EXTREMOS; UTOPÍA

José María Viloca Pérez

A|MA. Grupo 1. Prof: José Ramón Moreno. 18/01/2016

 ÍNDICE

Introducción:

Miradas Excéntricas. Preámbulo / divagación.

Capítulos:

1. Vivir el presente; proteger el futuro.

2. Torino.
3. One more gate in the city.
4. Diálogo. “Lo cotidiano”.

Conclusión / Sentencia / Nueva invitación al diálogo

Nota: Este documento ha sido realizado con vistas a ser leído en una pantalla.
 INTRODUCCIÓN
Miradas Excéntricas. Preámbulo / divagación.
Este trabajo surje como continuación y ampliación o cambio de miras del
TFM seleccionado a principio de curso de la asignatura Arquitectura y Medio
Ambiente (A|MA): Miradas excéntricas. Comenzaremos por explicar de una
manera sintética el objetivo o temática de la tesis de Ferrán Ventura, antes de
entrar a los nuevos ejemplos y enfoques de los que se compone el trabajo,
repartidos entre los sencillos cuatro artículos, su preámbulo y conclusión.
Miradas excéntricas se basa en la difícil tarea de comprender la realidad que
rige el crecimiento sostenible de las ciudades. Se exponen diferentes ejemplos,
llamados “sumideros urbanos”, para llegar a esa comprensión. En estos extre-
mos se encuentran claves para declarar intenciones y para criticar la obsolescen-
cia de los diferentes crecimientos urbanos que se han dado y se dan en el
mundo. Tienen considerable importancia los aspectos políticos y económicos,
respecto a que han de renovarse y adaptarse a nuevos tiempos para que el crec-
imiento de las ciudades y el uso de los espacios públicos sean más sostenibles.
A lo largo del trabajo se aborda esta temática desde el tratamiento de ciertos
temas, experiencias urbanas o conceptos. Trata desde cómo hemos pasado de
explotar y abandonar islas naturales a construir islas artificiales para crear obje-
tos valiosos en el mercado, hasta lo necesario e incluso instintivo que debería
ser lo sostenible en la arquitectura, pasando por ejemplos de recuperación del
patrimonio natural en ciudades no sin consecuencias, o la intención de renovar
antiguos infiernos urbanos.
No se trata, pues, de una manera de abordar lo sostenible desde lo “verde”,
sino que va más allá. Los ejemplos ponen en crisis tanto el estado de bienestar
y capitalista en que vivimos, como la megalomanía de muchos arquitectos y
promotores, como los errores que se han cometido habiendo tenido incluso
raíces bien intencionadas, etc.
Los ejemplos que se exponen son tan rotundos que el autor consigue trans-
mitir muy bien sus pensamientos. Pero, como ya se dijo, y como él repite en
más de una ocasión, no pretende llegar a axiomas o descubrir nada que pueda
publicarse como algo a estudiar, sino un instrumento para desperdigar entre las
personas que lo lean el interés en mirar de otra manera situaciones aparente-
-mente apropiadas pero que pueden resultar nefastas, o riqueza en lo usual y
vernáculo que no deberíamos echar por tierra.
Respecto a las bases de sus planteamientos, podemos afirmar que vienen de
reflexiones personales, pero se pueden palpar las notables influencias de
autores como Guy Debord, Félix Guattari, Rem Koolhaas, David Harvey…
Se centra bastante en la reflexión acerca del estancamiento u obsolescencia
del sistema capitalista, de cómo actúa la política y de la manera de la sociedad
en apreciar la arquitectura como símbolo. Así pues, no realiza un análisis de lo
STB (sostenible) desde perspectivas técnicas o científicas, sino más bien
ideológicas, políticas, geográficas…
En todo momento focaliza más en cómo afecta a nuestro “mundo
antropológico” la explotación de la tierra y la especulación con arquitecturas
espectaculares, a en cómo lo hace en nuestro “mundo natural”.
Aborda, por ello, lo medioambiental, desde un punto humano de relaciones
y de evolución mental e ideas colectiva, más que cientificista y catastrófico
respecto a datos que puedan llevar a pensar que el mundo va a explotar
climáticamente.
Desde este punto de partida y explotando los pensamientos surgidos
durante la lectura del TFM acerca del mismo o de temas relacionados, empeza-
remos a explorar más ejemplos o simples reflexiones personales que a mí me
surgen acerca del día a día. Podemos llegar a examinar situaciones cotidianas,
políticas, económicas… pero evitando toda ideología excepto aquella que sea
respetuosa con la totalidad de nuestro medio.
Empecemos por hablar del famoso concepto de Estado, ese que tanto viene
a la mente cuando se habla de edificación y contaminación, o de reglas que
evitan la explotación excesiva del alrededor de las ciudades y poblaciones, para
abrir la veda. Con esto nos adentramos en el tema de lo medioambiental de
un modo algo diferente al de Miradas Excéntricas.
 No sabemos en qué dirección va este planeta, ni si todos los lugares están en tu propio camino de vida- superficialmente- más que tu deber como habitante
verdadero avance o decadencia. Por otro lado, también desconocemos si la del mundo sería todo un éxito, además de prácticamente utópico e idealista.
tendencia en el mundo desarrollado- el que alberga el modo de vida más Pero, sin duda, mejor es perseguir esa utopía que cualquier otra formulada que
contaminante- será más intervencionista o liberalizadora. lleve consigo la destrucción de nuestro hogar.

Por un lado, en el caso en que la sociedad se vuelva más liberal, que no

“capitalista”, como llama no de una manera del todo correcta Ferrán Ventura
en su trabajo “Miradas Excéntricas”- dado que se olvida de que el capitalismo
actual del mundo desarrollado no es extremo y puro en su concepto, sino que
está condicionado por el Estado de Bienestar-, la existencia de “normas” se
verá reducida en todos los sentidos o, más bien, la existencia de control de lo que
se hace- dentro de esto, de lo que se construye-. Si se disminuye la influencia de
los estados, la libertad de ser ecológicos podrá predominar tanto como la de ser
destructivos con la naturaleza y con la evolución de la mentalidad de la socie-
dad.

