DONDE SURGE LA SUBASTA? VENTA PUBLICA A VIVA VOZ


EJES PRECURSORES: GRECIA, EGIPTO Y ROMA.

LA SUBASTA ROMANA ES LA MAS COMPLETA POR SUS CARACTERISTICAS DE GESTIONES


Y PROCESOS NORMATIVOS. BOTIN DE GUERRA Y LEY DE PROSCRIPCION

CUAL FUE LA COICNCIDENCIA QUE CARACTERIZARON LA VENTA A VIVA VOZ?


HAY UNA EVOLUCION HISTORICA DE LA SUBASTA. HAY UN HECHO QUE DESENCADENA
ESTA FORMA DE COMERCIALIZACION: EL EMPLEO DE LA MONEDA. DESARROLLADO EN
EL MERCADO CONCENTRICOS DEL MEDITERRANEO.

COINCIDENCIAS SIGNIFICATIVAS:
MODALIDAD DE LA VENTA PUBLICA ANUNCIADA. CONDICIONES. FORMALIDAD DEL
SUJETO QUE EFECTUA LA VENTA A VIVA VOZ, DA LA CARASTERISTICAS DEL BIEN Y
PERSONA QUE LOGRA MANISFESTAR LA MEJOR OFERTA QUIEN RECIBE LA
ADJUDICACION DEL BIEN. LUGAR Y TIEMPOM DETERMINADO: NORMAS QUE INDICAN
DONDE Y CUANDO SE EFECTUABAN. TENER EN CLARO QUE EL SUBASTADOR
(FUNCIONARIO) Y QUIENES PARTICIPABAN EN LA VENTA PUBLICA Y AL MEJOR POSTOR
SEÑALADOS DENTRO DE UN REGIMEN Y ORGANIZACIÓN DE LA SUBASTA

EL REMATE Y EL MARTILLERO TINE CARACTERISTICAS PROPIAS


GRECIA: PUBLICA A VIVA VOZ. LUGAR: AGORA. TRIBUNA O PALCO. EL FUNCIONARIO ERA
UN HERALDO
ROMA: PROCESO AVANZADO Y ESTUDIADO (BASE DE NUETSTO COD CIV.) PUBLICA A
VIVA VOZ. LUGAR: BAJO LANZA/SUBASTA. HABIA UN PREGONERO QUE ANUNCIADO.
UN MAGISTRADO. REGLAMENTACION ESTRICTA EN BOTIN DE GUERRA Y PROSCRIPCION
EGIPTO INFLUUENCIA HELENICA. SOLEMNE. A VIVA VOZ

LATINOAMERICA: NORMAS DE INDIA / ESPAÑA. JUNTAS DE ALMONEDAS : SE


RESOLVIA PUBLICAMENTE AL MEJOR POSTOR HASTA LOS CARGOS PUBLICOS. Vocablo
Martillero proviene de la influencia anglosajona empleaba al subastador ingles un
martillo

EL MARTILLERO: LEY 20266 (MODIFICADA POR LA 25028 NECESITA TITULO UNIV)

REQUISITOS
TITULO UNIVERSITARIO

45
DOMICILIO REAL (DETERMINA LA JUSRIDISCCION, EL COLEGIO DONDE DEBE
PRESENTAR LOS PAPELES
NO ESTAR COMPRENDIDO EN LAS INCOMPATIBILIDADES E INHABILIDADES
FIANZA: A LOS FINES DE PODER GARANTIZAR EL CORRECTO SERVICIO PROFESIONAL
DEMAS REQUISITOS COLEGIALES.

EL MARTILLERO SE HABILITA SEGÚN LA LEY 20266


REQUISITOS: TITULO, NO INHAB E INCOMPA Y FIANZA
MATRICULA: ASUME UNA SERIE DE OBLIGACIONES Y DERECHOS.

ETICA Y ORATORIA DEL MARTILLERO:


AUTOCONFIANCIA Y AUTOSUGESTION
DEBE ACTUAR ETICAMENTE EN TODO MOMENTO
BRINDAR LAS CONDICIONES PARA GARANTIZAR EL PROCESO.
PREPARARSE PARA BRINDAR UN BUEN SERVICIO
ETICA Y ORATIA ESTAN VICULADOS DIRECTAMENTE PARA CUMPLIR CON TODO EL
COTENIDO, SIGUIENDO UN ORDEN LOGICO, CONFORME LAS LEYES PARA LA VENTA
PUBLICA.

SON CONCEPTOS CON REPROCIDAD. ES CONSTANTE, VAN UNIDOS EN EL PROCESO DE


LA VENTA A VIVA VOZ.
ETICA. CONFORME A LA MORAL Y LAS BUENAS COSTUMBRES. OBSERVANCIA DE
NORMAS ESTATUTARIAS.
ORATORIA: AUTOCNFIANZA Y AUTOGESTION.(3 EJES) ELOCUENCIA: IMPULSO DE
SEGUIR ADELANTE. VOCABULARIO: ENRIQUECE LA PUESTA EN ESCENA. EXPRESION:
DEFINE EL PERFIL EN CADA MOMENTO.

ORATORIA Y ORGANIZACIÓN DE LA SUBASTA.

PREPARACION DE LA ORATORIA FRENTE A UN ESPEJO O GRABAR. MEJORAR LA


EXPRESION ORAL. PRACTICA DE LA ORALIDAD.

ORATORIA Y SUBASTA PUNTOS ESCENCIALES: SE UNEN

1- ORATORIA: DOBLE MISION: VERACIDAD Y CLARIDAD EN LAS EXPRESIONES .


CUIDADO DE LA VOZ. ANAILIS DE LAS EXPRESIONES.
2- PROCESO DE SUBASTA. REVISION DE PASOS PARA LA ORGANIZACIÓN DE LA
SUBASTA. 1. INDODUCCION. 2. DESARROLLO. 3. CONCLUSION
3- REVISION. RECTIFICACION O RATIFICACION DE PASOS. REINVENCION

Módulo 2.
Instancia judicial de la ejecución de sentencia.

Para que se pueda iniciar la etapa de ejecución de sentencia de un juicio y designar al


martillero para subaste el bien embargado, es necesario:

• Que la sentencia quede firme;

46
• se confeccione la planilla de liquidación;
• se constituya fianza u otra garantía por parte del ejecutante.

Se debe verificar los plazos vencidos de notificación de la sentencia y actualizar la


planilla de liquidación del juicio, para luego constituir fianza. Recién allí procede a
proponer al martillero.

El tribunal permite la designación directa del martillero por parte del ejecutante; no
obstante, deberá ser notificado y aceptar el cargo dentro de las 72 horas. Si éste no se
presenta puede ser sancionado.
Los procesos de ejecución de sentencia se pueden dividir en dos:

• Declarativos: es aquel que pretende lograr que el órgano judicial interprete y


declare, mediante la aplicación de las normas pertinentes a los hechos
planteados, el contenido y alcance de la situación jurídica de las partes.
• Ejecutivos: es aquel que tiene por objeto asegurar la eficacia de las sentencias
de condena, es decir, aquellos pronunciamientos judiciales que imponen el
cumplimiento de alguna prestación (de dar, hacer o no hacer).
En síntesis, el proceso de ejecución es aquel que tiene por objeto una pretensión en
que se reclama del órgano jurisdiccional la realización de una manifestación de
voluntad. Según el proceso de ejecución puede dividirse en:
- La ejecución expropiativa, que es aquella en que la pretensión procesal va
dirigida a obtener una suma de dinero.
- La ejecución satisfactiva, cuando el proceso de ejecución tiene por objeto una
pretensión dirigida a obtener una entrega, pero no de dinero. Por lo general, se
trata de un inmueble de naturaleza especifica.
- La ejecución transformativa, en la que se satisface al ejecutante mediante la
realización de una conducta física distinta a la entrega y que se proyectará
sobre el objeto o actividad previstos en el título de ejecución, es decir, esta
conducta consiste en un hacer o en un deshacer.
Designación del martillero.
En la presente instancia del juicio, el ejecutante propone al martillero, para que se
realice su designación judicial. El martillero “no es parte en el juicio”, sino que es un
mandatario del juez designado para la realización de los bienes en pública subasta.
Deberá llevar adelante sus actuaciones en tiempo y forma según las disposiciones del
Código Procesal Civil y Comercial de la Nación y las leyes que impacten en dicha
gestión.

Según el artículo 563 del CPCCN, las cámaras nacionales de apelaciones serán las que
recepten la nómina de martilleros, por lo que se abrirá cada año el respectivo registro
donde podrán inscribirse, como auxiliares de la Justicia, los martilleros que posean más
de dos años de antigüedad en la matrícula y reúnan los requisitos de idoneidad que
ordene el tribunal.

