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El corredor como dispositivo

de control térmico en viviendas


tradicionales de la ciudad de Colima
Pablo David Elías López y Adolfo Gómez Amador

Introducción

L a vivienda tradicional en la ciudad de Colima no es solo una


expresión del modo de vida de la localidad sino que es el pun-
to de confluencia de dos culturas. De cierta forma, es un esquema
traído por los españoles como parte de su cultura arquitectónica,
combinado con la arquitectura local. De ésta recibió una adecua-
ción primordialmente bioclimática, de tal modo que la resultante
mantuvo una peculiar visión medioambiental como parte esencial
en su desarrollo. Ambas culturas conocían y dominaban la activi-
dad arquitectónica, así como sus interacciones con el ambiente, de
modo que al presentarse la tarea de solucionar nuevos espacios, in-
tervinieron los conocimientos de las respectivas culturas con bue-
nos resultados, debido a su sensibilidad y sentido común. Las ca-
sas con esquema de patio central (o tradicionales), localizadas en
el centro histórico, son comúnmente reconocidas como frescas e
idóneas para dicho clima, a pesar de las condiciones climáticas de-
rivadas principalmente de la combinación de temperatura y hu-
medad relativa elevadas.
El presente capítulo reporta los hallazgos de una investiga-
ción en la que se caracterizó, monitoreó y evaluó el desempeño
térmico de los corredores de las viviendas, comparado con el de
las habitaciones y las condiciones climáticas de la localidad. Como

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parte del objeto arquitectónico, el corredor forma parte de las cir-


culaciones, de los espacios semipúblicos, de la transición entre el
espacio cerrado y el espacio abierto. La ventaja de ser un espacio
semiabierto o semicerrado es la versatilidad de funciones: como es-
pacio, tiene la posibilidad de desarrollar en él actividades de estar,
productivas, de convivencia, circulación, protección, etcétera; como
dispositivo de control climático, tiene la posibilidad de proteger del
sol, la lluvia y de controlar el viento.
Un espacio arquitectónico debe ser confortable —que permi-
ta a los usuarios una vida placentera (este es el punto donde coin-
ciden los conceptos de habitabilidad y calidad de vida en la arqui-
tectura)—. El confort es entonces un objetivo fundamental de la ar-
quitectura (Gómez y Alcántara, 2003); por tanto, el estudio buscó
demostrar que el corredor tiene un dialogo entre su función como
espacio y como dispositivo bioclimático capaz de controlar la tem-
peratura del espacio con relación a las actividades habitacionales
desarrolladas en él.
Bajo la hipótesis de que la importancia del corredor de las
viviendas radica en que sus variables de orientación (NE, SE, SO y
NO), proporción (estrecho, medio y extendido) y tipo de cubierta
(terrado o tejado) son factores capaces de controlar las condiciones
de temperatura en las viviendas, puesto que pueden propiciar o li-
mitar la ventilación y el soleamiento. Los objetivos:
• Demostrar la importancia del corredor en la estructura de la
vivienda tradicional para el aporte de soluciones climáticas

• Distinguir y aquilatar las variables de tipo arquitectónico con


y funcionales.

relación al control climático del propio corredor y del resto

• Realizar una caracterización de los corredores en las vivien-


de la vivienda.

das tradicionales de la ciudad de Colima.


Evaluar el comportamiento de la temperatura en los espacios
del corredor y su anexo, en función a las variables arquitectónicas.

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CAPÍTULO II | ENTORNO NATURAL COMPARADO

Vivienda tradicional de la ciudad de Colima


En Colima se le conoce con el nombre de vivienda tradicional a
aquella que presenta el esquema de casa con patio central, regi-
do bajo una organización de espacios cubiertos circunscritos a un
espacio descubierto (Huerta Sanmiguel, 2000); el corredor es una
especie de amortiguador entre el exterior del patio y la interiori-
dad del espacio habitable, y eso hace que sea el espacio con mayor
frecuencia de uso (Alcántara Lomelí y Gómez Amador, 2008). Es
un espacio habitable en una temporada y un dispositivo de control
térmico en otra. Los espacios que conforman la vivienda fueron
diseñados para realizar determinadas actividades y con fundamen-
to en la necesidad de adecuación a las condiciones climáticas. Los
principales espacios de este tipo de viviendas, de acuerdo a estu-
dios previos (Correa Fuentes, 2000) son:
• Zaguán. Espacio de acceso a la vivienda, conecta directa-
mente el exterior con los corredores. Es un espacio caracte-

