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¿CUATRO DIAS Y CUATRO MINUTOS?

(CANTARES 3:5) Prométanme, oh mujeres de Jerusalén, por las gacelas y los


ciervos salvajes, que no despertarán al amor hasta que llegue el momento
apropiado.

(MATEO 16:24)  Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en
pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.

¿Cuál es la mejor manera de atravesar el periodo de prueba? ¡Permaneciendo


en nuestro espíritu! Cuando permanecemos en nuestro espíritu, experimentamos
muerte y resurrecció n con Cristo. Después que resucitamos, no hay necesidad de
volver a pasar por aquella situació n de muerte. Decidir morir o considerarnos
muertos no sirve de nada, pues cuanto má s intentamos hacerlo má s se activa nuestra
mente.

Entonces, oímos el llamamiento del Señ or para unirnos con El en las hendiduras de la
peñ a, es decir para unirnos a su cruz. ¿Pero có mo experimentar la cruz de Cristo,
pasados dos mil añ os después de su muerte? Al reencontrar al Señ or el cristiano
representado por la amada, fue llevado al “Espíritu”, donde el espíritu de Dios habita.

Al morir, Cristo se ofreció por el espíritu eterno. (HEBREOS 9:14) ¿Cuá nto má s la


sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha
a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirvá is al Dios vivo?
Por lo tanto, la frescura de su muerte perdura hasta hoy. De eso modo al
reencontrarse con el Señ or en el espíritu, ese cristiano percibió que solo puede morir
con Cristo, en el “Espíritu”. El señ or Jesú s es el “Espíritu” que da vida
(CORINTIOS15:45) Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adá n alma
viviente; el postrer Adá n, espíritu vivificante, que paso por el vivir humano por la
muerte y sepultura, por la resurrecció n, por la ascensió n y, finalmente entro en la
gloria.

Desde que estemos en el espíritu podemos experimentar todo eso con Cristo. Si
constantemente permanecemos en el espíritu tal vez cuatro segundos sean
suficientes para morir y resucitar. Esta verdad libera los hijos de Dios de mucho
sufrimiento inú til.

Hay muchos que aun crujen los dientes y se muerden la lengua “cargar la cruz”.

Curiosamente, a pesar de tanto sufrimiento por llevar la cruz, a pesar de haberlo


llevado durante muchos añ os no hay ninguna señ al de muerte del ego, de la vida
natural de las referencias de alma. Este tipo de sufrimiento no tiene ningú n proyecto
espiritual. Lo que necesitamos es volvernos al espíritu, con el fin de experimentar
genuinamente su muerte y resurrecció n. A pesar de ser una verdad elevada, el señ or
no exige de ninguno esta prá ctica – É l, una vez má s, ordena que dejemos dormir a la
amada y que despierte solo cuando ella misma quiera (CANTARES 3:5)
Prométanme, oh mujeres de Jerusalén, por las gacelas y los ciervos salvajes, que
no despertarán al amor hasta que llegue el momento apropiado.
LAS POTESTADES FEMENINAS
(JAVIER SORIA)

1. LA MALDAD ESTA REPRESENTADA POR UNA MUJER (ZACARIAS 5:5-10) LA


MUJER EN EL EFA 5. Y salió aquel á ngel que hablaba conmigo, y me dijo: Alza ahora
tus ojos, y mira qué es esto que sale. 6. Y dije: ¿Qué es? Y él dijo: Este es un efa que sale.
Ademá s dijo: Esta es la iniquidad de ellos en toda la tierra. 7. Y he aquí, levantaron la
tapa de plomo, y una mujer estaba sentada en medio de aquel efa. 8. Y él dijo: Esta es la
Maldad; y la echó dentro del efa, y echó la masa de plomo en la boca del efa. 9. Alcé
luego mis ojos, y miré, y he aquí dos mujeres que salían, y traían viento en sus alas, y
tenían alas como de cigü eñ a, y alzaron el efa entre la tierra y los cielos. 10. Dije al á ngel
que hablaba conmigo: ¿A dó nde llevan el efa?

2. SATANAS TENTO A JOB DOS VECES (JOB 2: 1-7) 1. Y sucedió que un día cuando los
hijos de Dios vinieron a presentarse delante del SEÑ OR, vino también Sataná s entre
ellos para presentarse delante del SEÑ OR. 2. Y el SEÑ OR dijo a Sataná s: ¿De dó nde
vienes? Entonces Sataná s respondió al SEÑ OR, y dijo: De recorrer la tierra y de andar
por ella. 3. Y el SEÑ OR dijo a Sataná s: ¿Te has fijado en mi siervo Job? Porque no hay
otro como él sobre la tierra, hombre intachable, recto, temeroso de Dios y apartado
del mal. Y él todavía conserva su integridad, aunque tú me incitaste contra él para que
lo arruinara sin causa. 4. Respondió Sataná s al SEÑ OR, y dijo: ¡Piel por piel! Sí, todo lo
que el hombre tiene dará por su vida. 5. Sin embargo, extiende ahora tu mano y toca su
hueso y su carne, verá s si no te maldice en tu misma cara. 6. Y el SEÑ OR dijo a Sataná s:
He aquí, él está en tu mano; pero guarda su vida. 7. Sataná s salió de la presencia del
SEÑ OR, e hirió a Job con llagas malignas desde la planta del pie hasta la coronilla.

SATANAS HACE SUFRIR DOBLEMENTE A LA MUJER


1. SERPIENTE ANTIGUA (MENTE)
2. DRAGON (ESPIRITU)
3. DIABLO (CORAZÓ N)
4. SATANAS (EN LO FÍSICO)
5. LEÓ N RUGIENTE (GENESIS 3:1-6) DESOBEDIENCIA DEL HOMBRE 1. Pero la
serpiente era astuta, má s que todos los animales del campo que Jehová Dios había
hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comá is de todo á rbol del
huerto? 2. Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los á rboles del huerto
podemos comer; 3. pero del fruto del á rbol que está en medio del huerto dijo Dios: No
comeréis de él, ni le tocaréis, para que no murá is. 4. Entonces la serpiente dijo a la
mujer: No moriréis; 5. sino que sabe Dios que el día que comá is de él, será n abiertos
vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. 6. Y vio la mujer que el
á rbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y á rbol codiciable para
alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió ; y dio también a su marido, el cual
comió así como ella.

El dios de este siglo cegó el entendimiento (2 CORINTIOS 4:4) 4 en los cuales el dios
de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la
luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. (SALMO 3:2) 2.
Muchos son los que dicen de mí: No hay para él salvació n en Dios. Selah.

ATAQUE DEL DRAGÓN: aire, viento, espíritu, brujería, maldició n (1 PEDRO 5:8) 8.
Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como leó n rugiente, anda
alrededor buscando a quien devorar.

ATAQUE DEL DIABLO: (LEÓN RUGIENTE) LA HACE SUFRIR EN SUS EMOCIONES


(GENESIS 3:1-6) DESOBEDIENCIA DEL HOMBRE 1. Pero la serpiente era astuta, má s
que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer:
¿Conque Dios os ha dicho: No comá is de todo á rbol del huerto? 2. Y la mujer respondió
a la serpiente: Del fruto de los á rboles del huerto podemos comer; 3. pero del fruto del
á rbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para
que no murá is. 4. Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; 5. sino que sabe
Dios que el día que comá is de él, será n abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios,
sabiendo el bien y el mal. 6. Y vio la mujer que el á rbol era bueno para comer, y que era
agradable a los ojos, y á rbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y
comió ; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.

ATAQUE DE LA SERPIENTE: ATACA LA MENTE (SALMO 68:11) 11.


El Señ or daba
palabra; Había grande multitud de las que llevaban buenas nuevas.

(EXODO 38:8) 8. También hizo la fuente de bronce y su base de bronce, de los espejos
de las mujeres que velaban a la puerta del taberná culo de reunió n.
EL ESPIRITU DE AMALEC

LOS AMALECITAS vinieron a REFIDIM (TIERRA DEL OCIO) Y ATACARON a los


Israelitas. Entonces Moisés le ordeno a Josué escoger alguno de nuestros hombres y
salir a combatir a los Amalecitas. Mañ ana yo estaré en la cima de la colina con la vara
de Dios en la mano. (ÉXODO 17:8-9) 8. Entonces vino Amalec y peleó contra Israel en
Refidim. 9. Y dijo Moisés a Josué: Escó genos varones, y sal a pelear contra Amalec;
mañ ana yo estaré sobre la cumbre del collado, y la vara de Dios en mi mano.

Moisés edifico un altar y lo llamo: “El Señ or es mi estandarte”. Y Exclamo: echa mano
del estandarte del Señ or: ¡La guerra del Señor contra Amalec será de generación
en generación!. (EXODO 17: 15-16) 15. Y Moisés edificó un altar, y llamó su nombre
Jehová -nisi; 16. Y dijo: Por cuanto la mano de Amalec se levantó contra el trono de
Jehová , Jehová tendrá guerra con Amalec de generació n en generació n. (EXODO 17:8-
16) 8. Entonces vino Amalec y peleó contra Israel en Refidim. 9. Y dijo Moisés a Josué:
Escó genos varones, y sal a pelear contra Amalec; mañ ana yo estaré sobre la cumbre
del collado, y la vara de Dios en mi mano. 10. E hizo Josué como le dijo Moisés, peleando
contra Amalec; y Moisés y Aaró n y Hur subieron a la cumbre del collado. 11. Y sucedía
que cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía; mas cuando él bajaba su mano,
prevalecía Amalec. 12. Y las manos de Moisés se cansaban; por lo que tomaron una
piedra, y la pusieron debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aaró n y Hur sostenían sus
manos, el uno de un lado y el otro de otro; así hubo en sus manos firmeza hasta que se
puso el sol. 13. Y Josué deshizo a Amalec y a su pueblo a filo de espada. 14. Y Jehová dijo a
Moisés: Escribe esto para memoria en un libro, y di a Josué que raeré del todo la
memoria de Amalec de debajo del cielo. 15. Y Moisés edificó un altar, y llamó su nombre
Jehová -nisi; 16. Y dijo: Por cuanto la mano de Amalec se levantó contra el trono de
Jehová , Jehová tendrá guerra con Amalec de generació n en generació n.

Los Amalecitas habitan en Neguev, los Heteos, Jebuseos y Amorreos viven en la


montañ a y los Cananeos ocupan la zona costera y la rivera del rio Jordá n. (NUMEROS
13:29) 29. Amalec habita en la tierra del Neguev, y los heteos, los jebuseos y los
amorreos habitan en la regió n montañ osa, y los cananeos habitan junto al mar y a la
ribera del Jordá n.

Balaan hirió a Amalec y pronuncio este orá culo: “Amalec fue el primero entre las
naciones pero su fin será la destrucció n total (NÚMEROS 24:20) 20. Y viendo á Amalec,
tomó su pará bola, y dijo: Amalec, cabeza de gentes; Mas su postrimería perecerá para
siempre.
Recuerda lo que te hicieron los Amalecitas después de que saliste de Egipto: cuando
estabas cansado y fatigado salieron a tu encuentro y atacaron por la espalda a
todos los rezagados. ¡No tuvieron temor de Dios! Por eso, cuando el Señ or tu dios te
de la victoria sobre todas las naciones enemigas que rodean la Tierra que esté da
como herencia repararas para siempre el recuerdo de los descendientes de Amalec.
No lo olvides! (DEUTERONOMIO 25:17-18) 17. Acuérdate de lo que hizo Amalec
contigo en el camino, cuando salías de Egipto; 18. De có mo te salió al encuentro en el
camino, y te desbarató la retaguardia de todos los débiles que iban detrá s de ti,
cuando tú estabas cansado y trabajado; y no tuvo ningú n temor de Dios.

“Así dice el señ or todopoderoso:” he decidido castigar a los Amalecitas por lo que le
hicieron a Israel, pues no lo dejaron pasar cuando salía de Egipto. Así que ve y ataca a
los Amalecitas ahora mismo, destruye por completo todo lo que les pertenezca; no les
tengas compasió n. Má talos a todos, hombres y mujeres, niñ os y recién nacidos, toros y
ovejas, camellos y asnos”. (SAMUEL 15:2-3) 2 Así dice el Señ or Todopoderoso: “He
decidido castigar a los amalecitas por lo que le hicieron a Israel, pues no dejaron pasar
al pueblo cuando salía de Egipto. 3 Así que ve y ataca a los amalecitas ahora mismo.
Destruye por completo todo lo que les pertenezca; no les tengas compasió n. Má talos a
todos, hombres y mujeres, niñ os y recién nacidos, toros y ovejas, camellos y asnos”».

“Pero Moisés les dijo: por que han vuelto a desobedecer la orden del Señ or ¡esto no
les va a dar resultado! Si suben los derrotaran sus enemigos, para el Señ or no está
entre ustedes tendrá n que enfrentarse a los Amalecitas y los Cananeos, que los
mataran a filo de espada. Como ustedes se han alejado del señor, Él no los ayudara
(NUMERO 14:41-43) 41 Pero Moisés dijo: “¿Por qué, entonces, quebrantan ustedes el
mandamiento del Señ or, si esto no les saldrá bien? 42 No suban, no sea que sean
derribados delante de sus enemigos, pues el Señ or no está entre ustedes. 43 Pues los
Amalecitas y los Cananeos estará n allí frente a ustedes, y caerá n a espada por cuanto
se han negado a seguir al Señ or. Y el Señ or no estará con ustedes.”

“Pero ellos se empecinaron en subir a la zona montañ osa, a pesar de que Moisés ni el
arca del pacto del Señ or salieron del campamento.

Entonces los Amalecitas y Cananeos, que vivían en zona descendieron y los


derrotaron, haciéndolos retroceder hasta Jorma (NUMEROS 14:44-45) 44 Pero ellos
se obstinaron en subir a la cumbre del monte; mas ni el arca del pacto del Señ or ni
Moisés se apartaron del campamento. 45 Entonces descendieron los Amalecitas y los
Cananeos que habitaban en la regió n montañ osa, y los hirieron y los derrotaron
persiguiéndolos hasta Horma.

“Los Israelitas hicieron lo que ofende al Señor y El los entrego en manos de los
Madianitas durante siete años. Era tal la tiranía de los Madianitas que los Israelitas
hicieron escondites en las montañ as y en las cuevas y en otros lugares donde pudieran
defenderse.

Siempre que los Israelitas sembraban, los Madianitas, Amalecitas, y otro pueblo
del oriente venían y los atacaban. Acampaban y arruinaban las cosechas por todo el
territorio hasta la regió n de Gaza. No dejaban en Israel nada con vida, ni ovejas, no
burros ni asnos. Llegaban con su ganado y con sus carpas como plaga de langostas.
Tanto ellos como sus camellos eran incontables. E invadían el país para
desbastarlo, era tal la miseria de los Israelitas por causa de los Madianitas, que
clamaron al señ or pidiendo ayuda.

Cuando los Israelitas clamaron al señ or a causa de los Madianitas, el Señ or les envió
un profeta que dijo: “Así dice el Señ or, Dios de Israel: “yo los saque de Egipto, tierra
de esclavitud y los libre de su poder. También los libre del poder de todos sus
opresores, a quienes expulsé de la presencia de ustedes para entregarles su tierra”.
Les dije “Yo soy el señ or su Dios; no adoren a los dioses de los Amorreos en cuya tierra
viven: pero ustedes no me obedecieron” (JUECES 6:1-10). 1 Entonces los Israelitas
hicieron lo malo ante los ojos del SEÑ OR, y el SEÑ OR los entregó en manos de Madiá n
por siete añ os. 2 Y el poder de Madiá n prevaleció sobre Israel. Por causa de los
Madianitas, los Israelitas se hicieron escondites en las montañ as y en las cavernas y en
los lugares fortificados.3 Porque sucedía que cuando los hijos de Israel sembraban, los
Madianitas venían con los Amalecitas y los hijos del oriente y subían contra ellos.

Acampaban frente a ellos y destruían el producto de la tierra hasta Gaza, y no
dejaban sustento alguno en Israel, ni oveja, ni buey, ni asno. 5 Porque subían con su
ganado y sus tiendas, y entraban como langostas en multitud. Tanto ellos como sus
camellos eran innumerables, y entraban en la tierra para devastarla. 6 Así fue
empobrecido Israel en gran manera por causa de Madiá n, y los Israelitas clamaron al
SEÑ OR.7 Cuando los Israelitas clamaron al SEÑ OR a causa de Madiá n, 8 el SEÑ OR envió un
profeta a los Israelitas que les dijo: “Así dice el SEÑ OR, Dios de Israel: ‘Fui Yo el que los
hice subir a ustedes de Egipto, y los saqué de la casa de servidumbre (de esclavos).

Los libré de la mano de los egipcios y de la mano de todos sus opresores. Los desalojé
delante de ustedes, les di su tierra, 10 y les dije: “Yo soy el SEÑ OR su Dios. No temerá n
(reverenciará n) a los dioses de los Amorreos en cuya tierra habitan. Pero ustedes no
Me han obedecido.”
DAVID DERROTA A LOS AMALECITAS

“Al tercer día David y sus hombres llegaron a Siclag, pero se encontraron con que los
Amalecitas habían invadido la regió n del Neguev y con que, luego de atacar e
incendiar a Siclag, habían tomado cautivas a las mujeres y a todos los que los que
estaban allí, desde el má s grande hasta el má s pequeñ o. Sin embargo, no habían
matado a nadie” (1 SAMUEL 30:1-2) 1 Al tercer día, cuando David y sus hombres
llegaron a Siclag, los Amalecitas habían hecho una incursió n en el Neguev (regió n del
sur) y contra Siclag, y habían asolado[a] a Siclag y la habían incendiado, 2 y se habían
llevado cautivas a las mujeres y a todos los que estaban en ella, grandes y pequeñ os,
sin dar muerte[b] a nadie. Se los llevaron y siguieron su camino.

“Los hombres de David se encontraron en el campo con un egipcio y se lo llevaron a


David. La dieron de comer y de beber, y le ofrecieron una torta de higo y dos tortas de
uvas pasas, pues hacia tres días y tres noches que no había comido nada. En cuanto
egipcio comió recobro las fuerzas ¿a quién perteneces? – Le pregunto David - ¿de
dó nde vienes? – Soy egipcio – le respondió - , esclavo de un Amalecita, hace tres días
caí enfermo y mi amo me abandono. Habíamos invadido la región sur de los
Quereteos de Judá y de Caleb; también incendiamos Siclag

– Guíanos a dó nde está n esos bandidos le dijo David. Jú reme usted por Dios. –Suplico
el egipcio – que no me matar ni me entregara a mi amo. Con esa condició n lo llevo a
donde está la banda.

El egipcio los guio hasta los Amalecitas, los cuales estaban dispersos por todo el
campo, comiendo, bebiendo y festejando el gran botín que habían conseguido en el
territorio filisteo y en el de Judá . David los ataco hasta el amanecer y los combatió
hasta la tarde del día siguiente.

…….Los ú nicos que lograron escapar fueron 400 muchachos que huyeron en sus
camellos. David pudo recobrar todo lo que los Amalecitas se habían robado y
también rescato a sus dos esposas. Nada le falto del botín, ni grande ni pequeño,
ni hijos ni hijas, ni ninguna otra cosa de lo que le habían quitado. David también
se apodero de todas las ovejas y del ganado. La gente llevaba todo al frente y
preguntaba: ¡este es el botín de David! (1 SAMUEL 30:11-20)11 Y hallaron en el campo
a un Egipcio y se lo llevaron a David; le dieron pan y comió , y le dieron a beber agua.
12 
También le dieron un pedazo de torta de higos y dos racimos de uvas pasas y comió ,
y su espíritu se reanimó ; porque no había comido pan ni bebido agua en tres días y
tres noches. 13 Y David le dijo: “¿De quién eres tú , y de dó nde eres?” Y él dijo: “Soy un
joven de Egipto, siervo de un Amalecita; mi amo me dejó atrá s cuando me enfermé
hace tres días. 14 Hicimos una incursió n contra el Neguev de los Cereteos, contra el de
Judá y contra el Neguev de Caleb, y pusimos fuego a Siclag.” 15 Entonces David le dijo:
“¿Me llevará s a esa banda?” Y él respondió : “Jú reme por Dios que no me matará ni me
entregará en manos de mi amo, y lo llevaré a esa banda.” 16 Cuando lo llevó , vieron que
los Amalecitas estaban desparramados sobre toda aquella tierra, comiendo, bebiendo
y bailando por el gran botín que habían tomado de la tierra de los Filisteos y de la
tierra de Judá . 17 Y David los hirió desde el anochecer hasta el atardecer del día
siguiente. Ninguno de ellos escapó , excepto 400 jó venes que montaron en camellos y
huyeron. 18 David recuperó todo lo que los Amalecitas habían tomado, también rescató
a sus dos mujeres. 19 Nada de lo que era de ellos les faltó , pequeñ o o grande, hijos o
hijas, botín o cualquier cosa que habían tomado para sí; David lo recuperó todo.
20 
David tomó también todas las ovejas y el ganado de los Amalecitas, llevá ndolos
delante de los otros ganados, y decían: “Este es el botín de David.”

LAS OBRAS MALIGNAS DEL ESPIRITU DE AMALEC

1. Ataque para los que está n pasivos (refidin)


2. Amalec quiere decir: maldito
3. Ataque traicionero
4. Bloquean la vida espiritual
5. Son tiranos y malvados (Madianitas)
6. Destruyen roban riquezas
7. Mata, destruye todo a su paso
8. Ponen plagas (langostas)
9. Invaden para devastar: país, regió n familias
10. Ponen a los creyentes como esclavos
11. Lleva cautivas a las esposas
12. Roba

“El Señ or le dijo: “ataca a los Madianitas y má talos, porque ellos también los atacaron
a ustedes con sus artimañ as pues en Baal Peor los sedujeron como en el caso de
Cozbi, la hija del jefe madianita que fue muerta el día de la mortandad en Baal Peor.
(NUMEROS 25: 16-18) 16 Entonces el Señ or habló a Moisés y le dijo: 17 “Hostiguen a
los Madianitas y hiéranlos; 18 pues ellos han sido hostiles a ustedes con sus engañ os,
con los que los engañ aron en el asunto de Peor, y en el asunto de Cozbi, hija del jefe de
Madiá n, hermana de ellos, que fue muerta el día de la plaga por causa de Peor.”
LOS CALDEOS

(HABACUC 1:6-11) 6 “Porque voy a levantar a los Caldeos (Babilonios), Pueblo feroz e
impetuoso, Que marcha por la anchura de la tierra Para apoderarse de moradas
ajenas.

“Imponente y temible es; De él mismo proceden su justicia y su grandeza. 8 “Sus
caballos son má s veloces que leopardos Y má s astutos que lobos al anochecer. Al
galope vienen sus jinetes, Sus jinetes vienen de lejos, Vuelan como á guila que se
precipita a devorar. 9 “Vienen todos ellos para hacer violencia, Su horda de rostros
avanza, Recoge cautivos como arena. 10 “Se burla de los reyes, Y los gobernantes le son
motivo de risa; Se ríe de toda fortaleza, Amontona escombros para tomarla.
11 
“Entonces pasará como el viento y seguirá , Y se le tendrá por culpable, Porque hace
de su poder su dios.”.

Los Caldeos representan a los demonios.


1. Son ladrones
2. Son despiadados
3. Son astutos

(EZEQUIEL 22:27) 27 Sus príncipes en medio de la ciudad son como lobos que
desgarran la presa, derramando sangre y destruyendo vidas para obtener ganancias
injustas.

Estoy incitando a los Caldeos, ese pueblo despiadado e impetuoso que recorre toda la
Tierra para apoderarse de terrenos ajenos. Son un pueblo terrible y espantoso
que confía en su propia justicia y grandeza sus caballos son má s veloces que los
leopardos má s feroces que lobos nocturnos su caballería se lanza a todo galope, sus
jinetes vienen de muy lejos. ¡Caen como buitres sobre su presa! Vienen en son de
violencia, avanzan sus hordas como el viento del desierto hacen prisioneros como
quien recoge arena. Ridiculizan a los reyes se burlan de los gobernantes. Se ríen de
toda ciudad amurallada, pues construyen terraplenes y la toman. Son un viento que
por su paso arrancan todo; su pecado es hacer de su fuerza un Dios. (HABACUC 1:6-
11) 6 “Porque voy a levantar a los Caldeos (Babilonios), Pueblo feroz e impetuoso, Que
marcha por la anchura de la tierra Para apoderarse de moradas ajenas. 7 “Imponente y
temible es; De él mismo proceden su justicia y su grandeza. 8 “Sus caballos son má s
veloces que leopardos Y má s astutos que lobos al anochecer. Al galope vienen sus
jinetes, Sus jinetes vienen de lejos, Vuelan como á guila que se precipita a devorar.

“Vienen todos ellos para hacer violencia, Su horda de rostros avanza, Recoge cautivos
como arena. 10 “Se burla de los reyes, Y los gobernantes le son motivo de risa; Se ríe de
toda fortaleza, Amontona escombros para tomarla. 11 “Entonces pasará como el viento
y seguirá , Y se le tendrá por culpable, Porque hace de su poder su dios.”

Los Caldeos representan a los demonios, los demonios son errantes (DANIEL
1:1)1 En el tercer añ o del reinado de Joacim, rey de Judá , vino Nabucodonosor, rey de
Babilonia, a Jerusalén y la sitió . (EZEQUIEL 22:27)7 Sus príncipes en medio de la
ciudad son como lobos que desgarran la presa, derramando sangre y destruyendo
vidas para obtener ganancias injustas. (MATEO 12:43-45) 6 “Porque voy a levantar a
los Caldeos (Babilonios), Pueblo feroz e impetuoso, Que marcha por la anchura de la
tierra Para apoderarse de moradas ajenas. 7 “Imponente y temible es; De él mismo
proceden su justicia y su grandeza. 8 “Sus caballos son má s veloces que leopardos Y
má s astutos que lobos al anochecer. Al galope vienen sus jinetes, Sus jinetes vienen de
lejos, Vuelan como á guila que se precipita a devorar. 9 “Vienen todos ellos para hacer
violencia, Su horda de rostros avanza, Recoge cautivos como arena. 10 “Se burla de los
reyes, Y los gobernantes le son motivo de risa; Se ríe de toda fortaleza, Amontona
escombros para tomarla. 11 “Entonces pasará como el viento y seguirá , Y se le tendrá
por culpable, Porque hace de su poder su dios.”

LOS DEMONIOS ATACAN DE NOCHE


No había terminado de hablar este mensajero cuando otro má s llego y dijo: “unos
salteadores caldeos vinieron y dividiéndose en tres grupos se apoderaron de los
camellos y se los llevaron a los campos los mataron a filo de espada ¡Solo yo pude
escapar y ahora vengo a contá rselo! (JOB 1:17) 17 Mientras estaba éste hablando, vino
otro y dijo: Los caldeos formaron tres cuadrillas y atacaron los camellos y se los
llevaron, y mataron a los criados a filo de espada; só lo yo escapé para contá rtelo.

Pero cuando se hayan cumplido los 70 añ os yo castigare por su iniquidad al Rey de


Babilonia ya aquella nació n País de los caldeos y lo convertiré en desolación
perpetua afirma el Señ or – haré que venga sobre ese país todas las amenazas que le
anuncie y todo lo que está registrado en este libro y que Jeremías ha profetizado
contra las naciones. Los Caldeos a su vez caerá n bajo el yugo se muchas naciones y
reyes poderosos. Así les daré lo que merecen su conducta y sus hechos. (JEREMÍAS
25: 12-14) 12 »Pero, cuando se hayan cumplido los setenta añ os, yo castigaré por su
iniquidad al rey de Babilonia y a aquella nació n, país de los caldeos, y los convertiré en
desolació n perpetua —afirma el Señ or—. 13 Haré que vengan sobre ese país todas las
amenazas que le anuncié, y todo lo que está registrado en este libro y que Jeremías ha
profetizado contra las naciones. 14 Los caldeos, a su vez, caerá n bajo el yugo de muchas
naciones y reyes poderosos. Así les daré lo que merecen su conducta y sus hechos».

Ahora las rampas de ataque han llegado hasta la ciudad para conquistarla. A causa de
la espada, el hombre y la pestilencia, la ciudad caerá en manos de los Caldeos
(Babiló nicos) que la atacan. Señ or, todo lo que ha anunciado se está cumpliendo, y tu
mismo lo está s viendo. Señ or mi dios a pesar de que la ciudad en manos de los Caldeos
(Babiló nicos) tú me has dicho: “Compraste el campo al contado en presencia de
testigo” (JEREMÍAS 32: 24-25) 24 "He aquí, los terraplenes de asalto han llegado a la
ciudad para tomarla, y la ciudad va a ser entregada en manos de los caldeos que
pelean contra ella, por causa de la espada, el hambre y la pestilencia; lo que habías
hablado ha venido a ser, y he aquí, tú lo está s viendo. 25 "Y tú me has dicho, oh Señ or
DIOS: 'Có mprate el campo con dinero, y llama testigos'; aunque la ciudad sea
entregada en manos de los caldeos."

En el añ o tercero del reinado del rey Joacim de Judá , el Rey Nabucodonosor de


Babilonia vino a Jerusalén y la sitió . (DANIEL 1:1) 1 En el añ o tercero del reinado de
Joacim, rey de Judá , vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, a Jerusalén, y la sitió .
LA MALDICIÓN DE CAM
CAM NEGRO, OSCURO ESPIRITU DE HOMOSEXUALISMO Y LESBIANISMO,
CALIENTE.

Cam, el padre de Canaá n, vio la desnudez de su padre y fue a contá rselo a sus
hermanos que estaban afuera. Entonces Sem y Jafed tomaron un manto, se lo echaron
sobre los hombros y caminando hacia atrá s cubrieron la desnudez de su padre. Como
miraban en direcció n opuesta no lo vieron desnudo. Cuando Noé despertó de su
borrachera y se enteró de lo que su hijo menor le había hecho, declaró : “Maldito sea
Canaá n! Será de sus dos hermanos el má s bajo de sus esclavos!

LA DESCENDENCIA DE CAM (GENESIS 10: 6-20) 6 Los hijos de Cam fueron Cus,
Misrayin, Fut y Canaá n. 7 Los hijos de Cus fueron Seba, Javilá , Sabtá , Ragama y Sabteca.
Los hijos de Ragama fueron Sabá y Dedá n. 8 Cus fue el padre de Nimrod, conocido
como el primer gran guerrero de la tierra, 9 quien llegó a ser un valiente cazador ante
el Señ or. Por eso se dice: «Como Nimrod, valiente cazador ante el Señ or.» 10 Las
principales ciudades de su reino fueron Babel, É rec, Acad y Calné, en la regió n de
Sinar. 11 Desde esa regió n Nimrod salió hacia Asur, donde construyó * las ciudades de
Nínive, Rejobot Ir,* Cala 12 y Resén, la gran ciudad que está entre Nínive y Cala.
13
 Misrayin fue el antepasado de los ludeos, los anameos, los leabitas, los naftuitas,
14
 los patruseos, los caslujitas y los caftoritas, de quienes descienden los filisteos.
15
 Canaá n fue el padre de Sidó n, su primogénito, y de Het, 16 y el antepasado de los
jebuseos, los amorreos, los gergeseos, 17 los heveos, los araceos, los sineos, 18 los
arvadeos, los zemareos y los jamatitas. Luego, estos clanes cananeos se dispersaron,
19
 y su territorio se extendió desde Sidó n hasta Guerar y Gaza, y en direcció n de
Sodoma, Gomorra, Admá y Zeboyín, hasta Lasa. 20 É stos fueron los descendientes de
Cam, segú n sus clanes e idiomas, territorios y naciones.

LAS RELACIONES ILICITAS NOPERMITIDAS, RELACIONES SEXUALES ILICITAS.


El Señ or le ordenó a Moisés que le dijera a los israelitas: “Yo soy el señ or su Dios. No
imitará n ustedes las costumbres de Egipto, donde antes habitaban, ni tampoco las de
Canaá n a donde los llevo. No se conducirá n segú n sus estatutos sino que pondrá n en
prá ctica mis preceptos y observaran atentamente mis Leyes. Yo soy el señ or su dios.
Observen mis estatutos y mis preceptos, pues todo el que los practique vivirá por
ellos. Yo soy el Señ or” (LEVITICO 18: 1-5) 1 Habló Jehová a Moisés, diciendo: 2 Habla a
los hijos de Israel, y diles: Yo soy Jehová vuestro Dios. 3 No haréis como hacen en la
tierra de Egipto, en la cual morasteis; ni haréis como hacen en la tierra de Canaá n, a la
cual yo os conduzco, ni andaréis en sus estatutos. 4 Mis ordenanzas pondréis por obra,
y mis estatutos guardaréis, andando en ellos. Yo Jehová vuestro Dios. 5 Por tanto,
guardaréis mis estatutos y mis ordenanzas, los cuales haciendo el hombre, vivirá en
ellos. Yo Jehová .

RELACIONES NO PERMITIDAS

Nadie se acercará a ningú n pariente cercano para tener relaciones sexuales con él o
con ella. Yo soy el Señ or.

No descubrirá s la desnudez de tus padres. (No deshonraras a tu padre, teniendo


relaciones sexuales con tu Madre. No lo hagas porque es tu Madre. No tendrá s
relaciones sexuales con la esposa de tu padre porque sería como tenerlas con el: No
tendrá s relaciones sexuales con tu hermana por parte de padre o de madre ya sea
nacida en la misma casa o en otro lugar.

“No tendrá s relaciones sexuales con la hija de tu hijo, ni con la hija de tu hija, porque
sería deshonrarte a ti mismo!

CAM: ESPÍRITU DE LOS SODOMITAS

Cam vio la desnudez de su padre (GENESIS 9: 22-29) 22 Y Châ m, padre de Canaá n,


vio la desnudez de su padre, y díjolo a sus dos hermanos a la parte de afuera. 23
Entonces Sem y Japhet tomaron la ropa, y la pusieron sobre sus propios hombros, y
andando hacia atrá s, cubrieron la desnudez de su padre teniendo vueltos sus rostros,
y así no vieron la desnudez de su padre. 24 Y despertó Noé de su vino, y supo lo que
había hecho con él su hijo el má s joven; 25 Y dijo: Maldito sea Canaá n; Siervo de siervos
será a sus hermanos. 26 Dijo má s: Bendito Jehová el Dios de Sem, Y séale Canaá n siervo.
27
Engrandezca Dios á Japhet, Y habite en las tiendas de Sem, Y séale Canaá n siervo. 28 Y
vivió Noé después del diluvio trescientos y cincuenta añ os. 29 Y fueron todos los días
de Noé novecientos y cincuenta añ os; y murió .

LA DESCENDENCIA DE CAM: (GENESIS 10: 6-20) 6 Los hijos de Cam fueron Cus,
Misrayin, Fut y Canaá n. 7 Los hijos de Cus fueron Seba, Javilá , Sabtá , Ragama y Sabteca.
Los hijos de Ragama fueron Sabá y Dedá n. 8 Cus fue el padre de Nimrod, conocido
como el primer gran guerrero de la tierra, 9 quien llegó a ser un valiente cazador ante
el Señ or. Por eso se dice: «Como Nimrod, valiente cazador ante el Señ or.» 10 Las
principales ciudades de su reino fueron Babel, É rec, Acad y Calné, en la regió n de
Sinar. 11 Desde esa regió n Nimrod salió hacia Asur, donde construyó * las ciudades de
Nínive, Rejobot Ir,* Cala 12 y Resén, la gran ciudad que está entre Nínive y Cala.
13
 Misrayin fue el antepasado de los ludeos, los anameos, los leabitas, los naftuitas,
14
 los patruseos, los caslujitas y los caftoritas, de quienes descienden los filisteos.
15
 Canaá n fue el padre de Sidó n, su primogénito, y de Het, 16 y el antepasado de los
jebuseos, los amorreos, los gergeseos, 17 los heveos, los araceos, los sineos, 18 los
arvadeos, los zemareos y los jamatitas. Luego, estos clanes cananeos se dispersaron,
19
 y su territorio se extendió desde Sidó n hasta Guerar y Gaza, y en direcció n de
Sodoma, Gomorra, Admá y Zeboyín, hasta Lasa. 20 É stos fueron los descendientes de
Cam, segú n sus clanes e idiomas, territorios y naciones.

LAS RELACIONES ILÍCITAS NO PERMITIDAS (LEVITICO 18:1-28) 1 Y el SEÑ OR


habló a Moisés, diciendo: 2 Habla a los hijos de Israel y diles: "Yo soy el SEÑ OR vuestro
Dios. 3 "No haréis como hacen en la tierra de Egipto en la cual morasteis, ni haréis
como hacen en la tierra de Canaá n adonde yo os llevo; no andaréis en sus estatutos. 4
"Habréis de cumplir mis leyes y guardaréis mis estatutos para vivir segú n ellos; yo soy
el SEÑ OR vuestro Dios. 5 "Por tanto, guardaréis mis estatutos y mis leyes, por los
cuales el hombre vivirá si los cumple; yo soy el SEÑ OR. 6 "Ninguno de vosotros se
acercará a una parienta cercana suya para descubrir su desnudez; yo soy el SEÑ OR. 7
"No descubrirá s la desnudez de tu padre, o la desnudez de tu madre. Es tu madre, no
descubrirá s su desnudez. 8 "No descubrirá s la desnudez de la mujer de tu padre; es la
desnudez de tu padre. 9 "La desnudez de tu hermana, sea hija de tu padre o de tu
madre, nacida en casa o nacida fuera, su desnudez no descubrirá s. 10 "La desnudez de
la hija de tu hijo, o de la hija de tu hija, su desnudez no descubrirá s; porque su
desnudez es la tuya. 11 "La desnudez de la hija de la mujer de tu padre, engendrada de
tu padre, su desnudez no descubrirá s; tu hermana es. 12 "No descubrirá s la desnudez
de la hermana de tu padre; parienta de tu padre es. 13 "No descubrirá s la desnudez de
la hermana de tu madre; parienta de tu madre es. 14 "No descubrirá s la desnudez del
hermano de tu padre; no te acercará s a su mujer, tu tía es. 15 "No descubrirá s la
desnudez de tu nuera; es mujer de tu hijo, no descubrirá s su desnudez. 16 "No
descubrirá s la desnudez de la mujer de tu hermano; es la desnudez de tu hermano. 17
"No descubrirá s la desnudez de una mujer y la de su hija, ni tomará s la hija de su hijo
ni la hija de su hija para descubrir su desnudez; son parientas. Es maldad. 18 "No
tomará s mujer juntamente con su hermana, para que sea rival suya, descubriendo su
desnudez mientras ésta viva. 19 "Y no te acercará s a una mujer para descubrir su
desnudez durante su impureza menstrual. 20 "No te acostará s con la mujer de tu
pró jimo, contaminá ndote con ella. 21 "Tampoco dará s hijo tuyo para ofrecerlo a Moloc,
ni profanará s el nombre de tu Dios; yo soy el SEÑ OR. 22 "No te acostará s con varó n
como los que se acuestan con mujer; es una abominació n. 23 "No te ayuntará s con
ningú n animal, contaminá ndote con él, ni mujer alguna se pondrá delante de un
animal para ayuntarse con él; es una perversió n. 24 "No os contaminéis con ninguna de
estas cosas, porque por todas estas cosas se han contaminado las naciones que voy a
echar de delante de vosotros. 25 "Porque esta tierra se ha corrompido, por tanto, he
castigado su iniquidad sobre ella, y la tierra ha vomitado a sus moradores. 26 "Pero en
cuanto a vosotros, guardaréis mis estatutos y mis juicios y no haréis ninguna de estas
abominaciones, ni el nativo ni el forastero que reside entre vosotros 27 (porque los
hombres de esta tierra que fueron antes de vosotros han hecho todas estas
abominaciones, y la tierra se ha contaminado), 28 no sea que la tierra os vomite por
haberla contaminado, como vomitó a la nació n que estuvo antes de vosotros.

LAS RELACIONES SEXUALES INCESTUOSAS (LEVITICO 20:17) VER SU DESNUDEZ


17
 “Si alguno toma a su hermana, hija de su padre o hija de su madre, viendo la
desnudez de ella, y ella ve la desnudez de él, es cosa abominable; será n exterminados
a la vista de los hijos de su pueblo. É l ha descubierto la desnudez de su hermana, lleva
su culpa.

SODOMA Y GOMORRA. SEXO ILICITO (JUDAS 7) 7como Sodoma y Gomorra y las


ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e
ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el
castigo del fuego eterno.

“También expulsó de la tierra a los Sodomitas de cultos paganos y quitó todos los
ídolos que sus padres habían hecho. (1 REYES 15: 12-13) 12 Porque quitó los
sodomitas de la tierra, y quitó todas las suciedades que sus padres habían hecho. 13 Y
también privó a su madre Maachâ de ser princesa, porque había hecho un ídolo en un
bosque. Ademá s deshizo Asa el ídolo de su madre, y quemó lo junto al torrente de
Cedró n.

LA RAZA NEGRA (ISAIAS 18:1-2) 1 ¡AY de la tierra que hace sombra con las alas, que
está tras los ríos de Etiopía; 2 Que envía mensajeros por la mar, y en navíos de junco
sobre las aguas! Andad, ligeros mensajeros, a la gente tirada y repelada, al pueblo
asombroso desde su principio y después; gente harta de esperar y hollada, cuya tierra
destruyeron los ríos.

LAS LESBIANAS Y LOS GAYS (ROMANOS 1:26-27) 26 Por eso Dios los entregó a
pasiones vergonzosas, pues aun sus mujeres cambiaron las relaciones naturales por
las que van contra la naturaleza. 27 Del mismo modo también los hombres, dejando la
relació n natural con la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros,
cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la
retribució n debida a su extravío.

Dio muerto a todos los primogénitos de Egipto a las primicias de su raza en los
campamentos de Cam (SALMO 78:51) 51 e hirió a todos los primogénitos en Egipto,
las primicias de su virilidad en las tiendas de Cam.
JAFET (Europa) (DANIEL 9:20) 20 Aú n estaba hablando y orando, y confesando mi
pecado y el pecado de mi pueblo Israel, y derramaba mi ruego delante de Jehová mi
Dios por el monte santo de mi Dios;

CAM (Á frica) (DANIEL 9:21) 21 aú n estaba hablando en oració n, cuando el varó n
Gabriel, a quien había visto en la visió n al principio, volando con presteza, vino a mí
como a la hora del sacrificio de la tarde.

SEM (Asia) (DANIEL 9:22) 22 Y me hizo entender, y habló conmigo, diciendo: Daniel,
ahora he salido para darte sabiduría y entendimiento.

A los que apedrean a los profetas (MATEO 23:37) 37!!Jerusalén, Jerusalén, que matas a
los profetas, y apedreas a los que te son enviados!!!Cuá ntas veces quise juntar a tus
hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!

“En este momento de desarraigo, derribo, elimino, quebranto toda asignació n


espiritual” diabó lica de “mala suerte” que me hayan enviado personas vivas o
muertas con ritos de brujería, hechicería, magia negra, maleficios, conjuros, hechizos,
bebedizos, entierros y que hayan afectado negativamente mi mente, mis
pensamientos, mi cerebro, mi sangre, mis genes de destino de mi ADN, mi cuerpo
físico. ¡Señ or Jesú s! ¡Invoco tu sangre preciosa! Señ or, tu sangre preciosa limpia mi
sangre, mis genes de destino en mi ADN, de toda asignació n negativa espiritual de
mala suerte, cierra caminos, mal de ojo, escombros generacionales de ruina, pobreza,
escasez enfermedad y muerte. Señ or Jesucristo invoco tu sangre preciosa para que
lleve mi sangre, mis genes de destino en mi ADN de: amor, gracia, poder, honor, gloria,
buena suerte, buena voluntad, autoridad, abundancia, riquezas, honores y el don tuyo
para disfrutarlas, salva perfecta vida eterna.

Renuncio a la atadura maligna de mala suerte. Renuncio a ella rotundamente, me


declaro libre!

Derribo y destruyo todo altar de pereza que se haya levantado en mi casa desde mis
generaciones anteriores.

Altares de mala suerte que hayan hecho en mi nombre deseá ndome que me salga mal,
que mis contrastes musicales se caigan, que no fluya el dinero en mi vida,

Que nadie me provea dinero, todos esos altares maléficos los arranco, los anulo, los
derribo, los quebranto, los destruyo, los dejo sin poder y sin autoridad en el nombre
de Cristo Jesú s.
LAS DIEZ TRIBUS SATANICAS

“Me refiero a la tierra de los Quenitas, los Quenizitas, los Cadmoneos, los Hititas, los
Ferezeos, los Refaitas, los Amorreos, los Cananeos, los Gergeseos y los Jebuseos.

CADMONEOS De atrá s de cada pelea bien el gran botín. El diablo esta vencido, pero
yo tengo que echarlo fuera.

El Cadmoneo está registrado como el cielo de maldición. El que tiene las


finanzas, el madre solterismo de los genes.

“Ahora mismo, en esta hora, resisto, rechazo, ato y echo fuera de mi vida a todo
Cadmoneo que haya entrado en mi presente, lo dejo sin poder y sin autoridad en
el poderoso nombre de Cristo Jesús.

Alto y echo fuera de mis tradiciones espirituales y materiales a los Quenitas, a los
Quenizitas, a los Cadmoneos, a los Hititas, a los Frezeos, a los Refaitas, a los
Amorreos, a los Canoneos, a los Gergeseos, a los Jebuseos. Los dejo sin poder ni
autoridad en el nombre de Jesú s.

Desisto, rechazo, ato, y echo fuera de mis bienes materiales, de mi dinero, al hombre
fuerte. Lo dejo sin poder y autoridad (GENESIS 15:18-21)18 En aquel día hizo Jehová
un pacto con Abram diciendo: A tu simiente daré esta tierra desde el río de Egipto
hasta el río grande, el río Eufrates; 19 Los Cineos, y los Ceneceos, y los Cedmoneos, 20 Y
los Hetheos, y los Pherezeos, y los Raphaitas, 21 Y los Amorrheos, y los Cananeos, y los
Gergeseos, y los Jebuseos.

LAS FEROMONAS

En esta hora desisto, ato, y echo fuera de mis feromonas, a sataná s y a los demonios:
los declaro sin poder y sin autoridad en el nombre de Jesú s. Hoy declaro mis
feromonas: ¡ACTIVAS!, poderosas, eternas, dividas y perfectas. Declaro: Feromonas
actívense ¡ya! Arranco, destruyo, anulo y quebranto las fortalezas, los muros, los
bloqueos, los impedimentos que satá n les haya puesto a las feromonas de mi cuerpo
físico. Dejo todas estas fortalezas sin poder, sin autoridad en el nombre de Jesú s.
Ahora mismo arranco y desprogramo todo gen maligno de desencanto, indiferencia
social y activo en mi los genes benignos del encanto personal, seducció n, magnetismo,
atracció n sexual feromonas activas por siempre. Soy un imá n mental, soy un imá n
humano. Tengo mis feromonas: activas, magnéticas, atrayentes, plenas, divinas,
perfectas, seductoras, hermosas, bellas y llenas del poder de Cristo. Feromonas:
¡Actívense! Cumplan las funciones a que fueron creadas, feromonas: ¡sean libres ya!
¡Actívense ya! Pongo mis feromonas en el espíritu.
EL DEMONIO DE LA MALA SUERTE

Asignación espiritual

Cierra caminos

Robo, pobreza, dolor, Desorientación (DEUTEROMONIO 28:29) 29 y palpará s a


mediodía como palpa el ciego en la oscuridad, y no será s prosperado en tus caminos; y
no será s sino oprimido y robado todos los días, y no habrá quien te salve.

Desorientación
Puertas:
1. La idolatría
2. La brujería
3. El maleficio
4. Soberbia
5. Inmoralidad

(LUCAS 15:14) 14 Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella
provincia, y comenzó a faltarle.

(DANIEL 5:21) 21 Y fue echado de entre los hijos de los hombres, y su mente se hizo
semejante a la de las bestias, y con los asnos monteses fue su morada. Hierba le
hicieron comer como a buey, y su cuerpo fue mojado con el rocío del cielo, hasta que
reconoció que el Altísimo Dios tiene dominio sobre el reino de los hombres, y que
pone sobre él al que le place.

LA RAIZ DE LA POBREZA

(EFESIOS 1:3) prosperados 3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señ or Jesucristo,
que nos bendijo con toda bendició n espiritual en los lugares celestiales en Cristo

(SALMO 113:7) 7 El levanta del polvo al pobre, Y al menesteroso alza del muladar,
AVON: MALDICION
23
(PROVERBIOS 13:23)  En el barbecho de los pobres hay mucho pan; Mas se pierde
por falta de juicio.

(PROVERBIOS 14:20) 20 El pobre es odioso aun a su amigo; Pero muchos son los que
aman al rico.

(PROVERBIOS 19:14) 14 La casa y las riquezas son herencia de los padres; Mas de
Jehová la mujer prudente.