47
En el caso de la subasta judicial, el martillero no actúa como mandatario ni como
comisionista de ninguna de las partes litigantes, ni de ambas conjuntamente, sino
como un oficial público auxiliar del juez.
Una vez designado el martillero, deberá aceptar el cargo dentro del tercer día de
notificado y dar comienzo con la instancia de trámites en los plazos que fije el tribunal.
Es de suma importancia que el futuro profesional tome conocimiento de las normas
procesales de su provincia y los criterios que se imparten en cada tribunal.
Para que el martillero judicial pueda actuar en la Justicia, necesariamente debe estar
incluido en la nómina que se confecciona en la Cámara de Apelaciones (justicia
nacional) o en Servicios Judiciales (justicia ordinaria).

Disposiciones para la subasta de inmuebles.


Se debe tener presente en cuanto al objetivo de la venta judicial lo que señalan el
CPCCN y el juez en la causa, ya que es un acto procesal que se materializa en un
contrato de compraventa (acta de subasta) que se configura al aceptarse la oferta
formulada por el mejor postor. El subastador debe cumplir con todas las disposiciones
que señala el tribunal (estar inscripto en la nómina de martilleros judiciales del tribunal
(acredita habilitación o fianza) y seguir el proceso de subasta conforme lo que indica el
Código Procesal Civil y Comercial y lo que ordene el juez). Ante la inobservancia e
incumplimiento, es pasible de sanciones.
Recaudos previos. Decreto de subasta.
Antes de ordenar la subasta de un bien inmueble, el juez, según el artículo 576 del
CPCCN, deberá requerir informes y oficios. Igualmente el martillero, por la Ley 20266,
tiene la facultad de requerir directamente los informes.
Conforme dispone el Código Procesal Civil y Comercial, el pedido de informes y oficios
será sobre:
1. Deuda sobre impuestos, tasas y contribuciones a la provincia, la municipalidad
y a los entes prestatarios de servicios públicos inmobiliarios mediante oficio en
el que se debe consignar el número de empadronamiento, la nomenclatura
catastral, la matrícula o folio, el dominio, etcétera, según el tipo de informe.
2. Deudas por expensas comunes, si se tratare de unidades de propiedad
horizontal. El informe debe requerirse al administrador del consorcio, a quien,
además, incumbe informar sobre el monto de las expensas al último mes, pues
ambas circunstancias deben determinarse no solo en los edictos, sino también
en el acto de remate. De manera que en caso de unidades de propiedad
horizontal o comunidades de régimen legal similar –por ejemplo: los barrios
cerrados o countries–, es necesario contar con el importe de deuda por
expensas comunes, que debe proporcionar el administrador y luego constará
en los edictos.
3. Condiciones registrables del dominio y gravámenes que lo afecten y condición
catastral, teniendo los informes una vigencia de sesenta días; vencido este

48
plazo, deben actualizarse. La información debe extenderse a hipotecas,
servidumbres y, en general, a todas las anotaciones que corresponde hacer en
el Registro de la Propiedad, ya que el artículo 577 del CPCCN prescribe que, una
vez decretada la subasta, debe comunicarse a los jueces embargantes o
inhibientes y citarse a los acreedores hipotecarios. El informe al Registro de la
Propiedad se transforma en una certificación judicial, ya que, por un lado,
produce el bloqueo de dominio para la subasta y, por el otro, informa de los
gravámenes e inhibiciones que estuvieren anotados para que, por medio de
exhorto, se comunique a los jueces que libraron dichas medidas que se
ordenará la subasta del bien en los presentes autos, con la finalidad de que
comparezcan al expediente y hagan valer sus derechos para su oportunidad.
Por otro lado, si existe hipoteca, se debe comunicar al acreedor, y el monto de
la hipoteca será la base del remate, ya que es un privilegio el presente derecho
real de garantía (realizada la subasta, cobra primero el acreedor hipotecario,
luego el ejecutante y, a continuación, sobre el remanente el resto de los otros
acreedores según su preferencia).
4. Estado de ocupación del inmueble. Se lleva a cabo mediante el diligenciamiento
de un oficio de constatación. El presente oficio es librado al oficial de Justicia y
debe estar firmado por el juez y el secretario, ya que, si bien debe constatar el
estado de conservación y ocupación del inmueble (por demandado, locatario,
comodatario, etc.), conlleva la orden de allanamiento y empleo de la fuerza
pública, si fuera menester.

Decreto de subasta: Una vez contestados los informes requeridos sobre impuestos,
tasas y contribuciones de dominio, embargos e inhibiciones, y también, deudas por
expensas comunes, agregado el título de propiedad o testimonio y comprobado el
estado de ocupación del inmueble, corresponde que el juez dicte resolución, ordene la
subasta y determine la base.

Una vez comunicado el decreto de la subasta a los jueces embargantes e inhibientes, y


citados los acreedores hipotecarios, corresponde que el juez fije el lugar en donde el
remate debe realizarse, que será donde tramita la ejecución o donde se ubica el
inmueble, según resulte más conveniente. A propuesta del martillero actuante, debe
establecerse también el día y la hora del remate, que no pueden ser alterados salvo
autorización del juez o acuerdo de partes expresado por escrito. En la misma
resolución, el juez debe precisar la propaganda adicional que haya sido objeto de
autorización.

Orden de la subasta: aspectos esenciales.


Lugar, fecha y hora de la subasta – Cumplidos los recaudos establecidos en la ley
procesal, designado el martillero, determinada la base y notificados los demás
embargantes y acreedores hipotecarios, se fijará el lugar donde se realizará la subasta,
que puede ser donde se tramita la ejecución o donde se ubica del bien, según lo que
resulte más conveniente para la venta. Se establecerán día y hora, que no podrán
cambiarse, salvo autorización del juez (art. 577 CPCCN).

49
Solicitud de adelanto de fondos – Cuando el martillero lo solicitare y el juez considere
pertinente, la parte ejecutante debe adelantar los fondos que se estimen necesarios
(art. 565 in fine CPCCN).
Comisión del martillero – El martillero designado percibirá la comisión que
corresponda conforme al bien subastado, establecida por la ley o, en su caso, la
costumbre (art. 565 primer párrafo CPCCN).
Publicidad del remate – El remate se anunciará por edictos, que se publicarán por DOS
días en el Boletín Oficial y en otro diario, en la forma indicada en los artículos 145, 146
y 147. Si se tratare de bienes de escaso valor, sólo se publicarán en el Boletín Oficial,
por UN día y podrá prescindirse de la Publicación si el costo de la misma no guardare
relación con el valor de los bienes.
Si se tratare de inmuebles, podrá, asimismo, anunciarse en diarios del lugar donde
estén situados…(art. 566 CPCCN).
Publicidad adicional: la propaganda adicional será a cargo del ejecutante, salvo si el
ejecutado hubiese dado conformidad, o si su costo no excediere del DOS POR CIENTO
(2 %) de la base (art. 567 CPCCN).
Postura bajo sobre – Cualquiera sea la naturaleza de los bienes a subastar, a pedido de
parte o de oficio el juez podrá disponer que se admitan posturas en sobre cerrado, en
las condiciones que fije, que deberán indicarse en los edictos y, en su caso, en la
propaganda (art. 570 CPCCN).
Subasta progresiva – Si se hubiese dispuesto la venta de varios bienes, el juez a pedido
del ejecutado, podrá ordenar que la subasta se realice en distintas fechas y que se
suspenda cuando el precio obtenido alcanzare a cubrir el crédito, intereses y costas
reclamados (art. 569 CPCCN).

Si se suspende el trámite de la subasta por culpa del martillero, este no solo no cobrará
comisión alguna, sino que, además, será responsable por los gastos y daños que se
ocasionaren, sin perjuicio de que pueda recaer sobre él otro tipo de sanciones. Si no
fuera por causa del martillero, el monto de la comisión será fijado por el juez, de
acuerdo con la importancia del trabajo realizado; si se anulare, también sin su culpa,
tendrá derecho a la comisión que correspondiere. Si el mismo martillero vendiere el
bien en un remate posterior, su retribución será determinada atendiendo al efectivo
trabajo que le hubiere demandado esa tarea. Art. 565 CPCCN
Acto de remate. Medidas de seguridad. Comprador en subasta.
ACTO DE REMATE.

Martillero:
1-Lectura del edicto.

50
2-Responde las consultas.

3-Pide la base, e impulsa las pujas.


4-Toma la oferta más alta, retiene y espera el tiempo de ley para que autorice el
funcionario y comienza el conteo.
5- Adjudica al mejor postor.

6- Confección y suscripción del acta de remate. Termina la subasta.


