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Apunte Química – Encuentro 6

Introducción
Los átomos son las unidades más pequeñas de la materia que todavía retienen las propiedades químicas
fundamentales de un elemento. Sin embargo, gran parte del estudio de la química implica observar lo
que sucede cuando los átomos se combinan con otros átomos para formar compuestos. Un compuesto
es un grupo definido de átomos unidos por enlaces químicos. De la misma manera en la que la
estructura del átomo se mantiene unida por la atracción electrostática entre el núcleo con carga
positiva y los electrones negativos que lo rodean, la estabilidad dentro de los enlaces químicos también
se debe a las atracciones electrostáticas. Para ilustrarlo mejor, considera los dos tipos principales de
enlace químico: enlaces covalentes y enlaces iónicos. En los enlaces covalentes, dos átomos comparten
pares de electrones, mientras que, en los enlaces iónicos, los electrones se transfieren completamente
entre dos átomos por lo que se forman iones. Vamos a considerar ambos tipos de enlace a detalle.
Enlaces covalentes y moléculas
Se forma un enlace covalente cuando dos átomos comparten pares de electrones. En un enlace
covalente, la estabilidad del enlace proviene de la atracción electrostática que comparten los dos
núcleos atómicos con carga positiva, y los electrones con carga negativa que comparten entre los dos.

Cuando se combinan los átomos al formar enlaces covalentes, el grupo de átomos que resulta se conoce
como molécula. Por lo tanto, podemos decir que una molécula es la unidad más simple de un
compuesto covalente. Como ahora podremos ver, hay una variedad de formas distintas de representar
y dibujar moléculas.
Representación de moléculas: fórmulas químicas
Las fórmulas químicas, a veces llamadas fórmulas moleculares, son la forma más simple de representar
moléculas. En una fórmula química, utilizamos los símbolos de los elementos de la tabla periódica para
indicar qué elementos están presentes, y usamos subíndices para indicar cuántos átomos de cada
elemento existen dentro de la molécula. Por ejemplo, una sola molécula de NH3, amoniaco, contiene
un átomo de nitrógeno y tres átomos de hidrógeno. En contraste, una sola molécula de N2H4, hidracina,
contiene dos átomos de nitrógeno y cuatro átomos de hidrógeno.
Verificación de conceptos: la fórmula química del ácido acético, un ácido común que se encuentra en
el vinagre, es C2H4O2. ¿Cuántos átomos de oxígeno hay en tres moléculas de ácido acético?
Como podemos ver en la fórmula química, C2H4O2, hay dos átomos de oxígeno en una molécula de
ácido acético. Por lo tanto, en tres moléculas de ácido acético habrá 3 x 2 = 6 átomos de oxígeno.

Conforme avance tu estudio de la química, encontrarás que a veces los químicos escriben fórmulas
moleculares de distintas maneras. Por ejemplo, como acabamos de ver, la fórmula química del ácido
acético es C2H4O2 sin embargo, con frecuencia veremos que se escribe como CH3COOH. El motivo de
este segundo tipo de fórmula es que el orden en el que se escriben los átomos ayuda a mostrar la
estructura de la molécula del ácido acético; esta a veces se conoce como fórmula estructural
condensada. Como tal, podemos pensar en CH3COOH como una forma intermedia entre una fórmula
química y una fórmula estructural, la cual consideraremos a continuación.
Representación de moléculas: fórmulas estructurales
Las fórmulas químicas solo nos dicen cuántos átomos de cada elemento se encuentran en una
molécula, pero las fórmulas estructurales también nos dan información sobre cómo se conectan los
átomos en el espacio. En las fórmulas estructurales, en realidad dibujamos los enlaces covalentes que
conectan los átomos. En la última sección, vimos la fórmula química del amoniaco, que es NH 3. Ahora
consideremos su fórmula estructural:

