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Compara la revolución industrial española con la de los países más avanzados de

Europa

 Compara la importancia de los distintos sectores de población activa en


España y en otros países. ¿Qué diferencia se evidencia respecto a su
desarrollo económico e industrial?

Nos encontramos ante una gráfica de barras que compara el porcentaje de


población activa ocupada en cada uno de los tres sectores económicos de seis países
(EEUU, Francia, Alemania, Holanda, Reino Unido y España) en el año 1877. Cada una
de las barra nos explica cómo se desarrollan los porcentajes de cada uno de los tres
sectores económicos y su leyenda hace referencia a cada sector económico
representado.
Uno de los elementos más destacables de la gráfica es la presencia de dos países
con un porcentaje mayor de población dedicado al sector secundario o industrial,
Holanda y Reino Unido. Ambos son países se habían industrializado durante la Primera
Revolución Industrial y se habían consolidado como algunas de las economías más
avanzadas del planeta en este momento. Algo que también se manifiesta en un menor
porcentaje de población dedicada al sector primario en comparación con los otros
países, así como un mayor desarrollo del sector servicios, que llega a ocupar a más del
treinta por ciento de la población activa.
En el caso de Estados Unidos, Francia y Alemania podemos destacar que cerca
de la mitad de la población activa continua trabajando en el sector primario, pero
presentan un sector industrial y de servicios con mayor peso que en el caso español,
ocupando a cerca de un cuarto de la población activa cada uno. Esto se debería a que
Estados Unidos y Alemania están inmersos en un proceso de industrialización en
relación con la Segunda Revolución Industrial y están convirtiéndose en sociedades
industriales al estilo del Reino Unido. Francia, por su parte, estaría viviendo un proceso
lento de industrialización por una serie de elementos que venían limitando su
crecimiento industrial desde inicios del siglo XIX.
Si nos ceñimos al caso de España podemos ver cómo el sector primario ocupa a
más del sesenta por cierto de la población activa, mientras que en ninguno de los otros
casos alcanza a superar la mitad. Además, el peso de la industria es considerablemente
menor, ocupando a menos del quince por ciento de la población activa, al igual que el
sector servicios, que no llega al veinte por ciento. En definitiva, se aprecia en la
economía española un mayor peso del sector primario y un desarrollo
considerablemente menor del sector secundario y terciario si la comparamos con estas
contemporáneas, indicando el importante atraso económico que arrastra el país.
 Señala las causas de estas diferencias.

Entre las causas que contribuyeron a este tardío desarrollo industrial hay que
destacar la inestabilidad política que vivió España durante el siglo XIX. La Guerra de la
Independencia contra los franceses, la pérdida de la mayor parte del mercado colonial
en América, las guerras carlistas, los convulsos reinados de Fernando VII e Isabel II, así
como el fracaso de Amadeo I y de la I República, no generaron las condiciones idóneas
para el desarrollo industrial. Esta inestabilidad no propiciaba un clima adecuado para
atraer inversiones y dificultaba el establecimiento de una política industrial que
propulsase la modernización económica española.
También hay que destacar la mala situación financiera del Estado durante este
periodo, con una elevada deuda pública. Esta necesidad financiera estatal derivada del
déficit presupuestario crónico hizo que la inversión privada se dirigiese más a comprar
títulos de deuda pública que a inversiones industriales o agrarias. Además, las medidas
proteccionistas impulsadas a lo largo del siglo XIX y del conjunto de la Restauración
que se adoptaron en España tampoco contribuyeron al desarrollo industrial puesto que
no propiciaban la innovación y la modernización productiva al estar libre de la
competencia exterior.
Otro factor destacable fue la ausencia de una burguesía con espíritu inversionista
más allá de zonas concretas del país. Esto hará que los capitales nacionales se deriven a
la deuda y la compra de tierras, en lugar de al sector industrial y minero, haciendo que
el desarrollo del sector secundario dependa casi totalmente de la llegada de capital
extranjero. Algo que tendrá sus contrapartidas.
Por otro lado, es primordial destacar la debilidad del mercado interior,
caracterizado por un bajo poder adquisitivo de gran parte de la población que impedía el
desarrollo de una demanda de productos industriales que impulsase la rentabilidad de
estas inversiones. Además, en esta época el mercado interno español no está
correctamente articulado por desarrollarse sobre una geografía muy accidentada que
dificulta el transporte de mercancías y por tener unas comunicaciones muy deficientes a
raíz de lo anterior, donde el ferrocarril se desarrollará tardía y lentamente a partir de la
aprobación de la Ley General de Ferrocarriles de 1855.
Por último, estará presente la escasez y dispersión de recursos naturales en
España, tanto de materias primas como de fuentes de energía. Será el caso de la
separación espacial de los yacimientos de hierro y otros metales con respecto a las
cuencas carboníferas, así como la mala calidad y los altos costes de explotación del
carbón español en comparación con el extraído en otras zonas de Europa. Esto hacía
necesaria la importación de los mismos, lo que supuso un obstáculo más en el desarrollo
industrial de España.

1. Compara la importancia de los distintos sectores de población activa en España


y en otros países. ¿Qué diferencia se evidencia respecto a su desarrollo
económico e industrial?
a. Describe de forma sencilla el gráfico: tipo de gráfico, datos y leyenda.
b. Hace referencia a los países con un alto porcentaje de población activa en el
sector secundario y terciario.
c. Señala aquellos países donde el sector primario sigue teniendo bastante peso,
pero con un cierto desarrollo del sector secundario y terciario.
d. Establece las diferencias de España con respecto al resto de países.
2. Señala las causas de estas diferencias.
a. Hace referencia a las convulsas circunstancias políticas del siglo XIX
español como marco general.
b. Señala los condicionantes de política económica estatal: elevada deuda
pública y legislación proteccionista estatal.
c. Plantea los problemas estructurales de la economía española: dependencia de
la inversión extranjera; escasa demanda interna de productos industriales;
deficiente red de comunicaciones terrestres y elevado coste del transporte;
escasez, dispersión y carestía de recursos naturales.
3. Se expresa con corrección y expone las ideas de forma lógica y ordenada.

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