En la otra mano, tenemos la posibilidad de que el control sea absoluto. En

tal situación podríamos considerar utópico que todo el conjunto de normas
formuladas, actuando sobre conglomerados sociales tan diversos como lo
salvaje mismo, dieran lugar a un crecimiento 0 en el planeta. Bien, todos sabe-
mos que las utopías son eso, utopías. Además, le sumamos que es imposible
llegar a nada que se acerque a ese valor perfecto dado ese recurrente y habitual
pensamiento que emerge del sentido común, que es: no todos somos iguales ni
todas las situaciones son idénticas. Esto provocaría una multiplicación del
desastre del “querer manejarlo todo desde arriba”. Imaginen. Además parti-
mos, como hemos dicho, de que hay un ansia de control absoluto, surgida de
una desconfianza hacia los ciudadanos respecto a que tengan capacidad de
autocontrol.

Tras este pequeño borrón que concierne a la política- pueden deducirse

puntos intermedios, donde tendríamos lo malo de cada parte en lógicamente
distintas medidas-, podemos establecer una sentencia incuestionable para todos
aquellos que aman la convivencia pacífica con nuestro medio: universalizar una
conciencia ecológica.

La consideración hacia el medio en que se habita ha de estar por encima de

aquellos hábitos humanos aparentemente necesarios que maltratan a la natu-
raleza. Llegar a que no importe lo que dictaminen los estados o lo que te exija
 1.
Vivir el presente; proteger el futuro.
Sin ánimo de convertir nada en un axioma ni de meternos en política, vamos
a comenzar este artículo con esta sentencia, planteada como irremplazable:
Lo efímero creado a partir de la participación ciudadana es la solución definitiva para
la mejora de las ciudades.
Mientras que en el próximo capítulo nos desviamos a lo permanente, a un
caso en concreto del que podemos aprender, en el tercero exponemos un ejem-
plo que casa muy bien con lo que vamos a hablar ahora: lo de Turín es algo
incompatible para tratar desde esta perspectiva pues no es una renovación ni
cumplimentación de necesidades surgidas, sino de crecimiento de ciudad en
largos plazos de tiempo; lo de One more Gate in the City, sin embargo, aunque
pueda ser un proyecto con un aspecto de sólidamente emplazado, no deja de
ser algo que responde a una necesidad actual y que puede ser transformado sin
grandes costes energéticos y económicos cuando se vuelva vital un problema
de distinta índole.
Ahora, vayamos por partes.
¿Por qué lo efímero?
Los tiempos cambian, las personas cambian, las ciudades cambian. Las
necesidades cambian, la tecnología avanza, las modas cambian. El modo de
vida cambia- y ojalá que siempre fuera rotando alrededor de un sol limpio-, la
economía cambia y las perspectivas del desarrollo cambian.
El mundo desarrollado está estancado en unos valores y formas de ver la
vida, pero no para de evolucionar en otros aspectos, así que no nos pongamos
vendas respecto a que el capitalismo tal o que el capitalismo cual, o que la
socialdemocracia cual o que la socialdemocracia tal.
Qué impactante es ver en la película Koyaanisqatsi esos derribos masivos de
proyectos gigantes de habitación. Qué sencillo es ver cómo se desmontan las
ferias y los escenarios públicos. Qué caro y contaminante es lo primero, qué
desperdicio y gasto de esfuerzos, y qué limpio, justo y planificado es lo segundo.
Si algo destinado a ser desmontado se convierte en una intervención
perpetua, sólo sea por deseo de conservación por generaciones y generaciones
de ciudadanos. ¿De quién es la ciudad, si no de su gente? En este caso, única-
mente, algo no será efímero, pero seamos cautos: en cualquier momento se
descartan pensamientos y actuaciones pasadas.
Podemos llegar entonces a una mezcla entre el concepto efímero y el
concepto de ligereza– en varios sentidos-, donde no entendemos que toda
transformación de los espacios públicos tengan que ser kioskos ambulantes-
evitemos ser cínicos con este tema-, sino que toda transformación es suscepti-
ble de ser sustituida, sin un gran gasto, para renovar las atenciones frente a las
necesidades ciudadanas.
¿Por qué la participación ciudadana?
Recordemos algo que acabamos de decir. “¿De quién es la ciudad, si no de
su gente?”
Personalmente, llevo meses pensando en que este es el punto en que encon-
tramos concilio para muchos asuntos, como por ejemplo el de los límites de la
arquitectura realizada- que están en el usuario-, pero sobre todo para la política:
la participación no sólo es un impulso enorme para crear y mantener lo común,
sino además una forma de eliminar el despotismo- indirecto- propio de la
democracia representativa.
En naciones como Reino Unido esto emerge con fuerza- véase el concurso
Play Wimbledon ganado por el estudio sevillano Lugadero-, a pesar de la men-
talidad liberal generalizada de sus ciudadanos, y es que muchos creen que es
más propio de ideologías de izquierda cuando realmente es un “despegarse” de
los ciudadanos respecto del Estado, un auto gestionarse, administrarse compar-
tiendo sus recursos. No deja de ser tampoco incompatible con una ideología de
izquierdas por esto que hemos afirmado, y es que a veces los extremos se tocan.
En la mayor parte de los casos, pues, al igual que en lo cotidiano- los niños
deberían elegir sus propios juguetes, y no sus padres-, el ciudadano sabe lo que
quiere, y lo cuida y mantiene sólo cuando lo siente como algo propio. Paisaje Transversal son
un estudio español referente en
los procesos de participación
A continuación expondremos diversos ejemplos de actuaciones de
ciudadana para regeneración
mediación de estudios de arquitectura y grupos entre ciudadanía y ayuntamien- de ciudades utilizando un
tos. Dejemos lo hablado ya por parte de los creadores. elemento clave: la gamificación.

http://www.paisajetransversal
.org/2014/05/OlotMesB--
regeneracion-urbana-Olot.html

