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POLICÍA NACIONAL DEL PERU

ESCUELA NACIONAL DE FORMACIÓN PROFESIONAL POLICIAL

ESCUELA DE EDUCACIÓN SUPERIOR TÉCNICO PROFESIONAL PNP SEDE-


CAJAMARCA

“EL CONFLICTO SOCIAL DE CONGA”

PRESENTADO POR:

ALUMNO PNP. CARLOS ALBERTO ZELADA CABRERA.

CAJAMARCA 02 DE ABRIL DEL 2022


I. INTRODUCCIÓN

El Perú no ha sido la excepción de diversos conflictos a nivel nacional de materia


socioambiental identificándose según la defensoría del pueblo 178 conflictos activos
y 45 conflictos latentes en el país, de los cuales, 147 son de tipo socio ambiental, lo
que representa más del 65% de los existentes en el territorio nacional. Todos estos
conflictos tienen como protagonista a los pueblos y comunidades indígenas, donde
la falta de atención por parte de las autoridades nacionales que han mostrado, ha
hecho que algunas de estas situaciones desencadenen lamentables episodios de
violencia.

En este contexto, el conflicto surgido por el proyecto de explotación minera “Conga”,


ejecutado por la empresa Minera Yanacocha S.R.L., se ha convertido en el principal
conflicto social en el país, y ha cobrado incluso la vida de cinco personas.

En el 2012, año del gobierno del presidente Ollanta Humala el caso de Conga
ocupaba las primeras líneas de los periódicos, televisión y murmuraciones en todo
el país y especialmente en la región de Cajamarca, donde hacia énfasis hacia la
rebeldía de un gobierno regional, la movilización de la población exigiendo la no
explotación de sus lagunas, expropiación de sus tierras, etc. insistiendo encontrar
soluciones técnicas; donde el futuro de la inversión y de Cajamarca estaba siendo
discutidos por el estado, las empresas, la sociedad, y la población en general. La
pregunta que todos nos hacemos es ¿Acaso Conga marca una diferencia con los
conflictos socioambientales anteriores? ¿Marcará algún punto de quiebre en la
naturaleza del conflicto y de las protestas, o en las respuestas del Estado o de las
empresas mineras? Se puede afirmar que a partir de este importante caso se han
comenzado a proponer reformas y políticas públicas alternativas, tanto del lado de la
Sociedad Civil, luego de Conga y la Marcha Nacional por el Agua, se ha generado
una iniciativa legislativa de protección de las cabeceras de cuenca y del lado del
Gobierno, se ha creado una Comisión Multisectorial encargada de elaborar un
conjunto de propuestas de reformas normativas orientadas a construir “una nueva
relación con las industrias extractivas”.

El objetivo de este trabajo es poder investigar el conflicto social que origino el


proyecto minero Conga ya que este conflicto no solo abordo temas económicos,
políticos, sociales, ambientales sino también la manera de como a través de esto se
pueden evitar en el futuro conflictos similares debido a la producción minera. En el
texto abordaremos temas proporcionando información de la línea del tiempo del
conflicto Conga, la actuación del estado y de las fuerzas armadas, policía nacional,
como también los pro y contra ante la comunidad de la realización del proyecto
Conga en Cajamarca.
II. DESARROLLO

- El Perú como país minero

El Perú ha sido en su gran mayoría proveedor de grandes materias primas,


generando una histórica dependencia económica de la explotación de sus recursos
naturales, dentro de estos sectores económicos y que se ve reforzado a lo largo del
tiempo con elementos simbólicos y retóricos, se denomina a nuestro país como
“Perú, país minero”. (VIZARRETA, 2013, pág. 10).