EL RECHAZO

“Es una fuerza espiritual donde se esconden espíritus inmundos “

“Transferencia espiritual”

Dios quiere que seamos ricos


(PROVERBIOS 10:25) 25 Como pasa el torbellino, así el malo no permanece; Mas el
justo permanece para siempre.

(PROVERBIOS 4:23) 23 Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazó n;


Porque de él mana la vida.

(2 CORINTIOS 8:7) 7 Por tanto, como en todo abundá is, en fe, en palabra, en ciencia,
en toda solicitud, y en vuestro amor para con nosotros, abundad también en esta
gracia.

(EXODO 10:5) 5 la cual cubrirá la faz de la tierra, de modo que no pueda verse la
tierra; y ella comerá lo que escapó , lo que os quedó del granizo; comerá asimismo todo
á rbol que os fructifica en el campo.

LA INGRATITUD CON DIOS


(ROMANOS 1:19-24) 19 porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios
se lo manifestó . 20 Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen
claramente visibles desde la creació n del mundo, siendo entendidas por medio de las
cosas hechas, de modo que no tienen excusa. 21 Pues habiendo conocido a Dios, no le
glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus
razonamientos, y su necio corazó n fue entenebrecido. 22 Profesando ser sabios, se
hicieron necios, 23 y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de
imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrú pedos y de reptiles. 24 Por lo cual
también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de
modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos,

(MATEO 26:6) 6 Y estando Jesú s en Betania, en casa de Simó n el leproso

“Si queremos salir del abismo hay que dar gracias a Dios” (MALAQUIAS 1:6-7) 6 El
hijo honra al padre, y el siervo a su señ or. Si, pues, soy yo padre, ¿dó nde está mi
honra? y si soy señ or, ¿dó nde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros,
oh sacerdotes, que menospreciá is mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado
tu nombre? 7 En que ofrecéis sobre mi altar pan inmundo. Y dijisteis: ¿En qué te
hemos deshonrado? En que pensá is que la mesa de Jehová es despreciable.

Pensar cuatridimensionalmente
Neville Goddard

“Tu fe es tu fortuna”
“Como usar tu imaginació n”

LILITH
Es una de las potestades que entran en reposo dentro de una persona o un lugar
(casa). Espíritu inmundo

Reposo significa: que las personas sufren ataques de esta entidad pero no saben
có mo sucede con los movimientos que realizan durante su sueñ o.

(LUCAS 11:24) 24 Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares
secos, buscando reposo; y no hallá ndolo, dice: Volveré a mi casa de donde salí.

LA ESTRUCTURA DE LILITH
1. Estructura: Al conocer la estructura sabremos las funciones
2. Una estructura es como los huesos del cuerpo
3. Cada hueso tiene funció n, conexió n y coyuntura

ESTRUCTURA SIGNIFICA: Con quien está conectada y como funciona


LECHUZA: LILITH (ISAIAS 34:14) 14 Las fieras del desierto se encontrará n con las
hienas, y la cabra salvaje gritará a su compañ ero; la lechuza también tendrá allí
morada, y hallará para sí reposo.

NOMBRE: Cuando se conoce el nombre, se conoce el cará cter de la potestad y su


naturaleza
Por ejemplo: Lilith es un demonio femenino
(ZACARIAS 5:9) 9 Alcé luego mis ojos, y miré, y he aquí dos mujeres que salían, y
traían viento en sus alas, y tenían alas como de cigü eñ a, y alzaron el efa entre la tierra
y los cielos.

Lilith es una entidad dual fémina y masculina

LA ESTRUCTURA Y CONEXIONES
1-Lilith
2. Incubos y sucubos
3. Homosexualismo y lesbianismo
4. Bisexualismo
5. Bestialismo
Lilith demonio mentira que merodea por las ruinas

LA HISTORIA DE LILITH

La primera vez que se hace menció n de Lilith fue a mediados del tercer milenio en la
cultura de Sumeria.
- Primer milenio de Adon y Enoc
- Segundo milenio de Noé y Moisés
- Tercer milenio de Abraham y David (incursiones de Lilith)

En periodo del tercer al quinto siglo, estudiosos hebreos dicen que se referían a Lilith
como un demonio femenino.
- Durante la edad de los Caifalistas ella fue dada a conocer como la reina de los
espíritus femeninos.

En el periodo del séptimo siglo aparece por primera vez una imagen tallada de Lilith
en el á rea del norte de Siria.

ABSTENÍO –ESCULAPIO: Entidad demoniaca.


Y en el periodo del octavo siglo en Israel, se le conoce como: demonio con cuerpo de
Querubim y en el periodo talmú dico, aparecía a Lilith como la primera esposa de
Adá n.

REFERENCIA: Los libros del zatar, Talmud, Misarach y la Biblia hacen menció n.

POSIBLE ORIGEN
Algunas doctrinas como la de los judíos, dicen que fue la primera esposa de Adá n y
que se contamino con Sataná s, y Dios la destruyo y la envió al desierto y tomo forma
de demonio hibrido.

INCUBOS Y SUCUBOS: Lili: masculino, Lilith: femenino


Fue destituida de lugares gloriosos (ISAIAS 2:18) y los ídolos desaparecieron por
completo.

HEBREO Ve “Ha” nnnnnnnnn


El “Ve” es un prefijo que significa igual a
El “Ha” es un artículo definido
El nombre Elohim es el plural y se deriva del singular El, que significa Dios

La palabra ídolo solo significa nada son


Kalili, separá ndola Ka-significa igual a Lili.
Jahaloph: significa pasaran y desaparecen.

La traducció n sería y los ídolos igual que Lilith desaparecerá n.

ESTRATEGIA PRINCIPAL DE LILITH


Ella es un vehículo de contaminació n.
Sataná s la usa para intoxicar a través de sexo con incubos y sucubos

Acerca de la intoxicación, la sexualidad transmite espíritus que contaminan la


genética de los individuos.

Contaminació n espiritual a través del sexo, transferencia de espíritus inyecta


espíritus en la parte genital.

El enemigo entra donde hay vacíos.


La gente está siendo afectada por este tipo de experiencias
Los íncubos y sú cubos son espíritus que llegan a tener intimidad con mujeres y
hombres

INCUBO del latín: Incubare, el prefijo “In” significa sobre y “cubre” quiere decir
acostarse sobre ataca a los mujeres.

INCUBO Es una especie de demonio que toma la forma masculina para tener
relaciones sexuales con la mujer.
La prole de tal unió n pertenece a los seres de las tinieblas; este acto sucede mientras
duerme la mujer.
SUCUBO Es un demonio que asume la forma de una mujer hermosa para tener
relaciones sexuales con un hombre
El nombre viene de la palabra latina que quiere decir acostarse debajo.

Lilith: espíritu nocturno eró tico.


El primer encuentro de Lilith con el humano es a través de los sueñ os.
Sueñ os de fantasías eró ticas.
Los sufren solteros, casados, divorciados, viudos.

DEUDA CONYUGAL: A los casados que tienen problemas de intimidad pueden ser
atacados por no pagar su deber conyugal.
1 CORINTIOS 7:5 5 “No se priven el uno del otro excepto de comú n acuerdo y por
cierto tiempo, para dedicarse a la oració n; vuelvan después juntarsen a fin de que
sataná s no los tiente por causa de nuestra falta de dominio propio”.

LA CARNALIDAD: Al resto cuando tiene problemas en su carne de cará cter moral,


pasiones, concupiscencias, tentaciones, injurias.

(1 PEDRO 2:11) 11 “Amados, les ruego como a extranjeros y peregrinos, que se


abstengan de las pasiones carnales que combaten contra el alma.

LOS INFLUENCIADOS POR LA PORNOGRAFIA

(MATEO 6:23) 23 Pero si tu ego esta malo todo tu cuerpo estará lleno de oscuridad.
Así que a la luz que hay en ti es oscuridad ¡cuá n grande no será la oscuridad.

LAS IMAGINACIONES:
La imaginació n retrata imá genes
Las imá genes producen emociones
La pornografía forma imá genes y las emociones provocan deseos de la carne.
La prá ctica y el abuso del cuerpo
Los que practican la autosatisfacció n sexual.

(ROMANOS 1:24) 24 Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las
concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios
cuerpos,

Renuncio al espíritu de Lilith

Debilito sus fortalezas


Renuncio a todo incubo y sú cubo

Todo incubo y sú cubo afuera!

Te prometo Lilith volver a tocar mi cuerpo! vuelva al desierto del Edom ¡fuera! ¡fuera!

Rompo la atadura con Lilith y con todo incubo y sú cubo.

Mi cuerpo es templo y morada del espíritu santo.

Desaloja, desaloja, vete, vete

Deja mi mente

Mis genes de destino de mi ADN de toda influencia de Lilith y de sus íncubos y


sú cubos.

Perdó name Señ or por haberme dejado contaminar por el espíritu de Lilith.

Cierro puertas a Lilith

Soy má s que vencedor

Destruyendo las estrategias a los principados espirituales (Mario Rivera)

Las operaciones de las principales entidades femeninas de las tinieblas (Mario Rivera)

La mente: puerta del alma y el espíritu.


ELIMINANDO LA MALDICION DEL SUDOR DE LA FRENTE

“Pero el Señ or siguió diciendo ciertamente he visto la opresió n que sufre mi pueblo en
Egipto. Los he escuchado quejarse de sus capataces, y conozco bien sus penurias. Así
que he descendido para liberarlos del poder de los egipcios y sacarlos de ese país,
para llevarlos a una tierra buena y espaciosa, tierra donde abunda la leche y la miel.”
“Por eso me propongo a sacarlos de su opresió n en Egipto y llevarlos al país de los
Cananeos; Hititas; Amarreos; Ferezeos, Heveos y Jebuseos.¡ es una tierra donde
abundan la leche y la miel (EXODO 3:7,17) 7 Pero el Señ or siguió
diciendo:―Ciertamente he visto la opresió n que sufre mi pueblo en Egipto. Los he
escuchado quejarse de sus capataces, y conozco bien sus penurias. 17 Por eso me
propongo sacarlos de su opresió n en Egipto y llevarlos al país de los cananeos, hititas,
amorreos, ferezeos, heveos y jebuseos. ¡Es una tierra donde abundan la leche y la
miel!”

¡EL TRABAJO DURO ES UNA MALDICIÓN!


¡El abuso laboral no es prosperidad!
Hay: Prosperidad de la carne con el sudor de la frente
Prosperidad de Sataná s
Prosperidad del espíritu de Dios

El señ or mira el trabajo como una aplicació n

LA PROSPERIDAD DE SATANAS muchos no tienen tiempo libre para su familia de no


poder pasear a alguna parte, de no poder compartir la palabra en reuniones.

El señ or quiere quitar de nosotros toda maldició n DEL SUDOR DE LA FRENTE.

Sataná s invento una mentira en la humanidad, haciéndole creer que la prosperidad


esta en trabajar demasiado.
ISRAIM Esclavitud laboral
¡El trabajo excesivo y mal remunerado es una maldició n!
¡Señ or Dios, tú me llevas a una tierra buena y ancha!
Maldició n: Ser demasiado pobre
La prosperidad con el sudor de la frente hace producir orgullo y produce destrucció n
familiar. Es el sudor de Adá n

EL IMPÍO TRABAJA DURO PORQUE NO TIENE FE


Y Melquisedec Rey de Salem y sacerdote de Dios altísimo, le ofreció pan y vino. Luego
bendijo a Abram con estas palabras ¡ que el Dios altísimo, creador del cielo y la tierra,
bendiga a Abram!.
¡Bendito sea el dios altísimo, que entrego en tus manos a tus enemigos ¡entonces
Abram le dio el diezmo de todo! (GENESIS 14:18-20) 18 Entonces Melquisedec, rey de
Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino; 19 y le bendijo, diciendo: Bendito
sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; 20 y bendito sea el Dios
Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo.

¡DETRÁS DE UNA BENDICIÓN VIENE UN HOMBRE FUERTE QUE TENGO QUE


ECHAR FUERA! ¡TENGO LA UNCIÓN DE GUERRA!
EL DESIERTO DESOLADO, SOLEDAD

En el desierto se ofrecen sacrificios al Señ or (EXODO 3:18) 18 Y oirá n tu voz; e irá s tú ,
y los ancianos de Israel, al rey de Egipto, y le diréis: Jehová el Dios de los hebreos nos
ha encontrado; por tanto, nosotros iremos ahora camino de tres días por el desierto,
para que ofrezcamos sacrificios a Jehová nuestro Dios.

EL PECADO DE MALDAD, REBELDÍA Y MURMURACIÓN DEL PUEBLO DE DIOS


(NUMEROS 14: 1-38) 1 Los israelitas se rebelan contra Jehová   1. Entonces toda la
congregació n gritó , y dio voces; y el pueblo lloró aquella noche. 2 Y se quejaron contra
Moisés y contra Aaró n todos los hijos de Israel; y les dijo toda la multitud: !!Ojalá
muriéramos en la tierra de Egipto; o en este desierto ojalá muriéramos! 3 ¿Y por qué
nos trae Jehová a esta tierra para caer a espada, y que nuestras mujeres y nuestros
niñ os sean por presa? ¿No nos sería mejor volvernos a Egipto? 4 Y decían el uno al
otro: Designemos un capitá n, y volvá monos a Egipto. 5 Entonces Moisés y Aaró n se
postraron sobre sus rostros delante de toda la multitud de la congregació n de los hijos
de Israel. 6 Y Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone, que eran de los que habían
reconocido la tierra, rompieron sus vestidos, 7 y hablaron a toda la congregació n de los
hijos de Israel, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra en
gran manera buena. 8 Si Jehová se agradare de nosotros, él nos llevará a esta tierra, y
nos la entregará ; tierra que fluye leche y miel. 9 Por tanto, no seá is rebeldes contra
Jehová , ni temá is al pueblo de esta tierra; porque nosotros los comeremos como pan;
su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está Jehová ; no los temá is.
10 
Entonces toda la multitud habló de apedrearlos. Pero la gloria de Jehová se mostró
en el taberná culo de reunió n a todos los hijos de Israel, 11 y Jehová dijo a Moisés:
¿Hasta cuá ndo me ha de irritar este pueblo? ¿Hasta cuá ndo no me creerá n, con todas
las señ ales que he hecho en medio de ellos? 12 Yo los heriré de mortandad y los
destruiré, y a ti te pondré sobre gente má s grande y má s fuerte que ellos. 13 Pero
Moisés respondió a Jehová : Lo oirá n luego los egipcios, porque de en medio de ellos
sacaste a este pueblo con tu poder; 14 y lo dirá n a los habitantes de esta tierra, los
cuales han oído que tú , oh Jehová , estabas en medio de este pueblo, que cara a cara
aparecías tú , oh Jehová , y que tu nube estaba sobre ellos, y que de día ibas delante de
ellos en columna de nube, y de noche en columna de fuego; 15 y que has hecho morir a
este pueblo como a un solo hombre; y las gentes que hubieren oído tu fama hablará n,
diciendo: 16 Por cuanto no pudo Jehová meter este pueblo en la tierra de la cual les
había jurado, los mató en el desierto. 17 Ahora, pues, yo te ruego que sea magnificado el
poder del Señ or, como lo hablaste, diciendo: 18 Jehová , tardo para la ira y grande en
misericordia, que perdona la iniquidad y la rebelió n, aunque de ningú n modo tendrá
por inocente al culpable; que visita la maldad de los padres sobre los hijos hasta los
terceros y hasta los cuartos. 19 Perdona ahora la iniquidad de este pueblo segú n la
grandeza de tu misericordia, y como has perdonado a este pueblo desde Egipto hasta
aquí. Jehová castiga a Israel (Dt. 1.34-40) 20 Entonces Jehová dijo: Yo lo he perdonado
conforme a tu dicho. 21 Mas tan ciertamente como vivo yo, y mi gloria llena toda la
tierra, 22 todos los que vieron mi gloria y mis señ ales que he hecho en Egipto y en el
desierto, y me han tentado ya diez veces, y no han oído mi voz, 23 no verá n la tierra de
la cual juré a sus padres; no, ninguno de los que me han irritado la verá . 24 Pero a mi
siervo Caleb, por cuanto hubo en él otro espíritu, y decidió ir en pos de mí, yo le
meteré en la tierra donde entró , y su descendencia la tendrá en posesió n. 25 Ahora
bien, el amalecita y el cananeo habitan en el valle; volveos mañ ana y salid al desierto,
camino del Mar Rojo. 26 Y Jehová habló a Moisés y a Aaró n, diciendo: 27 ¿Hasta cuá ndo
oiré esta depravada multitud que murmura contra mí, las querellas de los hijos de
Israel, que de mí se quejan? 28 Diles: Vivo yo, dice Jehová , que segú n habéis hablado a
mis oídos, así haré yo con vosotros. 29 En este desierto caerá n vuestros cuerpos; todo
el nú mero de los que fueron contados de entre vosotros, de veinte añ os arriba, los
cuales han murmurado contra mí. 30 Vosotros a la verdad no entraréis en la tierra, por
la cual alcé mi mano y juré que os haría habitar en ella; exceptuando a Caleb hijo de
Jefone, y a Josué hijo de Nun. 31 Pero a vuestros niñ os, de los cuales dijisteis que serían
por presa, yo los introduciré, y ellos conocerá n la tierra que vosotros despreciasteis.
32 
En cuanto a vosotros, vuestros cuerpos caerá n en este desierto. 33 Y vuestros hijos
andará n pastoreando en el desierto cuarenta añ os, y ellos llevará n vuestras rebeldías,
hasta que vuestros cuerpos sean consumidos en el desierto. 34 Conforme al nú mero de
los días, de los cuarenta días en que reconocisteis la tierra, llevaréis vuestras
iniquidades cuarenta añ os, un añ o por cada día; y conoceréis mi castigo. 35 Yo Jehová
he hablado; así haré a toda esta multitud perversa que se ha juntado contra mí; en este
desierto será n consumidos, y ahí morirá n. Muerte de los diez espías malvados 36 Y los
varones que Moisés envió a reconocer la tierra, y que al volver habían hecho
murmurar contra él a toda la congregació n, desacreditando aquel país, 37 aquellos
varones que habían hablado mal de la tierra, murieron de plaga delante de Jehová .
38 
Pero Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone quedaron con vida, de entre aquellos
hombres que habían ido a reconocer la tierra.
No tenemos miedo ni nos desanimemos cuando estemos en el Desierto. No nos
quejemos ni murmuremos contra Dios (DEUTERONOMIO 1:19-46) 19 Partimos de
Horeb y pasamos por todo aquel vasto y terrible desierto que visteis, camino de la
regió n montañ osa de los amorreos, tal como el SEÑ OR nuestro Dios nos había
mandado, y llegamos a Cades-barnea. 20 Y os dije: "Habéis llegado a la regió n
montañ osa de los amorreos que el SEÑ OR nuestro Dios va a darnos. 21 "Mira, Israel, el
SEÑ OR tu Dios ha puesto la tierra delante de ti; sube, toma posesió n de ella, como el
SEÑ OR, el Dios de tus padres, te ha dicho. No temas ni te acobardes." 22 Entonces todos
vosotros os acercasteis a mí, y dijisteis: "Enviemos hombres delante de nosotros, que
nos exploren la tierra, y nos traigan noticia del camino por el cual hemos de subir y de
las ciudades a las cuales entraremos." 23 Y me agradó el plan, y tomé a doce hombres
de entre vosotros, un hombre por cada tribu. 24 Y ellos partieron y subieron a la regió n
montañ osa, y llegaron hasta el valle de Escol, y reconocieron la tierra. 25 Tomaron en
sus manos del fruto de la tierra y nos lo trajeron; y nos dieron un informe, diciendo:
"Es una tierra buena que el SEÑ OR nuestro Dios nos da." 26 Sin embargo, no quisisteis
subir, y os rebelasteis contra el mandato del SEÑ OR vuestro Dios. 27 Y murmurasteis
en vuestras tiendas, diciendo: "Porque el SEÑ OR nos aborrece, nos ha sacado de la
tierra de Egipto para entregarnos en manos de los amorreos y
destruirnos. 28 "¿Adó nde subiremos? Nuestros hermanos nos han atemorizado,
diciendo: 'El pueblo es má s grande y má s alto que nosotros; las ciudades son grandes
y fortificadas hasta el cielo. Y ademá s vimos allí a los hijos de Anac.'" 29 Entonces yo os
dije: "No os aterréis ni tengá is miedo de ellos. 30 "El SEÑ OR vuestro Dios, que va
delante de vosotros, El peleará por vosotros, así como lo hizo delante de vuestros ojos
en Egipto, 31 y en el desierto, donde has visto có mo el SEÑ OR tu Dios te llevó , como un
hombre lleva a su hijo, por todo el camino que habéis andado hasta llegar a este
lugar." 32 Pero con todo esto, no confiasteis en el SEÑ OR vuestro Dios, 33 que iba
delante de vosotros en el camino para buscaros lugar dó nde acampar, con fuego de
noche y nube de día, para mostraros el camino por donde debíais andar. 34Entonces
oyó el SEÑ OR la voz de vuestras palabras, y se enojó y juró , diciendo: 35 "Ninguno de
estos hombres, esta generació n perversa, verá la buena tierra que juré dar a vuestros
padres, 36 excepto Caleb, hijo de Jefone; él la verá , y a él y a sus hijos daré la tierra que
ha pisado, pues él ha seguido fielmente al SEÑ OR." 37 El SEÑ OR se enojó también
contra mí por causa vuestra, diciendo: "Tampoco tú entrará s allá . 38 "Josué, hijo de
Nun, que está delante de ti, él entrará allá ; anímale, porque él hará que Israel la
posea. 39 "Y vuestros pequeñ os, que dijisteis que vendrían a ser presa, y vuestros hijos,
que hoy no tienen conocimiento del bien ni del mal, entrará n allá , y a ellos yo la daré, y
ellos la poseerá n. 40 "Pero vosotros, volveos y partid hacia el desierto por el camino del
mar Rojo." 41Entonces respondisteis y me dijisteis: "Hemos pecado contra el SEÑ OR;
nosotros subiremos y pelearemos tal como el SEÑ OR nuestro Dios nos ha mandado." Y
cada uno de vosotros se ciñ ó sus armas de guerra, y pensasteis que era fá cil subir a la
regió n montañ osa. 42 Pero el SEÑ OR me dijo: "Diles: 'No subá is, ni peleéis, pues yo no
estoy entre vosotros; para que no seá is derrotados por vuestros enemigos.'" 43 Y os
hablé, pero no quisisteis escuchar. Al contrario, os rebelasteis contra el mandamiento
del SEÑ OR, y obrasteis con presunció n, y subisteis a la regió n montañ osa. 44 Y los
amorreos que moraban en aquella regió n montañ osa salieron contra vosotros, y os
persiguieron como lo hacen las abejas, y os derrotaron desde Seir hasta
Horma. 45 Entonces volvisteis y llorasteis delante del SEÑ OR, pero el SEÑ OR no
escuchó vuestra voz, ni os prestó oído. 46 Por eso permanecisteis en Cades muchos
días, los días que pasasteis allí.

El amor de Dios cuando estamos en el desierto (DEUTERONOMIO 8:1-20) 1La buena


tierra que han de poseer.  1 Cuidaréis de poner por obra todo mandamiento que yo os
ordeno hoy, para que vivá is, y seá is multiplicados, y entréis y poseá is la tierra que
Jehová prometió con juramento a vuestros padres. 2 Y te acordará s de todo el camino
por donde te ha traído Jehová tú Dios estos cuarenta añ os en el desierto, para afligirte,
para probarte, para saber lo que había en tu corazó n, si habías de guardar o no sus
mandamientos. 3 Y te afligió , y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná , comida
que no conocías tú , ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no só lo de
pan vivirá el hombre, má s de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre.

Tu vestido nunca se envejeció sobre ti, ni el pie se te ha hinchado en estos cuarenta
añ os. 5 Reconoce asimismo en tu corazó n, que como castiga el hombre a su hijo, así
Jehová tu Dios te castiga. 6 Guardará s, pues, los mandamientos de Jehová tu Dios,
andando en sus caminos, y temiéndole. 7 Porque Jehová tu Dios te introduce en la
buena tierra, tierra de arroyos, de aguas, de fuentes y de manantiales, que brotan en
vegas y montes; 8 tierra de trigo y cebada, de vides, higueras y granados; tierra de
olivos, de aceite y de miel; 9 tierra en la cual no comerá s el pan con escasez, ni te
faltará nada en ella; tierra cuyas piedras son hierro, y de cuyos montes sacará s cobre.
10
 Y comerá s y te saciará s, y bendecirá s a Jehová tu Dios por la buena tierra que te
habrá dado. Amonestació n de no olvidar a Dios 11 Cuídate de no olvidarte de Jehová tu
Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno
hoy; 12 no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites, 13 y
tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que
tuvieres se aumente; 14 y se enorgullezca tu corazó n, y te olvides de Jehová tu Dios,
que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre; 15 que te hizo caminar por un
desierto grande y espantoso, lleno de serpientes ardientes, y de escorpiones, y de sed,
donde no había agua, y él te sacó agua de la roca del pedernal; 16 que te sustentó con
maná en el desierto, comida que tus padres no habían conocido, afligiéndote y
probá ndote, para a la postre hacerte bien; 17 y digas en tu corazó n: Mi poder y la
fuerza de mi mano me han traído esta riqueza. 18 Sino acuérdate de Jehová tú Dios,
porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a
tus padres, como en este día. 19 Mas si llegares a olvidarte de Jehová tu Dios y
anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres y a ellos te inclinares, yo lo afirmo
hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis. 20 Como las naciones que Jehová
destruirá delante de vosotros, así pereceréis, por cuanto no habréis atendido a la voz
de Jehová vuestro Dios.

En el desierto y las pruebas siempre el Señ or nos acompañ a (DEUTERONOMIO 29:5-


6) 5 Y yo os he traído cuarenta añ os en el desierto; vuestros vestidos no se han
envejecido sobre vosotros, ni vuestro calzado se ha envejecido sobre vuestro pie.

No habéis comido pan, ni bebisteis vino ni sidra; para que supierais que yo soy
Jehová vuestro Dios.

La rugiente soledad del yermo (DEUTERONOMIO 32:10) 10 Le halló en tierra de


desierto, Y en yermo de horrible soledad; Lo trajo alrededor, lo instruyó ,
Lo guardó como a la niñ a de su ojo.

Saú l en el desierto (1SAMUEL 24:1) 1 Cuando Saú l volvió de perseguir a los filisteos,
le dieron aviso, diciendo: He aquí David está en el desierto de En-gadi.

La huida de ellas por el desierto (1 REYES 19:3-9) 3 Viendo, pues, el peligro, se


levantó y se fue para salvar su vida, y vino a Beerseba, que está en Judá , y dejó allí a su
criado.

Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y
deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová , quítame la vida, pues no soy yo mejor que
mis padres. 5 Y echá ndose debajo del enebro, se quedó dormido; y he aquí luego un
á ngel le tocó , y le dijo: Levá ntate, come. 6 Entonces él miró , y he aquí a su cabecera una
torta cocida sobre las ascuas, y una vasija de agua; y comió y bebió , y volvió a
dormirse.

Y volviendo el á ngel de Jehová la segunda vez, lo tocó , diciendo: Levá ntate y come,
porque largo camino te resta. 8 Se levantó , pues, y comió y bebió ; y fortalecido con
aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de
Dios.

Y allí se metió en una cueva, donde pasó la noche. Y vino a él palabra de Jehová , el
cual le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías?

El desierto de Jerusalén (NEHEMIAS 2:17) 17 Les dije, pues: Vosotros veis el mal en
que estamos, que Jerusalén está desierta, y sus puertas consumidas por el fuego;
venid, y edifiquemos el muro de Jerusalén, y no estemos má s en oprobio.

Así siendo rebeldes el Señ or no nos abandona. (NEHEMIAS 9:18 -19) 18 Ademá s,
cuando hicieron para sí becerro de fundició n y dijeron: Este es tu Dios que te hizo
subir de Egipto; y cometieron grandes abominaciones, 19 tú , con todo, por tus muchas
misericordias no los abandonaste en el desierto. La columna de nube no se apartó de
ellos de día, para guiarlos por el camino, ni de noche la columna de fuego, para
alumbrarles el camino por el cual habían de ir.
Muchas veces no nos revelados contra el señ or cuando estamos en el desierto
(SALMO 78:40-41) 40!!Cuá ntas veces se rebelaron contra él en el desierto, Lo
enojaron en el yermo! 41 Y volvían, y tentaban a Dios, Y provocaban al Santo de Israel.

Doblemos rodilla ante el Señ or y arrepintá monos de toda rebeldía, maldad y


quejadera (SALMO 95:6-10)6 Venid, adoremos y postrémonos; Arrodillémonos
delante de Jehová nuestro Hacedor. 7 Porque él es nuestro Dios; Nosotros el pueblo de
su prado, y ovejas de su mano. Si oyereis hoy su voz, 8 No endurezcá is vuestro
corazó n, como en Meriba, Como en el día de Masah en el desierto, 9 Donde me tentaron
vuestros padres,
10 
Me probaron, y vieron mis obras. Cuarenta añ os estuve disgustado con la nació n,
Y dije: Pueblo es que divaga de corazó n, Y no han conocido mis caminos.

Cuando nos rebelamos contra Dios el convierte el manantial en tierra seca (SALMO
107: 17, 19, 33-34)17 Fueron afligidos los insensatos, a causa del camino de su
rebelió n
Y a causa de sus maldades; 19 Pero clamaron a Jehová en su angustia,
Y los libró de sus aflicciones. 33 El convierte los ríos en desierto,
Y los manantiales de las aguas en sequedales; 34 La tierra fructífera en estéril,
Por la maldad de los que la habitan.
Las cortinas de humo en el desierto (CANTARES 3:6) 6 ¿Quién es ésta que sube del
desierto como columna de humo, Sahumada de mirra y de incienso
Y de todo polvo aromá tico?

Los palacios convertidos en desierto (ISAIAS 32:14) 14 Porque los palacios quedará n
desiertos, la multitud de la ciudad cesará ; las torres y fortalezas se volverá n cuevas
para siempre, donde descansen asnos monteses, y ganados hagan majada.

Se alegraran el desierto y la soledad; se regocijara el desierto y florecerá como el


azafrá n florecerá y se regocijara (ISAIAS 35:1-10) 1 Se alegrará n el desierto y la
soledad; el yermo se gozará y florecerá como la rosa. 2 Florecerá profusamente, y
también se alegrará y cantará con jú bilo; la gloria del Líbano le será dada, la
hermosura del Carmelo y de Saró n. Ellos verá n la gloria de Jehová , la hermosura del
Dios nuestro. 3 Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles. 4 Decid a
los de corazó n apocado: Esforzaos, no temá is; he aquí que vuestro Dios viene con
retribució n, con pago; Dios mismo vendrá , y os salvará . 5 Entonces los ojos de los
ciegos será n abiertos, y los oídos de los sordos se abrirá n. 6 Entonces el cojo saltará
como un ciervo, y cantará la lengua del mudo; porque aguas será n cavadas en el
desierto, y torrentes en la soledad. 7 El lugar seco se convertirá en estanque, y el
sequedal en manaderos de aguas; en la morada de chacales, en su guarida, será lugar
de cañ as y juncos. 8 Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad;
no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este
camino, por torpe que sea, no se extraviará . 9 No habrá allí leó n, ni fiera subirá por él,
ni allí se hallará , para que caminen los redimidos. 10 Y los redimidos de Jehová
volverá n, y vendrá n a Sion con alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y
tendrá n gozo y alegría, y huirá n la tristeza y el gemido.

¡Gritara de alegría! Se le dará la gloria del Líbano y el esplendor del Carmelo y


desazó n ellos verá n la gloria del Señ or, el esplendor del nuestro Dios.

Preparemos en el desierto el camino para el Señ or (ISAIAS 40:3) 3 Voz que clama en el
desierto: Preparad camino a Jehová ; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios.

El Señ or abrirá camino en el desierto y manantiales entre los valles (ISAIAS 41:16-
25)
16 
Los aventará s, y los llevará el viento, y los esparcirá el torbellino; pero tú te
regocijará s en Jehová , te gloriará s en el Santo de Israel. 17 Los afligidos y menesterosos
buscan las aguas, y no las hay; seca está de sed su lengua; yo Jehová los oiré, yo el Dios
de Israel no los desampararé. 18 En las alturas abriré ríos, y fuentes en medio de los
valles; abriré en el desierto estanques de aguas, y manantiales de aguas en la tierra
seca.
19 
Daré en el desierto cedros, acacias, arrayanes y olivos; pondré en la soledad
cipreses, pinos y bojes juntamente, 20 para que vean y conozcan, y adviertan y
entiendan todos, que la mano de Jehová hace esto, y que el Santo de Israel lo creó .
Dios reta a los falsos dioses 21 Alegad por vuestra causa, dice Jehová ; presentad
vuestras pruebas, dice el Rey de Jacob. 22 Traigan, anú nciennos lo que ha de venir;
dígannos lo que ha pasado desde el principio, y pondremos nuestro corazó n en ello;
sepamos también su postrimería, y hacednos entender lo que ha de venir. 23 Dadnos
nuevas de lo que ha de ser después, para que sepamos que vosotros sois dioses; o a lo
menos haced bien, o mal, para que tengamos qué contar, y juntamente nos
maravillemos. 24 He aquí que vosotros sois nada, y vuestras obras vanidad;
abominació n es el que os escogió . 25 Del norte levanté a uno, y vendrá ; del nacimiento
del sol invocará mi nombre; y pisoteará príncipes como lodo, y como pisa el barro el
alfarero.

¡Señ or tú está s abriendo camino en el desierto y ríos en lugares desolados si nos


arrepentimos! (ISAIAS 43:18-28) 18 No recordéis las cosas anteriores ni consideréis
las cosas del pasado.  19 He aquí, hago algo nuevo, ahora acontece; ¿no lo percibís? Aun
en los desiertos haré camino y ríos en el yermo.  20 Me glorificará n las bestias del
campo, los chacales y los avestruces, porque he puesto aguas en los desiertos y ríos en
el yermo, para dar de beber a mi pueblo escogido. 21 El pueblo que yo he formado para
mí proclamará mi alabanza. 22 Pero no me has invocado, Jacob, sino que te has cansado
de mí, Israel.  23 No me has traído las ovejas de tus holocaustos, ni me has honrado con
tus sacrificios. No te he abrumado exigiendo ofrendas, ni te he cansado exigiendo
incienso. 
24 
No me has comprado con dinero cañ a aromá tica, ni con la grosura de tus sacrificios
me has saciado; por el contrario me has abrumado con tus pecados, y me has cansado
con tus iniquidades.  25 Yo, yo soy el que borro tus transgresiones por amor a mí
mismo, y no recordaré tus pecados. 26 Hazme recordar, discutamos juntos nuestro
caso; habla tú para justificarte. 27 Tu primer padre pecó , y tus voceros prevaricaron
contra mí. 28 Por tanto, profanaré a los príncipes del santuario, y entregaré a Jacob al
anatema y a Israel al oprobio.

Señ or perdona nuestras iniquidades (ISAIAS 64:6-12) 6 Y todos nosotros somos
como suciedad, y todas nuestras obras justas como trapo de inmundicia; y todos nos
marchitamos como la hoja, y nuestras iniquidades nos llevan como el viento. 7 Y nadie
hay que invoque tu nombre, que se despierte para apoyarse en ti; porque has
escondido de nosotros tu rostro y nos has dejado marchitar a causa de nuestras
iniquidades. 8 Ahora pues, Jehová , tú eres nuestro padre; nosotros somos el barro, y tú
nuestro alfarero; así que obra de tus manos somos todos nosotros. 9 No te enojes
sobremanera, oh Jehová , ni te acuerdes siempre de nuestra iniquidad; he aquí, mira, te
rogamos, pueblo tuyo somos todos nosotros. 10 Tus santas ciudades está n desiertas;
Sió n es un desierto; Jerusalén, una desolació n. 11 Nuestra santa y gloriosa casa, en la
cual te alabaron nuestros padres, fue consumida por el fuego; y todas nuestras cosas
preciosas han sido destruidas. 12 ¿Te contendrá s, oh Jehová , ante estas cosas? ¿Callará s
y nos afligirá s sobremanera?

La maldad es castigada y la infidelidad será recriminada (JEREMIAS 2:15-31) 15 Los


cachorros del leó n rugieron contra él, alzaron su voz, y asolaron su tierra; quemadas
está n sus ciudades, sin morador. 16 Aun los hijos de Menfis y de Tafnes te
quebrantaron la coronilla. 17 ¿No te acarreó esto el haber dejado a Jehová tu Dios,
cuando te conducía por el camino? 18 Ahora, pues, ¿qué tienes tú en el camino de
Egipto, para que bebas agua del Nilo? ¿Y qué tienes tú en el camino de Asiria, para que
bebas agua del Eufrates?
19 
Tu maldad te castigará , y tus rebeldías te condenará n; sabe, pues, y ve cuá n malo y
amargo es el haber dejado tú a Jehová tu Dios, y faltar mi temor en ti, dice el Señ or,
Jehová de los ejércitos. 20 Porque desde muy atrá s rompiste tu yugo y tus ataduras, y
dijiste: No serviré. Con todo eso, sobre todo collado alto y debajo de todo á rbol
frondoso te echabas como ramera. 21 Te planté de vid escogida, simiente verdadera
toda ella; ¿có mo, pues, te me has vuelto sarmiento de vid extrañ a? 22 Aunque te laves
con lejía, y amontones jabó n sobre ti, la mancha de tu pecado permanecerá aú n
delante de mí, dijo Jehová el Señ or. 23 ¿Có mo puedes decir: No soy inmunda, nunca
anduve tras los baales? Mira tu proceder en el valle, conoce lo que has hecho,
dromedaria ligera que tuerce su camino, 24 asna montés acostumbrada al desierto, que
en su ardor olfatea el viento. De su lujuria, ¿quién la detendrá ? Todos los que la
buscaren no se fatigará n, porque en el tiempo de su celo la hallará n. 25 Guarda tus pies
de andar descalzos, y tu garganta de la sed. Mas dijiste: No hay remedio en ninguna
manera, porque a extrañ os he amado, y tras ellos he de ir. 26 Como se avergü enza el
ladró n cuando es descubierto, así se avergonzará la casa de Israel, ellos, sus reyes, sus
príncipes, sus sacerdotes y sus profetas, 27 que dicen a un leñ o: Mi padre eres tú ; y a
una piedra: Tú me has engendrado. Porque me volvieron la cerviz, y no el rostro; y en
el tiempo de su calamidad dicen: Levá ntate, y líbranos. 28 ¿Y dó nde está n tus dioses
que hiciste para ti? Levá ntense ellos, a ver si te podrá n librar en el tiempo de tu
aflicció n; porque segú n el nú mero de tus ciudades, oh Judá , fueron tus dioses. 29 ¿Por
qué porfías conmigo? Todos vosotros prevaricasteis contra mí, dice Jehová . 30 En vano
he azotado a vuestros hijos; no han recibido correcció n. Vuestra espada devoró a
vuestros profetas como leó n destrozador.
31 
!!Oh generació n! atended vosotros a la palabra de Jehová . ¿He sido yo un desierto
para Israel, o tierra de tinieblas? ¿Por qué ha dicho mi pueblo: Somos libres; nunca
má s vendremos a ti?

El Señ or convertirá en desierto quien se aparte de El (JEREMIAS 6:8) 8 Corrígete,


Jerusalén, para que no se aparte mi alma de ti, para que no te convierta en desierto, en
tierra inhabitada.

Paz, paz, cuando en realidad no hay paz. (JEREMIAS 6:14) 14 Y curan la herida de mi
pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz.

La posada en el desierto (JEREMIAS 9:2) 2 !!Oh, quién me diese en el desierto un


albergue de caminantes, para que dejase a mi pueblo, y de ellos me apartase! Porque
todos ellos son adú lteros, congregació n de prevaricadores.

¡Cuídese cada uno de su amigo, no confié ni siquiera en el hermano, porque todo


hermano engaña y todo amigo difama. Se engañan unos a otros; no se hablan
con la verdad, han enseñado sus lenguas a mentir y pecan hasta el cansancio!
(JEREMIAS 9:4-5) 4 Guá rdese cada uno de su compañ ero, y en ningú n hermano tenga
confianza; porque todo hermano engañ a con falacia, y todo compañ ero anda
calumniando. 5 Y cada uno engañ a a su compañ ero, y ninguno habla verdad;
acostumbraron su lengua a hablar mentira, se ocupan de actuar perversamente.

Las ciudades habitadas quedaran desérticas (EZEQUIEL 12:19-20) 19 Y di al pueblo de


la tierra: Así ha dicho Jehová el Señ or sobre los moradores de Jerusalén y sobre la
tierra de Israel: Su pan comerá n con temor, y con espanto beberá n su agua; porque su
tierra será despojada de su plenitud, por la maldad de todos los que en ella moran. 20 Y
las ciudades habitadas quedará n desiertas, y la tierra será asolada; y sabréis que yo
soy Jehová .
El pecado de maldad, abominación, idolatría, adulterio, matar: trae desolació n,
desierto y tristeza, dice El Señ or (EZEQUIEL 33:23-29) 23 Y vino a mí palabra de
Jehová , diciendo: 24 Hijo de hombre, los que habitan aquellos lugares asolados en la
tierra de Israel hablan diciendo: Abraham era uno, y poseyó la tierra; pues nosotros
somos muchos; a nosotros nos es dada la tierra en posesió n. 25 Por tanto, diles: Así ha
dicho Jehová el Señ or: ¿Comeréis con sangre, y a vuestros ídolos alzaréis vuestros
ojos, y derramaréis sangre, y poseeréis vosotros la tierra? 26 Estuvisteis sobre vuestras
espadas, hicisteis abominació n, y contaminasteis cada cual a la mujer de su pró jimo;
¿y habréis de poseer la tierra? 27 Les dirá s así: Así ha dicho Jehová el Señ or: Vivo yo,
que los que está n en aquellos lugares asolados caerá n a espada, y al que está sobre la
faz del campo entregaré a las fieras para que lo devoren; y los que está n en las
fortalezas y en las cuevas, de pestilencia morirá n. 28 Y convertiré la tierra en desierto y
en soledad, y cesará la soberbia de su poderío; y los montes de Israel será n asolados
hasta que no haya quien pase. 29 Y sabrá n que yo soy Jehová , cuando convierta la tierra
en soledad y desierto, por todas las abominaciones que han hecho.

El ejercito de langostas exhortació n al arremetimiento (JOEL 2:1-32) 1 Tocad


trompeta en Sion, y dad alarma en mi santo monte; tiemblen todos los moradores de
la tierra, porque viene el día de Jehová , porque está cercano. 2 Día de tinieblas y de
oscuridad, día de nube y de sombra; como sobre los montes se extiende el alba, así
vendrá un pueblo grande y fuerte; semejante a él no lo hubo jamá s, ni después de él lo
habrá en añ os de muchas generaciones. 3 Delante de él consumirá fuego, tras de él
abrasará llama; como el huerto del Edén será la tierra delante de él, y detrá s de él
como desierto asolado; ni tampoco habrá quien de él escape. 4 Su aspecto, como
aspecto de caballos, y como gente de a caballo correrá n. 5 Como estruendo de carros
saltará n sobre las cumbres de los montes; como sonido de llama de fuego que
consume hojarascas, como pueblo fuerte dispuesto para la batalla. 6 Delante de él
temerá n los pueblos; se pondrá n pá lidos todos los semblantes. 7 Como valientes
correrá n, como hombres de guerra subirá n el muro; cada cual marchará por su
camino, y no torcerá su rumbo. 8 Ninguno estrechará a su compañ ero, cada uno irá por
su carrera; y aun cayendo sobre la espada no se herirá n.

Irá n por la ciudad, correrá n por el muro, subirá n por las casas, entrará n por las
ventanas a manera de ladrones. 10 Delante de él temblará la tierra, se estremecerá n los
cielos; el sol y la luna se oscurecerá n, y las estrellas retraerá n su resplandor. 11 Y
Jehová dará su orden delante de su ejército; porque muy grande es su campamento;
fuerte es el que ejecuta su orden; porque grande es el día de Jehová , y muy terrible;
¿quién podrá soportarlo? La misericordia de Jehová 12 Por eso pues, ahora, dice
Jehová , convertíos a mí con todo vuestro corazó n, con ayuno y lloro y lamento.
13 
Rasgad vuestro corazó n, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios;
porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que
se duele del castigo. 14 ¿Quién sabe si volverá y se arrepentirá y dejará bendició n tras
de él, esto es, ofrenda y libació n para Jehová vuestro Dios? 15 Tocad trompeta en Sion,
proclamad ayuno, convocad asamblea. 16 Reunid al pueblo, santificad la reunió n,
juntad a los ancianos, congregad a los niñ os y a los que maman, salga de su cá mara el
novio, y de su tá lamo la novia. 17 Entre la entrada y el altar lloren los sacerdotes
ministros de Jehová , y digan: Perdona, oh Jehová , a tu pueblo, y no entregues al
oprobio tu heredad, para que las naciones se enseñ oreen de ella. ¿Por qué han de
decir entre los pueblos: Dó nde está su Dios? 18 Y Jehová , solícito por su tierra,
perdonará a su pueblo. 19 Responderá Jehová , y dirá a su pueblo: He aquí yo os envío
pan, mosto y aceite, y seréis saciados de ellos; y nunca má s os pondré en oprobio entre
las naciones. 20 Y haré alejar de vosotros al del norte, y lo echaré en tierra seca y
desierta; su faz será hacia el mar oriental, y su fin al mar occidental; y exhalará su
hedor, y subirá su pudrició n, porque hizo grandes cosas. 21 Tierra, no temas; alégrate y
gó zate, porque Jehová hará grandes cosas. 22 Animales del campo, no temá is; porque
los pastos del desierto reverdecerá n, porque los á rboles llevará n su fruto, la higuera y
la vid dará n sus frutos. 23 Vosotros también, hijos de Sion, alegraos y gozaos en Jehová
vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo, y hará descender sobre
vosotros lluvia temprana y tardía como al principio. 24 Las eras se llenará n de trigo, y
los lagares rebosará n de vino y aceite. 25 Y os restituiré los añ os que comió la oruga, el
saltó n, el revoltó n y la langosta, mi gran ejército que envié contra vosotros.
26 
Comeréis hasta saciaros, y alabaréis el nombre de Jehová vuestro Dios, el cual hizo
maravillas con vosotros; y nunca jamá s será mi pueblo avergonzado. 27 Y conoceréis
que en medio de Israel estoy yo, y que yo soy Jehová vuestro Dios, y no hay otro; y mi
pueblo nunca jamá s será avergonzado. Derramamiento del Espíritu de Dios 28 Y
después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizará n vuestros hijos
y vuestras hijas; vuestros ancianos soñ ará n sueñ os, y vuestros jó venes verá n visiones.
29 
Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos
días. 30 Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de humo.
31 
El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y
espantoso de Jehová . 32 Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será
salvo; porque en el monte de Sion y en Jerusalén habrá salvació n, como ha dicho
Jehová , y entre el remanente al cual él habrá llamado.

El pecado de abandonar a Dios (HAGEO 1:9.11) 9 Buscá is mucho, y hallá is poco; y


encerrá is en casa, y yo lo disiparé en un soplo. ¿Por qué? dice Jehová de los ejércitos.
Por cuanto mi casa está desierta, y cada uno de vosotros corre a su propia casa. 10 Por
eso se detuvo de los cielos sobre vosotros la lluvia, y la tierra detuvo sus frutos. 11 Y
llamé la sequía sobre esta tierra, y sobre los montes, sobre el trigo, sobre el vino, sobre
el aceite, sobre todo lo que la tierra produce, sobre los hombres y sobre las bestias, y
sobre todo trabajo de manos.

Arrepentimiento para que el Señ or nos saque del desierto (MATEO 3:2-3) 2 y
diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. 3 Pues éste es aquel
de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo: Voz del que clama en el desierto:
Preparad el camino del Señ or, Enderezad sus sendas.

La tentació n de Jesú s en el desierto (MATEO 4:1-11) 4  Entonces Jesú s fue llevado por
el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. 2 Y después de haber ayunado
cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. 3 Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres
Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. 4 El respondió y dijo: Escrito
está : No só lo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el piná culo del templo,  y
le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está : A sus á ngeles mandará
acerca de ti, m y, En sus manos te sostendrá n,     Para que no tropieces con tu pie en
piedra. M 7 Jesú s le dijo: Escrito está también: No tentará s al Señ or tu Dios. 8 Otra vez le
llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria
de ellos, 9 y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. 10 Entonces Jesú s le
dijo: Vete, Sataná s, porque escrito está : Al Señ or tu Dios adorará s, y a él só lo servirá s.
11 
El diablo entonces le dejó ; y he aquí vinieron á ngeles y le servían.

