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Excesiva onerosidad de la prestación: Inaplicabilidad en

convenios colectivos.

Cas. Nº 280-95

Lima, 10 de junio de 1998.

La Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la


República, en la causa vista en audiencia pública el 9 de junio del año en
curso, emite la siguiente sentencia:

MATERIA DEL RECURSO:

Se trata del Recurso de Casación interpuesto por Fertilizantes Sintéticos,


S.A., FERTISA, contra la resolución de fojas 150, su fecha 8 de febrero
de 1995, que confirmando la resolución apelada de fojas 137, su fecha
15 de noviembre de 1994, declara improcedente la demanda, dejándose
a salvo el derecho del recurrente a fin de que lo haga valer con arreglo a
ley.

FUNDAMENTOS DEL RECURSO:

La Corte mediante resolución de fecha 5 de octubre de 1995 ha


estimado procedente el recurso por la causal relativa a l inaplicación de
los artículos IX del Título Preliminar del Código civil y el artículo 1440 del
mismo Código.

CONSIDERANDO:

Primero.- Que el artículo IX del Título Preliminar del Código civil,


acogiendo el rol supletorio que le corresponde en nuestro sistema
jurídico, prescribe que sus disposiciones se aplican supletoriamente a las
relaciones y situaciones jurídicas reguladas por otras leyes, siempre que
no sean incompatibles con su naturaleza.

Segundo.- Que la aplicación supletoria del citado Código, tiene una


importante excepción, que consiste en restringir su aplicación a aquellos
supuestos, en los que sean compatibles con su naturaleza.

Tercero.- Que la recurrente, conforme a los cargos vertidos en el


recurso, señala que la excesiva onerosidad de la prestación, prevista en
el artículo 1440 del Código Sustantivo, es también aplicable al laudo
arbitral que pone fin a la negociación colectiva suscitada entre la
accionante y la parte demandada, en mérito al rol supletorio del citado
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Código, por lo que cabe examinar, la extensión y alcances de la aludida
supletoriedad, en todo caso, en cuanto es compatible o no la naturaleza
del convenio colectivo con un contrato de derecho común.

Cuarto.- Que en doctrina, se ha concluido que la convención colectiva


de trabajo es por su naturaleza intrínseca, fundamentalmente distinta
del contrato, incluso del contrato individual de trabajo, se ha precisado
en este aspecto, que constituye una especie de ley, entendida ésta
como "norma jurídica obligatoria", con fuerza vinculante, tal como lo
prescribe el artículo 42 del Decreto Ley N° 25593, Ley de Relaciones
Colectivas de Trabajo.

Quinto.- Que la concepción del convenio colectivo de trabajo no se


enmarca en una postura contractualista sino en una posición
institucionalista, precisamente porque, por un lado constituye una
fuente de derecho, derivada de su fuerza normativa, y porque asimismo
no es una mera expresión de la soberanía estatal; por consiguiente, por
estas mismas razones, la autonomía de los contratos en derecho común,
es distinta a la autonomía colectiva de los convenios colectivos, la que
en sí es "una potestad que comparten los grupos sociales
autorregulando sus intereses contrapuestos", por esta razón, el maestro
italiano Carnelutti sostenía que el convenio colectivo de trabajo tiene
"cuerpo de contrato y alma de ley".

Sexto.- Que estas características se diferencian de la naturaleza del


contrato, ya que éste constituye la expresión misma de la libertad de las
partes y se establecen toda clase de estipulaciones cuyo valor no se
discute en la medida en que no vayan contra las normas imperativas o
conduzca a la iniquidad o al abuso; por otra parte, la estructura de la
relación contractual es, técnicamente hablando totalmente distinta a la
del convenio colectivo, ya que quien contrata puede incumplir la
prestación a la que está obligado y el derecho común ofrece una
variedad de instrumentos jurídicos para defender o compensar, en su
caso al afectado por ello.

Sétimo.- Que siendo así, la excesiva onerosidad de la prestación no


constituye una figura aplicable a los convenios colectivos de trabajo.

