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ABOGADA
Carrera 32 No. 27-76 Barrio Victoria
e-mail: caveflo_1981@hotmail.com / Teléfono (318) 781-7643 Tuluá - Valle
Señor
JUEZ TERCERO ADMINISTRATIVO ORAL DEL CIRCUITO
Dr. RAMON GONZALEZ GONZALEZ - JUEZ
E. S. D.
HECHOS
PRIMERO La señora MERCEDES DEL PILAR TRUJILLO DE RUIZ es
propietaria de los derechos reales de domino, sobre el inmueble denominado LOTE
NUMERO DIECISIETE A, CONDOMINIO RESIDENCIAL LA LOMA SEGUNDA ETAPA
(17 A 2ª Etapa) ubicado en el paraje La Rivera, jurisdicción del Municipio de
Tuluá - Valle, lote de terreno con una cabida superficiaria de QUINIENTOS
CUARENTA Y SIETE METROS CUADRADOS CON CUARENTA CENTIMETROS
CUADRADOS (547.40 Mts2).
SEGUNDO: los linderos del “Lote 17ª son: “Arrancamos en un mojón ubicado
sobre la vía principal de acceso, al CONDOMINIO DE LA UNIDAD RESIDENCIAL LA
LOMA SEGUNDA ETAPA; de allí salimos en dirección NORTE 20 grados 35 minutos
ESTE (N20A35’E) y en una distancia de cuarenta y seis metros ochenta y tres
centímetros (46.83 M), encontramos un mojón, esta lado colinda con la vía
principal interna al CONDOMINIO RESIDENCIAL LA LOMA SEGUNDA ETAPA; de allí
salimos en dirección SUR veintisiete grados veintiséis minutos ESTE (27ª26’E), y a
una distancia de treinta y dos metros ochenta y seis centímetros (32.86 Mts),
encontramos otro mojón, este lado colinda con el predio número DIECIOCHO A
(18 A), en una distancia de dieciséis metros con cuarenta y tres centímetros
(16.43 Mts) y el lote número DIECINUEVE A (19 A) en una distancia de diecisies
metros con cuarenta y tres centímetros (16.43 Mts), de allí salimos en dirección
SUR, cincuenta y nueve grados quince minutos ESTE (59ª15’E), y a una distancia
de treinta y tres metros cincuenta y un centímetros (33.51 Mts) encontramos el
mojón inicial, este lado colinda con la vía principal de acceso al CONDOMINIO DE
LA UNIDAD RESIDENCIAL LA LOMA, SEGUNDA ETAPA.”
TERCERO: la señora MERCEDES DEL PILAR TRUJILLO DE RUIZ adquirió los
derechos reales de dominio por medio de Escritura Pública No. 0530 del 15 de
marzo de 2018 otorgada en la Notaría Segunda de Tuluá – Valle, la cual se
encuentra registrada en el Folio de Matrícula Inmobiliaria No. 384-69171 de la
Oficina de Registro de Instrumentos Públicos de Tuluá – Valle, e identificado con la
Cédula Catastral No. 01-02-0448-0009-000.
CUARTO: En el mes de marzo de 2020, la Señora MERCEDES DEL PILAR, realizó
solicitud de licencia de construcción, en la modalidad de obra nueva, ante el
Departamento Administrativo de Planeación Municipal del Tuluá, la cual se otorgó
mediante la Resolución No. C-303 de fecha 25 de junio de 2020, “POR MEDIO DE
LA CUAL SE EXPIDE UNA LICENCIA UTRBANÍSTICA DE CONSTRUCCION BAJO LA
MODALIDAD DE (OBRA NUEVA) VIVIENDAUNIFAMILIAR UN (1) PISO”, y se dio
inicio a la construcción de la vivienda, sin observar que la línea de paramento fue
mal definida
QUINTO: se modificó la Licencia No. C-303, mediante Resolución No. R-001 de
fecha 17 de Junio de 2021 del Departamento Administrativo de Planeación
Municipal del Tuluá, corrigiendo la línea de paramento, permitiendo la continuidad
de la obra al corregir los yerros en los que se incurrió.