7- Periodo de observación e impugnación del acta.
8- Aprobación del remate.
9-Cancelación de precio.
10- Orden de inscripción registral. Posesión de la cosa

En la Ley 20266, en su artículo 8, inciso d, encontramos que el profesional puede


solicitar de las autoridades competentes las medidas necesarias para garantizar el
normal desarrollo del acto de remate.
El martillero, como auxiliar de la Justicia, llevará adelante la venta considerando todos
los pasos procesales: abre el acto del remate en tiempo y forma y en el lugar
designado conforme indica el edicto; espera los 15 minutos de ley; a viva voz inicia la
lectura del edicto, acta de constatación del inmueble o verificación del bien; repasa las
condiciones de ventas anunciadas en el edicto; evacúa las consultas a los presentes,
eventuales oferentes; da inicio a la recepción de posturas considerando la base de
inicio para la venta y el monto de cada postura mínima formulada; atiende y estimula
la puja; retiene la última oferta; efectúa el conteo público o espera el minuto de ley,
según las indicaciones del tribunal; superada esta instancia sin que nadie mejore la
última postura, adjudica al mejor postor. El funcionario del tribunal verifica la
identidad (a través del documento nacional de identidad), se recepta el pago conforme
a las condiciones de venta (precio de contado, el total o seña, comisión del martillero y
cualquier otro pago a cargo del comprador anunciado en el edicto) y se suscribe el acta
de subasta: comprador, martillero y funcionario del tribunal. Luego, el acta pasa al
expediente para su observación o impugnación.
Compradores en subasta
Mejor postor adjudicado: el martillero requerirá al adjudicatario la constitución de
domicilio en el lugar que corresponda al asiento del juzgado. Si el comprador no lo
constituyese en ese acto y no lo denunciare oportunamente, se aplicará la norma del
artículo 41, en lo pertinente (art. 579 CPCCN).
Comprador en comisión: el comprador deberá indicar, dentro de tercero día de
realizada la subasta, el nombre de su comitente, en escrito firmado por ambos. En su
defecto, se lo tendrá por adjudicatario definitivo. El comitente constituirá domicilio en

51
esa presentación, bajo apercibimiento de lo dispuesto en el artículo 41, en lo
pertinente (art. 571 CPCCN).
Comprador remiso: así se designa y es procedente para el comprador en remate
judicial que ha sido remiso en depositar el saldo de precio pueda hacerlo en tanto no
se haya decretado una nueva subasta. El CPCCN indica: dentro de los CINCO (5) días de
aprobado el remate, el comprador deberá depositar el importe del precio que
corresponda al contado, en el banco de depósitos judiciales; si no lo hiciere en esa
oportunidad y no invocare motivos fundados para obtener la suspensión del plazo, se
ordenará nueva subasta en los términos del artículo 584.
Quién no puede comprar en subasta: Según lo reglamentado por la Ley 20266, le está
prohibido al martillero: (…) Compra por cuenta de terceros; d) Comprar por cuenta de
terceros, directa o indirectamente, los bienes cuya venta se les hubiere encomendado;
compra para sí de los bienes a rematar; e) Comprar para sí los mismos bienes, o
adjudicarlos o aceptar posturas sobre ellos, respecto de su cónyuge o parientes dentro
del segundo grado, socios, habilitados o empleados.
Procedimientos posteriores al remate. Nulidades. Decreto de nueva subasta.
El acta de subasta pasa cinco días en el despacho del tribunal para su observación. Si
no existe pedido de nulidad, se encamina el proceso para la aprobación de la subasta.

El martillero deberá presentar su cuenta de gastos definitiva, por lo que dicha


rendición tendrá que realizarse dentro de los tres días de efectuada la subasta (Art.
564 CPCCN), bajo apercibimiento de ser sancionado, por ejemplo, con la pérdida de la
comisión.

Nulidad de la subasta: La ley distingue si la nulidad de la subasta es articulada


mediante petición de parte o declarada por el juez. El artículo 592 del CPCCN dispone
que la nulidad solo puede plantearse hasta dentro del quinto día de realizado el
remate.
Si el comprador pide la nulidad por perjuicio, deberá acreditarlo y fundamentarlo. Si no
lo hace y se niega a consignar el saldo de precio, será sancionado y considerado como
comprador remiso, lo que significa que perderá la seña abonada y deberá responder
por la diferencia de precio menor en la nueva subasta.
Decreto de nueva subasta: La subasta puede ordenarse nuevamente en el caso de que
se dieran los siguientes supuestos:
Por falta de postores (subasta desierta): “Si fracasare el remate por falta de postores,
se dispondrá otro, reduciendo la base en un VEINTICINCO POR CIENTO (25 %). Si
tampoco existieren postores, se ordenará la venta sin limitación de precio”. Art. 585
CPCCN.
Por incumplimiento del comprador (comprador remiso): Cuando por culpa del postor
cuya oferta hubiese sido aceptada como definitiva en el acto del remate la venta no se
formalizare, se ordenará nuevo remate. Dicho postor será responsable de la

52
disminución real del precio que se obtuviere en la nueva subasta, de los intereses
acrecidos, de los gastos ocasionados y de las costas causadas con ese motivo. Art. 584
CPCCN.
Perfeccionamiento de la venta judicial. Desocupación del inmueble.
Procedimientos posteriores al acto de subasta:

1. El perfeccionamiento de la venta judicial solo se suscita una vez aprobada la


subasta, pagado el precio en su totalidad o saldado el remanente en su caso, y
efectuar la tradición a favor del adquirente, conforme se dispone en el artículo
586 del CPCCN.
2. La escrituración será extendida por escribano sin que sea necesaria la
comparecencia del ejecutado. El adquirente toma a su cargo la realización de
las tareas tendientes a ella y no está obligado a soportar los gastos que
corresponden a la otra parte, según se indica en el artículo 587 del CPCCN.
3. Medidas precautorias (levantamiento): los embargos, inhibiciones y demás
gravámenes se levantarán al solo efecto de la escrituración, por lo que se
comunicará vía exhorto a los jueces que ordenaron dichas medidas, tal como se
expresa en el artículo 588 del CPCCN.
4. Desocupación del inmueble: No procederá el desahucio de los ocupantes del
inmueble subastado hasta tanto no se hubiere pagado el saldo del precio y
hecho la tradición.
Trámites pertinentes para la subasta de bienes muebles y semovientes.
Etapas del proceso:

1. Se ordenará su venta en remate, sin base, al contado o con las facilidades de


pago que por resolución fundada se establezca, por un martillero público que
se designará observando lo establecido en el artículo 563 CPCCN.
2. En la resolución de la venta se requerirá al deudor para que, dentro del plazo
de cinco días, manifieste si los bienes están prendados o embargados. Si es
prenda, se deberá indicar el nombre y domicilio de los acreedores y el monto
del crédito; si es embargo, el juzgado, secretaría y la caratula del expediente. A
los fines de notificar la orden de subasta, mediante exhorto al juez embargante
y, para el acreedor de la prenda por el privilegio de ley, para que se constituya
su monto como base del remate.
3. Se podrá ordenar el secuestro de las cosas, que serán entregadas al martillero
para su exhibición y venta; al recibirlas éste, las individualizará con indicación
de su estado y del lugar y fecha en que se lleva a cabo la entrega. El secuestro
se realiza mediante oficio librado al oficial de Justicia, quien estará autorizado
para allanar el domicilio y hacer uso de la fuerza pública, si fuera menester.
4. Si se tratare de muebles registrables, se requerirá a los registros que
correspondiere un informe sobre las condiciones de dominio y gravámenes.
5. La providencia que decrete la venta será comunicada a los jueces embargantes;
se notificará por cédula a los acreedores prendarios, quienes podrán formular

53
las peticiones que estimaren pertinentes, dentro de tercero día de notificados.
El decreto que ordena la subasta, que fija día, hora y lugar, las condiciones de
venta y los plazos de publicación del edicto, será notificado por cédula a las
partes y acreedores prendarios, y por exhorto a los juzgados embargantes que
hubiesen también gravado el bien.

Para la subasta judicial de semovientes, es oportuno indicar que el juez puede


autorizarla en la medida que el ejecutante brinde todas las garantías pertinentes en
cuanto al traslado, lugar de guarda, cuidados sanitarios y de alimentación, entre otros.
Se debe mencionar una descripción general del tipo de raza o categoría de producto
(lote de 20 cabezas de bovinos criollos para conserva). Otra obligación para el
ejecutante, o depositario judicial es puntualizar con trazabilidad, peso y registro de
pedigrí, ya que debe responder ciertamente por el detalle de animales descriptos que
consten en el acta del oficio de secuestro.
Identificación del objeto. Embargo previo.
Para avanzar en la ejecución forzosa para la venta en pública subasta, debe existir
previamente una medida cautelar como el embargo, que señala el objeto, el monto
nominal, y además ratifica la propiedad de los bienes del ejecutado.
Secuestro. Certificado guía (traslado).

Si se ejecuta el mandamiento de secuestro, el enajenante debe prever el certificado


guía para el traslado de los animales (documento para el tránsito de animales).
También será necesario requerirle al productor la inscripción en el Registro Nacional
Sanitario de Productores Agropecuarios (RENSPA).

Es de suma importancia conservar la cosa embargada y puesta en calidad de depósito


judicial (lugar adecuado e informado), ya sea a nombre del martillero designado o del
ejecutante.

Embargo. Efectos.

