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Conflicto en Las Bambas

El proyecto minero de Las Bambas se ha convertido en el centro de un grave


conflicto social. En esta nota especial, LaRepublica.pe enumera los puntos más
importantes para entender este tema.

El Ejecutivo declaró el estado de emergencia en varias provincias de varias


regiones de Apurímac y Cusco a raíz de las protestas en contra del proyecto
minero Las Bambas, que ya han dejado un saldo de tres fallecidos y varios
heridos. A continuación LaRepublica.pe explica las claves para entender este
conflicto social.

1. Antecedentes

Corría el año 2004 cuando la empresa Xstrata Copper obtuvo la licencia para
explorar Las Bambas. Este proceso concluyó en el 2008 luego de que la
empresa perforara un total de 306 908 metros acumulados.

En el 2010 se realiza la primera audiencia pública del Estudio de Impacto


Ambiental (EIA) en Challhuahuacho, provincia de Cotabambas, en Apurimac.
Asimismo se suscribe el contrato de transferencia de la titularidad de las
concesiones mineras con el Estado con una inversión estimada en 5 mil
millones de dólares. Al año siguiente (2011) el Estado aprobó el EIA con lo
que se inicia el proceso de construcción de la inversión planeada.

Si bien hasta entonces la relación de las comunidades con el proyecto había


tenido algunos altibajos, el trato era predominantemente positivo. Pero todo
cambió cuando en mayo del 2013 las empresas Glencore (australiana) y
Xstrata (china) se fusionaron. Debido a las leyes antimonopolio de China,
Xstrata se vio obligada a vender el proyecto de cobre.

Así, en abril del 2014, Las Bambas fue comprado por un consorcio conformado
por las empresas MMG Limited (62,5 %), una subsidiaria propiedad de Guoxin
International Investment Co. Ltd(22,5 %) y CITIC Metal Co. Ltd (15 %). A
diciembre de este año, el avance del proyecto se encontraba en el 80%, pero la
situación dio un giro.

2. ¿Qué piden los opositores al proyecto?

Con la compra del megaproyecto minero también hubo modificaciones en este


lo que provocó el rechazo de varias comunidades campesinas y organizaciones
de las zonas de impacto en la región de Apurimac.

Entre estos cambios se encuentran: la no construcción del mineroducto (que


pone en riesgo las zonas aledañas por el transporte del mineral);
la construcción de una planta de molibdeno en Fuerabamba (que podría
afectar al río Challhuahuacho) y la construcción de otra planta de filtros en el
lugar.
Los manifestantes piden que estan plantas sean retiradas y que el proyecto
sea puesto a consulta previa, aduciendo los cambios en el Estudio de
Impacto Ambiental (EIA).

Por otra parte, las comunidades de los distritos


de Grau, Challhuahuacho, Mara y Ccapacmarca, piden ser incluidos en la
zona de influencia del proyecto debido a que se ubican en la Línea de
Transmisión Eléctrica y la Vía de Transporte de Carga Pesada.

3. La respuesta del gobierno

Tras lamentar la violencia que se dio en las protestas, el presidente Ollanta


Humala decretó estado de emergencia en varios distritos de las regiones de
Apurímac y Cusco. Mientras que el presidente del Frente de Defensa de los
Intereses del distrito de Tambobamba-Cotabambas, Ronald Bello Abarca,
explicó que desde hace varios meses vienen pidiendo el diálogo con el
gobierno, el ministro del Interior, José Luis Pérez Guadalupe, minimizó la
existencia de dicho frente en un programa de televisión.

Por su parte, el Ministerio de Energía y Minas emitió un comunicado en el


que asegura que la empresa presentó en el 2013 un Informe Técnico
Sustentatorio (ITS) sobre "la incorporación de la planta de molibdeno y de
filtrado" con el que se concluyó que no tendrá un impacto ambiental
significativo en la zona.

Asimismo asegura que no se ejecutaron los talleres de participación ciudadana


porque en el caso de los ITS, esta información solo se difunde a "las
autoridades locales y provinciales correspondientes".

El gobierno no puede alegar que no sabía de las preocupaciones de la


población por los cambios en el proyecto porque el gobernador regional de
Apurímac, Wilber Venegas, lo informó en su momento al Ministerio de Energía
y Minas pero le respondieron que estas modificaciones "no eran sustanciales y
estaban de acuerdo a ley".

4. La importancia del proyecto Las Bambas

Con reservas minerales de 6.9 millones de toneladas de cobre y recursos


minerales por 10.5 millones de toneladas métricas de cobre, Las Bambas
es el proyecto minero más grande del país y cuenta con una inversión de 10
000 millones de dólares.

Para el Ministerio de Economía y el Banco Central de Reserva la economía


peruana depende, entre otros factores, de este tipo de proyectos comiencen a
operar. De acuerdo con el Instituto Peruano de Economía, la minería
representa el 11% del Producto Bruto Interno.
Otros proyectos mineros importantes son el de Toromocho, con una
inversión de US$3 500 millones; Constancia, con US$1 400 millones; y
la ampliación de Cerro Verde por US$4 600 millones.

