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y de la traducción en el nivel superior

En debate: lenguaje inclusivo


Didáctica de las lenguas 

Incluir o pr(o/e)scribir:
políticas de publicación
en torno al lenguaje inclusivo

Gabriela Villalba
IES en Lenguas Vivas “Juan Ramón Fernández”
gab.villalba@gmail.com

—¿Cómo es eso del chiques...?


—¿Qué...?
—¿Cómo es? ¿Cuándo se usa?
—Cuando hay una nena y un nene.
–¿Por qué?
—Y… porque si decís chicos parece que hay dos chicos y si decís chicas parece que hay dos chicas.
—‘Tá bien. ¿Y cuándo es chiques?
—Cuando hay un chico y una chica.
—¿Y eso es muy difícil de entender?
—[cara de situación, hombros levantados...]
... Para vos, sí. Para nosotros, no.

Dos chicos explicando el lenguaje inclusivo a un adulto joven


mientras caminan por la vereda. Video casero
viralizado en las redes (septiembre de 2018).

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LV;
E
n octubre pasado, hace menos de un año, como ellxs mismxs han demostrado, es tratar
terminaba de preparar mi artículo para de imponer –en ocasiones con muy buenos re-
el número 13 de esta revista, un número sultados y gracias a instrumentos glotopolíticos
dedicado a la traducción en Argentina. Me inte- finamente ajustados– su forma de hablar o, al
resaba especialmente publicar ese artículo aquí y menos, de convertirla en variedad “legítima”.
en ese número porque mi investigación es pro- Lo segundo es la falta de observación del fenó-
ducto directo de varios factores concomitantes, meno lingüístico que están caracterizando, que,
relacionados con la institución que la edita: la por no aceptar la distancia etaria y de clase, y
formación que recibí en el Lenguas –en especial, el privilegio de género del que gozan (muchos
la manera en que observamos la traducción–, la de ellxs son varones –y algunas, mujeres– cis)
que imparto allí como docente del sistema edu- y que los separa de lxs individuxs (“de abajo”)
cativo de gestión estatal (hoy puesto en jaque que utilizan el lenguaje de esta manera, incurren
por los propios gobiernos nacional y municipal), en los vicios metodológicos que ellxs mismxs
y el esfuerzo sostenido por mantener su magro nos enseñaron a no reproducir cuando nos for-
Programa de Investigación, que financia una par- maron o cuando leímos sus producciones cien-
te de mi trabajo. Empezaba en ese momento a tíficas. Digo falta de observación porque apenas
manifestarse muy claramente en el ámbito públi- unx se quita los anteojos de la miopía, empieza a
co el uso del lenguaje inclusivo, pero no se había ver a lxs amigxs y conocidxs que chatean con x
masificado lo suficiente como para despertar a o e, a las instituciones que desde hace unos diez
las Furias del discurso social. años produjeron protocolos de lenguaje inclusi-
Fruto de largas décadas de investigación, vo (aquellos que en 2012 suscitaron el escánda-
teorización y militancia, primero de los femi- lo de lxs académicxs representadxs por Ignacio
nismos y luego de los diversos movimientos Bosque), a lxs niñxs y adolescentes que conver-
por la diversidad sexual, sin olvidarnos de las san con e, las publicaciones en la prensa alterna-
ciencias sociales y humanidades –que entre to- tiva, la enorme cantidad de textos espontáneos
dos desenmascararon lo que de performativo y posteados en redes sociales, las producciones
opresor tiene el lenguaje–, el movimiento in- académicas o legistas que ya no piden permiso
clusivo comenzó en aquellos meses un proceso para incluir al escribir (por ejemplo, juezas que
de visibilización que todavía no se ha estudiado escriben sus sentencias con lenguaje inclusivo)
en profundidad, pero que tiene algunas carac- y la lista sigue. Realmente hay que ser valiente
terísticas de un cambio lingüístico en acción, para decir que no hay una (aunque sea parcial y
aunque algunxs reconocidxs lingüistas se em- sectorizada) innovación lingüística en marcha.
peñen en correr el foco y decir que el cambio La enorme vertiginosidad del fenómeno
en la lengua no se impone desde las elites, sino hizo que entre aquel octubre y este octubre
que va de abajo hacia arriba. Lo primero que po- pasáramos de que esta revista (dando la espal-
demos reprochar a nuestrxs colegas es la falta da a la avanzada del fenómeno) no aceptara la
de honestidad, porque si hay algo que hacen las publicación de un artículo mío escrito con x a
elites, las autoridades lingüísticas y los estados, que me invitara a escribir otro que relatara lo