Es una actuación judicial que consiste en individualizar e inmovilizar uno o más bienes
del deudor, asegurando que el importe resultante de su eventual realización se destine
a la satisfacción del derecho del acreedor. El bien o los bienes embargados continúan
siendo propiedad del deudor hasta el momento de su realización.
Los bienes litigiosos, gravados o sujetos a medidas cautelares pueden ser objeto de
contratos siempre que no se contrate sobre ellos como si estuviesen libres, es decir
que se tenga conocimiento de la situación legal de los bienes, ya que la medida afecta
la cosa en sí, y se transmite con ella.
Durante el diligenciamiento del embargo, es fundamental que los bienes señalados
sean los que están ubicados en el domicilio denunciado del deudor, ya que con “la sola
posesión se presume la propiedad”.

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Es importante que el martillero comprenda que la medida cautelar del embargo recae
sobre los bienes muebles no registrables que son de propiedad del demandado, hasta
cubrir el monto que señala la medida. Es decir que la cantidad de bienes anotados
tendrán un valor aproximado, con la finalidad de cubrir el monto demandado que
consta en el expediente (capital, interés, costas, actualizaciones).

El martillero judicial es designado para el diligenciamiento de embargo únicamente


para denunciar los bienes y realizar un cálculo estimativo del valor de tales bienes,
siguiendo la base del monto nominal que señala la medida cautelar. Por lo general, su
cálculo se basa en las posibilidades de venta en la subasta.
Si durante el procedimiento de embargo, se hubiese tomado nota de bienes que no
son propiedad del demandado o ejecutado (según la instancia del proceso), el tercero
afectado que acredite titularidad sobre ellos (factura o recibo de compra) se
presentará al expediente y reclamará la restitución de los bienes y exclusión de la
medida, por medio de una tercería de mejor derecho.

Existen tres clases de embargos: preventivo, ejecutivo y ejecutorio.


1. El embargo preventivo es una medida cautelar que no priva al deudor de la
propiedad de manera definitiva, sino que puede levantarse si se satisface la
deuda.
2. El embargo ejecutivo es la medida que el juez debe acordar, como primera
resolución, cuando se promueve una ejecución en virtud de un título ejecutivo.
Su característica principal es que se manda a anotar durante el proceso del
juicio.
3. El embargo ejecutorio es el que resulta de la circunstancia de haberse dictado
sentencia estimatoria en juicio ejecutivo. El embargo ejecutivo se convierte en
ejecutorio cuando se verifica tal situación. Lo que interesa destacar es que al
convertirse en ejecutorio el embargo se convierte en definitivo.
En efecto, mientras el embargo preventivo y ejecutivo constituye medidas
provisionales, cuando el segundo se convierte en ejecutorio se procede
inmediatamente al pago del acreedor o a la realización de los bienes mediante la venta
judicial, según sea el caso.
Otras medidas cautelares.

Existen medidas cautelares no enumeradas o designadas como medidas cautelares


innominadas. Son aquellas que puede dictar el juez conforme a las necesidades del
caso, cuando no existe en la ley una previsión especifica que satisfaga la necesidad de
aseguramiento.

Medidas cautelares genéricas y normas subsidiarias.


La norma del artículo 232 del CPCCN faculta al tribunal a establecer discrecionalmente
la forma en que se hará efectiva la protección solicitada cuando no resulten adecuadas
las medidas nominadas.

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Situación de la vivienda única.

En relación con la vivienda familiar, el artículo 249 del Código Civil y Comercial de la
Nación declara que la vivienda afectada como bien de familia no es susceptible de
ejecución por deudas posteriores a su inscripción, con excepción de:

• Obligaciones por expensas comunes y por impuestos, tasas o contribuciones


que gravan directamente al inmueble;
• obligaciones con garantía real sobre el inmueble, constituida de conformidad a
lo previsto en el artículo 250 del CCCN;
• obligaciones que tienen origen en construcciones u otras mejoras realizadas en
la vivienda;
• obligaciones alimentarias a cargo del titular a favor de sus hijos menores de
edad, incapaces, o con capacidad restringida.

Módulo 3.

La subasta en concursos y quiebras.

En el desarrollo de las funciones profesionales dentro del ámbito de la justicia, el


martillero con seis año de experiencia puede acceder al espacio procesal de la
enajenación especial en quiebras. Es necesario que tome el conocimiento de lo que
regula la ley y también, conocer los juzgados de quiebras, sus criterios de gestión en
particular.
Este proceso depende de la norma especial que es la Ley de Concursos y Quiebras
24.522/95, esta indica que pueden ser declaradas en concurso las “personas humanas
o jurídicas” de carácter privado y aquellas sociedades en las que el Estado nacional,
provincial o municipal sea parte, sin depender del porcentaje de su participación.

Caracteres fundamentales del trámite judicial de concursos y quiebras.


El trámite judicial de concursos y quiebras es:
- Excepcional: al realizar un trámite de concursos o quiebra, es importante la
alteración de las reglas de la competencia, ya que las acciones dirigidas contra
el patrimonio del concursado deben establecerse y continuar ante el juzgado
donde se tramita el concurso o la quiebra. Por lo que lo caracteriza como fuero
de atracción.
- Parcial: el trámite de concurso o quiebra no es absoluto, ya que algunas
acciones son expresamente excluidas por el legislador del fuero de atracción.
Por ejemplo, los derechos reales de garantía (prenda/hipoteca).
- Unilateral: Esto quiere decir que, el juicio en donde el concursado sea actor de
la causa sigue su proceso normal, pero en aquel donde está demandado no. En

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este caso, debe verificarse ya que el concurso preserva el patrimonio del
deudor para satisfacer los créditos en su justa medida, según privilegios y
prioridades.
- De orden público: el mismo es establecido por el legislador, no puede ser
dejado de lado ni aun por convenio de parte. Su aplicación puede ser dispuesta
de oficio, es decir, sin que nadie haya solicitado previamente su actuación, y sin
importar la etapa procesal en la que se encuentre la acción.
Funcionarios y enajenadores: Son funcionarios del concurso el síndico, el
coadministrador y los controladores del cumplimiento del acuerdo preventivo y de la
liquidación en la quiebra.

Art. 260 de la ley 24522: …tenemos el “comité de control” el que se presenta en una
primera instancia como provisorio en el concurso a los fines de informar y aconsejar,
por su parte se transforma en “definitivo”, siendo contralor en la etapa de
cumplimiento del “acuerdo preventivo” y en la liquidación en la quiebra.

Los integrantes del comité son elegidos por los acreedores por mayoría de capital, y
debe estar integrado mínimo por tres acreedores; también lo integran representantes
de los trabajadores, estos, elegidos por los empleados de la persona concursada o
fallida.

Facultades de los funcionarios y enajenadores.


En el concurso, el comité, provisorio o definitivo, tiene amplias facultades de
información y consejo.
En la etapa de liquidación de la quiebra el comité puede proponer medidas, sugerir a
quién debe designarse para efectuar la enajenación de los activos o parte de ellos,
fundando su proposición en razones de conveniencia para la mejor realización de los
bienes; exigir información a los funcionarios del concurso; solicitar audiencias al juez
interviniente y cuanta otra medida considere conveniente en la etapa procesal de su
actuación.

La tarea de enajenación de los activos (comercialización de bienes tangibles e


intangibles inventariados) de la quiebra puede recaer en martilleros, bancos
comerciales o de inversión, intermediarios –corredores- profesionales en la
enajenación de empresas, o cualquier otro experto o entidad especializada.

Art. 261 de la LC dispone: El martillero es designado por el juez, debe tener casa
abierta al público y SEIS (6) años de antigüedad en la matrícula. Cobra comisión
solamente del comprador y puede realizar los gastos impuestos por esta ley, los que
sean de costumbre y los demás expresamente autorizados por el juez antes de la
enajenación.

La manera de realización (venta/comercialización) de los bienes que se encuentran


inventariados como capital del fallido, se realiza de la forma que pudiere resultar más
conveniente para los acreedores del concurso. La determinación de la forma es

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dispuesta por el juez, y la ley de concursos (art.204) propone un “orden preferente” a
saber:

1. Enajenación de la empresa, como unidad (en block, inclusive puede ser en


funcionamiento, dependiendo la real situación y posibilidades de
mantenimiento en producción por un administrador del concurso).
2. Enajenación en conjunto de los bienes que integren el establecimiento del
fallido, en caso de no haberse continuado con la explotación de la empresa (en
block).
3. Enajenación singular de todos o parte de los bienes (remate en block o
seccionada).

Por ejemplo, en el caso en que un acreedor prendario (derecho real de garantía), cuyo
crédito supere el valor del bien, solicite al concurso que “se separe el bien” para que él
pueda subastarlo y darse por satisfecho con la realización, sin tener que reclamar
diferencia al concurso.

¿Qué es la enajenación singular?

Es la venta realizada en un juicio de concursos y quiebras practicadas mediante subasta.


