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Comercialización de metales férricos y no férricos, corte a medida y acabados

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¿QUÉ TRATAMIENTOS EXISTEN CONTRA LA


CORROSIÓN DE LOS METALES?
Enviado por alsimet el Lun, 07/06/2020 - 07:30

Categoría: Productos del hierro

Son de sobra  conocidos los enormes  deterioros que provocan los procesos corrosivos en los materiales,
especialmente hierros y aceros. Las causas de la corrosión son múltiples, pero sus consecuencias siempre
derivan en pérdidas económicas, llegando a comprometer, en los casos más graves, la seguridad de
procesos industriales, estructuras y edificaciones.

La exposición al agua, a temperaturas elevadas y a sustancias agresivas generan los diferentes  tipos de
corrosión. Cualquier elemento de metal que se encuentre en el exterior  es susceptible de sufrirla. Para
prevenir los daños es conveniente  apostar por aluminio y acero inoxidable, intentar mantener secas las
superficies, emplear recubrimientos de grasa o bien aplicar pinturas anticorrosión. Lo mejor es emplear uno
o varios sistemas de protección como los que desgranamos a continuación, o bien una combinación de
ellos:

Protección por recubrimiento


Algo tan simple como crear una película protectora sobre el metal,  que lo aísle del entorno, resulta muy
eficaz. Pueden ser recubrimientos no metálicos, como pinturas, barnices, plásticos, esmaltes y
cerámicos. También existe la opción de  recubrimientos metálicos, que  se pueden aplicar de distintas
maneras:

Por inmersión: se sumerge el metal a proteger en un baño de metal fundido, que al enfriarse conforma
una capa sólida protectora. Se suele utilizar el estaño, cinc (galvanizado), aluminio y plomo.
Por electrodeposición: se transmite electricidad entre dos metales distintos, inmersos en un líquido
conductor que hace las veces de electrolito. El metal que queramos proteger actuará de cátodo, el otro
de ánodo. Sobre el primero se creará la película protectora. Un ejemplo de este sistema es el cromado
niquelado.
Por capa química: se logra provocando la reacción del metal con un agente químico. Se generan así
en la superficie compuestos de poco espesor, que conforman una capa protectora. Es el caso de
procesos como la cromatización (se aplica ácido crómico) y la fosfatación (se aplica ácido fosfórico y
fosfatos).
Inhibidores de corrosión
Son aquellas sustancias químicas que, aplicadas sobre una superficie metálica, crean una capa protectora
que impide  la corrosión. Los inhibidores son muy empleados para recubrir de forma temporal los
materiales, por ejemplo durante el almacenaje o el embarque. Si bien en un principio los más usados fueron
los inhibidores de base aceite o solvente, en los últimos años ha aumentado el uso de aquellos de base
agua. Hay dos tipos: los  de absorción, que forman esa película protectora, o los denominados como
barrenderos, que eliminan el oxígeno.

Protección catódica
Con esta técnica se consigue que el metal a proteger se comporte como cátodo a través del
suministro de electrones. Para lograrlo se usa otro metal más electronegativo que el primero, el
denominado como ánodo de sacrificio, que se oxida comunicando los electrones liberados en el proceso al
metal a proteger. Es una opción muy empleada en la industria naval. Una variante de la protección catódica
es la protección por diferencia potencial, con la que se incrementa el paso de electrones conectando una
fuente de tensión que mantenga la corriente entre los dos metales. Es usada en aplicaciones subterráneas.

Las claves para prevenir la aparición de la corrosión


Pero, sin duda, la mejor opción para evitar la corrosión es  invertir en un diseño de calidad y en una
buena elección de los materiales según la aplicación. Para ello es necesario tener en cuenta varios
factores, como la capacidad penetrante de la corrosión en los metales empleados y  el análisis de los
esfuerzos mecánicos que sufrirán. También es recomendable elegir metales que se encuentren cerca en la
tabla de la electronegatividad. En el caso de no poder hacerlo, lo mejor es minimizar el contacto eléctrico,
interponiendo materiales no metálicos. Asimismo, para evitar la corrosión por grietas es mejor optar por
soldadura frente a remache. Evitar que se concentren tensiones en zonas que tienden a la corrosión, con
especial atención a inoxidables, latones y materiales con tendencia a corroerse es también una buena
medida. Del mismo modo, especilamente en tanques y tuverías resulta vital prevenir la corrosión por erosión
y la acumulación de sustancias que generen corrosión.
Por otro lado, teniendo en cuenta que las condiciones ambientales son clave para la corrosión, influir en
ellas permitirá controlar el proceso. Sin duda, rebajar la temperatura, la velocidad del fluido corrosivo,
eliminar el oxígeno en soluciones acuosas y evitar disoluciones estancadas son algunas de las opciones
para evitar que la corrosión de los materiales metálicos aparezca.

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