Según él (Ministerio de Energía y Minas, 2009), “a nivel mundial y latinoamericano el


Perú se ubica entre los primeros productores de diversos metales”, es el segundo
productor de plata a nivel mundial, el segundo productor mundial de cobre, y el
primer productor de oro, zinc, estaño, plomo y molibdeno en América Latina y es el
tercer país en el mundo en reservas de oro, plata, cobre y zinc. Siendo la “Cordillera
de los Andes la columna vertebral de Perú y la principal fuente de depósitos
minerales del mundo”. (Cervera, 2020).

Además, el país es un buen ejemplo de las tendencias globales de expansión


minera ocurrida en las dos últimas décadas. Son casi 20 años de crecimiento
continuo de la minería: en 1993, con la entrada en producción de la Minera
Yanacocha, que se convirtió rápidamente en la principal mina de oro de América
Latina, se inició formalmente una etapa de expansión productiva y de inversiones a
lo largo y ancho del territorio peruano. Es importante aclarar que, antes de la
entrada en producción de Yanacocha, la mayor parte del oro peruano se producía
de manera informal, precisamente en el estrato que las estadísticas oficiales
denominaban “aluvial y lavaderos”. Por otro lado, junto a la dimensión productiva,
los flujos de inversión que se mueven en torno de la minería y del creciente
comercio internacional, hay una dimensión territorial que es importante tomar en
cuenta para entender lo ocurrido en las últimas décadas. La minería creció
territorialmente y, cada vez más, de esta forma diversos ecosistemas resultaron
presionados por esta actividad. (Cervera, 2020).

- La Empresa Yanacocha en Cajamarca

Cajamarca es la primera región productora de oro del país. (Minero, 2020). Acoge a
la mina de oro más grande de Sudamérica y paradójicamente es la segunda región
más pobre del Perú. Constituye la cuarta región más poblada y la segunda
ganadera del país. El 67% de la población habita en el área rural y se dedica
principalmente a la agricultura y ganadería. (VIZARRETA, 2013).

Hasta 1990 las operaciones mineras en Cajamarca consistían en la explotación de


las minas de plata en Hualgayoc, cuya producción inició a finales de la colonia. Es a
partir de 1990 que se produce el boom de la minería en Cajamarca, con el inicio ese
mismo año de los primeros estudios de factibilidad por parte de Yanacocha y el
comienzo de su producción minera en agosto de 1993. Actualmente, las empresas
mineras más importantes en Cajamarca, además de Yanacocha, son Gold Fields la
Cima S.A. que realiza operaciones en el Cerro Corona en Hualgayoc; Lumina
Copper SAC que ejecuta el proyecto minero El Galeno desde 1993 en los distritos
de La Encañada, provincia de Cajamarca y Sorochuco, provincia de Celendín; y
Anglo American Michiquillay S.A. que realiza operaciones en el distrito de La
Encañada en Michiquillay, considerado uno de los depósitos de cobre más grandes
del mundo. Para marzo de 2012 existían más de 2863 derechos mineros vigentes
en el departamento de Cajamarca. (VIZARRETA, 2013).

- El proyecto Conga en Cajamarca

Ubicación del Proyecto Conga: El proyecto está situado a unos 70 km de la


ciudad de Cajamarca, en los distritos de Sorochuco y Huasmín (Provincia de
Celendín) y el distrito de Encañada (Provincia de Cajamarca). Se sitúa entre 3700 y
4260 m de altitud. Estas zonas se caracterizan por los lagos, los humedales (que
dan lugar a cientos de fuentes de agua) y los pastizales. Los valles de la región de
Cajamarca son muy verdes, la agricultura está muy desarrollada, es la principal
riqueza. (Perú, 2012).

Método de extracción: Representa una inversión de más de 4.8 mil millones de


dólares. Su explotación fue prevista para el 2014. Su método consistió en transferir
el agua de dos lagunas (Perol y Chailhuagón) para extraer el oro y vaciar dos otras
lagunas para su uso como depósito de residuos mineros. (Perú, 2012).