La publicación de edicto que ordena la medida se realiza en el boletín oficial
(publicaciones legales) y en otro medio de gran circulación siendo el plazo de la misma:

• DOS (2) a CINCO (5) días, si se trata de muebles, y por CINCO (5) a DIEZ (10) días,
si son inmuebles.
• Puede ordenar publicidad complementaria, si la estima necesaria.
• La venta se ordena sin tasación previa y sin base

¿Cuáles son las gestiones del martillero enajenador en la quiebra?

En la quiebra, el martillero asume la responsabilidad en la organización de los bienes


para la subasta (bienes muebles, inmuebles o semovientes –tangibles e intangibles,
registrables o no).

También lleva adelante el proceso de oficios e informes conforme indica el CPCC y la ley
de colegiación. Atendiendo ciertamente los criterios del tribunal y la sindicatura. El juez
es quien determina la forma de venta y el síndico podrá aceptar o no las sugerencias del
martillero.

Ejecuciones Prendarias.

Disposiciones comunes de la ley.

En este tipo de contrato, el acreedor deberá conservar la cosa recibida en concepto de


garantía del crédito otorgado, (artículo 2221 CCC- Posesión); vencido el plazo, el
acreedor puede proceder a la venta en pública subasta, debidamente anunciada con
diez días de anticipación (artículo 2229 CCC).

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Art. 2219 del CCC dicta que: La prenda es el derecho real de garantía sobre cosas
muebles no registrables o créditos instrumentados. Se constituye por el dueño o la
totalidad de los copropietarios, por contrato formalizado en instrumento público o
privado y tradición al acreedor prendario o a un tercero designado por las partes.

Art. 317 del CCC, “la prenda no será oponible a terceros sino consta por instrumento
público de fecha cierta cualquiera sea la cuantía del crédito”

El instrumento según art. 2222 del CCC debe contener:

• Fecha cierta.
• Importe del crédito
• Designación detallada del objeto empeñado: calidad, peso, medida.
• Descripción de documentos y títulos. (Acreditar por ej.: facturas de compra,
inventario de sucesión, etc.).
• Demás datos que sirvan para individualizarlos (Ej.: objeto electro-mecánico,
certificación de funcionamiento y características por un ingeniero de la
especialidad; fichas técnicas de referencias, manuales de uso, etc.)

Por su parte, la prenda con registro se rige por su propia legislación, y esta se constituye
para asegurar el pago de una suma de dinero.

Acciones del acreedor prendario, según el art 2229 CCC:

• Cobrar su crédito con lo producido en la ejecución (subasta).


• Comprar la cosa subastada (inclusive fija la base).
• Comprar la cosa por venta privada (negociar).
• Adjudicarse el bien con el consentimiento del deudor.

Prenda con registro.

La prenda con registro puede constituirse para asegurar el pago de una suma de dinero
o el cumplimiento de cualquier clase de obligaciones a las que los contrayentes le
atribuyen.

La característica es que: Los bienes sobre los cuales recaiga la prenda, quedarán en
manos del deudor o de un tercero en razones de seguridad. Al estar afectados por la
prenda, garantizan al acreedor el importe de la obligación, con privilegio
especial sobre ello.

Aspectos generales de la prenda con registro.

Los aspectos generales son:

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1. El contrato produce efectos entre las partes desde su celebración e inscripción
en el Registro de Créditos Prendarios.
2. La prenda con registro podrá constituirse a favor de cualquier persona física o
jurídica, tenga o no domicilio en el país.
3. Durante la vigencia del contrato, el dueño de los bienes no puede constituir otra
prenda sobre éstos, salvo que autorice el acreedor.
4. Durante la vigencia del contrato, el dueño no podrá enajenarlos, salvo
autorización del acreedor y que el comprador se haga cargo de la deuda
garantizada, aceptando las mismas condiciones en que se constituyó el contrato.
5. La transferencia se anotará en el registro y se notificará al acreedor.

Prenda fija y prenda flotante.

Prenda fija:
• Bienes muebles o semovientes (frutos y productos).
• Particularidades tendientes a individualizar los bienes prendados.
• El contrato de inscribe en el Registro correspondiente.
• El dueño no puede sacarlos del lugar, salvo dejar registro del desplazamiento.

Prenda flotante:

• Sobre mercaderías y materias primas en general, pertenecientes a un


establecimiento comercial o industrial.
• Afecta a las cosas prendadas y a las que resulten de su transformación como las
que se adquieren para reemplazarlas.
• Especificación si son fungibles y especie, calidad, graduación y variedad.

Disposiciones ley de prendas 15.348

De acuerdo a la ley 15.348, la inscripción de los contratos prendarios se hará en el


Registro de Prendas. Esta inscripción debe solicitarse dentro de las 24Hs para que
produzca efecto contra terceros desde el momento de celebrarse el contrato y el
privilegio del acreedor prendario se conserva hasta la extinción de la obligación
principal, es decir, cinco (5) años, contados desde que la prenda se ha inscripto. Al final
de este plazo máximo, la prenda caduca pero podrá reinscribirse -antes del vencimiento
del plazo- por igual término a solicitud del tenedor.

Se debe considerar que la variante para la constitución de prenda con registro está en
el tipo de bien, es decir, si el mismo no es registrable o sí tiene inscripción de dominio,
como por ejemplo el automotor. Para este caso, los trámites se regirán conforme las
disposiciones legales de cada registro de propiedad.

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Proceso de ejecución.

El certificado de prenda da acción ejecutiva para cobrar el crédito, intereses, gastos y


costas. La acción ejecutiva y la venta de los bienes se tramitarán por procedimiento
sumarísimo, verbal y actuado. La acción prendaria compete al juez de comercio del
lugar convenido para pagar el crédito o en el lugar que según el contrato se
encuentren los bienes o el domicilio del deudor.
Una vez presentada la demanda, se despacha el mandamiento de ejecución. El
mandamiento se notifica al encargado del registro y a las oficinas que perciban
patentes o ejerciten control sobre los bienes prendados.
Las excepciones que interponga el deudor, deben ser legítimas a fin de que sean
admisibles.
La ejecución prendaria es un procedimiento sumarísimo instituido por la ley con la
única finalidad de dar eficacia a la garantía por ella creada, permitiendo la rápida
subasta de los bienes afectados y la satisfacción del acreedor; así, dicho procedimiento
es cuando se trata de ejecutar la prenda.
Subasta.
El remate de los bienes se anunciará con diez (10) días de anticipación mediante edicto
que se publicará tres (3) veces. Cuando en el contrato no se haya convenido que el
acreedor tiene la facultad de proponer al profesional que realizará la subasta y las
condiciones de la venta, el juez designará para el caso un rematador. La base de la
venta será el importe del crédito garantizado con la prenda.
Designación.

El martillero será designado por el acreedor, si así consta en el contrato de prenda. Caso
contrario, si ingresa la ejecución el juez procederá a la designación por sorteo. El
requisito para estar presente en dicha nómina es poseer dos años en el ejercicio de la
matrícula.

Las condiciones de venta son las de estilo, el acreedor prendario puede fijar la base
remate e inclusive defender su crédito y ser adjudicado como mejor postor. La forma de
pago en el acto de remate dependerá del tipo de bien.

Lo más importante la entrega de la cosa, una vez cancelado el precio ofrecido, el


comprador “nuevo propietario” puede retirar el bien, salvo excepción, cuando es un
vehículo; ya que es necesario inscribirse en el registro de la propiedad correspondiente
a nombre del adquirente, y luego acreditar en el juzgado la transferencia a su nombre,
así el juez puede otorgar la posesión.

Modalidades de Justicia Ordinaria.

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Medidas preparatorias: En el proceso de un juicio, quien entabla una demanda
reclama una pretensión. Si se obtiene sentencia favorable, esta pretensión deberá ser
cumplida por el perdedor del pleito. Antes de la presentación de la demanda, se
pueden poner en resguardo los intereses económicos mediante el embargo preventivo
sobre los bienes del deudor. De lo contrario si la demanda ya fue iniciada se puede
requerir un embargo ejecutivo, es decir, requerir la medida después de la sentencia.

Desarrollo del proceso de la subasta.


Etapas:
Designación de martillero: El mismo es un auxiliar de la justicia y no podrá ser parte en
el pleito. Puede ser designado a propuesta de parte o por sorteo. Se debe tener en
cuenta la norma colegial respecto a la habilitación de matrícula, la fianza al día y la
integración en la nómina del tribunal.
Aceptación del cargo: Se lleva adelante mediante una audiencia (no
formal/presentación impresa). Los elementos de la misma son lugar y fecha, autos
caratulados, número de expediente, aceptación del cargo conferido y compromiso
para desempeñarlo fiel y legal, constitución de domicilio real y firmas del juez,
martillero y secretario del tribunal.

