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REFLEXIÓN
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La actuación del Psicólogo forense en la sala de justicia. Apuntes sistémicos
entrar en vigor la Ley Orgánica 1/2000, de Esta aproximación a las actuaciones de los
7 de enero, de Enjuiciamiento Civil. Psicólogos en las salas de justicia, puede
servir, además, para introducir racionali-
Es cierto que con anterioridad a la dad en la ansiedad que a veces despierta
entrada en vigor de la nueva Ley de esta tarea entre los profesionales, y por
Enjuiciamiento Civil, en el ámbito penal qué no, también para desmitificarla. El
ya existía la obligación de comparecer en objetivo, sin embargo, dista mucho de
la Vista Oral para dar cuenta de los estu- ofrecer una receta certera. La pretensión
dios periciales psicológicos. También es es la de introducir un elemento para la
cierto que en la jurisdicción civil el trámi- reflexión, procedente desde la experiencia
te de la ratificación y aclaraciones de los y el testimonio personal.
informes periciales también aparecía
recogido en la ley. Sin embargo, debido
al carácter no oral que el día a día le 2. MARCO LEGAL
había dado a la práctica del enjuicia-
miento civil (un día a día que se prolongó De entre las diferentes jurisdicciones
durante 119 años), el hecho era que las que conforman el edificio judicial espa-
ratificaciones y aclaraciones de los infor- ñol nos centraremos en las tres que reco-
mes periciales o no se realizaban o se gen un mayor número de intervenciones
realizaban en una sala del juzgado. En profesionales por parte de los psicólo-
este acto el perito recibía por escrito la gos; la jurisdicción civil, la penal y la
formulación de las aclaraciones, el penal de menores.
magistrado declaraba su pertinencia o
impertinencia, y posteriormente regresa-
ban al perito, que dictaba al funcionario 2.1. Derecho Procesal Civil
las oportunas contestaciones.
La actual Ley de Enjuiciamiento Civil,
Sin embargo, desde la entrada en en sus artículos 346 y 347, nos aporta el
vigor de la nueva Ley de Enjuiciamiento marco legal en el que han de desarrollarse
Civil, en enero de 2001, la oralidad de las actuaciones en las vistas civiles. Estos
los procedimientos y la inmediación en artículos se encuentran recogidos en el
las actuaciones han recobrado la vigen- Libro II, Título I, Capítulo VI, Sección 5ª. El
cia perdida. Con anterioridad a la entra- libro hace referencia a los procesos decla-
da en vigor de la ley 1/2000, los profesio- rativos, el título, a las disposiciones comu-
nales o no tenían en gran consideración nes de estos procedimientos, el capítulo a
esta tarea, o directamente no la contem- los medios de prueba, y la sección, al dic-
plaban como una función específica. tamen de peritos, que es lo que nos inte-
resa. El artículo 346 habla de la emisión y
Aprovechando, por lo tanto, este ratificación del informe y dice lo siguiente:
nuevo contexto, testado ya en la práctica
desde hace años y en especial durante Artículo 346. Emisión y ratificación del
estos dos últimos, intentaremos abordar dictamen por el perito que el tribunal
la cuestión de las intervenciones profesio- designe.
nales en las vistas orales. Conviene, pues,
El perito que el tribunal designe emitirá
enmarcar esta tarea tanto desde el punto por escrito su dictamen, que hará llegar al
de vista legal, como profesional y teórico. tribunal en el plazo que se le haya señalado.
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En el caso de las Vistas Orales, se reco- informe, tiene cabida dentro del pre-
ge lo siguiente en Libro III, Título III, Capí- sente artículo.
tulo III, Sección 3ª.
La Ley Orgánica 5/2000, de 12 de
enero, reguladora de la responsabilidad
Artículo 724. penal de los menores, recoge del
siguiente modo la intervención del Equi-
Los peritos que no hayan sido recusados po Técnico en la fase de Audiencia. Se
serán examinados juntos cuando deban
encuentra recogido en el Título IV.
declarar sobre unos mismos hechos y con-
testarán a las preguntas y repreguntas que
las partes les dirijan. Artículo 37. Celebración de la audiencia.
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esta propuesta, repasaremos brevemen- texto forense nos damos cuenta de que
te los contenidos de los axiomas de la podemos rescatar una serie de aspectos
TCH, y posteriormente intentaremos importantes. En primer lugar, el hecho
buscarles la relación con el contexto de de que, en una vista judicial comunicare-
trabajo judicial. mos, con independencia de nuestro
comportamiento. Esta comunicación va
En el famoso libro de Paul Watzla- a venir marcada, además de por nuestra
wick, Janet Beavin Bavelas y Don D. Jack- conducta verbal, por el resto de expre-
son, titulado Teoría de la Comunica- siones de comunicación; del tono de
ción Humana, estos autores afirman voz, la postura, el aspecto físico, los indi-
que la comunicación es una condición cadores psicofisiológicos, etc. Evidente-
indispensable de la vida humana y el mente, estos elementos no se dan en
orden social, y que a pesar de ello, pocas una relación unívoca. Estamos ante un
o insuficientes han sido los esfuerzos por contexto que se retroalimenta. Del
estudiarla de un modo sistemático. Ellos mismo modo que los peritos no pueden
se aventuran a hacerlo, y desarrollan una no comunicar, tampoco no pueden no
serie de axiomas sobre la comunicación comunicar el resto de actores de la sala.
humana, que utilizaremos aquí. Y esta es una importante cuestión a
tener en cuenta para orientar nuestro
comportamiento.
3.1. No es posible no comunicarse
Pero una cosa es no poder evitar el
Para estos autores toda conducta es comunicar, y otra bien distinta es el
comunicación –verbal, tonal, postural, comunicar con eficacia, o incluso el pre-
contextual, etc.- Los diferentes elemen- tender ser eficaz en la comunicación.
tos del conjunto comunicativo son sus- Podríamos ir más allá diciendo que, cada
ceptibles de permutaciones y cambios, parte puede entender una cosa diferente
los cuales podrán ir desde lo congruente respecto de qué es ser eficaz en la comu-
hasta lo más incongruente y paradójico. nicación. Para algunos, quizá que se
Entienden que no existe nada que sea lo entienda el contenido del informe, para
contrario de conducta. Por lo tanto, y en otros, que no se entienda. Otros querrán
la medida en que la comunicación es que solo se tengan en cuenta determina-
conducta, es imposible que exista algo das partes, y otros, otras partes diferen-
que sea no-comunicación. Siguiendo tes del informe.
