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“El Crimen del Parque Bolívar”

es una novela histórica que relata la planeación del asesinato del presidente
Manuel Enrique Araujo, materializado por Virgilio Mulatillo y Fabián Graciano, pero
tramada por terratenientes y políticos prominentes de la época, entre los cuales se
encuentran: José Federico Castillo, Fernando Carmona y el Dr. Prudencio Alfaro,
quien sugiere incluir en el complot al presidente de Guatemala, el Coronel Estrada
Cabrera.

Paralelamente a eso, se relata la historia de amor entre Fabián Graciano y

Conchita, en la que se retrata la diferencia de clases sociales y la forma en que los
patrones manipulan a Graciano con otorgarle la mano de la joven a cambio de su
intervención en el asesinato del presidente.

Montejo aprovecha la deficiencia de la justicia salvadoreña en el caso de este

asesinato, pues hasta la fecha nunca se supo a ciencia cierta quienes fueron los
autores intelectuales del crimen, pero él, tras una notable investigación y
documentación histórica, reconstruye una de las más polémicas teorías sobre este
magnicidio.

Capítulo 1: En donde la tragedia principia con un beso furtivo.

Es la primera reunión que tienen los autores intelectuales del crimen y planean
pedir ayuda al presidente de Guatemala quien era en ese momento Manuel
Cabrera. Además, la esposa de José Castillo le rogaba que desistiera de
involucrarse en ese delito y le advierte lo que iba a suceder si lo llevaban a cabo.

Capítulo 2: Hacia la capital de Guatemala.

El doctor Alfaro se dirige a la capital de Guatemala con el fin de pedir colaboración
al presidente que fungía en dicho momento quien era Manuel Estrada Cabrera, el
cual tenía pugnas con el presidente Araujo, pues el gobierno de este país era
fructífero en todos los aspectos e instituciones y eso no le parecía al mandatario
del país hermano.
Capítulo 3: En la Prisión Colonial.
En este capítulo se narran las prisiones que existían en los años de 1990, las
describe de manera detallada y dice que eran prisiones lúgubres, húmedas y
manchas que reflejan la sangre derramada en esos testigos mudos. Además, nos
habla del carácter de los carceleros, eran personas drásticas que hacían sufrir a
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los reos sin importar que imploraran, hombres desalmados capaces de traumar a
los acusados desde su cuerpo hasta sus mentes.
Capítulo 4: En donde se derrama sangre.
Se describe como se celebraban algunas fiestas en los pueblos, en este caso del
pueblo de Ataco, donde se bebía alcohol y se disfrutaba de buena música, pero de
igual manera que en la actualidad, también se pueden apreciar algunas peleas
entre los mismos bebedores y por cosas que no son de su asunto personal, pero
el alcohol en la sangre, los ideales y el fanatismo nos llevan muchas veces a
cometer actos erróneos.
Capítulo 5: La Situación Política.
El periodo presidencial de Araujo se describe por ser bonancible en el área política
y social, se denota la satisfacción del pueblo ante este hombre y sus planes de
gobierno, mejoraron instituciones como el ejército, entre muchas obras públicas
que se hicieron, es decir, El Salvador estaba en su época de oro, pues no había
derroches económicos y era total democracia.
Capítulo 6: Otra reunión de los hombres.
El doctor Alfaro les cuenta a sus cómplices de la negativa económica del
presidente guatemalteco para el atentado contra el presidente Araujo. Los
hombres al ver que su primer plan había fallado, deciden idear algo más: buscar
entre los pobladores alguno que quisiera hacer este tipo de trabajo y a cambio le
sería resuelto algún problema que tuviera, más si este se trataba del área
económica.
Capítulo 7: Fabián Graciano y su amor imposible.
Graciano, así será conocido este personaje a lo largo del relato, es un jornalero y
músico que disfruta tocar el acordeón y es invitado a las fiestas para amenizarlas
con su instrumento y las bonitas melodías que emite. Graciano se enamora de una
niña hacendada, a quien nos referiremos con el sobrenombre de “Conchita”, la
cual se siente atraída por Graciano, pero este amor resulta ser imposible debido a
la diferencia de clases sociales. En esto consistió la extorsión de su trabajo, daría
valentía y a cambio recibiría a la mujer de su vida.
Capítulo 8: Comienzan a moverse los autores materiales del crimen.
Ya conocemos a Graciano, ahora hablaremos de Virgilio Mulatillo, al cual nos
referiremos como Mulatillo, era un mozo de la hacienda de don Ángel, fue elegido
para actuar en el homicidio por la habilidad que poseía para manejar el corvo y a
cambio le ofrecieron 3 mil pesos por su trabajo, esta fue la causa para que
Mulatillo se hiciera parte de aquel crimen tan atroz.
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Capítulo 9: Graciano se despide.

Antes de irse a la capital Graciano iba de camino a comprar agua ardiente y de
paso con la esperanza de ver a la niña Conchita y efectivamente se la encuentra
en el río, allí donde la había visto bañarse desnuda, le comenta que se irá a la
capital, pero que cuando regrese podrá tener un sostén para poder casarse con
ella, se despiden con unos besos y muchas promesas de por medio.
Capítulo 10: Hacia la capital.
Se hace mención de Fermín Pérez, el último hombre contratado, no para cometer
el crimen sino solamente para dirigir a los otros dos hombres, enseñarles la capital
y por supuesto para que conocieran a la víctima. A Fermín se le habían ofrecido
muchos beneficios económicos si lograban matar al presidente Araujo y que
llegara a ocupar su lugar don Fernando Carmona. En verdad a los responsables
de este crimen no les importaban las condiciones ni la vida de estos campesinos y
solo buscaban, como siempre lo hacen, su propio beneficio.
Capítulo 11: El estímulo del ambiente capitalino.
Al llegar estos campesinos a la capital se dan cuenta de un mundo totalmente
nuevo para ellos, había tantas cosas que los atraían como el ferrocarril, la música
y la cantidad de personas y construcciones que los rodeaban. La sencillez de
estos hombres fue perfecta para que sus patrones se aprovecharan de ellos, pues
el plan no solo consistía en eliminar al presidente sino también en eliminarlos a
ellos mismos, con el fin que el crimen quedara en lo oculto y no hubiera testigos.
Capítulo 12: Los conciertos del Parque Bolívar.
En este momento existía la Banda de los Supremos Poderes que en 1924 pasó a
llamarse Orquesta Sinfónica del Ejercito y en 1960 se declaró como Orquesta
Sinfónica de El Salvador, como la conocemos en la actualidad. En este parque se
daban los conciertos musicales donde podían asistir todos los ciudadanos, lo cual
facilitó el asesinato del presidente.

