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Tema | Intervención psicológica y psicopedagógica:

programas de intervención

Módulo | Trastorno específico del aprendizaje

Gorka Gandarias

INTRODUCCIÓN Contenido
Según se ha ido viendo a lo largo de esta unidad, nadie discute ya el
Introducción
componente fonológico de la dislexia por lo que el tratamiento deberá ir
encaminado a prevenir, mejorar y solucionar, si es posible, el déficit fonológico Programas de intervención
que poseen estos pacientes. en dislexia
En los países anglosajones y escandinavos se han propuesto programas de Intervención en disgrafía
carácter preventivo, de carácter general y precoz para que los niños realicen una
correcta adquisición de la capacidad de identificación de palabras. Para que Intervención en discalculia
eso ocurra se necesita llegar a un dominio fonológico que ayude a detectar los
fonemas, pensar sobre ellos y realizar construcción de palabras. Al parecer dichos Bibliografía
programas están generando buenos resultados al dedicar 15 minutos diarios a
actividades de carácter lúdico en las que se utilizan rimas y se manipulan sílabas
y fonemas. En estados Unidos, este tipo de programas también han producido
buenos resultados. Cuando a los niños se les capacita para tener una buena
conciencia fonológica muestran mejores resultados en la identificación de letras,
palabras sueltas y análisis fonológico.

Otros enfoques de intervención precoz ante los primeros signos de dislexia,

se aplican en las primeras fases de aprendizaje de la lectura, adecuando los
métodos de lectura a las necesidades de los niños y niñas disléxicos-as. La
intervención debe realizarse antes de que finalicen el primer curso de primaria
para poder realizar una intervención adecuada y eficaz. Existen una gran cantidad
de programas de intervención en dislexia pero los más eficaces serán aquellos
que se orienten hacia el entrenamiento fonológico y que sea realizado con tareas
relacionadas con la lectura.

Con el alumnado de secundaria es más sensato proponer medidas adaptativas

que terapéuticas. Toda intervención que busque la mejora de la capacidad lectora
y la búsqueda de estrategias alternativas seguramente tendrá una repercusión
positiva en la vida de la persona con dislexia, dada su persistencia a lo largo de
la vida.
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PROGRAMAS DE INTERVENCIÓN EN
DISLEXIA
Existen numerosos programas para intervenir
en la dislexia, pero según Defior et al. (2015) las
técnicas eficaces para mejorar la lectura deben tener
las siguientes características:
• Respecto al contenido:
• Deben trabajar en el ámbito fonológico pero
también el ritmo, la música y el lenguaje en
general.
• Debe enseñar de forma explícita las Reglas de
conversión grafema-fonema/fonema-grafema
(RCGF/RCFG), combinándolas con habilidades
metafonológicas (incluidas habilidades
articulatorias si el paciente lo necesita)
• Tiene que poner especial relevancia en los
procesos de codificación y descodificación;
procedimiento subléxico, léxico y fluidez.
• Debe apoyar la comprensión lectora
promoviendo la lectura autónoma, con apoyo,
de textos progresivamente más difíciles y
practicando estrategias de comprensión.
• Respecto al proceso:
• Detección precoz y ayuda temprana.
• Debe contemplarse la estimulación
multisensorial y pluridireccional (estímulos
visuales, táctiles, auditivos, motores...) y la
utilización de la escritura.
• Hacer hincapié en el sobreaprendizaje,
realizando lecturas repetidas en formas
variadas (individualmente, en pequeño grupo,
en pareja...) Realización de lectura acelerada y
ejercicios de consolidación de las RCGF/RCFG.
• La práctica debe ser intensiva y sistemática.
• Deben contemplar una secuenciación
cuidadosa.
• Se tiene que realizar una retroalimentación
inmediata con revisiones frecuentes y
acumulativas de lo aprendido.
• En este tipo de programas se presta atención
a la rapidez y a la automatización del
reconocimiento de palabras.
