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UNIVERSIDAD POPULAR DEL CESAR

FACULAD INGENERIAS Y TECNOLOGIA

ING AMBIENTAL Y SANITARIA

UNIDAD #2 QUIMICA l

DOCENTE:

ALCIDES TORREGROSA

REALIZADO POR

JORGE MARIO TORREZ RODRIGUEZ

CAMILA HERRERA PALOMA

YALEISIS ARCIA PETUZ

KEVIN YESID PANTOJA TAMAYO

VALLEDUPAR

24/09/2020
Introducción

Los temas a continuación tienen como presente conocer formulas, estructuras,

limitaciones de moléculas, con el fin de estudiar de forma sencilla y bien explicada los temas que

son de utilidad para cualquier químico en potencia. Cuenta con ejemplos e imágenes para lograr

mejor entendimiento se habla te temas como enlaces químicos y fórmulas de las moléculas que

dice que conocemos a la fusión como enlaces químicos de nivel atómico y molecular formando

compuestos químicos mas grandes y complejos, son estables.

Este trabajo detalla los temas de forma concreta ya que los temas fueron previamente

estudiados para ser presentados tales como propiedades de elementos covalentes cuyas

propiedades tienden a tener características y clara mente sus propiedades como ¨puede

presentarse en estado líquido o gaseoso, aunque también pueden ser solidos por lo tanto sus

puntos de ebullición suelen ser muy elevados¨ (P 20, autores). Este trabajo es presentado como

proyecto para asignatura de química.

ENLACE QUIMICO Y FORMULAS DE LAS MOLECULAS.


Conocemos como enlaces químicos a la fusión de átomos y moléculas para formar

compuestos químicos más grandes y complejos dotados de estabilidad. En este proceso los

átomos o moléculas alteran sus propiedades físicas y químicas, constituyendo nuevas

sustancias homogéneas (no mezclas), inseparables a través de mecanismos físicos como el

filtrado o el tamizado.

Es un hecho que los átomos que forman la materia tienden a unirse y alcanzar

condiciones más estables que en solitario, a través de diversos métodos que equilibran o

comparten sus cargas eléctricas naturales. Se sabe que los protones en el núcleo de todo

átomo poseen carga positiva (+) y los electrones alrededor poseen carga negativa (-),

mientras que los neutrones, también en el núcleo, no tienen carga, pero aportan masa (y,

por lo tanto, gravedad).

Los enlaces químicos ocurren en la naturaleza y forman parte tanto de

sustancias inorgánicas como de formas de vida, ya que sin ellos no podrían construirse

las proteínas y aminoácidos complejos que conforman nuestros cuerpos.

De manera semejante, los enlaces químicos pueden romperse bajo ciertas y

determinadas condiciones, como al ser sometidos a cantidades de calor, a la acción de

la electricidad, o a la de sustancias que rompan la unión existente y propicien otras

nuevas junturas.

Así, por ejemplo, es posible someter al agua a electricidad para separar las

uniones químicas entre el hidrógeno y el oxígeno que la conforman, en un proceso

denominado electrólisis; o añadir grandes cantidades de energía calórica a una

proteína para romper sus enlaces y desnaturalizarla, es decir, romperla en trozos más

pequeños.
Fórmula Molecular

Es la molécula real de un compuesto químico. Indica el número exacto de átomos

de cada elemento que están presentes en la unidad más pequeña de una sustancia.

Las fórmulas moleculares proporcionan más información acerca de las moléculas

que las fórmulas empíricas. Siempre que conozcamos la fórmula molecular de un

compuesto podremos determinar su fórmula empírica. En cambio, lo opuesto no se

cumple; si conocemos la fórmula empírica de una sustancia no podremos determinar su

fórmula molecular sin poseer más información

Fórmula molecular, es la fórmula real de la molécula, nos indica los tipos de

átomos y el número de cada tipo que participan en la formación de la molécula. Por

ejemplo, la fórmula molecular de la glucosa, C6H12O6, nos dice que cada molécula se

compone de 6 átomo de C, 12 átomos de hidrógeno y 6 átomos de oxígeno.

¿Qué es la estructura de Lewis?

Es una estructura representativa de los electrones de valencia y los enlaces

covalentes en una molécula o ion que sirve para tener una idea de su estructura

molecular.

No obstante, esta estructura falla al predecir algunos detalles importantes

como la geometría molecular respecto a un átomo y su entorno (si es cuadrada,

plana trigonal, bipiramidal, etc.).


Asimismo, no dice nada respecto a cuál es la hibridación química de sus átomos,

pero sí dónde se sitúan los dobles o triples enlaces y si existe resonancia en la

estructura.

Con esta información puede argumentarse sobre la reactividad de un

compuesto, su estabilidad, el cómo y qué mecanismo seguirá la molécula cuando

reaccione.

Por esta razón las estructuras de Lewis nunca dejan de considerarse y son

muy útiles, pues en ellas pueden condensarse los nuevos aprendizajes químicos.

¿Cómo se hace?

Para dibujar o bosquejar una estructura, fórmula o diagrama de Lewis es

imprescindible la formula química del compuesto. Sin ella no se puede siquiera saber

cuáles son los átomos que lo conforman. Una vez con ella se recurre a la tabla periódica

para ubicar cuáles son los grupos a que pertenecen.

Por ejemplo, si se tiene el compuesto C14O2N3 entonces habría que buscar

los grupos en donde está el carbono, el oxígeno y el nitrógeno. Hecho esto, sin importar

cuál sea el compuesto, el número de electrones de valencia sigue siendo el mismo, por lo

que tarde o temprano se memorizan.


Así, el carbono pertenece al grupo IVA, el oxígeno al grupo VIA y el nitrógeno al

VA. El número de grupo es igual a la cantidad de electrones (puntos) de valencia. Todos

ellos tienen en común la tendencia de completar el octeto de la capa de valencia.

¿Qué es la regla del octeto?

Esta dice que existe una tendencia de los átomos de completar su nivel

energético con ocho electrones para alcanzar la estabilidad. Esto aplica para todos los

elementos no metálicos o los que se encuentran en los bloques s o p de la tabla

periódica.

No obstante, no todos los elementos obedecen la regla del octeto. Casos

particulares son los metales de transición, cuyas estructuras se fundamentan más en las

cargas formales y su número de grupo.

Período. Para todos los elementos distintos del H (ya que requiere de dos

electrones para compararse al He) necesitan de ocho electrones.

D son los electrones disponibles, los cuales vienen determinados por el grupo o

los números de electrones de valencia. Así, como el Cl pertenece al grupo VIIA, debe

rodearse de siete puntos negros o electrones, y tener en mente que se necesitan un par

para formar un enlace.


Teniendo los átomos, sus puntos y el número de enlaces C/2, puede entonces

improvisarse una estructura de Lewis. Pero adicionalmente, es necesario tener noción de

otras “reglas”.

Limitaciones en la regla del octeto

Representación de trifluoruro de aluminio, un compuesto que se muestra

inestable. Ambos elementos se conforman por seis electrones, lo que genera tres

enlaces covalentes, cuando deberían ser ocho para alcanzarse la estabilidad. Fuente:

Gabriel Bolívar

No todas las reglas se cumplen, lo que no necesariamente significa que la

estructura sea incorrecta. Ejemplos típicos de esto se observan en muchos compuestos

donde intervienen elementos del grupo IIIA (B, Al, Ga, In, Tl). Aquí se considera

específicamente el trifluoruro de aluminio (AlF3).

Aplicando entonces la fórmula descrita anteriormente, se tiene:

D= 1×3 (un átomo de aluminio) + 7×3

(tres átomos de flúor) = 24 electrones

Aquí el 3 y el 7 son los respectivos

grupos o números de electrones de valencia

disponibles para el aluminio y el flúor. Luego,

considerando los electrones necesarios N:

N= 8×1 (un átomo de aluminio) + 8×3 (tres átomos de flúor) = 32 electrones


Y por lo tanto los electrones compartidos son:

C= N – D

C= 32 – 24 = 8 electrones

C/2 = 4 enlaces

Dado que el aluminio es el átomo menos electronegativo, debe colocarse en el

centro, y el flúor solo forma un enlace. Considerando esto se tiene la estructura de Lewis

del AlF3 (imagen superior). Los electrones compartidos están resaltados con puntos

verdes para distinguirlos de los no compartidos.