• Corredor. Espacio entre el patio y las crujías, espacialmen-


rizado como de transición.

te es una transición entre el exterior del patio y el interior


de las crujías; puede estar cubierto con sistema de tejado
o terrado. Arquitectónicamente tiene la función de distri-
buidor, aunque en él se realizan la mayoría de actividades
diurnas como estudiar, bordar, estar, comer e incluso dor-
mir la siesta vespertina. Climáticamente tiene la función
de protección de la radiación directa del sol y la humedad

• Patio. Espacio abierto al centro de la vivienda, actualmente


de la lluvia.

en él hay jardines y fuentes. Su principal función reside en


que permite la ventilación natural hacia los corredores que

• Crujías o habitaciones. Espacios interiores que tienen la fun-


la distribuyen hacia las crujías.

ción de despacho, recamara, estancia y comedor, su voca-


ción es más íntima y con una vinculación bastante restrin-
gida con el exterior.

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En el esquema de vivienda analizado se detecta la función


arquitectónica y la adaptación climática en un proceso de diálogo
que permitió: mejorar el dimensionamiento en el patio y los corre-
dores, principalmente las dimensiones en las crujías estaban limi-
tadas al sistema constructivo de terrado o tejado; acondicionarse a
las actividades realizadas en dichos espacios como: circulación, so-
ciales, productivas, descanso, almacenaje, etcétera (Aguirre Sato,
1998); y adecuarse a los cambios climáticos durante el año como:
declinación solar, vientos dominantes, lluvia, entre otros.
Arquitectónicamente el corredor se compone de dos ele-
mentos materiales: apoyos y cubiertas, y los dos elementos gene-
ran a su vez un espacio virtual delimitado por los apoyos, la cubier-
ta y el cambio de nivel (o tipo de piso del corredor) respecto al del
patio. Este espacio generado entre la transición del exterior al in-
terior se le denomina espacio utilizable, el cual puede considerarse
como semiabierto o semicerrado dependiendo de las proporciones
de vinculación hacia el patio.

Entorno climático
La ciudad de Colima se encuentra en la latitud 19°19’ norte, a una
altitud de 494 msnm (INEGI, 2001); se asienta en un valle extenso
con poca variación topográfica. Tiene una pendiente constante y
creciente (de aproximadamente 10%) de sur a norte, la cual rema-
ta con el volcán de Colima. El clima considerado cálido subhúme-
do con lluvias en verano, Aw según Köppen-García (INEGI, 2003),
el cual corresponde al menos húmedo de los climas cálido-húme-
do. La temperatura promedio anual es de 25.3°C con una oscila-
ción media de 13.9°C; la temperatura media del mes más cálido
(septiembre) es de 26.5°C y en el más fresco (febrero) la tempera-
tura media es de 21.8°C.
La retícula urbana del centro histórico tiene un ángulo de
40° respecto al eje norte-sur. Dado que las viviendas son cuadran-
gulares y ortogonalmente orientadas respecto a la retícula urbana,
los patios del centro histórico tienen cuatro tipos de orientaciones:
noroeste, suroeste, sureste y noreste, siendo estas variables de im-
pacto de la radiación solar en la vivienda. Estudios sobre las con-

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CAPÍTULO II | ENTORNO NATURAL COMPARADO

diciones microclimáticas en la zona han establecido que disipar


el calor admitido y conservado por los inmuebles representa una
difícil tarea, como lo indica la teoría sobre las islas de calor; por
consiguiente, seguramente las condiciones nanoclimáticas de las
viviendas, reportadas por nuestros instrumentos, se verán influi-
das por dichas condiciones. Acorde a los estudios consultados, la
temperatura media normal de la ciudad de Colima se ha incremen-
tado 1.5°C por efecto de las islas de calor (Ochoa Ramírez, 2002).
La principal problemática de las viviendas son: carencia de venti-
lación y exceso de soleamiento en algunas orientaciones.