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sucedido e iniciar un debate, cosa que saludo y estábamos haciendo actualmente en relación
agradezco. Mes a mes, semana a semana, escan- con la traducción. Pensé mucho en aquel mo-
didos por intensísimos hechos político-cultura- mento en un tema que atravesara los tres ejes
les (debate por el aborto legal, seguro y gratuito, y, precisamente, aquel que más ocupaba mis
movilizaciones del movimiento #niunamenos, inquietudes académicas –el de problematizar la
debate por la separación de la Iglesia del Estado, enunciación de lxs traductorxs, en el sentido de
defensa de la Educación Sexual Integral, etc.), preguntarnos hasta dónde estamos sometidxs a
nuevos textos e innovaciones se suceden, nue- reproducir una enunciación reducida, limitada,
vxs agentes comienzan a apropiarse de la nueva invisibilizada, es decir, hasta dónde se nos per-
discursividad. Imposible decir nada aquí que no mite mostrarnos en el texto traducido–1 era el
resulte obsoleto en pocos meses. Me pregunto, mismo que había atravesado mi experiencia con
entonces, por la necesidad de este artículo. Los ese número, no tanto por el tema que protago-
dos puntos comunes a estos dos octubres (mes nizaba el artículo que tanto trabajo me había to-
de los Encuentros Nacionales de Mujeres) que mado escribir, sino por las lamentables circuns-
siguen atrapando mi atención son, por un lado, tancias contextuales en las que me vi envuelta
la virulencia de la reacción conservadora (cada al presentarlo.
vez más portadora de expresiones de odio e in- Como mujer y como formadora de mujeres
tolerancia) que genera el uso del lenguaje inclu- traductoras e investigadoras, situada en una co-
sivo (Cardelli 2018); y, asociado a esto, la falta munidad educativa regida y monopolizada por
de tolerancia con la enunciación de lx otrx, que mujeres, donde los centros de estudiantes, que
resulta infantilizado al no ser consideradx como poseen comisiones de género (“Degenerando”)
enunciadorx capaz de decidir con responsabi- y de Memoria, hacen esfuerzos constantes por
lidad sobre sus gestos retóricos. La necesidad, instalar la diversidad en su comunicación y su
entonces, quizá pase por visibilizar, toda vez
que sea posible, los gestos de rechazo hacia el
lenguaje inclusivo. 1 En mi investigación de base, esto se aplica al español
Entre esos dos octubres, se realizó, a fines de la Argentina en la traducción (¿hasta dónde se permite
de mayo de este año (pocos días antes del últi- a la traducción enunciar con nuestra variedad regional?).
mo #niunamenos, cuando explotó el tema del En los últimos tiempos, ese interés por la enunciación tra-
lenguaje inclusivo), la presentación del núme- ductiva se ha volcado hacia la cuestión del lenguaje inclu-
ro 13 de esta revista en el marco del Seminario sivo: ¿hasta dónde nos permite nuestra cultura enunciar
Permanente de Estudios de Traducción. Cuan- con perspectiva de género en la traducción? ¿Qué reac-
do a principios de año lxs coordinadorxs del ciones generaría el uso del lenguaje inclusivo en textos
SPET nos invitaron a lxs autorxs a participar del que no han sido originalmente enunciados en ese len-
encuentro, nos propusieron trabajar en torno guaje pero que sí es la forma que elige para enunciar la
a tres ejes posibles: (1) sobre lo que habíamos traductora o el traductor en sus demás producciones ver-
escrito para el número 13; (2) sobre nuestro bales? Abordo ambos temas con una mirada glotopolítica
vínculo con la traducción; o (3) sobre lo que (cf. Arnoux / Del Valle 2010, entre otros).