Aunque los cálculos predicen que son 4 enlaces los que deben formarse, el aluminio

carece de electrones suficientes y además no hay un cuarto átomo de flúor. Como

resultado el aluminio no cumple con la regla del octeto y este hecho no se refleja en los

cálculos.

Ejemplos de estructuras de Lewis

Yodo
Los no metales de yodo poseen siete electrones cada uno, por lo que al compartir uno de

esos electrones cada uno, generan un enlace covalente que les aporta estabilidad.

Fuente: Gabriel Bolívar

El yodo es un halógeno y por tanto pertenece al grupo VIIA. Tiene entonces siete

electrones de valencia, y esta simple molécula diatómica puede representarse

improvisando o aplicando la fórmula:

D= 2×7 (dos átomos de yodo) = 14 electrones N= 2×8

= 16 electrones

C = 16 – 14 = 2 electrones

C/2 = 1 enlace

Como de 14 electrones 2 participan en el enlace covalente (puntos y guion verdes),

12 permanecen como no compartidos; y debido a que son dos átomos de yodo, 6 deben

repartirse para uno de ellos (sus electrones de valencia). En esta molécula solo es posible

esta estructura, cuya geometría es lineal.

TIPOS DE ENLACES ATOMICOS Y MOLECULARES

¿Qué son los enlaces atómicos?

Un enlace atómico es un enlace químico. El enlace químico es el proceso físico

responsable de las interacciones entre átomos y moléculas. La variedad de enlaces es


amplia. Está el covalente, el iónico, el de hidrógeno, el metálico, así como otros tipos de

enlaces, y todos tienen una conexión que funciona en muchas cosas diarias. Hay dos tipos

diferentes de enlaces atómicos: los primarios y los secundarios. Los enlaces primarios

producen los enlaces químicos que mantienen a los átomos unidos.

Tipos de enlaces atómicos

Hay dos tipos de enlaces: los primarios y los secundarios; y los primarios se

dividen en tres, el metálico, el covalente y el iónico. Los enlaces secundarios son

subdivisiones de los enlaces, y se consideran más débiles.

ENLACE PRIMARIA O FUERTE.

Enlaces Primarios o fuertes Secundarios o débiles

Enlaces primarios Iónico Actúan fuerzas intermoleculares relativamente grandes,

electrostáticas. Es un enlace no direccional Covalente Actúan fuerzas intermoleculares

relativamente grandes por compartir electrones Es un enlace direccional Metálico Actúan

fuerzas interatómicas relativamente grandes por compartir electrones deslocalizados Es un

enlace no direccional i entre átomos

Enlaces secundarios y moleculares De dipolo permanente Enlaces intermoleculares

relativamente débiles, se presenta debido a una asimetría en la distribución de densidad

electrónica De dipolo oscilante Enlaces muy débiles de dipolo eléctrico producido por la

distribución asimétrica de densidades electrónicas en un átomo en torno a su propio núcleo

Es oscilante porque la densidad electrónica cambia constantemente en el tiempo


Generalidades Se forma entre

átomos electropositivos y electronegativos,

a través del proceso de ionización

Generalidades Da lugar a la

formación de aniones y cationes Las

fuerzas de enlace son de tipo

electrostático

Fuerzas interiónicas para un par

iónico Cuando las fuerzas de atracción igualan a las de repulsión, no existe fuerza neta y

los iones permanecen a una distancia de equilibrio, esta el la distancia interiónica a

Fuerzas interiónicas para un par iónico La fuerza neta entre un par de iones con

carga opuesta es igual a:

Fuerzas interiónicas para un par iónico Las fuerzas de atracción entre un par iónico

son fuerzas de Coulomb y se expresan: esan Donde: Z es el número de electrones cedidos

o ganados e es la carga del electrón a la distancia interiónica Eo es la permitividad en vacío

= 8.85 E-12 ( C^2/(N. m^2)

Fuerzas interiónicas para un par iónico Es proporcional a la distancia de separación

interiónica a y se describe por: Donde: a es la distancia interiónica b y n son constantes; n

varía de 7 a 9
Fuerzas interiónicas para un par iónico Por tanto la

fuerza neta resulta igual a:

Energías interiónicas para un par de iones Es la

suma de las energías asociadas con la atracción y

repulsión entre los iones y se describe a través de la

siguiente ecuación:

Energías interiónicas para un par de iones La energía de atracción representa la energía

liberada cuando los iones se acercan y es negativa debido a Z. La energía repulsiva representa la

energía absorbida cuando los iones se aproximan y es positiva

Energías interiónicas para un par de iones

Número de coordinación Se presenta debido al carácter no direccional de este tipo

de enlace y representa el número de vecinos más próximos Depende del tamaño de los

iones de carga opuesta Esto se caracteriza por la relación de radios ( r/r)

¿Qué es un enlace iónico?

Se entiende por enlace iónico o enlace electrovalente a uno de los mecanismos de unión

química, que se da generalmente entre átomos metálicos y no metálicos, fusionados debido a la

transferencia permanente de electrones, y produciendo así una molécula cargada

electromagnéticamente, conocida como ion.


La transferencia electrónica en el enlace iónico se da siempre desde los átomos

metálicos hacia los no metálicos, o en todo caso, desde los más electronegativos hacia los

menos. Esto se debe a que la juntura se produce por atracción entre partículas de distinto signo,

cuya variación en el coeficiente de electronegatividad sea mayor o igual a 1,7 en la escala de

Pauling.

Conviene aclarar que si bien el enlace iónico se suele distinguir del covalente

(consistente en un uso compartido de pares electrónicos en la capa externa de ambos átomos),

en realidad no existe un enlace iónico puro, sino que este modelo consiste en una exageración

del enlace covalente, útil para el estudio del comportamiento atómico en estos casos. Pero

siempre existe algún margen de covalencia en estas uniones.

Sin embargo, a diferencia de los enlaces covalentes que constituyen a menudo

moléculas polares, los iones no poseen un polo positivo y otro negativo, sino que en ellos

predomina por entero una sola carga. Así, tendremos cationes cuando se trate de una carga

positiva (+) y tendremos aniones cuando se trate de una negativa (-).

Propiedades de un enlace iónico

Las características generales de este tipo de enlace son:

 Es un enlace fuerte. Dependiendo de la naturaleza de los iones, la fuerza de esta unión

atómica puede ser muy intensa, por lo que la estructura de estos compuestos tiende a

formar redes cristalinas muy resistentes.

 Suele producir sólidos. A temperaturas y rangos de presión normales, suelen producir

compuestos de estructura molecular cúbica y rígida, cristalina, dando origen así a sales.
Existen líquidos iónicos, también, o “sales derretidas”, que son poco frecuentes, pero

sumamente útiles.

 Posee un alto punto de fusión. Tanto el punto de fusión (entre 300 °C y 1000 °C) como el de

ebullición de estos compuestos suele ser muy alto, pues se requiere grandes cantidades de

energía para romper la atracción eléctrica entre los átomos.

 Solubilidad en agua. La mayoría de las sales obtenidas de este modo son solubles en agua

y otras soluciones acuosas que presenten un dipolo eléctrico (polos positivo y negativo).

 Conducción eléctrica. En su estado sólido no son buenos conductores de electricidad, dado

que los iones ocupan posiciones muy fijas en una red eléctrica. En cambio, una vez

disueltos en agua o en solución acuosa, se tornan eficaces conductores de la electricidad

dado que contienen partículas móviles con carga (iones).

 Selectividad. Los enlaces iónicos pueden darse únicamente entre metales de los grupos I y

II de la Tabla periódica, y los no metales de los grupos VI y VII.

El ciclo de Born–Haber

Es un ciclo de reacciones químicas desarrollado en un principio por el físico Max Born y

el químico alemán Fritz Haber en 1917 El ciclo de Born–Haber comprende la formación de un

compuesto iónico desde la reacción de un metal (normalmente un elemento del grupo 1 o 2) con

un no metal (como gases, halógenos, oxígeno u otros). Los ciclos de Born–Haber se usan
principalmente como medio para calcular la energía reticular, que no puede ser determinada

experimentalmente.

La formación de iones gaseosos exige los siguientes procesos energéticos: 1- un átomo

de un metal necesita una cierta energía- energía de ionización, E para liberar uno o varios

electrones. 2- un átomo de un no metal cuando capta uno o varios electrones desprende energía

-afinidad electrónica, Ae. Podría pensarse que solo se formarían compuestos iónicos en el caso

de que la energía liberada cuando el no metal capta electones, Ae, iguale o supere a la

requerida para la ionización del metal, Ei. Sin embargo esto solo sucede en muy contados

casos. Existen muchas sustancias iónicas – por ejemplo el cloruro de sodio- que son estables a

pesar de que la energía de ionización del metal supera la electroafinidad del no metal. Todo esto

hace sospechar que además de las dos clases de energía mencionadas existan otras que

influyan también en la formación del compuesto.