El colectivo estonoesunso-
lar se dedica a regenerar
parcelas sin edificar mediante
procesos participativos con usos
demandados por los vecinos.

https://estonoesunsolar.wordp
ress.com/

Assemble, colectivo de
regeneradores urbanos surgido
en Londres y recientes
ganadores del premio Turner,
llevan a sus espaldas un
conjunto de obras realizadas
de gran componente artística
que han logrado recuperar
infraestructuras y salvar
lugares. En este caso, se
realiza un cine en una
gasolinera abandonada.
 Boamistura son un grupo de artistas
surgido en Madrid que se dedica
a, mediante intervenciones artísticas
basadas en la pintura y el uso de color,
implicar a los vecinos de lugares degradados
o conflictivos para recuperar un valor, y un
aprecio por parte de los ciudadanos hacia lo
común. En este caso, remarcaron un
sentimiento de comunidad junto con los
vecinos del barrio de Chorrillo, Panamá.

http://www.boamistura.com/projects.html

El artista Matthias Rhies tuvo la

iniciativa de, con sillas abandonadas de
diferentes ciudadanos, graffitear en masa
las palabras “public chair”. Inmediata-
mente, la mirada hacia estos muebles
desolados cambió por completo

http://matthiasries.com/works/public-
chair/

La House of Words de
Gotemeburgo, Suecia, es un proyecto
realizado mediante la intervención de
los ciudadanos de la zona, la artista
Loulou Cherinet y el diseño
estructural de Recetas Urbanas.

http://www.recetasurbanas.net/
v3/index.php/es/component/joomd
/proyectos/items/view/how
 Existen muchos más ejemplos, casi incontables, de intervenciones que
cuentan con una implicación de la ciudadanía y realizadas con éxito, pero no
vamos a ejercer la función de muestrario de posibilidades.

Es interesante detenerse a pensar, principalmente, dentro de este marco, en

dos factores que hacen irresistibles a la mayor parte de las intervenciones que
logran objetivos reales: la vinculación a lo artístico, y el factor gamificador.

Por un lado, es bastante usual ver como los vecinos se interesan en colabo-
rar con artistas, no sólo arquitectos, para simplemente dar mejor aspecto a sus
barrios; puede que no haya nuevos usos o funciones incorporados en ciertos
proyectos, pero con intervenciones que gozan de cariño se genera un vínculo
de propiedad, de pertenencia, muy positivo para la conservación de lo común.

Por otro lado, aunque menos explotado en los ejemplos expuestos, la gami-
ficación es un tema que merece dedicar un tiempo de investigación y estudio,
porque, al menos para mí, resulta algo desvelador, tremendamente interesante
y útil. Cuando conviertes en un juego la toma de decisiones, sustituyendo abur-
ridas reuniones de vecinos, y los factores de ese juego son las componentes a
tener en cuenta en un barrio o ciudad, automáticamente estás llamando a un
mayor número de ciudadanos a participar y les estás haciendo pensar, espon-
tánea y sinceramente, acerca de lo que desean hacer en cierto lugar y cómo
pretenden llevarlo a cabo. Invito a investigar en la Teoría de Juegos, el concepto
de gamificación o ludificación y las críticas y propuestas de la autora americana
Jane Jacobs.

Como ya hemos mencionado, en el próximo capítulo vamos a hablar de

Turín, de su evolución formal durante tres siglos, principalmente- aunque se
haya notado una uniformidad hasta los tiempos actuales- y las consecuencias
que podríamos extraer en este aprendizaje. Tras ello, veremos un trabajo de
quinto curso de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Sevilla donde
está difuso el límite entre el diseño y el uso y la participación ciudadana se
convierte en el estandarte del desarrollo del proyecto.
 2.
Torino

Leyendo la historia, y no necesariamente la más reciente, podemos encon-
trar ejemplos de imperios y reinos buscando lucir su espectacularidad, o
procurando alcanzarla para después presumir de ella. Turín, capital del
Piamonte italiano, es una ciudad que esconde una interesantísima historia de
evolución urbanística y arquitectónica a base de un accidental reciclaje con-
tinuado.
Fotografía aérea del estado actual del centro de
Turín. Puede intuirse cual es la zona de mayor
edad a raíz de su pequeña escala viaria y
edificatoria, pero bien es cierto que las ampliaciones
que pueden distinguirse gozan de una corresponden-
cia sin igual con la ciudad preexistente.

En el siglo XVII, con el propósito de celebrar el centenario como capital del

Estado de los Saboya y de convertir dicho estado en un reino -hecho que
vivirían sus herederos en adelante-, el duque Carlo Emanuele II (1634-1675)
quiso mostrar al mundo con una especie de campaña de marketing la perfec-
ción barroca que tenía su urbe. Encargó recoger un conjunto de imágenes y
textos que demostraran la categoría de su estado. Se obtuvo un maravilloso
atlas que describía la situación de Saboya y concretamente de Turín, la joya del Plano de la ciudad, 1674. En este punto ya
ducado. Se grabaron planos de las ciudades y villas, perspectivas tanto urbanas había sufrido su primera transformación; lo
como paisajísticas, detalles de los diferentes espacios y de las más representati- veremos en detalle más adelante. Turín estaba
vas obras arquitectónicas. destinada a disfrutar de una gran originalidad- o
seriación.
Todo esto no era un para nada; lo cierto es que la historia de los crecimien-
tos y reformas de Torino merece haber sido tan investigada y ensalzada. Invito
a visitar la ciudad si se tiene ocasión, de hecho, para corroborar lo que aquí
escribo.

La evolución formal de Turín desde tiempos renacentistas, totalmente

condicionada por la herencia de la traza romana -clásicos cardus y decumanus-,
hasta su tercera ampliación, que llegaría en los comienzos del siglo XVIII, nos
hace pensar acerca de su virtud para crecer dentro de los cánones de la época.

