Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Estas encíclicas, antes que compaginar riqueza y justicia, inicialmente se adhieren a la explicación
lockeana de la propiedad privada como condición natural y facultad divina del ser humano. En
Populorum Progressio se pondera el progreso (económico, técnico y científico) como el factor
determinante para la creación de una sociedad justa; al mismo tiempo, reconoce que la justicia no
se observa en la sociedad desarrollada a partir de este progreso. En esta encíclica, se hace
evidente que la solución a las desigualdades derivadas de los distintos tipos de progreso resulta de
la aplicación de medidas de justicia en los procesos que éstos siguen, es decir la implementación
del “capitalismo liberal”. Lo que no resulta evidente es si estas medidas deben ser una especie de
reposicionamiento moral o una condición legal de considerable fuerza y alcance. Ante ambos
escenarios, el modelo capitalista ha presentado y presenta considerables resistencias.
Centesimus Annus enfatiza la lucha contra los regímenes totalitaristas por medio de una mayor
conciencia moral dentro del sistema de libre mercado. Sin embargo, es necesario tener en
consideración que esta solución resulta evidente desde un punto de vista inserto en este sistema.
Desde mi punto de vista, hace falta tener en cuenta ciertos hechos evidentes:
- Los recursos que sirven de base para el funcionamiento del libre mercado son finitos. 1
- Al reducirse o terminarse los recursos naturales, la explotación necesaria para continuar la
producción se enfoca en la clase trabajadora.
- En este punto, los principios morales ya no son compatibles con los principios capitalistas,
por lo que se hace inevitable el conflicto entre ambas ideologías.
Así pues, parece que la riqueza no es muy compatible con la justicia, y que el modelo capitalista
implica necesariamente un desequilibrio social en donde un grupo minoritario acumula capital en
base a la explotación de un grupo mayoritario que vive en la pobreza. Sin embargo, resulta
interesante reflexionar cómo es que hemos mantenido esta estructura de poder por tanto tiempo,
y que ha podido sobrevivir a propuestas más “justas” como el comunismo. Quizá hemos
subestimado el peso que tiene en el alma del ser humano la potencia de llegar a ser más que el ser
mismo. El libre mercado ofrece la posibilidad de generar riqueza, aún a sabiendas de que esa
posibilidad no se puede materializar más que en unos cuantos. Este factor de éxito es compartido
con las religiones monoteístas como el cristianismo que, a través de la fe, nos promete “llegar a
ser” más allá de la vida.
1
Hasta el momento, para la ciencia no existe la posibilidad de producir energía a nulo o bajo costo. De
acuerdo con las leyes de entropía, no existe la posibilidad de una “máquina de movimiento perpetuo”.