Instancia de tramite:
A. Bienes inmuebles no registrables:
• Oficio al Sr. oficial de justicia (secuestro)
• Oficio al registro de créditos prendarios (informe de prenda)
• Emplazamiento de 72hs. al demandado para que informe si el bien embargado
reconoce otro tipo de gravamen y cualquier otro pedido de informe que el
tribunal disponga para incorporar al expediente.

B. Bienes inmuebles registrables: ejemplo, en el caso de un automotor:


• Certificado de bloqueo de dominio
• Formulario E
• Verificación vehicular
• Formulario 12
• Realizar el pedido de informe sobre deuda de patentes, multas por infracciones
de tránsito, etc.

Cuestiones a tener en cuenta:

- El martillero es quien pone en guarda el bien en un depósito que sea de su


confianza.
- El martillero tiene la obligación de exhibir el bien en la subasta.

C. Bienes inmuebles:
• Oficio al Registro de la Propiedad para el bloqueo de dominio

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• Oficio al Sr. oficial de justicia (o juez de paz, según corresponda) para la
verificación de las mejoras y estado de ocupación
• Informes sobre deudas de impuesto (rentas) y tasas contributivas (municipal)
• Informe sobre deuda de expensas si es PH
• Informe de condición catastral
• Cualquier otro informe que el tribunal considere pertinente tener incorporado
al expediente

Es importante tener en cuenta que:


- No es obligatoria la exhibición del inmueble
- No se libra la orden de “desalojo” antes de la subasta.

Reserva de sala para la subasta – presupuestos por gastos de publicidad:


Incorporados los oficios e informes, se procede a reservar lugar, día y hora para la
subasta.

El martillero prepara y presenta el presupuesto provisorio (por día) de gastos por edictos
y publicidad a los fines de su aprobación y solicitar adelanto de gastos al ejecutante, lo
que será reintegrado con el producido de la subasta.

Orden de la subasta: El juez decreta la subasta y fija el lugar, día y hora. Además,
establece las condiciones de la venta y determina la publicación de edictos.

Dia del remate: Se realiza de acuerdo al lugar, día y hora establecidos en la orden de la
subasta. Se espera el tiempo obligatorio (15min aprox.) Transcurrido ese tiempo, se
inicia el remate con lectura del edicto; se responden consultas, se da inicio a la venta
“con o sin base” (depende el bien y lo anunciado en el edicto) y se reciben las posturas.
Finalmente, se adjudica al mejor postor.

Posesión: Si es bien mueble se cancela el precio en el acto y se tramita la entrega de la


cosa. Si es automóvil, previa aprobación de subasta, inscripción del bien a nombre del
comprador, con titulo acredito, se otorga la posesión. En el caso de inmuebles, luego
de la aprobación del remate, cancelado el precio, se otorga posesión y se ordena
inscripción.

Acta en la oficina: Con la finalidad de que sea observada. Si no hay impugnación se


procede a su aprobación.

Medidas posteriores a la subasta: Luego del remate, el martillero debe complementar


una serie de trámites: abonar el impuesto de sellos de la subasta, notificar al registro de
la propiedad correspondiente el nuevo propietario del bien, efectuar el pago del IVA si
correspondiere y demás requerimientos que el tribunal pida para aprobar la subasta.

Los trámites de inscripción de un bien registrable (inmueble/ automotor) no son


gestiones obligatorias para el martillero, porque la ley nacional 20.266/73 no lo incluye
dentro de sus funciones.
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Exhortos. Planteos de nulidades.

La forma de comunicarse entre jueces de igual grado se denomina exhorto. En el caso


de que un juez de primera instancia se comunique con un juez de paz, se le dice
mandamiento, y si la comunicación fuese hacia un juez superior, la comunicación
constituye una rogatoria.

Dentro del trámite de comunicación entre tribunales, en el caso de la ejecución de


sentencia para remate, el martillero designado deberá diligenciar exhortos pertinentes
para:

1. la realización de ciertos oficios, o bien;


2. informar en el expediente de alguna situación planteada por otros juzgados con
relación al bien a subastar.

Entonces, el proceso será:

El martillero debe secuestrar un bien que se encuentra ubicado en otra jurisdicción


territorial, por lo que el juez de la causa libra exhorto al juez en lo civil y comercial
solicitando que se libre mandamiento de secuestro sobre un determinado bien. El
martillero tramita el exhorto, ingresa al tribunal y retira el oficio de secuestro. Cumplida
la tarea, devuelve el oficio diligenciado al juez exhortado y éste cierra el expediente
informando el cumplimiento de la medida al juez exhortante.

¿Qué ocurre si el inmueble está ubicado en el interior?


En ese caso, se debe realizar la constatación y pedir informes por deudas al municipio;
se libra un exhorto, el que es presentado en el tribunal que corresponda. Luego, el
martillero solicita se libren oficios o informes, según correspondan. Realizado el
trámite, el exhorto regresa con informe al tribunal exhortante.

¿Cómo se confecciona un exhorto?


El exhorto va dirigido, en principio, de juez a juez competente en la materia. Debe ir
acompañado por la transcripción de la resolución judicial que ordena la medida y los
requisitos establecidos en las distintas convenciones.

¿Cómo se diligencia el exhorto?


Una vez confeccionado el exhorto, deberá ser presentado en el juzgado destinado de
jurisdicción y turno que corresponda, con transcripción de la resolución judicial que lo
ordena.
Luego, se realiza la tramitación requerida y diligenciado el trámite, se restituye el
exhorto “con todo lo actuado” al tribunal de origen.

Nulidad de la subasta
Quienes se encuentran legitimados para solicitar la nulidad del remate son:
• ejecutante;
• ejecutado;
• comprador;

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• martillero;
• condómino (si la venta fue una parte indivisa);
• otro acreedor embargante;
• otro tercero que demuestre un interés legítimo y de haberse perjudicado por el
vicio.

Las nulidades pueden ser:

Procesales:

• Lugar: subasta en un lugar distinto al publicitado.


• Tiempo: inconvenientes con el horario, que promovió confusión.
• Forma: realización de la subasta a pesar del pedido de suspensión de otro
juzgado.

Sustanciales:

• Objeto: al momento de la subasta se presenta un bien distinto al embargado


• Sujeto: en el remate el bien es comprado por el propio deudor hipotecario o por
el martillero (ya sea él o por interpósita persona).

Módulo 4.

El remate público particular. Características generales.

El acto de subasta puede ser por orden particular, oficial o judicial. En todos los casos,
a la puja debe dirigirla un martillero público designado previamente a tal efecto. En los
remates particulares, actúa por convenio con el comitente considerando las
disposiciones que son establecidas por el Código Civil y Comercial de la Nación y leyes
complementarias; en los oficiales, por reglamentaciones del Estado y sus organismos;
y en los remates judiciales, por las normativas procesales.

Aspectos que se deben considerar en un remate particular.

Remate Particular.

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Aspectos que se deben Características.
considerar.

Jurídico. En relación con lo siguiente:

1. El objeto: si es registral, verificar la situación de


dominio. Ver gravámenes u otras anotaciones que
condicionen la transferencia, así como las limitaciones
que le podrían caber por otra legislación pertinente.
Ejemplos:

- Inmueble: cumplimiento de regulación de uso del


suelo, existencia de planos, impuestos al día,
condición catastral, entre otros.

- Automotores: situación del título, verificación


correcta (Formulario 12), deudas de impuestos o
infracciones de tránsito, inspección técnica vehicular
(ITV), etcétera.

- Bienes muebles en general: es de suma importancia


dejar clara la procedencia. Se debe consultar si los
bienes reconocen embargos u otros gravámenes.
Además, hay que tener presente Ley 11867, de
transferencia de fondo de comercio.

2. El sujeto: debe acreditar identidad y relación de


dominio con el objeto y no se debe encontrar inhibido
para disponer de sus bienes. Si no es titular, se deberá
ver en qué carácter requiere la autorización para
subastar. Ejemplo: si es apoderado del titular, deberá
acreditar poder notarial —especial o general de
administración—; si es heredero declarado, se deberá
observar el resuelvo de la declaratoria y si existe
apertura a sucesión. También se deberá corroborar si
es poseedor y tiene iniciado el trámite de prescripción
adquisitiva sin concluir y desea ceder por subasta los
derechos posesorios, etcétera.

Es necesario que en todos los casos (sean bienes muebles o


inmuebles) quede expresado literalmente el vínculo que une
al sujeto comitente con el objeto para la venta.

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El martillero debe conocer a fondo del mercado de
Económico. comercialización para poder asesorar sobre las conveniencias,
posibilidades y resultados económicos.

• Lugar: el estudio de la plaza de comercio del bien en


cuestión será el punto de partida para la organización
del remate.
• Tiempo: se debe realizar un estudio del momento y la
oportunidad de venta, observando la evolución del
poder adquisitivo en plaza, ya que tenemos momentos
favorables de negociación y otros de restricción
comercial. Todo está en relación con las políticas
económicas y financieras del sector.