En ambas fórmulas estructurales, podemos ver que el átomo central de nitrógeno está conectado a
cada átomo de hidrógeno por un solo enlace covalente. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que los
átomos y moléculas, igual que todo lo demás en el universo, existen en tres dimensiones: tienen largo
y ancho, así como profundidad. En la fórmula estructural a la izquierda, solo vemos una aproximación
en dos dimensiones de esta molécula. Pero, en la fórmula estructural más detallada a la derecha,
tenemos una línea discontinua que indica que el átomo de hidrógeno a la extrema derecha está detrás
del plano de la hoja, mientras que la línea en forma de cuña en negritas indica que el hidrógeno central
está delante del plano de la hoja. Los dos puntos arriba del nitrógeno indican un par de electrones solos
que no participan en ningún enlace covalente. Al final de esta sección analizaremos la importancia de
estos electrones. Para ayudar a mostrar esta forma tridimensional con mayor precisión, podemos
apoyarnos en modelos espaciales, así como en modelos de esferas y barras. Consideremos ambos
modelos para NH3.

La imagen de lado izquierdo muestra el modelo espacial del amoniaco. El átomo de nitrógeno está
representado por una esfera central azul más grande, y los tres átomos de hidrógeno están
representados como esferas blancas más pequeñas a los lados, que forman una especie de trípode. La
forma general de la molécula es una pirámide con el nitrógeno en el vértice y una base triangular
formada por los tres átomos de hidrógeno. Como aprenderás cuando estudies formas moleculares y
geometría molecular, este tipo de arreglo se conoce como pirámide trigonal. La principal ventaja del
modelo espacial es que nos da un sentido de los tamaños relativos de los distintos átomos: el radio del
núcleo de nitrógeno es más grande que el del hidrógeno.
La imagen a la derecha nos muestra el modelo de esferas y barras del amoniaco. Como podrás adivinar,
las esferas representan los átomos y las barras que conectan las esferas representan los enlaces
covalentes entre ellos. La ventaja de este tipo de modelo es que podemos ver los enlaces covalentes,
lo que además nos permite ver mejor la geometría de la molécula.
Toda la geometría molecular tiene que ver con la repulsión entre electrones. Toma en cuenta que en
los modelos espaciales y de esferas y barras, solo se muestran los enlaces químicos, no los pares de
electrones solos. En el caso del amoniaco, existe un par de electrones solos en la parte superior del
átomo central de nitrógeno que no se muestra en los modelos tridimensionales, pero que sí se
encuentra en el modelo bidimensional con las líneas quebradas y las de forma de cuña. Estos
electrones, y aquellos que están alrededor de cada átomo de hidrógeno, se repelen entre sí, lo que
empuja a los átomos de hidrógeno hacia abajo, formando un trípode, o una forma de pirámide de tres
lados.
Iones y formación de iones
Ahora que hemos entendido los enlaces covalentes, podemos empezar a analizar el otro tipo principal
de enlace químico, el enlace iónico. A diferencia de los enlaces covalentes, en los que pares de
electrones se comparten entre los átomos, un enlace iónico se forma cuando dos iones con cargas
opuestas se atraen entre sí. Para ilustrar esto mejor, primero tenemos que examinar la estructura y
formación de los iones.
Recuerda que los átomos neutros tienen igual número de protones y electrones. El resultado de esto
es que la carga positiva total de los protones cancela exactamente la carga negativa total de los
electrones, por lo que el átomo tiene una carga general, o carga neta, de cero.
Sin embargo, si un átomo gana o pierde electrones, se rompe el equilibrio entre protones y electrones,
y el átomo se convierte en un ion (una especie con carga neta). Veamos primero lo que pasa cuando un
átomo neutro pierde un electrón:

En el diagrama anterior, vemos un átomo neutro de sodio, Na, que pierde un electrón. El resultado es
que el ion sodio, Na+ tiene 11 protones, pero solo 10 electrones. Así, el ion sodio tiene una carga neta
de 1+, y se ha convertido en un catión, un ion con carga positiva.
A continuación, veremos la formación de un anión, un ion con una carga neta negativa.
La reducción del cloro a cloruro

