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CRISTIANISMO
18 DE JUNIO DE 2022
Resumen
PALOMA IZALIA PADILLA GÓMEZ
INTRODUCCIÓN AL PENSAMIENTO SOCIAL Y POLÍTICO MODERNO
FCPyS | UNAM
La principal herencia que nos dejó la modernidad es el pensamiento nihilista, el
cual, según Nietzsche, está arraigado en el cristianismo, que siempre busca la
verdad y el bien en otro mundo diferente al nuestro. Si bien es cierto que el
nihilismo predomina en el mundo, habría distintas formas de concebirlo y
tendríamos la libertad de decidir qué versión del mundo queremos vivir.
Abstract
The main legacy that modernity left us is nihilistic thought, which, according to
Nietzsche, is rooted in christianity, which always seeks the truth and the happiness
in a world other than our own. Although it is true that nihilism predominates in the
world, there would be different ways of conceiving it and we would have the
freedom to decide which version of the world we want to live in.
Nietzsche, nacido a mediados del siglo XIX en Alemania, fue hijo de un pastor
luterano, lo que lo llevó a vivir en «una profunda e intensa cultura cristiana» 5
durante su niñez y juventud. Tal vez ello fue causa de la fuerte crítica que hizo
hacia el cristianismo años más tarde, aunque esta crítica era algo más que un
vulgar ateísmo como el que solía predominar por esas épocas – e incluso en la
actualidad –.
Nietzsche afirmaba que el cristianismo era una religión nihilista, pues «se
caracteriza por una búsqueda incesante de fundamentos fuera de esta realidad,
1
Luis Villoro, El pensamiento moderno: Filosofía del Renacimiento (México: FCE, 2010), 124.
2
Rubén Jaramillo, Modernidad, nihilismo y utopía (Bogotá: Siglo del Hombre Editores, 2013), 10.
3
Villoro, El pensamiento moderno: Filosofía del Renacimiento, 128.
4
Ibidem, 134.
5
Jaramillo, Modernidad, nihilismo y utopía, 27.
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Sin opciones: nihilismo y cristianismo
También en otro aforismo del Anticristo indica que el cristianismo «niega todo lo
que somos en esta vida (…) y niega el mundo.» 7 Y no me parece que el
cristianismo niegue este mundo solo por prometer otro, pues dentro de la religión
tiene bastante peso lo que hacemos en este mundo, nos da la categoría de
personas, no de entes sin motivo de existencia, como lo haría el nihilismo.
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Sin opciones: nihilismo y cristianismo
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Sin opciones: nihilismo y cristianismo
Nos encontramos ante una crisis que nos lleva a creer que solo importa el aquí
y el ahora, y después nada. El problema de esto es sin duda, en que desgracia
para los que tienen una vida miserable, pues ahora saben que jamás serán
recompensados de alguna forma, y toda su vida será una desgracia hasta la
muerte. Ahora, si estamos en un “nada importa, total todo es un desastre y jamás
mejorará”, no tiene caso respetar normas y dogmas religiosos, por ejemplo, pero
también podría ser normas de Estado. Total, ¿qué podemos perder?
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Sin opciones: nihilismo y cristianismo
No podemos negar que esta idea que nos planteó Nietzsche parezca verdad, la
historia es testigo de ello. Y a pesar de que en el siglo XXI las normas de la iglesia
son más flexibles, sigue habiendo individuos pertenecientes a ella que se sienten
atrapados, que no se sienten libres y, además, viven con el miedo de no alcanzar
la vida eterna que nos prometió Jesús. Están en una situación peor a la del
nihilismo, pues creen en el mundo verdadero y viven con el miedo y resignación
de que jamás lo alcanzarán.
Por otro lado, habemos cristianos dispuestos a obedecer las normas y dogmas
de la Iglesia, y no precisamente por temor a perder la vida eterna, sino por amor.
Aunque no se puede descartar que, ciertamente, somos producto del
“perfeccionamiento” cristiano.
Pudiera ser que Nietzsche tuviera razón, y los cristianos hemos sido debilitados
para ser manejados al antojo de las instituciones religiosas, pero ¿qué pasa con
los que no profesan el cristianismo ni alguna otra religión? No solo los cristianos
hemos sido “adoctrinados” a agachar la cabeza, obedecer y no aspirar a mayores
cosas, también la gran mayoría de la humanidad lo ha sido. Estamos como
humanidad sometidos a un sistema que nos impide tomar nuestras propias
decisiones; incluso me atrevo a decir que el cristianismo – y cualquier religión – es
víctima de este sistema, sediento de poder para una minoría, que nos corta a los
demás las alas, las aspiraciones y nos quita la valentía de sobresalir en el mundo.
Está en cada individuo el decidir que postura tomar y en qué creer: en una
religión – cual sea – que inevitablemente nos va a mostrar un mundo diferente por
alcanzar y los preceptos que hay que obedecer para ser dignos de él, o bien, en
un nihilismo que nos daría paz y libertad en este mundo más la incertidumbre, y
luego simplemente la nada. Otra opción que nos ofrece Nietzsche en su texto Así
hablaba Zaratustra, es el übermensch (superhombre, ultra humano), pero me
parece un estado de vida inasequible. Tenemos la libertad de decidir de quién
queremos ser esclavos: de un dios o de la nada. Pero decidirlo bien y firme, que
15
Nietzsche, Cómo se filosofa a martillazos, 67.
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Sin opciones: nihilismo y cristianismo
estemos tan satisfechos con la vida que decidimos que sin problema alguno
podamos tener un eterno retorno – como dice Nietzsche – y vivir esta misma vida
infinitas veces más. «Si quieres algo, lo debes querer todo.» 16
16
Alejandro Sánchez, Nihilismo y verdad: Nietzsche en América Latina (Nueva York: Peter Lang,
2017), 135.
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Sin opciones: nihilismo y cristianismo
Bibliografía
o Ávila, Remedios. “La ambivalente experiencia de la nada metafísica y
nihilismo en Nietzsche”, En Nietzsche: el desafío del pensamiento, editado
por Paulina Rivero. FCE, 2016.
o Jaramillo, Rubén. Modernidad, nihilismo y utopía. Bogotá: Siglo del Hombre
Editores, 2013.
o Nietzsche, Friedrich. Cómo se filosofa a martillazos. México: Grupo Editorial
Tomo, 2018.
o Nietzsche, Friedrich. El Anticristo. México: EMU, 2018.
o Sánchez, Alejandro. Nihilismo y verdad: Nietzsche en América Latina.
Nueva York: Peter Lang, 2017.
o Villoro, Luis. El pensamiento moderno: Filosofía del Renacimiento. México:
FCE, 2010.