Metodología
Selección de la muestra
La zona de estudio se delimitó a partir de lo que el Instituto Na-
cional de Antropología e Historia (INAH, 1994) define como perí-
metro “A” del centro histórico de la ciudad de Colima. Mediante la
técnica estratificada y visitas de campo se seleccionaron 19 vivien-
das, en las cuales se estudiaron 30 corredores que presentaban va-
riaciones que afectan a su desempeño térmico, tal como se planteó
en la hipótesis de trabajo.
Experimento
El monitoreo se realizó con los termopares llamados Hobbos de la
marca Onset. Con ellos, se registró a cada 30 minutos la tempera-
tura del corredor y del espacio interior contiguo. El instrumento
fue colocado entre 2.10 y 2.50 metros sobre el suelo a la altura del
cerramiento del vano que vincula la habitación con el corredor. Se
realizaron dos periodos de monitoreo, el primero del 16 al 30 de
septiembre de 2002 (15 días) y el segundo del 15 de febrero al 2
de marzo de 2003 (15 días). En el primer periodo el clima tiende a
caracterizarse por la elevada temperatura y humedad relativa, así
como por la poca velocidad de viento; en el segundo, el clima por
lo regular presenta temperaturas frescas y humedad relativa baja,
normalmente en este período se produce una importante oscila-
ción térmica durante el día.

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Caracterización de los corredores


Por ser nuestro objeto de estudio, el comportamiento del corredor
está determinado por los elementos que lo definen como espacio
y como dispositivo. Las variables arquitectónicas que caracterizan
a los corredores estudiados son la orientación, el sistema construc-
tivo y la proporción. Como se mencionó, se estudiaron 30 corredo-
res que estaban presentes en 19 viviendas; es decir, en algunos ca-
sos se encontraron dos o más corredores dentro de cada vivienda,
los cuales variaban básicamente en su orientación, sin embargo,
entre vivienda y vivienda, los corredores podían variar en propor-
ción o sistema constructivo.
• Orientación. Los corredores pueden tener una de las si-
guientes orientaciones: noroeste, suroeste, sureste y nores-
te. Dichas orientaciones están determinadas por la traza ur-
bana. Dependiendo de la orientación se puede establecer el

• Sistema constructivo. Los corredores pueden estar cubiertos


número de horas de exposición solar directa.

por alguno de los sistemas constructivos: el terrado o teja-


do. El primero consiste en una serie de vigas de madera a
modo de trabes que sostienen una loseta de barro cocido y
sobre ésta tierra apisonada, cubierta con loseta de barro e
impermeabilizada, tiene un espesor de aproximadamente
0.30 metros. El tejado es el sistema constructivo convencio-
nal, construido con vigas de madera y sobre ella teja. Tiene
un espesor promedio de 0.20 metros. El terrado es una cu-

• Proporción. Es la relación entre el ancho (a) y la atura (h) del


bierta plana y el tejado tiene una cubierta inclinada.

cerramiento respecto a su sección transversal. Con ello se


identifican tres tipos de corredores: estrechos (relación a/h
0.6-0.9), medio (relación a/h 1.0-1.3) extendidos (relación
a/h 1.5-2.2).

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CAPÍTULO II | ENTORNO NATURAL COMPARADO

Análisis y evaluación de los corredores estudiados


Orientación
Las orientaciones noreste (NE) y noroeste (NO) tienen una expo-
sición solar directa al día de 4.7 horas, y las sureste (SE) y suroes-
te (SO) de 7.5 horas. Contrario a lo esperado, los corredores con
orientación norte (NE y NO) tienen valores de temperatura más
elevados que los corredores con orientación sur (SE y SO), a pesar
de que los orientados al norte obtienen tres horas menos de expo-
sición solar directa. En ambas orientaciones, la crujía siempre tie-
ne temperatura más elevada que el corredor, a pesar de que ésta
no tiene una exposición solar directa.
Tabla 1
Desempeño térmico de corredores y crujías
Orientación Promedio Oscilación
de temperaturas diarias de temperaturas diarias
corredor crujía corredor crujía
NE - NO 26.24 27.11 5.04 3.51
SE - SO 23.79 25.10 4.38 2.47

Por otra parte, el corredor en ambas orientaciones tiene la


condición de mayor oscilación respecto a la habitación. En el caso
de las orientaciones norte, la crujía se encuentra a +0.71°C res-
pecto al corredor, y en las orientaciones sur, la crujía se encuentra
a +1.31°C con relación al corredor. La diferencia en la oscilación
de las temperaturas diarias no es tan significativa, ya que en el co-
rredor encontramos una variación de 0.66°C en ambos lapsos de
exposición, mientras que en la crujía la diferencia es de 1.04°C.
Esto indica que las crujías tienen condiciones térmicas amortigua-
das por el corredor, ya que este es el que sufre los cambios y no
la crujía. Por otra parte, la habitación —al tener mayor temperatu-
ra— puede tener una acumulación térmica difícil de disipar por la
influencia del corredor.