• Promueven la utilización de a metacognición y
la transferencia.
• Se atiende a los aspectos emocionales y
autoestima.
• Existe una implicación de los padres (lectura
con los niños y niñas, lectura supervisada,
juegos...)
• Se utilizan materiales diversos (letras de
plástico, ordenador...)
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Los programas de intervención en dislexia que
se han desarrollado desde las teorías centradas en
un déficit específico son aquellas que han trabajado
sobre el déficit en el procesamiento fonológico o
el déficit en la velocidad de procesamiento. Sobre
los primeros, se puede afirmar que se basan en
una mezcla de entrenamiento en habilidades
fonológicas y generalmente consiguen mejorar
la conciencia fonémica y la escritura pero no son
eficaces con disléxicos de mayor edad. Esto nos
lleva a decir que, aunque la conciencia fonémica es
una habilidad importante dentro del tratamiento,
no es suficiente para una intervención eficaz. Uno
de los programas más famosos en este sentido
es el de Lovett et al. (2000) -PHAST Track Reading-
diseñado para combinar una instrucción directa de
las habilidades fonológicas con un entrenamiento
metacognitivo para integrar habilidades de lectura,
orales, comprensión y de alfabetización.
Su objetivo es mejorar la identificación de
palabras y abordar autónomamente habilidades de
decodificación, lectura comprensiva y entrenamiento
en expresión escrita. Estas intervenciones, según
Soriano (2007), “[...] no son suficientes para lograr
que los disléxicos reconozcan las palabras de
forma fluida [...]”, además de que niños y niñas
resistentes a la intervención presentan dificultades
en la velocidad de denominación. Tampoco se
han encontrado tasas de normalización lectora
al terminar la intervención y el seguimiento y la
generalización es limitada.
Dentro de este enfoque de intervención en
un déficit específico, aparecen los programas de
intervención de mejora de la fluidez lectora con el
objetivo de abordar una velocidad de procesamiento
baja. Estos se centran en la lectura oral y sigue una
serie de pasos.
En el país, existe un programa para la mejora
de la fluidez lectora (IFL) desarrollada por el grupo
de investigación de Serrano, Defior, Hernández
y Macías de la Universidad de Granada. Este
programa se basa en la defensa de que los
disléxicos se benefician de instrucciones directas,
del entrenamiento fonológico, la metodología
multisensorial (que ya había incorporado el método
Orton-Gilligham), la práctica, el sobreaprendizaje y
la retroalimentación inmediata. La intervención se
basa en la lectura repetida y acelerada. Consta de
24 sesiones de 1 hora. En cada sesión se realizan
4 tipos de actividades: lectura de sílabas, lectura
de palabras, actividades con letras, sonidos,
metafonológicas y lectura de textos. Este programa
ha sido probado experimentalmente con niños,
niñas y adolescente (8-16 años). Incorpora juegos
con letras y sonidos, donde se trabajan habilidades
de conciencia fonológica -juegos de análisis-
síntesis, la correspondencia grafema-fonema...
y la intervención con grupos consonánticos y
ortografía. Los resultados hasta el momento son la
mejora en medidas de tiempo de lectura (los niños
y niñas mejoran en la velocidad con la que leen
palabras, pseudopalabras, textos y el acceso a la
representación de las letras en su memoria) y de
exactitud lectora (mejoran en lectura de palabras,
habilidades de conciencia fonológica, ortográficas y
de conciencia de acento)
En cuanto a programas de intervención
centrados en las nuevas tecnologías desde el
enfoque del déficit específico, se destaca el
programa RAVE-O de Wolf, Miller y Donnelly (2000)
que está pensado para intervenir en la dificultad
de procesamiento fonológico y la velocidad de
procesamiento. En España, un programa informático
que ofrece entrenamiento en diferentes procesos
que intervienen en la lectoescritura es el COGNITIVA.