esta línea argumental, estos autores afir-
man que la comunicación no sólo es
comunicación intencional. Ser o no efi- 3.2. Toda comunicación tiene un
caz en la transmisión de contenidos o aspecto de contenido y un aspecto
comprenderlos es otra cuestión, pero no relacional tales que el segundo
cabe duda de que es un acto comunicati- clasifica al primero y es, por ende,
vo. Además, un acto comunicativo impli- una metacomunicación
ca un compromiso y define el modo en
que el emisor concibe su relación con el Según los autores de la TCH, la comu-
receptor. nicación no solo transmite información,
también impone conductas. Para Bate-
En la aplicación de este axioma al con- son (1984) todo acto comunicativo tiene
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mentan entre sí en cada mensaje. Del que sería una conclusión errónea. Hay
mismo modo, cabe suponer que el que tener en cuenta que en la sala de vis-
aspecto relativo al contenido se transmi- tas no solo se “ventilan” los contenidos
te en forma digital, mientras que el objeto de litigio. El propio sistema de
aspecto relativo a la relación es de natu- relaciones entra en juego, y por lo tanto
raleza predominantemente analógica. El lo conativo y también lo analógico. No es
mensaje digital es de mucha mayor lo mismo la expresión digital con un tono
complejidad, versatilidad y abstracción de voz que con otro, con una postura
que el material analógico. La comunica- que con otra, con una expresión facial
ción analógica no tiene nada compara- que con otra, etc. La emisión y recepción
ble a la sintaxis lógica del lenguaje digi- de los contenidos digitales viene muy
tal. No hay equivalente para elementos mediatizado por los contenidos analógi-
como “si…” “luego…” “o…”. La cos.
expresión de conceptos abstractos resul-
ta difícil o imposible. El lenguaje analó-
gico, además, no dispone del concepto 3.5. Todos los intercambios
“no”. comunicacionales son simétricos o
complementarios, según que estén
En su necesidad de combinar estos basados en la igualdad o en la
dos lenguajes, el hombre debe traducir diferencia
constantemente de uno al otro, y al
hacerlo debe enfrentar curiosos dilemas. Finalmente, P. WATZLAWICK, J. BEA-
No sólo sucede que la traducción del VIN BAVELAS y D. D. JACKSON, nos pro-
modo digital al analógico implica una ponen un quinto axioma. En la interac-
gran pérdida de información, sino que lo ción simétrica los participantes tienden a
opuesto también resulta sumamente igualar especialmente su conducta recí-
difícil. Hablar acerca de una relación proca, y así su interacción puede consi-
requiere una traducción adecuada del derarse simétrica. Sean debilidad o fuer-
modo analógico de comunicación al za, bondad o maldad, la igualdad puede
modo digital. mantenerse en cualquiera de estas áreas.
En el caso de la interacción complemen-
Pudiera parecer que en la sala de justi- taria, la conducta de uno de los partici-
cia no se da otro tipo de comunicación pantes complementa la del otro.
que no sea la digital. Efectivamente, el
contexto relacional que se establece en En la relación complementaria un par-
la sala de justicia es un contexto muy ticipante ocupa una posición superior o
sofisticado. Allí se dan cita una serie de primaria, mientras que el otro ocupa una
personas con una muy elevada cualifica- posición inferior o secundaria. Una rela-
ción y formación, que además utiliza un ción complementaria puede estar esta-
lenguaje técnico, y participa de una jerga blecida por el contexto social o cultural o
específica. Dejan a un lado a las partes ser el estilo propio de relación de una
implicadas, que cuando participan tie- idea particular. Ninguno de los partici-
nen que plegarse a las pautas marcadas pantes impone al otro una relación com-
desde la sala. Esto pudiera llevarnos a la plementaria, sino que cada uno de ellos
conclusión de que lo analógico en este se comporta de una manera que presu-
contexto no tiene cabida. Entendemos pone la conducta del otro, al tiempo que
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ofrece motivos para ella: sus definiciones sala de justicia de la que Juan Romero
de la relación encajan. habla es la sala de justicia penal. Él nos
introduce advirtiendo de que Psicología
En la medida en que el perito acude a y Derecho son dos disciplinas diferen-
la sala de justicia a contestar preguntas, tes, por lo que los operadores judiciales
puede entenderse que se sitúa en una no tienen por qué conocer la terminolo-
posición complementaria. Esto no quie- gía psicológica. Esto, afirma, puede
re decir que se sitúe en una posición traer como consecuencia la formulación
sumisa, simplemente complementa el de cuestiones incomprensibles, llamati-
todo relacional que se da en la sala. vas o incluso absurdas. Para este autor
Quizá en algún momento alguna de las habrá preguntas de sentido común,
partes busque situarnos en un patrón preguntas poco claras o técnicamente
de interacción simétrica. Hay que tener incorrectas, y preguntas correctamente
en cuenta que –como norma general- formuladas.
las partes están en un patrón de inte-
racción simétrica, y puede que preten- De las preguntas de sentido común,
dan aliarse con nosotros para alimentar Romero afirma que poco o nada tienen
la escalda que mantiene con la otra que ver con cuestiones relacionadas con
parte, o que intenten descalificarnos, la profesión, y sí con aspectos de la testi-
también como respuesta simétrica a la ficación. Preguntas como “¿ha tratado
otra parte. En un contexto de este tipo Vd. al procesado?” Bien podrían ser
no sería descartable que el perito rom- contestadas con un sí o con un no. Res-
piera esta dinámica peligrosa para él pecto de las preguntas poco claras o
introduciendo elementos de metaco- técnicamente incorrectas, este autor
municación. considera que son realizadas debido al
desconocimiento de los profesionales de
la Justicia, de la terminología psicológi-
4. TIPOS DE PREGUNTAS ca. En estos casos, Romero considera
conveniente solicitar aclaración de la
Pero, ¿qué tipos de preguntas le espe- pregunta al formulante de la misma. En
ran a un perito en la sala de justicia? el último grupo, en el de las preguntas
¿Pueden tipificarse, o son siempre ines- correctamente formuladas, incluye pre-
perables? ¿Alguien se ha preocupado guntas del tipo “¿Personalidad del suje-
por estudiarlas?. Realmente, en la litera- to?”. Son, según Romero, perfectamen-
tura consultada para la elaboración de te abordables.
este texto, no ha sido fácil encontrar pis-
tas que nos ayuden a aclarar esta cues- Francisco Granados (1990) y Marta
tión. Es cierto que la revisión no ha sido Ramírez, Vicente Ibañez y Pilar de Luis
exhaustiva, pero no es menos cierto que (1998) por su parte, nos hablan de los
esta cuestión no es precisamente de las intentos de desacreditación de los peri-
mas abordadas en nuestra literatura tos, realizados por las partes en las vistas
científica. de ratificación y aclaraciones de los infor-
mes. Para Granados, la ratificación
Juan Romero (1993) nos dice que un podría considerarse un momento devo-
perito puede encontrarse con tres tipos lutivo, y de responsabilidad de las consi-
de preguntas en la sala de justicia. La deraciones a las que se ha llegado. Obli-
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que no nos corresponde, y caer en la pero quien más sabe del informe, a la
tentación –o en la trampa- de comenzar hora de ratificarlo y aclararlo, es el pro-
a responder cuestiones sobre las que no pio perito. Los demás escuchan. Escu-
nos han preguntado en el objeto de la chan porque no son expertos, y necesi-
pericia, y sobre las que no somos exper- tan del testimonio de un experto para
tos. poder probar una cuestión que no
dominan. Por lo tanto, podemos estar
tranquilos. Si estamos convencidos de
5.3. Por lo tanto, la vista de que nuestro informe está bien hecho,
ratificación y aclaraciones de un de que hemos actuado según nuestro
informe pericial, es la vista de “leal saber y entender”, no habríamos
ratificación y aclaraciones del de tener reparos para defender con
informe, y no un momento para claridad todas las premisas y conclusio-
emitir un informe paralelo. nes que conforman el texto del infor-
me.