La energía reticular representa teóricamente la formación de compuestos iónicos a partir

de iones gaseosos. Algunos químicos la definen como la energía para romper los compuestos

iónicos en iones gaseosos. La primera definición es exotérmica y la segunda endotérmica.

Con el ciclo de Born–Haber se calcula la energía reticular comparando la entalpía

estándar de formación del compuesto iónico (según los elementos) con la entalpía necesaria

para hacer iones gaseosos a partir de los elementos. Esta es una aplicación de la Ley de Hess

El último paso es complejo. Para hacer iones gaseosos de elementos es necesario

convertirlos en gas, disociarlos si es necesario, e ionizarlos. Si el elemento es una molécula (por

ejemplo F2), habrá que tener en cuenta su entalpía de disociación. La energía necesaria para

arrancar un electrón y formar un catión es la energía de ionización, mientras que la necesaria

para añadirlo y formar un anión es la afinidad electrónica.


La entalpía de formación se encuentra sumando las entalpías de atomatización,

ionización, sublimación, disociación, afinidad electrónica y su respectiva energía reticular.

FACTORES QUE INFLUYEN EN SU FORMACIÓN

 La formación de iones gaseosos a partir de sustancias simples implica un aumento

resultante en la energía potencial

 La condensación de los iones para formar un sólido iónico lleva a una disminución en la

energía potencial correspondiente a la energía del retículo

 Cuanto menor la distancia interiónica catión-anión, mayor la atracción

Consecuentemente, menor (o mayor en módulo) es el valor de ΔEret. Así, mayor es la

Estabilidad del retículo cristalino.

La posibilidad de formación del compuesto iónico a partir de sus elementos ocurre

cuando la disminución de energía potencial fuese mayor que el aumento. En otras palabras, la

sal solo cristalizará si existe liberación de energía en su formación. Siendo así, la energía de red

exotérmica precisa ser mayor que la combinación endotérmica de los factores involucrados en la

formación de los iones en fase gaseosa. En caso contrario, el compuesto iónico no se forma, o

forma una red cristalina inestable

Estabilidad de loas redes cristalinas


La mayor parte de los sólidos son cristalinos, ya que los átomos, moléculas o iones que lo

componen se establecen de forma ordenada geométricamente en el espacio. Esta estructura

no se aprecia en muchos casos a simple vista por que está formado por un conjunto de

microcristales, orientados de diferentes maneras por lo cual se forma una estructura

policristalina, aparentemente amorfa. Este ¨orden¨ es completa mente distinta al de los gases o

líquidos pese a que estos se mantienen en desorden. Cuando un mineral no presenta estructura

cristalina es amorfo do.

Ya que un mineral cristalino es aquel que presenta una orientación periódica de

estructura idénticas, la estructura idéntica que se repite recibe el nombre de base cristalina. La

estructura sobre la que se repite el de red cristalina. En toda red cristalina se pueden

encontrar tres vectores de forma que dos puntos reticulares cualesquiera están siempre

relacionados por una expresión del tipo con n 1, n2y n3 enteros. Los vectores a, b y c que

cumplen también esto, definen una celdilla que también por traslación genera el cristal. Se la

llama celdilla primitiva porque es la de volumen mínimo que por traslación reproduce el cristal.

Si hubiera otra de menor volumen y tomando n1, n2y n3 enteros, no encontraríamos

necesariamente un punto reticular. Es fácil comprender que a cada celdilla primitiva le

corresponde un solo punto reticular con su correspondiente base

ENLACE EN LAS ESTRUCTURAS CRISTALINAS

Enlace químico Se define como las fuerzas de atracción entre los átomos. Se determinan

por los electrones más externos o electrones de valencia. Interaccionan en maneras que

determinan la simetría de la estructura atómica.


Hay 3 tipos extremos de enlace:

1. Metálico

 aparece sólo en los elementos (oro, plata,

etc.).

 no direccional

 los electrones de valencia

pueden moverse libremente

(deslocalizados) (Figura 6.1).

Esta estructura fue creada en el

siglo XIX, Aguste Bravias fue el primero en

poner la estructura reticular de los

minerales en la actualidad se han podido

describir catorce redes cristalina, llamadas

redes Bravias estos catorce son los que se

observan en la imagen anterior.


Propiedades de los compuestos iónicos.

Son compuestos químicos que están conformados por dos sustancias que presentan

una gran diferencia en sus electronegatividades. Estas sustancias en estado sólido crean

cristales en donde las moléculas del compuesto se acomodan haciéndolos sólidos bien

frágiles pero que no pueden deformarse.

Estos compuestos se crean con la unión de los metales que se hallan en los grupos I A

y II A de la tabla periódica, son los metales de los grupos VI A y VII A.

Propiedades:

Cuando hablamos de propiedades de un compuesto, principalmente nos referimos a el

estado de agregación a temperatura ambiente (puntos de fusión y de ebullición), conductividad

eléctrica, dureza y solubilidad en disolventes polares y apolares. Varias de estas propiedades

dependen de la fuerza del enlace químico implicado. En el caso del enlace iónico, los iones se

hallan unidos fuertemente entre sí, porque las atracciones electrostáticas entre iones de signo

opuesto son intensas. Así, para fundir o evaporar un compuesto iónico, habrá que aportar una

gran cantidad de energía, porque será necesario romper las interacciones catión-anión. Esto

hace que se requieran temperaturas elevadas. De forma general, las propiedades de los

compuestos iónicos son:


 Sólidos a temperatura ambiente. Las fuerzas que mantienen unidos los iones son

fuertes, y por este motivo a temperatura ambiente el compuesto se halla en estado

sólido.

 Forman redes cristalinas altamente ordenadas. Los aniones y cationes tienen posiciones

definidas en el espacio, en función del tipo de red cristalina.

 Puntos de fusión y ebullición elevados. Debido a que, como hemos dicho, las fuerzas

electrostáticas que mantienen unidos los iones son fuertes, es costoso separarlos. Por

este motivo, hay que aportar elevadas temperaturas para fundirlos y para evaporarlos.

 Elevada dureza. También se debe a la fortaleza del enlace, ya que para rayar la

superficie del compuesto hay que romper enlaces de los iones superficiales. Sin

embargo, podrán ser rayados por compuestos de mayor dureza, como por ejemplo el

diamante (el compuesto de mayor dureza, con un 10 en la escala de Mohs).

 Fragilidad. A pesar de su dureza, son frágiles frente a los golpes. ¿Por qué? Porque un

impacto puede hacer resbalar unas capas sobre otras y que, de pronto, se vean

enfrentados entre sí iones del mismo signo. La repulsión electrostática entre iones del

mismo signo fragmenta el cristal.

 No conductores de la corriente en estado sólido. En estado sólido los iones están

colocados en posiciones fijas de la red y no presentan movilidad alguna. La falta de

movilidad eléctrica hace que no sean conductores.


 Conductores de la corriente eléctrica en estado fundido o disuelto. Puesto que en estado

fundido o disuelto los iones ya sí presentan movilidad, a diferencia de lo que ocurre en

estado sólido, en estos estados pueden conducir la corriente.

 Insolubles en disolventes apolares.

 Solubles en disolventes polares. Son solubles en disolventes polares como el amoníaco

líquido o el agua, pues las moléculas de agua son capaces de rodear los iones y

atraerlos electrostáticamente hasta separarlos de la red iónica, fenómeno que se conoce

como solvatación. Recordemos que la molécula de agua es un dipolo. Cuanto más

estable sea la red, es decir,

mayor sea su energía reticular,

más difícil será disolverlo porque

ser requerirá mayor energía. Por

ello, aunque en general digamos

que los compuestos iónicos son

solubles en agua, algunos de

ellos no lo son

Enlace covalente.

Se llama enlace covalente a un tipo de enlace químico, que ocurre

cuando dos átomos se enlazan para formar una molécula, compartiendo

electrones pertenecientes de su capa más superficial, alcanzando gracias a ello el conocido

“octeto estable” (conforme a la “regla del octeto” propuesto por Gilbert Newton Lewis sobre la


estabilidad eléctrica de los átomos). Los átomos así enlazados comparten un par (o

más) de electrones, cuya órbita varía y se denomina orbital molecular.

