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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE PANAMÁ

CENTRO REGIONAL DAVID CHIRIQUÍ


FACULTAD DE ELÉCTRICA
TÉCNICO INGENIERIL ESPECIALIZADO EN SISTEMAS

ESTUDIANTE: Josefath González CÉDULA: 4-818-2315 GRUPO: 2TX222

EL PROTOCOLO DE KIOTO

El Protocolo de Kioto es un protocolo de la Convención Marco de las Naciones Unidas


sobre el Cambio Climático (CMNUCC), y un acuerdo internacional que tiene por
objetivo reducir las emisiones de seis gases de efecto invernadero (GEI). Este
documento comprometió a los países industrializados signatarios a estabilizar las
emisiones de GEI, y la Convención por su parte ha alentado a los países a hacerlo.
Estructurado en función de los principios de la Convención, el protocolo establece
metas vinculantes de reducción de las emisiones para 37 países y la Unión Europea
(UE), reconociendo implícitamente que, en 1997, eran los principales responsables de
los elevados niveles de emisiones de GEI en la atmósfera.
El protocolo fue adoptado el 11 de diciembre de 1997 en Kioto, Japón, pero no entró en
vigor hasta el 16 de febrero de 2005. En noviembre de 2009 eran 187 los estados que lo
habían ratificado. En el protocolo se acordó una reducción de al menos un 5 %, de las
emisiones de estos gases en 2008-2012 en comparación con las emisiones de 1990. No
obstante, el período de compromiso del Protocolo se amplió hasta el 2020.

Como parte de la CMNUCC —suscrita en 1992 dentro de lo que se conoció como la


Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro— el protocolo vino a dar fuerza vinculante a lo
que en ese entonces esta no pudo hacer. Sin embargo, solo las Partes en la Convención
que sean también Partes en el Protocolo (es decir, que lo ratifiquen) se ven obligadas
por los compromisos del Protocolo. En general el compromiso fue considerado como
primer paso hacia un régimen mundial de reducción y estabilización de las emisiones de
GEI, y proporcionó la arquitectura de base para cualquier acuerdo internacional sobre el
cambio climático que se firme en el futuro.

El Protocolo ha impulsado a varios gobiernos a establecer leyes y políticas para cumplir


sus compromisos, a las empresas a tener en cuenta el medio ambiente a la hora de tomar
decisiones sobre sus inversiones, y además ha propiciado la creación de los bonos de
carbono.

Los GEI —que causan el calentamiento global— son el dióxido de carbono (CO2), el
metano (CH4), el óxido nitroso (N2O), y los otros tres son tipos de gases industriales
fluorados: los hidrofluorocarbonos (HFC), los perfluorocarbonos (PFC) y el
hexafluoruro de azufre (SF6).

OBJETIVO DEL PROTOCOLO

El objetivo principal del Protocolo de Kioto es disminuir el cambio climático


antropogénico cuya base es el incremento forzado del efecto invernadero. Según las
estimaciones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático
(IPCC), si se mantienen las emisiones de gas de efecto invernadero (GEI) al ritmo
actual o a uno superior causarían un calentamiento global mayor e inducirían numerosos
cambios en el sistema climático mundial durante el siglo XXI.

Los países industrializados del «Anexo 1» pueden cumplir sus objetivos de la manera
que les decidan, incluso mediante el intercambio de carbono. El protocolo también
posee dos instrumentos únicos, conocidos como el Mecanismo de Desarrollo Limpio
(MDL) y la Implementación Conjunta. Así, al invertir en proyectos de tecnología limpia
en economías en desarrollo o en los Estados postsoviéticos, las economías avanzadas
obtienen bonos de carbono que pueden vender, o ser compensadas por sus cuotas de
emisiones.

En el Protocolo de Kioto la energía nuclear no fue incluida entre las formas de energía
que pueden considerarse en los mecanismos financieros de intercambio de tecnología y
emisiones aunque se trata de una energía no generadora de emisiones de GEI. Así, el
IPCC en su cuarto informe, recomienda la energía nuclear como una de las tecnologías
clave para la mitigación del calentamiento global, a pesar de los graves accidentes
ocurridos en varias centrales nucleares, del problema no resuelto del almacenamiento de
los residuos y también a pesar de que la extracción de uranio puede llegar a su cénit.

El IPCC promovió también la generación de un desarrollo sostenible, de tal forma que


se utilicen también energías alternativas y así disminuya el calentamiento global.

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