Las ampliaciones, que se dieron por diversas circunstancias- obviamente

entre ellas el crecimiento del ducado y su capital, que es la ciudad en cuestión-,
pueden catalogarse de espontáneas, de frescas, de obvias. Si no fuese por esas
pequeñas deformaciones que tuvo hasta los siglos XV-XVI se podría pensar,
observando las planimetrías de las siguientes décadas- y exagerando un poco-,
que todo pudiera haber pertenecido a un mismo periodo, que toda manzana o
edificio tenía la misma antigüedad.

1 2
3 4
1 Estado previo a las transformaciones fundamentales barrocas y neoclásicas. S. XVI.
2 Primera ampliación, 1620-1648.
3 Segunda ampliación, 1673-1683.
4 Tercera ampliación, 1715-1729.
Plano de planta del
Plan Voisin, Paris. Le
Corbusier.
Resulta obvia la intensa
ruptura que proponía el
arquitecto con la ciudad
preexistente.
Características como la perspectiva, la linealidad o la simetría eran clara-
mente muy apreciadas en los tiempos del Barroco, y el tejido urbano de Turín
era extremadamente propenso a dar lugar para ensayar con todo ello. Aparte,
pero que no ha de quedarse sin mencionar, en estas “parcelaciones” se erigi-
eron edificios de primera categoría, y de completa lealtad estilística hacia lo que
dictaba el canon de belleza. Pero detengámonos un instante a pensar.
Hoy en día es absurdo asentir ante la sentencia de que hay una norma
general o una manera de hacer arte y arquitectura considerada como el
súmmum formal, sí, pero existe un modo de vida en el mundo desarrollado, en
la parte del planeta que goza de un Estado del Bienestar- distorsionado con el
Capitalismo-, de apreciar la vida en la ciudad.
El control y la vigilancia que ejercen los Estados, las comunicaciones, la
economía, el consumo… crean en cierta medida unas corrientes de arqui-
tectura y métodos de diseñar ciudad, o de hacer crecer a las ciudades. Hemos
visto casos de todos los tipos a lo largo de los años, acertados o fallidos, teóri-
cos o realizados, que pueden hacer que nos lamentemos o que nos inclinenos a
pensar.
Le Corbusier aseguró que comprendía la llamada vida moderna antes de
proyectar el famoso Plan Voisin para París, que sería capaz de sustituir “espa-
cios insalubres” por “espacios racionales”, apropiados para los nuevos medios
de transporte, y para poder ver de nuevo, por ejemplo, “la plaza de la Concordia
vacía, silenciosa y solitaria”.
Rozamos uno de los dos extremos, en este caso el controlador, el creador de
burbujas dominadoras, el desinteresado del mundo exterior- paradójicamente-,
el impositor de modos de vida; lo insostenible. Por suerte o desgracia, muchos
famosos ejercicios teóricos no se llevaron a la práctica; en el caso del plan
Voisin, casi cualquiera que haya visitado la ciudad de París no querría que
muchos de los atractivos de los que disfrutó durante su viaje hubieran sido
prototipos de espacios públicos y edificaciones que podrían estar en cualquier
lugar del mundo.
 Lucio Costa y Óscar Niemeyer sí hicieron realidad su utopía de ciudad Plano de planta de
moderna en los años cincuenta: plasmaron sus buenas intenciones en una urbe proyecto, Brasilia. Costa y
Niemeyer.
pensada para los sistemas novedosos de transporte y la segregación de usos
–trabajo, administración y vivienda, sobre todo-, alcanzando cierto nivel de
hostilidad para una de las metas de las ciudades actuales: el desplazamiento a
pie por áreas no excesivamente contaminadas. Aunque bien es cierto que los
transportes públicos sí encontraron fácilmente su lugar en Brasilia.

Ciertamente, derrocha arrogancia el pensar que una sola mente puede

resolver los problemas de tantas vidas y tan distintas como las que habitan en
una ciudad, pero gran parte de la crítica arquitectónica ha llegado a apreciar
muchas de estas actuaciones, y por supuesto el mundo productivo respecto a
que proporcionan los recursos físicos para llevar a cabo tamañas actuaciones.

Podríamos seguir enunciando ejemplos de ciudades creadas desde cero, o Vista actual desde lo alto
ensanches megalómanos, y verificar tanto aspectos positivos como negativos, del monumento llamado Mole
pero resulta más productivo darse cuenta de que, en la mayor parte de los casos, Antonelliana de Turín.
no todas las ciudades aceptan las consiguientes reformas y ampliaciones que Incluso en la actualidad y no
necesariamente en una vista en
han tenido con soltura, ni acaban resultando precisamente sostenibles o planta seguimos percibiendo la
ecológicas. condición principal de la urbe.

Abajo: Panorama general

Volviendo a Turín, hallamos la solución a estos problemas, que residen en la actual de Turín.
moda y en las necesidades de un tiempo determinado. Las ampliaciones de esta
urbe no supusieron una violación de la imagen y del concepto de ciudad que se
tenía, ni un cambio drástico en la manera de diseñar o construir, y, sin embargo,
se logró una pieza exquisita dentro del mundo Barroco/Neoclásico.

Imaginemos el caso utópico en que cada ciudad hallase su lugar en el pano-

rama del cumplir con cánones pragmáticos- o bellos, atractivos- respetando su
virtud original: recurriendo a sus cimientos, a su fundación, a la esencia pura de
su condición. Casi lo ancestral. Traspolemos el caso casi puramente formal de
Turín a otros del tipo antropológico, sociológico, biológico, ecológico… que
pudieran darse; seguramente nos encontremos en medio de experiencias que
hagan que obtengamos un ideal de comprensión de los contextos de las
ciudades y de los seres vivos que habitan en ellas.
 3.
One more gate in the city

Con este capítulo que empieza, pretendo aportar una visión surgida dentro
de la universidad, concretamente en la Escuela de Arquitectura de Sevilla y en
la asignatura de Taller 7 (quinto curso). Dicho taller tiene como epígrafe
“Ciudad”.