Las actividades de exploración del Proyecto Conga se iniciaron en el año 2004 en


los depósitos de Chailhuagón y Perol, y en base a dichos resultados se decidió
desarrollar el Proyecto Conga. Del año 2005 hasta el 2007 se iniciaron los estudios
de línea base ambiental y a partir de 2008 se actualizaron y empezó a desarrollarse
la ingeniería del proyecto, mientras se continuaba con actividades de perforación
durante el año 2009. En el año 2008 se aprobó, mediante Resolución Directoral N°
243-2008-MEM/AAM, el Estudio de Impacto Ambiental Semidetallado (EIAsd) del
Proyecto de Exploración Conga. Posteriormente, en abril de 2009, mediante
Resolución Directoral N° 081-2009-MEM/AAM, se aprobó la Primera Modificación
del EIAsd del Proyecto de Exploración Conga y luego se presentó una Segunda
Modificación. (S.R.L., 2010, pág. 89).

Yanacocha realizó la exploración aurífera a cielo abierto por lixiviación con cianuro
en cinco zonas: Cerro Negro, La Quinua, Cerro Yanacocha, Carachugo y Maqui. Su
actividad se desarrolla en cuatro cuencas del departamento de Cajamarca:
Quebrada Honda, Río Chonta, Río Porcón y Río Rejo. Este complejo minero
alcanza las 26.000 hectáreas y se ubica a más de 45 km. al norte del distrito de
Cajamarca, entre los 3500 y 4100 metros sobre el nivel del mar. Hoy en día
representa la mina de oro más grande de Sudamérica no sólo por la extensión que
ocupa, sino también por la cantidad de oro producida, el volumen de agua utilizada,
la cantidad de tierra removida, el alcance de la inversión realizada y las ganancias
obtenidas; llegando incluso a exportar cinco veces más que las demás empresas de
oro nacionales juntas. (VIZARRETA, 2013).

- Impactos de la minera Yanacocha en los ecosistemas y el ambiente en


todo el departamento de Cajamarca.

Desde el año de 1998 las organizaciones ambientalistas de la zona donde se


desarrolla el proyecto registraron una serie de incidentes de contaminación
ambiental producidos por la minera Yanacocha, ejemplo de esto es lo ocurrido en
setiembre de 1998 en el sector La Paccha, Provincia de Hualgayoc, que produjo la
muerte de truchas en el Río Llaucano; la contaminación con arsénico producida en
enero de 2000 que provocó la muerte de peces en 180 Km. de la cuenca de
Jequetepeque y de 12.000 truchas en la piscigranja de Granja Porcón; la muerte de
10.000 truchas en Piscigranja El Ahijadero en la Cuenca del Río Llaucano producida
en enero de 2001; la contaminación con metales pesados en marzo 2001 en Río
Grande y pH ácido en aguas que ocasionó la muerte de truchas en Río Grande y
piscigranja de la Posada del Puruay, a solo 4 km. de la ciudad de Cajamarca; la
muerte de más de 36.000 truchas entre agosto de 2001 y noviembre de 2002 en
Piscigranja de Granja Porcón; la contaminación con metales pesados en la
Quebrada “El Cushuro”, fuente de abastecimiento del canal de Túpac Amaru
ocurrida en el 2003, problema que Yanacocha “solucionó” dando un abono a los
pobladores; entre varios otros incidentes similares. (VIZARRETA, 2013)

En años más recientes se produjo la intoxicación de nueve trabajadores por un


derrame de hidrocarburos en la laguna Totoracocha, hechos ocurridos en febrero de
2008 . 45; en agosto de 2010 murieron truchas y ganado vacuno en el caserío Agua
Blanca, distrito de Sorochuco por las perforaciones del proyecto Conga que
contaminaron el rio Chirimayo; y en octubre de 2010 se produjo un derrame de
sustancias tóxicas en el canal de riego de Tual. (VIZARRETA, 2013)

