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Al iniciar con este tema debemos saber que el testamento es un acto, personalísimo,
revocable y libre.
Lo que esto quiere decir que el testamento solo es válido uno por persona, no puede
dejarse en su redacción a un tercero, comisario o mandatario.
Considero importante entender en primer lugar, qué es un testamento, así pues, este
será un acto jurídico porque se va a producir con la intervención de la voluntad humana,
en este caso, por la voluntad del sujeto activo del acto jurídico, que será el testador; el
testamento será solemne pues se deben cumplir varias formalidades que sin estas no
surtiría efecto jurídico alguno, este, será un acto personal porque sólo dependerá de la
voluntad de una única persona, finalmente, podemos decir que es un acto jurídico
revocable porque el testador podrá cambiar siempre y cuando lo deseé.
El testamento solo puede plasmar la voluntad de una persona, la norma prohíbe los
testamentos conjuntos, por llamarlos de alguna manera, ya que es un negocio jurídico,
que además de ser personalísimo es individual o sea solo puede hacerse constar la
voluntad de un testador y no de varios.
La voluntad del testador no puede ser modificada de ninguna manera por un tercero,
consecuencia de ser un acto personalísimo.
El testador podría dejar la repartición de bienes a un tercero, si su voluntad es dejar
como herederos a cierta clase de grupos de personas el cual podrá decidir a qué tipo de
beneficencia o establecimiento se le aplicaran los bienes.
Es lógico suponer que el testador el deja sus bienes a una persona por un motivo, pero
si ese motivo está viciado, será nula esa disposición.
Si no es muy claro a cuál de los parientes se le dejan los bienes, se seguirá el orden de
acuerdo a la sucesión legítima.
Todo lo que este plasmado dentro del testamento se entiende en sentido literal o sea
tal cual está escrito, si existiera alguna duda sobre alguna parte o una disposición, se
seguirá lo que esté más parecido a la intención del testador.
La persona que es capaz de disponer sus bienes y derechos lo declara y desea que
sea cumplido para después de su muerte, para poder hacer valido el último deseo de la
persona fallecida es importante y necesario acudir a un notario para que este se encargue
de buscar el testamento y se pueda hacer los trámites válidos y necesarios para poder
transmitir los bienes.
La validez del testamento lo señala en el artículo 596 del código de familia del estado
de Yucatán, señala el testamento legalmente valido, aunque los herederos o legatarios
mencionados, repudien la herencia o no puedan heredar atento a lo que dispone el
código.
El ultimo explica que como en las dos anteriores no podían dar el otorgamiento de
testar en cualquier momento, este último consistía en una venta efectuada por medio de
la mancipiato.
En el código de familia del estado de Yucatán, en el artículo 570- nos dice que la
sucesión puede verificarse atendiendo a la voluntad del testador esto quiere decir que la
sucesión testamentaria es el acto de dar, dejar o en términos jurídicos heredar la posesión
de una fortuna, predio o accesorio a alguien, este se hace por medio de un testamento, lo
valida un notario y el encargado de leer el testamento es únicamente el mismo notario, el
abogado de la persona/familia o un juez.
Podemos notar que una sucesión testamentaria puede llevarse a cabo con mucho
orden y sin mayor problema que la vigilancia de la albacea y los familiares en la
repartición de los bienes.
Si existe tal documento, se otorgan los bienes a las personas nombradas ahí.
También se nombra a la albacea.
En esta etapa la albacea debe presentar el inventario y avalúo de los bienes, los
cuales deben ser aprobados por los herederos.
Etapa 4: Se determina el reparto de los bienes, siempre junto con los herederos.
En el artículo 588 del código de familia del estado de Yucatán habla sobre la nulidad
del testamento, dice que este se declara nulo después de determinar el legado, la acción
del verdadero heredero para este ser recobrado debe proceder en contra del legatario.