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Era de noche y la luna iluminaba una habitación a través de la ventana,se podían ver las

paredes pintadas de rosa pálido, la cama con sábanas de seda del mismo color y una
mesita de madera a su lado.En la cama se observa una chica rubia de piel morena y cara
regordeta cerca de los 11 años durmiendo entre pesadillas. Al mismo tiempo en un hospital
cercano se encontraba un hombre alto, pálido de cabello castaño que aparentaba unos
30-40 años y utilizando un bata de doctor, se encontraba mirando con sospecha y cierto
pánico a los lados del pasillo mientras guardaba de manera desesperada unas bolsas de
sangre en su atuendo para después salir del establecimiento como si nada.

A la mañana la chica ahora despierta estaba aún con su pijama sentada en la cama frente
al espejo roto de su habitación que jamás cambiaron repitiendo una y otra vez en su mente
una de las tantas pesadillas que tuvo esa noche.Recordaba estar corriendo asustada de
noche por una carretera, con raspones y moretones en las rodillas y utilizando su uniforme
de la escuela, no estaba segura de que era lo que estaba detrás o si había algo lo único que
sabía es que debía seguir corriendo y llegar a casa.La voz de sus padres llamándola la
volvió a la realidad se levantó y fue a desayunar para ir a la escuela teniendo un mal
presentimiento. A pesar de esto su mañana fue tranquila el problema empezó horas más
tarde cuando al regresar a su casa encontró una nota de su padre pegada en el refrigerador
que le decía que no volvería hasta cerca la noche y a su madre una mujer cerca de los 50,
pelirroja y de ojos celestes postrada en cama con una tos inhumana, fiebre, piel roja como
fresas y sus ojos antes brillantes y llenos de vida parecían vacíos y oscuros a comparación

-Mamá?¿Qué fue lo que te pasó?- preguntó expresando notablemente su preocupación,


después de todo su madre se encontraba en perfectas condiciones en la mañana.

-No paso nada,Tranquila pequeña Ali mañana me encontraré mejor después de la revisión
de un doctor y algún medicamento-La toma de la mano e intenta tranquilizar antes de tener
un ataque de tos.

A pesar de sus palabras Alicia no estaba tan segura esto sin contar que el horrible
presentimiento había vuelto solo que esta vez traía un sentido de pesadez y angustia.

No pasó mucho para que el doctor apareciera y su madre pareció estar un poco más
tranquila pero ella no se encontraba tan segura, no sabria si eran sus ojos cafés los cuales
no podía ver por el pavor que le provocaba o el hecho de que parecía estar más pendiente
de sus movimientos que de la mujer enferma. Comenzó a hacer preguntas de rutina y
aprovecho para fijarse en su carnet, Sallow, figuraba como su apellido le sonaba conocido
pero no sabía de donde.

-Creo que eso será todo-Escucho como decía-necesita tomar ciertos medicamentos pero si
se pone peor lo mejor es que vaya al hospital-Le indico-Si me disculpan debo
retirarme-Terminó por decir mientras bajaba la cabeza en signo de despedida y se retiró no
sin antes darle un mirada de arriba a abajo que se le hizo desagradable.

Inmediatamente se fue la habitación se sintió más tranquila como si se le quitara un peso de


encima, como si la lámpara que colgaba del techo ahora iluminaba más fuerte,se acercó a
su madre preguntándole si necesitaba algo y prometiendole que iba a cuidarla el resto de la
tarde.Su padre llego horas mas tarde cuando la temperatura se encontraba baja y el sol
estaba escondido y entró a la habitación preguntando cómo se sentían la respuesta fue
corta dejando claro que la situación de su madre estaba empeorando ya que solo se
escucho la voz de la pequeña Alicia pues la mujer ya ni podía hablar, le costaba respirar y
su piel era ahora tan pálida como la nieve,entrando en desesperación la familia fue a un
hospital cercano en busca de respuestas al porqué la mujer se encontraba en tal estado.
Los recibió el,el mismo doctor que fue a la casa y fuera cualidad o no, Alicia no estaba
contenta con eso. Ante la urgencia llevaron a la madre a otro lado mientras intentaban
calmar a los otros integrantes de la pequeña familia que estaba por colapsar.

Su madre iba a ser internada,después de horas era lo único que su padre le había dicho.
Llena de tristeza y en estado de negación, se encerró en la primer habitación que estaba
cerca,la de su madre,se acercó a ella esperando ver su rostro con esa sonrisa que le decía
que todo iba a estar bien pero lo que encontró la dejó paralizada.

La poca piel que podia ver entre la bata blanca se miraba, antes palida y tersa ahora se
encontraba de color morado intenso, la expersion de panico y el terror puro en cojunto con
sus ojos saltones vacios y fijos en la bolsa de sargre que se suponde deberia tener suero
era una imagen que no sacaria de su cabeza.Salio corriendo lo mas rapido que pudo presa
del miedo y panico que tenia chocaba con las personas y pasillos que se encontraba en su
camino para salir de ese hospital y volver a su casa donde deseaba refugiarse e imaginar
que lo que vo no es mas que otra pesadilla, en algún momento choco con ese horrible
doctor al cual no volteo a ver para seguir corriendo.

Ya fuera del hospital cayó de rodillas al piso sintiendo el duro asfalto,grito y llora lo mas que
su cuerpo le permitió, decidió subir la mirada y se dio cuenta que había llegado a la cuadra
cerca de su casa, volteo y se encontró con el doctor Sallow a unos metros cerca de ella
mirándola fijamente, ya había parado de llorar pero tenía claro que la aparición de ese señor
no era buena y volvió a correr.

Entró lo más rápido que pudo a su casa por la puerta trasera ya que la puerta delantera
estaba cerrada con llave,subió a su habitación y se encerró allí. Tenía miedo pero aun así
decidió asomarse por la ventana en medio de ese silencio tortuoso,no tardó en dar un
vistazo afuera para encontrarlo a él trepando las paredes de su casa, grito e
inmediatamente retrocedió y fue a abrir nuevamente la puerta pero era muy oscuro y ya era
muy tarde,lo último que sintió fueron unas manos largas que la atrapaban.

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