Salgan a ver el desierto (MATEO 11:7) 7 Mientras ellos se iban, comenzó Jesú s a decir
de Juan a la gente: ¿Qué salisteis a ver al desierto? ¿Una cañ a sacudida por el viento?

La aparició n del Señ or en el desierto (MATEO 14:13) 13 Oyéndolo Jesú s, se apartó de


allí en una barca a un lugar desierto y apartado; y cuando la gente lo oyó , le siguió a
pie desde las ciudades.

Cuando se rechaza a los profetas que son enviados, las casas quedan desoladas
(MATEO 23:37-39) 37 !!Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los
que te son enviados!!!Cuá ntas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus
polluelos debajo de las alas, y no quisiste! 38 He aquí vuestra casa os es dejada desierta.
39 
Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que digá is: Bendito el que viene
en el nombre del Señ or.

Señ ales del fin del mundo (MATEO 24:23-30) 23 Entonces, si alguno os dijere: Mirad,
aquí está el Cristo, o mirad, allí está , no lo creá is. 24 Porque se levantará n falsos Cristos,
y falsos profetas, y hará n grandes señ ales y prodigios, de tal manera que engañ ará n, si
fuere posible, aun a los escogidos. 25 Ya os lo he dicho antes. 26 Así que, si os dijeren:
Mirad, está en el desierto, no salgá is; o mirad, está en los aposentos, no lo creá is.
27 
Porque como el relá mpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así
será también la venida del Hijo del Hombre. 28 Porque dondequiera que estuviere el
cuerpo muerto, allí se juntará n las á guilas. La venida del Hijo del Hombre (Mr. 13.24-
37; Lc. 21.25-36; 17.25-36; 12.41-48) 29 E inmediatamente después de la tribulació n
de aquellos días, el sol se oscurecerá , y la luna no dará su resplandor, y las estrellas
caerá n del cielo, y las potencias de los cielos será n conmovidas. 30 Entonces aparecerá
la señ al del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentará n todas las tribus de la
tierra, y verá n al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran
gloria.

Apá rtese a un lugar desértico (MARCOS 6:30-31) 30 Los apó stoles se reunieron con
Jesú s y le contaron lo que habían hecho y enseñ ado. 31 Y, como no tenían tiempo ni
para comer, pues era tanta la gente que iba y venía, Jesú s les dijo:―Vengan conmigo
ustedes solos a un lugar tranquilo y descansen un poco.

Jesú s multiplica el pan en el desierto (MARCOS 8:1-10) 8 En aquellos días se reunió de
nuevo mucha gente. Como no tenían nada que comer, Jesú s llamó a sus discípulos y les
dijo: 2 ―Siento compasió n de esta gente porque ya llevan tres días conmigo y no tienen
nada que comer. 3 Si los despido a sus casas sin haber comido, se van a desmayar por
el camino, porque algunos de ellos han venido de lejos. 4 Los discípulos objetaron:
―¿Dó nde se va a conseguir suficiente pan en este lugar despoblado para darles de
comer? 5 ― ¿Cuá ntos panes tienen? —les preguntó Jesú s. ―Siete —respondieron.

Entonces mandó que la gente se sentara en el suelo. Tomando los siete panes, dio
gracias, los partió y se los fue dando a sus discípulos para que los repartieran a la
gente, y así lo hicieron. 7 Tenían ademá s unos cuantos pescaditos. Dio gracias por ellos
también y les dijo a los discípulos que los repartieran. 8 La gente comió hasta quedar
satisfecha. Después los discípulos recogieron siete cestas llenas de pedazos que
sobraron. 9 Los que comieron eran unos cuatro mil. Tan pronto como los
despidió , 10 Jesú s se embarcó con sus discípulos y se fue a la regió n de Dalmanuta.

Jesú s vivió en el desierto (LUCAS 1:80) 80 El niñ o crecía y se fortalecía en espíritu; y
vivió en el desierto hasta el día en que se presentó pú blicamente al pueblo de Israel.

Jesú s nos saca del desierto (JUAN 3:14) 14  »Como levantó Moisés la serpiente en el
desierto, así también tiene que ser levantado el Hijo del hombre,

El lugar desierto (HECHOS 1:20) 20 »Porque en el libro de los Salmos —continuó


Pedro— está escrito: “Que su lugar quede desierto,     y que nadie lo habite”. También
está escrito: »“Que otro se haga cargo de su oficio”.

Los pecados que hemos cometido y por lo cual pagamos en el desierto la maldad de
nuestros antepasados (1 CORINTIOS 10:1-13) PORQUE no quiero, hermanos, que
ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron la mar;

Y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en la mar; 3 Y todos comieron la
misma vianda espiritual; 4 Y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían
de la piedra espiritual que los seguía, y la piedra era Cristo. 5 Mas de muchos de ellos
no se agradó Dios; por lo cual fueron postrados en el desierto. 6 Empero estas cosas
fueron en figura de nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos
codiciaron. 7 Ni seá is honradores de ídolos, como algunos de ellos, segú n está escrito:
Sentó se el pueblo á comer y á beber, y se levantaron á jugar. 8 Ni forniquemos, como
algunos de ellos fornicaron, y cayeron en un día veinte y tres mil. 9 Ni tentemos á
Cristo, como también algunos de ellos le tentaron, y perecieron por las serpientes. 10 Ni
murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el destructor. 11 Y
estas cosas les acontecieron en figura; y son escritas para nuestra admonició n, en
quienes los fines de los siglos han parado. 12 Así que, el que piensa estar firme, mire no
caiga. 13 No os ha tomado tentació n, sino humana: má s fiel es Dios, que no os dejará ser
tentados má s de lo que podéis llevar; antes dará también juntamente con la tentació n
la salida, para que podá is aguantar.

Advertencia contra incredulidad, el endurecimiento de corazó n rebelió n (HEBREOS


3:7-19) 7 Por eso, como dice el Espíritu Santo: «Si ustedes oyen hoy su voz, 8  no
endurezcan el corazó n como sucedió en la rebelió n, en aquel día de prueba en el
desierto. 9 Allí sus antepasados me tentaron y me pusieron a prueba,
a pesar de haber visto mis obras cuarenta añ os. 10 Por eso me enojé con aquella
generació n,  y dije: “Siempre se descarría su corazó n, y no han reconocido mis
caminos”.
11 
Así que, en mi enojo, hice este juramento: “Jamá s entrará n en mi reposo”».
12 
Cuídense, hermanos, de que ninguno de ustedes tenga un corazó n pecaminoso e
incrédulo que los haga apartarse del Dios vivo. 13 Má s bien, mientras dure ese «hoy»,
anímense unos a otros cada día, para que ninguno de ustedes se endurezca por el
engañ o del pecado. 14 Hemos llegado a tener parte con Cristo, con tal que retengamos
firme hasta el fin la confianza que tuvimos al principio. 15 Como se acaba de decir: «Si
ustedes oyen hoy su voz, no endurezcan el corazó n como sucedió en la rebelió n».
16 
Ahora bien, ¿quiénes fueron los que oyeron y se rebelaron? ¿No fueron acaso todos
los que salieron de Egipto guiados por Moisés? 17 ¿Y con quiénes se enojó Dios durante
cuarenta añ os? ¿No fue acaso con los que pecaron, los cuales cayeron muertos en el
desierto? 18 ¿Y a quiénes juró Dios que jamá s entrarían en su reposo, sino a los que
desobedecieron?[c]19 Como podemos ver, no pudieron entrar por causa de su
incredulidad.
Tenemos que aprender cuando estamos en el desierto (HEBREOS 11:31-40) 31 Por la
fe la prostituta Rajab no murió junto con los desobedientes, pues había recibido en
paz a los espías.32 ¿Qué má s voy a decir? Me faltaría tiempo para hablar de Gedeó n,
Barac, Sansó n, Jefté, David, Samuel y los profetas, 33 los cuales por la fe conquistaron
reinos, hicieron justicia y alcanzaron lo prometido; cerraron bocas de
leones, 34 apagaron la furia de las llamas y escaparon del filo de la espada; sacaron
fuerzas de flaqueza; se mostraron valientes en la guerra y pusieron en fuga a ejércitos
extranjeros. 35 Hubo mujeres que por la resurrecció n recobraron a sus muertos. Otros,
en cambio, fueron muertos a golpes, pues para alcanzar una mejor resurrecció n no
aceptaron que los pusieran en libertad. 36 Otros sufrieron la prueba de burlas y azotes,
e incluso de cadenas y cá rceles. 37 Fueron apedreados, aserrados por la mitad,
asesinados a filo de espada. Anduvieron fugitivos de aquí para allá , cubiertos de pieles
de oveja y de cabra, pasando necesidades, afligidos y maltratados. 38 ¡El mundo no
merecía gente así! Anduvieron sin rumbo por desiertos y montañ as, por cuevas y
cavernas. 39 Aunque todos obtuvieron un testimonio favorable mediante la fe, ninguno
de ellos vio el cumplimiento de la promesa. 40 Esto sucedió para que ellos no llegaran a
la meta sin nosotros, pues Dios nos había preparado algo mejor.

La queja del pueblo de Dios hace que El manifieste su ira (NUMEROS 11:1-35) El
fuego del SEÑ OR en Taberá 1 Un día, el pueblo se quejó de sus penalidades que estaba
sufriendo. Al oírlos el SEÑ OR, ardió en ira y su fuego consumió los alrededores del
campamento. 2 Entonces el pueblo clamó a Moisés, y este oró al SEÑ OR por ellos y el
fuego se apagó . 3 Por eso aquel lugar llegó a ser conocido como Taberá , pues el fuego
del SEÑ OR ardió entre ellos. Queja del pueblo en Quibrot Hatavá 4 Al populacho que iba
con ellos le vino un apetito voraz. Y también los israelitas volvieron a llorar, y dijeron:
«¡Quién nos diera carne! 5 ¡Có mo echamos de menos el pescado que comíamos gratis
en Egipto! ¡También comíamos pepinos y melones, y puerros, cebollas y ajos! 6 Pero
ahora, tenemos reseca la garganta; ¡y no vemos nada que no sea este maná !» 7 A
propó sito, el maná se parecía a la semilla del cilantro y brillaba como la resina. 8 El
pueblo salía a recogerlo, y lo molía entre dos piedras, o bien lo machacaba en
morteros, y lo cocía en una olla o hacía pan con él. Sabía a pan amasado con
aceite. 9 Por la noche, cuando el rocío caía sobre el campamento, también caía el maná .
Queja de Moisés en Quibrot Hatavá 10 Moisés escuchó que las familias del pueblo
lloraban, cada una a la entrada de su tienda, con lo cual hacían que la ira del Señ or se
encendiera en extremo. Entonces, muy disgustado, 11 Moisés oró al Señ or: ―Si yo soy
tu siervo, ¿por qué me perjudicas? ¿Por qué me niegas tu favor y me obligas a cargar
con todo este pueblo? 12 ¿Acaso yo lo concebí, o lo di a luz, para que me exijas que lo
lleve en mi regazo, como si fuera su nodriza, y lo lleve hasta la tierra que les
prometiste a sus antepasados? 13 Todo este pueblo viene llorando a pedirme carne.
¿De dó nde voy a sacarla? 14 Yo solo no puedo con todo este pueblo. ¡Es una carga
demasiado pesada para mí! 15 Si este es el trato que vas a darme, ¡me hará s un favor si
me quitas la vida! ¡Así me veré libre de mi desgracia! El SEÑ OR le responde a Moisés
16
 El Señ or le respondió a Moisés: ―Trá eme a setenta ancianos de Israel, y asegú rate
de que sean ancianos y gobernantes del pueblo. Llévalos a la Tienda de reunió n, y haz
que esperen allí contigo. 17 Yo descenderé para hablar contigo, y compartiré con ellos
el Espíritu que está sobre ti, para que te ayuden a llevar la carga que te significa este
pueblo. Así no tendrá s que llevarla tú solo. 18 »Al pueblo solo le dirá s lo siguiente:
“Santifíquense para mañ ana, pues van a comer carne. Ustedes lloraron ante el SEÑ OR, y
le dijeron: ‘¡Quién nos diera carne! ¡En Egipto la pasá bamos mejor!’ Pues bien,
el SEÑ OR les dará carne, y tendrá n que comérsela. 19 No la comerá n un solo día, ni dos,
ni cinco, ni diez, ni veinte, 20 sino todo un mes, hasta que les salga por las narices y les
provoque ná useas. Y esto, por haber despreciado al SEÑ OR, que está en medio de
ustedes, y por haberle llorado, diciendo: ‘¿Por qué tuvimos que salir de Egipto?’ ”» La
palabra de Dios se cumple 21 Moisés replicó : ―Me encuentro en medio de un ejército
de seiscientos mil hombres, ¿y tú hablas de darles carne todo un mes? 22 Aunque se les
degollaran rebañ os y manadas completas, ¿les alcanzaría? Y aunque se les pescaran
todos los peces del mar, ¿eso les bastaría? 23 El SEÑ OR le respondió a Moisés: ―¿Acaso
el poder del SEÑ OR es limitado? ¡Pues ahora verá s si te cumplo o no mi palabra!
24 
Moisés fue y le comunicó al pueblo lo que el SEÑ OR le había dicho. Después juntó a
setenta ancianos del pueblo, y se quedó esperando con ellos alrededor de la Tienda de
reunió n. 25 El SEÑ OR descendió en la nube y habló con Moisés, y compartió con los
setenta ancianos el Espíritu que estaba sobre él. Cuando el Espíritu descansó sobre
ellos, se pusieron a profetizar. Pero esto no volvió a repetirse. 26 Dos de los ancianos se
habían quedado en el campamento. Uno se llamaba Eldad y el otro Medad. Aunque
habían sido elegidos, no acudieron a la Tienda de reunió n. Sin embargo, el Espíritu
descansó sobre ellos y se pusieron a profetizar dentro del campamento. 27 Entonces un
muchacho corrió a contá rselo a Moisés: ―¡Eldad y Medad está n profetizando dentro
del campamento! 28 Josué hijo de Nun, uno de los siervos escogidos de Moisés,
exclamó : ―¡Moisés, señ or mío, detenlos! 29 Pero Moisés le respondió : ―¿Está s celoso
por mí? ¡Có mo quisiera que todo el pueblo del SEÑ OR profetizara, y que
el SEÑ OR pusiera su Espíritu en todos ellos! 30 Entonces Moisés y los ancianos
regresaron al campamento. Las codornices 31 El SEÑ OR desató un viento que trajo
codornices del mar y las dejó caer sobre el campamento. Las codornices cubrieron los
alrededores del campamento, en una superficie de casi un día de camino y a una altura
de casi un metro[b] sobre la superficie del suelo. 32 El pueblo estuvo recogiendo
codornices todo ese día y toda esa noche, y todo el día siguiente. ¡Ninguno recogió
menos de dos toneladas! Después las distribuyeron por todo el campamento.
33 
Ni siquiera habían empezado a masticar la carne que tenían en la boca cuando la ira
del SEÑ OR se encendió contra el pueblo y los hirió con un horrendo castigo. 34 Por eso
llamaron a ese lugar Quibrot Hatavá , porque allí fue sepultado el pueblo glotó n.
35 
Desde Quibrot Hatavá el pueblo partió rumbo a Jazerot, y allí se quedó .

PECADO, MALDAD, INIQUINIDAD


ADVERTENCIAS BASADAS EN LA HISTORIA DE ISRAEL

No quiero que desconozcan, hermanos, que nuestros antepasados estuvieron todos


bajo la nube y que todos atravesaron el mar.  Todos ellos fueron bautizados en la nube
y en el mar para unirse a Moisés. Todos también comieron el mismo alimento
espiritual  y tomaron la misma bebida espiritual, pues bebían de la roca espiritual que
los acompañ aba, y la roca era Cristo.  Sin embargo, la mayoría de ellos no agradaron a
Dios, y sus cuerpos quedaron tendidos en el desierto.

Todo eso sucedió para servirnos de ejemplo, a fin de que no nos apasionemos por lo
malo, como lo hicieron ellos. 
No sean idó latras, como lo fueron algunos de ellos, segú n está escrito: “Se sentó el
pueblo a comer y a beber, y se entregó al desenfreno”. No cometamos inmoralidad
sexual, como algunos lo hicieron, por lo que en un solo día perecieron veintitrés
mil. Tampoco pongamos a prueba al Señor, como lo hicieron algunos y murieron
víctimas de las serpientes.  Ni murmuren contra Dios, como lo hicieron algunos y
sucumbieron a manos del á ngel destructor.

Todo eso les sucedió para servir de ejemplo, y quedó escrito para advertencia nuestra,
pues a nosotros nos ha llegado el fin de los tiempos.  Por lo tanto, si alguien piensa que
está firme, tenga cuidado de no caer.  Ustedes no han sufrido ninguna tentació n que no
sea comú n al género humano. Pero Dios es fiel, y no permitirá que ustedes sean
tentados má s allá de lo que puedan aguantar. Má s bien, cuando llegue la tentació n, él
les dará una salida también a fin de que puedan resistir. (1 CORINTIOS 10:4-13) 4 Y
todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la piedra espiritual que
los seguía, y la piedra era Cristo. 5 Mas de muchos de ellos no se agradó Dios; por lo
cual fueron postrados en el desierto. 6 Empero estas cosas fueron en figura de
nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron. 7 Ni seá is
honradores de ídolos, como algunos de ellos, segú n está escrito: Sentó se el pueblo á
comer y á beber, y se levantaron a jugar. 8 Ni forniquemos, como algunos de ellos
fornicaron, y cayeron en un día veinte y tres mil. 9 Ni tentemos a Cristo, como también
algunos de ellos le tentaron, y perecieron por las serpientes. 10 Ni murmuréis, como
algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el destructor. 11 Y estas cosas les
acontecieron en figura; y son escritas para nuestra admonició n, en quienes los fines de
los siglos han parado. 12 Así que, el que piensa estar firme, mire no caiga. 13 No os ha
tomado tentació n, sino humana: má s fiel es Dios, que no os dejará ser tentados má s de
lo que podéis llevar; antes dará también juntamente con la tentació n la salida, para
que podá is aguantar.


Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían!
¡Cuá ntas veces quise reunir a tus hijos, como reú ne la gallina a sus pollitos debajo de
sus alas, pero no quisiste!  Pues bien, la casa de ustedes va a quedar abandonada.  Y les
advierto que ya no volverá n a verme hasta que digan: “¡Bendito el que viene en el
nombre del Señ or!” (MATEO 23:37-39) 37 Jerusalem, Jerusalem, que matas á los
profetas, y apedreas á los que son enviados á ti! cuá ntas veces quise juntar tus hijos,
como la gallina junta sus pollos debajo de las alas, y no quisiste! 38 He aquí vuestra casa
os es dejada desierta. 39 Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que
digá is: Bendito el que viene en el nombre del Señ or.
LIBERACION DE LA CASA CONTAMINADA

Ustedes obedezcan mis estatutos y preceptos. Ni los nativos ni los extranjeros que
vivan entre ustedes deben practicar ninguna de estas abominaciones,  pues las
practicaron los que vivían en esta tierra antes que ustedes, y la tierra se
contaminó.  Si ustedes contaminan la tierra, ella los vomitará como vomitó a las
naciones que la habitaron antes que ustedes. (LEVITICO 18:26-28) 26 Guardad, pues,
vosotros mis estatutos y mis derechos, y no hagá is ninguna de todas estas
abominaciones: ni el natural ni el extranjero que peregrina entre vosotros. 27 (Porque
todas estas abominaciones hicieron los hombres de la tierra, que fueron antes de
vosotros, y la tierra fue contaminada:) 28 Y la tierra no os vomitará , por haberla
contaminado, como vomitó a la gente que fue antes de vosotros.

COMPRAR CASA USADA: saber si los que vivieron allí tuvieron costumbres erradas
“El SEÑ OR tu Dios te hará entrar en la tierra que les juró a tus antepasados Abraham,
Isaac y Jacob. En una tierra con ciudades grandes y prósperas que tú no edificaste, 
con casas llenas de toda clase de bienes que tú no acumulaste, con cisternas que
no cavaste, y con viñas y olivares que no plantaste”. (DEUTERONOMIO 6:10-11) 10 Y
será , cuando Jehová tu Dios te hubiere introducido en la tierra que juró a tus padres
Abraham, Isaac, y Jacob, que te daría; en ciudades grandes y buenas que tú no
edificaste, 11 Y casas llenas de todo bien, que tú no henchiste, y cisternas cavadas, que
tú no cavaste, viñ as y olivares que no plantaste: luego que comieres y te hartares,

PORQUE SE CONTAMINA UNA CASA

Dios da la primera casa al hombre.


Dios el Señ or planto un jardín al oriente del Edén, allí puso al hombre que había
formado (GENESIS 2:8) 8 Y había Jehová Dios plantado un huerto en Edén al oriente, y
puso allí al hombre que había formado.

Dios el SEÑ OR tomó al hombre y lo puso en el jardín del Edén para que lo cultivara y lo
cuidara, (GENESIS 2:15) 15 Tomó , pues, Jehová Dios al hombre, y le puso en el huerto
de Edén, para que lo labrara y lo guardase.

Edén: delicia, lugar placentero jardín pero Adá n altero este lugar.
“La serpiente era má s astuta que todos los animales del campó que Dios el Señ or
había hecho, así que le pregunto a la mujer: - ¿es verdad que Dios les dijo que no
comieran de ningú n á rbol del jardín?

Entonces Dios el Señ or expulsó al ser humano del jardín del Edén, para que trabajara
la tierra de la cual había sido hecho. Luego de expulsarlo, puso al oriente del jardín del
Edén a los “querubines”, y una “espada ardiente” que se movía por todos lados,
para custodiar el camino que lleva al “árbol de la vida.” (GENESIS 3:23-24) 23 Y
sacó lo Jehová del huerto de Edén, para que labrase la tierra de que fué tomado.
24 
Echó , pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una
espada encendida que se revolvía á todos lados, para guardar el camino del á rbol de la
vida.

Dios tuvo que expulsar al hombre para sanar el ambiente contaminado. (24)
24 
Echó , pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una
espada encendida que se revolvía á todos lados, para guardar el camino del á rbol de la
vida. Quiere decir “no traspasar nuestro corazó n, la vida, la casa y nuestras
posesiones. Dios puso á ngeles y querubines para resguardar su Edén.

Portales espirituales: son puertas, puentes o tú neles que conectan otra dimensió n.
“Cuando una familia, una casa han sido contaminadas toda persona que lleguen
allí se contaminara y contaminara a donde ella llegue”

“Asegú rense de que nadie deje de alcanzar la gracia de Dios, de que ninguna raíz de
amargura brote y cause dificultades y contamine (corrompa) a muchos” (HEBREOS
12:15) 15 Asegú rense de que nadie deje de alcanzar la gracia de Dios; de que ninguna
raíz amarga brote y cause dificultades y corrompa a mucho.

No debemos tomar ni llevar a la casa cosas que hayan servido como objetos en ritos,
magia negra, tribus etc.

El pecado y la maldición de Acán. Acá n tomo elementos que le habían sido


prohibidos coger: El contamino su casa sus bienes, y la desgracia cayó sobre él.
(JOSUE 7:16-26) 16 Al día siguiente, muy de madrugada, Josué mandó llamar, una por
una, a las tribus de Israel; y la suerte cayó sobre Judá . 17 Todos los clanes de Judá se
acercaron, y la suerte cayó sobre el clan de Zera. Del clan de Zera la suerte cayó sobre
la familia de Zabdí. 18 Josué, entonces, hizo pasar a cada uno de los varones de la
familia de Zabdí, y la suerte cayó sobre Acá n hijo de Carmí, nieto de Zabdí y bisnieto
de Zera. 19 Entonces Josué lo interpeló : ―Hijo mío, honra y alaba al SEÑ OR, Dios de
Israel. Cuéntame lo que has hecho. ¡No me ocultes nada! 20 Acá n le replicó : ―Es cierto
que he pecado contra el SEÑ OR, Dios de Israel. Esta es mi falta: 21 Vi en el botín un
hermoso manto de Babilonia, doscientas monedas de plata y una barra de oro de
medio kilo. Me deslumbraron y me apropié de ellos. Entonces los escondí en un hoyo
que cavé en medio de mi carpa. La plata está también allí, debajo de todo. 22 En
seguida, Josué envió a unos mensajeros, los cuales fueron corriendo a la carpa de
Acá n. Allí encontraron todo lo que Acá n había escondido, 23 lo recogieron y se lo
llevaron a Josué y a los israelitas, quienes se lo presentaron al SEÑ OR. 24 Y Josué y todos
los israelitas tomaron a Acá n, bisnieto de Zera, y lo llevaron al valle de Acor, junto con
la plata, el manto y el oro; también llevaron a sus hijos, sus hijas, el ganado, su carpa y
todas sus posesiones. Cuando llegaron al valle de Acor, 25 Josué exclamó : ― ¿Por qué
has traído esta desgracia sobre nosotros? ¡Que el SEÑ OR haga caer sobre ti esa misma
desgracia! Entonces todos los israelitas apedrearon a Acá n y a los suyos, y los
quemaron. 26 Luego colocaron sobre ellos un gran montó n de piedras que sigue en pie
hasta el día de hoy. Por eso aquel lugar se llama valle de Acor. Así aplacó el SEÑ OR el
ardor de su ira. Tomado de la anatema (prohibida) (JOSUE 7:1) 7 Sin embargo, los
israelitas desobedecieron al SEÑ OR conservando lo que él había decidido que fuera
destinado a la destrucció n, pues Acá n hijo de Carmí, nieto de Zabdí y bisnieto de Zera,
guardó para sí parte del botín que Dios había destinado al exterminio. Este hombre de
la tribu de Judá provocó la ira del SEÑ OR contra los israelitas.
Zinar: 666 espíritu del anti Cristo ¿O có mo puede entrar alguien en la casa de un
hombre fuerte y arrebatarle sus bienes, a menos que primero lo ate? Solo así podrá
robar su casa. (MATEO 12:29) 29 Porque, ¿có mo puede alguno entrar en la casa del
valiente, y saquear sus alhajas, si primero no prendiere al valiente? y entonces
saqueará su casa.

ATAQUES ESPIRITUALES EN CASA

1. Sabotaje a la economía
2. Enfermedades extrañ as
3. Divisiones familiares
4. Mucha ansiedad
5. Falta de paz
6. Contiendas
7. Pecados escondidos en casa

LA HISTORIA

Cada casa tiene diferente historia, diferentes problemas, diferentes pruebas.


“has abandona tu pueblo, a los descendientes de Jacob, porque están llenos de
astrólogos de oriente, de adivinos como entre los filisteos y hacen tratos con
extranjeros” (ISAIAS 2:6) 6 Ciertamente tú has dejado tu pueblo, la casa de Jacob,
porque son henchidos de oriente, y de agoreros, como los Filisteos; y en hijos ajenos
descansan.

TACTICAS DE POSESION

PRIMER PASO: Desensibilizar a los habitantes de casa

SEGUNDO: Provocar abrir un portal de entrada. Los portales se abren a partir del mío.

MEDIA: Películas de terror

OBJETOS: Regalos, casas heredadas que hayan sido recogidas en ruinas.


MATERIAL: Traer cosas abominables, antigü edades compradas donde hubo ruinas

“No metas en casa nada que sea abominable. Todo esto debe ser destruido.
Recházalo y detéstalo por completo, para que no seas destruido tú también”
(DEUTERONOMIO 7:26) 26 Y no meterá s abominació n en tu casa, porque no seas
anatema como ello; del todo lo aborrecerá s y lo abominará s; porque es anatema.

TACTICAS DE POSESION
1. PASO : Busca por una propiedad
2. PASO: Se adapta al vecindario
3. PASO: Encaja en el ambiente
4. PASO: Trae sus posesiones

2. BUSCA QUEDARSE POR MUCHO TIEMPO


2. Excluye el derecho del bueno
3. Intentará ganar la propiedad

No veamos como normal cuando alrededor de nuestra propiedad, de nuestra casa


encontramos plumas negras.

No es normal cuando los gatos hacen sus deposiciones alrededor de la casa.

Se oyen voces, hay ruidos contantes, se encienden las luces, encontrar pá jaros
muertos, malos olores constantes, agarrones constantes en los que habitan la casa.

SÍNTOMAS DE PRESENCIA DE INTRUSOS.

 Presencia extrañ a.
 Se oyen ruidos.
 Sensació n de que alguien vigila.
 Malos olores.
 Plagas de insectos inusuales.
 Aparecen objetos extrañ os.
 Insectos todo el tiempo: hormigas, ratas, cucarachas, murciélagos.

Entonces Jacob dijo a su familia y a quienes lo acompañaban: Desháganse de


todos los dioses extraños que tengan con ustedes, purifíquense y cambiarse de
ropa. Vámonos a Israel. Allí construiré un altar al Dios que me socorrió, cuando
estaba yo en peligro y que me ha acompañado en mi camino. (GÉNESIS 35: 2-3).

Entonces Jacob dijo á su familia y á todos los que con él estaban: Quitad los dioses
ajenos que hay entre vosotros, y limpiaos, y mudad vuestros vestidos.  3 Y
levantémonos, y subamos á Beth-el; y haré allí altar al Dios que me respondió en el día
de mi angustia, y ha sido conmigo en el camino que he andado.

LA CASA DEDICADA A DIOS.


1. Dedicar las pertenencias.
2. Mi familia.
3. Lo que allí haremos, costumbres, etcétera, los bienes.

“Después me harán un santuario para que yo habite entre ustedes. El santuario y


todo su inmobiliario deberá n de ser una réplica exacta del modelo que yo te mostraré
(EXODO 25:8) 8 Y hará n un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos.

Grabate en el corazó n estas palabras que hoy te mando. Incú lcaselas continuamente a
tus hijos. Hablarles de ellas cuando estés en la casa y cuando vayas por el camino,
cuando te acuestes y cuando te levantes. A tal hasta tus manos como un signo; llévalas
en tu frente como una marca; escríbelas en los postes de tu casa y en los portones
de tus ciudades. (DEUTERONOMIO 6:5-9) 5 Y amará s a Jehová tu Dios de todo tu
corazó n, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. 6 Y estas palabras que yo te mando
hoy, estará n sobre tu corazó n; 7 y las repetirá s a tus hijos, y hablará s de ellas estando
en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. 8 Y las atará s
como una señ al en tu mano, y estará n como frontales entre tus ojos; 9 y las escribirá s
en los postes de tu casa, y en tus puertas.

LAS PUERTAS PRINCIPALES.


 La puerta
 Representa autoridad.
 Son los padres de familia.

¡Eleven puertas sus dinteles!; levá ntense puertas antiguas que va a entrar el rey de la
gloria (SALMO 24: 7). 7 Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, Y alzaos vosotras, puertas
eternas, Y entrará el Rey de gloria. Puerta: cabeza.

¡LA CONSAGRACIÓN DE LAS PUERTAS!.


“! Señ or Jesú s que represento la puerta de mi casa! ¡Yo represento a los habitantes de
mi casa y a todos los bienes materiales! yo represento a toda mi casa y declaró en
nombre de todos; ¡yo y mi casa servimos al Señ or!

“No tengan nada que ver con la obras infructuosas de la oscuridad, sino má s bien
denú ncienlas. (Desenmascá relas) (EFESIOS 5: 11-14). 11 Y no comuniquéis con las
obras infructuosas de las tinieblas; sino antes bien redargü idlas. 12 Porque torpe cosa
es aun hablar de lo que ellos hacen en oculto. 13 Má s todas las cosas cuando son
redargü idas, son manifestadas por la luz; porque lo que manifiesta todo, la luz
es. 14 Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, y levá ntate de los muertos, y te
alumbrará Cristo.

DESTRUIR LOS ALTARES.


2
(2 REYES 21:2 -18). E hizo lo malo ante los ojos de Jehová , segú n las abominaciones
de las naciones que Jehová había echado de delante de los hijos de Israel. 3 Porque
volvió a edificar los lugares altos que Ezequías su padre había derribado, y levantó
altares a Baal, e hizo una imagen de Asera, como había hecho Acab rey de Israel; y
adoró a todo el ejército de los cielos, y rindió culto a aquellas cosas. 4 Asimismo edificó
altares en la casa de Jehová , de la cual Jehová había dicho: Yo pondré mi nombre en
Jerusalén. 5 Y edificó altares para todo el ejército de los cielos en los dos atrios de la
casa de Jehová . 6 Y pasó a su hijo por fuego, y se dio a observar los tiempos, y fue
agorero, e instituyó encantadores y adivinos, multiplicando así el hacer lo malo ante
los ojos de Jehová , para provocarlo a ira. 7 Y puso una imagen de Asera que él había
hecho, en la casa de la cual Jehová había dicho a David y a Salomó n su hijo: Yo pondré
mi nombre para siempre en esta casa, y en Jerusalén, a la cual escogí de todas las
tribus de Israel; 8 y no volveré a hacer que el pie de Israel sea movido de la tierra que
di a sus padres, con tal que guarden y hagan conforme a todas las cosas que yo les he
mandado, y conforme a toda la ley que mi siervo Moisés les mandó . 9 Má s ellos no
escucharon; y Manasés los indujo a que hiciesen má s mal que las naciones que Jehová
destruyó delante de los hijos de Israel. 10 Habló , pues, Jehová por medio de sus siervos
los profetas, diciendo: 11 Por cuanto Manasés rey de Judá ha hecho estas
abominaciones, y ha hecho má s mal que todo lo que hicieron los amorreos que fueron
antes de él, y también ha hecho pecar a Judá con sus ídolos; 12 por tanto, así ha dicho
Jehová el Dios de Israel: He aquí yo traigo tal mal sobre Jerusalén y sobre Judá , que al
que lo oyere le retiñ irá n ambos oídos. 13 Y extenderé sobre Jerusalén el cordel de
Samaria y la plomada de la casa de Acab; y limpiaré a Jerusalén como se limpia un
plato, que se friega y se vuelve boca abajo. 14 Y desampararé el resto de mi heredad, y
lo entregaré en manos de sus enemigos; y será n para presa y despojo de todos sus
adversarios; 15 por cuanto han hecho lo malo ante mis ojos, y me han provocado a ira,
desde el día que sus padres salieron de Egipto hasta hoy. 16 Fuera de esto, derramó
Manasés mucha sangre inocente en gran manera, hasta llenar a Jerusalén de extremo a
extremo; ademá s de su pecado con que hizo pecar a Judá , para que hiciese lo malo
ante los ojos de Jehová . 17 Los demá s hechos de Manasés, y todo lo que hizo, y el
pecado que cometió , ¿no está todo escrito en el libro de las cró nicas de los reyes de
Judá ? 18 Y durmió Manasés con sus padres, y fue sepultado en el huerto de su casa, en
el huerto de Uza, y reinó en su lugar Amó n su hijo. (2 REYES 23:4 -15, 24- 27)

Entonces mandó el rey al sumo sacerdote Hilcías, a los sacerdotes de segundo orden,
y a los guardianes de la puerta, que sacasen del templo de Jehová todos los utensilios
que habían sido hechos para Baal, para Asera y para todo el ejército de los cielos; y los
quemó fuera de Jerusalén en el campo del Cedró n, e hizo llevar las cenizas de ellos a
Bet-el. 5 Y quitó a los sacerdotes idó latras que habían puesto los reyes de Judá para
que quemasen incienso en los lugares altos en las ciudades de Judá , y en los
alrededores de Jerusalén; y asimismo a los que quemaban incienso a Baal, al sol y a la
luna, y a los signos del zodíaco, y a todo el ejército de los cielos. 6 Hizo también sacar la
imagen de Asera fuera de la casa de Jehová , fuera de Jerusalén, al valle del Cedró n, y la
quemó en el valle del Cedró n, y la convirtió en polvo, y echó el polvo sobre los
sepulcros de los hijos del pueblo. 7 Ademá s derribó los lugares de prostitució n
idolá trica que estaban en la casa de Jehová , en los cuales tejían las mujeres tiendas
para Asera. 8 E hizo venir todos los sacerdotes de las ciudades de Judá , y profanó los
lugares altos donde los sacerdotes quemaban incienso, desde Geba hasta Beerseba; y
derribó los altares de las puertas que estaban a la entrada de la puerta de Josué,
gobernador de la ciudad, que estaban a la mano izquierda, a la puerta de la ciudad.

Pero los sacerdotes de los lugares altos no subían al altar de Jehová en Jerusalén, sino
que comían panes sin levadura entre sus hermanos. 10 Asimismo profanó a Tofet, que
está en el valle del hijo de Hinom, para que ninguno pasase su hijo o su hija por fuego
a Moloc. 11 Quitó también los caballos que los reyes de Judá habían dedicado al sol a la
entrada del templo de Jehová , junto a la cá mara de Natá n-melec eunuco, el cual tenía a
su cargo los ejidos; y quemó al fuego los carros del sol. 12 Derribó ademá s el rey los
altares que estaban sobre la azotea de la sala de Acaz, que los reyes de Judá habían
hecho, y los altares que había hecho Manasés en los dos atrios de la casa de Jehová ; y
de allí corrió y arrojó el polvo al arroyo del Cedró n. 13 Asimismo profanó el rey los
lugares altos que estaban delante de Jerusalén, a la mano derecha del monte de la
destrucció n, los cuales Salomó n rey de Israel había edificado a Astoret ídolo
abominable de los sidonios, a Quemos ídolo abominable de Moab, y a Milcom ídolo
abominable de los hijos de Amó n. 14 Y quebró las estatuas, y derribó las imá genes de
Asera, y llenó el lugar de ellos de huesos de hombres. 15 Igualmente el altar que estaba
en Bet-el, y el lugar alto que había hecho Jeroboam hijo de Nabat, el que hizo pecar a
Israel; aquel altar y el lugar alto destruyó , y lo quemó , y lo hizo polvo, y puso fuego a la
imagen de Asera. 24 Asimismo barrió Josías a los encantadores, adivinos y terafines, y
todas las abominaciones que se veían en la tierra de Judá y en Jerusalén, para cumplir
las palabras de la ley que estaban escritas en el libro que el sacerdote Hilcías había
hallado en la casa de Jehová . 25 No hubo otro rey antes de él, que se convirtiese a
Jehová de todo su corazó n, de toda su alma y de todas sus fuerzas, conforme a toda la
ley de Moisés; ni después de él nació otro igual. 26 Con todo eso, Jehová no desistió del
ardor con que su gran ira se había encendido contra Judá , por todas las provocaciones
con que Manasés le había irritado. 27 Y dijo Jehová : También quitaré de mi presencia a
Judá , como quité a Israel, y desecharé a esta ciudad que había escogido, a Jerusalén, y a
la casa de la cual había yo dicho: Mi nombre estará allí.

“También destruyó a los sacerdotes idó latras que los reyes de Judá habían nombrado
para quemar incienso en los “ALTARES PAGANOS”, tanto en las ciudades de Judá
como Jerusalén, los cuales quemaban incienso a Baal, al sol, a la luna, al zodíaco y a
todos los astros del cielo! (2 REYES 23:4) 4 Entonces mandó el rey al sumo sacerdote
Hilcías, a los sacerdotes de segundo orden, y a los guardianes de la puerta, que sacasen
del templo de Jehová todos los utensilios que habían sido hechos para Baal, para Asera
y para todo el ejército de los cielos; y los quemó fuera de Jerusalén en el campo del
Cedró n, e hizo llevar las cenizas de ellos a Bet-el.

La desobediencia de Manases (2 CRONICAS 33:3-13) 3 Porque él reedificó los lugares


altos que Ezequías su padre había derribado, y levantó altares a los baales, e hizo
imá genes de Asera, y adoró a todo el ejército de los cielos, y les rindió culto. 4 Edificó
también altares en la casa de Jehová , de la cual había dicho Jehová : En Jerusalén estará
mi nombre perpetuamente. 5 Edificó asimismo altares a todo el ejército de los cielos en
los dos atrios de la casa de Jehová . 6 Y pasó sus hijos por fuego en el valle del hijo de
Hinom; y observaba los tiempos, miraba en agü eros, era dado a adivinaciones, y
consultaba a adivinos y encantadores; se excedió en hacer lo malo ante los ojos de
Jehová , hasta encender su ira. 7 Ademá s de esto puso una imagen fundida que hizo, en
la casa de Dios, de la cual había dicho Dios a David y a Salomó n su hijo: En esta casa y
en Jerusalén, la cual yo elegí sobre todas las tribus de Israel, pondré mi nombre para
siempre; 8 y nunca má s quitaré el pie de Israel de la tierra que yo entregué a vuestros
padres, a condició n de que guarden y hagan todas las cosas que yo les he mandado,
toda la ley, los estatutos y los preceptos, por medio de Moisés. 9 Manasés, pues, hizo
extraviarse a Judá y a los moradores de Jerusalén, para hacer má s mal que las
naciones que Jehová destruyó delante de los hijos de Israel. 10 Y habló Jehová a
Manasés y a su pueblo, mas ellos no escucharon; 11 por lo cual Jehová trajo contra ellos
los generales del ejército del rey de los asirios, los cuales aprisionaron con grillos a
Manasés, y atado con cadenas lo llevaron a Babilonia. 12 Mas luego que fue puesto en
angustias, oró a Jehová su Dios, humillado grandemente en la presencia del Dios de
sus padres. 13 Y habiendo orado a él, fue atendido; pues Dios oyó su oració n y lo
restauró a Jerusalén, a su reino. Entonces reconoció Manasés que Jehová era Dios.

“El Señ or Todopoderoso, El que te plantó , ha decretado una calamidad contra ti por
causa de la maldad que cometieron el pueblo de Israel y la tribu de Judá. Dice el
Señ or:” Me han agraviado al quemar incienso a Baal (JEREMIAS 11:17) 17 Porque
Jehová de los ejércitos que te plantó ha pronunciado mal contra ti, a causa de la
maldad que la casa de Israel y la casa de Judá han hecho, provocá ndome a ira con
incensar a Baal.

Destruyendo altares: Mira el pacto que hago contigo - respondió el Señ or. A la vista
de todo tu pueblo hare maravillas que antes ninguna nació n del mundo han sido
realizadas. El pueblo en medio del cual vives vera las imponentes obras que ya, el
señ or hará por ti.

Ten mucho cuidado de no hacer ningú n pacto con los habitantes de la tierra que vas a
ocupar, pues de lo contrario será n par a ti una trampa.-

Derriba sus altares y haz pedazos sus piedras sagradas y sus imá genes de la diosa
Asera no adores a otros dioses, porque el señ or es muy celoso. Su nombre es Dios
celoso.

No hagas ningú n pacto con los habitantes de esta tierra porque se prostituyen por ir
tras sus dioses, y cuando les ofrezcan sacrificios a esos dioses, te invitaran a participar
de ellos. Y si casas a tu hijo con una de sus mujeres, cuando ella se prostituya por ir
tras sus dioses, inducirá a tu hijo a hacer lo mismo.

No te hagas ídolos de metal fundido (ÉXODO 34:10,12- 17) 10 Y él contestó : He aquí,
yo hago pacto delante de todo tu pueblo; haré maravillas que no han sido hechas en
toda la tierra, ni en nació n alguna, y verá todo el pueblo en medio del cual está s tú , la
obra de Jehová ; porque será cosa tremenda la que yo haré contigo. 12 Guá rdate de
hacer alianza con los moradores de la tierra donde has de entrar, para que no sean
tropezadero en medio de ti. 13 Derribaréis sus altares, y quebraréis sus estatuas, y
cortaréis sus imá genes de Asera. 14 Porque no te has de inclinar a ningú n otro dios,
pues Jehová , cuyo nombre es Celoso, Dios celoso es. 15 Por tanto, no hará s alianza con
los moradores de aquella tierra; porque fornicará n en pos de sus dioses, y ofrecerá n
sacrificios a sus dioses, y te invitará n, y comerá s de sus sacrificios; 16 o tomando de sus
hijas para tus hijos, y fornicando sus hijas en pos de sus dioses, hará n fornicar también
a tus hijos en pos de los dioses de ellas. 17 No te hará s dioses de fundició n.

LA CONTAMINACIÓN DE LOS GENES

“Como bien saben ustedes fueron rescatados de la vida absurda que heredaron de sus
padres antepasados. El precio de su rescate no se pagó con cosas perecederas como el
oro o la plata, sino con la preciosa sangre de Cristo como de un cordero sin mancha y
sin defecto” (1 PEDRO 1:18-19) 18 sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana
manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles,
como oro o plata, 19 sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin
mancha y sin contaminació n.

“Allí en el desierto les dijo a sus padres (descendientes): “no sigan los preceptos de
sus padres: no obedezcan sus leyes, ni se contaminen con sus IDOLOS MAL
OLIENTES” (EZEQUIEL 20:18) 18 antes dije en el desierto a sus hijos: No andéis en los
estatutos de vuestros padres, ni guardéis sus leyes, ni os contaminéis con sus ídolos.

Sin embargo desde Adá n hasta Moisés LA MUERTE, reinó incluso sobre los que
pecaron quebrantando un mandato, como lo hizo Adá n, quien es figura de aquel que
había de venir” (ROMANOS 5:14) 14 No obstante, reinó la muerte desde Adá n hasta
Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresió n de Adá n, el cual es
figura del que había de venir.

“Pero esta clase de demonios no sale sino con oració n y ayuno (MATEO 17:21)
21 
Pero este género no sale sino con oració n y ayuno.

“No te inclines a ellos ni los adores. Yo, el Señ or tu Dios, soy un Dios celoso. Cuando los
padres son malvados y me odian, yo castigo a sus hijos, hasta la tercera y cuarta
generació n” (EXODO 20:5) 5 No te inclinará s a ellas, ni las honrará s; porque yo soy
Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta
la tercera y cuarta generació n de los que me aborrecen.

“Miren al preñ ado de MALDAD: concibió INIQUIDAD y dan a luz MALDAD; En su


vientre se genera el engañ o” (JOB 15:35) 35 Concibieron dolor, dieron a luz iniquidad,
Y en sus entrañ as traman engañ o.

¡Generación de víboras ¡ ¿Có mo pueden ustedes que son malos decir algo bueno?. De
la abundancia del corazó n hasta la boca. (MATEO 12:34) 34!!Generació n de
víboras! ¿Có mo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del
corazó n habla la boca.

“Si tienen un buen á rbol su fruto es bueno; si tiene un mal á rbol, su fruto es malo. Al
á rbol se le conoce por sus frutos” (MATEO 12:33) 33 O haced el á rbol bueno, y su fruto
bueno, o haced el á rbol malo, y su fruto malo; porque por el fruto se conoce el á rbol.
“En aquellos días no volverá a decirse: los padres comieron uvas agrias y a los hijos se
les destemplaron los dientes. Al contrario, al que coma uvas agrias se le destemplaran
los dientes es decir, que cada uno morirá por su propia INIQUIDAD” (JEREMIAS
31:29-30) 29 En aquellos días no dirá n má s: Los padres comieron las uvas agrias y los
dientes de los hijos tienen la dentera, 30 sino que cada cual morirá por su propia
maldad; los dientes de todo hombre que comiere las uvas agrias, tendrá n la dentera.
¡Señ or lá vame de toda MALDAD y límpiame de mi pecado! (SALMOS 51:2) 2 Lá vame
má s y má s de mi maldad, Y límpiame de mi pecado.

Por esto, despó jense de toda inmundicia y de la maldad que tanto abunda para que
puedan recibir con humildad la palabra sembrada en ustedes la cual tiene poder para
salvarles la vida(SANTIAGO 1:21). 21 Por lo cual, desechando toda inmundicia y
abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede
salvar vuestras almas.

(Como tenemos estas promesas queridos hermanos, purificá ndonos de todo lo que
contamina el cuerpo y el espíritu, para completar en el temor de Dios la obra de
nuestra santificació n). (2 CORINTIOS 7:1). 1Así que, amados, puesto que tenemos
tales promesas, limpiémonos de toda contaminació n de carne y de espíritu,
perfeccionando la santidad en el temor de Dios.

“Reconstruirá n las ruinas antiguas, y restauraran las escrituras generacionales (de


antañ o); reparará n las ciudades en ruinas, y los escombros de muchas generaciones”
(ISAÍAS 61:4) 4 Reedificará n las ruinas antiguas, y levantará n los asolamientos
primeros, y restaurará n las ciudades arruinadas, los escombros de muchas
generaciones.

A los que sufren Dios los vibra mediante el sufrimiento; en su aflicció n los consuela.
(JOB 36:15). 15Al pobre librará de su pobreza, Y en la aflicció n despertará su oído.

“Hagas el mal o hagas el bien, los ú nicos afectados será n tus semejantes”. (JOB 35:8).

Al hombre como tú dañ ará tu impiedad,

“Cuídate de no inclinarte a la MALDAD, que por eso fuiste apartado de la aflicció n.


(JOB 36:21). 21 Guá rdate, no te vuelvas a la iniquidad; Pues ésta escogiste má s bien
que la aflicció n.