Efectivamente, del mismo modo que
la prueba pericial es la prueba pericial, y
no un procedimiento paralelo, la vista 5.5. El perito es experto,
es la vista, y no el momento para hacer pero no lo sabe todo
otro informe. Hay que tener en cuenta,
que el informe ya esta hecho, ya se ha Es importante ser honesto con uno
recibido a los sujetos, se ha escrito el mismo y no ir más allá de los conoci-
informe contestando a las preguntas mientos que se dominen. Es posible que
periciales, y se ha presentado en el juz- el perito no sea capaz de responder
gado. Por lo tanto, la prueba está com- adecuadamente a los objetos de la peri-
pleta, o casi. En ocasiones, es de interés cia propuestos. Esto puede ser así por
para los abogados, o bien reforzar ante varias razones; o porque la petición no
el magistrado los contenidos del infor- es clara, o porque la información que se
me, o cuestionarlos. De este modo se ha podido recoger no ha sido suficien-
puede iniciar toda una cadena de pre- te, porque ha habido sujetos cuya eva-
guntas sobre cuestiones que están luación era necesaria, que no han com-
escritas con la intención de que el peri- parecido, etc. En estos casos es mejor
to modifique el contenido del informe. hacerlo constar en el informe y repetirlo
En este sentido el Art. 347. 1. 1º. nos en la vista, que hacer inferencias sus-
ampara. Si el perito quiere modificar el tentadas en demasiados pocos datos, y
contenido del informe, puede hacerlo al luego tener problemas para defenderlas
comienzo de su comparecencia, al res- en la sala.
ponder a la pregunta judicial sobre si se
afirma y ratifica en el contenido del En otros casos, puede que el perito
mismo. haya respondido correctamente a las
cuestiones planteadas, y en la sala se le
pregunte por futuribles. Una recomen-
5.4. El experto es el perito. dación es la de no caer en eventuales
La sala escucha. “trampas” y remitirse al objeto de la
pericia y a los datos obtenidos en la
Puede parecer una perogrullada, evaluación.
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Hay ocasiones en las cuales la prueba En ocasiones los letrados emiten pre-
pericial se acuerda sobre unos extremos, guntas de difícil comprensión. Puede ser
pero luego las preguntas en la vista tie- porque no hayan sido ellos quienes
nen que ver con otras cosas. Puede que hayan redactado las preguntas, puede
nos encontremos con peticiones de peri- que no hayan leído el informe, solo las
cial poco claras y que luego, en la vista, conclusiones, y estén despistados, o
se nos pregunte sobre éstas u otras puede que pretendan confundir a la sala
cuestiones que, podríamos decir, entran y al perito, con largas formulaciones, en
en el terreno de la adivinación, de los las que se mezcla la pregunta con la
futuribles… argumentación.
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Anuario de Psicología Jurídica, Volumen 13, año 2003. Págs. 95-122
ESTUDIOS
RESUMEN
ABSTRACT
The aim of this study is to know the view of judges working in the field of criminal and
family law regarding expert reports submitted to courts. More specifically, this paper
1 Parte de esta investigación ha sido financiada por el Grupo de Investigación HUM-745 (Junta de Anda-
lucía).
* Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológicos. Universidad de Almería. e-mail:
flor@ual.es
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addresses the relevance of psychological experts to make decisions with respect to crimi-
nal responsibility and custody alternatives. It also deals with formal, content and metho-
dological aspects subject to controversy in the psychological and legal contexts. A self
report form was administered to a sample of 42 judges in several Andalusian cities.
Results are discussed in the light of existing theories and professional controversies
KEY WORDS: Forensic Psychology, Judges view, Psychological report, Psychology and
Justice.
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za, 1994). Respecto a ésta posibilidad (o peritos psiquiatras que por los psicólo-
mejor dicho, hecho), de que la informes gos (68 % frente a 31 %, respectiva-
de diferentes peritos puedan ser contra- mente, con una diferencia significativa a
dictorios (Kenneth y Fukunaga, 1981), nivel estadístico p < 0.001).
además de poder ser parcialmente expli-
cado por los intereses (de parte) que Por otro lado el tipo de formación
estén en juego, también puede explicar- específica que debe tener un Psicólogo
se por otros factores. Así, Dietz (1985) que actúa como perito también ha sido
apunta que dichas variaciones entre los objeto de diversas opiniones. Aún así,
expertos (psiquiatras) se producen, ade- parece existir un consenso en que el psi-
más de por el contexto en el que ser rea- cólogo perito debe tener una formación
lizan (públicos o privados, es decir, de Jurídica o forense específica (Redding,
parte o de la administración), por el Floyd y Hawk 2001), complementaria a
marco teórico del evaluador, cualifica- su formación psicológica, y ello parece
ción, y por las técnicas de entrevistas, que está siendo más acentuado según va
investigación y de toma de decisiones creciendo la oferta de formación en Psi-
que se utilizan, así como por la diferente cología Forense a partir de Masters, cur-
interpretación que se realiza de los datos sos de expertos, etc. Sin embargo, algu-
obtenidos. En cualquier caso, esta hete- nos autores (García Andrade, 1993) han
rogeneidad en el hacer de los expertos, y reivindicado una sana independencia
por ende, en las conclusiones alcanza- entre el mundo jurídico y psicológico
das, difícilmente puede ser vista como para evitar la intrusión en competencias
una buena carta de presentación (credi- de una u otra profesión. En relación a la
bilidad) de los psicólogos ante los juris- formación del psicólogo forense también
tas. De hecho, Dietz (1985) propone de cabría hablar de si su enfoque psicológi-
cara a lograr una mayor concordancia, co debiese provenir de uno u otro mode-
una formación más homogénea de los lo psicológico y si los Jueces o Magistra-
profesionales, así como una mayor espe- dos conocen tales diferencias. En este
cialización. sentido, al igual que el psicólogo puede
tener un mayor o menor conocimiento
Así mismo, un aspecto que también del ámbito jurídico, también es impor-
suele estar presente a la hora de solicitar tante saber si los magistrados tienen
informes periciales es si se solicita al psi- algún conocimiento sobre los diferentes
quiatra o al psicólogo, duda que suele modelos psicológicos e incluso, si tienen
presentarse cuando el solicitante desco- alguna preferencia. A este nivel, también
noce las diferentes funciones que pue- son numerosos los autores (véase Kovera
den realizar uno u otro. Esto podría tam- y McAuliff, 2000) que señalan que los
bién motivar una valoración diferente del Jueces deberían recibir algún tipo de for-
informe dependiendo de su origen. A mación psicológica, pues frecuentemen-
este nivel, también sería interesante te carecen de entendimiento para poder
conocer si en nuestro contexto los jueces valorar y apreciar las distintas “eviden-
prefieren los psicólogos o los psiquiatras. cias científicas” que se les aporta.