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Sistema constructivo
El sistema constructivo de los corredores tiene como principal di-
ferencia los materiales con que está constituida la cubierta; un as-
pecto importante relacionado con el sistema constructivo es la ca-
pacidad absortiva del material, la conductividad del sistema y el
potencial de enfriamiento convectivo. En el corredor, el terrado
tiene +0.28°C respecto al tejado, mientras que en la crujía sigue
siendo el terrado el que tiene valores más elevados con +0.72°C
respecto al tejado; en ambos sistemas constructivos, la crujía tiene
valores más elevados que el corredor.
Tabla 2
Desempeño térmico de espacios, analizados de acuerdo al
material de cubierta del corredor
Promedio Oscilación
de temperaturas diarias de temperaturas diarias
corredor crujía corredor crujía
Tejado 25.93 26.81 5.10 3.69
Terrado 26.21 27.53 4.85 2.83

En términos generales, el sistema de terrado tiene mayor


temperatura que el de tejado, posiblemente debido a la inercia tér-
mica del sistema constructivo, mientras que el tejado, debido a su
inclinación, tiene mayor superficie sobre la cual distribuir la ra-
diación solar incidente. Esto también se puede explicar desde el
punto de vista geométrico; es decir, la cubierta inclinada permite
variaciones en la incidencia de radiación solar dependiendo de la
época del año, sin embargo el terrado tiene una misma incidencia
solar que varía únicamente de acuerdo al ciclo anual.
En lo que se refiere a la oscilación térmica, el corredor con
cubierta de tejado tiene ligeramente mayor oscilación, con 5.1°C,
a diferencia de los 4.8°C del terrado. Nuevamente las crujías son
las que tienen menor oscilación térmica y la del terrado la de me-
nor oscilación entre las dos. Los resultados indican que las cubier-
tas de teja son las que tienen mejor desempeño y, en cuanto a la
oscilación, las cubiertas de terrado, las que permiten comporta-
mientos más homogéneos.

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CAPÍTULO II | ENTORNO NATURAL COMPARADO

Proporción
La relación entre el ancho del corredor y la altura de cerramiento
presenta variaciones importantes: el corredor más angosto es de
un metro y el más ancho de 4.40 m; la altura de los cerramientos
va de dos metros el de menor altura, a los 4.50 m. Por las caracte-
rísticas de los sistemas, los corredores más angostos son los de te-
jado y los de mayor altura en los cerramientos los de terrado.
Tabla 3
Desempeño térmico de espacios, analizados de acuerdo a la
proporción del corredor
Promedio Oscilación
de temperaturas diarias de temperaturas diarias
corredor crujía corredor crujía
Estrecho 26.07 27.27 5.11 3.80
Medio 26.16 27.35 4.86 2.92
Extendido 26.08 27.23 4.85 2.50

La proporción del corredor produce las siguientes diferen-


cias de promedios diarios: 0.09°C entre el corredor más estrecho
y el medio, y 0.12°C en sus respectivas crujías. Estas diferencias
resultan poco relevantes si se considera que el impacto del ancho
de corredor fuera determinante en la ganancia térmica del mismo.
Por parte de las crujías persiste el hecho de que tienen mayor tem-
peratura que el corredor, aunque la diferencia es pequeña. La osci-
lación térmica también es pequeña, de 0.26°C entre las diferentes
proporciones del corredor y 1.30°C en la crujía correspondiente.
Esto quiere decir que el corredor estrecho es el que provoca mayor
oscilación, mientras que en el extendido resulta menor. Lo mismo
sucede con sus respectivas crujías.
Los mejores resultados son los asociados a las proporciones
extendidas, superiores a 1.5 y la conducta ambiental más benefi-
ciada es la oscilación de temperaturas de la crujía anexa a ese tipo
de corredor; es decir, que el desempeño de la crujía depende del
ancho del corredor. Esto indica que este último tiene un desempe-
ño más parecido a un espacio exterior y sirve como un amortigua-
dor de las condiciones térmicas de la crujía.