PT, con el cual se interviene en procesos perceptivo
visuales, auditivo-verbales, conciencia fonológica,
ruta fonológica, ruta léxica o directa, procesos
sintácticos y proceso semánticos.
Dentro del enfoque que se centra en un
déficit general (la dislexia sería consecuencia de
un déficit primario vinculado a una deficiencia
sensorial o disfunción cerebelar-motora -teoría
sensoriomotora-) Aquí se ubican programas, como
por ejemplo el de Ortiz, García y Guzmán (2002)
que entrenan la percepción de habla y conciencia
fonémica con apoyo visual de letras. En este mismo
enfoque, se sitúa el programa FASTFORWORD de
Tallal. Se trata de un programa de software, en el
que mediante juegos y alargando la señal del habla,
logra cambiar el umbral de procesamiento temporal
acústico de forma que aumenta el procesamiento
fonológico de los disléxicos. Sobre este programa se
han realizado suficientes estudios que afirman que
no se producen efectos de transferencia estables a
la lectura y escritura de los disléxicos.
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En cuanto a las intervenciones realizadas desde
la teoría cerebelar-motora, se ha desarrollado un
programa complejo de estimulación sensorial
que integra entrenamiento visomotor y vestibular.
Las actividades más destacadas son el tablero
de equilibrios, lanzamiento y agarre de bolsas
de semillas -lanzamiento de una mano a otra
con seguimiento visual, practicar tareas duales,
ejercicios de estiramientos y coordinación. Los
resultados apuntan a que los disléxicos aumentaron
su función vestibular y habilidades cognitivas como
la lectura, velocidad de denominación, fluidez
semántica y verbal.
A continuación se mencionarán algunos de los
programas para intervenir en la dislexia:
1 Programa Orton-Gillingham: un programa
muy utilizado en Estados Unidos. Muchos
elementos de este programa han sido tomados
para la creación de nuevos programas que lo
han potenciado. El método Orton-Gillingham
es un programa sistemático y multisensorial de
lectura y escritura, que realiza una instrucción
intensiva en formato individual o pequeños
grupos. Se centra en la correspondencia entre
sonidos y símbolos, la morfología, la sintaxis y el
significado. Se realizan ejercicios de aprendizaje
visual, auditivo, táctiles-cinestésicos que
denominan el triángulo del lenguaje y pone
el énfasis en la instrucción sistemática en
decodificación de fonemas y comprensión
lectora.
2 Programa PROMELEC de Vallés Arándiga (1998):
Presta ayuda al profesorado en el aula. El
programa trabaja en las siguientes áreas:
a) Inversiones de letras y sílabas: éstas se
deben a fallos de discriminación visual, o de
la interiorización de conceptos espaciales,
cuando se trata de inversiones en letras y
sílabas. Sin embargo, cuando se trata de
inversiones en el orden de las letras o sílabas
estamos ante un problema en la secuenciación
visotemporal o auditivotemporal. Para
intervenir en estos aspectos se realizan las
siguientes acciones:
• Se realzan gráficamente los grafemas
(agrandándolos, pintándolos...) para poder
ser discriminados de mejor manera.
• Se enfatiza la emisión fónica de cada
fonema para poder lograr una adecuada
correspondencia grafema-fonema y frases que lo contengan.
consolidar el sonido en la memoria a largo
plazo y así poder distinguir unos fonemas
de otros.
• Se trazan letras en el aire y en el plano
gráfico.
• Se realizan juegos de eliminación, adición y
cambio de letras en las palabras.
• Se realizan actividades de discriminación
visual.
• Se realizan actividades de completar
palabras, de escritura ideativa con
ilustraciones de apoyo para aprender las
letras y sílabas que se invierten.
• Verbalizaciones de diferencias entre letras
que son simétricas q-p, d-b, u-n...
• Los ejercicios anteriormente realizados
tienen que ser complementados con la
escritura.