“En pleno día andará s a tientas ciego en la oscuridad. Fracasaras en todo lo que hagas;
día tras día, será s oprimido, te votará n y no habrá nadie que te socorra”
(DEUTERONOMIO 28:29)0. 29 y palpará s a mediodía como palpa el ciego en la
oscuridad, y no será s prosperado en tus caminos; y no será s sino oprimido y robado
todos los días, y no habrá quien te salve.

EL GEN DE LA MALA SUERTE.


El Transhumanismo: ser modificaciones en la línea germinal. (GENESIS 6:4) 4 Había
gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de
Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que
desde la antigü edad fueron varones de renombre.

LA POBREZA
¡Y te asaltara la pobreza como un bandido, y la escasez como un hombre armado¡
(PROVERBIOS 24:34) 34 Así vendrá como caminante tu necesidad, Y tu pobreza como
hombre armado.

“Al pobre hasta sus enemigos lo aborrecen, pero son muchos los que aman al rico”
(PROVERBIOS 14:20) 20 El pobre es odioso aun a su amigo; Pero muchos son los que
aman al rico.

“Si al pobre lo aborrecen sus parientes, con má s razó n lo evitan sus amigos, aunque
los busca suplicante, por ninguna parte los encuentra”. (PROVERBIOS 19:7) 7 Todos
los hermanos del pobre le aborrecen !Cuá nto má s sus amigos se alejará n de él!
Buscará la palabra, y no la hallará .

“la riqueza del rico es su baluarte; la pobreza del pobre es su ruina” (PROVERBIOS
10:15) 15 Las riquezas del rico son su ciudad fortificada; Y el desmayo de los pobres es
su pobreza.

“el levanta del polvo al pobre y sacar del muladar al necesitado (SALMO 113:7) 7 El
levanta del polvo al pobre, Y al menesteroso alza del muladar.

“Alabado sea Dios, Padre de Nuestro Señ or Jesucristo, que nos ha bendecido en la
regiones celestiales con toda bendició n espiritual en Cristo (EFESIOS 1:3) 3 Bendito
sea el Dios y Padre de nuestro Señ or Jesucristo, que nos bendijo con toda bendició n
espiritual en los lugares celestiales en Cristo,

“En el campo del pobre hay abundante comida, pero esta se pierde donde hay
injusticia” (PROVERBIOS 13:23) 23 En el barbecho de los pobres hay mucho pan;
Mas se pierde por falta de juicio.

“Con las riquezas aumentan los amigos, pero al pobre hasta sus amigos lo abandonan
(PROVERBIOS 19:4) 4 Las riquezas traen muchos amigos; Mas el pobre es apartado
de su amigo.

“Cuando ya lo había gastado todo sobre una gran escasez en la regió n, y el comenzó a
pasar necesidad” (LUCAS 15:14) 14 Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran
hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle.
“(NABUCODONOSOR)” Fue apartado de la gente y recibió la mente de un animal; vivió
entre los asnos salvajes y se alimentó con pasto como el ganado; ¡el rocío de la noche
empapaba su cuerpo! . Todo esto le sucedió hasta que reconoció al Dios altísimo es el
soberano de todos los reinos del mundo, y que se los entrega a quien É l quiere”
(DANIEL 5:21) 21 Y fue echado de entre los hijos de los hombres, y su mente se hizo
semejante a la de las bestias, y con los asnos monteses fue su morada. Hierba le
hicieron comer como a buey, y su cuerpo fue mojado con el rocío del cielo, hasta que
reconoció que el Altísimo Dios tiene dominio sobre el reino de los hombres, y que
pone sobre él al que le place.

“Es mejor confiar (refugiarse) en el Señ or que confiar en el hombre. Es mejor confiar
(refugiarse) en el Señ or que fiarse de los poderosos” (SALMO 118:8-9) 8 Mejor es
confiar en Jehová Que confiar en el hombre. 9 Mejor es confiar en Jehová Que confiar
en príncipes.

Pero si confiesan su maldad y la maldad de sus padres, y su traición y constante


rebeldía contra mí, las cuales me han obligado a mí a enviarlos al país de sus
enemigos, y si su obstinado corazó n se humilla y reconoce su pecado, entonces me
acordare de mi pacto con Jacob, Isaac y Abraham, y también me acordare de la tierra.
Al abandonar ellos la tierra, esta disfrutara de sus sá bados mientras permanezca
deshabitada. Pero tendrá n que reconocer sus pecados por cuanto rechazaron mis
preceptos y aborrecieron mis estatutos. (LEVITICO 26:40-43) 40 Y confesará n su
iniquidad, y la iniquidad de sus padres, por su prevaricació n con que prevaricaron
contra mí; y también porque anduvieron conmigo en oposició n, 41 yo también habré
andado en contra de ellos, y los habré hecho entrar en la tierra de sus enemigos; y
entonces se humillará su corazó n incircunciso, y reconocerá n su pecado. 42 Entonces
yo me acordaré de mi pacto con Jacob, y asimismo de mi pacto con Isaac, y también de
mi pacto con Abraham me acordaré, y haré memoria de la tierra. 43 Pero la tierra será
abandonada por ellos, y gozará sus días de reposo, estando desierta a causa de ellos; y
entonces se someterá n al castigo de sus iniquidades; por cuanto menospreciaron mis
ordenanzas, y su alma tuvo fastidio de mis estatutos.

“ustedes hijos de hechicería, descendientes de adultero con prostituta,


¡acérquense¡ ¿ de quién quieren burlarse?¿a quién le hacen muecas despectivas y le
sacan la lengua? ¿Acaso no son ustedes una generación (camada) de rebeldes, y
una descendencia de mentirosos? (ISAIAS 57:3-4). 3 Mas vosotros llegaos acá ,
hijos de la hechicera, generació n del adú ltero y de la fornicaria. 4 ¿De quién os habéis
burlado? ¿Contra quién ensanchasteis la boca, y alargasteis la lengua? ¿No sois
vosotros hijos rebeldes, generació n mentirosa.

IDOLOS
“Primero les pagaré el doble por su iniquidad y su pecado, porque con los cadáveres
de su ídolos detestables han profanado mi tierra y han llenado mi herencia con sus
abominaciones: Señ or, fuerza y fortaleza mía, mi refugio en el día de mi angustia;
desde los confines de la Tierra vendrá n a ti las naciones y dirá n: ¡solo mentira
heredaron nuestros antepasados; heredaron lo absurdo, lo que no sirve para nada!
(JEREMIAS 16: 18-19) 18 Pero primero pagaré al doble su iniquidad y su pecado;
porque contaminaron mi tierra con los cadá veres de sus ídolos, y de sus
abominaciones llenaron mi heredad. 19 Oh Jehová , fortaleza mía y fuerza mía, y refugio
mío en el tiempo de la aflicció n, a ti vendrá n naciones desde los extremos de la tierra,
y dirá n: Ciertamente mentira poseyeron nuestros padres, vanidad, y no hay en ellos
provecho.
“Allí en el desierto les dije a sus descendientes: no sigan los preceptos de sus padres;
no obedezcan sus leyes, ni se contaminen con sus ídolos malolientes” (EZEQUIEL 20:
18) (SALMO 78: 8) 18 antes dije en el desierto a sus hijos: No andéis en los estatutos
de vuestros padres, ni guardéis sus leyes, ni os contaminéis con sus ídolos. 8 Y no sean
como sus padres, Generació n contumaz y rebelde; Generació n que no dispuso su
corazó n,

Ni fue fiel para con Dios su espíritu.

“La idolatría es causa de la ruina (2 CRONICAS 28:23) 23 porque ofreció sacrificios a


los dioses de Damasco que le habían derrotado, y dijo: Pues que los dioses de los reyes
de Siria les ayudan, yo también ofreceré sacrificios a ellos para que me ayuden; bien
que fueron éstos su ruina, y la de todo Israel.

La idolatría causa de la ruina de un pueblo (JEREMIAS 25:1-14) 1. Palabra que vino a


Jeremías acerca de todo el pueblo de Judá en el añ o cuarto de Joacim hijo de Josías, rey
de Judá , el cual era el añ o primero de Nabucodonosor, rey de Babilonia; 2. la cual habló
el profeta Jeremías a todo el pueblo de Judá y a todos los habitantes de Jerusalén,
diciendo: 3. «Desde el añ o trece de Josías hijo de Amó n, rey de Judá , hasta este día, que
son veintitrés añ os, ha venido a mí palabra de Jehová , y he hablado desde el principio
y sin cesar, pero no escuchasteis. 4. Y envió Jehová a vosotros a todos sus siervos los
profetas. Los envió desde el principio y sin cesar; pero no escuchasteis ni inclinasteis
vuestro oído para escuchar 5. Cuando decían: “Volveos ahora de vuestro mal camino y
de la maldad de vuestras obras, y habitaréis en la tierra que os dio Jehová a vosotros y
a vuestros padres para siempre. 6. Pero no vayá is en pos de dioses ajenos, sirviéndolos
y adorá ndolos, ni me provoquéis a ira con la obra de vuestras manos, y no os haré
mal”. 7. Pero no me habéis escuchado, dice Jehová , sino que me habéis provocado a ira
con la obra de vuestras manos para vuestro propio mal. 8. »Por tanto, así ha dicho
Jehová de los ejércitos: Por cuanto no habéis escuchado mis palabras, 9. yo enviaré y
tomaré a todas las tribus del norte, dice Jehová , y a Nabucodonosor, rey de Babilonia,
mi siervo, y los traeré contra esta tierra y contra sus habitantes, y contra todas estas
naciones en derredor. Los destruiré, y los pondré por espanto, por burla y desolació n
perpetua. 10. Haré que desaparezca de entre ellos la voz del gozo y la voz de la alegría,
la voz del novio y la voz de la novia, el ruido del molino y la luz de la lá mpara. 11. Toda
esta tierra será convertida en ruinas y en espanto; y servirá n estas naciones al rey de
Babilonia durante setenta añ os. 12. Y cuando se hayan cumplido los setenta añ os, dice
Jehová , castigaré al rey de Babilonia y a aquella nació n, por su maldad, y a la tierra de
los caldeos; y la convertiré en desolació n perpetua. 13. Traeré sobre aquella tierra
todas mis palabras que he hablado contra ella, con todo lo que está escrito en este
libro, profetizado por Jeremías contra todas las naciones. 14. Porque también ellas
estará n sometidas a muchas naciones y a grandes reyes; y yo les pagaré conforme a
sus hechos y conforme a la obra de sus manos”.

“¿Por qué no perdonas mis pecados? ¿Por qué no pasas por alto mi maldad? (JOB
8:21)
Aú n llenará tu boca de risa, Y tus labios de jú bilo.

¿Qué es el hombre para creerse puro y el nacido de mujer para alegar inocencia? Si
Dios no confía en sus santos siervos, y ni siquiera considera puros a los cielos, ¡Cuá nto
menos confiaba en el Hombre, que es vil y corrupto y tiene sed de mal. (JOB 15:35)

Concibieron dolor, dieron a luz iniquidad, Y en sus entrañ as traman engañ o.

SALVACIÓN GENETICA

HERENCIA GENÉTICA: brincas el linaje, Renuncio a la atadura (Francis Myles)


Cristo cambia mi ADN negativa
Reclamos demoniacos contra el ADN
Oració n de Jabes: (1CRONICAS 4:9-10) 9 Y Jabes fue má s ilustre que sus hermanos, al
cual su madre llamó Jabes, diciendo: Por cuanto lo di a luz en dolor. 10 E invocó Jabes al
Dios de Israel, diciendo: !!Oh, si me dieras bendició n, y ensancharas mi territorio, y si
tu mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que no me dañ e! Y le otorgó
Dios lo que pidió .

Oració n de Moisés: (EXODO 33:13A) 13 Ahora, pues, si he hallado gracia en tus ojos, te
ruego que me muestres ahora tu camino, para que te conozca, y halle gracia en tus
ojos; y mira que esta gente es pueblo tuyo.

Oració n de Elías (1REYES 18:37) 37 Respó ndeme, Jehová , respó ndeme, para que
conozca este pueblo que tú , oh Jehová , eres el Dios, y que tú vuelves a ti el corazó n de
ellos.

¡HOSSANA! ¡SEÑOR, SALVANOS!


LA UNCIÓN DEL ROMPEDOR (MIQUEAS 2:13) 13 Subirá el que abre caminos delante
de ellos; abrirá n camino y pasará n la puerta, y saldrá n por ella; y su rey pasará delante
de ellos, y a la cabeza de ellos Jehová .

“Dios rompió mis confinamientos y me guía a lo espacioso; yo sigo al Rey y El pasa en


frente guiá ndome!

RECLAMO DEMONIACO DE SOLTERIA (ADN)


SALVACION GENETICA: Herencia genética brincar el linaje. Renuncio a la atadura
Cristo cambia mi ADN negativo

RECLAMO DEMONIACO CONTRA EL ADN


ORACION DE JABES (1 CRONICAS 4:9-10) 9 Y Jabes fue má s ilustre que sus
hermanos, al cual su madre llamó Jabes, diciendo: Por cuanto lo di a luz en dolor. 10 E
invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo: !!Oh, si me dieras bendició n, y ensancharas mi
territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que no me dañ e!
Y le otorgó Dios lo que pidió .

Jabes fue má s importante má s importante que sus hermanos. Cuando su madre le


puso su nombre dijo: “con aflicción lo he dado a luz” Jabes le rogó al Dios se Israel:
“BENDICEME Y ENSANCHA MI TERRITORIO; AYUDAME Y LIBRAME DEL MAL
PARA QUE NO PADEZCA AFLICCIÓN: Y DIOS LE CONCEDIÓ SU PETICIÓN”.
ORACIÓN DE ELIAS; ¡Respóndeme Señor, respóndeme para que esta gente
reconozca que tu Señor, eres Dios, y que estás convirtiendo a Ti su corazón! (1
REYES 18:37) 37 Respó ndeme, Jehová , respó ndeme, para que conozca este pueblo que
tú , oh Jehová , eres el Dios, y que tú vuelves a ti el corazó n de ellos. ¡HOSSANNA!:
Señ or, Sá lvanos.

ESPIRITIU DE SOLEDAD: CORAZÓN QUEBRANTADO Soledad- Vacío, Miedo-


Rechazo.
RECHAZO: (1 JUAN 1:9) 9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para
perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
QUEBRANTO: Romper con Violencia.

LOS GENES
EL CODIGO GENETICO DE ADÁN.
Có digo Adá mico, como liberarnos.
(EXODO 20:5) 5 No te inclinará s a ellas, ni las honrará s; porque yo soy Jehová tu Dios,
fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y
cuarta generació n de los que me aborrecen.

LOS DIEZ MANDAMIENTOS


“No tengas otros dioses además de mí”
No te hagas ningú n ídolo, ni nada que guarde semejanza con lo que hay arriba en el
cielo, ni con lo que hay abajo en la tierra, ni con lo que hay en las aguas debajo de la
tierra.
No te inclines delante de ellos ni los adores.
Yo el Señ or tu Dios, soy un Dios celoso. CUANDO LOS PADRES SON MALVADOS Y ME
ODIAN, yo castigo a sus hijos, hasta la tercera y cuarta generació n. Por el contrario
CUANDO ME AMAN Y CUMPLEN MIS MANDAMIENTOS les muestra mi amor por mis
generaciones

GEN REGISTRO
GENERO: Dentro hay que sacarlo

“Miren al preñ ado de maldad, concibió inocuidad parirá y mentira


Cavo una fosa y la mmmmm, y en esa misma fosa caerá , su inocuidad se volverá
contra el; su violencia recaerá sobre su cabeza (SALMO 7:14-16) 14 Los malvados
conciben el mal; está n preñ ados de dificultades  y dan a luz mentiras. 15 Cavan una
fosa profunda para atrapar a otros, luego caen en su propia trampa. 16 Los problemas
que provocan a otros se vuelven en su contra; la violencia que maquinan les cae sobre
su propia cabeza.

INICUIDAD: Es un programa que se lleva en có digos genéticos.

ADN CODIGO GENETICOS: El pecado da lugar a que los demonios se adhieran, a esto
se le haya posesió n del jjjjjjjjjjj la generació n de Jesucristo (MATEO 1:5-6) 5 Salmó n
fue el padre de Booz (su madre fue Rahab). Booz fue el padre de Obed (su madre fue
Rut). Obed fue el padre de Isaí. 6 Isaí fue el padre del rey David. David fue el padre de
Salomó n (su madre fue Betsabé, la viuda de Urías).

SEÑOR LAVAME DE TODA MI MALDAD Y LIMPIAME DE MI PECADO (SALMO 51:2)



Lá vame de la culpa hasta que quede limpio y purifícame de mis pecados.

MALDAD: EL ESPIRITU QUE ARRASTRA LOS ESCOMBROS

INIQUIDAD: LOS DEMONIOS QUE SE ESCONDEN DENTRO DE LOS GENES


“Así no serían como sus antepasados (padres); generació n obstinada y rebelde, gente
de corazó n fluctuante cuyo espíritu no se mantuvo fiel a Dios (SALMO 78:8)

Entonces no será n obstinados, rebeldes e infieles  como sus antepasados,     quienes
se negaron a entregar su corazó n a Dios.
1. PECADO Da lugar a que los demonios se adhieran
2. INIQUIDAD có digo genético
3. MALDAD el espíritu que arrastra los escombros
“Camada de víboras ¿Có mo pueden ustedes que son malos, decir algo bueno ? De la
abundancia del corazó n habla la boca”

El que es bueno de la bondad que atesora en su corazó n saca el bien pero el que es
malo de su maldad saca el mal (MATEO 12:34-35) 34 ¡Camada de víboras! ¿Có mo
podrían hombres malvados como ustedes hablar de lo que es bueno y correcto? Pues
lo que está en el corazó n determina lo que uno dice. 35 Una persona buena produce
cosas buenas del tesoro de su buen corazó n, y una persona mala produce cosas malas
del tesoro de su mal corazó n.

GENES La generació n de Noé (GENESIS 6:9) 9 Este es el relato de Noé y su familia. Noé
era un hombre justo, la ú nica persona intachable que vivía en la tierra en ese tiempo, y
anduvo en íntima comunió n con Dios.

“Reconstruirá n las ruinas antiguas y devastaran los escombros de antañ o. Repararan


las ciudades en ruinas, y los escombros de muchas generaciones (ISAIAS 61:4)

Reconstruirá n las ruinas antiguas, reparando ciudades destruidas hace mucho
Tiempo. Las resucitará n, aunque hayan estado desiertas por muchas generaciones

LOS ESCOMBROS GENERACIONALES HAY QUE SACARLOS


1. Incredulidad
2. Temor
3. Debilidad
4. Desocupació n
5. Seducció n
6. Lujuria
7. Amargura
8. Egoísmo
9. Egocentrismo
“Sin embargo desde Adá n hasta Moisés la muerte reino, incluso sobre los que no
pecaron quebrantando un mandato, como lo hizo Adá n quien es figura de aquel que
había de venir “(ROMANOS 5:14) 14 Sin embargo, desde los tiempos de Adá n hasta los
de Moisés, todos murieron, incluso los que no desobedecieron un mandamiento
explícito de Dios como lo hizo Adá n. Ahora bien, Adá n es un símbolo, una
representació n de Cristo, quien aú n tenía que venir.
Como bien saben ustedes fueron rescatados de la vida absurda que heredaron de sus
(padres) antepasados. El precio de su rescate no se pagó con cosas perecederas, con el
oro o la plata sino con la preciosa sangre de cristo como de un cordero sin mancha y
sin defecto (PEDRO 1:18:19) 18 Pues ustedes saben que Dios pagó un rescate para
salvarlos de la vida vacía que heredaron de sus antepasados. No fue pagado con oro ni
plata, los cuales pierden su valor, 19 sino que fue con la preciosa sangre de Cristo, el
Cordero de Dios, que no tiene pecado ni mancha.

Por esto despó jense de toda inmundicia y de la maldad que tanto abunda, para que
puedan recibir con humildad, la palabra sembrara en ustedes la cual tiene poder para
la salvarles la vida. (SANTIAGO 1:21) 21 Así que quiten de su vida todo lo malo y lo
sucio, y acepten con humildad la palabra que Dios les ha sembrado en el corazó n,
porque tiene el poder para salvar su alma.

TRANSFERENCIA ESPIRITUAL
INIQUIDAD: VANA MANERA DE VIVIR
ALTARES QUE SE DEBEN QUE SE DEBEN DESTRUIR
Altar eró tico: aumento de senos
Altar de la muerte: santa muerte
Altar de divorcio
Altar de enfermedades: farmakeia
Altar de riquezas injustas: mamó n
Altar de la pobreza: idolatrar

HAY QUE DESTRUIR LOS ALTARES GENERACIONALES


El padre de Gedeó n era un sacerdote de Baal

Desde su casa se contrataban las derrotas de Israel (JUECES 6:1-26) 1 Los


israelitas hicieron lo malo a los ojos del SEÑ OR. Entonces el SEÑ OR los entregó a los
madianitas durante siete añ os. 2 Los madianitas eran tan crueles que los israelitas
hicieron escondites en los montes, en las cuevas y en lugares fortificados. 3 Cada vez
que los israelitas sembraban sus cultivos, venían saqueadores de Madiá n, de Amalec y
del pueblo del oriente, y atacaban a Israel. 4 Acampaban en territorio israelita y
destruían las cosechas hasta la regió n de Gaza. Se llevaban todas las ovejas, las cabras,
el ganado y los burros, y dejaban a los israelitas sin qué comer. 5 Estas multitudes
enemigas, que venían con sus animales y sus carpas, eran como una plaga de
langostas; llegaban en numerosas manadas de camellos, imposibles de contar, y no se
iban hasta que la tierra quedaba desolada. 6 Así que Israel se moría de hambre en
manos de los madianitas. Entonces los israelitas clamaron al SEÑ OR por ayuda.

Cuando clamaron al SEÑ OR a causa de Madiá n, 8 el SEÑ OR les envió un profeta, quien
dijo al pueblo de Israel: «Esto dice el SEÑ OR, Dios de Israel: “Yo te saqué de la
esclavitud en Egipto. 9 Te rescaté de los egipcios y de todos los que te oprimían.
Expulsé a tus enemigos y te di sus tierras. 10 Te dije: ‘Yo soy el SEÑ OR, tu Dios. No debes
rendir culto a los dioses de los amorreos, en cuya tierra ahora vives’. Pero no me
hiciste caso”». 11 Después el á ngel del SEÑ OR vino y se sentó debajo del gran á rbol de
Ofra que pertenecía a Joá s, del clan de Abiezer. Gedeó n, hijo de Joá s, estaba trillando
trigo en el fondo de un lagar para esconder el grano de los madianitas. 12 Entonces el
á ngel del SEÑ OR se le apareció y le dijo: ¡Guerrero valiente, el SEÑ OR está contigo! 13 —
Señ or —respondió Gedeó n—, si el SEÑ OR está con nosotros, ¿por qué nos sucede todo
esto? ¿Y dó nde está n todos los milagros que nos contaron nuestros antepasados?
¿Acaso no dijeron: “El Señ or nos sacó de Egipto”? Pero ahora el SEÑ OR nos ha
abandonado y nos entregó en manos de los madianitas. 14 Entonces el SEÑ OR lo miró y
le dijo: —Ve tú con la fuerza que tienes y rescata a Israel de los madianitas. ¡Yo soy
quien te envía! 15 —Pero, Señ or —respondió Gedeó n—, ¿có mo podré yo rescatar a
Israel? ¡Mi clan es el má s débil de toda la tribu de Manasés, y yo soy el de menor
importancia en mi familia! 16 El SEÑ OR le dijo: —Yo estaré contigo, y destruirá s a los
madianitas como si estuvieras luchando contra un solo hombre. 17 —Si de verdad
cuento con tu favor —respondió Gedeó n—, muéstrame una señ al para asegurarme de
que es realmente el SEÑ OR quien habla conmigo. 18 No te vayas hasta que te traiga mi
ofrenda. É l respondió : —Aquí me quedaré hasta que regreses. 19 Entonces Gedeó n fue
de prisa a su casa. Asó un cabrito y horneó pan sin levadura con una medida [a] de
harina. Luego llevó la carne en una canasta y el caldo en una olla. Puso todo delante
del á ngel, quien estaba bajo el gran á rbol. 20 Así que el á ngel de Dios le dijo: «Pon la
carne y el pan sin levadura sobre esta piedra y derrama el caldo sobre ellos». Y
Gedeó n hizo lo que se le indicó . 21 Entonces el á ngel del Señ or tocó la carne y el pan
con la punta de la vara que tenía en la mano, y de la piedra salió fuego que consumió
todo lo que Gedeó n había llevado. Y el á ngel del SEÑ OR desapareció . 22 Cuando Gedeó n
se dio cuenta de que era el á ngel del SEÑ OR, clamó : — ¡Oh SEÑ OR Soberano, estoy
condenado! ¡He visto cara a cara al á ngel del SEÑ OR! 23 —No te preocupes —le contestó
el SEÑ OR—. No tengas miedo; no morirá s. 24 Entonces Gedeó n construyó un altar
al SEÑ OR en ese lugar y lo llamó Yahveh-shalom (que significa «el Señ or es paz»). Ese
altar sigue en Ofra, en la tierra del clan de Abiezer, hasta el día de hoy. 25 Esa noche
el Señ or le dijo a Gedeó n: «Toma el segundo toro del rebañ o de tu padre, el que tiene
siete añ os. Derriba el altar que tu padre levantó a Baal y corta el poste dedicado a la
diosa Asera que está junto al altar. 26 Después construye un altar al Señ or tu Dios en el
santuario de esta misma cima, colocando cada piedra con cuidado. Sacrifica el toro
como ofrenda quemada sobre el altar, y usa como leñ a el poste dedicado a la diosa
Asera que cortaste».

“DESTRUYO LOS ALTARES MALIGNOS DE TODAS MIS GENERACIONES”


LA INFLUENCIA DEL ALATAR GENERACIONAL
1. El altar representaba la dedicació n del padre a Baal y de toda su familia.
2. Su padre había hecho parte de un altar contrario
3. Ese altar contrario se opondría a la vida nueva de Gedeó n
4. Eso significa que cada vez que avanzaba 3 pasos en la vida nueva, retrocedía 2
5. Eso significaba un pacto contrario
LOS GENES LOS PROBLEMAS DE DAVID
SEXUAL: Adulterio, fornicació n, lo que hacen los padres afecta a los hijos, los
problemas de los hijos de David (2 SAMUEL 12:9-10) 9 ¿Por qué, entonces,
despreciaste la palabra del SEÑ OR e hiciste este acto tan horrible? Pues mataste a Urías
el hitita con la espada de los amonitas y le robaste a su esposa. 10 De ahora en adelante,
tu familia vivirá por la espada porque me has despreciado al tomar a la esposa de
Urías para que sea tu mujer”. David se acostó con la mujer de Urías.

Amnó n, hijo de David, violo a Tamar su hermana (2 SAMUEL13:1-27) 1 Ahora bien,


Absaló n, hijo de David, tenía una hermana muy hermosa llamada Tamar; y Amnó n, su
medio hermano, se enamoró perdidamente de ella. 2 Amnó n se obsesionó tanto con
Tamar que se enfermó . Ella era virgen, y Amnó n pensó que nunca podría poseerla.

Pero Amnó n tenía un amigo muy astuto, su primo Jonadab, quien era hijo de Simea,
hermano de David. 4 Cierto día Jonadab le dijo a Amnó n: —¿Cuá l es el problema? ¿Por
qué debe el hijo de un rey verse tan abatido día tras día? Entonces Amnó n le dijo: —
Estoy enamorado de Tamar, hermana de mi hermano Absaló n. 5 —Bien —dijo Jonadab
—, te diré lo que tienes que hacer. Vuelve a la cama y finge que está s enfermo. Cuando
tu padre venga a verte, pídele que le permita a Tamar venir y prepararte algo de
comer. Dile que te hará sentir mejor si ella prepara los alimentos en tu presencia y te
da de comer con sus propias manos. 6 Entonces Amnó n se acostó y fingió estar
enfermo. Cuando el rey fue a verlo, Amnó n le pidió : «Por favor, deja que mi hermana
Tamar venga y me prepare mi comida preferida mientras yo observo, así podré comer
de sus manos». 7 Entonces David aceptó la propuesta y envió a Tamar a la casa de
Amnó n para que le preparara algo de comer. 8 Cuando Tamar llegó a la casa de Amnó n,
fue a donde él estaba acostado para que pudiera verla mientras preparaba la masa.
Luego le horneó su comida preferida, 9 pero cuando ella le llevó la bandeja, Amnó n se
negó a comer y les dijo a sus sirvientes: «Salgan todos de aquí». Así que todos salieron.
10 
Entonces él le dijo a Tamar: —Ahora trae la comida a mi dormitorio y dame de
comer aquí. Tamar le llevó su comida preferida, 11 pero cuando ella comenzó a darle de
comer, la agarró y le insistió : —Ven, mi amada hermana, acuéstate conmigo. 12 —¡No,
hermano mío! —imploró ella—. ¡No seas insensato! ¡No me hagas esto! En Israel no se
hace semejante perversidad. 13 ¿Adó nde podría ir con mi vergü enza? Y a ti te dirá n que
eres uno de los necios má s grandes de Israel. Por favor, simplemente habla con el rey,
y él te permitirá casarte conmigo. 14 Pero Amnó n no quiso escucharla y, como era má s
fuerte que ella, la violó . 15 De pronto, el amor de Amnó n se transformó en odio, y la
llegó a odiar aú n má s de lo que la había amado. —¡Vete de aquí! —le gruñ ó . 16 —¡No,
no! —gritó Tamar—. ¡Echarme de aquí ahora es aú n peor de lo que ya me has hecho!
Pero Amnó n no quiso escucharla. 17 Entonces llamó a su sirviente y le ordenó : —¡Echa
fuera a esta mujer y cierra la puerta detrá s de ella! 18 Así que el sirviente la sacó y
cerró la puerta detrá s de ella. Tamar llevaba puesta una hermosa tú nica larga,
[b] como era costumbre en esos días para las hijas vírgenes del rey. 19 Pero entonces,
ella rasgó su tú nica y echó ceniza sobre su cabeza y, cubriéndose la cara con las
manos, se fue llorando. 20 Su hermano Absaló n la vio y le preguntó : «¿Es verdad que
Amnó n ha estado contigo? Bien, hermanita, quédate callada por ahora, ya que él es tu
hermano. No te angusties por esto». Así pues, Tamar vivió como una mujer
desconsolada en la casa de su hermano Absaló n. 21 Cuando el rey David se enteró de lo
que había sucedido, se enojó mucho. 22 Absaló n nunca habló de esto con Amnó n, sin
embargo, lo odió profundamente por lo que le había hecho a su hermana.

Absaló n mato a su hermano Amnó n por haber violado a su hermana (2 SAMUEL


13:27-33) 27 Pero Absaló n siguió insistiendo hasta que por fin el rey accedió y dejó
que todos sus hijos asistieran, entre ellos Amnó n. Así que Absaló n preparó un
banquete digno de un rey. 28 Absaló n les dijo a sus hombres: —Esperen hasta que
Amnó n se emborrache; entonces, a mi señ al, ¡má tenlo! No tengan miedo. Yo soy quien
da la orden. ¡Anímense y há ganlo! 29 Por lo tanto, cuando Absaló n dio la señ al, mataron
a Amnó n. Enseguida los otros hijos del rey montaron sus mulas y huyeron. 30 Mientras
iban de regreso a Jerusalén, a David le llegó este informe: «Absaló n mató a todos los
hijos del rey, ¡ninguno quedó con vida!».31 Entonces el rey se levantó , rasgó su tú nica y
se tiró al suelo. Sus consejeros también rasgaron sus ropas en señ al de horror y
tristeza. 32 Pero justo en ese momento, Jonadab el hijo de Simea, hermano de David,
llegó y dijo: —No, no crea que todos los hijos del rey está n muertos, ¡solamente
Amnó n! Absaló n había estado tramando esto desde que Amnó n violó a su hermana
Tamar. 33 No, mi señ or el rey, ¡no todos sus hijos está n muertos! ¡Solo murió Amnó n!

Absaló n violo concubinas (2 SAMUEL 16:21) 21 —Ve y acuéstate con las concubinas
de tu padre —contestó Ahitofel—, porque él las dejó aquí para que cuidaran el palacio.
Entonces todo Israel sabrá que has insultado a tu padre má s allá de toda esperanza de
reconciliació n, y el pueblo te dará su apoyo.

EPIGENETICA: Se hereda las experiencias la restauració n genética (MATEO 1:12-16)


12 
Luego del destierro a Babilonia: Joaquín fue el padre de Salatiel. Salatiel fue el padre
de Zorobabel. 13 Zorobabel fue el padre de Abiud. Abiud fue el padre de Eliaquim.
Eliaquim fue el padre de Azor. 14 Azor fue el padre de Sadoc. Sadoc fue el padre de
Aquim. Aquim fue el padre de Eliud. 15 Eliud fue el padre de Eleazar.Eleazar fue el
padre de Matá n. Matá n fue el padre de Jacob. 16 Jacob fue el padre de José, esposo de
María. María dio a luz a Jesú s, quien es llamado el Mesías.

14 Generaciones no está el 13 (MATEO 1:20) 20 Mientras consideraba esa posibilidad,


un á ngel del Señ or se le apareció en un sueñ o. «José, hijo de David —le dijo el á ngel—,
no tengas miedo de recibir a María por esposa, porque el niñ o que lleva dentro de ella
fue concebido por el Espíritu Santo.
El nacimiento de Jesú s en la generació n 13se borra toda generació n negativa

PACTOS GENERACIONALES
“LOS ESPIRITUS SE MUEVEN SOBRE EL PACTO QUE SE HACE EN UN ALTAR”
ESOS ALTARES Y SU INFLUENCIA MALIGNA SE DEBEN ROMPER

(JUECES 6:20-21) El á ngel del Señ or 20 Así que el á ngel de Dios le dijo: «Pon la carne y
el pan sin levadura sobre esta piedra y derrama el caldo sobre ellos». Y Gedeó n hizo lo
que se le indicó . 21 Entonces el á ngel del SEÑ OR tocó la carne y el pan con la punta de la
vara que tenía en la mano, y de la piedra salió fuego que consumió todo lo que Gedeó n
había llevado. Y el á ngel del SEÑ OR desapareció .

“No tengan nada que ver con las obras infructuosas de la oscuridad (tinieblas) sino
má s bien de repréndanlas” (desenmascá renlas) (EFESOS 5:11) 11 No participen en las
obras inú tiles de la maldad y la oscuridad; al contrario, sá quenlas a la luz.

La genealogía de Caín (GÉNESIS 4:18) 18 Enoc tuvo un hijo llamado Irad, Irad fue el
padre de[f]Mehujael. Mehujael fue el padre de Metusael, Metusael fue el padre de
Lamec.

La genealogía de Adá n (GÉNESIS 5:1-5) 5 Este es el relato escrito de los escendientes


de Adá n. Cuando Dios creó a los seres humanos,[a] los hizo para que fueran semejantes
a él mismo. 2 Los creó hombre y mujer, y los bendijo y los llamó «humanos». 3 Cuando
Adá n tenía ciento treinta añ os, fue padre de un hijo que era igual a él, su viva imagen, y
lo llamó Set. 4 Después del nacimiento de Set, Adá n vivió ochocientos añ os má s y tuvo
otros hijos e hijas. 5 Adá n vivió novecientos treinta añ os y después murió .

La genealogía de Noé (GÉNESIS 6:9,13) 9 Este es el relato de Noé y su familia. Noé era
un hombre justo, la ú nica persona intachable que vivía en la tierra en ese tiempo, y
anduvo en íntima comunió n con Dios. 10 Noé fue padre de tres hijos: Sem, Cam y Jafet.
13 
Entonces Dios le dijo a Noé: «He decidido destruir a todas las criaturas vivientes,
porque han llenado la tierra de violencia. Así es, ¡los borraré a todos y también
destruiré la tierra!

En los días de Noé encontramos un mensaje acerca de la genética como señal de


venida del Señor (MATEO 24:38) 38 En esos días, antes del diluvio, la gente
disfrutaba de banquetes, fiestas y casamientos, hasta el momento en que Noé entró en
su barco.

1. En el principio se contamino la genética espiritual


2. Se continuo con la mezcla de la genética humana
3. En el presente, ya es posible la genética humana
4. La restauració n genética

EL PECADO SE METIO EN LOS GENES DE LA HUMANIDAD


“Por medio de un solo hombre, el pecado entro en el mundo y por medio del
pecado; fue así como la muerte paso a toda la humanidad por que todos
pecaron” (ROMANOS 5:12) 12 Cuando Adá n pecó , el pecado entró en el mundo. El
pecado de Adá n introdujo la muerte, de modo que la muerte se extendió a todos,
porque todos pecaron.

Descendencia, linaje, fecundació n

“Cuando los seres humanos comenzaron a multiplicarse sobre la Tierra, tuvieron


hijos. Los hijos de Dios vieron que las hijas de los seres humanos eran hermosas.
Entonces tomaron como mujeres a todas las que desearon. Pero el Señ or dijo: mi
“espíritu” no permanecerá en el ser humano para siempre, porque no es má s que un
simple mortal; por eso vivirá solamente ciento veinte añ os.

Al unirse los hijos de Dios con las hijas de los seres humanos y tener hijos con ellas,
nacieron gigantes, que fueron los famosos héroes de antañ o. A partir de entonces
hubo gigantes en la Tierra.

Al ver el Señ or que la MALDAD del ser humano en la Tierra era muy grande, y que
todos sus pensamientos tendían siempre hacia el mal, se arrepintió de haber hecho al
ser humano en la Tierra y le dolió en el corazó n. Entonces dijo “Voy a borrar de la
Tierra al ser humano que he creado y hare lo mismo con los animales, los reptiles y las
aves del cielo. Me arrepiento de haberlos creado. Pero no contaba con el FAVOR DEL
SEÑOR” (GENESIS 6: 1-8) Un mundo descarriado 6 Luego los seres humanos
comenzaron a multiplicarse sobre la tierra, y les nacieron hijas. 2 Los hijos de Dios
vieron a las hermosas mujeres[a] y tomaron como esposas a todas las que
quisieron. 3 Entonces el Señ or dijo: «Mi Espíritu no tolerará a[b] los humanos durante
mucho tiempo, porque solo son carne mortal. En el futuro, la duració n de la vida no
pasará de ciento veinte añ os». 4 En esos días y durante algú n tiempo después, vivían
en la tierra gigantes nefilitas, pues siempre que los hijos de Dios tenían relaciones
sexuales con las mujeres, ellas daban a luz hijos que luego se convirtieron en los
héroes y en los famosos guerreros de la antigü edad. 5 El Señ or vio la magnitud de la
maldad humana en la tierra y que todo lo que la gente pensaba o imaginaba era
siempre y totalmente malo.6 Entonces el Señ or lamentó haber creado al ser humano y
haberlo puesto sobre la tierra. Se le partió el corazó n. 7 Entonces el Señ or dijo:
«Borraré de la faz de la tierra a esta raza humana que he creado. Así es, y destruiré a
todo ser viviente: a todos los seres humanos, a los animales grandes, a los animales
pequeñ os que corren por el suelo y aun a las aves del cielo. Lamento haberlos
creado». 8 Pero Noé encontró favor delante del Señ or.
Los gigantes que habitan la Tierra eran conocidos como: defaitas, hemitas, hijos de
Anac, zanzomeos.

EPIGENETICA: Se heredan las experiencias.

LA RAZÓN DE DESTRUIR EL ALTAR

1. DERRIBA (JUECES 6:25) 25 Esa noche el Señ or le dijo a Gedeó n: «Toma el segundo
toro del rebañ o de tu padre, el que tiene siete añ os. Derriba el altar que tu padre
levantó a Baal y corta el poste dedicado a la diosa Asera que está junto al altar.

2. CONSAGRA: Edificar un altar al Señ or (JUECES 6: 26) 26 Después construye un


altar al Señ or tu Dios en el santuario de esta misma cima, colocando cada piedra con
cuidado. Sacrifica el toro como ofrenda quemada sobre el altar, y usa como leñ a el
poste dedicado a la diosa Asera que cortaste.

(GENESIS 22:9) 9 Cuando llegaron al lugar indicado por Dios, Abraham construyó un
altar y colocó la leñ a encima. Luego ató a su hijo Isaac, y lo puso sobre el altar, encima
de la leñ a.

(EXODO 20:24) 24 »”Há ganme un altar de tierra y ofrézcanme sus sacrificios: sus
ofrendas quemadas y ofrendas de paz, sus ovejas y cabras y su ganado. Constrú yanme
un altar donde yo determine que recuerden mi nombre, y allí me presentaré ante
ustedes y los bendeciré.

LA DESTRUCCIÓN DE ALTARES
1. Arrepentimiento de los pecados personales y de nuestros padres (DANIEL 9:16) 16
En vista de tus fieles misericordias, por favor, Señ or, aparta tu enojo y furor de tu
ciudad, Jerusalén, tu monte santo. Todas las naciones vecinas se burlan de Jerusalén y
de tu pueblo por causa de nuestros pecados y de los pecados de nuestros antepasados.

2. Renunciar al pacto del altar (ISAIAS 28:18) 18 Anularé el trato que ustedes
hicieron
para burlar a la muerte,  y revocaré su acuerdo para evitar la tumba. Cuando el
terrible enemigo arrase la tierra, ustedes será n pisoteados.

3. Llevar los decretos contrarios a la cruz donde Cristo los cancela (COLOSENSES
2:14) 14 É l anuló el acta con los cargos que había contra nosotros y la eliminó
clavá ndola en la cruz. (ROMANOS 5:12) 12 Cuando Adá n pecó , el pecado entró en el
mundo. El pecado de Adá n introdujo la muerte, de modo que la muerte se extendió a
todos, porque todos pecaron.
“Anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria
quitá ndola del medio y clavá ndola en la cruz”.

“Há ganme un altar de tierra, y ofrézcanme sobre el sus holocaustos y sacrificios de


comunió n, sus quejas y sus todos. Yo vendré al lugar donde les pida invocar mi
nombre y los bendeciré” (EXODO 20:24) 24 »”Há ganme un altar de tierra y
ofrézcanme sus sacrificios: sus ofrendas quemadas y ofrendas de paz, sus ovejas y
cabras y su ganado. Constrú yanme un altar donde yo determine que recuerden mi
nombre, y allí me presentaré ante ustedes y los bendeciré.

Se anulara el pacto que hicieron con la muerte, que dará sin efecto su alianza con el
sepulcro. Cuando venga la calamidad abrumadora, a ustedes los aplastara. (ISAIAS
28:18) 18 Anularé el trato que ustedes hicieron para burlar a la muerte, y revocaré su
acuerdo para evitar la tumba. Cuando el terrible enemigo arrase la tierra, ustedes
será n pisoteados.

LA INPIEDAD EN LOS ULTIMOS DIAS. Ahora bien, ten en cuenta que en los ú ltimos
días vendrá n tiempos difíciles. La gente estará llena de egoísmo y avaricia; será n
jactanciosos, arrogantes, blasfemos desobedientes a los padres, nefastos, impíos,
insensibles, implacables, calumniadores, libertinos, despiadados, enemigos de todo lo
bueno, traicioneros, impetuosos, vanidosos y má s amigos del placer que de Dios.
Aparentaran ser piadosos, pero su conducta desmentirá el poder de la piedad. ¡Con
esa gente no te metas!.

Así son los que van de casa en casa cautivando a mujeres débiles cargadas de pecado
que se dejan llevar de toda clase de pasiones. Ellas siempre está n aprendiendo, pero
nunca logran conocer la verdad. Del mismo modo que Janes y Jambres se opusieron a
Moisés, también esa gente se opone a la verdad. Son personas de mente depravada,
depravadas en la fe. Pero no llegaran muy lejos porque todo mundo se dará cuenta de
su insensatez, como paso con aquellos dos. (2 TIMOTEO 3:1-9) Peligros de los
ú ltimos días 1 Timoteo, es bueno que sepas que, en los ú ltimos días, habrá tiempos
muy difíciles. 2 Pues la gente solo tendrá amor por sí misma y por su dinero. Será n
fanfarrones y orgullosos, se burlará n de Dios, será n desobedientes a sus padres y
malagradecidos. No considerará n nada sagrado. 3 No amará n ni perdonará n;
calumniará n a otros y no tendrá n control propio. Será n crueles y odiará n lo que es
bueno. 4 Traicionará n a sus amigos, será n imprudentes, se llenará n de soberbia y
amará n el placer en lugar de amar a Dios. 5 Actuará n como religiosos pero rechazará n
el ú nico poder capaz de hacerlos obedientes a Dios. ¡Aléjate de esa clase de individuos!
6
 Pues son de los que se las ingenian para meterse en las casas de otros y ganarse la
confianza de[a] mujeres vulnerables que cargan con la culpa del pecado y está n
dominadas por todo tipo de deseos. 7 (Dichas mujeres siempre van detrá s de nuevas
enseñ anzas pero jamá s logran entender la verdad). 8 Estos «maestros» se oponen a la
verdad, tal como Janes y Jambres se opusieron a Moisés. Tienen la mente depravada, y
una fe falsa; 9 pero no se saldrá n con la suya por mucho tiempo. Algú n día, todos se
dará n cuenta de lo tontos que son, tal como pasó con Janes y Jambres.

LOS ESPIRITUS MALIGNOS E INMUDOS QUE TOMAN A LOS HOMBRES PARA


UNIRSE A LAS MUJERES (2 TIMOTEO 3:1-9)
Peligros de los ú ltimos días 1 Timoteo, es bueno que sepas que, en los ú ltimos días,
habrá tiempos muy difíciles. 2 Pues la gente solo tendrá amor por sí misma y por su
dinero. Será n fanfarrones y orgullosos, se burlará n de Dios, será n desobedientes a sus
padres y malagradecidos. No considerará n nada sagrado. 3 No amará n ni perdonará n;
calumniará n a otros y no tendrá n control propio. Será n crueles y odiará n lo que es
bueno. 4 Traicionará n a sus amigos, será n imprudentes, se llenará n de soberbia y
amará n el placer en lugar de amar a Dios. 5 Actuará n como religiosos pero rechazará n
el ú nico poder capaz de hacerlos obedientes a Dios. ¡Aléjate de esa clase de individuos!
6
 Pues son de los que se las ingenian para meterse en las casas de otros y ganarse la
confianza de[a] mujeres vulnerables que cargan con la culpa del pecado y está n
dominadas por todo tipo de deseos. 7 (Dichas mujeres siempre van detrá s de nuevas
enseñ anzas pero jamá s logran entender la verdad). 8 Estos «maestros» se oponen a la
verdad, tal como Janes y Jambres se opusieron a Moisés. Tienen la mente depravada, y
una fe falsa; 9 pero no se saldrá n con la suya por mucho tiempo. Algú n día, todos se
dará n cuenta de lo tontos que son, tal como pasó con Janes y Jambres.
1. Egolatría, soberbia y orgullo
2. Avaros, mamó n, (codicia)
3. Rechazo, menosprecio
4. Orgullo, jactancia (idolatría mental)
5. (Maldició n)
6. Deshonra, menosprecio
7. (Abandono) escapismo, aborrecimiento
8. (Maldició n) engañ o
9. (Impureza sexual)
10. (Represalia)
11. (Celos)
12. Traició n, envidia (celos)
13. (Inmundicia)
14. Arrogancia: orgullo, menosprecio
15. (Idolatría mental)
16. (Hipocresía), engañ o, mentira
Las mujeres que son engañ adas por estos espíritus son aquellas que está n hundidas
en pecados que no han llegado a un arrepentimiento verdadero, no han hecho su
entrega verdadera al Señ or. Estas mujeres buscan má s diversiones que amor interior.
Son amantes del placer sin importarles má s que su amor propio. Estas mujeres
siempre está n aprendiendo en su intelecto, pero nunca llegan al conocimiento de la
verdad.

(2 TIMOTEO 3:1-9) Peligros de los ú ltimos días 1 Timoteo, es bueno que sepas que,
en los ú ltimos días, habrá tiempos muy difíciles. 2 Pues la gente solo tendrá amor por
sí misma y por su dinero. Será n fanfarrones y orgullosos, se burlará n de Dios, será n
desobedientes a sus padres y malagradecidos. No considerará n nada sagrado. 3 No
amará n ni perdonará n; calumniará n a otros y no tendrá n control propio. Será n
crueles y odiará n lo que es bueno. 4 Traicionará n a sus amigos, será n imprudentes, se
llenará n de soberbia y amará n el placer en lugar de amar a Dios. 5 Actuará n como
religiosos pero rechazará n el ú nico poder capaz de hacerlos obedientes a Dios.
¡Aléjate de esa clase de individuos! 6 Pues son de los que se las ingenian para meterse
en las casas de otros y ganarse la confianza de[a] mujeres vulnerables que cargan con
la culpa del pecado y está n dominadas por todo tipo de deseos. 7 (Dichas mujeres
siempre van detrá s de nuevas enseñ anzas pero jamá s logran entender la
verdad). 8 Estos «maestros» se oponen a la verdad, tal como Janes y Jambres se
opusieron a Moisés. Tienen la mente depravada, y una fe falsa; 9 pero no se saldrá n
con la suya por mucho tiempo. Algú n día, todos se dará n cuenta de lo tontos que son,
tal como pasó con Janes y Jambres.