Aunque resulta obvio, no habría introducido una explicación de un proyecto

que yo mismo he realizado si no fuese completamente en la línea de pensami-
ento que llevo teniendo últimamente. Aúna la intención de no dañar un paisaje
con la de establecer el proyectista un control mínimo frente a una libertad
enorme de los ciudadanos participantes en la intervención, que ajustarán todo
a sus estrictas necesidades; la pretensión de fomentar un sentimiento de pert-
enencia y romper barreras entre lugares que se encuentran cerca pero en reali-
dad están muy lejos unos de otros.

El enunciado del ejercicio fue The Gates of the City, y se centraba en la

entrada a Sevilla que representan el gran espacio entre Camas, el río vivo y hasta Arriba: ortofoto de gran parte del Aljarafe y Sevilla. Ubicación de la zona de intervención para “The
la estación Plaza de Armas abarcando también la dársena. El programa era de Gate of the City”.
elección para el alumno, considerando que se tenía que diseñar un edificio o Abajo: ortofoto de la zona concreta seleccionada para realizar el proyecto. Obsérvense las viviendas
intervención de tal envergadura y protagonismo como para ser considerado ilegales, su red de caminos, la perceptible obsolescencia de la carretera y su alrededor y el uso agrónomo de baja
intensidad ya existente.
una puerta a la ciudad. Se invitaba a pensar en ciertas carencias del lugar o
potencialidades: el paisaje, la posibilidad de llegar en bici y peatonalmente, el
diseño urbano que pudiera llevarse a cabo para conectar a los pueblos bajo la
cornisa del Aljarafe con Sevilla… etc. Todo el proyecto, por cierto, debía ser
explicado en inglés al ser un grupo bilingüe- de ahí el título.

Como punto de partida vimos que esa es la entrada rodada de Sevilla más
inmediata respecto al Casco Antiguo y, para colmo, incluye a la concentración
de uso comercial y de oficinas que supondrá la actividad de la Torre Pelli.

No goza por tanto este lugar de esa típica gradiente propia de la ciudad del
siglo XX en que encontramos el círculo industrial, el círculo residencial de
altura (los ensanches) y, por último, el Casco Histórico. Esto, por ejemplo,
ocurre al entrar desde Alcalá de Guadaíra o por donde se ubicaba el empla-
zamiento del anterior curso, que era en el entorno norte de la estación de Santa
Justa.
 Mi primera intervención en el curso fue decir que este lugar no se trataba de
una puerta a la ciudad, sino una puerta más entre las partes de la metrópolis que
es Sevilla- One more gate in the city. Por supuesto, aquello no fue empezar con mal
pie, dada la libertad que se dio a la hora de enfocar el proyecto por parte de los
profesores.
A partir de la equipación de la intervención y
del aporte de un reconocimiento a la vía de unión
peatonal entre el Aljarafe y el centro de Sevilla, la
red de caminos que está unida a él se fomentará
intensificando su uso.

Justo después, empecé a teorizar acerca de los vacíos de las ciudades- o entre
ciudades- como espacios naturales, frente a los parques completamente artifi-
ciales insertados dentro de una trama urbana, producto de un plan. En este
último caso cité como referencia extrema Central Park, parque surgido de
convertir una considerable parte de las manzanas de la retícula que es Manhat- Estamos tomando lo salvaje como parte de la
tan, en un parque cien por cien elaborado por el hombre- hasta el punto de que ciudad, no satisfaciendo un planeamiento de un
los árboles tenían que ser traídos de otros lugares dado el previo ataque de vacío.
ansiedad urbanizadora. Expuesta en los diagramas una síntesis del
caso extremo: Central Park, y una situación poco
común, dado que el urbanismo, al menos español,
Este vacío urbano es en gran medida una zona inundable, pero también no suele tomar zonas salvajes como parques
lugar de actividades ganaderas, agrícolas o hípicas, y, lo más conflictivo de todo: urbanos.
de residencia ilegal.

En mi proyecto quise responder a todas las necesidades que me fueran posi-

bles, centrándome en que, en una ciudad- considerando el Aljarafe como parte
de Sevilla-, cualquier habitante debería poder llegar andando o en bicicleta a
cualquier lado, y no únicamente mediante lanzaderas contaminadoras de Temporalidad y elementos que van satisfa- Previous steps | Gestion
BIG ANNOUNCEMENT
Camas
La Pañoleta

ciendo las partes del proyecto. Uso y evolución.

intervention area’s people

tráfico- en este caso, el nudo que forman la SE-30 con la A-49 que viene de
Triana
Old town

Incógnita: el uso del ciudadano.

Huelva, que es la situación actual.
GROUND EXAMINATION

SPACE’S RESERVATIONS
Camas
La Pañoleta
intervention area’s people
Triana
Old town

Llegados a este punto tenemos varios condicionantes del proyecto de EXCAVATIONS Execution

remarcable importancia. FOUNDATIONS

1. Reconocimiento de una conexión peatonal entre el Aljarafe y Sevilla. CANAL | WATER

2. Aprovechamiento del potencial productivo natural que tiene la tierra en

GROUND TREATMENT
Paths
Bike Lane
Road

su condición salvaje.
Orchards and park area

NEW PATHS | IN USE In use | Growth | Development

3. Protección frente a la inundabilidad del sitio.

Camas
Sevilla

4. Integración de los habitantes de las residencias ilegales de la zona. ORCHARDS | IN USE

5. Creación de un punto de actividad que fomente la llegada de más cami- STRUCTURES

nos y se haga reconocible esa red para el ciudadano, para un uso regular. FACILITIES | INSTALLATIONS

GREEN HOUSES | IN USE

El proyecto se resuelve mostrando la importancia de la carretera y carril bici Opening | Celebration

AUTO PRODUCED ENERGY

que llevan al puente de la Señorita para llegar al parking de camiones del borde
del río de la Cartuja, antes de torre Pelli, mejorándolo y equipándolo con usos
de aprovechamiento de la tierra y de cierta moda entre la población occidental
actual: huertos “urbanos”, parque recreacional, invernaderos auto gestionados
y paseo.