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gestualidad, me había parecido necesario y evi- bía enviado ameritaba que fuera presentado en
dente enunciar mi artículo para el número 13 de otro espacio– y así es como fue publicado. Días
nuestra revista con perspectiva de género. Lo después, Mónica Herrero, nuestra actual secre-
había escrito con x, pero quienes hayan podi- taria académica, en ese entonces parte del co-
do leerlo habrán notado dos características muy mité de redacción, me refirió que el equipo ha-
evidentes de este texto: una es que es abierta- bía valorado enormemente mi artículo y que mi
mente belicoso respecto de la RAE y su preten- propuesta de escribir con perspectiva de género
sión de decidir sobre nuestras enunciaciones había sido tomada como puntapié inicial para
y la otra es que no fue publicado con x. A eso debatir sobre el tema en futuros números. Re-
quise dedicar mi exposición de aquel entonces, cogí en mi exposición de mayo aquella promesa
que finalicé con una solicitud formal al nuevo con entusiasmo y la extendí al nuevo respon-
director de la revista, sobre la posición de la pu- sable de la publicación. Tengo hoy la suerte de
blicación respecto del lenguaje no sexista. poder escribir este artículo, cosa que agradezco
Allí relaté cómo, luego de presentar mi artí- al nuevo comité. Reproduzco a continuación los
culo, Griselda Mársico, a cargo del número, me dos argumentos que presenté en aquella expo-
comunicó que el uso de la x había generado de- sición como modo de colaborar con el debate
bate en el comité de redacción y que se estaba prometido. Estos dos argumentos intentaban
reflexionando acerca de qué posición tomar al responder a los dos esgrimidos para rechazar el
respecto. De ese debate solo supe que se había artículo: uno tiene que ver con la morfología del
planteado que intervenciones como la adopción español; el otro, con las normas de la revista.
de la x o la @ suelen considerarse como usos
que atentan contra la morfología del español. Sobre la morfología del español
Contraoferté entonces reescribirlo con e, que a y el lenguaje inclusivo
mi entender es una forma que no contradice la
morfología del español y tiene la ventaja de po- Respecto de la morfología del español, pre-
der ser traducido a la oralidad, pero, sobre todo, cisamente: la voluntad primera de la retórica
que era una forma que respetaba mi intención inclusiva es denunciar la normalización ideo-
enunciativa. Luego de mi contraoferta, Mársico lógica de la diferencia a través del lenguaje. Si
me transmitió2 que el comité solo aceptaría el yo escribo “lxs traductorxs”, quien me lee está
artículo si no se escribía con x ni e, por respeto obligado3 a pensar que en ese plural se inclu-
a las normas de la revista (normas que, como es yen personas que no son solo varones o que no
previsible, nada dicen al respecto). Lo normali- necesariamente se autoperciben como varones
cé –porque toda su escritura había sido regida
por el deseo y la convicción de publicarlo en
esta revista, aunque la respuesta que se me ha- 3 Es verdad que puede considerarse poco amable obli-
gar a alguien a observar algo en la lengua, pero son mu-
cho peores las consecuencias de ser obligadx de conti-
2 Decisión que ella no compartía. nuo a invisibilizarse en esa lengua.