1. Amadores del dinero, amadores de sí mismos, amadores de los deleites, altaneros,


injurian y vituperan a los demá s y los maldicen desagradecidos irreconciliables.
2. Irreconciliables
3. Desleales
4. Contumaces
“¿Qué quiero decir con esta comparació n?
Que el sacrifico que los gentiles ofrecen a los ídolos, sea algo, o que el ídolo mismo sea
algo”, no sino que cuando ellos ofrecen sacrificios lo hacen para los demonio, no para
Dios, y no quiero que ustedes entren en comunió n con los demonio. (1 CORINTIOS
10: 19-20) 19 ¿Qué es lo que trato de decir? ¿Que la comida ofrecida a ídolos tiene
alguna importancia o que los ídolos son dioses verdaderos? 20 No, de ninguna
manera. Lo que digo es que esos sacrificios se ofrecen a los demonios, no a Dios. Y no
quiero que ustedes tengan parte con los demonios.

RENUNCIO A TODO GEN MALIGNO


Renuncio en esta hora a toda asignación de solterísimo, pobreza, fealdad y vejez.
Todo gen maligno que haya estado en mi sangre, en mis genes de destino en mi ADN,
lo “desprogramo”. ¡Renuncio a toda mala suerte, a toda asignació n de solterísimo, de
soledad, lo desautorizo. Hecho fuera de mi sangre, de los genes de destino en mi ADN,
LA MALA SUERTE, CIERRO CAMINOS, DESTRUCCIÓN, BLOQUEOS EN MIS
FINANZAS, RECHAZO, ABANDONO, SOLTERÍSMO, RECHAZO SOCIAL. Los rechazo,
los declaro sin poder y sin autoridad en Cristo Jesú s. Tengo libertad financiera libero
mi vida conyugal.

ASIGNACIÓN DE DEMONIOS

Demonio asignado: es cuando Dios le da autoridad al diablo para meterse en una


persona (JOB 2:6) 6 —Muy bien, haz con él lo que quieras —dijo el Señ or a Sataná s—,
pero no le quites la vida. (1 SAMUEL 16:14-15) David sirve en la corte de Saú l.
14
 Ahora bien, el Espíritu del Señ or se había apartado de Saú l, y el Señ or envió un
espíritu atormentador.15 Algunos de los siervos de Saú l le dijeron: —Un espíritu
atormentador de parte de Dios te está afligiendo.

El caso de Saúl (GENESIS 4: 9-14) 9 Luego el Señ or le preguntó a Caín: ¿Dó nde está
tu hermano? ¿Dó nde está Abel? No lo sé, contestó Caín. ¿Acaso soy yo el guardiá n de
mi hermano? 10 Pero el Señ or le dijo: ¿Qué has hecho? ¡Escucha! ¡La sangre de tu
hermano clama a mí desde la tierra! 11 Ahora eres maldito y será s expulsado de la
tierra que se ha tragado la sangre de tu hermano. 12 La tierra ya no te dará buenas
cosechas, ¡por mucho que la trabajes! De ahora en adelante, será s un vagabundo sin
hogar sobre la tierra. 13 Caín respondió al Señ or: ¡Mi castigo[a] es demasiado grande
para soportarlo! 14 Me has expulsado de la tierra y de tu presencia; me has hecho un
vagabundo sin hogar. ¡Cualquiera que me encuentre me matará ! CAIN ASIGNACIÓN
DEMONIACA

VERDUGOS: Demonios que con legalidad se meten en una persona para atormentarla
(MATEO 18:35) 35 »Eso es lo que les hará mi Padre celestial a ustedes si se niegan a
perdonar de corazó n a sus hermanos. La falta de perdó n hace que se den demonios
asignados. Sataná s tiene derecho legal para meterse en una persona.

VISIÓN Y DEBILIDAD DE PABLO:


“Para evitar que me volviera presuntuoso (presumido) por estas sublimes
revelaciones, una espina (aguijó n) que me fue clavada en el cuerpo, es decir un
mensajero de Sataná s, para que me atormentara. Tres veces le rogué al Señ or para
que me la quitara; pero él me dijo: te basta con mi gracia, pues mi poder se
perfecciona en la debilidad: por lo tanto, gustosamente haré má s bien alarde de mis
debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo, por eso me regocijo en
debilidades, insultos, privaciones, percepciones y dificultades que sufro por Cristo,
porque cuando soy débil, entonces soy fuerte. (2 CORINTIOS 12:7 -10) 7 aun cuando
he recibido de Dios revelaciones tan maravillosas. Así que, para impedir que me
volviera orgulloso, se me dio una espina en mi carne, un mensajero de Sataná s para
atormentarme e impedir que me volviera orgulloso. 8 En tres ocasiones distintas, le
supliqué al Señ or que me la quitara.9 Cada vez él me dijo: «Mi gracia es todo lo que
necesitas; mi poder actú a mejor en la debilidad». Así que ahora me alegra jactarme de
mis debilidades, para que el poder de Cristo pueda actuar a través de mí.10 Es por esto
que me deleito en mis debilidades, y en los insultos, en privaciones, persecuciones y
dificultades que sufro por Cristo. Pues, cuando soy débil, entonces soy fuerte.
El pecado de Pablo era que se enaltecía sobre manera, tenía problemas de
personalidad, así, el espíritu santo lo trataba. El demonio asignado no se va fá cilmente,
porque es Dios y él lo quitara cuando quiera.

LA ARROGANCIA DE NABUCODONOSOR (DANIEL 5:19-21) 19 Lo hizo tan poderoso


que gente de toda raza, nació n y lengua temblaba de temor ante él. El rey mataba a
quienes quería matar y perdonaba a quienes quería perdonar; honraba a quienes
quería honrar y humillaba a quienes quería humillar. 20 Sin embargo, cuando su
corazó n y su mente se llenaron de arrogancia, le fue quitado el trono real y se le
despojó de su gloria. 21 Fue expulsado de la sociedad humana. Se le dio la mente de un
animal salvaje y vivió entre los burros salvajes. Comió pasto como el ganado y lo mojó
el rocío del cielo, hasta que reconoció que el Dios Altísimo gobierna los reinos del
mundo y designa a quien él quiere para que los gobierne. El trato que tuvo Dios con
Nabucodonosor. El Señ or le mando asignació n de demonios por orgulloso (lugar de
cautividad) ¡El espíritu santo quitara la asignació n de demonios de alguien, cuando
reconozca sus errores y haga el cambio.

A Joná s lo echaron al mar y viajo en el vientre de un monstro marino (JONAS 1: 13-


17) 13 Sin embargo, los marineros remaron con má s fuerza para llevar el barco a
tierra, pero la tempestad era tan violenta que no lo lograron. 14 Entonces clamaron
al Señ or, Dios de Joná s: «Oh Señ or —le rogaron—, no nos dejes morir por el pecado de
este hombre y no nos hagas responsables de su muerte. Oh Señ or, has enviado esta
tormenta sobre él y solo tú sabes por qué». 15 Entonces los marineros tomaron a Joná s
y lo lanzaron al mar embravecido, ¡y al instante se detuvo la tempestad! 16 Los
marineros quedaron asombrados por el gran poder del Señ or, le ofrecieron un
sacrificio y prometieron servirle. 17 Entre tanto, el Señ or había provisto que un gran
pez se tragara a Joná s; y Joná s estuvo dentro del pez durante tres días y tres noches.

Al HIJO PRODIGO nadie le daba nada (LUCAS 15:11-16) 11 También dijo: Un hombre
tenía dos hijos; 12 y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los
bienes que me corresponde; y les repartió los bienes. 13 No muchos días después,
juntá ndolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició
sus bienes viviendo perdidamente. 14 Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran
hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle. 15 Y fue y se arrimó a uno de los
ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase
cerdos. 16 Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero
nadie le daba.
Sataná s trabaja en dos á reas ¡GENETICA Y ASTRAL!
EPURIANOS: espíritus de maldad que trabajan en los astros

SISARA: Principado que domina desde la luna. ¡Me libero de la influencia de los
espíritus luná ticos que influyan en mi cabeza (MATEO 17:15-17) 15 Señ or, ten
misericordia de mi hijo, que es luná tico, y padece muchísimo; porque muchas veces
cae en el fuego, y muchas en el agua. 16 Y lo he traído a tus discípulos, pero no le han
podido sanar. 17 Respondiendo Jesú s, dijo: !!Oh generació n incrédula y perversa!
¿Hasta cuá ndo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuá ndo os he de soportar? Traédmelo
acá .

JAEL: esposa de Jeber- hebreo

SISARA era sostenido por las constelaciones.

Nadie es bueno (MARCO 10:17-18) 17 Al salir él para seguir su camino, vino uno
corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó : Maestro bueno, ¿qué haré
para heredar la vida eterna? 18 Jesú s le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay
bueno, sino só lo uno, Dios.

No hay justo ni aún uno (ROMANOS 3:10-18) Como está escrito:    No hay justo, ni
aun uno; 11 No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. 12 Todos se desviaron,
a una se hicieron inú tiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.
13 
Sepulcro abierto es su garganta; Con su lengua engañ an. Veneno de á spides hay
debajo de sus labios; 14 Su boca está llena de maldició n y de amargura. 15 Sus pies se
apresuran para derramar sangre; 16 Quebranto y desventura hay en sus caminos; 17 Y
no conocieron camino de paz. 18 No hay temor de Dios delante de sus ojos.

Señ or Tú cumples en mí; Tu propó sito, tu gran amor, Señ or, perdura para siempre !no
abandones la obra de tus manos! (SALMO 138:8) 8 Jehová cumplirá su propó sito en
mí; Tu misericordia, oh Jehová , es para siempre; No desampares la obra de tus manos.

LA GUERRA DE LOS GENES

La maldició n de la muerte en todas las generaciones: “sin embargo, desde Adá n hasta
Moisés la muerte reinó incluso sobre los que no pecaron quebrantando un mandato,
como lo hizo Adá n, quien es figura de aquel que había de venir” (ROMANOS 5:14)
14 
No obstante, reinó la muerte desde Adá n hasta Moisés, aun en los que no pecaron a
la manera de la transgresió n de Adá n, el cual es figura del que había de venir.
LA MALDICIÓN DE LOS MOASISTAS Y LOS AMANISTAS POR EL INCESTO ENTRE
LOT Y SUS HIJAS (GENESIS 19:30-38) 30 Pero Lot subió de Zoar y moró en el monte, y
sus dos hijas con él; porque tuvo miedo de quedarse en Zoar, y habitó en una cueva él
y sus dos hijas. 31 Entonces la mayor dijo a la menor: Nuestro padre es viejo, y no
queda varó n en la tierra que entre a nosotras conforme a la costumbre de toda la
tierra. 32 Ven, demos a beber vino a nuestro padre, y durmamos con él, y
conservaremos de nuestro padre descendencia. 33 Y dieron a beber vino a su padre
aquella noche, y entró la mayor, y durmió con su padre; mas él no sintió cuá ndo se
acostó ella, ni cuá ndo se levantó . 34 El día siguiente, dijo la mayor a la menor: He aquí,
yo dormí la noche pasada con mi padre; démosle a beber vino también esta noche, y
entra y duerme con él, para que conservemos de nuestro padre descendencia. 35 Y
dieron a beber vino a su padre también aquella noche, y se levantó la menor, y durmió
con él; pero él no echó de ver cuá ndo se acostó ella, ni cuá ndo se levantó . 36 Y las dos
hijas de Lot concibieron de su padre. 37 Y dio a luz la mayor un hijo, y llamó su nombre
Moab, el cual es padre de los moabitas hasta hoy. 38 La menor también dio a luz un hijo,
y llamó su nombre Ben-ammi, el cual es padre de los amonitas hasta hoy. AMÓN Y
MOAB

LA MALDICION: Es un derecho legal que una persona le da a sataná s por los pecados
sembrados antes y en el presente.

NOÉ MALDIJO A CANAÁN por la falta que cometió Cam con El (GENESIS 9:22-25)
22 
Y Cam, padre de Canaá n, vio la desnudez de su padre, y lo dijo a sus dos hermanos
que estaban afuera. 23 Entonces Sem y Jafet tomaron la ropa, y la pusieron sobre sus
propios hombros, y andando hacia atrá s, cubrieron la desnudez de su padre, teniendo
vueltos sus rostros, y así no vieron la desnudez de su padre. 24 Y despertó Noé de su
embriaguez, y supo lo que le había hecho su hijo má s joven, 25 y dijo: Maldito sea
Canaá n; Siervo de siervos será a sus hermanos.

“Isaac llamo a Jacob, lo bendijo y le ordeno no te cases con ninguna mujer de aquí de
Canaá n (GENESIS 28:1) 28  Entonces Isaac llamó a Jacob, y lo bendijo, y le mandó
diciendo: No tomes mujer de las hijas de Canaá n. Canaá n fue maldecido con: pobreza,
ruina y escasez.

LAS MALDICIONES POR LOS GENES


De Canaá n vivieron los pueblos má s pobres que existieron sobre la tierra

MALDICIONES CORPORATIVAS: Hay que sembrar en el espíritu para bendecir a las


generaciones futuras.

SEMILLAS GENERACIONALES
“Cuando sale de sus genes algo malo, es porque usted lo recibió por genes” (SALMO
7:14) 14 He aquí, el impío concibió maldad, Se preñ ó de iniquidad, Y dio a luz engañ o.

LOS GENES NO TIENEN RELIGIÓN


El hecho de que usted haya aceptado al Señ or Jesucristo en su corazó n, no inhibe de
un dañ o colateral que usted haya traído en sus genes producto de una herencia que le
dejaron sus padres en su sangre.

Por eso hay que echar fuera los dañ os congénitos. Hay que cuestionar las maldiciones
falsas “El Señ or te hará sufrir locura, ceguera y delirio (DEUTERONOMIO 28:28)
28 
Jehová te herirá con locura, ceguera y turbació n de espíritu.

ASIGNACIONES Derechos legales que tiene el diablo contra alguien

SOLTERISMO “Mala suerte en unión de noviazgo”

“Hagas el mal o hagas el bien los ú nicos afectados será n tus semejantes” (JOB 35:8)

Al hombre como tú dañ ará tu impiedad, Y al hijo de hombre aprovechará tu justicia.

“Cuídate de no inclinarte a la maldad, que por eso fuiste apartado de la aflicció n” (JOB
36:21) 21 Guá rdate, no tornes á la iniquidad; Pues ésta escogiste má s bien que la
aflicció n.

“En pleno día andará s atientas como ciego en la oscuridad. Fracasaran en todo lo que
hagas; día tras día será s oprimido; te robaran y no habrá nadie que te socorra”
(DEUTERONOMIO 28:29) 29 y palpará s a mediodía como palpa el ciego en la
oscuridad, y no será s prosperado en tus caminos; y no será s sino oprimido y robado
todos los días, y no habrá quien te salve. ASIGNACION DE MALA SUERTE: cierra
caminos, obstrucción, bloqueos en las finanzas, desempleo, mala suerte, abandono
personal, rechazo social, espíritu de senilidad, vejez, muerte prematura. “Tus hijos y
tus hijas será n entregados a otra nació n, te cansaras de buscarlos y no los podrá s
encontrar “(DEUTERONOMIO 28:32) 32 Tus hijos y tus hijas será n entregados a otro
pueblo, y tus ojos lo verá n, y desfallecerá n por ellos todo el día; y no habrá fuerza en
tu mano.

“ROMPO EL PROGRAMA DE TODA CAUTIVIDAD EN MIS GENES DE DESTINO DE


MI ADN”

DESPERTANDO LOS GENES DE LA PROSPERIDAD


El Señ or despertó el espíritu de Ciro “Ahora mismo, a esta hora despierto mis
neuronas y los genes de prosperidad en mi” . “ Y el Señ or inquieto de tal manera a
Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá y al sumo sacerdote Josué hijo de
Josadac y a todo el resto del pueblo que vinieron y empezaron a trabajar en la casa de
su Dios, el Señ or todopoderoso era el día 24 del mes sexto de segundo añ o del rey
Darío” (HAGEO 1:14-15) 14 Y despertó Jehová el espíritu de Zorobabel hijo de Salatiel,
gobernador de Judá , y el espíritu de Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y el
espíritu de todo el resto del pueblo; y vinieron y trabajaron en la casa de Jehová de los
ejércitos, su Dios, 15 en el día veinticuatro del mes sexto, en el segundo añ o del rey
Darío.
“Todo está codificado en las memorias genéticas” (ADN). (Acido desoxirribonucleico)
“los pobres se arrastran por los genes de sus antepasados”

POBREZA: PATRON DE CONDUCTA QUE SE HEREDAN DE LOS PADRES. Patrones


genéticos:
1. Tengo el concepto de los demá s
2. Tengo el concepto de mí mismo
3. Tengo el concepto de Dios

“Satanás hace dormir en los creyentes los genes de la prosperidad Él quiere


hacerlos sufrir, llorar, padecer, oprimir.
Sataná s trabaja en las dos á reas: 1 Genética. 2 Astral: Astros
Epurianos: Espíritus de maldad que trabajan en los astros.

PECADO: El que da lugar a que los demonios se adhieran, posesión demoniaca.

MALDAD: El espíritu que arrastra los escombros.

INICUIDAD: Los demonios que se esconden detrás de los genes. Vana manera de
vivir, es un programa que se lleva en los códigos genéticos. (SALMO 7:14-16)
14 
Los malvados conciben el mal; está n preñ ados de dificultades  y dan a luz mentiras.
15 
Cavan una fosa profunda para atrapar a otros, luego caen en su propia trampa. 16 Los
problemas que provocan a otros se vuelven en su contra; la violencia que maquinan
les cae sobre su propia cabeza.

ADN; “ACIDO DESOXIRRIBONUCLEICO”

“EL MUNDO SON LOS MALOS DESEOS DEL CUERPO, LA CODICIA DE LOS OJOS Y LA
ARROGANCIA DE LA VIDA” (1 JUAN 2:15-17) 15 No amen a este mundo ni las cosas
que les ofrece, porque cuando aman al mundo no tienen el amor del Padre en
ustedes. 16 Pues el mundo solo ofrece un intenso deseo por el placer físico, un deseo
insaciable por todo lo que vemos, y el orgullo de nuestros logros y posesiones. Nada
de eso proviene del Padre, sino que viene del mundo;17 y este mundo se acaba junto
con todo lo que la gente tanto desea; pero el que hace lo que a Dios le agrada vivirá
para siempre.
¡En esta hora, desprogramo, decodifico, todo gen maligno, toda línea generacional de
mala suerte, de solterismo, mala suerte, en unió n de noviazgo que se haya adherido a
mi línea genética a mi sangre, a mis genes de destino en mi ADN. Arranco, destruyo
dejo sin poder y sin autoridad en el nombre de Jesú s todo escombro generacional
maligno de: mala suerte, solterismo: mala suerte en unió n de noviazgo, desisto ato y
hecho fuera de mi línea genética, de mi sangre, de mis genes de destino en mi ADN, al
diablo, a sataná s y a los demonios que me han sido asignados para que tuviera: mala
suerte, solterismo: mala suerte en el noviazgo! Rompo y aniquilo sus fortalezas,
muros, impedimentos, bloqueos. Los dejo sin poder y autoridad en el nombre de Jesú s.
En esta hora despierto mi gen benigno de buena suerte, en mi noviazgo, en mi línea
genética en mi sangre, en mis genes de destino de mi ADN.

DESTRUYO TODO “GEN” DE MALA SUERTE EN ESTA HORA DECODIFICO,


REPROGRAMO TODO GEN MALIGNO DE MALA SUERTE, DE CIERRA CAMINOS, DE
OBSTRUCION, DE BLOQUEOS EN LA FINANZAS DE DESEMPLEO, ABANDONO
PERSONAL, RECHAZO SOCIAL, ESPIRUTU DE SENILIDAD, VEJEZ, MUERTE
PREMATURA, RECHAZO DE LAS MUJERES EN LAS RELACIONES SEXUALES. Que se
me hayan adherido a mi sangre, a mi saliva, a mis genes de destino, de mi ADN, por mi
línea genética. Rompo todos estos genes malignos, los dejo sin poder y sin autoridad
en el nombre de Jesú s. Arranco, destruyo, aniquilo y quebranto todo escombro
generacional de mala suerte que se me hayan adherido a mi sangre, a mi saliva, a mis
genes de destino, de mi ADN, por mi línea genética. Rompo todo programa maligno de
toda cautividad, pecado, maldad, iniquidad en mis genes de destino en mi ADN.
Desisto, rechazo, ato y hecho fuera de mis genes a todo espíritu de mala suerte que me
hubiese sido asignado por mis pecados, por mi maldad y por mi iniquidad. Tengo el
linaje, renuncio a toda atadura de mala suerte. Tengo la unció n del rompedor.

“Al unirse los hijos de Dios con las hijas de los seres humanos y tener hijos con ellas,
nacieron gigantes que fueron los famosos héroes de antañ o. A partir de entonces hubo
gigantes en la tierra”

Al ver el Señ or que la maldad del ser humano en la tierra, era muy grande y que todos
sus pensamientos tendían siempre hacia el mal, se arrepintió de haber hecho al
hombre en la tierra y le dolió en el corazó n. (GÉNESIS 6:4-5) 4 En esos días y durante
algú n tiempo después, vivían en la tierra gigantes nefilitas, pues siempre que los hijos
de Dios tenían relaciones sexuales con las mujeres, ellas daban a luz hijos que luego se
convirtieron en los héroes y en los famosos guerreros de la antigü edad. 5 El Señ or vio
la magnitud de la maldad humana en la tierra y que todo lo que la gente pensaba o
imaginaba era siempre y totalmente malo.
CASTIGO POR FALTA DE ARRREPENTIMIENTO

DUREZA DE ISRAEL
“Yo les hice pasar “HAMBRE” en todas sus ciudades y los privé de pan en todos sus
poblados. Con todo, ustedes no se volvieron a mí.
Afirma el Señ or!

“Yo les retuve la lluvia cuando aú n faltaban tres meses para la cosecha. En una ciudad
hacia llover, pero en otra no; una parcela recibía lluvia, mientras que otra no y se secó .
Vagando de cuidad en ciudad va la gente en busca de agua, pero no para calmaba la
sed. Con todo, ustedes no se volvieron a mi.
Afirma el Señ or!

LES MANDE PLAGAS con las de Egipto pase por la espada a sus mejores jó venes,
junto con los caballos capturados, hice que llegara hasta sus propias narices, el hedor
de los cadá veres. Con todo ustedes no se volvieron a mí.
Afirma el Señ or!

Yo les envié la devastación como la Sodoma y Gomorra quedaron como tronos


arrebatados por el fuego, con todo esto, ustedes no se volvieron a mí.
Afirma el Señ or!

(AMOS 4:6-11) 6 Os hice estar a diente limpio en todas vuestras ciudades, y hubo falta
de pan en todos vuestros pueblos; mas no os volvisteis a mí, dice Jehová . 7 También os
detuve la lluvia tres meses antes de la siega; e hice llover sobre una ciudad, y sobre
otra ciudad no hice llover; sobre una parte llovió , y la parte sobre la cual no llovió , se
secó . 8 Y venían dos o tres ciudades a una ciudad para beber agua, y no se saciaban;
con todo, no os volvisteis a mí, dice Jehová . 9 Os herí con viento solano y con oruga; la
langosta devoró vuestros muchos huertos y vuestras viñ as, y vuestros higuerales y
vuestros olivares; pero nunca os volvisteis a mí, dice Jehová . 10 Envié contra vosotros
mortandad tal como en Egipto; maté a espada a vuestros jó venes, con cautiverio de
vuestros caballos, e hice subir el hedor de vuestros campamentos hasta vuestras
narices; mas no os volvisteis a mí, dice Jehová . 11 Os trastorné como cuando Dios
trastornó a Sodoma y a Gomorra, y fuisteis como tizó n escapado del fuego; mas no os
volvisteis a mí, dice Jehová .

Castigare sus campos con plagas, sequia, la langosta devoro sus huertos y viñ edos, sus
higueras y olivares con todo, ustedes no se volvieron a mí.
Afirma el Señ or!

(AMOS 4:6-11) 9 Os herí con viento solano y con oruga; la langosta devoró vuestros
muchos huertos y vuestras viñ as, y vuestros higuerales y vuestros olivares; pero
nunca os volvisteis a mí, dice Jehová .

¡Y de ellos que de mí se alejaron ¡ que sean destruidos por revelarse contra mi¡ Yo
bien podría redimirlos, pero ellos no me hablan con la verdad.

No me invocan de corazón sino que lamentan echados en su cama.

Para obtener grano y vino nuevo se laceran y se ponen en mi contra, yo adiestre y


fortalecí sus brazos pero ellos maquinan maldades contra mí. No se vuelven al
altísimo, son como un arco engañ oso. Sus autoridades caerá n al filo de espada por sus
palabras insolentes, y en la tierra de Egipto se burlaran de ellos. (OSEAS 7:14-16) 4 Y
no clamaron a mí con su corazó n cuando gritaban sobre sus camas; para el trigo y el
mosto se congregaron, se rebelaron contra mí. 15 Y aunque yo los enseñ é y fortalecí sus
brazos, contra mí pensaron mal. 16 Volvieron, pero no al Altísimo; fueron como arco
engañ oso; cayeron sus príncipes a espada por la soberbia de su lengua; esto será su
escarnio en la tierra de Egipto.

“Vienen días afirma el Señ or omnipotente en que enviaré hambre al país. No será
hambre de pan, ni sed de agua, sino hambre de oír las palabras del Señor. La gente
vagra sin rumbo de mar a mar; andará n errantes de norte al este, buscando la palabra
del Señ or, pero no la encontrará n; en aquel día se desmayaran de sed las jó venes
hermosas y los jó venes fuertes” (AMOS 8:11-12) 11 He aquí vienen días, dice Jehová el
Señ or, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino
de oír la palabra de Jehová . 12 E irá n errantes de mar a mar; desde el norte hasta el
oriente discurrirá n buscando palabra de Jehová , y no la hallará n.

“No creas en tu pró jimo ni confíes en tus amigos; cuídate de lo que hablas con la que
duerme en tus brazos. El hijo ultraja al padre, la hija se rebela contra la madre, la
nuera contra la suegra, y los enemigos de cada cual está n en su propia casa. Pero yo he
puesto mi esperanza en el Señ or; yo espero en el Señ or de mi salvació n. ¡MI DIOS ME
ESCUCRARÁ! (MIQUEAS 7:5-7) 5 No creá is en amigo, ni confiéis en príncipe; de la que
duerme a tu lado cuídate, no abras tu boca. 6 Porque el hijo deshonra al padre, la hija
se levanta contra la madre, la nuera contra su suegra, y los enemigos del hombre son
los de su casa. 7 Mas yo a Jehová miraré, esperaré al Dios de mi salvació n; el Dios mío
me oirá .

¡LO QUE PIDO DEUSTEDES ES AMOR Y NO SACRIFICIOS, CONOCIMIENTO DE DIOS


Y NO HOLOCAUSTOS! (OSEAS 6:6) 6 Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y
conocimiento de Dios má s que holocaustos.
“Sus gobernantes juzgan por soborno, sus sacerdotes instruyen por paga, y sus
profetas predican por dinero; para colmo, se apoyan en el Señ or diciendo: ¿No está
el Señ or entre nosotros? ¡No vendrá sobre nosotros ningú n mal!.

Por lo tanto, por culpa de ustedes Sion será como un campo arado; Jerusalén quedará
en ruinas, y el monte del templo se volverá en matorral” (MIQUEAS 3:11-12) 11 Sus
jefes juzgan por cohecho, y sus sacerdotes enseñ an por precio, y sus profetas adivinan
por dinero; y se apoyan en Jehová , diciendo: ¿No está Jehová entre nosotros? No
vendrá mal sobre nosotros. 12 Por tanto, a causa de vosotros Sion será arada como
campo, y Jerusalén vendrá a ser montones de ruinas, y el monte de la casa como
cumbres de bosque.

(HABACUC 1:6-11) 6 Porque he aquí, yo levanto a los caldeos, nació n cruel y


presurosa, que camina por la anchura de la tierra para poseer las moradas ajenas.

Formidable es y terrible; de ella misma procede su justicia y su dignidad. 8 Sus
caballos será n má s ligeros que leopardos, y má s feroces que lobos nocturnos, y sus
jinetes se multiplicará n; vendrá n de lejos sus jinetes, y volará n como á guilas que se
apresuran a devorar. 9 Toda ella vendrá a la presa; el terror va delante de ella, y
recogerá cautivos como arena. 10 Escarnecerá a los reyes, y de los príncipes hará burla;
se reirá de toda fortaleza, y levantará terraplén y la tomará . 11 Luego pasará como el
huracá n, y ofenderá atribuyendo su fuerza a su dios. LOS CALDEOS (MATEO 12:43)
43 
Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando
reposo, y no lo halla.

(Representan a los demonios, los demonios son errantes) (DANIEL 1:1) 1  En el añ o
tercero del reinado de Joacim rey de Judá , vino Nabucodonosor rey de Babilonia a
Jerusalén, y la sitió . (Ezequiel 22:27) 27 Sus príncipes en medio de ella son como lobos
que arrebatan presa, derramando sangre, para destruir las almas, para obtener
ganancias injustas. Los demonios atacan de noche
1. SON LADRONES
2. SON DESPIADADOS

¿CÓMO SE VENGA DIOS DE NUESTROS ENEMIGOS?


(1 SAMUEL 1:2,4-8,10-20) 2 Y tenía él dos mujeres; el nombre de una era Ana, y el de
la otra, Penina. Y Penina tenía hijos, mas Ana no los tenía. 4 Y cuando llegaba el día en
que Elcana ofrecía sacrificio, daba a Penina su mujer, a todos sus hijos y a todas sus
hijas, a cada uno su parte. 5 Pero a Ana daba una parte escogida; porque amaba a Ana,
aunque Jehová no le había concedido tener hijos. 6 Y su rival la irritaba, enojá ndola y
entristeciéndola, porque Jehová no le había concedido tener hijos. 7 Así hacía cada añ o;
cuando subía a la casa de Jehová , la irritaba así; por lo cual Ana lloraba, y no comía. 8 Y
Elcana su marido le dijo: Ana, ¿por qué lloras? ¿Por qué no comes? ¿Y por qué está
afligido tu corazó n? ¿No te soy yo mejor que diez hijos? 10 ella con amargura de alma
oró a Jehová , y lloró abundantemente. 11 E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos,
si te dignares mirar a la aflicció n de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de
tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varó n, yo lo dedicaré a Jehová todos los
días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza. 12 Mientras ella oraba largamente
delante de Jehová , Elí estaba observando la boca de ella. 13 Pero Ana hablaba en su
corazó n, y solamente se movían sus labios, y su voz no se oía; y Elí la tuvo por ebria.
14 
Entonces le dijo Elí: ¿Hasta cuá ndo estará s ebria? Digiere tu vino. 15 Y Ana le
respondió diciendo: No, señ or mío; yo soy una mujer atribulada de espíritu; no he
bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma delante de Jehová . 16 No tengas a
tu sierva por una mujer impía; porque por la magnitud de mis congojas y de mi
aflicció n he hablado hasta ahora. 17 Elí respondió y dijo: Ve en paz, y el Dios de Israel te
otorgue la petició n que le has hecho. 18 Y ella dijo: Halle tu sierva gracia delante de tus
ojos. Y se fue la mujer por su camino, y comió , y no estuvo má s triste. 19 Y levantá ndose
de mañ ana, adoraron delante de Jehová , y volvieron y fueron a su casa en Ramá . Y
Elcana se llegó a Ana su mujer, y Jehová se acordó de ella. 20 Aconteció que al
cumplirse el tiempo, después de haber concebido Ana, dio a luz un hijo, y le puso por
nombre Samuel, diciendo: Por cuanto lo pedí a Jehová .

Oració n del Ana: (1 SAMUEL 2:1-10) Y Ana oró y dijo:  Mi corazó n se regocija en
Jehová ,
Mi poder se exalta en Jehová ; Mi boca se ensanchó sobre mis enemigos, Por cuanto me
alegré en tu salvació n. 2 No hay santo como Jehová ; Porque no hay ninguno fuera de ti,
Y no hay refugio como el Dios nuestro. 3 No multipliquéis palabras de grandeza y
altanería; Cesen las palabras arrogantes de vuestra boca; Porque el Dios de todo saber
es Jehová , Y a él toca el pesar las acciones. 4 Los arcos de los fuertes fueron quebrados,
Y los débiles se ciñ eron de poder. 5 Los saciados se alquilaron por pan, Y los
hambrientos dejaron de tener hambre; Hasta la estéril ha dado a luz siete, Y la que
tenía muchos hijos languidece. 6 Jehová mata, y él da vida; El hace descender al Seol, y
hace subir. 7 Jehová empobrece, y él enriquece; Abate, y enaltece.8 El levanta del polvo
al pobre, Y del muladar exalta al menesteroso, Para hacerle sentarse con príncipes y
heredar un sitio de honor. Porque de Jehová son las columnas de la tierra, Y él afirmó
sobre ellas el mundo. 9 El guarda los pies de sus santos, Mas los impíos perecen en
tinieblas; Porque nadie será fuerte por su propia fuerza. 10 Delante de Jehová será n
quebrantados sus adversarios, Y sobre ellos tronará desde los cielos; Jehová juzgará
los confines de la tierra, Dará poder a su Rey, Y exaltará el poderío de su Ungido.
El Señ or bendijo a Ana y le dio tres hijos y dos hijas (1 SAMUEL 2:21) 21 Y visitó
Jehová a Ana, y ella concibió , y dio a luz tres hijos y dos hijas. Y el joven Samuel crecía
delante de Jehová .

Dispones ante mí un banquete en presencia de mis enemigos (SALMO 23:5)



Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza
con aceite; mi copa está rebosando.
“No tomen venganza, hermanos míos, sino dejen el castigo en manos de Dios, porque
está escrito: “Mía es la venganza, yo pagare “dice el Señ or” (ROMANOS 12:19-20)
19 
No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios;
porque escrito está : Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señ or. 20 Así que, si tu
enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo
esto, ascuas de fuego amontonará s sobre su cabeza.

Hay que declarar: te regalo, te perdono esta deuda.

“Todo aquel que perdona, es porque tiene los genes de Dios en su corazó n.

DESHACIENDO DECRETOS (JOSUE 6:26) 26 En aquel tiempo hizo Josué un


juramento, diciendo: Maldito delante de Jehová el hombre que se levantare y
reedificare esta ciudad de Jericó . Sobre su primogénito eche los cimientos de ella, y
sobre su hijo menor asiente sus puertas.

Josué lanzo un decreto y una sentencia sobre Jericó después de miles de añ os Hiel de
Bet-el reconstruyo Jericó . Hecho los cimientos al precio de la vida de Abiram, su hijo
mayor…… (1 REYES 16:34) 34 En su tiempo Hiel de Bet-el reedificó a Jericó . A precio
de la vida de Abiram su primogénito echó el cimiento, y a precio de la vida de Segub su
hijo menor puso sus puertas, conforme a la palabra que Jehová había hablado por
Josué hijo de Nun.

Eliseo le dice a la sunamita estéril: al añ o que viene, por esta fecha, estará n abrazando
a tu hijo (2 REYES 4:8-17) (14-17)  Aconteció también que un día pasaba Eliseo por
Sunem; y había allí una mujer importante, que le invitaba insistentemente a que
comiese; y cuando él pasaba por allí, venía a la casa de ella a comer. 9 Y ella dijo a su
marido: He aquí ahora, yo entiendo que éste que siempre pasa por nuestra casa, es
varó n santo de Dios. 10 Yo te ruego que hagamos un pequeñ o aposento de paredes, y
pongamos allí cama, mesa, silla y candelero, para que cuando él viniere a nosotros, se
quede en él. 11 Y aconteció que un día vino él por allí, y se quedó en aquel aposento, y
allí durmió . 12 Entonces dijo a Giezi su criado: Llama a esta sunamita. Y cuando la
llamó , vino ella delante de él. 13 Dijo él entonces a Giezi: Dile: He aquí tú has estado
solícita por nosotros con todo este esmero; ¿qué quieres que haga por ti? ¿Necesitas
que hable por ti al rey, o al general del ejército? Y ella respondió : Yo habito en medio
de mi pueblo. 14 Y él dijo: ¿Qué, pues, haremos por ella? Y Giezi respondió : He aquí
que ella no tiene hijo, y su marido es viejo. 15 Dijo entonces: Llá mala. Y él la llamó , y
ella se paró a la puerta. 16 Y él le dijo: El añ o que viene, por este tiempo, abrazará s un
hijo. Y ella dijo: No, señ or mío, varó n de Dios, no hagas burla de tu sierva. 17 Mas la
mujer concibió , y dio a luz un hijo el añ o siguiente, en el tiempo que Eliseo le había
dicho.

Decreto el diablo tiene autoridad para decretar maldiciones en contra de los


seres humanos, pero Cristo deshizo esos decretos”

El diablo ha lanzado sobre la humanidad maldiciones de dos: ruina, pobreza, miseria,


enfermedad, muerte, robo, destrucció n, divisió n, tormento. (COLOSENSES 2:14-15)
14 
anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria,
quitá ndola de en medio y clavá ndola en la cruz, 15 y despojando a los principados y a
las potestades, los exhibió pú blicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.

¡Cristo anuló los decretos del diablo!


Los brujos lanzan decretos destructivos lo he de ver….. estará s así….

“Cuando lanzamos la palabra Dios nos respalda”

Para lanzar un decreto debemos decir: ¡Vive el señor en cuya presencia estoy!

Hay decretos en contra de la economía de alguien. Hay decretos de maldició n de


soltería y destrucció n de hogares.

(Como saber y esta haciendo atacado con hechicería de ruina)

Desear: ¡ya lo tienes ya es!. Notificació n que ya tengo algo en mi vida. Dios pone en mi
ese deseo. Dios nos manda un alerta en forma de deseo.

HAY MALDICIONES, ADQUIRIDAS, ENVIADAS Y HEREDADAS.


¡Muevo la autoridad que Cristo puso en mí!
¡ Los á ngeles hará n lo que yo quiero cuando yo los mande!
¡Muestras no actuemos el hombre fuerte se moverá libremente!
¡ Suelto la autoridad confesando, declarando con mi boca!
¡Decreto bendició n en mí moviendo lo sobrenatural en todo el universo!
¡Activo los á ngeles de Dios para multiplicar mi dinero ahora mismo!
¡Hago guerra espiritual para que sataná s no siga dominando mi vida!
¡Tengo mi fe prá ctica!
Mirto: Pueblo de Dios
Olivo: Unció n del espíritu
¡No esperare a que Dios se nueva!

EL PODER DEL ARREPENTIMIENTO

Los resultados de nuestro arrepentimiento (JEREMIAS 18:7-10) (42:10) 7 En un


instante hablaré contra pueblos y contra reinos, para arrancar, y derribar, y destruir.

Pero si esos pueblos se convirtieren de su maldad contra la cual hablé, yo me
arrepentiré del mal que había pensado hacerles, 9 y en un instante hablaré de la gente
y del reino, para edificar y para plantar. 10 Pero si hiciere lo malo delante de mis ojos,
no oyendo mi voz, me arrepentiré del bien que había determinado hacerle. 10 Si os
quedareis quietos en esta tierra, os edificaré, y no os destruiré; os plantaré, y no os
arrancaré; porque estoy arrepentido del mal que os he hecho.

Cuando nos arrepentimos de corazó n, el Señ or cambia de parecer (EZEQUIEL 18:21-


23,27-28) 21 Mas el impío, si se apartare de todos sus pecados que hizo, y guardare
todos mis estatutos e hiciere segú n el derecho y la justicia, de cierto vivirá ; no morirá .
22
 Todas las transgresiones que cometió , no le será n recordadas; en su justicia que
hizo vivirá . 23 ¿Quiero yo la muerte del impío? dice Jehová el Señ or. ¿No vivirá , si se
apartare de sus caminos? (EZEQUIEL 18:30) 30 Por tanto, yo os juzgaré a cada uno
segú n sus caminos, oh casa de Israel, dice Jehová el Señ or. Convertíos, y apartaos de
todas vuestras transgresiones, y no os será la iniquidad causa de ruina.

Si tó manos la decisió n de arrepentirnos de nuestra maldad, también el Señ or se


arrepentirá del castico que había pensado mandarnos (JEREMIAS 18:7-12) 7 En un
instante hablaré contra pueblos y contra reinos, para arrancar, y derribar, y destruir.

Pero si esos pueblos se convirtieren de su maldad contra la cual hablé, yo me
arrepentiré del mal que había pensado hacerles, 9 y en un instante hablaré de la gente
y del reino, para edificar y para plantar. 10 Pero si hiciere lo malo delante de mis ojos,
no oyendo mi voz, me arrepentiré del bien que había determinado hacerle. 11 Ahora,
pues, habla luego a todo hombre de Judá y a los moradores de Jerusalén, diciendo: Así
ha dicho Jehová : He aquí que yo dispongo mal contra vosotros, y trazo contra vosotros
designios; conviértase ahora cada uno de su mal camino, y mejore sus caminos y sus
obras. 12 Y dijeron: Es en vano; porque en pos de nuestros ídolos iremos, y haremos
cada uno el pensamiento de nuestro malvado corazó n. (JOEL 2:13-14) 13 Rasgad
vuestro corazó n, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque
misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se
duele del castigo.14 ¿Quién sabe si volverá y se arrepentirá y dejará bendició n tras de
él, esto es, ofrenda y libació n para Jehová vuestro Dios?

El fruto se produce con el arrepentimiento (MATEO 3:8,11-12) 8 Haced, pues, frutos


dignos de arrepentimiento, 1 Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento;
pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es má s poderoso que
yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. 12 Su aventador está en su mano, y
limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que
nunca se apagará .

El bautismo del arrepentimiento (MARCOS 11.4) 4 Fueron, y hallaron el pollino atado


afuera a la puerta, en el recodo del camino, y lo desataron.

El mensaje del arrepentimiento (LUCAS 24:45-48) 45 Entonces les abrió el


entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras; 46 y les dijo: Así está escrito, y
así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; 47 y
que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdó n de pecados en todas las
naciones, comenzando desde Jerusalén. 48 Y vosotros sois testigos de estas cosas.

El Señ or es el que nos redime de todo pecado (HECHOS 5:31-32) 31 A éste, Dios ha
exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y
perdó n de pecados. 32 Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el
Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen.

El arrepentimiento es para tener vida (HECHOS 11:18) 18 Entonces, oídas estas cosas,
callaron, y glorificaron a Dios, diciendo: !!De manera que también a los gentiles ha
dado Dios arrepentimiento para vida!

Todos estamos llamados al arrepentimiento (HECHOS 20:21) 21 testificando a judíos y


a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señ or
Jesucristo.

Arrepentimiento haciendo buenas obras (HECHOS 26:18,20) 18 para que abras sus
ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Sataná s a Dios;
para que reciban, por la fe que es en mí, perdó n de pecados y herencia entre los
santificados. PABLO OBEDECE A LA VISIÓ N 19 Por lo cual, oh rey Agripa, no fui rebelde
a la visió n celestial, 20 sino que anuncié primeramente a los que está n en Damasco, y
Jerusalén, y por toda la tierra de Judea, y a los gentiles, que se arrepintiesen y se
convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento.
La bondad del Señ or nos conlleva al arrepentimiento (ROMANOS 2:4) 4 ¿O
menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que
su benignidad te guía al arrepentimiento?

DIOS PRODUCE EN NOSOSTROS TRISTEZA PARA QUE LLEGUEMOS AL


ARREPENTIMIENTO (2 CORINTIOS 7:9-11) 9 Ahora me gozo, no porque hayá is sido
contristados, sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento; porque habéis
sido contristados segú n Dios, para que ninguna pérdida padecieseis por nuestra parte.
10 
Porque la tristeza que es segú n Dios produce arrepentimiento para salvació n, de que
no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte. 11 Porque he
aquí, esto mismo de que hayá is sido contristados segú n Dios !qué solicitud produjo en
vosotros, qué defensa, qué indignació n, qué temor, qué ardiente afecto, qué celo, y qué
vindicació n! En todo os habéis mostrado limpios en el asunto.

Nosotros alcanzamos la iluminació n a través del arrepentimiento (HEBREOS 6:1-6) 1


1
Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la
perfecció n; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas,
de la fe en Dios, 2 de la doctrina de bautismos, de la imposició n de manos, de la
resurrecció n de los muertos y del juicio eterno. 3 Y esto haremos, si Dios en verdad lo
permite. 4 Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del
don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, 5 y asimismo gustaron de
la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, 6 y recayeron, sean otra vez
renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios
y exponiéndole a vituperio.

Debemos arrepentirnos de todo corazó n por haber rechazado a Dios (HEBREOS


12:14-17) 14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señ or.
15 
Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando
alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados; 16 no sea
que haya algú n fornicario, o profano, como Esaú , que por una sola comida vendió su
primogenitura. 17 Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendició n,
fue desechado, y no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque la procuró con
lá grimas.

Con nuestro arrepentimiento el Señor borrará todo nuestro pasado (HEBREOS


10: 17-18) añ ade: 17  Y nunca má s me acordaré de sus pecados y transgresiones.
18 
Pues donde hay remisió n de éstos, no hay má s ofrenda por el pecado.

Nosotros después de haber sido iluminados sostuvimos una dura lucha y soportamos
mucho sufrimientos, pero necesitamos perseverar porque esta es la voluntad de Dios
(HEBREOS 10:32-39) 32 Pero traed a la memoria los días pasados, en los cuales,
después de haber sido iluminados, sostuvisteis gran combate de padecimientos; 33 por
una parte, ciertamente, con vituperios y tribulaciones fuisteis hechos espectá culo; y
por otra, llegasteis a ser compañ eros de los que estaban en una situació n semejante.
34 
Porque de los presos también os compadecisteis, y el despojo de vuestros bienes
sufristeis con gozo, sabiendo que tenéis en vosotros una mejor y perdurable herencia
en los cielos. 35 No perdá is, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardó n;
36 
porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios,
obtengá is la promesa. 37 Porque aú n un poquito, Y el que ha de venir vendrá , y no
tardará . 38 Mas el justo vivirá por fe; Y si retrocediere, no agradará a mi alma. 39 Pero
nosotros no somos de los que retroceden para perdició n, sino de los que tienen fe
para preservació n del alma.

No tomemos a la ligera la disciplina del Señ or ni nos desanimemos cuando nos


reprenda (HEBREOS 12: 4-13) 4 Porque aú n no habéis resistido hasta la sangre,
combatiendo contra el pecado; 5 y habéis ya olvidado la exhortació n que como a hijos
se os dirige, diciendo:  Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señ or,  Ni desmayes
cuando eres reprendido por él; 6 Porque el Señ or al que ama, disciplina, Y azota a todo
el que recibe por hijo.  7 Si soportá is la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque
¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? 8 Pero si se os deja sin disciplina, de
la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos. 9 Por otra
parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerá bamos.
¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos? 10 Y
aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero
éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad. 11 Es verdad
que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero
después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados. Los que
rechazan la gracia de Dios 12 Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas
paralizadas; 13 y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga
del camino, sino que sea sanado.

Para sanar el cuerpo físico tenemos que arrepentirnos (ROMANOS 7:7-25) El pecado
que mora en mí. 7 ¿Qué diremos, pues? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero
yo no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no
dijera: No codiciará s. 8 Mas el pecado, tomando ocasió n por el mandamiento, produjo
en mí toda codicia; porque sin la ley el pecado está muerto. 9 Y yo sin la ley vivía en un
tiempo; pero venido el mandamiento, el pecado revivió y yo morí. 10 Y hallé que el
mismo mandamiento que era para vida, a mí me resultó para muerte; 11 porque el
pecado, tomando ocasió n por el mandamiento, me engañ ó , y por él me mató . 12 De
manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno.
13 
¿Luego lo que es bueno, vino a ser muerte para mí? En ninguna manera; sino que el
pecado, para mostrarse pecado, produjo en mí la muerte por medio de lo que es
bueno, a fin de que por el mandamiento el pecado llegase a ser sobremanera
pecaminoso. 14 Porque sabemos que la ley es espiritual; má s yo soy carnal, vendido al
pecado. 15 Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que
aborrezco, eso hago. 16 Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena.
17 
De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. 18 Y
yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en
mí, pero no el hacerlo. 19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero,
eso hago. 20 Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.
21 
Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. 22 Porque
segú n el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; 23 pero veo otra ley en mis
miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del
pecado que está en mis miembros.
24 
!!Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? 25 Gracias doy a Dios,
por Jesucristo Señ or nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios,
mas con la carne a la ley del pecado.