La idea es fomentar el paisaje existente no diseñando, de nuevo, un parque

urbano, o edificando en demasía, como hacían otros proyectos de la clase con
sus puntos buenos y malos, sino explotándolo en su propio beneficio.
Arriba: renders al estilo maqueta que representan la volumentría y emplazamiento del complejo.
La implicación que supondría para los vecinos tanto de Camas como de la
Abajo: Sección transversal realizada a escala 1:400 y planta del conjunto realizada a escala 1:1500.
Pañoleta, como de Triana como del Casco Antiguo, respecto a este lugar natu-
ral, sería una seguridad certerísima del proyecto a largo plazo. La sensación de En la siguiente página veremos como se van desvelando todas las partes de la intervención y cómo se van
pertenencia que la participación ciudadana crea, daría a este emplazamiento el relacionando entre sí.
reconocimiento de una pieza más de la metrópolis, haciéndose reconocible y
conectable con las redes de caminos rurales que pudieran conectar de manera
sencilla y perceptible el Aljarafe con Sevilla a lo largo del tiempo.

Los huertos e invernaderos alquilables, el paseo, sus instalaciones y el

parque esquivan el área inundable ayudándose de una mínima transformación
del terreno- dado que no se ha realizado una sola parte del proyecto sin
chequear que la topografía es apropiada, para no excederse en el gasto de recur-
sos energéticos y económicos-, y adquieren una fama y uso que se ha dem-
ostrado más que intensivo dada la mayor concienciación ecológica de la
población- véase el ejemplo de los huertos urbanos del parque Miraflores-, el
tiempo libre de que disponen la cantidad de personas paradas- debido a la crisis
económica- o la mayor preocupación por la alimentación de la ciudadanía-
gracias en parte a Internet.

Como prácticamente todo el proyecto es autoconstruido y casi auto gestio-

nado, se puede dar lugar a participar a los habitantes de las residencias ilegales
vecinas, que gozan de menos recursos, ofreciendo a cambio de la labor, por
ejemplo, alguna parcela o espacio en la infraestructura para albergar inverna-
deros. De esta manera, y con los habitantes de ambos lados de los ríos, se
pretende relacionar y unificar la conciencia de pertenencia a la metrópolis,
dotando al paisaje de actuación de mayor vida vegetal y animal.

La componente más técnica del proyecto y que lógicamente no pueden

llevar a cabo aquellos que quieran alquilar las parcelas o incluso levantar los
invernaderos y plantar los árboles del parque, son las instalaciones de la parte
cubierta del paseo- donde están incluidas las bombas que llevan a los depósitos
comunitarios el agua del canal que se abre paralelo a la carretera- y la infraes-
tructura de invernaderos, que consta de un par de pequeñas edificaciones de
control con depósitos conectados a la estructura metálicas mediante tuberías
incorporadas- esta ligera construcción hace de esqueleto para ir levantando
según se vayan solicitando para alquiler los diferentes invernaderos.

Podemos afirmar, por tanto, al tratarse de construcciones secas y prefabrica-

das, que sería una construcción relativamente rápida y ecológica, sumando que
los movimientos de tierra necesarios son muy escasos. Por otro lado, dependerá
de la velocidad con la que se acaben alquilando todos los pedacitos de tierra y
los huecos en el esqueleto para los invernaderos, el tiempo que se deba
aguardar para que esté completamente finalizado, aunque resulta obvio que
nunca tendrá una situación estática- pensemos en los que abandonen sus
tierras, en los nuevos propietarios, en la variación de las especies que se culti-
van… .