• Se utilizan materiales de tipo manipulativo
(letras de plástico, ranuradas, encajables,
rompecabezas, tarjetas...)
• Se utilizan palabras significativas para el
alumno además de las propuestas por el
programa.
• Los textos utilizados tienen un carácter
comunicativo: hacer carteles, escribir
cartas...
b) Separación de palabras: Las separaciones de
palabras tienen su origen, según este autor,
en la capacidad gestáltica o analítico-sintética
(capacidad para percibir el todo compuesto
por partes, y las partes como partes de ese
todo) El trabajo con puzzles en este sentido
es muy importante. En el aspecto lectoescritor
el niño o la niña ha de diferenciar las
palabras primero desde el plano fonológico,
aprendiendo a diferenciarlas cuando las
oye. Después se pasa a la expresión escrita,
sirviéndose de ayudas gráficas.
c) Sustituciones: Se realizan diferentes
actividades:
• Discriminación visual de grafías que
pueden ser confundibles perceptual y
articulatoriamente (h-p, b-d, p-t, ñ-ll...)
• Las palabras que contengan fonemas que
deben ser discriminados se expresan de
forma verbal por el profesor, para que el niño
o la niña identifique éstas (del fonema en
la palabra y fonéticamente, pronunciando
una vez la palabra que contiene dicho
fonema) Se escribe la palabra y de otras que
tengan ese grafema (con ilustraciones) y,
posteriormente, se pueden crear y escribir
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• Formar palabras a partir de sílabas, formar
frases a partir de palabras.
• Formar palabras de una misma familia para
evitar los problemas de “adivinación” o
derivativos
d) Omisiones: Se deben a problemas en
la memoria inmediata y operativa. Las
actividades que se realizan son:
• En los disléxicos son frecuentes los
olvidos de las consonante n, m, r y s. Para
trabajar esto se realizan listas de palabras
incompletas.
• Enfatización de la pronunciación de la
consonante con la que se trabaja.
• Escribir palabras o frases incompletas y
pronunciarlas, ideando después frases que
incluyan dichas palabras.
• Comparación de frases para reforzar la
atención del niño o la niña, frases que deben
ser muy parecidas con el fin de obligar a una
correcta discriminación perceptiva.
• Textos incompletos para reforzar también
la atención, suprimiendo las palabras más
difíciles de leer.
• Actividades de identificación de errores
con palabras y frases donde se omite un
grafema consonántico. Estas actividades
se realizan cuando el alumno tiene una
habilidad de descodificación avanzada de
dichos grafemas.
• Lectura simultánea de profesor-a y niño-a
en la cual se van corrigiendo los errores de
sustitución y omisión.
Este mismo autor afirma que las estrategias
de intervención deben personalizarse teniendo
en cuenta los déficits que presenta cada sujeto, y
el tipo de dislexia que presenta. Parece ser que el
método de lectura acelerada, por ejemplo, para
aumentar la fluidez lectora en la dislexia superficial
es eficaz. Así, en la intervención individual con
sujetos disléxicos hay que trabajar actividades
atencionales (identificación y comparación
de letras, correspondencias entre palabras,
identificación de letras-sílabas dentro de una
palabra, identificación de palabras en un texto,
identificación de palabras intrusas), actividades
para el desarrollo de procesos-perceptivos-auditivos
(atención auditiva, memorización de fonemas y
discriminación posterior, asociación y localización
visual del grafema), actividades para trabajar los
proceso fonológicos (ejercicios con sílabas, con
palabras, con frases y textos), actividades para
intervenir en la conciencia fonológica (conocimiento
léxico, silábico, fonémico), actividades para
fortalecer los proceso léxicos (palabras de
diferentes campos semánticos, discriminación de
palabras homófonas, diferenciación de palabras
de pseudopalabras, formar palabras a partir de
sílabas propuestas, lexicalizar pseudopalabras),
reforzar los procesos sintácticos (ordenar frases
con palabras desordenadas, cambiar el significado
de frases empleando signos de puntuación,
lectura e identificación previa de los signos de
puntuación, completar frases con diferentes tipos de
complementos...) y atender también a los procesos
semánticos (realizando un entrenamiento en las
diferentes estrategias de comprensión lectora).