También se encuentra el suceso ocurrido en Choropampa el 2 de junio de 2000,


cuando se produjo un derrame de 151 kilogramos de mercurio elemental a lo largo
de 40 kilómetros de la carretera que cruza Choropampa y dos poblados vecinos,
ocasionado por un camión de la empresa RANSA, contratista de Yanacocha.
Llamados por la curiosa sustancia de apariencia de plata líquida, los pobladores de
Choropampa recogieron el mercurio con sus manos en frascos, tazas y botellas, sin
contar con implementos de protección. En abril de 2004 un grupo de pobladores de
Choropampa, asesorados por FEDEPAZ, interpusieron una denuncia por delito
ecológico. Cabe notar que la Defensoría del Pueblo identifica en Cajamarca diez
conflictos sociales activos, todos ellos de tipo socioambiental. (VIZARRETA, 2013).

- Línea del tiempo del Conflicto Minero Conga


Esta línea del tiempo narra los acontecimientos ocurridos en el problema social del
proyecto minero Conga, empezando el año 2004 bajo el mandato del presidente
Alan García, donde se realizó un estudio sobre el impacto ambiental (EIA) del
proyecto Conga, este fue financiado por Minera Yanacocha quien lo confió a la
Knight Piesold Consultores SA., el estudio no estaba completo y no cumplía con el
artículo 169 de la OIT sobre la consulta previa de los pueblos indígenas. De esta
forma en este mismo año se anunció la realización del proyecto obteniéndose los
permisos para explotar las lagunas Perol, Chailghuagón y las zonas cercanas. En
ese entonces la empresa negaba todavía ser parte de Yanacocha y hasta se
permitieron criticar los escándalos de Choropampa y las persecuciones y asesinatos
de líderes sociales en Cajamarca. El alcalde de Celendín, promulgó una ordenanza
ese mismo año sobre la intangibilidad de la laguna Perol. (Perú, 2012)

El estudio del impacto ambiental, obligatorio antes de empezar la explotación


minera, se llevó a cabo el año siguiente, en 2005, los resultados fueron presentados
el 31 de marzo de 2010. Las personas que asistieron a la audiencia pública
afirmaron no tener libertad para hablar y hacer preguntas. Por otra parte, la
ubicación elegida para la audiencia, Encaña, es la jurisdicción de la provincia con la
menor área de influencia, ya que este distrito es del 20% de la superficie operada
por el proyecto Conga y para mayor transparencia, esta audiencia tendría que
haberse celebrado en Sorochuco o Huasmín ya que estos dos distritos representan
el 80% del área del proyecto.

En el año 2006, el gobierno de Alan García promulgó un decreto ley que impide a
los gobiernos locales a promulgar ordenanzas de intangibilidad, es a partir de este
momento que comenzó la tensión entre la población y la falta de seriedad del EIA ya
que este debió haber sido de clase III (detallado) y no de Categoría II (semi
detallada). El estudio hidrogeológico es incompleto y no garantiza la preservación de
los recursos naturales, considera la zona de influencia indirecta igual a la zona de
influencia directa y no establece un análisis en términos de cuencas. Por otra parte,
la población de Celendín sospechó de actos de corrupción entre el gobierno y
Yanacocha. (Perú, 2012)

En 2010 también se desarrolló en la región de Cajamarca un plan de Zonificación


Económica y Ecológica (ZEE) con vistas a un futuro plan de ordenamiento territorial.
El plan de la ZEE de Celendín fue aprobado por la población y con la presencia de
funcionarios de Yanacocha. Sin embargo, la empresa minera no tomó en cuenta en
sus acciones.

En 2011, año de las elecciones presidenciales, las infraestructuras del proyecto ya


estaban en construcción mientras que no había sido aprobado por las poblaciones
mayoritarias de las provincias de Celendín, Cajamarca y Hualgayoc, a pesar de las
preocupaciones legítimas por el agua, el proyecto continuó sin tener en cuenta las
demandas populares, por ello el 7 de noviembre, cerca de 14.000 personas
decidieron protestar para oponerse al proyecto. Además, el Gobierno Regional de
Cajamarca y su presidente, Gregorio Santos, se opusieron públicamente al proyecto
el 9 de noviembre, el día de la primera huelga general. (Perú, 2012).

