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EXPERIMENTACIÓN EN ANIMALES
4to ECONOMÌA
Los estudios con animales han ayudado a desarrollar vacunas modernas, incluida
la vacuna de la polio, tuberculosis, meningitis, virus del papiloma humano,
relacionado con el cáncer de cuello de útero, y recientemente se está desarrollando
una vacuna contra el ébola a partir de un virus de la gripe de chimpancé y una
proteína de ébola.
¿Cómo funciona?
Estos experimentos buscan estudiar los efectos de una sustancia sobre la fertilidad
y los órganos reproductores de los animales, normalmente ratas, ratones y conejos.
El químico puede administrarse por una variedad de vías, dependiendo de cómo se
espera que los humanos entren en contacto con la sustancia. Se aplica la sustancia
a los animales antes y durante el embarazo. También se da a los animales machos,
antes de la fecundación.
Los animales embarazados son matados a veces antes de dar a luz, y se examinan
sus fetos. En otros casos, el químico es administrado a los hijos de la madre
también, y a una segunda generación de animales en algunas pruebas. Las madres
pueden ser obligadas a tener hasta veinte camadas de hijos, que son también
sujetos a experimentación. Son habituales el aborto espontáneo, el desarrollo
prematuro y los defectos congénitos. Los estudios en dos generaciones de animales
pueden usar más de 2.000 animales.
Los procedimientos que incluyen el uso de animales pueden variar, pero es habitual
probar productos en membranas mucosas, como los ojos, que pueden terminar
quemados. En otros casos, se quema la piel del animal, provocando úlceras,
sangrado y otros daños.
• Test Draize
El test Draize se usa para medir la toxicidad de una sustancia. Un animal es sujeto,
y la sustancia a experimentar se aplica en la piel o el ojo del animal. Pueden usarse
pinzas para dejar abiertos los ojos del animal. La sustancia puede ser dejada en la
piel o el ojo hasta 14 días para observar sus efectos. Los animales son matados si
el daño causado es irreversible; desafortunadamente, los que no sufren un daño
irreversible son sencillamente usados de nuevo después de una “limpieza”. Los
tests Draize pueden causar úlceras, hemorragias, visión borrosa y ceguera. Algunos
animales, como los conejos (usados de manera habitual), producen menos lágrimas
que los humanos, por lo que son sujetos a dolor extremo en estos experimentos.
• Toxicidad aguda
En los experimentos de toxicidad del agua, los animales son obligados a soportar la
exposición repetida a químicos hasta tres meses. Esto puede hacerse para
experimentar los efectos del químico en organismos como pulmones, hígado,
corazón o sistema nervioso. Durante estas pruebas, los animales pueden ser
obligados a ingerir el químico que está siendo probado, se les puede inyectar
directamente, o bien el animal puede ser colocado en un tubo (como en el caso de
los ratones, por ejemplo), y obligados a inhalar la sustancia. Los estudios de este
tipo usan ratones y otros animales, como perros. Estas pruebas causan un gran
sufrimiento a los animales obligados a soportarlos, debido al manejo, la limitación
de movimiento, la ingestión forzada y los efectos horribles de algunos químicos. Los
animales sufren convulsiones, ataques, parálisis y la muerte durante dichos
experimentos.
¿En qué otros ámbitos se aplica la experimentación en animales?
BIOMEDICINA:
El dolor de estos animales puede ser controlado a menudo con medicinas, pero
estas podrían interferir en el experimento. Esta es una razón por la que pueden no
darse medicamentos analgésicos.
Se usan ratones y ratas para una gran variedad de propósitos. Están sujetos de
manera habitual a experimentos sobre la reacción de los mamíferos a un ataque,
intoxicación o infección experimental (parasitaria, bacteriana o viral), y reacciones y
desórdenes inmunológicos, teratológicos (desarrollo fisiológico anormal) y
embriológicos. Los ratones son los animales usados de manera más frecuente para
análisis de enfermedades humanas de origen genético. Las ratas son usadas
también de manera frecuente en estudios nutricionales, conductivos y
endocrinológicos. Los ratones y ratas son usados en experimentos sobre nutrición,
enfermedad renal, colesterol y transplante de piel, así como muchos otros.
Perros y gatos. Los perros son usados de manera habitual en estudios
cardiovasculares, técnicas de reanimación cardiovascular, anemia, enfermedad
cardíaca y muchos otros. Se experimenta en gatos de manera habitual para estudiar
enfermedades neurológicas.
Experimentación militar
Experimentación medioambiental
Una de sus compañías, Purina Petcare (antes Ralston Purina) que aparece en los
listados de empresas que experimentan en animales, adquirida por Nestlé, lleva
experimentando desde el año 1926, en un complejo llamado Purina Pet Care
Center. Entre los experimentos que realizan, se destacan estudios en los que
inducen a fallos renales a perros y otros animales para después intentar curarles
con una dieta baja en proteínas.
Los tests con animales para "crear o investigar nuevos balanceados" son totalmente
inútiles, carentes de rigor científico, crueles y macabros, y mucho menos ahora, que
disponemos de métodos como el "Techno-Tu", que reproduce todas las reacciones
que tendría el alimento o sustancia en el aparato digestivo del animal.
JUSTIFICACIÓN:
Cada año más de 115 millones de animales son sometidos a experimentación con
el supuesto fin de beneficiar a los seres humanos. Ello incluye prácticas tales como
obligar a inhalar gases tóxicos, aplicarles sustancias corrosivas, infectarles con VIH
o extirparles parte del cerebro. Puesto que los intereses básicos de estos animales
están en no sufrir y no morir, es necesario reflexionar sobre si la experimentación
con ellos está éticamente justificada.
Así, se pensó que era posible predecir el efecto en pacientes humanos de, por
ejemplo, un fármaco, a partir de su efecto observado en ensayos clínicos con otros
animales. Bajo esta asunción, los sistemas jurídicos suelen exigir ensayos con no
humanos antes de hacerlos en seres humanos, y como requisito para que quienes
investigan reciban ayudas públicas.
No existe en absoluto garantía de que puedan extrapolarse con éxito los resultados
de ensayos en animales no humanos. No nos permiten anticipar de forma fiable cuál
será la reacción en humanos. Ello se constata cuando se observa empíricamente
que las predicciones realizadas mediante este método son correctas en un muy bajo
porcentaje. Solo en EEUU el 96% de los fármacos que pasaron con éxito ensayos
con animales fallaron en los ensayos con seres humanos, por ineficaces, dañinos o
ambos. Asimismo, un gran número de medicamentos comercializados han
resultado tóxicos en humanos tras superar las pruebas con otros animales, como
fue el caso de la talidomida, efectivamente, también existen medicamentos (como
la aspirina) que, aunque gravemente dañinos, o incluso letales, para los animales,
no lo son para los seres humanos.
CONCLUSIÓN:
La experimentación en animales más allá de sus aspectos cuestionables y o
discutibles ha permitido, permite y seguirá permitiendo -por lo menos por ahora -
evolucionar hacia una mejor calidad de vida de las personas. Por supuesto que se
debe avanzar en aspectos legales y de control para hacer un uso adecuado de
estos animales y que sean utilizados sólo si la situación lo amerita.