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El tratamiento de la dislexia debe tener un
enfoque multicomponente. El psicólogo o psicóloga
que intervenga en este trastornos debe tener en
cuenta que tendrá que incluir en su intervención
procesos variados como los comentados más arriba:
aspectos psicolingüísticos (conciencia fonológica,
correspondencia grafema-fonema, fluidez lectora,
vocabulario comprensión, conciencia general del
lenguaje escrito) multisensoriales percepción
visual y auditiva, equilibrio y lateralidad...),
cognitivos (velocidad de procesamiento, procesos
atencionales, memoria...) y emocionales y afectivos
(autoestima, motivación de logro...), lo que convierte
a este tipo de tratamientos en procesos largos (no
realizado siempre de forma directa en la consulta),
dada la cronicidad del trastorno que requerirá de la
colaboración de la escuela y las familia.
Existen programas complementarios para
ayudar a los disléxicos en el aprendizaje de la
lectoescritura, como el programa “Aprendiendo a
leer “Nivel I y II, Defior, Gallardo y Ortúzar, donde se
trabajan habilidades fonológicas, morfosintácticas,
semánticas...
Además de los programas citados, existen
numerosos recursos en Internet, programas y
aplicaciones móviles que pueden servir para
ir completando un programa propio con los
ingredientes arriba reseñados. Algunos se reseñan
a continuación:
• Programa Kataluga: Programa de software libre
para ordenadores con sistemas operativos Linux
y Windows. Kataluga es un programa creado
para tratar la dislexia y otros problemas de
adquisición de la lectura y la escritura.
• Programa Katahots: Es una herramienta que
acompaña a la lectura del disléxico o disléxica. Se
trata de una herramienta para seleccionar textos
y escucharlos mediante una voz sintetizada.
• Claroread: ClaroRead es un lector de textos que
reproduce cualquier documento que tengamos
en el ordenador
• Yinayangu: Juegos para la adquisición de
conciencia fonológica para niños y niñas de
Educación Infantil.
• El videojuego “Tradislexia”: diseñado para
entrenar los procesos perceptivos, fonológicos,
ortográficos, sintácticos y semánticos de los
alumnos con dislexia desde último ciclo de
Educación Infantil hasta 4º de ESO.
• Adapro: es un procesador de texto gratuito que
se puede instalar en ordenadores con sistema
Windows y Linux para los niños disléxicos o
dificultades del aprendizaje, incluidos niños y
niñas con autismo que incorpora pictogramas y
facilita la escritura.
• Lixta: una app para memorizar vocabulario.
• Dyssegxia: Juego para teléfonos móviles para
ayudar a los disléxicos a superar los problemas
de lectura y escritura.
• Read&write for Google Chrome: Extensión para
el famoso navegador de Google que lee las
páginas web que se visitan.
• Webhelp extensión para Google Chrome: Permite
convertir la letra de cualquier web que se visita
a la fuente “Open-Dyslexic”para aumentar la
legibilidad por parte de los disléxicos.
INTERVENCIÓN EN DISGRAFÍA
En el anterior apartado sobre la dislexia se ha
mencionado programas que incorporan actividades
de expresión escrita puesto que existe una gran
comorbilidad entre ambas, por lo que muchos de
los programas planteados servirán también para la
disgrafía.
Cuando se intervenga en disgrafía, habrá
que programar dicha intervención en las áreas
deficitarias encontradas: si es un déficit motor se
plantean acciones al respecto, diferentes a las que
se plantearían en el déficit de la expresión escrita.
Cuando la necesidad está en la mejora de la
grafía se ayuda a los niños y niñas a optimizar los
procesos motores para que puedan escribir de forma
legible, rápida y con reducida atención consciente.