En el estudio realizado por Redding,
Floyd y Hawk (2001) en el estado de Vir- Otro aspecto muy interesante del
ginia se encontró que los jueces y letra- informe pericial es la conveniencia o no
dos tenían una mayor preferencia por los de informar de los resultados de la eva-
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Almería 2 3
Cádiz 3 2
Córdoba 4 0
Granada 5 2
Huelva 3 1
Jaén 2 3
Málaga 4 2
Sevilla 4 2
TOTAL 27 15
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co con los Jueces Decano de todas las otras llamadas telefónicas para confir-
provincias andaluzas, exceptuando el mar la distribución de los cuestionarios
Juez de la provincia de Almería que fue a entre los Jueces. Y, por último, si de cual-
través de cita previa y posterior entrevis- quier provincia no se recibían los cuestio-
ta. Tras la correspondiente presentación, narios en un margen de tiempo de 15-
se describió el estudio en líneas genera- 20 días, se volvía a llamar a los Jueces
les, así como la colaboración que se le de forma personalizada, recordándoles
solicitaba. Esta consistía en que distribu- la importancia de la cumplimentación
yera, por los canales de comunicación del cuestionario.
del Decanato, a cada Juez de los Juzga-
dos de Penal y de Familia de su jurisdic- Una vez que se iban recibiendo los
ción, el cuestionario -bien el correspon- cuestionarios, se fueron trasladando los
diente a Derecho Penal o Derecho de datos a un soporte informático y se rea-
Familia- incluyendo una carta de presen- lizaron los análisis estadísticos a través
tación junto con un sobre franqueado del programa SPSS para windows, ver-
para su posterior reenvío. sión 9.0.
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ro de sujetos (1-9 años, 10-12 años y 4.1. Considero que el Psicólogo debe
más de 13 años de experiencia). Cuando informar sobre los aspectos del contexto
se han encontrado diferencias de medias y del ambiente de cada uno de los pro-
significativas (o diferencias entre los por- genitores (trabajo, familia, amigos,
centajes), dicha significación ha sido vivienda...), porque ello puede ayudar a
anotada en las casillas de las tablas tomar mejor la decisión sobre las alterna-
correspondientes. tivas de custodia. (DF)
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Tabla 2: Porcentajes, media y mediana de las respuestas a las preguntas del cuestionario
(Versión para Derecho Penal –DP- y Derecho de Familia –DF-). Diferencias de medias
significativas en función de la jurisdicción, años de experiencia de juez y diferencias
significativas en los porcentajes
Media
% Mediana
PREGUNTA 1 2 3 4 5 6 7
1. Decisivo para la
IMPUTABILIDAD(DP) 0 0 11,1 14,8 7,4 29,6 37 5,74
6
1. Decisivo para
IDONEIDAD (DF) 0 0 0 6,7 26,7 33,3 33,3 5,93
6
2. Reflejar el C.I.
del acusado (DP) 0 0 0 11,1 22,2 14,8 51,9 6,07 * x
7
2. Reflejar el C.I. de
los progenitores (DF) 0 6,7 0 20 26,7 40 6,7 5,13 * x
5
3. Evaluar
PERSONALIDAD
acusado (DP) 3,7 0 3,7 7,4 14,8 14,8 55,6 5,96 **
7
3. Evaluar
PERSONALIDAD
progenitores(DF) 0 0 0 0 26,7 33,3 40 6,13 **
6
4. Informar aspectos
CONTEXTUALES
del momento
del delito (DP) 7,4 0 0 7,4 22,2 0 63 5,78
6
4. Informar aspectos
CONTEXTUALES de
los progenitores (DF) 0 0 0 0 13,3 53,3 33,3 6,13
6
1: En total desacuerdo. 2. Muy en desacuerdo. 3. En desacuerdo. 4. Ni de acuerdo ni en desacuerdo. 5. De acuerdo. 6: muy de acuerdo. 7. Totalmente
de acuerdo.
Media y mediana: Sobre las puntuaciones de la escala de acuerdo-desacuerdo de 7 puntos.
*: Diferencias significativas de medias entre Derecho Penal y de Familia. Prueba no paramétrica de U de Mann-Whitney (p< .05).
x: Diferencias significativas en los porcentajes (chi cuadrado).
**: Diferencias significativas de medias en función de los años de experiencia del juez (el grupo con mayor grado de acuerdo es el de 10-
12 años, después el de más de 13 años y el menor el de 0-9 años). Prueba no paramétrica de Kruskal-Wallis (p< .05).
ANUARIO/2003 107
«Opinión de los Jueces (Derecho Penal y de Familia) sobre el Informe Psicológico Forense»
jueces del grupo de 10-12 años de expe- 7.1. Considero que los Psicólogos
riencia presentan puntuaciones mayores Forenses son capaces de detectar, de
de acuerdo, seguidos por los de más de forma efectiva, los posibles intentos de
13 años y por último, los más jóvenes (0- engaño por parte de los litigantes, por lo
9 años). que las conclusiones del informe creo
que son, en su mayoría, veraces.(DF).
Respecto a la inclusión en el dictamen
pericial de los aspectos contextuales 8. Considero que el Psicólogo debe
también existe un acuerdo mayoritario, facilitar y explicar a las personas evalua-
tanto en DP (85,2 %) como en DF donde das los resultados de la evaluación reali-
la opinión es unánime en el acuerdo. Hay zada (DP y DF).
que señalar que, sin embargo, un 7,4 %
de los jueces penales están totalmente 9. En mi experiencia, el Informe Psi-
en desacuerdo sobre la inclusión en el cológico es un documento de especial
informe de este aspecto y otro 7,4 % no utilidad en los procedimientos judiciales
están de acuerdo ni en desacuerdo, lo (DP y DF).
que revela cierta controversia sobre esta
cuestión en el contexto penal. En relación a incluir en el informe la
opinión del acusado o de los menores
En la tabla 3 se exponen los resultados respecto a la decisión judicial objeto de
obtenidos de las preguntas 5-9 de la pericia (responsabilidad, custodia,
ambos cuestionarios (cuando procede). etc.), en DF están de acuerdo un 60 %
En concreto, estas cuestiones son las frente al 25,9 % en DP (las diferencias de
siguientes: medias son significativas a nivel estadísti-
co –prueba U de Mann-Whitney- así
5. Considero que el Informe psicoló- como las diferencias en los porcentajes -
gico debe incluir la opinión del acusado chi cuadrado-). No obstante, en ambas,
respecto a su responsabilidad o no, arre- las opiniones son muy dispersas a este
pentimiento, atribución de su comporta- nivel, tal y como se puede observar en la
miento u otros aspectos subjetivos. (DP). tabla 3. Hay que destacar también que
5.1. Considero que el Informe psico- se han encontrado diferencias significati-
lógico debe incluir las opiniones de los vas de medias (prueba de Kruskall-
menores sobre sus preferencias de cus- Wallis) en función de los años de ejerci-
todia. (DF). cio profesional, de forma que el grupo
de jueces que está más de acuerdo con
6. Considero que el Informe psicoló- esta cuestión es el de 10-12 años, des-
gico debe incluir la historia o biografía pués el de más de 13 años, y el que
del acusado (historia familiar, educativa, menos el grupo de 0-9 años.
laboral, médica, conflictos vitales, etc.)