Como conclusión cabría establecer que, aunque el proyecto tiene sus limita-
ciones en cuanto a definición y lógicamente no es algo que vaya a realizarse, no
tiene por qué resultar difícil imaginar el planeamiento de una zona intersticial
entre núcleos urbanos para que sea apropiado por la ciudadanía de manera que
el uso evite masificaciones futuras de edificación- o que las dificulten lo más
posible, dado el valor sentimental y de pertenencia que pudiera adquirir el
lugar- y que fomente el carácter biológico del sitio, frente a un diseño déspota
hasta el más mínimo detalle de las cúpulas gubernamentales del territorio, que
se acercan mucho más a la imposibilidad de acertar cuántos recursos son los
realmente necesarios para construir la intervención, que a hacer posibles algu-
nos de los deseos de la población.
4.
Diálogo. Lo “Cotidiano”
Maestro: Hoy te noto raro.
Aprendiz: Vaya, ¿y eso?
Maestro: No sé, es como uno de estos días en que hay alguna
contradicción en tu cabeza. Uno de estos días en que
maquinas en contra de algo usual con tu habitual actitud
inconformista.
Aprendiz: Ríe . ¿Y se puede saber qué persona con dos dedos de frente
no está continuamente maquinando en contra de las
imposiciones que sufrimos?
Maestro: Asiente . Bueno, no creo que estemos ahora como para
preguntas y respuestas que dan lugar a eternos debates. Por
mucho que nos guste debatir.
Aprendiz: Vale, está bien. Es cierto que hoy tengo algo más en mi
cabeza, un pensamiento que me ha surgido al presenciar cierta
escena. Has de saber que el contártelo puede suponer uno de
estos debates de los que hablas.
Maestro: Lo asumo, ya que te he forzado en cierta manera a responder.
¿Qué ha pasado?
Aprendiz: Verás, iba andando por la calle y me apeteció sentarme para
descansar un poco.
Maestro: Mirada inquisitiva con aire de sarcasmo . Jóvenes…
Aprendiz: ¿Qué quieres? Estos nuevos zapatos me están matando. Total,
como iba diciendo… Me senté en un banco de una plaza que
me pillaba de camino a casa. Enfrente mía, a varios metros,
había unos cuantos chavales de quince o dieciséis años
charlando de nimiedades. Bueno, o eso me pareció hasta que a
uno de ellos empezaron a darle mucha caña.
Maestro: ¿Qué es lo que dijo para que se pusieran en su contra?
Aprendiz: Realmente no lo sé, ya que no les estaba escuchando: pensaba
en mis cosas. Pero por lo que oí desde que empecé a prestar
atención a lo que decían, creo que algo sobre el reciclaje de
basuras en los hogares.
Maestro: ¿Es que algo te atrajo, algo tan especial como para que
empezases a escuchar conversaciones de adolescentes?
Aprendiz: Sí. A decir verdad fue porque una anécdota como la que te voy
a relatar a continuación me salta; ya conoces mi sentido del
humor. Uno de los chavales llamó al resto “Pseudointelectuales,
víboras convencionales, hipócritas, e ignorantes integrales”.
Todo eso seguido, además. Sin coger aire siquiera entre
expresión y expresión.
Maestro: Asiente mientras el aprendiz esboza una sonrisa . Y dices no
saber qué había dicho para que empezaran a replicarle.
Aprendiz: Sí, en realidad no lo sé, pero por las pocas frases que se
dedicaron a continuación de esos insultos, intuyo que al chico
le habían criticado por no reciclar en su casa o algo por el estilo.
Él no parecía defender que “no hacerlo” fuese bueno. Habría
que ser muy idiota para pensar que es malo reciclar - Ríe -.
Expuso un par de hábitos que practica que ahorran energía,
hábitos que los otros criticaban de ser “Frikis” y de no
funcionar realmente. Les dijo que eran ignorantes porque le
seguían acusando de ser cruel con el medio ambiente, pero no
lograban entender que hay cosas mucho más importantes que
reciclar. La verdad es que eran unos chiquillos bastante
escandalosos. Parecía que llevaran la bandera de la paz consigo
a todas partes pero sin haber leído un solo libro antes de salir de
casa.
Maestro: Ríe . Vaya… ¿Defiendes al chico que no recicla?- vuelve a reír.
Aprendiz: Se ofusca levemente . No, a ver…
Maestro: Porque mira, piénsalo: está feo marginar por algo así a alguien,
o ejercer un maltrato alegando a la falta de un buen trato que
deberíamos tener todos con la naturaleza. Es contradictorio en
sí mismo. Pero mejor que haya peleas así antes que peleas por el
fútbol, ¿no crees?
Aprendiz: Pues yo no estoy tan seguro de eso. Pongámonos en el lugar del
chico: en su casa no se recicla y a lo mejor no es ni su culpa sino
de su entorno, o que simplemente por pereza nunca han tenido
esa iniciativa. Pero sin embargo lee en internet, en libros.
Maestro: Ríe . Deja de retratarte en ese niño, anda.
Aprendiz: Pero sin embargo lee y se informa sobre ciertas costumbres o
disciplinas a tomar para reducir la factura de la luz o que los
objetos que se compra le duren más tiempo para no tener que
comprar otros.
Maestro: Siempre es bueno informarse, eso no te lo niego. ¿Pero cómo
 sabes que ese chaval realmente se preocupa por el medio
ambiente y por las facturas que pagan sus padres?
Aprendiz: Bueno, ya no hablo de él, ni voy a criticar a los otros por tener
la gran pancarta de “Recicla y salva el mundo” bien alzada.
Ahora hablo de dos figuras que existen en la sociedad, dos
figuras que se me han aparecido a raíz de esa situación y que, la
verdad, antes o después pensaba comentártelas.
Maestro: Ilústrame.
Aprendiz: Hace mucho tiempo, el obrar de las mayorías venía dada por la
costumbre, pero tenía sus límites en la prohibición. Al fin y al
cabo, la tradición y la autoridad coartaban más las libertades
que ahora con sus imposiciones, en el primer caso legislativas y
en el segundo morales.
Maestro: Gozamos de más libertad ahora que en el feudalismo. Está
claro.
Aprendiz: Sí pero no. No estoy hablando exactamente de eso. Llegó un
punto en el que lo moral se transmitía a ciertas capas de la
sociedad mediante otras fórmulas. Ahora hay muchas más leyes
que antes y sin embargo nos sentimos más libres. Por ejemplo,
Internet puede hacernos libre pensantes, dependiendo de cómo
lo usemos, y podemos viajar por él en casi cualquier lugar.
Maestro: En Corea…
Aprendiz: Profesor, ni menciones los autoritarismos por favor. Me
enervan sobremanera- se detiene -. Como decía… Llegó un
punto en que la manera en que nos transmitían la moral no era
mediante tablas de la ley, o leyes, o, paradójicamente, órdenes,
sino por la publicidad tanto de la televisión como de la radio,
como de los periódicos, del cine, de la música o incluso del
propio Internet. A la publicidad yo no la llamo información.
Maestro: ¿Qué quieres decir?
Aprendiz: Muchas personas se autoproclaman súper ecológicas cogiendo
la bicicleta para salir de casa habiéndose dejado las luces
encendidas, o reciclando los deshechos de cartón mientras
consumen desenfrenadamente o meten las cosas calientes en la
nevera. Esas contradicciones me enfadan. Posiblemente esos
chicos eran del tipo “Recicla, recicla”, haciendo eco al “Recicla,
recicla” de las grandes plataformas mundiales ecologistas. Yo
reciclo, profesor, pero como muchos otros no me quedo ahí.
Maestro: Espera que intente hilar lo que estás diciendo… Expones que
frente a las limitaciones de antes, ahora podemos tener un
mayor campo de visión gracias a poder informarnos acerca del
uso correcto de los recursos que poseemos, ¿no?
Aprendiz: Asiente . Está claro que información es poder. Los pobres que
vivieran en cualquier ciudad europea en el siglo IX, por
ejemplo, no sabían ni leer. Les podías decir que irían al infierno
si no colaboraban con el Reino y la Iglesia y ya estaban
pagando sus impuestos por doblado.
Maestro: Sí, sí… Déjame seguir. Luego, también, hay titulares tan
grandes acerca de lo ecológico y sostenible que hasta el más
despreocupado por el medio ambiente puede tomarlos,
emplearlos, y presumir de ello para autoproclamarse un buen
obrador.
Aprendiz: Sí, es eso. A ver, está claro que hemos de dar las gracias a las
campañas a favor del reciclaje. Pero es que si no se hace
campaña por la culturización, por la verdadera concepción
ambiental, muchos se van a creer que con eso es suficiente.
Maestro: ¿Te refieres a que todos deberíamos aprender a vivir ejerciendo
un consumo 0?
Aprendiz: No, es absurdo afirmar que la solución está en algo parecido a
que el hombre se vuelva a vivir a la selva. Tampoco culpo a los
que reciclan y no saben que pueden tomarse ciertas medidas en
el día a día para ahorrar dinero y energía, o a los que conocen
mucho de esto segundo y sin embargo no reciclan. Es algo más
amplio lo que estoy diciendo.
Maestro: Déjame darte una idea… No sé si has notado que durante esta
crisis económica la gente pide más la cuenta, los negocios se
esfuerzan más por la buena imagen y los clientes se quejan más
a los comercios exigiendo una calidad por lo que han pagado.
¿Has pensado que a veces la necesidad de ahorro económico
puede coincidir con la de ahorro energético?
Aprendiz: Sí, pero por ejemplo aquel que crea que ahorra lavando más
rápido, realmente está ahorrando tiempo y no energía, ya que
tanto los lavavajillas como las lavadoras no se rigen por la
duración del lavado. Por no mencionar el resto de elementos de
cocina… Todos tienen sus triquiñuelas.
Maestro: A ver, tienes razón, sí. Si alguien desconoce cómo funciona una
lavadora, lógicamente no podrá ahorrar usándola. También hay que
saber, si nos ponemos así, que usar un buen lavavajillas puede hacer
que ahorremos mucha agua respecto al lavado a mano.
Aprendiz: Bueno eso depende de cómo se lave a mano.
Maestro: Está claro. Olvidas, además, otra cosa. Esa energía que gastamos de
más pueden llegar casi íntegramente de las renovables, cierto día.
Aprendiz: Sí, sí. Pero dejemos las renovables de lado. Actualmente casi toda la
energía que consumimos es “sucia”.
Maestro: Tampoco te pases.
Aprendiz: Vale, vale. Pero no salgamos del tema. ¿Entiendes lo que quiero
decir? Hacerlo todo rápido- transporte, mantenimiento del hogar-
para poder trabajar más, para poder ganar más dinero, para después
gastártelo en una compra que es más cara por tener sellos de
ecológico y natural… Ya sé que es extremo todo esto que digo, pero
necesitamos un punto de sensatez. Sin una verdadera conciencia y
cultura acerca de lo ambiental, viviremos siempre en una constante
contradicción.
Maestro: Y luego está tu particular odio hacia el asunto de los sellos ecológicos
en los productos.
Aprendiz: Bueno ese es otro tema- Ríe -. Pero yo sé que entiendes a qué me
refiero. No sé como no hay una asignatura en la escuela primaria que
te enseñe a utilizar los recursos más cotidianos de la ciudad y la
vivienda actual de manera que ahorremos tanto energía como dinero.
No sé cómo no se han dado cuenta en las cúpulas de que hace falta
no sensibilizar a las personas desde pequeñas acerca del cambio
climático y la contaminación, sino informarlas, enseñarlas, formarlas
en una convivencia pacífica con el medio.
Maestro: Sabes que soy partidario de la incorporación de lo medioambiental a
todas las capas de la enseñanza, incluso en la universitaria en
cualquier campo.
Aprendiz: Pues a eso voy. La cultura es el peor enemigo de la ignorancia, y es el
bando vencedor por excelencia.
Maestro: Y ya que entras en esto… ¿Qué se estudia? ¿Hay que obligar a
enseñar ciertas cosas? Surgirían otros problemas, problemas de estos
que te enervan. Te querría ver criticando el temario de una hipotética
asignatura de medio ambiente para niños de doce años.
Aprendiz: Bueno, profesor…
Maestro: Dime.
Aprendiz: En ningún momento he dicho que vaya a dejar de haber problemas.
 Conclusión / Sentencia / Nueva invitación al diálogo