Son casos en los que existe lentitud, letras y números
mal realizados, prensión y presión inadecuadas,
escritura en espejo y problemas con el espaciado
y las líneas horizontales. Para trabajar este tipo
de déficits existe una ingente cantidad de material
para intervenir en la capacidad grafomotora, en los
que se explicitan los ejercicios con los movimientos
requeridos (inicio, dirección y secuencia) Una de las
estrategias reside en la utilización de adaptadores,
que se utilizan para colocar el índice y pulgar en
pinza, que facilitan la postura y prensión adecuadas.
Se puede utilizar también el lápiz fotoeléctrico que
ofrece una retroalimentación cuando se producen
fallos en el trazo. Es conveniente, como en la
dislexia, enfocar esta dificultad desde una propuesta
multisensorial de forma que a la hora de realizar
trazos involucremos todos los sentidos. Igualmente,
será necesaria la cooperación de la familia ya que
se necesitará una práctica cotidiana puesto que se
trata de una intervención prolongada.
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En cuanto a la escritura en espejo, hay que tener
en cuenta que la gran mayoría de niños y niñas
cuando empiezan a escribir invierten letras por lo
que hay que prestar atención en las inversiones en
el orden o secuencia de las letras en sílabas, que se
producen cuando ya se escriben palabras (“bar” por
“bra” “pal” por “pla” por ejemplo) La intervención
aquí consiste en mencionar cómo se segmenta la
palabra, mencionando los fonemas y después los
grafemas en voz alta. Defior et al (2015) menciona
otra técnica eficaz que consiste en seguir unos
pasos que pretenden fijar la atención en la palabra,
pronunciarla, escribirla mientras se pronuncian
las unidades constituyentes de dicha palabra,
autoevaluarse y realizar correcciones.
En la disgrafía fonológica se debe ejercitar el
análisis de unidades sonoras en las palabras que
componen una oración, como los fonemas y las
asociaciones con sus correspondientes grafemas.
Combinar el entrenamiento de habilidades
fonológicas de segmentación y la enseñanza en las
Reglas de Conversión Grafema-Fonema (RCFG) tiene
un efecto positivo en niños y niñas con Disgrafía.
Los niños y niñas con Disgrafía presentan
dificultades en el almacenamiento de las
representaciones ortográficas (procedimiento
léxico). Para abordar esta situación, además del
entrenamiento en RCFG y habilidades de conciencia
fonológica, hay que aumentar el conocimiento de
palabras. Acudir de forma frecuente al diccionario
debe ser una de las prácticas acostumbradas
con estos niños y niñas. El desafío de ir formando
un léxico amplio, lleva tiempo y es costoso pero
muy necesario para estos niños y niñas. Para ello
sirven también los juegos de palabras, practicar
diariamente con listados de palabras frecuentes,
no demasiado amplia 6-10 palabras (listados
cacográficos), realizar registros individualizados de
palabras con las que se cometen errores (ficheros
cacográficos). En general, se requiere una práctica
intensiva de este tipo de actividades.
Según Defior et al (2015) no existen estudios
científicos en español que verifiquen la eficacia
de programas de intervención en disgrafía,
aunque existen numerosos materiales para
realizar entrenamiento en escritura para adquirir
competencia y automatización de procesos. Utilizar
igualmente procesadores de textos puede mejorar la
expresión escrita en problemas de disgrafía, aunque
no debe sustituirse la escritura manual.
Realizar también actividades de autorregulación
de los textos escritos conduce a mejorar la escritura.
Así, el papel de los compañeros y compañeras en la
escuela se convierte en un elemento de ayuda a tener
en cuenta (escritura tutelada por un compañero-a o
escritura cooperativa)
En cuanto a la composición escrita, la estrategia
de enseñanza que se conoce con el nombre de
POWER (planificar, organizar, escribir, editar y
revisar) es una de las más utilizadas. Cada uno de
estos pasos se enseña con una guía, con fichas,
que contienen preguntas sobre cómo realizar cada
uno de esos procesos. Se pueden generar ideas con
lluvias de ideas y explicar la diferencia entre tipos de
textos (cuentos, descripciones...).