(DP). En Derecho penal, tal y como se
observa en la tabla 3, un 66 % de los
7. Considero que los Psicólogos jueces responde que está de acuerdo y
Forenses son capaces de detectar, de totalmente de acuerdo con incluir la his-
forma efectiva, los posibles intentos de toria o biografía del acusado en el infor-
simulación (simulación de trastornos psi- me, mientras que sólo un 11,1 % estaría
cológicos) del acusado. (DP). en desacuerdo. Respecto a la capacidad
108 ANUARIO/2003
Gabriel Aguilera Manrique, Flor Zaldívar Basurto
Tabla 3: Porcentajes, media y mediana de las respuestas a las preguntas del cuestionario
(Versión para Derecho Penal –DP- y Derecho de Familia –DF-).-). Diferencias de medias
significativas en función de la jurisdicción, años de experiencia de juez y diferencias
significativas en los porcentajes
Media
% Mediana
PREGUNTA 1 2 3 4 5 6 7
5. Incluir OPINIÓN
acusado
responsabidad,
arrepentimiento
u otros aspectos
subjetivos (DP) 22,4 14,8 14,8 22,2 11,1 7,4 7,4 3,37 * x
**
3
5. Incluir OPINIÓN
menores sobre
preferencias custodia
(DF) 6,7 13,3 6,7 13,3 13,3 20 26,7 4,8 * x **
5
6. Incluir HISTORIA
del acusado (DP) 3,7 0 7,4 22,2 18,5 0 48,1 5,26
5
7. Los Psicólogos
son capaces de
DETECTAR intentos
de SIMULACIÓN (DP). 0 0 18,5 22,2 37 0 22,2 4,67
5
7. Los Psicólogos
son capaces
de DETECTAR intentos
de ENGAÑO de los
progenitores (DF). 0 20 0 13,3 26,7 26,7 13,3 4,8
5
8. Devolución del
INFORME DE
RESULTADOS (DP)
al evaluado 25,9 0 11,1 44,4 0 0 18,5 3,7
4
8. Devolución del
INFORME DE
RESULTADOS (DP)
a los evaluados 26,7 6,7 13,3 26,7 13,3 6,7 6,7 3,4
4
9. El informe
psicológico es de
especial UTILIDAD (DP) 0 0 11,1 14,8 25,9 14,8 33,3 5,44
5
9. El informe
psicológico es de
especial UTILIDAD (DF) 0 0 0 6,7 26,7 13,3 53,3 6,2
7
1: En total desacuerdo. 2. Muy en desacuerdo. 3. En desacuerdo. 4. Ni de acuerdo ni en desacuerdo. 5. De acuerdo. 6: muy de acuerdo. 7. Totalmente de acuer-
do.
Media y mediana: Sobre las puntuaciones de la escala de acuerdo-desacuerdo de 7 puntos.
*: Diferencias significativas de medias entre Derecho Penal y de Familia. Prueba no paramétrica de U de Mann-Whitney (p< .05).
x: Diferencias significativas en los porcentajes (chi cuadrado).
**: Diferencias significativas de medias en función de los años de experiencia del juez (el grupo con mayor grado de acuerdo es el de 10-12 años,
después el de más de 13 años y el menor el de 0-9 años). Prueba no paramétrica de Kruskal-Wallis (p< .05).
ANUARIO/2003 109
«Opinión de los Jueces (Derecho Penal y de Familia) sobre el Informe Psicológico Forense»
110 ANUARIO/2003
Gabriel Aguilera Manrique, Flor Zaldívar Basurto
Tabla 4: Porcentajes, media y mediana de las respuestas a las preguntas del cuestionario
(Versión para Derecho Penal –DP- y Derecho de Familia –DF-)
Media
% Mediana
PREGUNTA 1 2 3 4 5 6 7
10. Los P.F. que actúan
de parte son tan
NEUTRALES como los a
dscritos al JUZGADO (DP) 51,9 0 14,8 18,5 7,4 0 7,4 2,89
2
10. Los P.F. que actúan
de parte son tan
NEUTRALES como los
adscritos al JUZGADO
(DF) 26,7 33,3 20 13,3 0 0 6,7 2,53
2
11. Prefiero
PSIQUIATRAS que
Psicólogos (DP) 3,7 0 7,4 48,1 7,4 18,5 14,8 4,73
4
11. Prefiero
PSIQUIATRAS que
Psicólogos (DF) 6,7 20 6,7 33,3 13,3 13,3 6,7 3,6
4
12. Buena
FORMACIÓN de los
psicólogos (DP) para
funcionamiento en
Juzgados 11,1 0 22,2 22,2 25,9 0 18,5 4,56
5
12. Buena
FORMACIÓN de los
psicólogos (DF) para
funcionamiento en
Juzgados 0 6,7 33,3 20 13,3 26,7 0 4,2
4
13. El informe pericial
sustentado en
aplicación de TESTS (DP) 3,7 0 0 56,4 14,8 0 25,9 4,67
5
13. El informe pericial
sustentado en aplicación
de TESTS (DF) 0 6,7 6,7 33,3 26,7 13,3 13,3 4,73
5
14. Entiendo INFORMES
PSICOLÓGICOS (DP) 6,7 7,4 11,1 18,5 25,9 14,8 18,5 4,7
5
14. Entiendo INFORMES P
SICOLÓGICOS (DF) 0 6,7 6,7 13,3 6,7 46,7 20 5,4
6
1: En total desacuerdo. 2. Muy en desacuerdo. 3. En desacuerdo. 4. Ni de acuerdo ni en desacuerdo. 5. De acuerdo. 6: muy de acuerdo. 7. Totalmente
de acuerdo.
Media y mediana: Sobre las puntuaciones de la escala de acuerdo-desacuerdo.
ANUARIO/2003 111
«Opinión de los Jueces (Derecho Penal y de Familia) sobre el Informe Psicológico Forense»
ni desacuerdo sobre esta cuestión. Tal y 16. Considero que el psicólogo debe
como se desprende de los datos, tanto informar sobre la peligrosidad del sujeto.
los jueces de DP como de DF entienden
sin dificultad los informes psicológicos, 17. Considero que el informe psicoló-
aunque fundamentalmente esto es así gico debe limitarse a decir si la persona
en DF (73,4 % frente al 59,2 %). evaluada presenta algún tipo de trastor-
no psicológico o no, y si lo presenta, cuál
En la tabla 5 se exponen los resultados es su gravedad y pronóstico (DP).
obtenidos de las preguntas 15-17 (ver-
sión DP) y de la pregunta 18 de DF. Estas 18. En general, tras el estudio de un
cuestiones son las siguientes: informe psicológico pericial sobre este
asunto, sigo teniendo muchas dudas
15- Considero que el Psicólogo debe sobre cuál de los progenitores es más
opinar sobre la responsabilidad o irres- idóneo para la guarda y custodia de los
ponsabilidad del acusado en relación al menores, es decir, este tipo de informes
delito cometido. (DP) no me aclara mucho. (DF).