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o como mujeres. Es algo que no escapa a mi nir en– el campo de la acción político-lingüís-
entendimiento, ni a mis saberes especialistas – tica. Así, por ejemplo, podremos estudiar los
como bien sostiene la RAE–, pero la x me obliga discursos institucionalizados (como los promo-
a recordarlo cada vez y, por eso solo, lo visibili- vidos por la RAE y la escuela conservadora), los
za. Pero, además, tiene una segunda ventaja y es contra-discursos en vías de expansión y las re-
que, en el mismo acto, desnaturaliza, evidencia, acciones de los colectivos implicados en la dis-
que ese colectivo de diversidades suele estar co- puta, en términos sociohistóricos y develando
dificado en masculino y que eso esconde una sus pujas ideológicas.
desigualdad ideológica. Un ejemplo, siempre referido al tema de la
Por tanto, no es nuestra intención entrar morfología del español, lo provee la campaña
aquí en los debates acerca de si el lenguaje in- en contra del lenguaje inclusivo que despliega
clusivo afecta o no la morfología del español, la RAE (en la actualidad, preponderantemente
sino alegar a favor del respeto hacia la enuncia- mediante las redes sociales, que se suman a la ya
ción de lx otrx. Hay unx otrx que elige enunciar estudiada participación de los medios masivos
de esta manera, como gesto de intervención en de comunicación y las autoridades lingüísticas
su discurso público. En este sentido, no corres- y literarias).4 Ya en 2012, la institución había
ponde –como señala una publicación reciente publicado un “informe”5 oficial de Ignacio Bos-
del Departamento de Investigaciones Lingüísti- que –y suscrito por el pleno de lxs académicxs–
cas y Filológicas de la Academia Argentina de sobre el uso del lenguaje no sexista promovido
Letras, dirigido por Santiago Kalinowski– opo- por distintos organismos españoles en una serie
ner argumentos gramaticales a las diversas ma- de recomendaciones escritas. En ese texto, un
neras de utilizar formas inclusivas, ya que no se Bosque escandalizado entremezcla argumentos
trata de un fenómeno de naturaleza gramatical gramaticales e hipótesis generales sobre el cam-
sino retórica (AAL 2018). Del mismo modo, bio lingüístico con una serie de valoraciones de
tampoco resulta analítica o siquiera polémica- orden ideológico, todo ello teñido de ironías
mente productivo pensar en términos de cam- (“¿Es todo esto demasiado sutil?”, p. 15), sarcas-
bio lingüístico (¿afectará o no afectará en un fu- mos, afirmaciones despectivas de la inteligencia
turo la morfología de la lengua?), pues no solo de lxs oponentes en el debate (“No es preciso,
la lingüística está metodológicamente impedida desde luego, ser lexicógrafo para intuir que la
hoy de llegar a este tipo de afirmaciones pre- niñez no equivale a los niños”, p. 14) y preocu-
dictivas, sino que estas hipotetizaciones retiran paciones de tipo moral:6
la mirada de los esfuerzos de observación del
fenómeno en su urgente actualidad.
En este sentido, los enfoques sociolingüís- 4 Véase Fernández (2007).
ticos, pragmáticos o glotopolíticos, entre otros,
5 <http://www.rae.es/sites/default/files/Sexismo_linguis-
proponen herramientas más adecuadas tanto
tico_y_visibilidad_de_la_mujer_0.pdf>.
para describir los distintos aspectos que cruzan
el fenómeno como para interpretar –e interve- 6 Entre las que se encuentran los ya clásicos “hay que ver

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No deja de resultar inquietante que, desde de-
de en alemán” (p. 16). La cita nos permite ana-
pendencias oficiales de universidades, comuni-
lizar la publicación de este texto en términos de
dades autónomas, sindicatos y ayuntamientos,
ideologías lingüísticas:
se sugiera la conveniencia de extender –y es de
suponer que de enseñar– un conjunto de va- En suma, a partir de esta definición, ¿qué hace
riantes lingüísticas que anulan distinciones sin- que, en el contexto de un análisis glotopolíti-
tácticas y léxicas conocidas y que prescinden co, optemos por conceptualizar un sistema de
de los matices que encierran las palabras con la ideas sobre el lenguaje como ideología lingüís-
intención de que perviva la absoluta visibilidad tica? Fundamentalmente tres condiciones: pri-
de la distinción entre género y sexo. La ense- mera, su contextualidad, es decir, su vincula-
ñanza de la lengua a los jóvenes constituye una ción con un orden cultural, político y/o social;
tarea de vital importancia. Consiste, en buena segunda, su función naturalizadora, es decir
medida, en ayudarlos a descubrir sus sutilezas y su efecto normalizador de un orden extralin-
comprender sus secretos. Se trata de lograr que güístico que queda apuntalado en el sentido
aprendan a usar el idioma para expresarse con común; y tercera, su institucionalidad, es de-
corrección y con rigor; de contribuir a que lo cir, su producción y reproducción en prácticas
empleen para argumentar, desarrollar sus pen- institucionalmente organizadas en beneficio
samientos, defender sus ideas, luchar por sus de formas concretas de poder y autoridad.
derechos y realizarse personal y profesional- (Del Valle 2007: 20)
mente. En plena igualdad, por supuesto (p. 17).
Contextualidad, función naturalizadora e insti-
La impunidad del tono no asombra: se apoya tucionalidad. Cinco siglos de adoctrinamiento
en el imperialismo lingüístico-normativo de Es- no pueden no tener consecuencias en el imagi-
paña y la RAE y en la figura de Ignacio Bosque nario social. La percepción del machismo e im-
como autoridad científica principal. El texto perialismo lingüísticos como abusivos y exacer-
también es elocuente sobre la defensa institu- bados se puede observar en algunas respuestas
cional que realiza Bosque, intentando desligarla públicas a esa violencia:
de su papel normativo, mediante diversas es-
trategias de naturalización: “Como es obvio,7 no
existe institución ante la que haya que manifes-
tarse para exigir que el sustantivo sol, el nombre
del astro rey, deje de ser masculino en español,
a la vez que luna es femenino, y demandar que
las cosas sean exactamente al revés, como suce-