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Desempeño individual
El desempeño de cada corredor y crujía presenta resultados com-
plejos, ya que son producto de la conjugación de diversas variables.
Así, respecto al promedio de temperatura diaria, el corredor con
mejor desempeño (25.2°C) fue de terrado, con proporción media
y orientación noreste; en cambio, el de peor desempeño (27.1°C)
fue de tejado, con proporción estrecha y la misma orientación no-
reste. El corredor que permitió el mejor desempeño en la crujía
es de tejado de proporción estrecha, dando una temperatura de
25.90°C, y la crujía que presentó el peor desempeño (29.3°C), fue
la que se encontraba asociada a un corredor de terrado, proporción
media (1.3 m) y orientación noreste.
En cuanto a la oscilación diaria de temperaturas del propio
corredor, encontramos el mejor desempeño (3.7°C) en uno de te-
rrado, de proporción media (1.1 m) y orientación suroeste, mien-
tras que el peor desempeño (6.6°C) fue de tejado, de proporción
estrecha (0.6 m) y orientación sureste. En el mismo sentido, la os-
cilación diaria de temperaturas, pero respecto a la crujía contigua,
el mejor desempeño (1°C) está presente en una asociada a un co-
rredor de terrado, de proporción media (1.0 m) y orientación no-
reste; en contrapartida, la peor respuesta (5.6°C) la tuvo la crujía
vinculada con un corredor de tejado, de proporción estrecha (0.6
m) y orientación sureste.
El corredor, que en lo general presenta un mejor desempe-
ño diario con 25.8°C de temperatura promedio y 4°C de oscilación,
es de terrado orientado hacia el noroeste y con proporción de 1.1.
La crujía de mejor desempeño general diario es con 26.6°C de tem-
peratura promedio y 1.7°C de oscilación, dependiente de un corre-
dor de terrado, con orientación noreste y una proporción de 1.3 de
ancho respecto a la altura.

Conclusiones
En el presente estudio se identificó que el conjunto de los corredo-
res tiene aproximadamente un grado menor promedio de tempe-
ratura que el de las crujías inmediatas; mientras que las habitacio-
nes de la crujía tienen una oscilación de temperatura inferior en

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CAPÍTULO II | ENTORNO NATURAL COMPARADO

casi dos grados a la de los corredores. La importancia del corredor


en términos bioclimáticos, radica en que sirve como elemento de
protección de los muros de las crujías, retardando la transmisión
de calor hacia el interior del área habitacional.
Al provocar un área sombreada entre el patio central y las
crujías, se genera un espacio que sirve como separador entre el sol
y la sombra. Al mismo tiempo, el corredor permite que los vanos
puedan estar abiertos todo el tiempo aún en caso de lluvia; este
hecho evita la humidificación por filtración de agua. Por otro lado,
los vanos abiertos provocan circulación natural de aire que se ace-
lera con el diseño del corredor, logrando que el aire se renueve
constantemente. En una lluvia torrencial, por ejemplo, es probable
que el agua entre hasta un metro del área utilizable del corredor
pero jamás llegará a los muros, ni se llegará al extremo de cerrar
los vanos para evitar infiltraciones de agua, sacrificando con ello
la ventilación.
Concluimos que los corredores son un buen mecanismo de
protección solar, combinados con una buena inclinación de la cu-
bierta y una proporción del vano, así como la orientación permiti-
ría lograr mejores resultados al evitar altas temperaturas tanto en
el corredor como en la crujía. A diferencia de lo que ocurre en los
meses de temperatura templada en la que el corredor es más efi-
ciente como dispositivo de control climático de la habitación, en
los meses cálidos como septiembre, el corredor es más útil como
espacio arquitectónico habitable.
Para el desempeño del corredor es mejor tener una cubierta
plana que permita ventilación, y para la habitación es mejor una
cubierta inclinada que reduzca la ganancia de calor por conduc-
ción. El comportamiento del corredor es análogo a un amortigua-
dor de las condiciones climáticas hacia las habitaciones. Genera un
flujo térmico bidireccional: primero, las condiciones del periodo
diurno del espacio exterior se transmiten por medio del corredor
hacia el espacio interior y después en el periodo nocturno el fenó-
meno ocurre a la inversa. Por lo tanto se demuestra que el corredor
se comporta como un amortiguador, no solo como espacio sino que
también como un dispositivo de control térmico.

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Desempeño ambiental
comparado de la
tradición constructiva
de Colima

enfoque académico
Desempeño ambiental
comparado de la
tradición constructiva
de Colima

Adolfo Gómez Amador


Armando Alcántara Lomelí
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Publicado: Mayo de 2015

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