Los enlaces covalentes son distintos de los enlaces iónicos, en los que ocurre

una transferencia de electrones y que se dan entre elementos metálicos. Estos últimos,

además, forman moléculas cargadas eléctricamente, llamadas iones: cationes si tienen carga

positiva, aniones si tienen carga negativa.

En cambio, ciertos enlaces covalentes (entre átomos diferentes) se caracterizan por una

concentración de electronegatividad en uno de los dos átomos juntados, dado que no atraen con

la misma intensidad a la nube de electrones a su alrededor.

Esto da como resultado un dipolo eléctrico, es decir, una molécula con carga positiva y negativa

en sus extremos, como una pila ordinaria: un polo positivo y otro negativo. Gracias a ello las

moléculas covalentes se juntan con otras semejantes y forman estructuras más complejas.

Existen los siguientes grupos de enlaces covalentes que surgen a partir de la cantidad de

electrones compartidos por los átomos. Esto son

 Simple. Los átomos enlazados comparten un par de electrones de su última

capa (un electrón cada uno). Por ejemplo: H-H (Hidrógeno-Hidrógeno), H-

Cl (Hidrógeno-Cloro).

 Doble. Los átomos enlazados aportan dos electrones cada uno, formando un

enlace de dos pares de electrones. Por ejemplo: O=O (Oxígeno-Oxígeno),

O=C=O (Oxígeno-Carbono-Oxígeno).

 Triple. En este caso los átomos enlazados aportan tres pares de electrones, es

decir, seis en total. Por ejemplo: N≡N (Nitrógeno-Nitrógeno).


 Dativo. Un tipo de enlace covalente en que uno solo de los dos

átomos enlazados aporta dos electrones y el otro, en cambio, ninguno.

Por otro lado, conforme a la presencia o no de polaridad, se puede distinguir entre

enlaces covalentes polares (que forman moléculas polares) y enlaces covalentes no polares

(que forman moléculas no polares):

 Enlaces covalentes polares. Se enlazan átomos de distintos elementos y con

diferencia de electronegatividad por encima de 0,5. Así se forman

dipolos electromagnéticos.

 Enlaces covalentes no polares. Se enlazan átomos de un mismo elemento o de

idénticas polaridades, con una diferencia de electronegatividad muy pequeña

(menor a 0,4). La nube electrónica, así, es atraída con igual intensidad por ambos

núcleos y no se forma un dipolo molecular.

Propiedades del enlace covalente polaridad, longitud de enlace, energía de enlace.

Enlace covalente polar y apolar

Como resultado de la polarización de enlaces covalentes, se tiene la formación de dipolos

eléctricos. En el caso mencionado del ácido clorhídrico se puede presentar la formación de este

dipolo eléctrico conforme a la figura que síguete

La formación de dipolos eléctricos en moléculas, como el caso del HCl, puede fácilmente

ser verificado experimentalmente. Al aplicar un campo eléctrico, las moléculas van a girar de

forma de alinearse con este campo, conforme lo mostraremos en la siguiente imagen


Consideremos, por ejemplo, la molécula de CO2. En este compuesto, el carbono

presenta dos enlaces con cada oxígeno, uno a través de un orbital híbrido tipo sp y el otro con

un orbital p puro. De esta manera, la geometría de la molécula es lineal, con ángulo de 180º

entre los dobles enlaces. Dada la mayor electronegatividad del oxígeno en relación con el

carbono, serán formados en esta estructura dos dipolos eléctricos conforme el esquema a

continuación. Si los vectores que representan estos dipolos fuesen sumados, se verá que la

resultante es nula. En otras palabras, la molécula de CO2, aun siendo formada por enlaces

polares, será no polar.

En la molécula de agua, H2O, el átomo de oxígeno posee una hibridación del tipo sp3,

donde dos orbitales híbridos están con un par de electrones y los otros dos forman enlaces con

átomos de hidrógeno. La geometría de la molécula es entonces triangular planar, con un ángulo

de 104, 5º. Dos dipolos son entonces formados debido a la gran diferencia de electronegatividad

entre estos dos átomos. La sumatoria de estos dipolos no es nula, lo que significa que la

molécula de agua presenta una polaridad resultante La sumatoria de los momentos de dipolo

son realizadas utilizando vectores. Para tal tarea, debemos transportar todos los vectores que

representan los dipolos eléctricos existentes en la molécula, manteniéndose la inclinación

original, de tal forma que el inicio de una coincida con el final de la otra. El vector resultante que
representa la polarización resultante en la molécula es entonces obtenido uniéndose el inicio del

primer vector de la suma con el final del último. La energía de enlace (EE) es la energía total

promedio que se desprendería por la formación de un mol de enlaces químicos, a partir de sus

fragmentos constituyentes todos en estado gaseoso. Alternativamente, podría decirse también

que es la energía total promedio que se necesita para romper un mol de enlaces dado (en

estado gaseoso).

Los enlaces más fuertes, o sea los más estables, tienen energías de enlace grandes. Los

enlaces químicos principales son: enlaces covalentes, metálicos e iónicos. Aunque típicamente

se le llama enlace de hidrógeno al puente de hidrógeno, éste no es un enlace real sino una

atracción intermolecular de más baja energía que un enlace químico.

Las atracciones intermoleculares (fuerzas de Van der Waals), comprenden las ion-dipolo,

las dipolo-dipolo, y las fuerzas de dispersión de London que son atracciones típicamente más

débiles que las atracciones en un enlace químico.

El puente de hidrógeno es un caso especial de la fuerza intermolecular dipolo-dipolo, que

resulta ser de mayor energía relativa debido a que el hidrógeno tiene tan sólo un electrón que

apantalla su núcleo positivo. Esta situación hace que la atracción entre ese hidrógeno, enlazado

a un átomo electronegativo, y un átomo con carga parcial negativa sea relativamente grande.

Propiedades de los compuestos covalentes

Las sustancias con enlaces covalentes forman en general dos clases de compuestos: los

cristales covalentes y sustancias moleculares. Los cristales covalentes o atómicos, están


constituidos por redes de enlaces covalentes que se extienden sin solución de continuidad en las

tres direcciones del espacio terminando donde termina el cristal.

Las sustancias moleculares están formadas por moléculas discretas de mayor o menor

tamaño, unidas entre sí por fuerzas intermoleculares.

Existen también sustancias covalentes con estructuras especiales que no se pueden

encuadrar en ninguno de lo tipos establecidos.

Características y propiedades de los compuestos covalentes

Características:

 Están formados por no metales + no metal.

 Forman moléculas verdaderas.

 Los no metales comparten electrones.

Propiedades:

 Pueden presentarse en estado líquido o gaseoso aunque también pueden ser sólidos, Por

lo tanto sus puntos de fusión y ebullición no son elevados.

 Son solubles en solventes apolares.

 Son malos conductores del calor y la electricidad


Propiedades de los Enlaces Covalentes

 Son gases, líquidos o sólidos de bajo punto de fusión.

 La mayoría son insolubles en disolventes polares.

 La mayoría son solubles en disolventes apolares.

 Los líquidos y sólidos fundidos no conducen la electricidad.

 Las disoluciones acuosas son malas conductoras de la electricidad porque no contienen

partículas cargadas.

LOS ENLACES COVALENTES

Se llama enlace covalente a un tipo de enlace químico, que ocurre cuando dos átomos

se enlazan para formar una molécula, compartiendo electrones pertenecientes de su capa más

superficial, alcanzando gracias a ello el conocido “octeto estable” (conforme a la “regla del

octeto” propuesto por Gilbert Newton Lewis sobre la estabilidad eléctrica de los átomos). Los

átomos así enlazados comparten un par (o más) de electrones, cuya órbita varía y se denomina

orbital molecular.

Y son los que mantienen unidos entre sí a los átomos no metálicos. Cuando el enlace

covalente se produce entre elementos de similar electronegatividad, como entre del hidrógeno y

del carbono, se genera un enlace covalente apolar. Sucede esto, por ejemplo, en los

hidrocarburos.
Es por ello que la forma en que estas sustancias o compuestos químicos logran la

estabilidad es compartiendo un par de electrones, uno procedente de cada átomo. De esta

manera el par de electrones compartido es común a los dos átomos y al mismo tiempo los

mantiene unidos. En los gases nobles, por ejemplo, sucede esto. También en los elementos

halógenos.