si todas las mujeres se sienten representadas”, “hay que


enseñar a la juventud lo que está bien”.
© Che Cámara. 8 de marzo de 2018.
7 El resaltado es nuestro.

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Aquí la maestra de la foto apela al conocimien- ción que realiza Ferrer refuerza y comenta a
to compartido del género “tema de hoy”, pro- García: agrega una apelación directa a la RAE,
pio del ámbito escolar, para desenmascarar el que asociada a un dedo en alto la convierte en
velado vínculo entre la violencia machista y el una invectiva grosera y provocadora de la auto-
adoctrinamiento lingüístico ejercido a través de ridad. Y más abajo dicta cátedra a la Academia:
prácticas escolares: agrega los femeninos, aso- “El lenguaje es un constructo social, cultural,
cia el masculino de “él” al ejercicio del privile- dinámico”. La mención acusatoria a murcié-
gio de no poner el galo, vagamundo,
cuerpo, hace uso dotor, otubre, pa-
de la incorrección pichulo parece fic-
(las maestras no cional, a la vista
putean ni dicen de la reacción es-
guarangadas) y candalizada de la
protesta contra las RAE, pero el dic-
formas lingüísti- cionario (como se
cas conservadas puede verificar en
por la norma y ol- las entradas de su
vidadas por el uso. versión en línea)
La RAE tam- reconfirma a la
bién despierta la ilustradora.8
crispación de los Entonces, mo-
feminismos popu- raleja respecto
lares. de la morfología
En esta viñeta, y la eficacia del
la ilustradora Ro español: habría
Ferrer retoma un todo un sector de
texto de la artivis- la sociedad, que
ta Clodet García, marca tendencia,
que a su vez in- que ya no respeta
terviene un pos- a las autoridades
© Ro Ferrer y Clodet García. Facebook.
teo de la RAE que lingüísticas y que
rechaza el uso de x y la e. Clodet señala que la está enojada. Es un elemento que habría que te-
lengua de la RAE no es “nuestra lengua” y que ner en cuenta en estos debates.
lo que no se nombra no existe, de ahí la nece-
sidad de “VISIBILIZAR NUESTRA EXISTEN-
CIA – los idiomas mutan acorde a la necesidad
de los tiempos y en estos tiempos el heteropa- 8 Aunque en cada caso esté oportunamente marcado
triarcado se va a caer”. Se va a caer. La opera- como vulgarismo o en desuso.