Operativo. El martillero procederá con dinámica y destreza en la gestión


organizativa de venta. Ya sea que actúe por mandato o
comisión, deberá elaborar un plan de acción, a los efectos de
dejar plasmadas expresamente las condiciones en las
respectivas autorizaciones para la subasta, sobre las cuales
dependerá su accionar conforme a lo acordado con el
comitente.

La Ley 20266 expresa: “Son facultades de los martilleros: a) Efectuar ventas en remate
público de cualquier clase de bienes, excepto las limitaciones resultantes de leyes
especiales”5, por lo que, en cada caso en particular, se deberá observar lo establecido
en la presente ley, más lo reglamentado en la ley profesional de la jurisdicción del
martillero.
Autorización para subastar. Organización del remate.

La autorización para subastar debe ser de manera expresa, por lo que materializa el
contrato (de mandato o consignación), en virtud de que en él se establecen no solo las
obligaciones, sino también los derechos del profesional. Por eso, una de las obligaciones
del martillero es:

“Convenir por escrito con el legitimado para disponer del bien, los gastos del remate y
la forma de satisfacerlos, condiciones de venta, lugar de remate, modalidades del pago
de precio y demás instrucciones relativas al acto”

El contrato-autorización será la base para el despliegue de todas las gestiones


pertinentes para logar la venta en pública subasta. Asimismo, los martilleros deben
llevar archivo o asiento cronológico de todas las gestiones pertinentes al remate,

67
aquello que se inicia desde la autorización y concluye con la entrega del bien
adjudicado.
Elementos que integran el contrato. Estas pautas son modificables conforme a la
actuación y relación del martillero con su comitente y con las circunstancias del
mercado.

Autorización/mandato para subastar.

Descripción inicial: Lugar y fecha. Nombre, DNI (documento nacional de identidad) y


domicilio del comitente o mandante. Nombre, DNI, matrícula profesional y domicilio
del martillero o mandatario.
Primera: El mandante (o comitente). Sr.…, titular (responsable, apoderado, dueño, etc.)
del comercio (denominación), por el presente acto contrata los servicios profesionales
del Sr.…, martillero público MP…, a los efectos de que efectúe la venta en pública
subasta de los objetos que son de su propiedad.
Acompaña inventario de bienes.
Establece fecha de remate para el día…, a las… horas, en…
Segunda: El mandante Sr.… expresa que los objetos que subastar saldrán a la venta en
el estado visto en que se encuentran y que no reconocen gravamen ni otro impedimento
legal para su venta.
La exhibición se realizará los días… en el horario… en el sitio determinado para la
subasta.
Tercera: El mandante exhibe inventario detallado de los objetos que subastar. El
martillero conformará la organización de los lotes y el orden sugerido para que salgan
a la venta. Una vez ratificado el inventario de bienes que se van a subastar, quedará a
cargo del mandante la determinación de las bases y posturas mínimas, así como la
forma de pago (dinero en efectivo, contado, financiado, tarjeta de crédito, cheque,
moneda extranjera, etc.) a cargo del comprador.
Cuarta: Se estipula el tema de honorarios y gastos en cuanto a los preparativos previos
o bien el profesional se satisface por el pago de comisión en el acto del remate. El
martillero debe tomar previsiones para determinar quién, en el caso de una subasta
desierta, se hará cargo de los gastos.
Quinta: Si por algún problema el martillero autorizado no puede presentarse al
remate, para que no se frustre el acto de remate, debe proponer que el subastador sea
el Sr… MP, con domicilio…, que acepta las condiciones y responsabilidades del
presente contrato. Por lo tanto, los honorarios serán efectuados a quien efectúe la
subasta.

Organización de la subasta (bienes muebles no registrables).

1. Objeto que subastar: efectuar análisis de la situación del bien en los


aspectos jurídicos y económicos.
Nota destacada: ley 11867. Si los bienes son o han pertenecido a un
fondo de comercio, el profesional sí o sí debe realizar la publicación que
señala la ley, ya que corre el riesgo de hacerse responsable de la deuda
68
y no podrá alegar en su defensa desconocimiento de la ley de
aplicación.
2. Confección de lotes: se deberá considerar el aspecto operativo del
profesional a los efectos de clasificar e inventariar los objetos que se
van a subastar, determinando si se presentarán en forma individual,
grupal o en bloque para la subasta.
3. Condiciones de venta: estas se podrán presentar con o sin base y con
posturas mínimas.
4. Exhibición: dependiendo el tipo de bien, se establecerá el tiempo de
muestra y se tomarán las previsiones de seguridad y guarda.
5. Publicidad: la vías por donde se canalizará la publicidad de la subasta
podrán ser múltiples (folletos, catálogos, correspondencias, carteles,
radio, televisión, internet).
6. Comprobantes de pago: si el martillero actúa en calidad de mandatario,
le corresponde al comitente entregar los recibos efectivos por las
ventas y al martillero por su comisión.
7. Rendición de cuentas: hay que efectuar la rendición dentro de los cinco
(5) días posteriores al remate, salvo que en el contrato se hubiese
acordado otro plazo.

Dos consideraciones para bienes registrables.


- Inmuebles: Solicitar la publicidad registral (tener a la vista la matrícula y la copia
de escritura), conocer su condición catastral y requerir planos de las mejoras. Ver
si existen deudas por impuestos y servicios. Contar con una descripción precisa
de las mejoras, en cuanto a superficie cubierta, antigüedad, calidad, estado de
conservación, etcétera, y poseer un estudio del mercado de comercialización.

Subastado el inmueble, se deberán observar con precisión las cláusulas del


contrato de compraventa, lo que generará las obligaciones para las partes, sobre
todo aquellas atinentes a la forma de pago. Si se deja seña, se debe establecer el
día para cancelar el precio en escribanía.

- Automotor: Verificar la situación jurídica del vehículo en cuanto a su estado de


dominio y contar con la respectiva verificación (Formulario 12). Observar si
posee deudas por impuestos, faltas de tránsito y demás elementos que puedan
influir por poseer características propias, como por ejemplo, para el equipo de
combustión a gas, que tenga la oblea que habilita o bien corroborar su ITV, etc.

Subastado el automotor, se deberán observar con precisión las cláusulas del


contrato de compraventa, lo que generará las obligaciones para las partes, sobre
todo aquellas atinentes a la forma de pago. O bien directamente convenir el día
para la transferencia en el registro del automotor y luego la entrega de posesión
del vehículo.

Subasta de Hacienda.

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Procedimiento y organización: En el ámbito jurídico, el término semoviente se refiere
de modo exclusivo a los animales en general y, entre ellos, al ganado y las caballerizas,
que son en especial de mayor utilidad para el beneficio del ser humano, aquel que es
identificado y clasificado dentro de la respectiva normativa. Nuestro Código Civil y
Comercial solo identifica dos tipos de bienes: muebles e inmuebles, por lo que el
semoviente estaría dentro del primer orden.
Contrato de consignación. Comisión de garantía.
Es necesario conocer lo que regula el CCCN en materia de contrato de consignación a
partir del art. 1335 y, tener en cuenta la comisión de garantía regulada en el art. 1343,
prevista en la Ley 20266, artículo 11, inciso a).

Elementos interrelacionados en la función del martillero de hacienda.

Local de remate – feria: el predio o establecimiento ubicado en un sector rural o sub-


rural, de acuerdo con la autorización y la habilitación según las reglamentaciones
locales, deberá contar con las instalaciones necesarias para la recepción de los
animales, su desplazamiento y la comercialización del producto ganadero.

La guía: Los formularios guías son otorgados por la municipalidad del lugar en donde se
acredita la compra y cuentan con los siguientes datos: numeración del formulario,
lugar y fecha, nombre y domicilio del propietario del ganado, medio por el cual se
traslada, tipo y cantidad de animales, posee un casillero para las marcas y otro para las
señales, número de distintas marcas, destino de los animales, número de registro y
constancia de haber pagado el impuesto correspondiente.
Sanidad animal: Cada campo posee una tarjeta con un número de registro que lo
individualiza (RENSPA). En él se asientan las vacunaciones obligatorias y a dicho control
lo realiza el Senasa. Son vacunas obligatorias: aftosa y brucelosis. Son optativas o
voluntarias: antiparasitarios, carbunclo bacteridiano, queratitis, neumoenteritis,
mancha y gangrena, leptospirosis, vibriosis, etcétera.
El remate feria.
Es de práctica usual que el productor ganadero se comunique con el martillero (o
feriero) de su confianza para que envíen un “recorredor” que inspeccione la hacienda
que se desea vender en remate. Luego de la revisión, este asesora y aconseja sobre la
conveniencia de clasificación de los animales para el tipo de remate o “salida” a venta,
y además le otorga una estimación aproximada del precio que se puede obtener.

Esta función sirve para mostrar un panorama correspondiente sobre los animales que
posee el productor y la situación propia del mercado de comercialización para evitar
gastos innecesarios. Esta información previa de conocer la cantidad y calidad de

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hacienda con la que se contará para el día del remate también es útil para el feriero, ya
que le permite organizar y publicitar el evento en debida forma.