A pesar de la suspensión del proyecto el 29 de noviembre, tras la petición del


Gobierno, la huelga indefinida comenzada el 24 de noviembre, siguió adelante
reivindicando una cancelación del proyecto por decreto gubernamental. Los
pobladores exigían la llegada del presidente, el cual respondió el 3 de diciembre con
un despliegue militar en la ciudad de Cajamarca, el ejército y la policía habían
ocupado la Plaza de Armas. Después de esta demostración de fuerza, con intención
de intimidar a la gente, el diálogo se inició entre una delegación de cinco ministros,
encabezados por el primer ministro Salomón Lerner, y los líderes locales, el estado
de emergencia, previsto para 60 días, dio por finalizado el 16 de diciembre. La razón
oficial fue el retorno a la calma, pero en realidad fue la presión ejercida por la
población y también varias organizaciones internacionales que obligaron al gobierno
a cancelarlo.

el 19 de diciembre se llevó a cabo una reunión sin éxito, donde el nuevo primer
ministro Oscar Valdés, acompañado por ministros de Estado, firmó un
documento que hacía mención a una pericia internacional para poner fin a los
problemas. Así que invitó al presidente regional de Cajamarca a hacer lo mismo,
pero al final, se negó. Gregorio Santos señaló más tarde que la reunión no se había
desarrollado conforme a los principios elementales del diálogo.

Entre el 1 y el 9 de febrero se llevó a cabo la gran marcha del agua desde


Cajamarca hasta Lima con el objetivo de presentar una lista de demandas sociales y
ambientales consideradas esenciales para la vida y la dignidad de las personas, no
fue declarado ningún incidente mayor y a la cabeza de este movimiento estaba
Marco Arana, defensor del derecho al agua y del medio ambiente, quien, a pesar de
recibir ataques y amenazas regulares, como muchos otros tantos líderes sociales
sigue diciendo alto y claro: ¡CONGA NO VA!.

A pesar del alcance nacional, e incluso internacional, de esta marcha pacifista de


800 kilómetros por la defensa del agua, el gobierno reiteró su firmeza a los
manifestantes diciendo que “el Perú seguiría siendo un país atractivo para la
inversión minera”, una manera de tranquilizar a los inversores extranjeros
asegurando que las autoridades no cederán a la presión social.

En cambio, los expertos responsables del estudio no pudieron declarar el proyecto


insostenible, sólo debían encontrar soluciones para limitar los impactos negativos
sobre el ecosistema de la zona ofreciendo alternativas para dar prioridad al agua
asegurando que la población podía beneficiar de su distribución. Los líderes
regionales no pudieron participar al proceso, pero designaron a un experto
internacional, Robert Moran quien publicó la conclusión de su informe a principios
de marzo: el proyecto Conga no era viable. El comité gubernamental estableció el
17 de abril un informe estimando la viabilidad del proyecto con la condición de
mejorar varios puntos. Después de dos meses de silencio, Yanacocha lo aceptó y
comenzó las obras. Esto fue demasiado para el pueblo de Cajamarca y en el mes
de mayo se declararon una huelga general indefinida. Manifestaciones y acciones
pacíficas se llevaron a cabo todos los días.

A finales de junio, Yanacocha anunció el inicio de la construcción de un depósito


para reemplazar el agua de una de las lagunas que se utilizará para el proyecto.
Desde entonces, se ha señalado una mayor presencia policial y militar en toda la
región.