Octavo.- Por otro lado, el laudo arbitral y propiamente el arbitraje,


constituye una forma heterónoma de solucionar conflictos, y se
distingue de la autocomposición y la autotutela, toda vez que el
arbitraje en sentido jurídico estricto constituye la decisión de una

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controversia pronunciada con carácter imperativo por una persona
"supraordinada" a las partes, es decir ajen ay distinta a éstas.

Noveno.- Que por consiguiente, el convenio colectivo practicado entre


las partes, y resulto mediante laudo arbitral, por su propia naturaleza,
sólo puede ser impugnado mediante los mecanismos que establece la
ley.

SENTENCIA:

Que, estando a las conclusiones que preceden, declararon INFUNDADO


el Recurso de Casación interpuesto por Fertilizantes Sintéticos S.A.
FERTISA, en consecuencia NO CASAR la resolución de fojas 150, su
fecha 8 de febrero de 1995; en los seguidos con Sindicato de Obreros de
Fertisa, sobre excesiva onerosidad de la prestación; CONDENARON a la
recurrente al pago de la multa de 2 URP, así como a las costas y costos
originados con la tramitación del recurso; DISPUSIERON la publicación
del texto de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano; bajo
responsabilidad; y los devolvieron.

SS. IBERICO; ORTIZ; SÁNCHEZ PALACIOS; CASTILLO LRS; BELTRAN.

EL VOTO SINGULAR DEL SEÑOR SÁNCHEZ PALACIOS:

En ejercicio de la facultad conferida por el artículo 143 de la Ley


Orgánica del Poder Judicial por discrepar de los fundamentos de la
resolución, mas no de su sentido; fundamento por escrito mi voto
singular.

CONSIDERANDO: 1°) Que la doctrina no es uniforma en cuanto a la


naturaleza del convenio colectivo del trabajo, pues hay las denominadas
teorías civilistas, con sus varias formulaciones: las teorías de transición,
en distintos grados; las teorías juridicosociales, entre ellas la de la ley
delegada; y la teoría de la naturaleza mixta, que concluye que la
convención colectiva de las condiciones de trabajo es un acuerdo entre
las representaciones colectivas del capital y la mano de obra de una
comunidad productora, para regular las relaciones de trabajo dentro de
la misma, lo que en Derecho Público, se denomina "unión convencional
normativa"; 2°) Que en opinión de Cabanellas, que se inscribe en la
corriente de la naturaleza mixta, los convenios colectivos "constituyen
acuerdos de las categorías profesionales o sindicatos que representa a
éstas, los cuales, consentidos libremente, poseen en ocasiones valor de
contrato; entre otras, el de costumbres y usos, que por se más

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beneficiosos para el trabajador tienen aplicación general; y en algunos
casos revisten carácter de leyes, bien por delegación de los poderes
públicos, bien por sanción legislativa expresa". (Guillermo Cabanellas,
Tratado de Derecho Laboral, Tomo III Derecho Colectivo Laboral.
Buenos Aires, 1949, página 413); 3°) Que los artículos 41 y 42 del
Decreto Ley N° 25593, de relaciones colectivas de trabajo, definen la
convención colectiva como el acuerdo destinado a regular las
remuneraciones, condiciones de trabajo y productividad y demás
concernientes a las relaciones entre trabajadores y empleadores, con
fuerza vinculante para las partes que lo adoptaron, lo que comprende a
las personas en cuyo nombre se celebró y a quienes les sea aplicable;
por lo que, evidentemente, se ubica en la corriente doctrinaria de la
naturaleza mixta, señalada anteriormente, y por tanto participa de la
naturaleza de un contrato; 4°) Que el convenio colectivo de trabajo, se
negocia entre las partes involucradas y puede concluirse o puede
formarse de distintas maneras, una de las cuales es el arbitraje; 5°)
Que en el caso de auto, el convenio colectivo resultó de un arbitraje y el
laudo no fue materia de impugnación, de tal manera que quedó
consentido y por equipararse a una sentencia, no puede ser materia de
la acción interpuesta.

S. SÁNCHEZ PALACIOS

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