Cuando el enlace covalente se produce entre elementos de similar electronegatividad,

como entre del hidrógeno y del carbono, se genera un enlace covalente apolar. Sucede esto, por

ejemplo, en los hidrocarburos. Se pueden dar numerosos ejemplos de compuestos o sustancias

que contienen enlaces covalentes:

 Flúor

 Bromo

 Iodo

 Cloro

 Oxígeno

 Agua

 Dióxido de carbono

 Amoníaco

 Metano

 Propano

 Sílice

 Diamante

 Grafito

 Cuarzo

 Glucosa
 Parafina

 Diesel

 Nitrógeno

 Helio

 Freón

Existen los siguientes tipos de enlace covalente, a partir de la cantidad de electrones

compartidos por los átomos enlazados:

 Simple. Los átomos enlazados comparten un par de electrones de su última capa (un

electrón cada uno). Por ejemplo: H-H (Hidrógeno-Hidrógeno), H-Cl (Hidrógeno-Cloro).

 Doble. Los átomos enlazados aportan dos electrones cada uno, formando un enlace de

dos pares de electrones. Por ejemplo: O=O (Oxígeno-Oxígeno), O=C=O (Oxígeno-

Carbono-Oxígeno).

 Triple. En este caso los átomos enlazados aportan tres pares de electrones, es decir,

seis en total. Por ejemplo: N≡N (Nitrógeno-Nitrógeno).

 Dativo. Un tipo de enlace covalente en que uno solo de los dos átomos enlazados aporta

dos electrones y el otro, en cambio, ninguno.

Por otro lado, conforme a la presencia o no de polaridad, se puede distinguir entre

enlaces covalentes polares (que forman moléculas polares) y enlaces covalentes no polares

(que forman moléculas no polares):

 Enlaces covalentes polares. Se enlazan átomos de distintos elementos y con diferencia

de electronegatividad por encima de 0,5. Así se forman dipolos electromagnéticos.

 Enlaces covalentes no polares. Se enlazan átomos de un mismo elemento o de

idénticas polaridades, con una diferencia de electronegatividad muy pequeña (menor a


0,4). La nube electrónica, así, es atraída con igual intensidad por ambos núcleos y no se

forma un dipolo molecular.

LAS MACROMOLÉCULAS

son moléculas que tienen una masa molecular elevada, formadas por un gran número de

átomos. Generalmente se pueden describir como la repetición de una o unas pocas unidades

mínimas o monómeros, formando los polímeros. Pueden ser lineales o ramificadas. A menudo el

término macromolécula se refiere a las moléculas que pesan más de 10.000 dalton de masa

atómica. Pueden ser tanto naturales como sintéticas, y algunas de gran relevancia se

encuentran en el campo de la química.

Las redes covalentes

son sustancias macromoleculares, formadas por un número muy elevado de átomos

iguales o distintos, unidos entre sí por enlaces covalentes, es decir, enlaces muy fuertes En la

naturaleza existen diversas redes covalentes, de las cuales consideraremos dos formas

alotrópicas del carbono (grafito y diamante) y la sílice, óxido de silicio (SiO2). Puesto que son

redes con gran cantidad de átomos unidos muy fuertemente, son sólidos a temperatura

ambiente y, además, sus puntos de fusión y de ebullición son altísimos.

¿Qué es una red covalente?

Un sólido de red covalente consiste en un conjunto de átomos mantenidos juntos por una

red de enlaces covalentes (pares de electrones compartidos entre átomos de similar

electronegatividad), y de ahí que puedan ser considerados como una sola gran molécula
Los polímeros inorgánicos

son polímeros con una estructura que no incluye átomos de carbono en su columna

vertebral. Se constituyen de una estructura de red gigante en 3D o 2D compuesta por un

número de enlaces covalentes pero con una ausencia o casi ausencia de unidades de

hidrocarburo en la estructura molecular principal.

Los polímeros que contienen componentes inorgánicos y orgánicos a veces se

denominan polímeros híbridos, y la mayoría de los denominados polímeros inorgánicos son

polímeros híbridos. Uno de los ejemplos más conocidos es el polidimetilsiloxano, también

conocido comúnmente como hule de silicona. Los polímeros inorgánicos ofrecen algunas

propiedades que no se encuentran en los materiales orgánicos, incluida la flexibilidad a baja

temperatura, la conductividad eléctrica y la no flamabilidad. Los polímeros inorgánicos se

centran en polímeros unidimensionales, materiales no muy reticulados como los minerales de

silicato.

Los elementos inorgánicos pueden tener diferentes valencias que el carbono, y esto

significa que el número de grupos laterales unidos a una columna vertebral puede ser diferente

al de un polímero orgánico. Esto afecta la flexibilidad de la macromolécula, su capacidad de

reaccionar con reactivos químicos, su estabilidad a altas temperaturas, y sus interacciones con

solventes y con otras moléculas de polímero.

Los enlaces formados entre elementos inorgánicos a menudo son más largos, más

fuertes y más resistentes a las reacciones de ruptura por radicales libres que los enlaces

formados por carbono.

Los polímeros inorgánicos se pueden clasificar como:


 polímeros totalmente inorgánicos

 polímeros inorgánicos-orgánicos

 polímeros organometálicos

 polímeros híbridos orgánico-inorgánicos

Las principales clases de polímeros inorgánicos, son los boratos y tres clases de

polímeros de silicón, silicatos, siliconas y silanos.

Propiedades magnéticas

El magnetismo es una propiedad de ciertos materiales, como el hierro, el níquel y el

cobalto, para poder generar campos magnéticos en el estado magnetizado. Estos campos

magnéticos causan fuerzas en todas las sustancias magnéticas que se acercan a ellos. Las

propiedades magnéticas se producen cuando los imanes elementales de los materiales

magnéticos sufren una alineación unilateral. Los pequeños dipolos de los imanes elementales ya

tienen un polo norte y un polo sur. La yuxtaposición de estos pequeños polos norte y sur

provoca una amplificación de los efectos de la fuerza magnética, que tienen un efecto en un

campo magnético.

Las propiedades magnéticas pueden ocurrir con todos los materiales. Sin embargo,

existen diferencias significativas en la resistencia de estas propiedades para diferentes


materiales. Los efectos magnéticos de los materiales ferromagnéticos (hierro, níquel, cobalto y

sus aleaciones) son más pronunciados. Esto se debe al hecho de que la capacidad de alinear

sus imanes elementales unilateralmente es la más pronunciada para los materiales

ferromagnéticos. Además de los materiales ferromagnéticos, todavía hay algunos metales de

tierras raras, como el samario y el neodimio, que también tienen fuertes propiedades

magnéticas. Los imanes de neodimio tienen las propiedades magnéticas más fuertes y, en

consecuencia, generan los campos magnéticos más fuertes. Además del ferromagnetismo,

todavía existe el diamagnetismo mucho más débil y también el paramagnetismo mucho más

débil. Sin embargo, los efectos del diamagnetismo y el paramagnetismo son tan débiles que solo

pueden detectarse con dispositivos de medición muy sensibles. En el diamagnetismo, el

representante más destacado de los cuales es el bismuto existe una ligera repulsión a otras

partículas magnéticas. Para algunos materiales, los fenómenos magnéticos solo son detectables

cuando son excitados por un campo magnético externo. Sin embargo, si el campo magnético

externo desaparece nuevamente, los fenómenos magnéticos de estas sustancias ya no están

presentes. Es entonces el paramagnetismo.

Todos los imanes permanentes comunes utilizados para una variedad de propósitos son

materiales ferromagnéticos, sus aleaciones o los metales de tierras raras samario y neodimio.

Ejemplos de materiales magnéticos

Hierro (Fe). El material ferromagnético por excelencia, el hierro, es un metal de

transición sumamente abundante en el planeta, solamente superado por el aluminio. El núcleo

mismo de la Tierra está hecho de este metal en estado líquido y, justamente, es su movimiento

lo que genera los polos magnéticos del planeta que sirven a las brújulas para su funcionamiento.
Cobalto (Co). Metal blanco azulado de propiedades ferromagnéticas, suele hallarse

junto al níquel, tanto en la tierra como en los meteoritos de hierro. Presenta numerosos estados

de oxidación, que le permiten constituir diversos compuestos metálicos que a bajas

temperaturas se muestran, en cambio, como antiferromagnéticos: CoO y Co3O4.