El 3 de julio, la tensión se intensificó entre los militares y la población, más de 1000


personas marcharon ese día a Celendín, acusando al alcalde de ser favorable al
proyecto. El descontento se tradujo en lanzamientos de piedras contra los edificios
municipales. La policía respondió con tiros de granadas, gas lacrimógeno y ataques
directos. El día acabó con un saldo de 5 muertos y 20 heridos, Humala decretó
nuevamente el estado de emergencia en tres provincias de la región: Cajamarca,
Celendín, Hualgayoc y se llevaron a cabo detenciones arbitrarias y Marco Arana fue
encarcelado y torturado. A pesar del estado de emergencia, siguieron las
manifestaciones mostrándose la indignación de la población, frente a esta reacción,
el presidente Humala se vio obligado a contemporizar, consciente de que ninguna
persona de su gobierno era capaz de ser un buen mediador,  pidió al padre Ricardo
Cabrejos de ocuparse de este papel. Esta “comisión de diálogo” ha sido bien
aceptada por el pueblo de Cajamarca. También designó un mediador, el padre
Gastón Garatea.

Durante los últimos días el estado de emergencia siguió siendo riguroso. Y, a pesar
de la presencia militar, desde el escándalo del ataque de la policía contra los
familiares de las víctimas en su funeral, no tuvieron ningún “contacto”. (Perú, 2012).

- Los pro y contras del proyecto minero Conga en Cajamarca

Las posiciones favorables a la minería en Cajamarca provienen principalmente de


instituciones y personas vinculadas al desarrollo de la actividad extractiva tanto en
las operaciones como: trabajadores de las empresas mineras, contratistas o
personas vinculadas comercialmente a las mismas. Esto incluye las organizaciones
no gubernamentales (ONG) vinculadas a proyectos de desarrollo que se
desenvuelven bajo el auspicio de las empresas o sus asociaciones: como el Grupo
Norte y la Fundación los Andes de Cajamarca – ALAC. Para este conjunto de
actores, la minería es necesaria pues genera movimiento económico y permite o
permitirá, en el futuro, el salto necesario para convertir a Cajamarca en una región
desarrollada. Esta contribución se expresaría, en primer lugar, en los ingresos que
la actividad minera suministra al Estado central, al Gobierno Regional y a las
municipalidades por concepto de canon y regalías; lo que supone una base
económica insustituible para el desarrollo de Cajamarca. (Echave & Diez, 2013).

Según las estimaciones de representantes del Grupo Norte, la presencia de la


minería ha favorecido y contribuido en la provisión de servicios e infraestructura en
Cajamarca. Por ejemplo, se ha construido vías de comunicación, desarrollado
proyectos productivos (en áreas de influencia de los proyectos mineros) y mejorado
los servicios de salud y, sobre todo, de educación. Además del apoyo en áreas
rurales, la actividad minera ha permitido la construcción del nuevo hospital de
Cajamarca y mejora de servicios educativos que no existían en Cajamarca. (Echave
& Diez, 2013).

los empresarios y comerciantes agremiados en la Cámara de Comercio y


Producción de Cajamarca asumen que la actividad minera genera una serie de
encadenamientos económicos y productivos que benefician a la región, en términos
de la generación de servicios y provisión de productos. Para estas posiciones la
actividad minera es en sí misma desarrollo, pues aporta empleo, ingresos,
tecnología y movimiento comercial. De ahí que se pueda afirmar que, con la llegada
de la actividad minera, Cajamarca ha sufrido un proceso de transformación: de una
ciudad atrasada y aislada a una ciudad con mayor dinamismo y recursos. Un
aspecto importante es que quienes consideran la minería una actividad necesaria
para el desarrollo suelen defenderla como una opción inevitable, es decir, como un
“mal necesario”, la minería tendría que ser tolerada y se deben establecer
mecanismos de convivencia porque es necesaria e inevitable. Para estos actores, el
reto es aprovechar la oportunidad para generar procesos y actividades de desarrollo
“libres de minería” para el futuro, que permitan multiplicar las alternativas de
desarrollo de la región. (Echave & Diez, 2013).