Capítulo 13: La noche sangrienta.

Se les dan las últimas instrucciones a los asesinos del presidente y ellos
aceptaron sin saber que allí mismo estaban aceptando su sentencia de muerte.
Domingo 4 de febrero se llevaría a cabo el delito, el presidente acostumbraba
asistir a los conciertos en el parque Bolívar, se acompañaba de amigos y
familiares, pero nunca de guardaespaldas ni de protección alguna. En esta
oportunidad estaban a su lado Francisco Dueñas (Embajador de El Salvador en
Estados Unidos) y Carlos Dueñas (Ex alcalde de San Salvador) y Tomás V.
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Peralta (Cuñado del presidente Araujo); ellos estaban sentados en una banca, que
fue expuesta después de su muerte en el museo David J. Guzmán y actualmente
está en el palacio nacional. El presidente al no tener ningún obstáculo ni
seguridad, fue atacado con tres machetazos en su cabeza y un balazo en el
hombro, falleció 5 días después, el 9 de febrero.
Capítulo 14: Consumación del crimen. Proceso y ejecución de los criminales.
Al momento de la agresión al presidente calló una ráfaga de balas sobre el grupo
de personas y específicamente buscaban estas a los agresores.
Mulatillo recibió en tiro en la cabeza, pero solo le lesionó el cuero cabelludo, por lo
cual emprendió carrera hasta internarse a un cafetal donde fue capturado por el
ejército. Declaró todo el suceso y quienes estaban involucrados.
En cuanto a Fabián Graciano se refugió en una casa de un hombre inocente, que
sin saber de lo que era capaz este hombre le dio donde pasar la noche y a la
mañana siguiente partió a un destino desconocido. Pero posteriormente fue
capturado.
Fermín Pérez salió huyendo, pero sin saber a dónde dirigirse fue a caer a manos
del ejército, era manejable por su condición de doméstico y de servicio, pero esto
le costó la vida.
Los tres asesinos fueron condenados a la pena máxima, la pena de muerte, y se
les fueron concedidos sus últimos deseos. Mulatillo pidió una botella de licor,
Graciano solicitó una guitarra y también licor para liberar mediante un canto todo
el pesar de no volver a ver a la niña Conchita, y Fermín también pidió licor y elevó
su voz clamando su inocencia y pidiendo perdón. Así terminaron estos hombres,
pero antes de todo esto ellos declararon que había más involucrados en este
evento.
1. tipo de narrador: omnisciente.
Se dice que el narrador de este texto es omnisciente pues este tipo de narrador
cuenta con la característica de conocer las intenciones, ideas y sentimientos de
los personajes.
“Conchita sintió una gran simpatía por aquel jornalero alegre e inteligente y más
que una inclinación afectiva, le ofreció su amistad con la idea de hacer que el
músico se enamorase de ella…” (p. 69).
“Él sabía ya cuál era la muchacha de quien estaba enamorado Fabián y
comprendía que, por subir hasta ella, sería capaz efectivamente, como él
aseguraba, de llegar a Roma sobre los lomos de un potro…” (p. 85).
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2. Tiempo: lineal.
La narración del discurso, ya que se presenta en capítulos se nota claramente
como sigue el orden de la historia y podemos distinguir claramente tres momentos
esenciales:
Situación inicial: en esta parte en autor nos da los primeros detalles, de los
personajes y de los eventos, y aquí da inicio la trama que se irá desarrollando a lo
largo de la obra.
Complicación o conflicto: el autor será capaz de darle una transformación a los
personajes y a la historia si así lo desea, algunas modificaciones son
desencadenadas por los personajes y otros sufridos por ellos.
Situación final: es el fin de la narración, y puede ser satisfactoria o no, es decir,
puede tener un final trágico o no, esto según el autor lo decida y el lector lo
interprete.
3. Clasificación de personajes: Principales y secundarios.
Según su grado de participación en la historia, los personajes se clasifican en
principales, secundarios e incidentales.
Principales: son aquellos en los que se concentra la mayor atención, porque
participan directamente en los acontecimientos. Dr. Prudencio Alfaro, Fernando
Carmona (autores intelectuales), Virgilio Mulatillo, Fabián Graciano, Fermín Pérez
(autores físicos del crimen).
Secundarios: son quienes no están directamente involucrados en el desarrollo de
la acción y su participación es menor, aunque se haga mención de su nombre en
la obra, si no es específica su acción, se tomar. Presidente Araujo (asesinado),
Salvador Flores, Rafael N. (encargados de matar a los asesinos del presidente),
Conchita y Carcelarios.
Incidentales: son los que aparecen en la historia solo en una oportunidad, pero
hacen algo específico e importante. Francisco Dueñas, Carlos Dueñas y Tomás
Peralta (Acompañantes del presidente Araujo el día del atentado).