FUNDAMENTOS JURIDICOS
La carga de probar los daños por parte del afectado, en este caso de probar la
afectación o daño al derecho colectivo invocado, o la afectación cierta que a futuro
se pudiere producir, por acción u omisión de la persona que está en capacidad de
causarlos, recae en quien alega dicho daño o infiere se llegara a producir en el
futuro dicho daño, es decir, el actor popular debe iniciar la acción aportando las
pruebas pertinentes, conducentes y admisibles, según las reglas del C.G.P. que por
integración normativa aplican a las acciones constitucionales.
Así las cosas, el actor no aporta dictamen pericial que pruebe la ocurrencia de un
daño o la amenaza futura de ocurrencia de un daño, basa su demanda en
afirmaciones indeterminadas, que por mandato legal no está obligado a probar,
pero que carecen de pertinencia y conducencia, para determinar con certeza, la
ocurrencia o posible ocurrencia de un hecho, que en este caso sería un daño
futuro. Por tal motivo el Actor Popular falta a las cargas procesales que se le
exigen cuando se alega la ocurrencia de un menoscabo o daño a un derecho
colectivo; por estas razones y atendiendo a la dignidad que usted representa como
Juez de la República, realizar un pronunciamiento judicial, basado únicamente en
apreciaciones subjetivas, realizadas por el Actor Popular en su escrito de demanda
y las intervenciones de sus coadyuvantes, contraria el principio del derecho
denominado por la doctrina como onus probandi, contenido en el articulo 30 de la
ley 472 de 1998.
La ley 1437 de 2011, en el inciso segundo, del Articulo 144, establece que:
[…] En efecto, esta posición permite que cada juez cumpla su propósito
constitucional y legal sin invadir las competencias del otro, según las
finalidades y naturaleza de las acciones. Así, lo decidido en un proceso
no influye o bloquea el resultado al momento de valorar o decidir el
otro. El efecto útil de esta postura es la de suprimir la posibilidad de
decisiones contradictorias frente a legalidad del acto 3.
El simple hecho de expedir un Acto administrativo, que cumplió con las cargas
para nacer a la vida jurídica, no faculta al actor popular para inferir y llevar al juez
constitucional al convencimiento de que la Administración es la causante o
potencial causante de vulneración de derechos colectivos, contraria conclusión
seria contraria a las leyes de la lógica y de la sana critica, se reitera que la
competencia del juez constitucional no es la misma del juez contencioso
administrativo, por lo tanto, el actor debe hacer uso de los medios adecuados para
acceder a sus pretensiones.
Así las cosas, el actor popular que pretende hoy la puesta en duda de la legalidad
de un Acto Administrativo, deberá hacer uso de los Medios de Control a su
disposición y la acción popular dirigirla a la persona natural que está en “posición”
de “afectar” “derechos colectivos”, esto es llevarla a conocimiento del juez
ordinario.
3
Consejo de Estado, Sala Plena de lo Contencioso Administrativo, Radicación número: 25000-23-
15-000-2002-02704-01, sentencia del 13 de febrero de 2018, disponible en:
https://www.consejodeestado.gov.co/documentos/boletines/PDF/25000-23-15-000-2002-02704-
01(SU).pdf
Respeto a los principios de seguridad jurídica, la protección a los
derechos adquiridos y la confianza legitima.
Las normas que rigen el urbanismo en Colombia, son muy claras en determinar las
cargas a las que debe someterse quien pretenda desarrollar o adelantar
actuaciones urbanísticas, ya sean parcelaciones, urbanizaciones o construcción de
inmuebles, es así como el inciso primero del parágrafo del articulo 39 de la ley 388
de 1997 establece
Así las cosas, conforme al amparo constitucional y teniendo en cuenta las calidades
de la señora MERCEDES DEL PILAR TRUJILLO DE RUIZ, y los derechos que le
asisten como propietaria del “Lote 17” de la “urbanización Loma 2”, se pone de
manifiesto que no es ella la llamada a soportar las cargas derivadas de la
permisividad de la administración y de la no aplicación de las normas de
urbanismo, situaciones que consolidaron una expectativa legitima, que como
propietaria le asiste, para la explotación de un bien, el cual va a ser destina a la
satisfacción de una necesidad básica como lo es el acceso a vivienda digna, la cual
en estos momento se encuentra insatisfecha para la señora MERCEDES DEL
PILAR TRUJILLO DE RUIZ, quien además tiene a su cargo a una persona en
condición de discapacidad. Por lo tanto, será el Estado quien debe garantizar la
indemnización de los perjuicios ocasionados a la señora y su núcleo familiar.
Cordialmente,