Níquel (Ni). Metal de transición de color blanco amarillento, es muy dúctil y maleable y

un gran conductor de la electricidad y del calor, por lo que no extraña que sea ferromagnético a

temperatura ambiente. En muchos casos comparte características con el hierro y es, luego de

éste, el metal más abundante de la Tierra. Sin embargo, es mucho más resistente que el hierro

a la corrosión.

Bismuto (Bi). Tan escaso como la plata, este elemento químico metálico es uno de los

más fuertemente diamagnéticos (resistentes a la magnetización) que existen, es mal conductor

de la electricidad y el calor, y en un campo magnético puede incrementar su resistencia

eléctrica, sirviendo así para medir la intensidad de las fuerzas en dicho campo.

Germanio (Ge). Este semimetal de colora blanco grisáceo, resistente a los ácidos y

álcalis, presente la misma estructura cristalina del diamante. Dado que sus propiedades se

consideran intermedias entre los metales y los no metales, este elemento es diamagnético, a

pesar de ser un semiconductor de la electricidad.

Se trata de una de las formas de aparición del carbono (junto al carbón, el diamante y los

fulerenos). Es negro, brillante, mal conductor de la electricidad y por lo tanto diamagnético, ya

que opera en el mejor de los casos como un semiconductor.

Los gases nobles (halógenos). Se llama “gases nobles” a un conjunto de elementos de la

tabla periódica que presentan una bajísima reactividad con cualquier otra sustancia, por lo que a
menudo se les denomina “inertes”. Helio, Argón, Kriptón, Neón y otros más son ejemplos de ello.

En presencia del magnetismo, por ende, se muestran igualmente resistentes, es decir,

diamagnéticos.

Magnesio (Mg). Aunque no se encuentra en forma libre en la naturaleza, sino como

parte de otros compuestos, el magnesio elemental es un metal liviano, insoluble, color blanco

plateado y sumamente inflamable, que tiene propiedades paramagnéticas: responde al

magnetismo pero si se aleja del imán pierde inmediatamente sus propiedades magnéticas.

Ferrita. Como dijimos antes, la ferrita es un material cerámico que responde muy

potentemente a los campos magnéticos, incluso más que el hierro, permitiendo su utilización

para magnetizar otros materiales y producir, por ejemplo, imanes.

Acero suave. El acero es una aleación del hierro con otros elementos metálicos (como

el níquel, cobalto o cobre) o no metálicos (como el carbono o el azufre), y por lo tanto retiene

muchas de las propiedades de éste, dependiendo del porcentaje de mezcla que exhiba. En el

caso del “suave”, que contiene niveles de carbono entre 0,15 y 0,25%, es decir, casi hierro puro,

conservando muchas de sus propiedades ferromagnéticas.

ENLACE METÁLICO

 Enlace químico que ocurre entre los átomos de metales entre sí, (unión entre núcleos

atómicos y los electrones de valencia, que se agrupan alrededor de éstos como una nube). Es

un enlace fuerte, primario, que se forma entre elementos de la misma especie, en este enlace

todos los átomos envueltos pierden electrones de sus capas más externas, que se trasladan

más o menos libremente entre ellos, formando una nube electrónica (también conocida como

mar de electrones).
Es el tipo de enlace que se produce cuando se combinan entre sí los elementos

metálicos; es decir, elementos de electronegatividades bajas y que se diferencien poco.

Una de sus características enlace metálico explica muchas características físicas de las

sustancias metálicas, tales como fuerza, maleabilidad, ductilidad, conducción de calor y de

la electricidad, y brillo o lustre (devuelven la mayor parte de la energía lumínica que reciben

conductor o aislante).

Teoría de las bandas de energía compartimiento de conductor, semiconductor

La idea básica tras las bandas de Boch en un sólido es que se crean al unirse los

estados cuánticos de los átomos individuales. Boch y otros ampliaron y refinaron la teoría de

bandas de los sólidos durante la década de 1930, hasta el punto de que explica muy bien el

comportamiento de conducción eléctrica de los distintos materiales.

Cuando los átomos se unen en un cristal, cada uno de los estados cuánticos individuales

de los átomos se une con los estados correspondientes en otros átomos (idénticos) en el cristal

para formar las diversas bandas de energía dentro del material. De hecho, si hay un total

de N átomos idénticos en el material, entonces hay N estados cuánticos dentro de cada banda.

Los electrones en los átomos llenan los estados disponibles dentro de cada banda. Así, si

hay N estados en una sola banda, puede haber hasta 2N electrones en cada banda [1].

La física interesante ocurre en la parte superior de las bandas llenas. Cuando se aplica

un campo eléctrico externo (voltaje) al material, un electrón puede responder al campo solo si
puede moverse a un estado cuántico ligeramente más alto, ya que tendría un poco más de

energía al ser afectado por el campo. Esto será posible solo si hay algunos estados libres

cercanos a los que el electrón pueda saltar. Este es el caso de los materiales conductores, como

el cobre y la plata, ya que sus electrones se llenan en los estados disponibles de modo que la

banda más alta está llena solo parcialmente. Los electrones en esta banda, que se llama banda

de conducción, son libres de ser conducidos (en realidad, propagados como ondas) por el

material, ya que hay estados cuánticos vacíos cercanos en su banda de energía. Pero los

electrones en las bandas inferiores llenas no pueden moverse, ya que no hay estados libres

cerca.

Por otro lado, si las bandas se llenan de manera que se ocupa exactamente el límite

superior de una banda, entonces los electrones no pueden responder a un campo eléctrico, ya

que hay una brecha de energía que les impide llegar a un estado cuántico en el que pueden

moverse libremente Un material con estas características es lo que conocemos como aislante.

Finalmente, si estamos ante un caso como el de los aislantes pero la brecha de energía

con la banda de conducción no es demasiado grande, puede resultar que la energía térmica sea

suficiente como para que algunos electrones salten a ella. Este es el caso de

los semiconductores.
Estructura cristalina de los metales

Toda sustancia puede encontrarse en tres estados de

agregación: Sólido, líquido y gaseoso. Aunque se menciona en varias bibliografías un

cuarto estado: plasma donde se requieren altas temperaturas (de decenas de miles de

grados), donde la sustancia gaseosa pasa a estado plasma que se caracteriza por el

desarrollo del proceso de ionización, hasta llegar a la destrucción total de la capa

electrónica de los átomos.

La sustancia sólida sometida a la acción de las fuerzas de la gravedad conserva

su forma, mientras que la líquida se extiende y toma la forma del recipiente que la

contiene. Esta definición es insuficiente para caracterizar el estado de la sustancia.

Así, por ejemplo, el vidrio sólido, si se calienta, va ablandándose y pasa poco a

poco al estado líquido. La transición inversa también será completamente suave; el vidrio

líquido, a medida que se baja la temperatura se va haciendo cada vez más espeso hasta

que finalmente se solidifica. En el vidrio no existe una temperatura determinada de

transición del estado líquido a sólido, tampoco existen

temperaturas o puntos de cambio brusco de sus

propiedades. Por esto es normal considerar el vidrio

"sólido" como un líquido sumamente espeso.

El estado cristalino se caracteriza ante todo

por una distribución regular determinada de los

átomos en el espacio. Esto hace que en

el cristal cada átomo tenga una misma cantidad de átomos más próximos, vecinos,

situados a distancias iguales.


Propiedades de los metales punto de fusión

Se llama punto de fusión al grado de

temperatura en el cual la materia en estado

sólido se funde, es decir, pasa al estado líquido.

Esto ocurre a una temperatura constante y es

una propiedad intensiva de la materia, lo cual

significa que no depende de su masa o de su

tamaño: la temperatura a alcanzar será siempre la misma.

Las sustancias puras presentan puntos de fusión más elevados y con menor

gama de variación, a diferencia de las sustancias impuras (mezclas): mientras más

mezclada este la materia, más bajo será el punto de fusión y mayor la variación, hasta

alcanzar el punto eutéctico, temperatura correspondiente a cada átomo de la materia en

cuestión. Así, esta propiedad puede emplearse, junto con el punto de ebullición de la

materia, para determinar la pureza de los materiales.

El punto de fusión, además, se ve poco afectado por la presión, a diferencia del

punto de ebullición, y suele ser igual al punto de congelación de la materia (en el que los

líquidos pasan a ser sólidos) para la mayoría de las sustancias.

En algunos casos el punto de fusión tendrá valores de temperatura negativos:

esto significa que a partir de esa temperatura una sustancia congelada retornará a su

fase líquida inicial.