Los que rechazan las actividades extractivas por razones diversas relacionadas con
el sentido común; con matices conservacionistas de protección ambiental, en
términos generales, posiciones que coinciden con el sentido común de la población,
por lo que circulan con mucha facilidad, y resultan sumamente creíbles y
verosímiles. Dentro de estas posiciones, podemos identificar una serie de discursos
o posiciones como son:

La minería como pérdida social: Para los pobladores urbanos, no articulados con
la actividad comercial del centro, migrantes del interior del departamento,
representados en juntas vecinales y organizaciones como las rondas urbanas, la
minería es una actividad externa, que deteriora el entorno social y afecta las
condiciones de vida de la población. (Echave & Diez, 2013)

La minería como ambientalmente indeseable: Las consecuencias de la


realización de la actividad minera genera efectos ambientales negativos. Por ello, es
enemiga de los procesos de conservación, ya que genera un deterioro del ambiente:
la minería ha producido la desaparición de lagunas en las partes altas; ha dañado la
vida silvestre, al acabar con la vida en los ríos y arroyos; ha perturbado el desarrollo
normal de los ciclos climáticos, dado que genera polvo tóxico y contamina con
desechos químicos su entorno; a su vez, ha contaminado los acuíferos y, en
general, ha afectado la vida humana. (Echave & Diez, 2013)
La minería como ineficiente para generar desarrollo: Un discurso bastante
destacado por informantes de diversa procedencia y nivel educativo, refiere al
“fracaso” de la minería como motor del desarrollo regional: “18 años de minería y
aún hay pobreza” o “18 años de minería y no se ve el desarrollo”. (Echave & Diez,
2013)

La minería como enclave poco integrado en la región: la minería aparece como


“separada” de otros procesos sociales. La actividad minera no termina de integrarse
en los procesos de desarrollo ni en la sociedad cajamarquina, lo que genera un
circuito paralelo y separado. Ello se expresaría, por un lado, en la circulación de
productos importados del exterior y consumidos de manera exclusiva por el personal
de la empresa, y, por otro, en la ausencia de relaciones interpersonales con los
trabajadores de la misma. (Echave & Diez, 2013)

Estas posiciones no se oponen necesariamente a la actividad minera en sí sino al


hecho de que esta genera una separación entre la economía local y la economía
minera, y entre los cajamarquinos. Esto se expresa en la capacidad de consumo de
la población, lo que deriva en conflictos y tensiones que surgen, incluso, al interior
de los núcleos familiares. Según estas visiones, existiría, de un lado, una Cajamarca
articulada en torno a la minería excluyente y, de otro, una Cajamarca poco
beneficiada y, más bien, perjudicada en su calidad de vida por la actividad
extractiva. La actividad minera aparece, así, como generadora de diferencias y de
diferenciación social en una sociedad que hasta hace poco se concebía a sí misma
como relativamente homogénea. (Echave & Diez, 2013)

- Ideología del desarrollo

El enfoque económico de las propuestas del Estado y las mineras, considera el


crecimiento económico como el motor del desarrollo y del progreso social, el
instrumento y la finalidad al cual pueden sacrificarse las exigencias sociales de la
población (VALCÁRCEL, 2007).

Por otro lado, el enfoque de desarrollo rural o territorial parece adecuarse más a las
expectativas de la población, pues enfatiza lo local, la sabiduría de los pueblos
autóctonos y sus tecnologías tradicionales. El desarrollo económico, entonces, es
una idea que, al ser impuesta desde afuera por el Estado y la empresa minera, no
concuerda con la base económica de los pueblos campesinos, la cual no ve los
efectos que dicho desarrollo promete. (Bolaños, 2013).