Espero que el trabajo no haya sido más que un conjunto de semillas, o una
única semilla, que se implante en el lector para que siga reflexionando, y no
interpretado como una imposición de ideas. El campo está tan abierto...

Hemos de dialogar, de debatir, de investigar, de colaborar transdisciplinar-

mente entre arquitectos y con otras áreas de conocimiento para encontrar solu-
ciones a problemas que no creen más desastres; suficientes tiene ya el planeta y
la difícil convivencia entre las diferentes sociedades que lo habitan.

Los nuevos tiempos no son un impedimento para que la arquitectura siga

dando de sí, ya que lo que queda, ahora más que nunca, es tan bello como
ayudar a salvar la verdadera democracia y los lugares que habitamos.

No miremos con nostalgia hacia los excedentes de capital de otros tiempos,

a los gigantes presupuestos para museos, óperas y rascacielos que alojaran
grandes bancos, sino emprendamos con ganas un camino de renovación, y de
demostrar que la arquitectura siempre ha tenido y siempre tendrá respuestas
para las necesidades de la humanidad.

16 de Enero del 2016

 Bibliografía

CAPITEL, Antón: Nuevas lecciones de arquitectura moderna. Buenos

Aires, Textos de arquitectura y diseño, 2011.

KOOLHAAS, Rem: Delirious New York: A retroactive Manifesto for Man-

hattan. Academy Editions, London, 1978.

LYNCH, Kevin: La imagen de la ciudad. Barcelona, Gustavo Gili, 1998.

VENTURA, Ferrán: Miradas Excéntricas. Genealogías forzadas, sumideros

urbanos y ciudades extremas como reivindicación del espacio geopolítico.
Recolectores urbanos, Sevilla, 2009.

WOLFE, Tom: ¿Quién teme al Bauhaus feroz?. Barcelona, Anagrama,

2010.

http://urban-networks.blogspot.com.es/2014/04/turin-o-como-
construir-una-ciudad.html

https://es.wikipedia.org/wiki/Turín

http://www.lugadero.com/works/

http://www.paisajetransversal.org/

Y webs y autores o estudios de arquitectura mencionados durante el trabajo.