El Señ or nos concede el arrepentimiento para que conozcamos la verdad y volviendo


en sí escapemos del lado de sataná s por quien fuimos enredados a su voluntad. (2
TIMOTEO 1:25-26) 25 que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá
Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, 26 y escapen del lazo del
diablo, en que está n cautivos a voluntad de él.

La falta de arrepentimiento trae ruina (PROVERBIOS 28:13) 13 El que encubre sus
pecados no prosperará ; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.

El Señ or quiere que todos lleguemos al arrepentimiento (1 JUAN 1:7-9) 7 pero si


andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunió n unos con otros, y la sangre de
Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. 8 Si decimos que no tenemos pecado, nos
engañ amos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. 9 Si confesamos
nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de
toda maldad.

Para obtener el reino de Dios debemos arrepentirnos (MATEO 3:2-3) 2 y diciendo:
Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. 3 Pues éste es aquel de quien
habló el profeta Isaías, cuando dijo: Voz del que clama en el desierto: Preparad el
camino del Señ or, Enderezad sus sendas.

Las consecuencias que se dan por no arrepentirnos (MATEO 11:20-24) 20 Entonces


comenzó a reconvenir a las ciudades en las cuales había hecho muchos de sus
milagros, porque no se habían arrepentido, diciendo: 21 !!Ay de ti, Corazín! !!Ay de ti,
Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidó nse hubieran hecho los milagros que han sido
hechos en vosotras, tiempo ha que se hubieran arrepentido en cilicio y en ceniza.
22 
Por tanto os digo que en el día del juicio, será má s tolerable el castigo para Tiro y
para Sidó n, que para vosotras. 23 Y tú , Capernaum, que eres levantada hasta el cielo,
hasta el Hades[a]será s abatida; porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros
que han sido hechos en ti, habría permanecido hasta el día de hoy. 24 Por tanto os digo
que en el día del juicio, será má s tolerable el castigo para la tierra de Sodoma, que para
ti.

El arrepentimiento para tener el reino de Dios y su Justicia (MARCOS 1:14-15)


14 
Después que Juan fue encarcelado, Jesú s vino a Galilea predicando el evangelio del
reino de Dios, 15 diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado;
arrepentíos, y creed en el evangelio.

Jesú s envía a los Doce a que enseñ en a otros a arrepentirse (MARCOS 6:7-13)

Después llamó a los doce, y comenzó a enviarlos de dos en dos; y les dio autoridad
sobre los espíritus inmundos. 8 Y les mandó  que no llevasen nada para el camino, sino
solamente bordó n; ni alforja, ni pan, ni dinero en el cinto, 9 sino que calzasen
sandalias, y no vistiesen dos tú nicas. 10 Y les dijo: Dondequiera que entréis en una casa,
posad en ella hasta que salgá is de aquel lugar. 11 Y si en algú n lugar no os recibieren ni
os oyeren, salid de allí, y sacudid el polvo que está debajo de vuestros pies, para
testimonio a ellos. De cierto os digo que en el día del juicio, será má s tolerable el
castigo para los de Sodoma y Gomorra, que para aquella ciudad. 12 Y saliendo,
predicaban que los hombres se arrepintiesen. 13 Y echaban fuera muchos demonios, y
ungían con aceite a muchos enfermos, y los sanaban.

El que no se arrepiente perecerá (LUCAS 13:2-5) 2 Respondiendo Jesú s, les dijo:


¿Pensá is que estos galileos, porque padecieron tales cosas, eran má s pecadores que
todos los galileos? 3 Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis
igualmente. 4 O aquellos dieciocho sobre los cuales cayó la torre en Siloé, y los mató ,
¿pensá is que eran má s culpables que todos los hombres que habitan en Jerusalén? 5 Os
digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.

Hay fiesta en el cielo cuando un pecador se arrepiente (LUCAS 15:6-7) 6 y al llegar a
casa, reú ne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he
encontrado mi oveja que se había perdido. 7 Os digo que así habrá má s gozo en el cielo
por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de
arrepentimiento.

La pará bola del Rico y Lá zaro (LUCAS 16:19-31) 19 Había un hombre rico, que se
vestía de pú rpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez. 20 Había
también un mendigo llamado Lá zaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de
llagas, 21 y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los
perros venían y le lamían las llagas. 22 Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado
por los á ngeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. 23 Y en el
Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lá zaro en su
seno. 24 Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía
a Lá zaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque
estoy atormentado en esta llama. 25 Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste
tus bienes en tu vida, y Lá zaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú
atormentado. 26 Ademá s de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y
vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de
allá pasar acá . 27 Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi
padre, 28 porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan
ellos también a este lugar de tormento. 29 Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas
tienen; ó iganlos. 30 É l entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de
entre los muertos, se arrepentirá n. 31 Má s Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los
profetas, tampoco se persuadirá n aunque alguno se levantare de los muertos.

Si nuestro hermano se arrepiente siete veces siete, perdonarlo (LUCAS 17:1-4) Dijo
Jesú s a sus discípulos: Imposible es que no vengan tropiezos; mas!!Ay de aquel por
quien vienen! 2 Mejor le fuera que se le atase al cuello una piedra de molino y se le
arrojase al mar, que hacer tropezar a uno de estos pequeñ itos. 3 Mirad por vosotros
mismos. Si tu hermano pecare contra ti, repréndele; y si se arrepintiere, perdó nale. 4 Y
si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me
arrepiento; perdó nale.

Debemos arrepentirnos y bautizarnos (HECHOS 2:38) 38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y


bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdó n de los
pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.

PARA QUE SEAN BORRADOS NUESTROS PECADOS DEBEMOS ARREPENTIRNOS


(HECHOS 3:19-20) 19 Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados
vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señ or tiempos de refrigerio, 20 y
él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado;

Simó n El Hechicero (HECHOS 8:9-25) 9 Pero había un hombre llamado Simó n, que
antes ejercía la magia en aquella ciudad, y había engañ ado a la gente de Samaria,
haciéndose pasar por algú n grande. 10 A éste oían atentamente todos, desde el má s
pequeñ o hasta el má s grande, diciendo: Este es el gran poder de Dios. 11 Y le estaban
atentos, porque con sus artes má gicas les había engañ ado mucho tiempo. 12 Pero
cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de
Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres. 13 También creyó Simó n mismo, y
habiéndose bautizado, estaba siempre con Felipe; y viendo las señ ales y grandes
milagros que se hacían, estaba ató nito. 14 Cuando los apó stoles que estaban en
Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro
y a Juan; 15 los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el
Espíritu Santo; 16 porque aú n no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que
solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesú s. 17 Entonces les imponían las
manos, y recibían el Espíritu Santo. 18 Cuando vio Simó n que por la imposició n de las
manos de los apó stoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero, 19 diciendo: Dadme
también a mí este poder, para que cualquiera a quien yo impusiere las manos reciba el
Espíritu Santo. 20 Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has
pensado que el don de Dios se obtiene con dinero. 21 No tienes tú parte ni suerte en
este asunto, porque tu corazó n no es recto delante de Dios. 22 Arrepiéntete, pues, de
esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizá te sea perdonado el pensamiento de tu
corazó n; 23 porque en hiel de amargura y en prisió n de maldad veo que está s.
24 
Respondiendo entonces Simó n, dijo: Rogad vosotros por mí al Señ or, para que nada
de esto que habéis dicho venga sobre mí. 25 Y ellos, habiendo testificado y hablado la
palabra de Dios, se volvieron a Jerusalén, y en muchas poblaciones de los samaritanos
anunciaron el evangelio.

El Señ or nos manda a que nos arrepintamos (HECHOS 17:29-30) 29 Siendo, pues,
linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o plata, o
piedra, escultura de arte y de imaginació n de hombres. 30 Pero Dios, habiendo pasado
por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo
lugar, que se arrepientan;

Debemos corregir a nuestros adversarios para que el Señ or los perdone (2 TIMOTEO
2:25-26) 25 que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les
conceda que se arrepientan para conocer la verdad, 26 y escapen del lazo del diablo, en
que está n cautivos a voluntad de él.

El poder del arrepentimiento (APOCALIPSIS 2:4-6) 4 Pero tengo contra ti, que has
dejado tu primer amor. 5 Recuerda, por tanto, de dó nde has caído, y arrepiéntete, y haz
las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si
no te hubieres arrepentido. 6 Pero tienes esto, que aborreces las obras de los
nicolaítas, las cuales yo también aborrezco.

Las consecuencias de no arrepentirnos (APOCALIPSIS 2:16) 16 Por tanto,


arrepiéntete; pues si no, vendré a ti pronto, y pelearé contra ellos con la espada de mi
boca.

La falta de arrepentimiento de Jezabel (APOCALIPSIS 2:20-23) 20 Pero tengo unas


pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñ e
y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos. 21 Y le he
dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicació n.
22 
He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulació n a los que con ella adulteran, si no
se arrepienten de las obras de ella. 23 Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias
sabrá n que yo soy el que escudriñ a la mente y el corazó n; y os daré a cada uno segú n
vuestras obras.

El ladrón nos roba por la falta de arrepentimiento (APOCALIPSIS 3:3,19)



Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guá rdalo, y arrepiéntete. Pues si no
velas, vendré sobre ti como ladró n, y no sabrá s a qué hora vendré sobre ti. 19 Yo
reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete.

Los que mueren a causa de no tener arrepentimiento (APOCALIPSIS 18:21) 21 Y un


á ngel poderoso tomó una piedra, como una gran piedra de molino, y la arrojó en el
mar, diciendo: Con el mismo ímpetu será derribada Babilonia, la gran ciudad, y nunca
má s será hallada.

LAS FATALES CAUSAS DE NO ARREPENTIRNOS. PLAGAS (APOCALIPSIS 16:8-9)



El cuarto á ngel derramó su copa sobre el sol, al cual fue dado quemar a los hombres
con fuego. 9 Y los hombres se quemaron con el gran calor, y blasfemaron el nombre de
Dios, que tiene poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria.

MUCHOS POR NO QUERER ARREPENTIRSE SUFREN TREMENDAS PRUEBAS.


MUCHOS TIENEN EL CORAZÓN ENDURECIDO, QUE AÚN SUFRIENDO NO SE
ARREPIENTEN NI LE DAN LA GLORIA A DIOS SIFRIENDO TERRIBLES PLAGAS,
MALDICIENDO SU NOMBRE (APOCALIPSIS 16:8-9) 8 El cuarto á ngel derramó su
copa sobre el sol, al cual fue dado quemar a los hombres con fuego. 9 Y los hombres se
quemaron con el gran calor, y blasfemaron el nombre de Dios, que tiene poder sobre
estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria.
EL PODER DE LA SANGRE DE CRISTO

La Protecció n de la Sangre de Cristo (EXODO 12:7) 7 Tomará n luego un poco de


sangre y la untará n en los dos postes y en el dintel de la puerta de la casa donde
coman el cordero

Para aplicar la Sangre de Cristo (EXODO 24:8) 8 Moisés tomó la sangre, roció al pueblo
con ella y dijo: Esta es la sangre del pacto que, con base en estas palabras, el  Señ or ha
hecho con ustedes.

La Sangre de Cristo para la expiació n del pecado (EXODO 30:10) 10 Cada añ o Aaró n
hará expiació n por el pecado a lo largo de todas las generaciones. Lo hará poniendo la
sangre de la ofrenda de expiació n sobre los cuernos del altar. Este altar estará
completamente consagrado al Señ or».

El derramamiento de la sangre del cordero (LEVITICO 1:5) 5 Después degollará el


novillo ante el Señ or, y los hijos de Aaró n, los sacerdotes, tomará n la sangre y la
derramará n alrededor del altar que está a la entrada de la Tienda de reunió n.

El poder expiatorio del pecado de la Sangre (LEVITICO 4:5-7) 5 El sacerdote ungido
tomará un poco de la sangre del novillo y la llevará a la Tienda de reunió n. 6 Mojará el
dedo en la sangre, y rociará con ella siete veces en direcció n a la cortina del santuario,
en presencia del Señ or. 7 Después el sacerdote untará un poco de la sangre en los
cuernos del altar del incienso aromá tico, que está ante el Señ or, en la Tienda de
reunió n.

El resto de la sangre del novillo la derramará al pie del altar del holocausto, que está a
la entrada de la Tienda de reunió n. (LEVITICO 16:14) 14 Después tomará un poco de la
sangre del novillo y la rociará con su dedo al costado oriental del propiciatorio; la
rociará delante del propiciatorio siete veces.
El poder protector de la Sangre de Cristo (DEUTERONOMIO 12:16) 16 Pero no
deberá s comer la sangre, sino que la derramará s en la tierra como si fuera agua.

El aplicar la Sangre de Cristo a quien nos persiga o maltrate (2 SAMUEL 1:16)


16 
David, por su parte, dijo: ¡Que tu sangre caiga sobre tu cabeza! Tu boca misma te
condena al admitir que mataste al ungido del Señ or.

El poder protector de la Sangre de Cristo (EZEQUIEL 45:19) 19 De la ofrenda por el


pecado el sacerdote tomará un poco de sangre y la pondrá sobre los postes de la
puerta del templo, en las cuatro esquinas del zó calo superior del altar, y en los postes
de la puerta del atrio interior.
La Sangre de Cristo libra de toda esclavitud (ZACARIAS 9:11) 11 En cuanto a ti, por la
sangre de mi pacto contigo libraré de la cisterna seca a tus cautivos.

La expiació n y el perdó n de los pecados se deben hacer en completo reposo


(LEVITICO 16:30-31) 30 En dicho día se hará propiciació n por ustedes para
purificarlos, y delante del Señ or será n purificados de todos sus pecados. 31 Será para
ustedes un día de completo reposo, en el cual ayunará n. Es un estatuto perpetuo.

La sangre derramada en la cruz nos limpia de todo pecado (MATEO 26:26-28)


26 
Mientras comían, Jesú s tomó pan y lo bendijo. Luego lo partió y se lo dio a sus
discípulos, diciéndoles: Tomen y coman; esto es mi cuerpo. 27 Después tomó la copa,
dio gracias, y se la ofreció diciéndoles: Beban de ella todos ustedes. 28 Esto es mi
sangre del pacto, que es derramada por muchos para el perdó n de pecados.

“Por lo tanto recuerda lo que recibido y oído; obedécelo y arrepiéntete.


(APOCALIPSIS 3:3,19). 3 Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guá rdalo,
y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladró n, y no sabrá s a qué hora
vendré sobre ti. 19 Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y
arrepiéntete. Si no te mantienes despierto cuando menos lo esperes, caeré sobre ti
como un ladró n”

“No he formado parte de grupos libertinos, ni me he divertido con ellos, he


vivido solo, porque tú estás conmigo y me has llenado de indignación”
(JEREMIAS 15:17-19-21) 17 No me senté en compañ ía de burladores, ni me engreí a
causa de tu profecía; me senté solo, porque me llenaste de indignació n. 18 ¿Por qué fue
perpetuo mi dolor, y mi herida desahuciada no admitió curació n? ¿Será s para mí como
cosa ilusoria, como aguas que no son estables? 19 Por tanto, así dijo Jehová : Si te
convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estará s; y si entresacares lo precioso de
lo vil, será s como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos. 20 Y te
pondré en este pueblo por muro fortificado de bronce, y peleará n contra ti, pero no te
vencerá n; porque yo estoy contigo para guardarte y para defenderte, dice Jehová . 21 Y
te libraré de la mano de los malos, y te redimiré de la mano de los fuertes. ¿Por qué
no cesa mi dolor? ¿Por qué es incurable mi herida? ¿Por qué se resiste a sanar?
¿Serás para mí un torrente engañoso de aguas no confiables? Por eso así dice el
Señor: si te arrepientes, yo te restaurare y podrás servirme. Si evitas hablar en
vano y hablar lo que en verdad vale, tú serás mi portavoz. Que ellos se vuelvan
hacia ti, pero tú no te vuelvas hacia ellos.

¡Ay de mí, Madre mía. Que me diste a luz como hombre de contiendas y disputas
contra toda la nació n! (JEREMIAS 15:10-11) 10 !!Ay de mí, madre mía, que me
engendraste hombre de contienda y hombre de discordia para toda la tierra! Nunca he
dado ni tomado en préstamo, y todos me maldicen. 11!!Sea así, oh Jehová , si no te he
rogado por su bien, si no he suplicado ante ti en favor del enemigo en tiempo de
aflicció n y en época de angustia!. No he prestado ni me han prestado, pero todos me
maldicen. El Señ or dijo: “de veras te librare para bien; hare que el enemigo te suplique
en tiempos de calamidad y de angustia”.

Jesú s adquirió la Iglesia por su propia sangre (HECHOS 20:18) 18 Cuando vinieron a él,
les dijo: Vosotros sabéis có mo me he comportado entre vosotros todo el tiempo, desde
el primer día que entré en Asia,

Dios ofreció a Jesú s como un sacrificio de expiació n que se recibe por la fe en su


sangre para así demostrar su justicia (ROMANOS 3:25) 25 a quien Dios puso como
propiciació n por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de
haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,

Hemos sido justificados por su sangre. (ROMANOS 5:9-11) 9 Pues mucho má s,


estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. 10 Porque si
siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho má s,
estando reconciliados, seremos salvos por su vida. 11 Y no só lo esto, sino que también
nos gloriamos en Dios por el Señ or nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora
la reconciliació n.

La cena y la comunió n con la Sangre de Cristo. (1 CORINTIOS 10:16) 16 La copa de


bendició n que bendecimos, ¿no es la comunió n de la sangre de Cristo? El pan que
partimos, ¿no es la comunió n del cuerpo de Cristo?

Muchas personas mueren antes de tiempo, por no querer arrepentirse. (1 CORINTIOS


11:27-30) 27 De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del
Señ or indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señ or. 28 Por tanto,
pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa. 29 Porque el que
come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señ or, juicio come y bebe para
sí. 30 Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos
duermen.

En Cristo tenemos redenció n mediante su Sangre el perdó n de nuestros pecados.


(EFESIOS 1:7-8) 7 en quien tenemos redenció n por su sangre, el perdó n de pecados
segú n las riquezas de su gracia, 8 que hizo sobreabundar para con nosotros en toda
sabiduría e inteligencia,
Nos acercamos a Dios mediante la Sangre de Cristo. (EFESIOS 2:13) 13 Pero ahora en
Cristo Jesú s, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos
por la sangre de Cristo.

Fuimos reconciliados con todas las cosas visibles e invisibles mediante la sangre de la
Cruz de Cristo. (COLOSENSES 1:20) 20 y por medio de él reconciliar consigo todas las
cosas, así las que está n en la tierra como las que está n en los cielos, haciendo la paz
mediante la sangre de su cruz.

La Sangre de Cristo limpia nuestra conciencia de toda obra muerta. (HEBREOS 9:11-
28) 11 Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el
má s amplio y má s perfecto taberná culo, no hecho de manos, es decir, no de esta
creació n, 12 y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia
sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna
redenció n. 13 Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de
la becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purificació n de la carne,
14 
¿cuá nto má s la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí
mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que
sirvá is al Dios vivo? 15 Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que
interviniendo muerte para la remisió n de las transgresiones que había bajo el primer
pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna. 16 Porque donde hay
testamento, es necesario que intervenga muerte del testador. 17 Porque el testamento
con la muerte se confirma; pues no es vá lido entre tanto que el testador vive. 18 De
donde ni aun el primer pacto fue instituido sin sangre. 19 Porque habiendo anunciado
Moisés todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo, tomó la sangre de los
becerros y de los machos cabríos, con agua, lana escarlata e hisopo, y roció el mismo
libro y también a todo el pueblo, 20 diciendo: Esta es la sangre del pacto que Dios os ha
mandado. 21 Y ademá s de esto, roció también con la sangre el taberná culo y todos los
vasos del ministerio. 22 Y casi todo es purificado, segú n la ley, con sangre; y sin
derramamiento de sangre no se hace remisió n. El sacrificio de Cristo quita el
pecado 23 Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen
purificadas así; pero las cosas celestiales mismas, con mejores sacrificios que estos.
24 
Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en
el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios; 25 y no para ofrecerse
muchas veces, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada añ o con
sangre ajena. 26 De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde
el principio del mundo; pero ahora, en la consumació n de los siglos, se presentó una
vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado. 27 Y
de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y
después de esto el juicio, 28 así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los
pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relació n con el pecado, para
salvar a los que le esperan.

Ay de los que pisotean la Sangre del Hijo de Dios, que han pisoteado su sangre y que
han insultado al espíritu de Gracia. (HEBREOS 10:29-31) 29 ¿Cuá nto mayor castigo
pensá is que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre
del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia? 30 Pues
conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señ or. Y otra vez: El
Señ or juzgará a su pueblo. 31 !!Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!
Fuimos libres de toda maldició n de nuestros antepasados por la preciosa Sangre de
Cristo (1 PEDRO 1:18-20) 18 sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera
de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o
plata, 19 sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin
contaminació n, 20 ya destinado desde antes de la fundació n del mundo, pero
manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros,

La Sangre de Cristo nos limpia de todo pecado. (1 JUAN 1:7,9) 7 pero si andamos en
luz, como él está en luz, tenemos comunió n unos con otros, y la sangre de Jesucristo su
Hijo nos limpia de todo pecado.

Vivamos en la Fe por la Sangre de Cristo. (1 JUAN 5:1-11) 1Todo aquel que cree que
Jesú s es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al que engendró , ama
también al que ha sido engendrado por él. 2 En esto conocemos que amamos a los hijos
de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos. 3 Pues este es el
amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son
gravosos. 4 Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria
que ha vencido al mundo, nuestra fe. 5 ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que
cree que Jesú s es el Hijo de Dios? El testimonio del Espíritu 6 Este es Jesucristo, que
vino mediante agua y sangre; no mediante agua solamente, sino mediante agua y
sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio; porque el Espíritu es la verdad. 7 Porque
tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y
estos tres son uno. 8 Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua y
la sangre; y estos tres concuerdan. 9 Si recibimos el testimonio de los hombres, mayor
es el testimonio de Dios; porque este es el testimonio con que Dios ha testificado
acerca de su Hijo. 10 El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el
que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que
Dios ha dado acerca de su Hijo. 11 Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida
eterna; y esta vida está en su Hijo.

Por la Sangre de Cristo fuimos librados de nuestros pecados. (APOCALIPSIS 1: 5-6)



y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los
reyes de la tierra. Al que nos amó , y nos lavó de nuestros pecados con su sangre, 6 y
nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos
de los siglos. Amén.

Por la Sangre de Cristo fuimos comprados para Dios. (APOCALIPSIS 5: 9-10) 9 y
cantaban un nuevo cá ntico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos;
porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y
lengua y pueblo y nació n; 10 y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y
reinaremos sobre la tierra.

Podemos vencer a sataná s con la preciosa Sangre de Cristo. (APOCALIPSIS 12:11) 11 Y
ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio
de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte. Con la palabra del testimonio y
con el negar el yo (la vida del alma).

Y enojado, su Señ or lo entregó a los carceleros para que lo torturaran hasta que
pagara todo lo que debía. (MATEO 18:34-35) 11 Y ellos le han vencido por medio de la
sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas
hasta la muerte.

Así también mi Padre Celestial los tratará a ustedes a menos que cada uno perdone de
corazó n a su hermano!
LA EXPIACIÓN Y LA PROPICIACIÓN

La expiació n y el perdó n de los pecados se deben hacer en completo reposo.


(LEVITICO 16:30-31) 30 Porque en este día se hará expiació n por vosotros, y seréis
limpios de todos vuestros pecados delante de Jehová . 31 Día de reposo es para
vosotros, y afligiréis vuestras almas; es estatuto perpetuo.

Para proclamar el día del perdó n hay que ayunar en completo reposo. (NUMERO
8:12) 12 Y los levitas pondrá n sus manos sobre las cabezas de los novillos; y ofrecerá s
el uno por expiació n, y el otro en holocausto a Jehová , para hacer expiació n por los
levitas. (LEVITICO 23:26-32) 26 También habló Jehová a Moisés, diciendo: 27 A los diez
días de este mes séptimo será el día de expiació n; tendréis santa convocació n, y
afligiréis vuestras almas, y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová . 28 Ningú n trabajo
haréis en este día; porque es día de expiació n, para reconciliaros delante de Jehová
vuestro Dios. 29 Porque toda persona que no se afligiere en este mismo día, será
cortada de su pueblo. 30 Y cualquiera persona que hiciere trabajo alguno en este día, yo
destruiré a la tal persona de entre su pueblo. 31 Ningú n trabajo haréis; estatuto
perpetuo es por vuestras generaciones en dondequiera que habitéis. 32 Día de reposo
será a vosotros, y afligiréis vuestras almas, comenzando a los nueve días del mes en la
tarde; de tarde a tarde guardaréis vuestro reposo. (LEVITICO 25:9) 9 Entonces hará s
tocar fuertemente la trompeta en el mes séptimo a los diez días del mes; el día de la
expiació n haréis tocar la trompeta por toda vuestra tierra.

La Sangre de Cristo nos limpia de todo pecado inadvertido (NUMEROS 15:25) 25 Y el
sacerdote hará expiació n por toda la congregació n de los hijos de Israel; y les será
perdonado, porque yerro es; y ellos traerá n sus ofrendas, ofrenda encendida a Jehová ,
y sus expiaciones delante de Jehová por sus yerros.
El Señ or vengará la Sangre de sus siervos. Dios también hará el perdó n por su tierra y
su pueblo. (DEUTERONOMIO 32:43) 43 Alabad, naciones, a su pueblo, Porque él
vengará la sangre de sus siervos, Y tomará venganza de sus enemigos,
Y hará expiació n por la tierra de su pueblo.

El Señ or Dios quiso quebrantar y hacer sufrir a Jesú s para que diera su vida por
expiació n (para reconciliarnos) (ISAIAS 53:10-11) 10 Con todo eso, Jehová quiso
quebrantarlo, sujetá ndole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiació n
por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su
mano prosperada. 11 Verá el fruto de la aflicció n de su alma, y quedará satisfecho; por
su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.

Al tener nosotros el arrepentimiento y la Sangre de Cristo haya limpiado nuestro


corazó n, la casa quedará limpia. (EZEQUIEL 45:20) 20 Así hará s el séptimo día del mes
para los que pecaron por error y por engañ o, y hará s expiació n por la casa.

Solo con el derramamiento de la Sangre de Jesú s, habrá expiació n (reconciliació n),


(NUMEROS 35:33-34) 33 Y no contaminaréis la tierra donde estuviereis; porque esta
sangre amancillará la tierra, y la tierra no será expiada de la sangre que fue
derramada en ella, sino por la sangre del que la derramó . 34 No contaminéis, pues, la
tierra donde habitá is, en medio de la cual yo habito; porque yo Jehová habito en medio
de los hijos de Israel. En favor de la tierra. (HABACUC 1:6) 6 Porque he aquí, yo
levanto a los caldeos, nació n cruel y presurosa, que camina por la anchura de la tierra
para poseer las moradas ajenas.

ORACION DE LIBERACION
“Esta familia tenemos fin a nuestras transgresiones y pecados pidiendo al Señ or que
nos perdone por nuestra maldad, estableciendo la justicia, para siempre, sellamos la
visió n y la profecía y consagramos a este lugar, santísimo (DANIEL 9:26) 26 Y después
de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de
un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con
inundació n, y hasta el fin de la guerra durará n las devastaciones.

Job hacia todos los días un cerco de protección con la Sangre de Cristo por sus
hijos (JOB 1.4-5) 4 E iban sus hijos y hacían banquetes en sus casas, cada uno en su
día; y enviaban a llamar a sus tres hermanas para que comiesen y bebiesen con ellos.

Y acontecía que habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y los
santificaba, y se levantaba de mañ ana y ofrecía holocaustos conforme al nú mero de
todos ellos. Porque decía Job: Quizá habrá n pecado mis hijos, y habrá n blasfemado
contra Dios en sus corazones. De esta manera hacía todos los días.
Solamente la Sangre derramada de Cristo en la cruz, aplicada en el corazó n de la
persona, puede borran el pasado (ROMANOS 3:25-26) 25 a quien Dios puso como
propiciació n por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de
haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,26 con la mira de
manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al
que es de la fe de Jesú s. (ISAIAS 43:25-26) 25 Yo, yo soy el que borro tus rebeliones
por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados. 26 Hazme recordar, entremos
en juicio juntamente; habla tú para justificarte.

La sangre de cristo limpia nuestra mente, nuestros pensamientos purifica los


corazones de mala conciencia. (HEBREOS 10:21-22) 21 y teniendo un gran
sacerdote sobre la casa de Dios, 22 acerquémonos con corazó n sincero, en plena
certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos
con agua pura.

El “Espíritu Santo” borra nuestros pecados y maldades (HEBREOS 10:15-18) 15 Y nos
atestigua lo mismo el Espíritu Santo; porque después de haber dicho: 16 Este es el
pacto que haré con ellos Después de aquellos días, dice el Señ or: Pondré mis leyes en
sus corazones, Y en sus mentes las escribiré, m 17 añ ade: Y nunca má s me acordaré de
sus pecados y transgresiones. M 18 Pues donde hay remisió n de éstos, no hay má s
ofrenda por el pecado.

Porque si perdonan a otros sus ofensas también (Dios) los perdonara a ustedes, su
padre celestial. Pero si no perdonan a otros sus ofensas, tampoco su padre les
perdonara a ustedes las suyas (MATEO 6:14-15) 14 Porque si perdoná is a los hombres
sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; 15 má s si no
perdoná is a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras
ofensas.
LA RESPONSABILIDAD PERSONAL
(SEGÚN EZEQUIEL 18)
Los hombres será n castigados por sus propios pecados — Los pecadores morirá n y
los justos ciertamente vivirá n — El hombre justo que peque será condenado y el
pecador que se arrepienta será salvo.

1. Los padres comieron uvas agrias y a los hijos se destemplaron las denteras
2. La persona que peque morirá
3. Quien es justo practica el derecho y la justicia, no participa de los banquetes
idolá tricos en los cerros, ni eleva plegarias a los ídolos malolientes.
4. No deshonra a la mujer del prójimo
5. No oprime a nadie ni roba, sino que devuelve la prenda al deudor
6. No presta dinero con usura ni exige intereses.
7. Se abstiene entre los rivales.
8. Debemos arrepentirnos apartarnos de nuestras maldades para que el pecado
no nos acarre ruina.
9. Si el malvado se arrepiente de todos los pecados que ha cometido y obedece todos
los preceptos, decretos y practica el derecho y la justicia, no morirá , vivirá por
practicar la justicia y Dios se olvidara de todos pecados que ese malvado haya
21
cometido (21-22)  Pero el malvado, si se aparta de todos los pecados que
cometió , y guarda todos mis estatutos y hace juicio y justicia, ciertamente vivirá ; no
22
morirá .  Ninguna de las transgresiones que cometió le será recordada; por la
justicia que hizo, vivirá .
10. El Señ or no quiere la muerte de nadie ¡arrepintá monos y viviremos! (32)
32
 Porque no quiero la muerte del que muere, dice Jehová el Señ or. ¡Arrepentíos,
pues, y viviréis!
ORACIONES PARA DESTRUIR MALDICIONES DE LA LÍNEA FAMILIAR POR
ARREPENTIMIENTO

1. Si alguno o alguien de la familia peca toda la familia será culpable de esta falta
2. Se debe eliminar toda maldició n de los pecados de la familia (LEVITICO 4:13-21)
13 
Si toda la congregació n de Israel hubiere errado, y el yerro estuviere oculto a los
ojos del pueblo, y hubieren hecho algo contra alguno de los mandamientos de Jehová
en cosas que no se han de hacer, y fueren culpables; 14 luego que llegue a ser conocido
el pecado que cometieren, la congregació n ofrecerá un becerro por expiació n, y lo
traerá n delante del taberná culo de reunió n. 15 Y los ancianos de la congregació n
pondrá n sus manos sobre la cabeza del becerro delante de Jehová , y en presencia de
Jehová degollará n aquel becerro. 16 Y el sacerdote ungido meterá de la sangre del
becerro en el taberná culo de reunió n, 17 y mojará el sacerdote su dedo en la misma
sangre, y rociará siete veces delante de Jehová hacia el velo. 18 Y de aquella sangre
pondrá sobre los cuernos del altar que está delante de Jehová en el taberná culo de
reunió n, y derramará el resto de la sangre al pie del altar del holocausto, que está a la
puerta del taberná culo de reunió n. 19 Y le quitará toda la grosura y la hará arder sobre
el altar. 20 Y hará de aquel becerro como hizo con el becerro de la expiació n; lo mismo
hará de él; así hará el sacerdote expiació n por ellos, y obtendrá n perdó n. 21 Y sacará el
becerro fuera del campamento, y lo quemará como quemó el primer becerro;
expiació n es por la congregació n.

3. Cuando la familia se dé cuenta del pecado que ha cometido, deberá ofrecer al Señ or
¡holocausto!, confesando la culpa o culpas y pedirá n al Señ or que los purifique con su
Sangre.
4. La Familia deberá ofrecerse en Holocausto continuo, que significa consagrar
nuestro Ser todo el tiempo a Dios.
5. Esta es la mejor forma para ejercitar el Espíritu.
6. Si fallamos hoy, no necesitamos esperar hasta mañ ana ya que podemos tener un
nuevo comienzo ahora mismo. Es suficiente arrepentirnos ante el Señ or Jesú s.
6. Si no nos limpiamos cabalmente, capas y capas de impurezas se van acumulando y
será n un velo entre nosotros y Dios (PROVERBIOS 28:13). 13 El que encubre sus
pecados no prosperará ; Má s el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.

“El Señ or se pondrá en contra de quien ayuda a la Nigromancia” ya los espiritistas, y


por seguirlos se prostituya. Lo eliminaré de su puesto” (LEVITICO 20:6). 6 Y la
persona que atendiere a encantadores o adivinos, para prostituirse tras de ellos, yo
pondré mi rostro contra la tal persona, y la cortaré de entre su pueblo.

Cualquier hombre o mujer que sea nigromante o espiritista será condenado a muerte.
Morirá apedreado, y será responsable de su propia muerte: (LEVITICO 20:27). 27 Y el
hombre o la mujer que evocare espíritus de muertos o se entregare a la adivinació n,
ha de morir; será n apedreados; su sangre será sobre ellos.

“Entre nosotros no deben haber pobres porque el Señ or siempre nos Bendecirá :
(DEUTERONOMIO 15:4,6). 4 para que así no haya en medio de ti mendigo; porque
Jehová te bendecirá con abundancia en la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad
para que la tomes en posesió n, 6 Ya que Jehová tu Dios te habrá bendecido, como te ha
dicho, prestará s entonces a muchas naciones, mas tú no tomará s prestado; tendrá s
dominio sobre muchas naciones, pero sobre ti no tendrá n dominio.

Hay que prestarle ayuda a un hermano necesitado (DEUTERONOMIO 15:7-8).



Cuando haya en medio de ti menesteroso de alguno de tus hermanos en alguna de tus
ciudades, en la tierra que Jehová tu Dios te da, no endurecerá s tu corazó n, ni cerrará s
tu mano contra tu hermano pobre, 8 sino abrirá s a él tu mano liberalmente, y en
efecto le prestará s lo que necesite.

Al diablo se le vence con la “salvació n” el poder y el reino de Dios, pues le queda poco
tiempo (12) (APOCALIPSIS 12:10-12) 10 Entonces oí una gran voz en el cielo, que
decía: Ahora ha venido la salvació n, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad
de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que
los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. 11 Y ellos le han vencido por medio
de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus
vidas hasta la muerte. 12 Por lo cual alegraos, cielos, y los que morá is en ellos. !!Ay de
los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con
gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo.
CRISTO ROMPE LAS MALDICIONES

1- Cuando toda la familia se haya vuelto al señ or, se halla arrepentido y le


obedezca con todo el corazó n: mente, voluntad y emociones y conciencia y con
toda el alma, tal como hoy nos ordena entonces el Señ or Dios.
1- Restaura nuestra riqueza, nuestra buena fortuna y nuestro dinero y se
compadecerá de nosotros
2- Nos volverá a reunir en los sitios donde nos había dispersado, aun donde
estemos desterrados.
3- Poseeremos la tierra que nos había sido quitada.
4- Nos hace prosperar.
5- El Señ or Dios quitara toda impureza de nuestro corazó n y en nuestros
descendientes (6), para que lo amemos con todo nuestro corazó n y con toda
nuestra alma y así tengamos vida.
6- El Señ or Dios hará que todas estas maldiciones caigan sobre nuestros
enemigos que nos odian y nos persiguen.
7- El Señ or nos bendice con toda prosperidad en todo el trabajo de nuestras
manos y en el fruto de nuestro vientre y en la crías de nuestro ganado y en la
cosecha de nuestros campos.
8- El Señ or se complacerá de nuevo en nuestro bienestar, así como se deleitó en la
prosperidad de nuestros antepasados (DEUTERONOMIO 30:1-10). 1 Sucederá
que cuando hubieren venido sobre ti todas estas cosas, la bendició n y la
maldició n que he puesto delante de ti, y te arrepintieres en medio de todas las
naciones adonde te hubiere arrojado Jehová tú Dios, 2 y te convirtieres a Jehová
tu Dios, y obedecieres a su voz conforme a todo lo que yo te mando hoy, tú y tus
hijos, con todo tu corazó n y con toda tu alma, 3 entonces Jehová hará volver a
tus cautivos, y tendrá misericordia de ti, y volverá a recogerte de entre todos
los pueblos adonde te hubiere esparcido Jehová tu Dios. 4 Aun cuando tus
desterrados estuvieren en las partes má s lejanas que hay debajo del cielo, de
allí te recogerá Jehová tu Dios, y de allá te tomará ; 5 y te hará volver Jehová tu
Dios a la tierra que heredaron tus padres, y será tuya; y te hará bien, y te
multiplicará má s que a tus padres. 6 Y circuncidará Jehová tu Dios tu corazó n, y
el corazó n de tu descendencia, para que ames a Jehová tú Dios con todo tu
corazó n y con toda tu alma, a fin de que vivas. 7 Y pondrá Jehová tu Dios todas
estas maldiciones sobre tus enemigos, y sobre tus aborrecedores que te
persiguieron. 8 Y tú volverá s, y oirá s la voz de Jehová , y pondrá s por obra todos
sus mandamientos que yo te ordeno hoy. 9 Y te hará Jehová tu Dios abundar en
toda obra de tus manos, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el
fruto de tu tierra, para bien; porque Jehová volverá a gozarse sobre ti para
bien, de la manera que se gozó sobre tus padres, 10 cuando obedecieres a la voz
de Jehová tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos escritos en
este libro de la ley; cuando te convirtieres a Jehová tu Dios con todo tu corazó n
y con toda tu alma.
RESPUESTAS DEL SEÑOR DESPUÉS DE NUESTRO ARREPENTIMIENTO
(LEVITICO 26:3-13, 40-46)


Si anduviereis en mis decretos y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por
obra, 4 yo daré vuestra lluvia en su tiempo, y la tierra rendirá sus productos, y el á rbol
del campo dará su fruto. 5 Vuestra trilla alcanzará a la vendimia, y la vendimia
alcanzará a la sementera, y comeréis vuestro pan hasta saciaros, y habitaréis seguros
en vuestra tierra. 6 Y yo daré paz en la tierra, y dormiréis, y no habrá quien os espante;
y haré quitar de vuestra tierra las malas bestias, y la espada no pasará por vuestro
país. 7 Y perseguiréis a vuestros enemigos, y caerá n a espada delante de vosotros.

Cinco de vosotros perseguirá n a ciento, y ciento de vosotros perseguirá n a diez mil, y
vuestros enemigos caerá n a filo de espada delante de vosotros. 9 Porque yo me volveré
a vosotros, y os haré crecer, y os multiplicaré, y afirmaré mi pacto con vosotros.
10 
Comeréis lo añ ejo de mucho tiempo, y pondréis fuera lo añ ejo para guardar lo
nuevo. 11 Y pondré mi morada en medio de vosotros, y mi alma no os abominará ; 12 y
andaré entre vosotros, y yo seré vuestro Dios, y vosotros seréis mi pueblo. 13 Yo Jehová
vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para que no fueseis sus siervos, y
rompí las coyundas de vuestro yugo, y os he hecho andar con el rostro erguido. 40 Y
confesará n su iniquidad, y la iniquidad de sus padres, por su prevaricació n con que
prevaricaron contra mí; y también porque anduvieron conmigo en oposició n, 41 yo
también habré andado en contra de ellos, y los habré hecho entrar en la tierra de sus
enemigos; y entonces se humillará su corazó n incircunciso, y reconocerá n su pecado.
42 
Entonces yo me acordaré de mi pacto con Jacob, y asimismo de mi pacto con Isaac, y
también de mi pacto con Abraham me acordaré, y haré memoria de la tierra. 43 Pero la
tierra será abandonada por ellos, y gozará sus días de reposo, estando desierta a causa
de ellos; y entonces se someterá n al castigo de sus iniquidades; por cuanto
menospreciaron mis ordenanzas, y su alma tuvo fastidio de mis estatutos. 44 Y aun con
todo esto, estando ellos en tierra de sus enemigos, yo no los desecharé, ni los
abominaré para consumirlos, invalidando mi pacto con ellos; porque yo Jehová soy su
Dios. 45 Antes me acordaré de ellos por el pacto antiguo, cuando los saqué de la tierra
de Egipto a los ojos de las naciones, para ser su Dios. Yo Jehová . 46 Estos son los
estatutos, ordenanzas y leyes que estableció Jehová entre sí y los hijos de Israel en el
monte de Sinaí por mano de Moisés.

1- El Señ or nos enviara la buena cosecha y el resultado de nuestros esfuerzos.


2- Dios mismo se encargara de presentarse a sataná s y sus demonios. Ellos será n
vencidos.
3- Tendremos paz interior y faz en la tierra con todos los seres humanos
4- El Señ or nos devolverá su favor y seremos facultados en todo lo que hagamos
5- Nos saciara de alimento por siempre
6- Su presencia estará siempre con nosotros
7- El señ or romperá los yugos y las ataduras que el diablo y sataná s nos
levantaron en nuestra mente y nuestra alma
8- El Señ or se acordara del pacto que hizo, con Jacob, Isaac; Abraham y también
se acordara de la tierra
9- Nunca má s nos rechazara ni nos aborrecerá , hasta el punto de exterminarnos
ni romperá tampoco el pacto con nosotros
10- Nos devolverá el pacto y recordara en su favor que hizo con nuestros
antepasados

Si nosotros nos arrepentimos nos volvemos al Señ or con todo nuestro corazó n y con
toda nuestra alma.
El Señ or hará lo siguiente
1- Tal vez el Señ or Dios reconsidere y cambie de parecer y nos deje sus
bendiciones
2- Nos enviara nuestro alimento hasta dejarnos saciados y satisfechos
3- No volverá a entregarnos al odio de los demás
4- El Señ or hará grandes cosas en nosotros
5- Solo debemos alegrarnos y regocijarnos en el Señ or nuestro Dios para que nos
dé a su tiempo la abundancia
6- É l nos compensara por los añ os en que todo lo devoro el gran ejecito de
langostas que É l envió contra nosotros, las grandes y pequeñ as: la oruga, el saltó n y
revoltó n (25)
7- Comeremos en abundancia y alabaremos el nombre del Señ or Jesú s nuestro
Dios
8- Nunca má s debemos avergonzarnos
9- Todos lo que invoquemos el nombre del Señ or escaparemos con vida en el día
del Señ or (JOEL 1:13-16) 13 Ceñ íos y lamentad, sacerdotes; gemid, ministros del altar;
venid, dormid en cilicio, ministros de mi Dios; porque quitada es de la casa de vuestro
Dios la ofrenda y la libació n. 14 Proclamad ayuno, convocad a asamblea; congregad a
los ancianos y a todos los moradores de la tierra en la casa de Jehová vuestro Dios, y
clamad a Jehová . 15!!Ay del día! porque cercano está el día de Jehová , y vendrá como
destrucció n por el Todopoderoso. 16 ¿No fue arrebatado el alimento de delante de
nuestros ojos, la alegría y el placer de la casa de nuestro Dios? (JOEL 2:12-14,17-18-
21,25-27) 12 Por eso pues, ahora, dice Jehová , convertíos a mí con todo vuestro
corazó n, con ayuno y lloro y lamento. 13 Rasgad vuestro corazó n, y no vuestros
vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente,
tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo. 14 ¿Quién sabe si
volverá y se arrepentirá y dejará bendició n tras de él, esto es, ofrenda y libació n para
Jehová vuestro Dios? 17 Entre la entrada y el altar lloren los sacerdotes ministros de
Jehová , y digan: Perdona, oh Jehová , a tu pueblo, y no entregues al oprobio tu heredad,
para que las naciones se enseñ oreen de ella. ¿Por qué han de decir entre los pueblos:
Dó nde está su Dios? 18 Y Jehová , solícito por su tierra, perdonará a su pueblo.
19 
Responderá Jehová , y dirá a su pueblo: He aquí yo os envío pan, mosto y aceite, y
seréis saciados de ellos; y nunca má s os pondré en oprobio entre las naciones. 20 Y
haré alejar de vosotros al del norte, y lo echaré en tierra seca y desierta; su faz será
hacia el mar oriental, y su fin al mar occidental; y exhalará su hedor, y subirá su
pudrició n, porque hizo grandes cosas. 21 Tierra, no temas; alégrate y gó zate, porque
Jehová hará grandes cosas. 25 Y os restituiré los añ os que comió la oruga, el saltó n, el
revoltó n y la langosta, mi gran ejército que envié contra vosotros. 26 Comeréis hasta
saciaros, y alabaréis el nombre de Jehová vuestro Dios, el cual hizo maravillas con
vosotros; y nunca jamá s será mi pueblo avergonzado. 27 Y conoceréis que en medio de
Israel estoy yo, y que yo soy Jehová vuestro Dios, y no hay otro; y mi pueblo nunca
jamá s será avergonzado.

EL SUBCONSCIENTE

Solo los pensamientos emotivos ejercen influencia sobre el subconsciente

LA ORACION Y EL SUBCONSCIENTE: Es un hecho que la mayoría de la gente que ora,


lo hace así solamente cuando todo lo demá s ha fallado, van hacia la oració n con sus
mentes llenas de temor y dudas (JUAN 14:27) que son las emociones sobre las que
actú a el subconsciente 27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo
la da. No se turbe vuestro corazó n, ni tenga miedo.
DECRETOS PODEROSOS

SEÑOR SANA MI SISTEMA NERVIOSO.


¡Oh, Señ or médico y sanador interior, tu sanas mi alma y mi vida, el vendaval de los
añ os sacudió y descompenso míos nervios y mis sentidos han perdido su fulgor. Oh
Señ or, constructor de cuerpos, Oh divino dinamo de todas las corrientes de fuerza
vital, resucita los alambres de mis nervios destrozados, conectá ndoles tu poder y
salvació n para que mis sentidos vuelvan a brillar en tu estupor. Yo soy la lá mpara, y tú
eres la luz que brilla en ella pero la verdad y el milagro es que tú eres la lá mpara y la
luz.

SEÑOR, TU ESPÍRITU DISIPA LAS TINIEBLAS


“Señ or Jesú s has que tu “santo espíritu” disipe las tinieblas de mi ignorancia. Tu luz
disipa las tinieblas y ahora mi mente bebe de tu espíritu. Veo como una tras otra, las
granadas del anhelo de ti, derriban las murallas del error manifestado en mi mente,
con los proyectiles de la sabiduría y potentes cañ ones de victoria, destruyo las
fortalezas de mi ignorancia”

SEÑOR, TU CURAS MI ALMA, MI MENTE Y MI CUERPO.


Oh, Señ or “espíritu”, enséñ ame a amar mi cuerpo dá ndole una nueva carga de tu
poder; a sanar mi mente con la concentració n del gozo y a curarme del mal de la
ignorancia del alma con el divino remedio de meditar en ti.
ORACIÓN PARA CURAR A LOS DEMÁS
______Tú eres hijo de Dios. Todas las células de tu cuerpo está n impregnadas de la
fuerza vital del Señ or Jesucristo que es eterna. Ahora mismo, todo tu cuerpo vibra con
la presencia del Padre ______ tu estas sanado

ORACIÓN PARA APRENDER A MEDITAR


¡Oh Señ or espíritu enséñ ame a orar con profunda concentració n y a impregnar de
devoció n mi meditació n científica. Permite Señ or que mi corazó n se vuelva cada día
má s puro para la total entrega de mi amor por ti!

ORACIÓN DE EFESIOS 3:20


“Estoy bendecido, soy la cabeza, no soy la cola, soy victorioso Dios tu dijiste que:
excesivo, abundante, superior, e inalcanzable en mi vida. (GENESIS 12: 2) 2 Y haré de
ti una nació n grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y será s bendició n.