Tabla 5: Porcentajes, media y mediana de las respuestas a las preguntas del cuestionario
(Versión para Derecho Penal –DP- y Derecho de Familia –DF-)
Media
% Mediana
PREGUNTA 1 2 3 4 5 6 7
15. El psicólogo
debe opinar sobre la
RESPONSABILIDAD (DP) 48,1 0 0 3,7 18,5 14,8 14,8 3,5
4
18. El informe NO ME
ACLARA sobre cuál
progenitor es más
idóneo (DF) 13,3 33,3 26,7 6,7 6,7 13,3 0 3
3
1: En total desacuerdo. 2. Muy en desacuerdo. 3. En desacuerdo. 4. Ni de acuerdo ni en desacuerdo. 5. De acuerdo. 6: muy de acuerdo. 7. Totalmente
de acuerdo
Media y mediana: Sobre las puntuaciones de la escala de acuerdo-desacuerdo.
112 ANUARIO/2003
Gabriel Aguilera Manrique, Flor Zaldívar Basurto
19.Decisiones
diferentes a las
aconsejadas en el i
nforme respecto al
acusado (DP) 18,5 29,6 40,7 7,4 3,7
ANUARIO/2003 113
«Opinión de los Jueces (Derecho Penal y de Familia) sobre el Informe Psicológico Forense»
Conduct.: Modelo Conductual. Cogn.: M. Cognitivo. Hum.: M. Humanista. C-C.: M. Cognitivo-Conductual. PSA.: M. Psicoanalítico.
114 ANUARIO/2003
Gabriel Aguilera Manrique, Flor Zaldívar Basurto
mos observar que los trastornos que son Una de las conclusiones más impor-
informados más frecuentemente por los tantes que se desprende de los resulta-
peritos son los trastornos de personali- dos obtenidos viene a apoyar el papel
dad y las drogodependencias. decisivo, que según los jueces, tiene el
informe psicológico para valorar los
aspectos centrales sobre los que centra
DISCUSIÓN Y CONCLUSIÓN la pericia psicológica (imputabilidad en el
ámbito penal e idoneidad –o mejor alter-
Los resultados de este trabajo van a nativa de custodia- en derecho de fami-
ser analizados a diferentes niveles. Por lia). En relación con el papel del informe
un lado, se van a discutir las opiniones psicológico, también los resultados obte-
vertidas por los jueces sobre el informe nidos en relación a la utilidad percibida
psicológico pericial poniendo en relación (item 9, tabla 3) vienen a apoyar esta
las divergencias encontradas con las pro- opinión positiva de los jueces, lo que rati-
pias controversias que se dan en el ámbi- fica la necesidad y justificación del infor-
to psicológico forense. Por otro, se van a me pericial, su validez, y la presencia del
comentar las diferencias encontradas en Psicólogo en este foro. Ahondando más
las respuestas al cuestionario entre los en este punto, los resultados obtenidos
jueces del ámbito penal y de familia, así en el item 19 (véase tabla 6) nos propor-
como las diferencias encontradas en fun- cionan información que tiene que ver
ción de los años de ejercicio judicial. con la utilidad y con el acuerdo con las
ANUARIO/2003 115
«Opinión de los Jueces (Derecho Penal y de Familia) sobre el Informe Psicológico Forense»
conclusiones que aparecen en los dictá- nivel es que un alto porcentaje de jueces
menes psicológicos; así, la mayor parte (48,1 %) responden que están en total
de los jueces, responden que sólo en desacuerdo con que los psicólogos infor-
algunas ocasiones, toman decisiones men sobre la responsabilidad o irrespon-
diferentes a las recomendadas en los sabilidad del evaluado (otra cosa es que
informes. Ahora bien, como este desa- esta práctica sea frecuente entre los psi-
cuerdo se produce, aunque sea en esca- cólogos, aunque, evidentemente, si se
sas ocasiones, y la decisión última es produce, puede explicar el desacuerdo
competencia del Juez (el informe no es entre las conclusiones del informe y las
vinculante), sí parece muy recomenda- conclusiones del Juez). Este dato es con-
ble, tal y como apunta de la Torre (1999, sistente al encontrado por Redding,
pag. 13), la Sentencia del Tribunal Supe- Floyd y Hawk (2001) quiénes evaluaron
rior de 6 Marzo de 1995, RJ 1995/1811, las preferencias de los jueces y abogados
que exige que cuando el Juez llega a en el estado de Virginia y obtuvieron que
conclusiones distintas del informe, debe la información aportada por los peritos
expresar las razones que justifiquen tal relativa a la imputabilidad o inimputabili-
decisión porque si no nos encontramos dad de los evaluados (es decir, los estan-
“ante un discurso o razonamiento judi- dares legales de insanidad) se la conce-
cial que es contrario a las reglas de la día menor importancia que a la mera
lógica, de la experiencia o de los criterios información descriptiva y de diagnosis
firmes del conocimiento científico”. De clínica. Otros resultados que se podrían
esta forma se facilita que se pongan poner en relación con ese desacuerdo
sobre la mesa cuáles son los puntos de ocasional con las conclusiones del infor-
conflicto o desacuerdos encontrados, lo me podrían también que ver con la per-
que probablemente sirva para un mayor cepción que tienen los jueces sobre la
entendimiento futuro. Obviamente, los formación de los psicólogos, sobre su
resultados de este estudio no nos ayu- neutralidad, la detección del engaño de
dan al conocimiento en concreto de las los evaluados, los aspectos que se evalú-
causas de dichos desacuerdos pues esto an, las técnicas que utilizan, etc. Estos
habría que analizarlo para cada caso, resultados se discuten de forma específi-
pero sí que nos proporciona alguna ca a continuación.
información general que podría estar
relacionado con esta cuestión. Por ejem- En relación a los aspectos que deben
plo, los datos obtenidos sobre los jueces incluirse en el informe, o lo que es simi-
de familia en el item 18 (véase tabla 5) lar, los aspectos que deben ser evalua-
indican que un 20 % de éstos contestan dos, parece que existe unanimidad en el
que el informe no les aclara gran cosa ámbito de familia y clara mayoría en
respecto a cuál de los progenitores es penal en que se debe reflejar el nivel
más idóneo para ostentar la guardia y intelectual y la personalidad de los pro-
custodia de los menores (aunque para la genitores o del acusado. Estos resultados
mayor parte de los jueces el informe sí son coincidentes con los tópicos que han
les resulta claro y, además, en general, sido tradicionalmente casi exclusivamen-
tanto los jueces de penal como de fami- te evaluados en las periciales psicológi-
lia opinan que entienden sin dificultad cas, pues han estado vinculadas a los
los informes psicológicos – véase tabla 4, aspectos centrales del concepto de dolo
item 14). Otro dato interesante a este en Derecho Penal, es decir, a la inteligen-
116 ANUARIO/2003
Gabriel Aguilera Manrique, Flor Zaldívar Basurto
cia y a la voluntad. Sin embargo, cada dad de opiniones entre los jueces respec-
vez son más los psicólogos (Ávila y Rodrí- to al asunto sobre el que debe informar
guez-Sutil, 1995; Grisso, 1986; Hernán- o concluir el psicólogo, disparidad que
dez, 2002) que consideran que estos coincide con una de las controversias
tópicos, si bien algunas veces relevantes, abiertas más importantes en el terreno
deben ser sustituidos y complementados de la psicología forense por la diversidad
con otras variables más relacionadas con de recomendaciones, precauciones, y
competencias específicas relacionadas opiniones que se han vertido sobre este
bien con el delito en concreto (en Dere- asunto, así como por las distintas legisla-
cho Penal), bien con las competencias y ciones existentes entre diferentes países
habilidades que se requieren para el cui- en relación a las funciones y competen-
dado parental (en Derecho de Familia) y, cias del forense para informar o no sobre
por ende, con evaluaciones más de corte la responsabilidad penal (American Psy-
conductual y funcional que puedan ayu- chiatric Association, 1982; American Bar
dar (asesorar) de una forma más directa Association, 1989; Bonnie y Slogobin,
a que el Juez tome las decisiones oportu- 1980; Conde Pumpido, 1982; De la
nas sobre el asunto esencial, es decir, Torre, 1999; Esbec y Delgado, 1994;
sobre la responsabilidad penal del acusa- Morse, 1978; Redding, Floyd, y Hawk,
do o el mejor interés del menor. Sin 2001; Slogobin, 1989).