Para aprender a textualizar y transcribir, se
puede grabar primero el texto en voz alta y después
pasarlo a forma escrita. Es eficaz, enseñar a que
detecten los errores y corregirlos aunque siempre
que se haga con escritores no demasiado jóvenes.
El programa PODER de González Seijas (2002)
aplica las estrategias del POWER. Otro programa en
castellano es el de Pensar para escribir de Lecuona
Naranjo (1998).
INTERVENCIÓN EN DISCALCULIA
En este caso existen pocos recursos de
intervención que estén basados en la evidencia.
La investigación está impulsando la utilización de
la enseñanza conceptual explícita, en la que se
combinan ejercicios y práctica sobre combinaciones
numéricas y el procedimiento básico de contar y
resolver sumas y restas simples. En el caso de los
problemas, las recomendaciones se orientan hacia
la enseñanza de estrategias metacognitivas e
instrucción basada en esquemas cognitivos.
Provenientes de la investigación neurocientífica
han surgido dos programas para intervenir en la
discalculia:
• La carrera de los números (The number race):
Disponible de forma gratuita para ordenadores
con sistema operativa Windows 98 o superior. Es
un programa para niños de entre 4 y 8 años creado
por el equipo de Dehaene, para intervenir en la
discalculia y prevenir y mejorar el concepto de
número. Incorpora una gran variedad de juegos
graduados en niveles. Ajusta la distancia de los
números que se comparan a la complejidad de
la tarea en función del nivel que va alcanzando
el niño o la niña.
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• Graphogame-Maths: Desarrollado en la
Universidad de Jyväskylä (Finlandia), sigue la
misma lógica que el anterior.
Ambos programas han demostrado eficacia
en la mejora de las habilidades matemáticas y sus
dificultades.
Respecto al trabajo manipulativo los métodos
tradicionales como el tangram, el ábaco, las
regletas de colores o juegos de fichas para contar,
sumar... son interesantes para ser utilizados en la
intervención. Estos juegos manipulativos se pueden
encontrar en forma de programa informático como
es el MathPlayground que ofrece de forma gratuita
en la red gran cantidad de juegos de operaciones
aritméticas básicas y operaciones de geometría y
álgebra. Materiales parecidos se pueden encontrar
en “Todo matemáticas” del Gobierno de Canarias
donde se pueden encontrar fichas y problemas
organizadas por conceptos.
La página web ThatQuiz donde se pueden
encontrar un número grande de pruebas para que los
niños y niñas prueben sus habilidades matemáticas
y que ofrece al finalizar los resultados obtenidos.
Para Educación primaria otros recursos como
“Dale al coco”, “El cajón de Telémaco” y para
secundaria “A mejor”, “Skool” y “Aula de mates”
son también buenas opciones. Los ejercicios
de secundaria al ser más complejos incluyen
razonamiento lógico, estrategias, estadística,
álgebra...
Editoriales como CEPE, EOS y EDUCARM poseen
numerosos materiales para intervenir en discalculia.
Como orientación para intervenir con niños
o niñas con discalculia se debe tener en cuenta
que éstos necesitan la adquisición de: una base
sólida de cálculo (trabajar las dificultades con
el significado de los números, agrupaciones...),
aprender a contar, reconocer números y emparejarlos
con cantidades, comprender la utilización de los
múltiplos de 10 (emplear un ábaco puede ser muy
útil, al ser manipulativo permite ver y entender las
operaciones), entender el valor de cada número
escrito, la composición y descomposición de
números, la magnitud de cada número y su relación
con un contexto determinado, la resolución de
problemas de carácter básico y la representación
mental de la línea numérica.
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