Remate-feria: la hacienda llega a las instalaciones de la feria un día antes del remate
para asegurar el “desbaste”. Esto se debe a que el animal ingresa al predio rural y en ese
tiempo elimina líquidos y materia; es decir que el peso vivo informado al día siguiente
para el remate será aquel que surge luego del desbaste. Los animales son recibidos y
controlados, y se comprueba su cantidad, calidad, categoría y documentación
presentada. Una vez concluida la primera etapa, se procede al loteo, separándolos en
distintos corrales, clasificándolos por categoría, clase, estado, etcétera, y se deja
asentado en el cuaderno o libro de entradas el nombre del vendedor, el número del
corral, la categoría y la clase de los animales, las condiciones de venta (precio y plazo
aproximados) y el orden en que saldrán a la venta.

La subasta comienza cuando el rematador recibe a la “tropa en la pista” y, a viva voz,


con las características propias del profesional, destaca las cualidades de los animales e
incita a los potenciales compradores a realizar ofertas. El martillero tiene bien en cuenta
a quién dirige la puja, pues de antemano ya conoce los intereses de los compradores
(qué tipo de animal busca y, sobre todo, el poder adquisitivo del oferente). Rematado el
lote de animales exhibido en pista, se los arrea hacia una manga o brete, instancia en
donde le colocan en el lomo o anca —con pintura— un número que corresponde al
comprador, otorgado por el feriero antes del inicio del remate. Esto sirve para
identificarlos y brindar así agilidad en la rotación de animales para la venta. Luego son
pesados y, finalmente, se los ubica en un nuevo corral, en el que se concentrará el resto
de los lotes comprados por el mismo oferente.

Al concluir el remate, se confeccionan los DTA de despacho a nombre de los


compradores, con su respectivo destino. Los animales que no se venden vuelven al lugar
de origen como remanente. Toda documentación de los animales para la salida de la
feria es realizada por un agente municipal del lugar y personal del Senasa para recién
cargar los camiones que transportarán la hacienda hacia su nuevo destino con la
documentación correspondiente.

Tipos de remate – ferias.


Remate de invernada y cría: Se rematan animales con diverso destino: cría, recría,
invernada, engorde, conserva, etcétera.

Remate de gordos: Se rematan animales gordos y conservas con destino a faena para
cubrir las necesidades de consumo en la población.

Remate de conservas: Faena: las vacas conservas son productos con destete
hiperprecoz que fueron criadas y terminadas exclusivamente en pastura natural.
Ingresan a la venta en subastas ordinarias. Para “faena” es la venta de animales que
han llegado a la edad y aptitud conveniente para ubicar el producto para el consumo
humano.

Remates especiales:

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- Exposiciones: en estos se rematan animales de pedigrí o inscriptos en los
respectivos registros de cada asociación de criadores de raza. Se destinan a
reproducción y cría (machos o hembras, jóvenes y seleccionados). Serán
empleados como mejoradores de rodeo de inferior calidad.
- Muestras: son similares a las exposiciones, pero no es indispensable que los
animales que se vayan a rematar tengan pedigrí o se encuentren inscriptos en
los respectivos registros, es decir que, por lo general, poseen un menor grado
de calidad.

Remates particulares: son especiales similares a los de exposición y muestras, en los


que se rematan animales de pedigrí, registrados o de buena clase. Son organizados y
promovidos por los establecimientos denominados cabañas, en donde se crían
animales puros. Se pueden realizar en el campo de la cabaña o reunirse varias cabañas
y realizarse en una feria o lugar estratégico para obtener mejores precios de venta.

El remate de apuestas hípicas. Antecedentes y características generales

En la subasta de apuestas hípicas, el profesional martillero asume un rol singular y se


transforma en un estimulador de acciones directas ante tres situaciones donde se
vincula la subjetividad de la competencia deportiva, el propietario del equino y los
interesados en satisfacer un objetivo dinerario, es decir, los apostadores.

El remate de bellas artes. Aspectos generales.

La subasta en bellas artes es una de las más finas y delicadas especializaciones que
puede lograr el profesional. El subastador debe estar debidamente preparado en el
conocimiento del arte y su historia, así como en los campos de comercialización.

El martillero, en el rol de subastador de arte, necesariamente debe tomar el más amplio


conocimiento en lo referente a:
• la historia y los procesos evolutivos del arte;
• el vínculo referencial y subjetivo que le otorga el autor a su obra, es decir, deberá
conocer a fondo la vida artística del creador de la obra y las características
propias de ella;
• el mercado de comercialización, a los efectos de poder contar con la información
económica para establecer las bases del remate en las condiciones de venta.

Remate de aduana. Perspectiva que comprende.

En lo que respecta puntualmente a la subasta de aduana, como primera medida es


necesario conocer la norma de reglamentación, la ley establece que aquellas
mercaderías que quedan bajo la custodia de la aduana, según la Ley 22415, deben ser
comercializadas en subastas públicas y que, para ello, la aduana contratará los servicios
de entidades bancarias autorizadas.

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Entonces, en cuanto a las subastas en aduanas, la regla impone que son requeridas a
bancos oficiales, quienes llevan adelante la organización de la venta, con las exigencias
de que publiciten un catálogo detallado de las mercaderías que integran los lotes que se
van a subastar y las condiciones generales de la venta para cada operación.

La Dirección General de Aduanas no puede disponer la venta directa ni pública a


personas o comercios, empresas o instituciones, ya que las mercaderías (sin titular
conocido, sin declarar o en rezago; o bien en abandono o por comiso) se deben
comercializar absolutamente por medio de la subasta, de acuerdo con las disposiciones
legales vigentes.

Ley 22415: Código Aduanero.


El proceso comienza cuando la aduana anuncia la existencia y situación de mercadería
(sin titular, sin declarar o en rezago) por el término de tres días en el boletín de la
repartición aduanera indicando el número, la marca y el envase u otra características
suficientes para individualizarlo.

Los casos serían:

1. Cuando “la mercadería hubiere arribado, cierta o presuntamente, al territorio


como consecuencia de naufragio, echazón, accidente u otro siniestro acaecido
durante su transporte”.

2. Cuando no se solicitara, dentro del plazo correspondiente, alguna destinación


aduanera definitiva o suspensiva para dicha mercadería.

3. “Cuando en el depósito o en cualquier otro lugar de la zona primaria aduanera


se hallare mercadería respecto de la cual se desconociere su titular”.

4. Cuando no se solicitara, dentro del plazo correspondiente, una destinación


aduanera de exportación definitiva o suspensiva, o la restitución a plaza, según
correspondiere.

5. Cuando no se requiera, dentro del plazo establecido, alguna destinación


aduanera para la mercadería, en carácter de equipaje no acompañado.

Algunos aspectos referenciales.

• Las disposiciones previstas en este Capítulo son también aplicables a la mercadería que
constituyere especie viva del reino animal o vegetal, cuando quien tuviere derecho a
disponer de ella no pagare el importe de los gastos necesarios para su manutención,
dentro del plazo de TRES (3) días de haber sido intimado al efecto por el servicio
aduanero.
• Al igual que aquello que se contempla en el capítulo anterior, “la Administración de
Aduanas, por resolución fundada, podrá determinar la orden de destrucción de la
mercadería a la que se refiere este Capítulo cuando no resultare posible o conveniente
la venta prevista en los artículos 439 y 442”

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El remate aduanero es la gestión que surge por resolución oficial de la Administración
Nacional de Aduanas —hoy en conjunto con AFIP
El remate aduanero se constituiría en una actividad necesaria por distintas razones:
• Administrativas: la aduana no puede sostener por plazos in aeternum las mercaderías
que no se encuentren dentro de las regularidades y exigencias que plantea la ley.
• Económicas: las mercancías almacenadas por tiempos indeterminados que exceden los
plazos normales constituyen un gasto innecesario y perjudicial para el Estado.
• Fiscales: existe una obligación tributaria causada que debe ser satisfecha. La subasta es
un medio legal de extinción de la obligación.

El acto de remate —según ley— estará organizado a través de una entidad bancaria
oficial que preverá absolutamente todo lo concerniente al evento. Llevará adelante la
difusión y publicidad precisa de las condiciones, conforme a lo establecido en la
resolución que ordena la medida. Establecerá a qué tipo de público está dirigida la
subasta (persona física o jurídica, condiciones ante la AFIP).
Se determinará el lugar, el día y la hora, la conformación de los lotes, su composición y
características, el número de orden de salida a la venta, las condiciones de venta (con
o sin base, posturas mínimas, honorarios al martillero, impuestos que
correspondieren, etc.), la forma de pago (contado efectivo, cheque certificado, tipo de
moneda, etc.) y el modo de entrega y retiro de la mercadería (costos de flete y acarreo
a cargo del comprador, etc.).

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