El conflicto social desatado por el proyecto minero Las Bambas ha motivado


la intervención directa del gobierno central, cuyas medidas apuntan a buscar
una salida al enfrentamiento entre la comunidad de Fuerabamba (Apurímac)
con la empresa minera MMG Las Bambas.
Han pasado más de 50 días desde que la población mantiene bloqueada la vía
de acceso de los vehículos de la compañía, la que usan para cruzar el fundo
Yavi Yavi, defendiendo uno de sus principales reclamos: la vulneración de la
propiedad privada.

Bloqueo de vías

El problema tiene larga data y, si retrocedemos 15 años, podemos entender


cómo se originó el conflicto. Mientras el gobierno del presidente Martín Vizcarra
agota las posibilidades de diálogo, los daños colaterales no ceden para la
minera —una de las principales productoras de cobre del país— que, hasta el
momento, ha perdido más de US$ 300 millones.

¿Por qué estalló el conflicto en Las Bambas?

La empresa MMG Las Bambas tiene un campamento que está ubicado en el


fundo Yavi Yavi, de propiedad de la comunidad de Fuerabamba. Para llegar a
esta área, la minera debe recorrer una vía que, hace más de 50 días
permanece bloqueada. Así, los minerales que se extraen no pueden entrar ni
salir.
El reclamo de la comunidad, según sostienen, apunta a la presunta
irregularidad de la empresa para obtener del Ministerio de Transportes y
Comunicaciones (MTC) que se declare como “vía nacional” su carretera,
clasificada con “carácter comunal”.
Los fuerabambinos también remarcan que MMG Las Bambas viene
contaminando con sus vehículos el ambiente de la zona. Sus dirigentes solo
quieren “que se lleven su carretera a otro lado”.

Diferencias por supuesta trocha desde el 2008

De acuerdo al MTC, desde el 2008 existía una ruta trazada en el fundo de la


comunidad de Fuerbamba, Yavi Yavi, que fue abierta por los propietarios
anteriores; sin embargo, la población niega esta versión.
Es más, Raúl Molina, viceministro de Gobernanza Territorial de la PCM afirmó
a RPP que la carretera en cuestión fue declarada como vía nacional el 2018.
La comunidad nuevamente lo contradice y afirman que la construcción de la
vía, que comenzó el 2012, se realizó sin consulta previa.
Principales reclamos

Una de las principales exigencias de Fuerabamba es el reconocimiento


económico que la empresa debe realizar por el terreno implicado en el tránsito
del mineral. Mientras la comunidad pide 80 dólares por metro cuadrado (son 39
hectáreas en total), MMG ofrece 50 mil soles por hectárea, además
de S/1’900,00 por monto social.
Esta posibilidad de solución, no obstante, se entrampa por la posición de la
minera, que considera que no puede pagar por el uso de una vía nacional. Para
llegar a un punto medio ensayan transferir el monto señalado para encontrar
una salida.
Las Bambas: «No es un conflicto minero; se trata de una comunidad que busca
dinero»

El conflicto entre la minera MMG, que gestiona la operación de cobre Las


Bambas en Apurímac, y la comunidad de Fuerabamba, que ha bloqueado la
vía que utiliza la empresa para transportar sus concentrados hasta el puerto de
Matarani, en Arequipa “no debe calificarse de un reclamo ambiental”, expresó
Manuel Fumagalli, presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y
Energía (SNMPE).

“El punto es que esto no es un reclamo ambiental, (las comunidades) le piden a


la minera págame. (Su exigencia) comenzó con S/1,000 millones, luego pasó a
S/500 millones y posteriormente se redujo a S/100 millones. (Le dicen) me
pagas o no te dejo circular”, comentó en una extensa concedida al diario
Gestión.

Fumafalli, quien es también un alto directivo de la minera Barrick, en proceso


de reorganización tras la adquisición de Randgold Resources, describió el
desacuerdo de “reclamo de compensación extorsiva”.

“Esto no es un conflicto minero porque la comunidad tuvo una buena


negociación con la empresa (MMG) que opera la mina”, añadió el
representante del gremio minero energético. “Se realizó un reasentamiento, de
forma que acá no hay conflicto, sino una comunidad que fue azuzada para
obtener una compensación económica por el uso de 12 km de una vía que es
pública y que iba a ser asfaltada”.

Con respecto al polvo, el presidente de la SNMPE sostuvo que la minera de


capitales chinos ha invertido directamente cerca de US$200 millones en obras
para el mejoramiento de la vía, y alrededor de US$30 millones en un
microasfaltado en la zona del centro poblado para mejorarla. “Esto no se ha
hecho nunca”, dijo. “No confundamos que esto sea un tema de impacto de
polvo, esto es un reclamo de compensación extorsiva”.
La vía que conecta la operación Las Bambas (Apurímac) con la zona costera
de Arequipa lleva bloqueada más de 50 días por ciudadanos de la comunidad
de Fuerabamba. La carretera es pública y existe desde el 2008.

El crecimiento económico de la región Apurímac ha sido a un ritmo de 23% en


los últimos cinco años por efectos de la inversión minera. Desde el 2016, el
aporte en regalías de la minera a la región es de alrededor de S/700 millones.

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