embargo, estos aires renovadores, sólo
parece que hayan cuajado entre una Obviamente, esta controversia (opi-
(buena) parte de los jueces. Así cuando niones extremas y contrarias) puede
se les pregunta a éstos su opinión res- generar cierta indecisión al psicólogo,
pecto a que se refleje los aspectos con- que no sabe muy bien cuando se espera
textuales del delito o de los progenitores de él una posición más comprometida en
(item 4, tabla 2) o los aspectos históricos relación a la responsabilidad o cuando
(item 6, tabla 3), sí parece que se mues- dicha posición puede ser considerada
tra una tendencia positiva a su inclusión. como un intrusismo en competencias
No obstante, también es relevante enfa- que no le son propias.
tizar que aunque hay un relativo alto
porcentaje de jueces penales (22, 2 %) De los resultados obtenidos también
que estarían en contra de que el papel se desprende como no hay una opinión
del psicólogo se limitase a una función unánime sobre la adecuación o no de
meramente diagnóstica, la mayor parte reflejar la opinión del acusado respecto a
de ellos (un 70 %) estarían de acuerdo su responsabilidad, arrepentimiento u
con ello (item 17, tabla 5). Este resultado otros aspectos subjetivos (DP) ni sobre la
sería coincidente con el obtenido por opinión de los menores sobre sus prefe-
Redding, Floyd y Hawk (2001), como ya rencias de custodia (DF) (véase item 5,
se ha comentado. En la misma línea, un tabla 3). No obstante, en DF existe una
48,1 % de los jueces estarían en absolu- tendencia positiva a que aparezca la opi-
to desacuerdo en que el perito reflejase nión del menor, invirtiéndose esta opi-
en el dictamen su opinión (conclusión) nión en el caso penal. Teniendo en cuen-
respecto a la responsabilidad del acusa- ta que la apreciación del arrepentimiento
do (item 15, tabla 5) mientras que otro (y la responsabilidad) es un atenuante
48,1 % estaría de acuerdo con ello. De del Código Penal cuya valoración en la
aquí se desprende que existe una dispari- legislación española compete al Juez, y
ANUARIO/2003 117
«Opinión de los Jueces (Derecho Penal y de Familia) sobre el Informe Psicológico Forense»
que la opinión de los menores es rele- bién con la imagen tradicional del psicólo-
vante tenerla en cuenta (aunque no de go-testólogo, así como a la escasa infor-
forma exclusiva) de cara a decidir sobre mación que tienen los jueces sobre aspec-
la mejor alternativa de custodia, es fácil tos metodológicos e instrumentales de la
vislumbrar así la explicación a estos últi- Evaluación Psicológica, a saber, sobre el
mos datos. También los resultados obte- papel que juegan los tests dentro de todo
nidos muestran que existe una opinión un proceso de evaluación psicológica, las
mayoritaria de que el informe psicológi- limitaciones de éstos para la evaluación
co debe informar sobre la peligrosidad de objetivos forenses, las garantías cientí-
del acusado. Resaltamos este dato por- ficas de los datos, la constrastación de la
que es de sobra conocido en la práctica información, etc. Obviamente, todas
psicológica forense la dificultad que estas cuestiones corresponden a temáti-
tiene, muchas veces, concluir o respon- cas propiamente psicológicas sobre las
der a esta pregunta hipotética, tantas que no se debe presuponer su conoci-
veces demandada, y que tiene que ver, miento a personas legas en la materia,
obviamente, con la predicción de la peli- por ello, sí parece necesario que los profe-
grosidad. A este nivel quizás sería opor- sionales con los que colaboramos (en este
tuno hacer una reflexión sobre si el psi- caso Jueces) reciban algún tipo de infor-
cólogo, con los conocimientos y herra- mación a este respecto con el objeto de
mientas que tiene en la actualidad, que puedan valorar y apreciar, con mayor
puede hacer con garantías dicha predic- conocimiento de causa, la calidad de la
ción o si es necesario un mayor esfuerzo información psicológica que se aporte (tal
en investigación para lograr este objetivo y como sugieren Kovera y McAuliff, 2000,
(si alcanzable) en el futuro (Barcia, Pozo, por ejemplo) aunque ésta no provenga
y Ruiz, 1994; Tetradillos, 1994). de los tradicionales tests. Por otro lado,
este mayor entendimiento también con-
Respecto a la aplicación de tests psico- tribuiría a que los psicólogos disminuye-
lógicos y a que el informe pericial esté sen el excesivo uso de algunas de las téc-
sustentado en éstos (item 13, tabla 4), nicas más tradicionales (provenientes de
existe una clara tendencia al acuerdo en la clínica, por ejemplo, MMPI, 16 PF, Rors-
las dos jurisdicciones, aunque hay que chach, escalas de inteligencia, etc.) (Ávila
destacar que más de la mitad de los Jue- y Rodríguez-Sutil, 1995) debido a la mejor
ces de lo Penal no están ni de acuerdo ni imagen que producen en los jueces, a
en desacuerdo. Estos datos vienen a favor del uso de otras técnicas como la
poner sobre la mesa la mayor importancia observación, la evaluación de competen-
y confianza que los jueces otorgan a los cias específicas, y sobre todo a innovar e
datos obtenidos a partir de la aplicación investigar en el diseño de instrumentos (y
de tests, frente a otro tipo de datos o evi- metodologías) específicas forenses (Gris-
dencias obtenidos a partir de otras técni- so, 1986), lo que obviamente ahondaría
cas o procedimientos, y de los que a prio- en abordar de forma más directa los obje-
ri, no se debería dudar sobre su bondad tivos concretos de la evaluación forense, y
(por ejemplo, datos obtenidos de la por ende, en una mayor calidad y utilidad
observación u otro tipo de auto-infor- de los datos. En cualquier caso, también
mes), resultado coincidente con el obteni- hay que tener en cuenta que probable-
do por Redding, Floyd y Hawk, (2001). mente (y de modo paulatino) esta ten-
Probablemente, esto tenga que ver tam- dencia esté cambiando ya que hay que
118 ANUARIO/2003
Gabriel Aguilera Manrique, Flor Zaldívar Basurto
destacar que un 13,4 % de los jueces del actúa de parte esta cuestionada. Este
ámbito de familia no considera impres- aspecto también ha sido denunciado
cindible que el informe vaya sustentado desde nuestra profesión (por ejemplo,
en la aplicación de tests. Abenza, 1994; Alfaro, 2000; Dietz,
1985), lo que nos muestra que se requie-
Esta recomendación respecto a la re cierta crítica “de puertas hacia den-
necesidad de formación de los jueces en tro”, dispositivos de control y un cambio
determinados aspectos psicológicos bási- de conducta, allí donde sea necesario.