La fusión, por lo tanto, es un proceso de cambio de fase (sólida a líquida) que

opera a partir de la introducción de energía calórica al sistema o a la sustancia, logrando

así que los átomos se muevan con mayor vigor y venzan la estructura rígida y fluyan.

Es un proceso muy usual en la industria metalúrgica, por ejemplo, en donde los

minerales y metales son fundidos para darles una forma específica antes de permitirles

recobrar su solidez (al enfriarse y perder el calor introducido).

Ejemplo

 Punto de fusión del agua (H2O): 0 °C

 Punto de fusión del cobre (Cu): 1085 °C

 Punto de fusión del aluminio (Al): 660 °C

 Punto de fusión del oro (Au): 1064 °C

 Punto de fusión de la plata (Ag): 962 °C

 Punto de fusión del acero: alrededor de 1375 °C (dependiendo de su aleación)

CONDUCTIVIDAD ELÉCTRICA

Conductividad eléctrica, aptitud de una

sustancia de conducir la corriente eléctrica, los

iones cargados positiva y negativamente son los

que conducen la corriente, y la cantidad

conducida dependerá del número de iones

presentes y de su movilidad.
La conductividad en medios líquidos (Disolución) está relacionada con la presencia

de sales en solución, cuya disociación genera iones positivos y negativos capaces de

transportar la energía eléctrica si se somete el líquido a un campo eléctrico. Estos

conductores iónicos se denominan electrolitos o conductores electrolíticos.

Las determinaciones de la conductividad reciben el nombre de determinaciones

conductométricas y tienen muchas aplicaciones como, por ejemplo:

En la electrólisis, ya que el consumo de energía eléctrica en este proceso

depende en gran medida de ella.

En los estudios de laboratorio para determinar el contenido de sales de varias

soluciones durante la evaporación del agua (por ejemplo en el agua de calderas o en la

producción de leche condensada).

En el estudio de las basicidades de los ácidos, puesto que pueden ser

determinadas por mediciones de la conductividad.

Para determinar las solubilidades de electrólitos escasamente solubles y para

hallar concentraciones de electrólitos en soluciones.

CONDUCTIVIDAD TÉRMICA

La conductividad térmica es una propiedad de ciertos materiales capaces de

transmitir el calor, es decir, permitir el paso de la energía cinética de sus moléculas a

otras sustancias adyacentes. Se trata de una magnitud intensiva, inversa a la resistividad


térmica (que es la resistencia de ciertos materiales a la transmisión del calor por

sus moléculas).

La explicación de este fenómeno radica en que al calentarse un material, sus

moléculas aumentan su energía cinética, es decir, incrementan su agitación. Las

moléculas, entonces, son capaces de compartir ese extra de energía sin

ocasionar movimientos globales de la materia (en eso se distingue de la convección

térmica de los líquidos y gases), siendo esta capacidad muy elevada en los metales y en

los cuerpos continuos, por lo general, y muy baja en los polímeros y otros materiales

aislantes como la fibra de vidrio.

La conductividad térmica de un material se calcula a partir de un coeficiente

(referido como λ) y es distinta dependiendo de su naturaleza molecular. Este cálculo se

realiza en base a la siguiente fórmula:

λ = q/grad. T

donde q es el flujo de calor por unidad de tiempo y área, y grad.T es el gradiente

de temperatura.

Cuanto mayor sea la conductividad térmica de un material, mejor conductor del

calor resultará, y cuanto menor sea aquel, el material será más aislante. La temperatura,

la convección, la conductividad eléctrica y los cambios de fase del material influyen todos

en el resultado del coeficiente de conductividad térmica.


Ejemplo

 El acero. Con una conductividad

de 47 a 58 W/ (K.m).

 El agua. Con una conductividad

de 0,58 W/ (K.m).

 El alcohol. Con una

conductividad de 0,16 W/ (K.m).

 El bronce. Con una conductividad de 116 a 140 W/ (K.m).

 La madera. Con una conductividad de 0,13 W/ (K.m).

 El titanio. Con una conductividad de 21,9 W/ (K.m).

 El mercurio. Con una conductividad de 83,7 W/(K.m).

SUPERCONDUCTIVIDAD

La conductividad es un concepto que pertenece a la física. Propiamente dicho, la

conductividad pertenece a la rama de la física que se encarga de estudiar el flujo de

electrones, así como los campos que resultan de mantener a los electrones estáticos, es

decir, al electromagnetismo y a la electrostática respectivamente. Así, la

superconductividad depende exclusivamente del flujo de electrones, así que su estudio

pertenece al electromagnetismo. Se le llama electromagnetismo porque no hay forma de

separar a las corrientes eléctricas de los campos magnéticos y viceversa, ya que, si se

considera que las ondas eléctricas corren en cierto sentido, siempre estará asociada a

dichas ondas una onda magnética perpendicular a la primera. Sin embargo, las ondas y

campos magnéticos suelen ser miles de veces menos intensos que los fenómenos
eléctricos.

Al hablar de conductividad eléctrica, se trata de un grupo de electrones que viajan desde

un punto de un material conductor, como un cable por ejemplo hasta el otro extremo. Al

viajar de un lado a otro, se crea una diferencia energética, ya que un sitio queda con un

déficit de electrones que tienen carga negativa y el otro extremo termina con una

ganancia de electrones. Esto crea una diferencia de potencial energético, lo que se

conoce como voltaje. Si se permite que los electrones viajen desde un extremo a otro y

luego abandonen el material, y nuevos electrones sustituyen a los que abandonaron el

cable para repetir el proceso, entonces se tiene una corriente eléctrica continua.

La conductividad de un material se encuentra relacionada, de manera

inversamente proporcional, a la resistencia que presenta un material a dejar fluir los

electrones. Si se supone que los electrones so un río, entonces la resistencia son las

rocas, la pendiente del río, presas, árboles y todo cuando obstaculice el paso del agua.

Un súper conductor y el fenómeno de superconductividad se presenta cuando no hay

absolutamente ningún obstáculo en el camino de los electrones, es decir, pueden fluir

indefinidamente con nada que los frene, con nada que oponga resistencia a su

movimiento.

ENLACE SECUNDARIO O FUERZAS INTERMOLECULARES

Las fuerzas intermoleculares se definen como el conjunto de fuerzas atractivas y

repulsivas que se producen entre las moléculas como consecuencia de la presencia o

ausencia de electrones.
Cuando dos o más átomos se unen mediante un enlace químico forman una

molécula, los electrones que conforman la nueva molécula recorren y se concentran en la

zona del átomo con mayor electronegatividad, definimos la electronegatividad como la

propiedad que tienen los átomos en atraer electrones. La concentración de electrones en

una zona específica de la molécula crea una carga negativa, mientras que la ausencia de

los electrones crea una carga positiva.

Denominamos dipolos a las moléculas que disponen de zonas cargadas

negativamente y positivamente debido a la electronegatividad y concentración de los

electrones en las moléculas.

Podemos asimilar el funcionamiento de un dipolo a un imán con su polo positivo y

su polo negativo, de tal forma que si acercamos otro imán el polo positivo atraerá al polo

negativo y viceversa, dando como resultado una unión.

Las fuerzas intermoleculares que actúan entre las moléculas se clasifican en:

 Dipolos permanentes

 Dipolos inducidos

 Dipolos dispersos.

 Puentes de hidrógeno
Dentro de los 4 grupos descritos anteriormente, las fuerzas más relevantes son las

3 primeras también conocidas como fuerzas de Van der Waals.

Dipolos permanentes

Este tipo de unión se produce cuando ambas moléculas disponen de cargas

positivas y negativas, es decir son moléculas polares o que tienen polaridad, atrayéndose

electrostáticamente y formando la unión.

Dipolos inducidos

Este tipo de unión se produce cuando una molécula no polar redistribuye la

concentración de los electrones (tiene la posibilidad de polarizarse) al acercarse una

molécula polar, de tal forma que se crea una unión entre ambas moléculas.

En este caso la molécula polar induce la creación de la molécula apolar en una

molécula polar.

Dipolos dispersos

Este último caso la unión se produce entre moléculas no polares pero que pueden

polarizarse, y cuando esto último ocurren se atraen mutuamente creando la unión

molecular.