En este diagrama vemos el proceso opuesto de lo que observamos con el átomo de sodio. Aquí, un
átomo neutro de cloro, Cl, está ganando un electrón. El resultado es que el ion cloruro, Cl - que se acaba
de formar, tiene 17 protones y 18 electrones. Puesto que los electrones llevan una carga de 1-, la carga
neta en el ion cloruro por el electrón adicional es 1-. Se convirtió en un anión, o un ion con carga
negativa.
Nota: cuando los átomos neutros ganan uno o más electrones para formar aniones, generalmente se
les nombra con un sufijo -uro. Por ejemplo, Cl- es cloruro, Br- es bromuro, N3- es nitruro, etc. (el O2-,
óxido, sería una excepción).
Enlaces iónicos
En la última sección, analizamos cómo el sodio puede perder un electrón para formar el catión Na+ y
por otra parte, cómo el cloro puede ganar un electrón para formar el anión Cl -. Pero en realidad este
proceso puede ocurrir completo en un solo paso cuando el sodio regala su electrón al cloro. Podemos
ilustrar esto como sigue:

Aquí podemos ver cómo se transfiere un electrón del sodio al cloro para formar los iones Na + y Cl-. Una
vez que se forman estos iones, hay una fuerte atracción electrostática entre ellos, lo que lleva a la
formación de un enlace iónico. Podemos ver que uno de los principales factores que distingue los
enlaces iónicos de los covalentes es que en los enlaces iónicos los electrones se transfieren
completamente, mientras que, en los enlaces covalentes, los electrones se comparten.
Nota: conforme aprendas más sobre la formación de enlaces, verás que en realidad la diferencia entre
enlaces covalentes y iónicos no es blanco y negro y que los dos tipos de enlace en realidad son más
como los dos extremos de un espectro común. Podemos pensar que en un enlace iónico puro se
comparten electrones de forma perfectamente dispareja, mientras que en el enlace covalente puro, se
comparten electrones de forma perfectamente igual. Sin embargo, la verdad es que la mayoría de los
enlaces químicos están en un punto intermedio entre estos dos casos.
El dibujo de enlaces iónicos
Ahora consideraremos las diferentes maneras de dibujar o representar los enlaces iónicos. Seguiremos
estudiando el compuesto iónico más comúnmente conocido, el cloruro de sodio, también llamado sal
de mesa. Se puede representar un solo enlace iónico en el cloruro de sodio de la siguiente manera:

Al catión de sodio con carga positiva y al anión de cloruro con carga negativa les gusta colocarse uno
junto al otro debido a su atracción electrostática mutua. Puesto que no se comparten electrones, no
mostramos un enlace iónico con una línea como lo hacemos para los enlaces covalentes. Sencillamente
reconocemos que la atracción existe por los signos de cargas opuestas en los iones.
El diagrama anterior, sin embargo, es solo un modelo. En la naturaleza, el cloruro de sodio no existe
como un solo catión de sodio unido con un solo anión de cloruro. Como mencionamos antes, el cloruro
de sodio es la sal de mesa, y si pudiéramos usar un microscopio superpoderoso con en el que fuera
posible ver la sal de mesa a nivel atómico, veríamos algo como la estructura siguiente:

En este diagrama podemos ver que los iones Na+ y Cl- se colocan naturalmente uno junto al otro en el
espacio debido a la atracción electrostática que comparten entre ellos. Entonces los iones se mantienen
en su lugar mediante sus enlaces iónicos muy fuertes. La estructura anterior se conoce como red
cristalina, y el cloruro de sodio, como la mayoría de los compuestos iónicos, es un sólido cristalino.
Aprenderás más sobre esto en lecciones futuras sobre los diferentes tipos de sólidos.
Compuestos covalentes vs compuestos iónicos: moléculas vs celdas unitarias
Ya que hemos analizado lo básico tanto de los enlaces covalentes como de los iónicos, tenemos que
hacer unas cuantas diferencias necesarias. Sabemos que un grupo de átomos unidos solo por enlaces
covalentes se conoce como molécula. Se debe enfatizar, sin embargo, que la palabra molécula solo se
debe usar para referirse a compuestos covalentes. En un compuesto iónico, como el cloruro de sodio,
no existe algo como una sola molécula de cloruro de sodio, puesto que en realidad, el cloruro de sodio
está hecho de muchos iones de sodio y cloro unidos en una gran red cristalina, como lo vimos en el
diagrama anterior. Como tal, nos referimos a un pedazo de NaCl no como una molécula sino como una
celda unitaria. Hay que tener en cuenta que una sola celda unitaria, a diferencia de una sola molécula,
en general no existe en la naturaleza, simplemente usamos las celdas unitarias por conveniencia y para
facilitar su alusión.

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