cos también viene apuntada por el resul-
tado encontrado en este estudio respecto Los resultados obtenidos sobre la
al conocimiento de los modelos psicoló- capacidad de detección de la simulación
gicos. Así, destacamos que un 66,6 % de y el engaño por parte del Psicólogo no
los jueces penales no conocen ningún son muy concluyentes, aunque se obser-
modelo psicológico (item 20, tabla 7), va una ligera tendencia al acuerdo (item
resultado que no es similar en el ámbito 7 y 8, tabla 3). Este resultado es de vital
familiar donde el conocimiento de los importancia ya que intentos de fingi-
modelos (fundamentalmente cognitivo y miento y engaño por parte de los evalua-
conductual) es mayoritario. En relación a dos es un aspecto muy frecuente en el
la necesidad de formación también es terreno forense (Rogers, 1997a), dados
importante conocer lo que opinan los los intereses que están en juego, por lo
jueces respecto a la formación de los psi- que los psicólogos deben poner un espe-
cólogos forenses. Así, la opinión de los cial cuidado en detectar este tipo de con-
jueces sobre este aspecto no es determi- ductas engañosas haciendo uso de las
nante, existe un ligero predominio positi- herramientas existentes a este nivel (por
vo en Derecho Penal y una postura neu- ejemplo, contrastación de la informa-
tral (ni de acuerdo ni en desacuerdo) en ción, observación continua, evaluación
Derecho de Familia. Obviamente, que el clínica exhaustiva, uso de entrevistas y
psicólogo tenga una buena formación, y cuestionarios específicas para la valora-
que además posea dicha imagen entre ción de la simulación, uso de escalas
los juristas va a influir en el futuro de esta control de sinceridad y validez en los
profesión, es decir, en una mayor integra- tests utilizados, etc.) y todo ello porque
ción en el ámbito de la Justicia. Así, pro- la validez de las conclusiones periciales
bablemente sea necesario tanto la exi- requiere que se parta de una informa-
gencia de una adecuada formación (teó- ción previa auténtica y precisa. Así, pare-
rica, práctica y ética) de los psicólogos ce que una asignatura pendiente es
forenses como la valoración de las actua- tanto mejorar la formación de los peritos
ciones realizadas, a modo de seguimien- sobre este aspecto (si se valora que es
to de la práctica profesional, con el obje- insuficiente su práctica) así como que en
to de velar por las garantías científicas y el informe pericial se haga clara referen-
éticas de la actuación psicológica. En cia a las estrategias metódicas utilizadas
relación a este último aspecto hay que de cara a valorar la detección de la simu-
resaltar que los Jueces opinan, mayorita- lación y el engaño, y, por supuesto, a la
riamente, que los Psicólogos de parte no conclusión obtenida a este nivel.
son tan independientes y neutrales que
los que están adscritos al Juzgado. Es En lo que respecta a la conveniencia o
decir, la neutralidad del profesional que no de informar los resultados de la evalua-
ANUARIO/2003 119
«Opinión de los Jueces (Derecho Penal y de Familia) sobre el Informe Psicológico Forense»
ción a las personas evaluadas, existe una entre la opinión de los Jueces de los Juz-
clara divergencia por parte de los jueces gados de lo Penal y los de Familia. Lo pri-
respecto a que se facilite dicha informa- mero que debemos resaltar es que dichas
ción, lo que iría en contra de nuestro Códi- diferencias no hacen referencia a una
go Deontológico profesional, y que está misma cuestión, ni provienen de profesio-
en clara consonancia con una de las con- nales de las mismas características; aún
troversias abiertas a este nivel en la profe- así, dichas diferencias (o su ausencia) pue-
sión forense (Hierro, 2002), lo que apunta den resultar de interés. Sólo se han
a que es necesario todavía hoy tratar de encontrado diferencias en el item 2 y en el
clarificar nuestros derechos y obligaciones item 5, (tabla 2 y tabla3), es decir, los jue-
sin obstaculizar el proceso judicial y llegar ces de Derecho Penal están más de acuer-
a un entendimiento más estrecho entre do que los de Derecho de Familia en que
jueces y psicólogos a este respecto. el informe psicológico debe reflejar el CI
de los evaluados y los jueces de Derecho
En relación a la preferencia de que el de Familia están más de acuerdo que los
informe sea realizado por el psiquiatra o de Derecho Penal en que se incluya la opi-
el psicólogo, los resultados nos demues- nión del evaluado sobre aspectos esencia-
tran que no hay una clara preferencia por les a peritar (preferencias de custodia –
una u otra figura. Si hubiera que destacar responsabilidad, arrepentimiento u otros
algún dato, éste sería, además de una alta aspectos subjetivos). Respecto a los años
variabilidad de opiniones, la tendencia, en de experiencia, el dato a destacar es que
general, en el ámbito Penal, del Psiquiatra no existen diferencias significativas, a
frente al Psicólogo (resultado similar, pero nivel estadístico, en función de esta varia-
con una tendencia menos acusada que el ble en las cuestiones planteadas, a excep-
obtenido por Redding, Floyd y Hawk, ción de las encontradas en el item 3 y 5
2001), aspecto éste que puede explicarse (tabla 2, y tabla 3). En ambos casos, res-
por la tradición, es decir, la implantación pecto a la evaluación de la personalidad y
de los médicos forenses en el ámbito la inclusión de la opinión de los evalua-
penal es clásica (los psicólogos tienen un dos, el grupo con mayor grado de acuer-
papel mucho más reciente), mientras que do es el de 10-12 años, después el de más
en el ámbito de Familia, cuyas competen- de 13 años y el último el de menor expe-
cias legales son más recientes, las diferen- riencia.
cias no han sido tan acusadas. Este dato
también nos puede indicar el desconoci- Por último, sólo resaltar que los resul-
miento de las funciones diferenciales de tados obtenidos son producto de un
cada uno e incluso el solapamiento de estudio descriptivo de carácter explora-
éstas. De cualquier modo, históricamente, torio. No obstante, se considera que los
los profesionales de la Psiquiatría han datos encontrados pueden resultar ilus-
tenido un papel más destacado en la Jus- trativos de algunas controversias actua-
ticia, pero también hay que indicar la pro- les entre el ámbito psicológico y jurídico
gresiva consolidación del Psicólogo en y, por tanto, tener en cuenta las conclu-
este campo. siones y sugerencias que se aportan
puede resultar útil de cara a fomentar un
En un segundo nivel de análisis, se van mejor entendimiento, colaboración y
a comentar las diferencias significativas, a funcionamiento entre los psicólogos y
nivel estadístico, que se han encontrado profesionales del ámbito de la Justicia.
120 ANUARIO/2003
Gabriel Aguilera Manrique, Flor Zaldívar Basurto
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