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Mina de Cuajone

Un grupo de pobladores de la comunidad campesina Tumilaca, Pocata,


Coscore y Tala, iniciaron una acción de fuerza contra la minera Southern Perú,
una de las principales productoras de cobre del país y que en la región
administra el yacimiento Cuajone, uno de los más productivos asientos
mineros del país. El 20 de febrero, los comuneros bloquearon la vía férrea de la
minera a la altura del túnel R2, imposibilitando que el mineral extraído de
Cuajone sea trasladado a través del tren hacia el puerto de Ilo. Los
manifestantes afirman que la compañía ha usurpado sus terrenos y exigen
una contraprestación de US$5,000 millones, además del pago permanente del
5% de utilidades netas.

La empresa sostiene que los reclamos no tienen sustento. Desde 1951, la


compañía tiene derechos superficiales vigentes que son parte de sus
concesiones mineras, así como derechos de servidumbre respecto de su
infraestructura.

Días después, tomaron el reservorio de Viña Blanca, que abastece de agua al


campamento de Cuajone. Los comuneros cerraron las válvulas que dotan de
agua a la unidad minera, paralizando su producción desde el lunes 28 de
febrero y poniendo en riesgo la salud de los trabajadores y familiares que
viven en el campamento minero. Al cerrar las válvulas, un hospital, viviendas y
áreas comunes para aproximadamente 5,000 personas quedaron sin agua.

Las bambas

Antes que la empresa china MMG Ltd. adquiriera la concesión minera en el


año 2014, esta pertenecía a la empresa suiza Glencore, la cual había
considerado transportar los minerales a través de un mineroducto que
pasaría primero por otra concesión minera de la empresa. Sin embargo, luego
del traspaso, la construcción de este ya no se consideró rentable, por lo que se
realizó una modificación. Las vías que conducen a Las Bambas atraviesan
tierras que pertenecían a diferentes comunidades campesinas.En el caso del
área de influencia de Las Bambas, unas 40 comunidades han reclamado por el
uso de las tierras, que, según sus representantes, el Estado incorporó al
corredor vial sin su consentimiento.

Un primer reclamo es de carácter ambiental, ya que el constante tránsito de


camiones cargados con minerales e insumos para la explotación levanta
polvareda afectando a la salud de los habitantes y al ganado que se alimenta
de los pastizales adyacentes a la vía. Otro reclamo es el estancamiento de las
negociaciones, desde el comienzo de la pandemia, por la venta de sus predios
al Estado. Además, de acuerdo a los comuneros, aún quedan pendientes
pagos y piden que se incremente el precio por metro cuadrado de sus tierras.
La empresa china responsable lleva más de un mes inactiva debido a que los
comuneros han bloqueado la vía que conduce a la mina como consecuencia
del conflicto que viene escalando desde el año 2015 entre la empresa y las
comunidades locales.

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