La unión que se crea en este tipo de dipolos tiene una intensidad muy débil y una

vida muy corta

Las energías de unión generadas por las fuerzas intermoleculares son muy

inferiores a las energías generadas en los enlaces químicos, pero a nivel global son

superiores en número a estas últimas desempeñando un papel vital tanto en las

propiedades de adhesión como de cohesión del adhesivo.


Van der Waals ------ 0,1 a 10 Kj/mol

Enlace Covalente ------ 250 – 400 Kj/mol.

En la siguiente tabla se encuentra una comparativa entre las propiedades de las

fuerzas intermoleculares y los enlaces químicos:

Con todo esto, dentro de un material adhesivo como es un polímero, nos

encontramos con uniones químicas entre átomos que forman moléculas y fuerzas

intermoleculares entre las propias moléculas de los polímeros. El conjunto de estos

enlaces, uniones y fuerzas son las responsables de las propiedades adhesivas y

cohesivas de los pegamentos, adhesivos y sellantes.

Enlaces de hidrógeno y fuerzas de van der Waals

Cuando tenemos moléculas

covalentes polares, éstas forman

un dipolo permanente que

establecerá fuerzas electrostáticas con

los dipolos de las moléculas vecinas.

Aunque la polaridad del enlace covalente y de las moléculas covalentes lo hemos

trata en profundidad en un apartado previo vamos a repasar brevemente qué tiene que

ocurrir para que una molécula covalente sea polar:

1. Que algunos de sus enlaces o todos ellos sean polares, por estar formados por

átomos con distinta electronegatividad, es decir, enlace intermolecular con un momento


dipolar permanente (distribución asimétrica de la carga). El átomo más electronegativo

atrae hacia sí los electrones del enlace.

2. Que los momentos dipolares de los distintos enlaces de la molécula no se anulen

entre sí por geometría, de forma que la molécula presente un momento dipolar total neto

distinto de cero.

Por tanto, existen moléculas covalentes polares en función de la diferencia de

electronegatividad de sus átomos y de su geometría, por lo que formarán dipolos

permanentes que se atraerán entre sí por fuerzas electrostáticas.

Aunque la naturaleza de este tipo de fuerzas intermoleculares siempre es la

misma, la formación de dipolos permanentes, se clasifican en dos tipos de fuerzas

distintas:

 Enlaces de hidrógeno. Cuando la molécula polar presenta enlaces formados por un

átomo de hidrógeno y un átomo pequeño y electronegativo (nitrógeno, oxígeno o

flúor; N,O,F). Dentro de los dos tipos de fuerzas intermoleculares entre moléculas

polares son los más intensos, y oscilan, generalmente, entre 8 y 40 kJ/mol.

 Fuerzas de van der Waals. Clasificaremos las fuerzas intermoleculares dentro de

este grupo cuando tengamos el resto de combinaciones posibles, es decir, cualquier

enlace polar que no esté formado por hidrógeno enlazado a N,O,F. Suelen oscilar de

0,1 a 30 kJ/mol (este último valor tan elevado, en casos particulares)

En primer lugar, para tratar en mayor profundidad los enlaces de

hidrógeno (también llamados puentes de hidrógeno), consideraremos la molécula de

agua, que es una molécula covalente polar. Dado que los enlaces de esta molécula son
O-H, se clasificarán como «enlaces de

hidrógeno», que podemos representar como:

Puesto que los enlaces de

hidrógeno presentan en general una intensidad

mayor que las fuerzas de Van der Waals, las

moléculas que los forman presentan

unos puntos de fusión y ebullición

anormalmente elevados, en comparación con los compuestos análogos de su mismo

grupo. En el caso del grupo de los anfígenos: H2O, H2S, H2Se y H2Te, los puntos de

ebullición son:

H2O: 100ºC

H2S: -59,6ºC

H2Se: -42ºC

H2Te: -1,8ºC

El punto de ebullición del agua, por ser el de menor masa molecular, debería ser

el menor de todos ellos, dado que sabemos que, en general, a mayor masa molecular de

una sustancia mayor punto de ebullición. Sin embargo, vemos que es el mayor de la

serie y con una diferencia muy considerable. Esto es debido que, puesto que en las

moléculas de agua se forman enlaces de hidrógeno, costará más separarlas, habrá que

aportar una mayor cantidad de energía y, por tanto, mayor temperatura. De hecho, es la

formación de enlaces de hidrógeno lo que le confiere sus peculiares propiedades


físicas que la hacen un compuesto indispensable para el desarrollo de la vida y la

química de los seres vivos, pues la inmensa mayoría de reacciones que se dan en las

células tiene lugar en disolución.

Además, la formación de puentes de hidrógeno es también la causa de

la estructura altamente ordenada del hielo. En la siguiente imagen podemos ver ambas

estructuras, la del agua líquida y la del agua sólida:

Estructura del agua líquida y del agua sólida

Otras moléculas de la serie, como H2S y H2Se, serán levemente polares

(electronegatividad del S: 2,5; electronegatividad del Se: 2,4; electronegatividad del H:

2,1). Pero, dado que las diferencias de electronegatividad son pequeñas, la magnitud de

los dipolos permanentes formados será muy inferior a la de las moléculas de agua y, por

este motivo, también será menor la magnitud de las fuerzas intermoleculares formadas

(que en este caso serán Fuerzas de Van der Waals o dipolo-dipolo, por no cumplir las
condiciones para ser designadas como enlaces de hidrógeno). Por este motivo, costará

menos separar las moléculas y sus puntos de ebullición son muy inferiores a los del

agua, a pesar de tener mayor masa molecular.

Asimismo, en el vídeo hablaremos de algunos ejemplos de moléculas que

presentan puentes de hidrógeno (amoniaco, fluoruro de hidrógeno, compuestos

orgánicos como alcoholes, aminas, ácidos carboxílicos…) y de moléculas que presentan

fuerzas de van der Waals o dipolo-dipolo (clorometano, cloruro de hidrogeno).

Momento dipolar

Se define como momento dipolar químico a la medida de la intensidad de la fuerza de

atracción entre dos átomos. Es la expresión de la asimetría de la carga eléctrica en un

enlace químico. Está definido como el producto entre la distancia que separa a las cargas

(longitud del enlace) y el valor de las cargas iguales y opuestas en un enlace químico:

Usualmente se encuentra expresado en Debyes (1 D = 1 A . 1 ues). El valor de puede

interpretarse como el grado de compartición de la carga, es decir, según las diferencias de

electronegatividad, que porcentaje (100q) de la carga compartida por el enlace covalente

está desplazada hacia la carga en cuestión. Dicho de otro modo, que representa qué parte

de un electrón está siendo "sentida" de más o de menos por las cargas en cuestión.

El momento dipolar se da en las sustancias moleculares; es decir, aquellas sustancias

que presentan interacciones covalentes, y representa la distribución de la densidad

electrónica en un enlace.
La magnitud del dipolo eléctrico se mide por su momento bipolar,

m, que se define como:

µ = Qr

Q es la magnitud de cargas y r es la distancia entre ellas. Los

momentos dipolares tienen dimensión de carga multiplicada por

la distancia.

δ+H — Fδ−

El momento dipolar es una cantidad vectorial, es por ello que el momento dipolar

es la suma vectorial de todos los momentos dipolares de los enlaces covalentes de la

molécula.

El momento dipolar de enlace, también llamado momento dipolar químico, se

puede definir como la magnitud de la polaridad en un enlace.

Cuando dos átomos se hallan enlazados químicamente, y sus

electronegatividades son distintas, el de mayor electronegatividad atraeá a los electrones

hacia sí, dando lugar a dos cargas opuestas en el enlace.

El momento dipolar de enlace es el producto entre el valor de las cargas y la

distancia que las separa, o sea la longitud del enlace. Así, tenemos el momento dipolar

de enlace (μ), definido de la siguiente manera:


El valor q sería el porcentaje de las cargas compartidas que son atraídas por en

átomo en cuestión. Es decir, un átomo con mayor electronegatividad, atraerá los

electrones de enlace hacia sí en mayor medida.

La unidad del momento dipolar usualmente son los Debyes. 1 Debye es igual al 1

armstrong por 1 estatocoulombio. En realidad la unidad stándard internacional para el

momento dipolar es el coulombio metro, pero es demasiado grande para ser práctica.

Estos son algunos factores de conversión que pueden ser útiles:

1 C·m = 2.9979×1029 D

1D = 3.336×10-30 C.m

El momento dipolar de enlace se puede representar con vectores, paralelos al eje

de enlace. La dirección del vector siempre es hacia el átomo con mayor

electronegatividad.

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