Señ or, tu dijiste que engrandecerías mi nombre, tu dijiste que si te honro a ti, tú me
honrabas a mi

EL SECRETO DE LA BELLEZA
LA ETERNA JUVENTUD Y LA INMORTALIDAD

1. ¡El corazó n alegre hermosea el rostro! (PROVERBIOS 15:13) 13 El corazó n


gozoso alegra el[a] rostro, pero en la tristeza del corazó n se quebranta el espíritu.
2. ¡Dios puso en nosotros el pensamiento de eternidad! (ECLESIASTES 3:11) 11 É l ha
hecho todo apropiado a su tiempo. También ha puesto la eternidad en sus corazones;
sin embargo, el hombre no descubre la obra que Dios ha hecho desde el principio
hasta el fin.
3. ¡De donde nace el amor! (TIMOTEO 1:5) 5 Pero el propó sito[d] de nuestra
instrucciones el amor nacido de un corazó n puro, de una buena conciencia y de una fe
sincera.
4. ¡La muerte y la vida está n en poder de la lengua! (PROVERBIOS 18:21) 21 Muerte y
vida está n en poder de la lengua, y los que la aman comerá n su fruto.
5. ¡La belleza procede de lo íntimo del corazón! (1 PEDRO 3:3-4) 3 Y que vuestro
adorno no sea externo: peinados ostentosos[a], joyas de oro o vestidos
lujosos, 4 sino que sea el yo interno, con el adorno incorruptible de un espíritu tierno y
sereno, lo cual es precioso delante de Dios. (SALMO 103:5) 5 el que colma  de Bienes
tus añ os, para que tu juventud se renueve como el á guila. (PROVERBIOS 3:1-5) Hijo
mío, no te olvides de mí enseñ anza, y tu corazó n guarde mis mandamientos, 2 porque
largura de días y añ os de vida y paz te añ adirá n. 3 La misericordia y la verdad nunca se
aparten de ti; á talas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazó n. 4 Así hallará s favor
y buena estimació n ante los ojos de Dios y de los hombres. 5 Confía en el Señ or con
todo tu corazó n, y no te apoyes en tu propio entendimiento.
6 ¡La fe puesta en acció n nos libera de la muerte! (HEBREOS 10:39) 39 Pero nosotros
no somos de los que retroceden para perdició n, sino de los que tienen fe para la
preservació n[a] del alma.
7. ¡Para entrar al cielo debemos estar en el espíritu! (APOCALIPSIS 4:2) 2 Al instante
estaba yo en el Espíritu[a], y vi un trono colocado en el cielo, y a uno sentado en el
trono.
8. ¡El justo vive por la fe! (ROMANOS 1:17) 17 Porque en el evangelio la justicia de Dios
se revela por fe y para fe; como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá . (HEBREOS
10:38) 38 Mas mi justo vivirá por la fe; y si retrocede, mi alma no se complacerá en el.
9. ¡Debemos andar en el espíritu! (COLOSENSES 2:5) 5 Porque aunque estoy ausente
en el cuerpo[a], sin embargo estoy con vosotros en espíritu, regocijá ndome al
ver vuestra buena disciplina y la estabilidad de vuestra fe en Cristo. (GALATAS 5:16-
25) 16 Digo, pues: Andad por el Espíritu, y no cumpliréis el deseo de la carne.17 Porque
el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne, pues éstos
se oponen el uno al otro, de manera que no podéis hacer lo que deseá is. 18 Pero si sois
guiados por el Espíritu, no está is bajo la ley. 19 Ahora bien, las obras de la carne son
evidentes, las cuales son: inmoralidad, impureza, sensualidad, 20 idolatría, hechicería,
enemistades, pleitos, celos, enojos, rivalidades, disensiones, sectarismos, 21 envidias,
borracheras, orgías y cosas semejantes, contra las cuales os advierto, como ya os lo he
dicho antes, que los que practican tales cosas no heredará n el reino de Dios. 22 Mas el
fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad,
idelidad, 23 mansedumbre, dominio propio; contra tales cosas no hay ley. 24 Pues los
que son de Cristo Jesú s han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. 25 Si
vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.
10. ¡Para que Dios nos bendiga, primero tenemos que llegar al arrepentimiento!
(DEUTERONOMIO 30: 1-10) Y sucederá que cuando todas estas cosas hayan venido
sobre ti, la bendició n y la maldició n que he puesto delante de ti, y
tú  las recuerdes[a]en todas las naciones adonde el Señ or tu Dios te haya
desterrado, 2 y vuelvas al Señ or tu Dios, tú y tus hijos, y le obedezcas con todo tu
corazó n y con toda tu alma conforme a todo lo que yo te ordeno hoy,3 entonces
el Señ or tu Dios te hará volver de tu cautividad, y tendrá compasió n de ti y te recogerá
de nuevo de entre todos los pueblos adonde el Señ or tu Dios te haya dispersado. 4 Si
tus desterrados está n en los confines de la tierra[d], de allí el Señ or tu Dios te recogerá
y de allí te hará volver. 5 Y el Señ or tu Dios te llevará a la tierra que tus padres
poseyeron, y tú la poseerá s; y El te prosperará y te multiplicará má s que a tus
padres. 6 Ademá s, el Señ or tu Dios circuncidará tu corazó n y el corazó n de tus
descendientes, para que ames al Señ or tu Dios con todo tu corazó n y con toda tu alma,
a fin de que vivas. 7 El Señ or tu Dios pondrá todas estas maldiciones sobre los
enemigos y sobre los aborrecedores que te persiguieron. 8 Y tú volverá s a escuchar la
voz del Señ or, y guardará s todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy.9 Entonces
el Señ or tu Dios te hará prosperar abundantemente en toda la obra de tu mano, en el
fruto de tu vientre, en el fruto de tu ganado y en el producto[h] de tu tierra, pues
el Señ or de nuevo se deleitará en ti para bien, tal como se deleitó en tus padres, 10 si
obedeces a la voz del Señ or tu Dios, guardando sus mandamientos y sus estatutos que
está n escritos en este libro de la ley, y si te vuelves al Señ or tu Dios con todo tu
corazó n y con toda tu alma. (ISAIAS 58:20) 20 Y vendrá un Redentor a Sion y a los que
en Jacob se aparten de la transgresió n —declara el Señ or.
11. ¡De cuidar al corazó n mana la vida! (PROVERBIOS 4:23) 23 Con toda
diligencia guarda tu corazó n, porque de él brotan los manantiales de la vida.
12. Para permanecer joven:
1. Debemos tener buena manera de hablar.
2. Tener buena conducta (acciones).
3. Vivir en amor.
4. Mover la fe.
5. Alcanzar la pureza (1 TIMOTEO 4:12) 12 No permitas que nadie menosprecie tu
juventud; antes, sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, fe y pureza.
13. ¡La sabiduría divina aumenta los días y muchos añ os má s de vida! (PROVERBIOS
9:11) 11 Pues por mí se multiplicará n tus días, y añ os de vida te será n añ adidos.
14. ¡Las enseñ anzas del sabio liberan de los lazos de la muerte! (PROVERBIOS 13:14)
14 
La enseñ anza[a] del sabio es fuente de vida, para apartarse de los lazos de la muerte.
15. ¡El temor del Señ or es la fuente de vida! (PROVERBIOS 14:27) 27 El
temor[a] del Señ or es fuente de vida, para evadir los lazos de la muerte.
16. ¡Gran remedio es el corazón alegre! (PROVERBIOS 17:22) 22 El corazó n alegre
es buena medicina, pero el espíritu quebrantado seca los huesos
17. ¡Dios nos da hermoso parecer y bella presencia! (GENESIS 39:6) 22 El corazó n
alegre es buena medicina[a], pero el espíritu quebrantado seca los huesos. (ESTHER
2:7) 7 Y Mardoqueo estaba criando a Hadasa, es decir, Ester, hija de su tío, pues ella no
tenía ni padre ni madre. La joven era de hermosa figura y de buen parecer, y cuando
su padre y su madre murieron, Mardoqueo la tomó como hija suya. (CANTARES 4:1)
Cuá n hermosa eres, amada mía. Cuá n hermosa eres. Tus ojos
son como palomas detrá s de tu velo; tu cabellera, como rebañ o de cabras que
descienden del monte Galaad.
18. ¡Acordémonos del Señ or cuando estemos jó venes antes de entrar la vejez!
(ECLECIASTES 12:18)
19. ¡Debemos permanecer firmes en la fe! (COLOSENSES 1:23) 23 si en verdad
permanecéis en la fe bien cimentados y constantes, sin moveros de la esperanza del
evangelio que habéis oído, que fue proclamado a toda la creació n debajo del cielo, y
del cual yo, Pablo, fui hecho ministro.
20. ¡Por la fe se escapa de la muerte! (HEBREOS 11:33-34) 33 quienes por la fe
conquistaron reinos, hicieron justicia, obtuvieron promesas, cerraron bocas de
leones, 34 apagaron la violencia del fuego, escaparon del filo de la espada; siendo
débiles, fueron hechos fuertes, se hicieron poderosos en la guerra, pusieron en fuga a
ejércitos extranjeros.
21. ¡El Señ or no quiere la muerte de nadie! (EZEQUIEL 18:31-32) 31 Arrojad de
vosotros todas las transgresiones que habéis cometido, y haceos un corazó n nuevo y
un espíritu nuevo. ¿Por qué habéis de morir, casa de Israel? 32 Pues yo no me
complazco en la muerte de nadie —declara el Señ or Dios—. Arrepentíos y vivid.
22. ¡Señ or, tú me sacias de larga vida! (SALMO 91:16) 16 lo saciaré de larga vida,
y le haré ver mi salvació n.
23. ¡Señ or tu colmas mi boca de bienes de modo que me rejuvenezcas como el á guila!
(SALMO 103:5) 5 el que colma[a] de bienes tus añ os, para que tu juventud se renueve
como el á guila.
24. ¡Si no renovamos nuestra mente envejecemos! (ROMANOS 7:6) 6 Pero ahora
hemos quedado libres de la ley, habiendo muerto a lo que nos ataba, de modo que
sirvamos en la novedad del Espíritu y no en el arcaísmo de la letra.
25. ¡Señ or por tus llagas fuimos sanados! (LUCAS 9: 2,46) 2 Y los envió a proclamar el
reino de Dios y a sanar a los enfermos.
26. ¡Señ or, confieso ante ti, mi maldad! (SALMO 32:5) 5 Te manifesté mi pecado, y no
encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones al Señ or; y tú perdonaste la
culpa de mi pecado. (Selah)
27. ¡La sangre de Cristo anula el desarrollo de la ley! (COLOSENSES 2:13-14) 13 Y
cuando estabais muertos en vuestros delitos y en la incircuncisió n de vuestra carne,
os dio vida juntamente con El, habiéndonos perdonado todos los delitos, 14 habiendo
cancelado el documento de deuda que consistía en decretos contra nosotros y que nos
era adverso, y lo ha quitado de en medio, clavá ndolo en la cruz.
28. ¡Escuchar la palabra del Señ or aumenta nuestros añ os de vida! (PROVERBIOS
4:10,21-22) 10 Oye, hijo mío, recibe mis palabras, y muchos será n los añ os de tu vida.
29. ¡Así como el hombre piensa así es el! (PROVERBIOS 23:7) 7 pues como piensa
dentro de sí[a], así es. É l te dice: Come y bebe, pero su corazó n no está contigo.
30. ¡Señ or, en ti tengo autoridad en el cielo y en la tierra! (MATEO 28:18-20) 18 Y
acercá ndose Jesú s, les habló , diciendo: Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en
la tierra. 19 Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizá ndolos en el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, 20 enseñ á ndoles a guardar todo lo
que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin[b] del
mundo.
31. ¡Señ or, tu poder está conmigo para sanar enfermos! (LUCAS 5:17) 17 Y un día que
É l estaba enseñ ando, había allí sentados algunos fariseos y maestros de la ley que
habían venido de todas las aldeas de Galilea y Judea, y de Jerusalén; y el poder del
Señ or estaba con El para sanar.
32. ¡Señ or, con tu gracia, y con el poder de nuestro Señ or Jesucristo, tú me avisas para
hacer milagros! (HECHOS 6:8) 8 Y Esteban, lleno de gracia y de poder, hacía grandes
prodigios y señ ales[a] entre el pueblo.
33. ¡Señ or, tu gloria ilumina mi semblante! (2 CORINTIOS 3:18) 18 Pero nosotros
todos, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señ or,
estamos siendo transformados en la misma imagen de gloria en gloria, como por el
Señ or, el Espíritu.
34. ¡La mujer ejemplar da salud a su esposo! (PROVERBIOS 12:4) 4 La mujer
virtuosa es corona de su marido, má s la que lo avergü enza es como podredumbre en
sus huesos.
35. ¡Hay que enviar amor al alimento! (PROVERBIOS 15:17) 17 Mejor es un plato de
legumbres donde hay amor, que buey engordado y odio con él.
36. ¡El espíritu es el que preserva la vida! (SALMO 104:29-30) 29 Escondes tu rostro,
se turban; les quitas el aliento, expiran, y vuelven al[b] polvo. 30 Envías tu Espíritu[c],
son creados, y renuevas la faz de la tierra.
37. ¡El trato a la esposa ¡(1 PEDRO 3:7) 7 Y vosotros, maridos, igualmente, convivid de
manera comprensiva con vuestras mujeres, como con un vaso má s frá gil, puesto que
es mujer, dá ndole honor como a coheredera de la gracia de la vida, para que vuestras
oraciones no sean estorbadas.
38. ¡Para ser libres debemos tener el espíritu de Dios en nosotros! (2 CORINTIOS
3:17) 17 Ahora bien, el Señ or es el Espíritu; y donde está el Espíritu del
Señ or, hay libertad.
39. ¡Solamente la sangre de Cristo pude limpiar nuestro corazó n! (ROMANOS 3:25-
26) 25 a quien Dios exhibió pú blicamente como propiciació n[a] por su sangre a través
de la fe, como demostració n de su justicia, porque en su tolerancia, Dios pasó por alto
los pecados cometidos anteriormente,26 para demostrar[c] en este tiempo su justicia, a
fin de que É l sea justo y sea el que justifica al que tiene fe en Jesú s[d]. (ISAIAS 43:25-
26) 25 Yo, yo soy el que borro tus transgresiones por amor a mí mismo,
y no recordaré tus pecados. 26 Hazme recordar, discutamos juntos nuestro caso; habla
tú para justificarte.
40. ¡Señ or ahora que estoy lleno de tu gracia, tu suples todas mis necesidades!
(HECHOS 4 : 33-35) 33 Con gran poder los apó stoles daban testimonio de la
resurrecció n del Señ or Jesú s, y abundante gracia había sobre todos ellos. 34 No había,
pues, ningú n necesitado entre ellos, porque todos los que poseían tierras o casas las
vendían, traían el precio de lo vendido, 35 y lo depositaban a los pies de los apó stoles, y
se distribuía a cada uno segú n su necesidad.
41. ¡Sino renovamos nuestra mente envejecemos! (ROMANOS 7:6) 6 Pero ahora
hemos quedado libres de la ley, habiendo muerto a lo que nos ataba, de modo que
sirvamos en la novedad del Espíritu y no en el arcaísmo de la letra.
42. ¡La obediencia a Dios y guardar sus mandamientos nos da larga vida, paz y
misericordia, verdad, gracia y buena opinió n ante los ojos de Dios y de los hombres!
(PROVERBIOS 3:1-4) Hijo mío, no te olvides de mí enseñ anza, y tu corazó n guarde
mis mandamientos, 2 porque largura de días y añ os de vida y paz te añ adirá n. 3 La
misericordia y la verdad nunca se aparten de ti; á talas a tu cuello, escríbelas en la
tabla de tu corazó n. 4 Así hallará s favor y buena estimació n ante los ojos de Dios y de
los hombres.
43. ¡No toques a mis elegidos, no hagan dañ o a mis profetas! (SALMO 105:15) 15 No
toquéis a mis ungidos, ni hagá is mal a mis profetas.
44. ¡Los á ngeles obedecen la palabra! (SALMO 103:20) 20 Bendecid al Señ or, vosotros
sus á ngeles, poderosos en fortaleza, que ejecutá is su mandato, obedeciendo la voz de
su palabra.

COMO DEBEMOS AMAR

(ROMANOS 12:9-21) 9 El amor sea sin fingimiento: aborreciendo lo malo, llegá ndoos
a lo bueno; 10 Amá ndoos los unos á los otros con caridad fraternal; previniéndoos con
honra los unos á los otros; 11 En el cuidado no perezosos; ardientes en espíritu;
sirviendo al Señ or; 12 Gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulació n; constantes
en la oració n; 13 Comunicando á las necesidades de los santos; siguiendo la
hospitalidad. 14 Bendecid á los que os persiguen: bendecid y no maldigá is. 15 Gozaos
con los que se gozan: llorad con los que lloran. 16 Uná nimes entre vosotros: no altivos,
mas acomodá ndoos á los humildes. No seá is sabios en vuestra opinió n. 17 No paguéis á
nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres. 18 Si se puede
hacer, cuanto está en vosotros, tened paz con todos los hombres. 19 No os venguéis
vosotros mismos, amados míos; antes dad lugar á la ira; porque escrito está : Mía es la
venganza: yo pagaré, dice el Señ or. 20 Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de
comer; si tuviere sed, dale de beber: que haciendo esto, ascuas de fuego amontonas
sobre su cabeza. 21 No seas vencido de lo malo; mas vence con el bien el mal.
1. El amor debe ser sincero
2. Se debe aborrecer el mal
3. Ser unidos en amor fraternal
4. Tener respeto y la honra mutua
5. Nunca dejar de ser diligentes
6. Servir al señ or con el fervor del espíritu
7. Alegrarse en la esperanza
8. Mostrar paciencia en el sufrimiento
9. Perseverar en la oració n
10. Ayudar a los hermanos necesitados
11. Practicar la hospitalidad
12. Bendecir a los que nos maldicen sin renegar
13. Participar en la alegría de otros
14. Ayudar a los que está n tristes
15. Vivir en armonía los unos con los otros
16. No ser arrogantes
17. Ser solidarios con los humildes
18. No creernos que somos los ú nicos que sabemos
19. No pagar a nadie mal por mal
20. Procurar hacer lo bueno delante de todos
21. Esforzarnos en vivir en paz con todos
22. No tomar venganza, sino dejar el castigo en manos de Dios, porque escrito
está : ¡mía es la venganza; yo pagaré, dice el Señ or!
23. Si nuestro enemigo tiene hambre, hay que darle de comer y de beber; haciendo
esto, hará se sienta avergonzado.
24. No nos dejemos vencer por el mal, venzamos el mal haciendo el bien
“Tu Señ or me sacas de la prueba con tu decencia y el gran poder de Jesucristo
(DEUTERONOMIO 4:37) 37 Y por cuanto él amó á tus padres, escogió su simiente
después de ellos, y sacó te delante de sí de Egipto con su gran poder.

Señ or aun que tú me mataras en ti esperare (Esto es fe) (JOB 13:15) 15 He aquí, un
que él me matare, en él esperaré; No obstante, defenderé delante de él mis caminos

No prestes atenció n de todo lo que se dice y así no oirá s cuando tu siervo hable mal de
ti aunque bien sabes que muchas veces tú has hablado mal de otros (ECLESIASTES
7:21-22) 21 Tampoco apliques tu corazó n a todas las cosas que se hablan, para que no
oigas a tu siervo cuando dice mal de ti; 22 porque tu corazó n sabe que tú también
dijiste mal de otros muchas veces.
Es un don de Dios que el hombre coma y beba y disfrute de todos sus afanes
(ECLESIASTES 3:13) 13 y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y
goce el bien de toda su labor.

El hombre le da a algunos hombres abundancia, riqueza y honores pero no les da el


don de disfrutarlas (ECLESIASTES 6:1-2) Hay un mal que he visto debajo del cielo, y
muy comú n entre los hombres: 2 El del hombre a quien Dios da riquezas y bienes y
honra, y nada le falta de todo lo que su alma desea; pero Dios no le da facultad de
disfrutar de ello, sino que lo disfrutan los extrañ os. Esto es vanidad, y mal doloroso.

Debemos saber que sataná s en el que deleita nuestro cuerpo causá ndonos
enfermedades y dolores (HECHOS 10:38) 38 có mo Dios ungió con el Espíritu Santo y
con poder a Jesú s de Nazaret, y có mo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos
los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.

Debemos conocer que los sufrimientos que tenemos, en gran parte es cuando él incita
a la gente, familiares, allegados y pareja (APOCALIPSIS 2:10) 10 No temas en nada lo
que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cá rcel, para
que seá is probados, y tendréis tribulació n por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te
daré la corona de la vida.

El espíritu santo no puede ser invocado directamente. Tampoco viene porque le


roguemos. Esto se debe a que es un don (LUCAS 11:3) 3 El pan nuestro de cada día,
dá noslo hoy. (JUAN 14:16) 16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que
esté con vosotros para siempre:

LA DIETA DE CRISTO PARA CONVERTIR EN ALIMENTO EN MEDICINA

(ROMANOS 14:2,14) 2 Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil,
come legumbres. 14 Yo sé, y confío en el Señ or Jesú s, que nada es inmundo en sí mismo;
má s para el que piensa que algo es inmundo, para él lo es. (1 TIMOTEO 4:4-5)

Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con
acció n de gracias; 4 porque por la palabra de Dios y por la oració n es santificado. (1
CORINTIOS 10:31) 31 Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la
gloria de Dios. (COLASESENSES 3:17) 17 Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de
hecho, hacedlo todo en el nombre del Señ or Jesú s, dando gracias a Dios Padre por
medio de él. (JOEL 2:26) 26 Y comeréis hasta saciaros, y alabaréis el nombre de Jehová
vuestro Dios, el cual hizo maravillas con vosotros: y nunca jamá s será mi pueblo
avergonzado.
“A mí, mi fe me permite comer de todo, yo estoy completamente convencido en
el señor Jesús de que no hay nada impuro. Señ or todo lo que tú has creado es
bueno y nada es despreciable porque todo lo recibo dá ndote gracias. Señ or tu palabra
poderosa está en mi boca, convertida en oració n y con ella santifico los alimentos.
Señ or, cuando como y bebo, o hago cualquier cosa. Lo hago para tu gloria. Todos mis
pensamientos, palabras y acciones te alaban Señ or Jesú s, Señ or Dios Señ or espíritu.
Ahora mismo en este instante declaro con poder: !comemos por siempre hasta
saciarnos!.

Hoy declaro “cuando el dolor tortura mi alma hace afirmar má s mi voluntad, y mi


voluntad aspira a que ese dolor se extinga” mi voluntad es el poder absoluto que crea
continuamente y transforma constantemente. Mi voluntad es el principio masculino
que engendra en el principio femenino”.” Mi fe me permite ser indiferente a las
circunstancias y miro al Señ or en quien he creído” “hoy mismo evito que mis
sentimientos controlen mi vida”. Señ or, mi fe hace que yo viva para ti y que halle
satisfacció n en ti.” Señ or Dios, aun cuando me abandones seguiré confiando en ti”
“resisto y lucho en el espíritu” “no dependo de mis emociones para luchar”.

Contra sataná s: en la guerra espiritual me vuelvo indiferente a los sentimientos y así


vivo por mi fe. ¡Viviendo por mi fe, derroto a sataná s! ¡Yo no vivo por mis
sentimientos, vivo por mi voluntad. Señ or, te obedezco, así mis sentimientos estén
fríos, frustrados, solos y sin gozo! ¡Cultivo el arte de estar atento por medio de mi
voluntad y resuelvo el problema de dominar las propias modalidades de mi
mente! ¡Uso constantemente el principio de causa y efecto en vez de ser usado por el!
“me hago dueñ o de mis pensamientos en vez de ser esclavo y servidor” ¡mi
imaginació n es la voluntad del íntimo y el pensamiento sostenido en la voluntad de
Dios, es el padre de la creació n.

Las maldiciones entran por confiar en sí mismos antes que en Dios. El Señ or nos
bendice cuando confiamos en El. (JEREMIAS 17:5-10) 5 Así ha dicho Jehová : Maldito
el varó n que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazó n se aparta de
Jehová . 6 Pues será como la retama en el desierto, y no verá cuando viniere el bien;
sino que morará en las securas en el desierto, en tierra despoblada y deshabitada.

Bendito el varó n que se fía en Jehová , y cuya confianza es Jehová . 8 Porque él será
como el á rbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y
no verá cuando viniere el calor, sino que su hoja estará verde; y en el añ o de sequía no
se fatigará , ni dejará de hacer fruto. 9 Engañ oso es el corazó n má s que todas las cosas,
y perverso; ¿quién lo conocerá ? 10 Yo Jehová , que escudriñ o el corazó n, que pruebo los
riñ ones, para dar a cada uno segú n su camino, segú n el fruto de sus obras.
No confíes en tus amigos y aun en la que duerme con uno…. Los enemigos pueden
estar en la misma casa (MIQUEAS 7:5-7) 5 No creá is en amigo, ni confiéis en príncipe:
de la que duerme á tu lado, guarda, no abras tu boca. 6 Porque el hijo deshonra al
padre, la hija se levanta contra la madre, la nuera contra su suegra: y los enemigos del
hombre son los de su casa. 7 Yo empero á Jehová esperaré, esperaré al Dios de mi
salud: el Dios mío me oirá .

Confió en ti Señ or me deleito en ti, y tú me concedes las peticiones de mi corazó n. Yo


confió en ti y tú actú as en mis peticiones. Medito y guardo silencio ante ti Señ or y
espero en ti con paciencia (SALMO 37:3-7) 3 Espera en Jehová , y haz bien; Vivirá s en
la tierra, y en verdad será s alimentado. 4 Pon asimismo tu delicia en Jehová , Y él te
dará las peticiones de tu corazó n. 5 Encomienda á Jehová tu camino, Y espera en él; y él
hará . 6 Y exhibirá tu justicia como la luz, Y tus derechos como el medio día. 7 Calla á
Jehová , y espera en él: No te alteres con motivo del que prospera en su camino, Por el
hombre que hace maldades.

Yo, Señ or confió en ti, en el gran m amor tuyo, por eso jamá s caeré. (SALMO 21:7)

Por cuanto el rey confía en Jehová , Y en la misericordia del Altísimo, no será
conmovido.

Jamá s pondré mi confianza en los poderosos en simples mortales. Ellos mueren y ese
mismo día se desbaratan sus planes (SALMO 146:2-4) 2 Alabaré á Jehová en mi vida:
Cantaré salmos a mi Dios mientras viviere. 3 No confiéis en los príncipes, Ni en hijo de
hombre, porque no hay en él salud. 4 Saldrá su espíritu, tornará se en su tierra: En
aquel día perecerá n sus pensamientos.

“Señor me refugio en ti, pongo mi confianza en ti, y recibo la tierra por herencia, y
tomo posesió n de tus propiedades” (ISAIAS 57:13) 13 Cuando clamares, líbrense tus
allegados; empero á todos ellos llevará el viento, un soplo los arrebatará ; má s el que
en mí espera, tendrá la tierra por heredad, y poseerá el monte de mi santidad.

Abraham fue justificado por la fe porque creyó . Abraham creyó contra toda esperanza
y espero. Su fe no flaqueo aunque reconocía que su cuerpo estaba casi muerto
(ROMANOS 4:1-6, 18-25) ¿QUÉ , pues, diremos que halló Abraham nuestro padre
segú n la carne? 2 Que si Abraham fue justificado por la obras, tiene de qué gloriarse;
mas no para con Dios. 3 Porque ¿qué dice la Escritura? Y creyó Abraham a Dios, y le fue
atribuido a justicia. 4 Empero al que obra, no se le cuenta el salario por merced, sino
por deuda. 5 Mas al que no obra, pero cree en aquél que justifica al impío, la fe le es
contada por justicia. 6 Como también David dice ser bienaventurado el hombre al cual
Dios atribuye justicia sin obras, 18 El creyó en esperanza contra esperanza, para venir a
ser padre de muchas gentes, conforme a lo que le había sido dicho: Así será tu
simiente. 19 Y no se enflaqueció en la fe, ni consideró su cuerpo ya muerto (siendo ya
de casi cien añ os,) ni la matriz muerta de Sara; 20 Tampoco en la promesa de Dios dudó
con desconfianza: antes fue esforzado en fe, dando gloria a Dios, 21 Plenamente
convencido de que todo lo que había prometido, era también poderoso para hacerlo.
22 
Por lo cual también le fue atribuido á justicia. 23 Y no solamente por él fue escrito que
le haya sido imputado; 24 Sino también por nosotros, a quienes será imputado, esto es,
á los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesú s Señ or nuestro, 25 El cual fue
entregado por nuestros delitos, y resucitado para nuestra justificació n

Cuando el Señ or nos bendice después de nuestro arrepentimiento El hará que todas
las maldiciones, que nos habían enviado, caigan sobre nuestro enemigo, los que nos
odian y nos persiguen. (DEUTERONOMIO 30:7) 7 Y pondrá Jehová tu Dios todas
estas maldiciones sobre tus enemigos, y sobre tus aborrecedores que te persiguieron.

BENDICIENDO A ALGUIEN

Bendice Señ or _________ bendice sus logros y acepta la obra de sus manos. Destruye el
poder de sus adversarios que nunca má s se levante sus enemigos (DEUTERONOMIO
33:11) 11 Bendice, oh Jehová , lo que hicieren, Y recibe con agrado la obra de sus
manos: Hiere los lomos de sus enemigos, Y de los que le aborrecieren; para que nunca
se levanten.

Señ or bendice ________ tú , Señ or bendice su tierra con el roció precioso del cielo, y con
las aguas que brotan de la tierra; con las mejores cosechas del añ o y los mejores
frutos del mes; como lo má s selecto de las montañ as de siempre y la fertilidad de las
colinas eternas con lo mejor de lo que llena la tierra y el favor del que mora en la
zarza ardiente.
Repose todo esto sobre tu cabeza, sobre tu corona como elegido (DEUTERONOMIO
33:13-16) 13 Y a José dijo: Bendita de Jehová su tierra, Por los regalos de los cielos,
por el rocío, Y por el abismo que abajo yace, 14 Y por los regalados frutos del sol, Y por
los regalos de las influencias de las lunas, 15 Y por la cumbre de los montes antiguos, Y
por los regalos de los collados eternos, 16 Y por los regalos de la tierra y su plenitud; Y
la gracia del que habitó en la zarza Venga sobre la cabeza de José, Y sobre la mollera
del apartado de sus hermanos.

El Señ or perdona nuestros pecados y sana nuestras enfermedades para que nuestra
salvació n sea completa (SALMO 103:2-3) 2 Bendice, alma mía, á Jehová , Y no olvides
ninguno de sus beneficios. 3 É l es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana
todas tus dolencias;

Ningú n arma forjada contra mi prevalecerá (ISAIAS 54:17) 17 Toda herramienta que
fuere fabricada contra ti, no prosperará ; y tú condenará s toda lengua que se levantare
contra ti en juicio. Esta es la heredad de los siervos de Jehová , y su justicia de por mí,
dijo Jehová . (SANTIAGO 5:16) 16 Confesaos vuestras faltas unos a otros, y rogad los
unos por los otros, para que seá is sanos; la oració n del justo, obrando eficazmente,
puede mucho.

Señ or, el espíritu está en mi nariz (JOB 27:3-4) 3 Que todo el tiempo que mi alma
estuviere en mí, Y hubiere há lito de Dios en mis narices, 4 Mis labios no hablará n
iniquidad, Ni mi lengua pronunciará engañ o. (GENESIS 2:7) 7 Formó , pues, Jehová
Dios al hombre del polvo de la tierra, y alentó en su nariz soplo de vida; y fue el
hombre en alma viviente. (JOB 33:4) 4 El espíritu de Dios me hizo, Y la inspiració n del
Omnipotente me dio vida. (JOB 32:8) 8 Ciertamente espíritu hay en el hombre, E
inspiració n del Omnipotente los hace que entiendan.

¡La disciplina de Dios! (1 CORINTIOS 11:30-32) 30 Por lo cual hay muchos enfermos
y debilitados entre vosotros; y muchos duermen. 31 Que si nos examiná semos a
nosotros mismos, cierto no seríamos juzgados. 32 Má s siendo juzgados, somos
castigados del Señ or, para que no seamos condenados con el mundo.

La enfermedad es una especie de castigo de parte del Señ or. Debido a que los
creyentes cometieron algunos errores delante del Señ or “É l” permite que se enfermen.
Esto lo hace con el propó sito de castigarlos y que ellos se examinen así mismos, para
que corrijan sus errores. Dios muestra su gracia para con sus hijos castigá ndolos para
que no sean castigados en el mundo. ¡Si los creyentes se arrepienten, Dios no los
castigara nuevamente. Si estamos dispuestos a examinarnos a nosotros mismos, no
sufriremos enfermedad. El apó stol nos dice explícitamente que la enfermedad es el
resultado de nuestro pecado y que es un castigo de Dios.

“Por eso, confesémonos unos a otros, y oremos unos por otros para seamos sanados.
(SANTIAGO 5:16) 16 Confesaos vuestras faltas unos á otros, y rogad los unos por los
otros, para que seá is sanos; la oració n del justo, obrando eficazmente, puede mucho.

La oració n del justo es poderosa, y eficaz (Confesemos unos a otros los pecados).
Tenemos que confesar nuestros pecados a fin de recibir sanidad, ya que esta es la paz
de la enfermedad. La enfermedad es generalmente la disciplina que Dios nos trae para
que prestemos atenció n al pecado que hemos pasado por alto y para que lo
rechacemos.

Dios permite que la enfermedad como castigo y nos limpie para que veamos nuestros
errores.

… Quizá s cometimos alguna injusticia o le debemos algo a alguien. Tal vez ofendimos a
alguien y no hemos remediado la ofensa. Quizá s tenemos orgullo y amamos el mundo.
… Quizá s escondemos en nuestro corazó n orgullo y ambició n en la obra o tal vez
fuimos desobedientes después de que Dios nos habló . Cuando esto sucede, la mano de
Dios pasa sobre nosotros y nos conduce a prestar atenció n a estas cosas. Por lo tanto,
la enfermedad es claramente un juicio de Dios sobre el pecado. Esto no significa que
quien se enferme haya pecado má s que los demá s (LUCAS 13:2). 2 Y respondiendo
Jesú s, les dijo: ¿Pensá is que estos Galileos, porque han padecido tales cosas, hayan
sido má s pecadores que todos los Galileos? Por el contrario, aquellos que han sido
castigados por Dios de esta manera son precisamente los má s santos. JOB es un
ejemplo de ello (LUCAS 13:2-5) 2 Y respondiendo Jesú s, les dijo: ¿Pensá is que estos
Galileos, porque han padecido tales cosas, hayan sido má s pecadores que todos los
Galileos? 3 No, os digo; antes si no os arrepintiereis, todos pereceréis igualmente. 4 O
aquellos dieciocho, sobre los cuales cayó la torre en Siloé, y los mató , ¿pensá is que
ellos fueron má s deudores que todos los hombres que habitan en Jerusalén? 5 No, os
digo; antes si no os arrepintiereis, todos pereceréis asimismo.

Antes de pedir sanidad debemos primero ELIMINAR LA OBRA MALIGNA DE


NUESTRO CORAZÓN. Dios nos habla por medio de la enfermedad. Su intenció n no es
que procuremos desesperadamente ser sanados, si no que obedezcamos y oremos.
Debemos decirle al Señ or “HABLA QUE TU SIERVO ESCUCHA: SI EL CREYENTE
CONFIA EN DIOS, NO NECESITA MEDICINA” Solo debe entregarse al amor y a su
poder. Debe examinar el origen de su propia enfermedad delante de Dios y descubrir
en qué punto a desagradado a Dios. Así, cuando finalmente sea sano, no solamente
obtendrá beneficio en su cuerpo, sino que también en su espíritu.

EL SECRETO DE LA ETERNA JUVENTUD

40. Busquemos la paz con todos sin la cual nadie vera a Dios (HEBREOS 12:14)
14 
Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señ or:

41. Así como el hombre piense así es el destino (PROVERBIOS 23:7) 7 Porque cuá l es
su pensamiento en su alma, tal es él. Come y bebe, te dirá ; Mas su corazó n no está
contigo.

42. El “Espíritu” es el que preserva la vida y la renueva (SALMO 104:29-30)


29 
Escondes tu rostro, tú rbense: Les quitas el espíritu, dejan de ser, Y tó rnense en su
polvo. 30 Envías tu espíritu, críense: Y renuevas el haz de la tierra. (ROMANOS 8:11)
11 
Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos á Jesú s mora en vosotros, el que
levantó a Cristo Jesú s de los muertos, vivificará también vuestros cuerpos mortales
por su Espíritu que mora en vosotros.
43. Poniendo la mente en el espíritu, tenemos vida y paz (ROMANOS 8:6) 6 Porque la
intenció n de la carne es muerte; má s la intenció n del espíritu, vida y paz:

44. Por la fe: conquistamos reinos


2. Hago justicia
3. Cierro la boca del leó n
4. Alcanzo lo prometido
5. Apago la furia de la prueba
6. Saco fuerzas de toda flaqueza
7. Escapo con vida
8. Soy valiente en la guerra contra Sataná s
9. Pongo en fuga los ejércitos de Sataná s (HEBREOS 11:33-34) 33 Que por fe ganaron
reinos, obraron justicia, alcanzaron promesas, taparon las bocas de leones,
34 
Apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de cuchillo, convalecieron de
enfermedades, fueron hechos fuertes en batallas, trastornaron campos de extrañ os.
10. Por la fe, arranco, destruyo y quebranto las fortalezas, los bloqueos y los
impedimentos del diablo (HEBREOS 11:30) 30 Por fe cayeron los muros de Jericó con
rodearlos siete días.

45. Las palabras del Señ or son salud (PROVERBIOS 4:26) 26 Examina la senda de tus
pies, Y todos tus caminos sean ordenados.

46. El arrepentimiento aleja de nosotros la muerte (EZEQUIEL 18:32, 27,28) 32 Que


no quiero la muerte del que muere, dice el Señ or Jehová , convertíos pues, y viviréis.
27 
Y apartá ndose el impío de su impiedad que hizo, y haciendo juicio y justicia, hará
vivir su alma. 28 Porque miró , y apartó se de todas sus prevaricaciones que hizo, de
cierto vivirá , no morirá .

47. PARA SER UN VERDADERO HIJO DE DIOS, DEBO SER GUIADO, DIRIJIDO POR
EL ESPIRITU DE DIOS (ROMANOS 8:14) 14 Porque todos los que son guiados por el
Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios.
48. La fe es andar por lo que imaginamos dentro de nuestra mente, no por lo que
vemos fuera (2 CORINTIOS 5:7) 7 (Porque por fe andamos, no por vista;)

49. SOLAMENTE LA SANGRE DE CRISTO PUEDE BORRAR DE MI CORAZÓN MI


PASADO (ROMANOS 3:25-26) 25 Al cual Dios ha propuesto en propiciació n por la fe
en su sangre, para manifestació n de su justicia, atento a haber pasado por alto, en su
paciencia, los pecados pasados, 26 Con la mira de manifestar su justicia en este tiempo:
para que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesú s. (ISAIAS 43:25-26)
25 
Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí; y no me acordaré de tus
pecados. 26 Hazme acordar, entremos en juicio juntamente; relata tú para abonarte.
50. El amar al dinero má s que a Dios hace desviar a algunos de la fe, y acarrean para sí
muchas desgracias (1 CORINTIOS 6:10) 10 Ni los ladrones, ni los avaros, ni los
borrachos, ni los maldicientes, ni los robadores, heredará n el reino de Dios.

51. La fe y el amor deben andar juntos (1 TESALONICENSES 1:3) 3 Sin cesar


acordá ndonos delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, y del trabajo
de amor, y de la tolerancia de la esperanza del Señ or nuestro Jesucristo:

52. LA MORADA DE DIOS ES MI ESPIRITU (EFESIOS 2:22) 22 En el cual vosotros


también sois juntamente edificados, para morada de Dios en Espíritu.

53. Al diablo se resiste con la fe (1 PEDRO 5:9) 9 Al cual resistid firmes en la fe,
sabiendo que las mismas aflicciones han de ser cumplidas en la compañ ía de vuestros
hermanos que está n en el mundo.

54. La sangre de Cristo purifica mi conciencia (HEBREOS 9:14) 14 ¿Cuá nto má s la


sangre de Cristo, el cual por el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha á Dios,
limpiará vuestras conciencias de las obras de muerte para que sirvá is al Dios vivo?

55. Hay que enviar amor al alimento (PROVERBIOS 15:17) 17 Mejor es la comida de
legumbres donde hay amor, Que de buey engordado donde hay odio.

56. LOS DEMONIOS SE CANSAN, RECUERDAN, TIENEN INTELIGENCIA TRABAJAN


JUNTOS (MATEO 12: 43-45) 43 Cuando el espíritu inmundo ha salido del hombre,
anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla. 44 Entonces dice: Me volveré a
mi casa de donde salí: y cuando viene, la halla desocupada, barrida y adornada.
45 
Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran
allí; y son peores las cosas; ú ltimas del tal hombre que las primeras: así también
acontecerá a esta generació n mala.
FORTALEZCO MI CORAZÓN CON LA GRACIA (HEBREOS 13:9) 9 No seá is llevados
de acá para allá por doctrinas diversas y extrañ as; porque buena cosa es afirmar el
corazó n en la gracia, no en viandas, que nunca aprovecharon a los que anduvieron en
ellas.

57. Debemos tener pleno y sumo gozo cuando nos hallemos en muchas y variadas
pruebas (SANTIAGO 1: 2-4) 2 Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando cayereis
en diversas tentaciones; 3 Sabiendo que la prueba de vuestra fe obra paciencia. 4 Má s
tenga la paciencia perfecta su obra, para que seá is perfectos y cabales, sin faltar en
alguna cosa. (SANTIAGO 1:12) 12 Bienaventurado el varó n que sufre la tentació n;
porque cuando fuere probado, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido á los
que le aman.
58. COMO TENER UNA VIDA PLENA:
1. Estar en armonía
2. Comprender a los demá s
3. Tener amor con todos
4. Ser compasivos y mansos
5. Refrenar la lengua del mal
6. Dejar de hablar mentiras
7. Apartarse del mal
8. Practicar el bien
9. Buscar la paz y seguirla (1 PEDRO 3:8-12) 8 Y finalmente, sed todos de un mismo
corazó n, compasivos, amá ndoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; 9 No
volviendo mal por mal, ni maldició n por maldició n, sino antes por el contrario,
bendiciendo; sabiendo que vosotros sois llamados para que poseá is bendició n en
herencia. 10 Porque El que quiere amar la vida, Y ver días buenos, Refrene su lengua de
mal, Y sus labios no hablen engañ o; 11 Apartase del mal, y haga bien; Busque la paz, y
sígala. 12 Porque los ojos del Señ or está n sobre los justos, Y sus oídos atentos a sus
oraciones: Pero el rostro del Señ or está sobre aquellos que hacen mal.

59. Teniendo nuestra conciencia purificada sacamos fuera el acusador. (1 PEDRO


3:16-18) 16 Teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros
como de malhechores, sean confundidos los que blasfeman vuestra buena
conversació n en Cristo. 17 Porque mejor es que padezcá is haciendo bien, si la voluntad
de Dios así lo quiere, que haciendo mal. 18 Porque también Cristo padeció una vez por
los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero
vivificado en espíritu;

60. EL FIN DE TODO SE APROXIMA


1. Estemos sobrios y estemos alertas en oració n
2. Mantengamos ferviente amor con todos
3. Seamos hospitalarios y no murmurar
4. Sepamos administrar los dones que Dios nos dio segú n la grandeza de su gracia
5. Hablar de acuerdo a la palabra de Dios
6. Ministrar segú n el poder que Dios nos dio
7. Hagá moslo todo para que Dios sea glorificado por medio de Jesucristo a quien
pertenecen la gloria y la honra por siempre y para siempre, Amen (1 PEDRO 4:7-11)

Mas el fin de todas las cosas se acerca: sed pues templados, y velad en oració n. 8 Y
sobre todo, tened entre vosotros ferviente caridad; porque la caridad cubrirá multitud
de pecados. 9 Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones. 10 Cada uno segú n el
don que ha recibido, adminístrelo a los otros, como buenos dispensadores de las
diferentes gracias de Dios. 11 Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si
alguno ministra, ministre conforme a la virtud que Dios suministra: para que en todas
cosas sea Dios glorificado por Jesucristo, al cual es gloria e imperio para siempre
jamá s. Amén.

61. La bendició n de Dios es la que enriquece y no vendrá aflicció n junto a ella


(PROVERBIOS 10:22) 22 La bendició n de Jehová es la que enriquece, Y no añ ade
tristeza con ella.

62. Para llegar a la meta de la fe debemos mantenernos en sumo gozo (1 PEDRO 1:8-
9) 8 Al cual, no habiendo visto, le amá is; en el cual creyendo, aunque al presente no lo
veá is, os alegrá is con gozo inefable y glorificado; 9 Obteniendo el fin de vuestra fe, que
es la salud de vuestras almas.

63. El gloriarnos y gozarnos en los sufrimientos hace que las pruebas pasen del alma
al espíritu (2 CORINTIOS 12:7-10) 7 Y porque la grandeza de las revelaciones no me
levante descomedidamente, me es dado un aguijó n en mi carne, un mensajero de
Sataná s que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera. 8 Por lo cual tres
veces he rogado al Señ or, que se quite de mí. 9 Y me ha dicho: Bá state mi gracia;
porque mi potencia en la flaqueza se perfecciona. Por tanto, de buena gana me
gloriaré má s bien en mis flaquezas, porque habite en mí la potencia de Cristo. 10 Por lo
cual me gozo en las flaquezas, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en
angustias por Cristo; porque cuando soy flaco, entonces soy poderoso.

LA ALEGRIA Y EL GOZO COMO ELIXIR DE LARGA VIDA

1. El gozo del Señ or es nuestra fortaleza (NEHEMIAS 8:10) 10 Díjoles luego: Id, comed
grosuras, y bebed vino dulce, y enviad porciones á los que no tienen prevenido;
porque día santo es á nuestro Señ or: y no os entristezcá is, porque el gozo de Jehová es
vuestra fortaleza. (NEHEMIAS 8:17) 17 Y toda la congregació n que volvió de la
cautividad hicieron cabañ as, y en cabañ as habitaron; porque desde los días de Josué
hijo de Nun hasta aquel día, no habían hecho así los hijos de Israel. Y hubo alegría muy
grande.

2. Solamente el espíritu nos produce “gozo” (GALATAS 5:22) 22 


Mas el fruto del
Espíritu es: caridad, gozo, paz, tolerancia, benignidad, bondad, fe,

3. El gozo hace que pasemos los sufrimientos del alma al espíritu (SALMO 94:19)
19 
En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, Tus consolaciones alegraban mi
alma. (2 CORINTIOS 7:4,8:2) 4 Mucha confianza tengo de vosotros, tengo de vosotros
mucha gloria; lleno estoy de consolació n, sobreabundo de gozo en todas nuestras
tribulaciones. 2 Que en grande prueba de tribulació n, la abundancia de su gozo y su
profunda pobreza abundaron en riquezas de su bondad.
4. Debemos traer alegría en el corazó n para hermosear el rostro (PROVERBIOS 15:3)

Los ojos de Jehová está n en todo lugar,

Mirando a los malos y a los buenos.


5. El corazó n debe estar alegre (SALMO 4:7-8) 7 Tú diste alegría a mi corazó n
Mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto. 8 En paz me acostaré, y
asimismo dormiré; Porque solo tú , Jehová , me haces vivir confiado.

6. Alegremos el corazó n (SALMO 105:1-3) Alabad a Jehová , invocad su nombre;


Dad a conocer sus obras en los pueblos. 2 Cantadle, cantadle salmos;
Hablad de todas sus maravillas. 3 Gloriaos en su santo nombre;
Alégrese el corazó n de los que buscan a Jehová .

7. Los preceptos del Señ or traen alegría al corazó n (SALMO 19:8-9)



Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazó n; El precepto de
Jehová es puro, que alumbra los ojos. 9 El temor de Jehová es limpio, que permanece
para siempre; Los juicios de Jehová son verdad, todos justos.

8. El Señ or infunde alegría y gozo a nuestros huesos (SALMO 51: 8-9) 8 Hazme oír
gozo y alegría, Y se recreará n los huesos que has abatido. 9 Esconde tu rostro de mis
pecados, Y borra todas mis maldades.

9. El regocijo en nuestras entrañ as (SALMO 16:8-11) 8 A Jehová he puesto siempre


delante de mí; Porque está a mi diestra, no seré conmovido. 9 Se alegró por tanto mi
corazó n, y se gozó mi alma; Mi carne también reposará confiadamente; 10 Porque no
dejará s mi alma en el Seol, Ni permitirá s que tu santo vea corrupció n. 11 Me mostrará s
la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para
siempre.

