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Bueno, me refería a un GM (Gran Maestro) la elite del juego. Para ser un maestro FIDE,
puedes empezar en la década de los veinte; pero no más. Y para ser un maestro local
quizá un poco más tarde. En cualquier caso se requiere vocación e interés constante,
tener buenos libros a mano y un ambiente propicio.
“El mejor” expresa un grado superlativo que casi nunca puede ser contrastado
objetivamente. Si decimos “el mejor jugador” del partido nos centramos en unas
características concretas - normalmente, marcar goles - y dejamos de lado las demás. Si
hablamos de “la mejor de su promoción” significa la nota promedio más alta, pero no
necesariamente es la mejor de su promoción en matemáticas, por ejemplo.
Igualmente, no puede decirse si Carlsen es el mejor jugador de la historia del ajedrez; puede
ser bueno en algunos aspectos - estratégicos, por ejemplo - y no tanto en otros - gestión de
ciertas emociones en partidas de torneo -.
Steinitz tuvo que comenzar a investigar los conceptos estratégicos por su cuenta. Tal o
Shirov nos presentaron las “compensaciones” que se producían tras sacrificios de piezas a
medio-largo plazo y Kasparov la entrega de peones por iniciativa. Y así muchos más.
Resumiendo: para que Carlsen fuera “el mejor” tendría que serlo en todos los aspectos
del juego y en el mismo momento [temporal] de los jugadores candidatos a este
“título”; lo cual, claramente, no es el caso.
Leandro Vieira Steffen
Desarrollador Fullstack (2007–presente)4años
¿Cómo creéis que afecta, que una persona empiece a jugar al ajedrez con 18
años? He leído artículos que dicen que es como si aprendes una lengua, que
siempre queda acento de la materna.
Tal es el caso de Ye Jiangchuan, que comenzó a jugar a los 17 años y llegó a ser Gran
Maestro a los 33 (con un ELO de 2684, en el puesto 17 del mundo).
A diferencia de los deportes físicos, las actividades mentales pueden ser aprendidas y llegar
a dominarse a partir de cualquier edad, incluso los idiomas. Si bien el acento permanece,
el dominio de la lengua de un extranjero puede estar muy por encima del promedio de
los nativos, como por ejemplo parecen demostrarlo algunos grandes escritores al
incursionar en otras lenguas (Samuel Beckett, Joseph Conrad, Vladimir Nabokov, entre
muchos otros).
Lo que probablemente pueda decirse del ajedrez es que, si al jugarlo a temprana edad no se
manifiesta un talento especial, nunca se alcanzará un nivel demasiado alto, pero lo mismo
es cierto para todos los deportes, la música, el arte y muchas otras disciplinas. Sin embargo,
si al jugar unas pocas veces, a la edad que sea, se logran buenos resultados contra
oponentes más experimentados, es una señal de que la maestría podría estar al alcance.
Ahora la dedicación obsesiva de Bobby fue su mayor fortaleza respecto a Capa y los demás
citados, pero también su talón de Aquiles. Pero no podemos juzgar a Bobby porque si ganar
a la escuela soviética de ajedrez fue el mayor logro de la historia del ajedrez, ganarle dos
veces era ya demasiado optimista, incluso para un genio como Fischer.