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Sobre las normas de esta revista pecial a lxs académicxs que nos sentimos in-
y el lenguaje inclusivo terpeladxs a escribir en ella– a deconstruir lo
adquirido en la lengua, a no aceptar la natura-
Respecto de las normas de la revista Lenguas lización de las formas, a proceder a la ruptura
V;vas: en diciembre de 2000-marzo de 2001, en de la morfología aprendida, a intervenir lo nor-
su número inaugural, la rectora de aquel enton- mado. Como dicen los chicos del epígrafe, no
ces, Mora Pomares de Pezzutti, planteaba, entre es muy difícil de entender.
los propósitos de la publicación, hacer especial Espero que la revista, haciendo honor al ges-
hincapié en la innovación y la diversidad de to fundacional de Pezzutti, sin fijar normas so-
perspectivas sobre los saberes lingüísticos. bre decisiones retóricas de sus colaboradorxs,
pueda abrirse a los usos inclusivos del lenguaje
[La revista Lenguas V;vas] aspira a ser su ór-
y, por qué no, dedicar un número exclusivo a
gano de proyección académica y cultural. Como
analizar, debatir y estudiar el tema.
tal tendrá en cuenta, principalmente, el estado
de los estudios de las lenguas extranjeras y del
Referencias
español (enseñanza y traducción) y los nuevos
aportes que en estos campos se produzcan. In- AAL (2018): “La lengua en el centro de un debate
cluirá informes de investigación y de proyectos social: el caso del lenguaje inclusivo”. En: <http://
innovadores que se lleven a cabo en la institu- www.aal.edu.ar/?q=node/606> [Último acceso:
ción, así como las distintas perspectivas sobre 9-11-2018].
los saberes lingüísticos, la literatura, la cultura
Arnoux, Elvira / José Del Valle (2010): “Las repre-
y la educación que se desarrollan en la misma
sentaciones ideológicas del lenguaje”. En: Spanish
(p. 3, destacados nuestros).
in Context, 7, 1, pp. 1-24.
El tono formal al que la obligaba este tex-
Bosque, Ignacio (2012): “Sexismo lingüístico y visi-
to probablemente no dejara espacio a la inten-
bilidad de la mujer”. En: <http://www.rae.es/sites/
ción vanguardista que se adivina en sus pala-
default/files/Sexismo_linguistico_y_visibilidad_de_
bras, pero quedó decididamente expresada,
la_mujer_0.pdf> [Último acceso: 9-11-2018].
para permanecer, en el título de la publicación:
Lenguas V;vas. ¿Qué es ese punto y coma sino Cardelli, Marina (2018): “La reacción conservado-
un rotundo atentado contra la morfología del ra. Algunas preguntas teóricas en torno al debate
español? En los sumarios y otras zonas de la sobre el plural del español y la aparición de la ‘e’
revista, se refuerza la centralidad del signo, como práctica de lenguaje inclusivo en Argentina”.
colocado en el lugar de isotipo, llamándonos En: Entornos, 31, 1, pp. 99-113.
a enfocar ahí nuestras miradas. Convertido de
Del Valle, José (2007): “Glotopolítica, ideología
este modo en protagonista, en una publicación
y discurso: categorías para el estudio del estatus
académica de una institución de prestigio –
simbólico del español”. En: Del Valle, José (ed.):
conservadora y corporativa como pocas–, no
La lengua, ¿patria común? Ideas e ideologías del
puede sino leerse como un llamado –en es-

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LV;
español. Madrid y Frankfurt am Main: Vervuert- del español. Madrid y Frankfurt am Main: Vervuert-
Iberoamericana, pp. 13-30. Iberoamericana, pp. 57-80.

Fernández, Mauro (2007): “De la lengua del mesti- Villalba, Gabriela (2017): “‘Por un dólar entregan a
zaje al mestizaje de la lengua”. En: Del Valle, José su mamá’: sobre la exportación y el español en la
(ed.): La lengua, ¿patria común? Ideas e ideologías traducción editorial argentina contemporánea”. En:
Lenguas V;vas, 13, pp. 156-172.

Gabriela Villalba es traductora literaria y técnico-científica en francés (IESLV) y profesora en Letras (UBA).
Es doctoranda en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. En el Lenguas Vivas
“Juan Ramón Fernández” se dedica a la formación de traductorxs, tanto en el Traductorado en Francés
(Residencia y Traducción Literaria) como en el de Portugués (Seminario Permanente de Estudios de
Traducción). Pugna por el aborto legal, seguro y gratuito y por la completa implementación de la Ley de
Educación Sexual Integral.

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