10. La alegría hace tener larga vida (SALMO 21:1-2, 4,7)  El rey se alegra en tu poder,
oh Jehová ;     Y en tu salvació n, !!có mo se goza! 2 Le has concedido el deseo de su
corazó n, Y no le negaste la petició n de sus labios. Selah 4 Vida te demandó , y se la diste;
Largura de días eternamente y para siempre. 7 Por cuanto el rey confía en Jehová , Y en
la misericordia del Altísimo, no será conmovido.

11. Teniendo la alegría y el gozo en nosotros aun en nuestra vejez daremos frutos,
siempre estaremos vigorosos y sanos (SALMO 92:1,4-5,14-15) 1Bueno es alabarte,
oh Jehová , Y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo; 4 Por cuanto me has alegrado, oh
Jehová , con tus obras; En las obras de tus manos me gozo. 5 !!Cuá n grandes son tus
obras, oh Jehová ! Muy profundos son tus pensamientos. 14 Aun en la vejez
fructificará n; Estará n vigorosos y verdes, 15 Para anunciar que Jehová mi fortaleza es
recto, Y que en él no hay injusticia.
12. Debemos también tener alegría y gozo en el alma (SALMO 94:19) 19 En la multitud
de mis pensamientos dentro de mí, Tus consolaciones alegraban mi alma.

13. El amor del Señ or nos cubre cuando damos con alegría (2 CORINTIOS 9:7)

Cada uno dé como propuso en su corazó n: no con tristeza, ni por necesidad, porque
Dios ama al dador alegre.

14. Gocémonos con la esposa de la juventud (PROVERBIOS 5:18-20) 18 Sea bendito tu


manantial, Y alégrate con la mujer de tu juventud, 19 Como cierva amada y graciosa
gacela. Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, Y en su amor recréate siempre. 20 ¿Y
por qué, hijo mío, andará s ciego con la mujer ajena, Y abrazará s el seno de la extrañ a?

15. En la enfermedad el á nimo levanta al enfermo (PROVERBIOS 18:14) 14 El á nimo


del hombre soportará su enfermedad; Mas ¿quién soportará al á nimo angustiado?

16. Hay que servir con buen á nimo a la Iglesia (1 PEDRO 5:2) 2 Apacentad la grey de
Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no
por ganancia deshonesta, sino con á nimo pronto;

17. Debemos estar siempre gozosos (1 TESALONICENSES 5:16) Estad siempre


16 

gozosos.

18. Tener gozo aun en la ruina (HEBREOS 10:34) 34 Porque de los presos también os
compadecisteis, y el despojo de vuestros bienes sufristeis con gozo, sabiendo que
tenéis en vosotros una mejor y perdurable herencia en los cielos. (2 CORINTIOS 8:2)

que en grande prueba de tribulació n, la abundancia de su gozo y su profunda
pobreza abundaron en riquezas de su generosidad.

19. Un alma que ataba al Señ or con gozo, hace rejuvenecer como el á guila (SALMO
103:1-5) Bendice, alma mía, a Jehová , Y bendiga todo mi ser su santo nombre.

Bendice, alma mía, a Jehová , Y no olvides ninguno de sus beneficios. 3 É l es quien
perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; 4 El que rescata del
hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias; 5 El que sacia de bien tu boca
De modo que te rejuvenezcas como el á guila.

20. LA ORACIÓN PERMANENTE Y LA ALEGRIA NOS REJUVENECE COMO NIÑOS


(JOB 33: 24-26) 24 Que le diga que Dios tuvo de él misericordia, Que lo libró de
descender al sepulcro, Que halló redenció n; 25 Su carne será má s tierna que la del niñ o,
Volverá a los días de su juventud. 26 Orará a Dios, y éste le amará , Y verá su faz con
jú bilo; Y restaurará al hombre su justicia.
Reconciliémonos con todos los seres humanos y con todas las cosas por la preciosa
sangre de la cruz de Cristo.

El Señ or nos bendice y nos quita toda maldició n. Debemos cobrar animo (ZACARIAS
8:13) 13 Y sucederá que como fuisteis maldició n entre las naciones, oh casa de Judá y
casa de Israel, así os salvaré y seréis bendició n. No temá is, mas esfuércense vuestras
manos.

Con oració n permanente y con alegría constante, el Señ or nos rejuvenece como niñ os
(JOB 33:24-26) 24 Que le diga que Dios tuvo de él misericordia, Que lo libró de
descender al sepulcro, Que halló redenció n; 25 Su carne será má s tierna que la del niñ o,
Volverá a los días de su juventud. 26 Orará a Dios, y éste le amará , Y verá su faz con
jú bilo; Y restaurará al hombre su justicia.

Como debemos amar (ROMANOS 12:9-21) 9 El amor sea sin fingimiento. Aborreced
lo malo, seguid lo bueno. 10 Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a
honra, prefiriéndoos los unos a los otros. 11 En lo que requiere diligencia, no
perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señ or; 12 gozosos en la esperanza;
sufridos en la tribulació n; constantes en la oració n; 13 compartiendo para las
necesidades de los santos; practicando la hospitalidad. 14 Bendecid a los que os
persiguen; bendecid, y no maldigá is. 15 Gozaos con los que se gozan; llorad con los que
lloran. 16 Uná nimes entre vosotros; no altivos, sino asociá ndoos con los humildes. No
seá is sabios en vuestra propia opinió n. 17 No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo
bueno delante de todos los hombres. 18 Si es posible, en cuanto dependa de vosotros,
estad en paz con todos los hombres. 19 No os venguéis vosotros mismos, amados míos,
sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está : Mía es la venganza, yo pagaré,
dice el Señ or. 20 Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed,
dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonará s sobre su cabeza. 21 No
seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.

Por la preciosa sangre de Cristo debemos reconciliarnos con todos (COLOSENSES


1:20) 20 y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que está n en la
tierra como las que está n en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.

Eliminar del alma toda raíz de amargura (HEBREOS 12:14-15) 14 Seguid la paz con
todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señ or. 15 Mirad bien, no sea que alguno
deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y
por ella muchos sean contaminados;

El Señ or nos dice: ¡yo no quiero la muerte de nadie! (EZEQUIEL 18:32) 32 Porque no
quiero la muerte del que muere, dice Jehová el Señ or; convertíos, pues, y viviréis.
“Señ or, yo te alabo y te doy la gloria a ti con mis ó rganos de mi cuerpo físico” “Señ or,
todos mis ó rganos físicos te alaban, todo mi cuerpo físico te adora. Con todos mis
ó rganos físicos desde mi cerebro hasta mis pies te honro” (SALMO 16:8-11) 8 A
Jehová he puesto siempre delante de mí; Porque está a mi diestra, no seré conmovido.

Se alegró por tanto mi corazó n, y se gozó mi alma; Mi carne también reposará
confiadamente; 10 Porque no dejará s mi alma en el Seol, Ni permitirá s que tu santo vea
corrupció n. 11 Me mostrará s la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo;
Delicias a tu diestra para siempre.

“Señ or tú me das tu fuerza para derrotar a los demonios” (JUECES 6:14)


14 
Y mirá ndole Jehová , le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvará s a Israel de la mano de
los madianitas. ¿No te envío yo?

Como mis días son mis fuerzas (DEUTERONOMIO 33:25) 25 Hierro y bronce será n tus
cerrojos, Y como tus días será n tus fuerzas.

“El enemigo cae bajo mis pies puesto tu Señ or, me ceñ iste de fuerza para la batalla, tú
me armaste de valor para el combate (2 SAMUEL 22:33-40) 33 Dios es el que me ciñ e
de fuerza, Y quien despeja mi camino; 34 Quien hace mis pies como de ciervas, Y me
hace estar firme sobre mis alturas; 35 Quien adiestra mis manos para la batalla, De
manera que se doble el arco de bronce con mis brazos. 36 Me diste asimismo el escudo
de tu salvació n, Y tu benignidad me ha engrandecido. 37 Tú ensanchaste mis pasos
debajo de mí, Y mis pies no han resbalado. 38 Perseguiré a mis enemigos, y los
destruiré, Y no volveré hasta acabarlos. 39 Los consumiré y los heriré, de modo que no
se levanten; Caerá n debajo de mis pies. 40 Pues me ceñ iste de fuerzas para la pelea;
Has humillado a mis enemigos debajo de mí,

SEÑOR TU BENDICIÓN ME ENRIQUECE CON GOZO (PROVERBIOS 10:22) 22 


La
bendició n de Jehová es la que enriquece, Y no añ ade tristeza con ella.

“Señ or, gracias porque tú me provees todo lo que necesito mediante las riquezas que
está n en Cristo Jesú s (FILIPENSES 4:19) 19 Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta
conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesú s.

Gracias Señ or porque mediante mi arrepentimiento y el temor tuyo, tú me


recompensas con riquezas, honra y vida (PROVERBIOS 22:4) 4 Riquezas, honra y vida
Son la remuneració n de la humildad y del temor de Jehová .

Con el reino del Señ or en mí, y con su justicia, todo me llega añ adido en abundancia,
con la gracia (MATEO 6:33) 33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia,
y todas estas cosas os será n añ adidas.
¡VEO LO INVISIBLE Y ME VUELVO INVENCIBLE!
¡ME GOZO EN LA PRUEBA Y EL ESPIRITU DILUYE LAS QUEJAS!

Tengo mi voluntad activa, creadora, poderosa e invencible

CON LA PRESENCIA Y EL GRAN PODER DE CRISTO EN MI, ARRANCO, ELIMINO


DESTRUYO TODAS LAS AFLICCIONES Y LAS PRUEBAS (DEUTERONOMIO 4:37) 37 Y
por cuanto él amó a tus padres, escogió a su descendencia después de ellos, y te sacó
de Egipto con su presencia y con su gran poder,

Tengo mi espíritu, mi alma, mi corazó n y mi alma física, llenos y saturados del amor, la
gracia, la bondad, el honor, la buena fama, el poder, autoridad, gloria, reino, gracias,
grandeza, majestad, dominio, alabanza, magnificencia, abundancia, riquezas, y
honores, presencia, potestad, imperio de Cristo.

En este momento, arranco, derribo, destruyo, elimino, y quebranto las raíces de


amargura, aflicció n, adversidad, calamidad, dolor, maldad, idolatrías, padecimiento,
dolor, quebrantamiento, sufrimiento, penurias, tribulació n, depresió n, llanto,
opresió n, persecució n, angustia, escasez, pobreza, deudas, soledad, lodo, desierto, que
se hayan levantado en mi mente, en mi mente subconsciente y en mis pensamientos,
en mi cuerpo físico.

EL MUNDO SON los malos deseos del cuerpo, la codicia de los ojos y la arrogancia de
la vida… (1 JUAN 2:15-17) 15 No améis al mundo, ni las cosas que está n en el mundo.
Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 16 Porque todo lo que hay en
el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no
proviene del Padre, sino del mundo. 17 Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace
la voluntad de Dios permanece para siempre.
¡EL MUNDO SE VENCE con nuestra fe, con nuestro espíritu degenerado, la acció n de la
vida divina … (1 JUAN 5:4-5) 4 Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y
esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. 5 ¿Quién es el que vence al
mundo, sino el que cree que Jesú s es el Hijo de Dios?
Las oraciones que está n de acuerdo con la voluntad de Dios:
1. Se originan en Dios.
2. Se nos revelan nosotros por medio del espíritu santo.
3. Vuelven a dios por medio de oraciones.
4. Dios las pone por obra.
ENVIANDO LA PALABRA DE DIOS PARA OBTENER PROSPERIDAD

(SALMO 107:20) 20 Envió su palabra, y los sanó , Y los libró de su ruina. (SALMO
118:25) 25 Oh Jehová , sá lvanos ahora, te ruego; Te ruego, oh Jehová , que nos hagas
prosperar ahora. (JOSUE 1:7) 7 Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de
hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó ; no te apartes de ella ni a
diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.
(SALMO 122:6) 6 Pedid por la paz de Jerusalén; Sean prosperados los que te aman.
“Me deleito yo mismo en el Señ or, y tú , Señ or me concedes las peticiones de mi
corazó n (SALMO 37:4) 4 Deléitate asimismo en Jehová , Y él te concederá las
peticiones de tu corazó n.
“La casa y las riquezas son herencia de mis padres; má s del Señ or”. La mujer
inteligente, (prudente). (PROVERBIOS 19:14) 14 La casa y las riquezas son herencia
de los padres;
Mas de Jehová la mujer prudente.
Quien haya esposa halla la felicidad; muestras de su favor le ha dado el Señor”
Hallo en mi esposa la felicidad; ella es muestra del favor (bendición) que Dios
me ha enviado (PROVERBIOS 18:22) 22 El que halla esposa halla el bien, Y alcanza la
benevolencia de Jehová . (PROVERBIOS 12:4) 4 La mujer virtuosa es corona de su
marido; Mas la mala, como carcoma en sus huesos.

“Señ or con tu palabra en mi boca decreto: ¡Tú me has dado espacio para que prospere
en esta regió n! (GENESIS 26:22) 22 Y se apartó de allí, y abrió otro pozo, y no riñ eron
sobre él; y llamó su nombre Rehobot, y dijo: Porque ahora Jehová nos ha prosperado,
y fructificaremos en la tierra.

¡Me lleno del valor de Dios, con firmeza para obrar con la palabra que É l me ha
mandado que obedezca. Jamá s me apartaré de ella, solo así seré prosperado y tendré
éxito donde quiera que vaya! (JOSUE 1:7) 7 Solamente esfuérzate y sé muy valiente,
para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó ; no te
apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas
que emprendas.

¡Señ or en todo lo que vaya a hacer te consulto primero a ti primero y obtengo éxito y
prosperidad! (JUECES 18:5-6) 5 Y ellos le dijeron: Pregunta, pues, ahora a Dios, para
que sepamos si ha de prosperar este viaje que hacemos. 6 Y el sacerdote les respondió :
Id en paz; delante de Jehová está vuestro camino en que andá is.

“Tú Señ or me dices: Cumple los mandatos del Señ or tu Dios; sigue sus sendas y
obedece sus decretos, mandamientos. Leyes y preceptos, los cuales está n escritos en la
“Ley de Moisés”. Así prosperará s en todo lo que hagas y por dondequiera que vayas y
el Señ or cumplirá esta promesa que me hizo: “Si tus descendientes cuidan su
conducta y me son fieles con toda el alma y de todo corazó n”, nunca faltara un sucesor
tuyo en el trono de Israel. (1 REYES 2:3-4) 3 Guarda los preceptos de Jehová tu Dios,
andando en sus caminos, y observando sus estatutos y mandamientos, sus decretos y
sus testimonios, de la manera que está escrito en la ley de Moisés, para que prosperes
en todo lo que hagas y en todo aquello que emprendas; 4 para que confirme Jehová la
palabra que me habló , diciendo: Si tus hijos guardaren mi camino, andando delante de
mí con verdad, de todo su corazó n y de toda su alma, jamá s, dice, faltará a ti varó n en
el trono de Israel.
Con la palabra de Dios en mi boca, decreto: ¡Confío en el Señ or y soy librado! ¡Confío
en sus profetas y soy prosperado! (2 CRONICAS 20:20) 20 Y cuando se levantaron por
la mañ ana, salieron al desierto de Tecoa. Y mientras ellos salían, Josafat, estando en
pie, dijo: Oídme, Judá y moradores de Jerusalén. Creed en Jehová vuestro Dios, y
estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados.

¡Señ or, yo te busqué, te halle y tú me diste prosperidad! (CRONICAS 26:5) 5 Y persistió
en buscar a Dios en los días de Zacarías, entendido en visiones de Dios; y en estos días
en que buscó a Jehová , él le prosperó

¡Oh Señ or, tú me haces prosperar! (NEHEMÍAS 2:20) 20 Y en respuesta les dije: El Dios
de los cielos, él nos prosperará , y nosotros sus siervos nos levantaremos y
edificaremos, porque vosotros no tenéis parte ni derecho ni memoria en Jerusalén.

¡Soy como á rbol plantado a la orilla de un rio que cuando llega su tiempo, da fruto y
sus hojas jamá s se marchitan! ¡Todo cuanto hago prospera! (SALMO 1:3) 3 Será como
á rbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no
cae; Y todo lo que hace, prosperará .

¡Señ or tú me diste la salvació n! ¡Señ or tú me diste la victoria y me haces prosperar


ahora mismo! (SALMO 118:25) 25 Oh Jehová , sá lvanos ahora, te ruego;
Te ruego, oh Jehová , que nos hagas prosperar ahora.

“Ahora mismo declaro: ¡Ahora mismo sean prosperados los que te aman! (SALMO
122:6) 6 Pedid por la paz de Jerusalén; Sean prosperados los que te aman.

¡Tengo en mi corazó n generosidad y soy prosperado! (PROVERBIOS 11:25) 25 El alma


generosa será prosperada; Y el que saciare, él también será saciado.

¡Tengo mi alma diligente y soy prosperado! (PROVERBIOS 13:4) 25 El alma generosa
será prosperada; Y el que saciare, él también será saciado.

¡El que jamá s se arrepiente nunca prospera! (PROVERBIOS 28:13) 13 El que encubre
sus pecados no prosperará ; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.
¡Señ or, como hijo tuyo prospero, triunfo, soy exaltad, levantado y muy enaltecido
(ISAIAS 52:13) 13 He aquí que mi siervo será prosperado, será engrandecido y
exaltado, y será puesto muy en alto.

SEÑOR TU QUE QUISISTE QUEBRANTARME Y HACERME SUFRIR; Y COMO QUISE


ARREPENDIRME, VEO MI DESCENDENCIA, SOY PROSPERADO Y PROLONGADO
MIS DIAS Y LLEVO A CABO LA VOLUNTAD DE DIOS. (ISAIAS 53:10) 10 Con todo eso,
Jehová quiso quebrantarlo, sujetá ndole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida
en expiació n por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová
será en su mano prosperada.

La prosperidad de Jacob (JEREMIAS 46:27) 27 Y tú no temas, siervo mío Jacob, ni


desmayes, Israel; porque he aquí yo te salvaré de lejos, y a tu descendencia de la tierra
de su cautividad. Y volverá Jacob, y descansará y será prosperado, y no habrá quién lo
atemorice.

¡Señ or, así como Daniel prospero durante los reinados de Darío Y de Ciro el persa, así
también hazme prosperar en medio de todos los gobernantes de este país! (DANIEL
6:18) 18 Luego el rey se fue a su palacio, y se acostó ayuno; ni instrumentos de mú sica
fueron traídos delante de él, y se le fue el sueñ o.

¡Señ or, tu estas constantemente conmigo y soy varó n prosperado! (GENESIS 39:2)

Mas Jehová estaba con José, y fue varó n pró spero; y estaba en la casa de su amo el
egipcio.

Señ or, ahora mismo, en este instante tú haces prosperar la morada de mi justicia. (JOB
8:6) 6 Si fueres limpio y recto, Ciertamente luego se despertará por ti, Y hará pró spera
la morada de tu justicia.

Con los ojos de mi fe declaro: “bienes y riquezas hay en mi casa” (SALMO 112:1,3)
112
 Bienaventurado el hombre que teme a Jehová ,  Y en sus mandamientos se deleita en
gran manera. 3 Bienes y riquezas hay en su casa, Y su justicia permanece para siempre.
“Siempre pido en mis oraciones, que si es la voluntad de Dios, por fin tenga un
pró spero viaje, (se me abra el camino para ir a visitarlos) (ROMANOS 1:10)
10 
rogando que de alguna manera tenga al fin, por la voluntad de Dios, un pró spero
viaje para ir a vosotros.

“Lo que veo lo poseo y ordeno ahora mismo que sea mío: (MATEO 21:22) 22 Y todo lo
que pidiereis en oració n, creyendo, lo recibiréis. (MATEO 9:29) 29 Entonces les tocó
los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho. (MARCOS 11:24) 24 Por tanto,
os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá .

“LA MUJER EJEMPLAR DA SALUD A SU ESPOSO” (PROVERBIOS 12:4) Es corona de


su marido4 La mujer virtuosa es corona de su marido; as la mala, como carcoma en sus
huesos.
LA MALDICIÓN DEL DESPRECIO (MENOSPRECIO)

Agar miró con desprecio (GENESIS 16:4) 4 Y él se llegó a Agar, la cual concibió ; y
cuando vio que había concebido, miraba con desprecio a su señ ora.

Así dice el Señ or, el redentor y Santo de Israel, al despreciado y aborrecido por las
naciones, al Siervo de los gobernantes: ¡Los reyes te verá n y se inclinará n, por causa
del Señor, el Santo de Israel que es fiel y te ha escogido! (ISAIAS 49:7) 7 Así ha dicho
Jehová , Redentor de Israel, el Santo suyo, al menospreciado de alma, al abominado de
las naciones, al siervo de los tiranos: Verá n reyes, y se levantará n príncipes, y
adorará n por Jehová ; porque fiel es el Santo de Israel, el cual te escogió .
¡Te haré pequeñ o entre las naciones, MENOSPRECIADO ENTRE LOS HOMBRES
(JEREMIAS 49:15) 15 He aquí que te haré pequeñ o entre las naciones, menospreciado
entre los hombres.

¡También escogió Dios lo má s bajo y despreciado, y lo que no es nada, para anular lo


que es. (1 CORINTIOS 1:28) 28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo
que no es, para deshacer lo que es.

El menosprecio de Esaú a Job (GENESIS 25:36) cuando el Señ or vio que Lea no era
amada (Menospreciada) 34 Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas;
y él comió y bebió , y se levantó y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura.
(GENESIS 29:31) 31 Y vio Jehová que Lea era menospreciada, y le dio hijos; pero
Raquel era estéril. Le concedió hijos mientras tanto, Raquel permaneció estéril.

Moisés oró al señ or: “si yo soy tu siervo, porque me perjudicas? ¡Porque me niegas tu
favor y me obligas a cargar con todo este pueblo? (NÚMEROS 11:11-15) 11 Y dijo
Moisés a Jehová : ¿Por qué has hecho mal a tu siervo? ¿y por qué no he hallado gracia
en tus ojos, que has puesto la carga de todo este pueblo sobre mí? 12 ¿Concebí yo a
todo este pueblo? ¿Lo engendré yo, para que me digas: Llévalo en tu seno, como lleva
la que cría al que mama, a la tierra de la cual juraste a sus padres? 13 ¿De dó nde
conseguiré yo carne para dar a todo este pueblo? Porque lloran a mí, diciendo: Danos
carne que comamos. 14 No puedo yo solo soportar a todo este pueblo, que me es
pesado en demasía. 15 Y si así lo haces tú conmigo, yo te ruego que me des muerte, si
he hallado gracia en tus ojos; y que yo no vea mi mal.

El castigo por desprecio al Señ or (quejadera) (NUMEROS 11:20) 20 sino hasta un mes
entero, hasta que os salga por las narices, y la aborrezcá is, por cuanto
menospreciasteis a Jehová que está en medio de vosotros, y llorasteis delante de él,
diciendo: ¿Para qué salimos acá de Egipto?
“Pero el que peque deliberadamente sea nativo o extranjero, ofende al Señ or, tal
persona será eliminada de la comunidad y cargará con su culpa, por haber
despreciado la palabra del Señ or y quebrantado su mandamiento” (NUMEROS 15:30-
31) 30 Mas la persona que hiciere algo con soberbia, así el natural como el extranjero,
ultraja a Jehová ; esa persona será cortada de en medio de su pueblo. 31 Por cuanto tuvo
en poco la palabra de Jehová , y menospreció su mandamiento, enteramente será
cortada esa persona; su iniquidad caerá sobre ella.

“Jesurú n engordó y pateó ; se hartó de comida y se puso corpulento y rollizo.


Abandonó al Dios que le dio vida, y menosprecio (rechazó ) a la roca, su Salvador.
(GENESIS 16:4) 4 Y él se llegó a Agar, la cual concibió ; y cuando vio que había
concebido, miraba con desprecio a su señ ora.

El desprecio de Mical, hija de Saú l por David (2 SAMUEL 6:16) 16 Cuando el arca de
Jehová llegó a la ciudad de David, aconteció que Mical hija de Saú l miró desde una
ventana, y vio al rey David que saltaba y danzaba delante de Jehová ; y le menospreció
en su corazó n. (1 CRONICAS 15:29) 29 Pero cuando el arca del pacto de Jehová llegó a
la ciudad de David, Mical, hija de Saú l, mirando por una ventana, vio al rey David que
saltaba y danzaba; y lo menospreció en su corazó n.

¡Cuando dichoso es el Hombre a quien Dios corrige! ¡No menosprecies la disciplina del
Todopoderoso! (JOB 5:17) 17 He aquí, bienaventurado es el hombre a quien Dios
castiga; Por tanto, no menosprecies la correcció n del Todopoderoso.

¡Hasta los niñ os se burlan de mí (me menosprecian), en cuanto me ven, me dan la


espalda! (JOB 19:18) 18 
Aun los muchachos me menospreciaron;
Al levantarme, hablaban contra mí.

¡Que desprecia al que Dios reprueba, pero honra al que teme al Señ or….. (SALMO
15:4) 4 Aquel a cuyos ojos el vil es menospreciado, Pero honra a los que temen a
Jehová .
El que aun jurando en dañ o suyo, no por eso cambia; Pero tú has desechado, has
menospreciado (rechazado) a tu ungido; te has enfurecido contra el en gran manera!
(SALMO 89:38) 38 Mas tú desechaste y menospreciaste a tu ungido, Y te has airado
con él.

“Por cuanto aborrecieron el conocimiento y no quisieron tener al Señ or; por cuanto no
siguieron mis consejos sino que menospreciaron (rechazaron) mis reprensiones
(PROVERBIOS 1:29-30) 29 Por cuanto aborrecieron la sabiduría, Y no escogieron el
temor de Jehová , 30 Ni quisieron mi consejo, Y menospreciaron toda reprensió n mía,

“Hijo Mío, no desprecies la disciplina del Señ or, ni te of4endas por sus reprensiones”
(PROVERBIOS 3:11-12) 11 No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová , Ni te
fatigues de su correcció n; 12 Porque Jehová al que ama castiga, Como el padre al hijo a
quien quiere.

¡El falto de juicio desprecia a su pró jimo, pero el entendido refrena su lengua!
(PROVERBIOS 11:12) 12 El que carece de entendimiento menosprecia a su pró jimo;
Mas el hombre prudente calla. ¡Quien menosprecia (se burla de la instrucció n), tendrá
su merecido; quien respeta el mandamiento tendrá su recompensa! (PROVERBIOS
13:13-18) 13 El que menosprecia el precepto perecerá por ello; Mas el que teme el
mandamiento será recompensado. 14 La ley del sabio es manantial de vida. Para
apartarse de los lazos de la muerte. 15 El buen entendimiento da gracia; Mas el camino
de los transgresores es duro. 16 Todo hombre prudente procede con sabiduría;
Mas el necio manifestará necedad. 17 El mal mensajero acarrea desgracia; Mas
el mensajero fiel acarrea salud. 18 Pobreza y vergü enza tendrá el que menosprecia el
consejo; Mas el que guarda la correcció n recibirá honra.

“El que desprecia a la disciplina sufre pobreza y deshonra; el que atiende a la


correcció n recibe grandes honores” (V.18)

Es un pecado despreciar al pró jimo ¡Dichoso el que se compadece de los pobres!


(PROVERBIOS 18:21) 21 La muerte y la vida está n en poder de la lengua,
Y el que la ama comerá de sus frutos.

¡El hijo sabio alegra a sus padres; el hijo necio menosprecia a su madre!
(PROVERBIOS 15:20) 20 El hijo sabio alegra al padre; Mas el hombre necio
menosprecia a su madre.

“Despreciar (rechazar) loa correcció n es despreciarse a sí mismo; (PROVERBIOS


15:32) 32 El que tiene en poco la disciplina menosprecia su alma;

Atender a la reprensió n es ganar entendimiento, el que cumple el mandamiento


cumple consigo mismo; el que menosprecia su conducta morirá (PROVERBIOS
19:16) 16 El que guarda el mandamiento guarda su alma; Mas el que menosprecia sus
caminos morirá .

“Escucha a tu padre quien te engendró , y no desprecies a tu madre cuando sea


anciana” (PROVERBIOS 23:22) 22 Oye a tu padre, a aquel que te engendró ; Y cuando
tu madre envejeciere, no la menosprecies.

¡Al que mira con desdén a su padre y menosprecia (rehú sa obedecer)a su madre, que
los cuervos del valle le saquen los ojos y que se lo coman vivos los buitres
(PROVERBIOS 30:17) 17 El ojo que escarnece a su padre Y menosprecia la enseñ anza
de la madre, Los cuervos de la cañ ada lo saquen, Y lo devoren los hijos del á guila.

“Si alguien ofreciera todas sus riquezas a cambio de amor, solo conseguirá el
desprecio” (CANTARES 8:7) 7 Las muchas aguas no podrá n apagar el amor, Ni lo
ahogará n los ríos. Si diese el hombre todos los bienes de su casa por este amor, De
cierto lo menospreciarían.
“La virginal hija de Sion, te desprecia y se burla de ti. (ISAIAS 37:22-23) 22 estas son
las palabras que Jehová habló contra él: La virgen hija de Sion te menosprecia, te
escarnece; detrá s de ti mueve su cabeza la hija de Jerusalén. 23 ¿A quién vituperaste, y
a quién blasfemaste? ¿Contra quién has alzado tu voz, y levantado tus ojos en alto?
Contra el Santo de Israel.
La hija de Jerusalén menea la cabeza al verte huir ¿a quién has insultado? ¡Contra
quien has blasfemado? ¿Contra quién has alzado la voz? Y levantado los ojos con
orgullo? ¡Contra el Santo de Israel!

Los pecados de Jerusalén (EZEQUIEL 22:1-31) Vino a mí palabra de Jehová , diciendo:



Tú , hijo de hombre, ¿no juzgará s tú , no juzgará s tú a la ciudad derramadora de
sangre, y le mostrará s todas sus abominaciones? 3 Dirá s, pues: Así ha dicho Jehová el
Señ or: !!Ciudad derramadora de sangre en medio de sí, para que venga su hora, y que
hizo ídolos contra sí misma para contaminarse! 4 En tu sangre que derramaste has
pecado, y te has contaminado en tus ídolos que hiciste; y has hecho acercar tu día, y
has llegado al término de tus añ os; por tanto, te he dado en oprobio a las naciones, y
en escarnio a todas las tierras. 5 Las que está n cerca de ti y las que está n lejos se reirá n
de ti, amancillada de nombre, y de grande turbació n. 6 He aquí que los príncipes de
Israel, cada uno segú n su poder, se esfuerzan en derramar sangre. 7 Al padre y a la
madre despreciaron en ti; al extranjero trataron con violencia en medio de ti; al
huérfano y a la viuda despojaron en ti. 8 Mis santuarios menospreciaste, y mis días de
reposo[a] has profanado. 9 Calumniadores hubo en ti para derramar sangre; y sobre
los montes comieron en ti; hicieron en medio de ti perversidades. 10 La desnudez del
padre descubrieron en ti, y en ti hicieron violencia a la que estaba inmunda por su
menstruo. 11 Cada uno hizo abominació n con la mujer de su pró jimo, cada uno
contaminó pervertidamente a su nuera, y cada uno violó en ti a su hermana, hija de su
padre. 12 Precio recibieron en ti para derramar sangre; interés y usura tomaste, y a tus
pró jimos defraudaste con violencia; te olvidaste de mí, dice Jehová el Señ or. 13 Y he
aquí que batí mis manos a causa de tu avaricia que cometiste, y a causa de la sangre
que derramaste en medio de ti. 14 ¿Estará firme tu corazó n? ¿Será n fuertes tus manos
en los días en que yo proceda contra ti? Yo Jehová he hablado, y lo haré. 15 Te
dispersaré por las naciones, y te esparciré por las tierras; y haré fenecer de ti tu
inmundicia. 16 Y por ti misma será s degradada a la vista de las naciones; y sabrá s que
yo soy Jehová . 17 Vino a mí palabra de Jehová , diciendo: 18 Hijo de hombre, la casa de
Israel se me ha convertido en escoria; todos ellos son bronce y estañ o y hierro y
plomo en medio del horno; y en escorias de plata se convirtieron. 19 Por tanto, así ha
dicho Jehová el Señ or: Por cuanto todos vosotros os habéis convertido en escorias, por
tanto, he aquí que yo os reuniré en medio de Jerusalén. 20 Como quien junta plata y
bronce y hierro y plomo y estañ o en medio del horno, para encender fuego en él para
fundirlos, así os juntaré en mi furor y en mi ira, y os pondré allí, y os fundiré. 21 Yo os
juntaré y soplaré sobre vosotros en el fuego de mi furor, y en medio de él seréis
fundidos. 22 Como se funde la plata en medio del horno, así seréis fundidos en medio
de él; y sabréis que yo Jehová habré derramado mi enojo sobre vosotros. 23 Vino a mí
palabra de Jehová , diciendo: 24 Hijo de hombre, di a ella: Tú no eres tierra limpia, ni
rociada con lluvia en el día del furor. 25 Hay conjuració n de sus profetas en medio de
ella, como leó n rugiente que arrebata presa; devoraron almas, tomaron haciendas y
honra, multiplicaron sus viudas en medio de ella. 26 Sus sacerdotes violaron mi ley, y
contaminaron mis santuarios; entre lo santo y lo profano no hicieron diferencia, ni
distinguieron entre inmundo y limpio; y de mis días de reposo[b] apartaron sus ojos, y
yo he sido profanado en medio de ellos. 27 Sus príncipes en medio de ella son como
lobos que arrebatan presa, derramando sangre, para destruir las almas, para obtener
ganancias injustas. 28 Y sus profetas recubrían con lodo suelto, profetizá ndoles
vanidad y adiviná ndoles mentira, diciendo: Así ha dicho Jehová el Señ or; y Jehová no
había hablado. 29 El pueblo de la tierra usaba de opresió n y cometía robo, al afligido y
menesteroso hacía violencia, y al extranjero oprimía sin derecho. 30 Y busqué entre
ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor
de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé. 31 Por tanto, derramé sobre
ellos mi ira; con el ardor de mi ira los consumí; hice volver el camino de ellos sobre su
propia cabeza, dice Jehová el Señ or.

Debemos evitar andar en las mentiras de nuestros antepasados (AMOS 2:4-5) 4 Así
ha dicho Jehová : Por tres pecados de Judá , y por el cuarto, no revocaré su castigo;
porque menospreciaron la ley de Jehová , y no guardaron sus ordenanzas, y les
hicieron errar sus mentiras, en pos de las cuales anduvieron sus padres. 5 Prenderé,
por tanto, fuego en Judá , el cual consumirá los palacios de Jerusalén. Que rechazaron
la ley del Señ or lo menospreciaron y no obedecieron sus preceptos los que
menosprecian los modestos comienzos (ZACARIAS 4:10) 10 Porque los que
menospreciaron el día de las pequeñ eces se alegrará n, y verá n la plomada en la mano
de Zorobabel. Estos siete son los ojos de Jehová , que recorren toda la tierra.

Señ or Dios, hemos despreciado tu nombre (MALAQUIAS 1:6) 6 El hijo honra al padre,
y el siervo a su señ or. Si, pues, soy yo padre, ¿dó nde está mi honra? y si soy señ or,
¿dó nde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que
menospreciá is mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre? Jehová
reprende a los sacerdotes 6 El hijo honra al padre, y el siervo a su señ or. Si, pues, soy
yo padre, ¿dó nde está mi honra? y si soy señ or, ¿dó nde está mi temor? dice Jehová de
los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciá is mi nombre. Y decís: ¿En qué
hemos menospreciado tu nombre?

Señ or perdó name por haber despreciado tus pequeñ os (MATEO 18:10) 10 Mirad que
no menospreciéis a uno de estos pequeñ os; porque os digo que sus á ngeles en los
cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos. Parábola de la oveja
perdida (LUCAS. 15:3-7) 3 Entonces él les refirió esta pará bola, diciendo: 4 ¿Qué
hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y
nueve en el desierto, y va tras la que se perdió , hasta encontrarla? 5 Y cuando la
encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso; 6 y al llegar a casa, reú ne a sus amigos y
vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había
perdido. 7 Os digo que así habrá má s gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente,
que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.

El despreciar a otros, trae humillació n para si (LUCAS 18:9-14) Parábola del fariseo
y el publicano 9 A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a
los otros, dijo también esta pará bola: 10 Dos hombres subieron al templo a orar: uno
era fariseo, y el otro publicano. 11 El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de
esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones,
injustos, adú lteros, ni aun como este publicano; 12 ayuno dos veces a la semana, doy
diezmos de todo lo que gano. 13 Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar
los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí,
pecador.14 Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque
cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.

¿No ves que desprecias las riquezas de la bondad de Dios, de su tolerancia y de


su paciencia, al no reconocer que su bondad quiere llenarte de
Arrepentimiento? (ROMANOS 2:1-4) Por lo cual eres inexcusable, oh hombre,
quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti
mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo. 2 Má s sabemos que el juicio de Dios
contra los que practican tales cosas es segú n verdad. 3 ¿Y piensas esto, oh hombre, tú
que juzgas a los que tal hacen, y haces lo mismo, que tú escapará s del juicio de Dios?

¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando
que su benignidad te guía al arrepentimiento?

“El que come de todo no debe despreciar al que no come ciertas cosas” ROMANOS
14:1-4) Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones. 2 Porque uno
cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, come legumbres. 3 El que come, no
menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le
ha recibido. 4 ¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señ or está en
pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señ or para hacerle estar firme.

¿Acaso no tienen casas donde comer y beber? O es que menosprecian a la Iglesia de


Dios y quieren avergonzar a los que no tienen nada? ¿Qué les diré? ¿Voy a elogiarlos
por esto? ¡Claro que no! (1 CORINTIOS 11:22) 22 Pues qué, ¿no tenéis casas en que
comá is y bebá is? ¿O menospreciá is la iglesia de Dios, y avergonzá is a los que no tienen
nada? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabo.

¡No despreciemos a los profetas! (1 TESALONICENSES 5:20) 20 No menospreciéis


las profecías.

Esto es lo que debes enseñ ar. Exhorta y reprende con toda autoridad. Que nadie te
menosprecie (TITO 2:15) 15 Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad.
Nadie te menosprecie.

Fijemos la mirada en Jesú s; el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien por el


gozo que le esperaba soporto la cruz, menospreciando la vergüenza que ella
significaba, y ahora está sentado a la diestra del trono de Dios. (HEBREOS 12:2,5)

puestos los ojos en Jesú s, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto
delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del
trono de Dios. No menosprecies la disciplina del Señ or (5) 5 y habéis ya olvidado la
exhortació n que como a hijos se os dirige, diciendo:     Hijo mío, no menosprecies la
disciplina del Señ or, Ni desmayes cuando eres reprendido por él;

“Ellos lo han vencido por medio de la sangre del cordero y por el mensaje del cual
dieron testimonio; menospreciaron tanto su vida como para evitar la muerte”
(APOCALIPSIS 12:11) 11 Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y
de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.

“El malvado hace alarde de su propia codicia; alaba al ambicioso y menosprecia al


Señor” (SALMO 10:3,5) 3 Porque el malo se jacta del deseo de su alma, 5 Sus caminos
son torcidos en todo tiempo; Tus juicios los tiene muy lejos de su vista; A todos sus
adversarios desprecia.

“Hijo mío, escucha las correcciones de tu padre y no desprecies (abandones) las


enseñanzas de tu madre (PROVERBIOS 1:8) 8 Oye, hijo mío, la instrucció n de tu
padre, Y no desprecies la direcció n de tu madre;

“Y aunque esta fue una prueba para Ustedes, no me trataron con desprecio ni
desdén. Al contrario, me recibieron como a un á ngel de Dios, como si se tratara de
Cristo Jesú s (GALATAS 4:14) 14 y no me despreciasteis ni desechasteis por la prueba
que tenía en mi cuerpo, antes bien me recibisteis como a un á ngel de Dios, como a
Cristo Jesú s.

“Esto les espera sobre todo a los que siguen los corrompidos deseos de la naturaleza
humana y desprecian la autoridad del Señor (2 PEDRO 2:4-19) 4 Porque si Dios no
perdonó a los á ngeles que pecaron, sino que arrojá ndolos al infierno los entregó a
prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio; 5 y si no perdonó al mundo
antiguo, sino que guardó a Noé, pregonero de justicia, con otras siete personas,
trayendo el diluvio sobre el mundo de los impíos; 6 y si condenó por destrucció n a las
ciudades de Sodoma y de Gomorra, reduciéndolas a ceniza y poniéndolas de ejemplo a
los que habían de vivir impíamente, 7 y libró al justo Lot, abrumado por la nefanda
conducta de los malvados 8 (porque este justo, que moraba entre ellos, afligía cada día
su alma justa, viendo y oyendo los hechos inicuos de ellos), 9 sabe el Señ or librar de
tentació n a los piadosos, y reservar a los injustos para ser castigados en el día del
juicio; 10 y mayormente a aquellos que, siguiendo la carne, andan en concupiscencia e
inmundicia, y desprecian el señ orío. Atrevidos y contumaces, no temen decir mal de
las potestades superiores, 11 mientras que los á ngeles, que son mayores en fuerza y en
potencia, no pronuncian juicio de maldició n contra ellas delante del Señ or. 12 Pero
éstos, hablando mal de cosas que no entienden, como animales irracionales, nacidos
para presa y destrucció n, perecerá n en su propia perdició n, 13 recibiendo el galardó n
de su injusticia, ya que tienen por delicia el gozar de deleites cada día. Estos son
inmundicias y manchas, quienes aun mientras comen con vosotros, se recrean en sus
errores. 14 Tienen los ojos llenos de adulterio, no se sacian de pecar, seducen a las
almas inconstantes, tienen el corazó n habituado a la codicia, y son hijos de maldició n.
15 
Han dejado el camino recto, y se han extraviado siguiendo el camino de Balaam hijo
de Beor, el cual amó el premio de la maldad, 16 y fue reprendido por su iniquidad; pues
una muda bestia de carga, hablando con voz de hombre, refrenó la locura del profeta.
17 
Estos son fuentes sin agua, y nubes empujadas por la tormenta; para los cuales la
má s densa oscuridad está reservada para siempre. 18 Pues hablando palabras infladas
y vanas, seducen con concupiscencias de la carne y disoluciones a los que
verdaderamente habían huido de los que viven en error. 19 Les prometen libertad, y
son ellos mismos esclavos de corrupció n. Porque el que es vencido por alguno es
hecho esclavo del que lo venció .

“Y comenzaron a hablar contra Dios y contra Moisés: ¿para nos trajeron Ustedes de
Egipto a morir en este desierto? ¡Aquí no hay pan ni agua! Nuestra alma tiene
fastidio de este pan tan pésimo! Por eso el Señ or mando contra ellos serpientes
venenosas para que los mordieran, y muchos israelitas murieron. El pueblo se acercó
entonces a Moisés, y le dijo: - Hemos pecado al hablar contra el Señ or y contra ti.
Ruégale al Señ or que nos quite esas serpientes.

“Pero ustedes lo profanan cuando dicen que la mesa del Señ or esta mancillada y que
su alimento es despreciable y exclaman: ¡Oh que fastidio es esto! Y me tratan con
desdén. – Dice el Señ or Todopoderoso ¿y creen que voy a aceptar de sus manos los
animales lesionados, cojos, o enfermos que Ustedes me traen como sacrificio? – Dice el
Señ or-.
EL RECHAZO

“Es una fuerza espiritual donde se esconden espíritus inmundos”


“Transferencia espiritual”

LIBRE DEL RECHAZO

En esta hora decodifico, desprogramo todo gen maligno de rechazo que se haya
adherido en mi sangre, en mi saliva, en mis genes de destino de mi ADN. Resisto y
rechazo ato y hecho fuera de mis genes de destino en mi ADN toda transferencia
espiritual maligna de rechazo. Arranco, destruyo, anulo y quebranto todo escombro
generacional de rechazo que se haya anidado en mi sangre, en mi saliva, en mis genes
de destino de mi ADN. Destruyo las fortalezas, muros, bloqueos, de rechazo que se
hayan adherido a mi sangre, a mi saliva, a mis genes de destino en mi ADN.

Rechazo, resisto, ato y hecho fuera de mí sangre, de mi saliva de mis genes de destino
en mi ADN, a todo espíritu de rechazo que se haya escondido detrá s de mis genes de
destino de mi ADN. Lo declaro sin poder y sin autoridad en el nombre de Jesú s.

Toda fuerza maligna, espiritual de rechazo donde se esconden los espíritus inmundos,
la arranco, la desarraigo, la quemo, la dejo sin poder y sin autoridad en el nombre de
Jesú s. Activo y despierto en mi sangre, en mi saliva, en mis genes de destino de mi
ADN, los genes benignos de: restauració n, aceptació n, receptividad, acogida,
beneplá cito, conciliació n, reconciliació n, perdó n, afecto.

AGRUPACIONES COMUNES DE DEMONIOS

1. ABATIMIENTO
Carga, melancolía, opresió n, repugnancia y tristeza
2. ACUSACIÓN
Critica, hallar pautas, juicio

3. ADICCIONES Y COMPULSIONES
Alcohol, drogas, glotonería, medicamentos, cigarrillo

4. AFECTACIÓN
Comedia, falsificació n, hipocresía, pretensió n, teatrismo

5. AMARGURA
Falta de perdó n, homicidio, ira, odio, rabia, represalia, celos, resentimiento, violencia,
rencor.

6. CELOS
Desconfianza, egoísmo, envidia, temor, sospecha, malicia.

7. CONFUSIÓN
Frustració n, incoherencia, olvido

8. CONTIENDA
Altercados, contenció n, discutir, pelear, rencillas

9. DEPRESIÓN
Ansiedad, despotismo, desaliento, desanimo, desesperanza, desespero, despó tico,
insomnio, morbosidad, suicidio, enfermedad, muerte

10. ENFERMEDAD MENTAL


Alucinaciones, demencia senil, esquizofrenia, locura, manías, paranoia, retardo
mental, senilidad, alzhéimer.

11. ENGAÑO
Distorsió n, falsedad, hipocresía, mentira, orgullo, rebeldía

12. FALSA CARGA


Falsa compasió n, falsa responsabilidad

13. IMPUREZA SEXUAL


Adulterio, bestialismo, concupiscencia, depravació n, exhibicionismo, fetichismo,
fornicació n, frigidez, homosexualismo, incesto, lesbianismo, lujuria, ninfomanía,
prostitució n, vidació n, voyerismo, espíritu de XXXX

14. MALDICIÓN
Blasfemia, bronca, burla, calumnia, chisme, critica, desprecio, murmuració n, rebaja y
menosprecio

15. MENTE ATADA


Confusió n, xxxxxxx, temor al fracaso espiritual, XXX de la mente, temor al fracaso,
temor al

16. NERVIOSISMO
Ansiedad, dolor de cabeza, engañ o, espanto, excitació n, há bitos nerviosos, inquietud,
insomnio, tensió n

17. OCULTISMO
Adivinació n, amuletos, brujería, hechicería, magia negra, conjuros maléficos, hechizos,
encantamientos, altares, xxxx, fetiches, levitació n, mal de ojo, riegos, sortilegios, tabla
ouija, tabaco, xxxxxxx

18. ORGULLO
Altivez, arrogancia, prepotencia, egolatría, vanagloria, soberbia, vanidad, superioridad

19. PARANOIA
Celos, confrontació n, desconfianza, envidia, persecució n, sospecha, miedos, temores,
pavor

20. PASIVIDAD
Abatimiento, desaliento, indiferencia, letargo, retraimiento

21. RECHAZO
Auto rechazo, soledad, temporal rechazo, desprecio, aborrecimiento, menosprecio

22. REPRESALIA
Crueldad, destrucció n, hiriente, odio, rencor, sadismo, venganza

23. SUICIDIO
Autocompasió n, desesperació n, escapismo, pena, dolor, desprecio, auto desprecio,
maldició n, soledad, rechazo

24. TEMOR
Miedos, sospecha, pavor, fobias, traumas, histeria, ausentismo, celos

25. FATIGA
Cansancio, desaliento, derrota, desgaste, pereza, debilidad, sopor
26. INDECISIÓN
Confusió n, demora, escape, indiferencia, olvido, retardo, tardanza, temor

27. SOLEDAD
Depresió n, desanimo, desesperanza, insomnio, melancolía, deseo de muerte,
desesperació n, xxxx, suicidio, morbosidad, agobio, desaliento, abatimiento, pesadez,
disgusto, muerte

28. DESENTIMIENTO
Amargura, falta de perdó n, asesinato, odio de varias clases, destrucció n, violencia,
venganza, represalia, ira, mal genio

29. CONTROL
Dominio, Jezabel, posesió n, xxxx, hechicería

30. CULPA
Condenació n, desconcierto, indignidad, inutilidad, vergü enza

31. DUDA
Escepticismo o falta de fe, incredulidad xxxxxx

32. INSEGURIDAD
Autocompasió n, asustadizo, ineptitud, complejos, inferioridad, insuficiencia, soledad,
timidez, introversió n.

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