Es así como el desarrollo resulta ser una ideología, donde la definición de la


realidad está atada al interés político y económico concreto de quien la impulsa.
Está impuesta por las autoridades del Estado, por los medios, por la cultura
moderna neoliberal que enfatiza el comercio mercantil y la inversión privada.
Prevalece el enfoque económico del desarrollo, que busca cumplir con indicadores
puramente económicos de crecimiento y deja de la os aspectos humanos y
culturales. La ideología del progreso, o desarrollo, refleja la estructura de
dominación del país, donde las políticas neoliberales predican la ausencia del
Estado y la mano invisible del mercado. Detrás de esto está no solo el Estado como
benefactor primario del canon minero, sino también la élite empresarial cuyas
acciones e inversiones en las empresas mineras significan progreso económico solo
para ella. (Bolaños, 2013).

En un estudio sobre la pobreza se encontró que no había correlación significativa


entre las ciudades mineras y el desarrollo y que éstas no parecían influir en la
clasificación de pobreza de los distritos, puesto que “el efecto de la redistribución del
canon minero sobre el bienestar de los pobladores está mediado por cuán eficaz
sea el gasto público realizado con dicho recurso. Y la eficacia del gasto depende de
la competencia de los funcionarios, de las autoridades locales y de la ciudadanía
para vigilar la calidad del gasto”. (BARRANTES, 2005, pág. 30).

La incompetencia de las autoridades y la falta de vigilancia por parte de los


ciudadanos evitan que el canon pueda usarse de manera eficaz, y la indiferencia en
cuanto a la importancia de la educación y formación para mejorar este problema,
evitan que los recursos económicos se traduzcan en cambios reales. Las mismas
autoridades de Cajamarca ven cómo el canon no ha logrado tener un impacto
considerable ya que se ha destinado a proyectos pequeños, focalizados y con poca
incidencia a largo plazo, como postas médicas, escuelas y servicios básicos,
atomizando el monto a causa de la mala coordinación entre autoridades. (Roxana &
Anahí, 2005).

- Actuación de Estado Peruano frente al conflicto de Conga

Muchos fueron los comentarios negativos que envolvieron al estado peruano frente
a su actuación, ya que se lo tildó de un estado ausente, incapaz e incluso abusivo
debido a las decisiones que se tomaron frente a los acontecimientos que los
conflictos ocasionaron.

Durante el conflicto Conga, el Estado mostro debilidad en su manera de abordar el


caso desde la poca apertura al diálogo en el momento oportuno hasta las
represiones dirigidas contra los manifestantes, hechos que han debilitado la
legitimidad del Gobierno Central en la región Cajamarca y han mostrado al mismo
tiempo la debilidad institucional del Estado en tema de gestión y transformación de
conflictos.

Los sectores opositores afirman que el estado siempre ha estado ausente de la


región Cajamarca. Por eso es una de las causas del abuso de las empresas minera,
en especial Yanacocha. Señalan, que al ser consultados los representantes del
estado no toman en serio, la propuesta de que Cajamarca podría desarrollarse sin la
actividad minera, es decir apoyándose más en las actividades agropecuarias. Un
sector más asociado a instancias organizadas de la sociedad civil, académicos y
ONG, también pueden afirmar que el desarrollo de la actividad minera es un mal
necesario que genera recursos que pueden servir para impulsar el desarrollo de
Cajamarca. No son opuestos radicalmente a toda actividad minera, pero afirman
que el problema principal es que no se desarrolla correctamente, por falta de
regulación y control de parte del Estado y sobre por la inexistencia de una
participación ciudadana real y respetada a través del debate acerca de las
posibilidades y limitaciones del desarrollo en Cajamarca que considere potenciar y
articulación otras actividades económicas. (GUTIERREZ, 2018).

- Actuación de la Policía Nacional del Perú frente al conflicto de Conga

La colaboración de las fuerzas armadas frente al conflicto de Conga fue dispuesta


por el gobierno como apoyo hacia la PNP, en el marco del Decreto Legislativo N°.
119522, promulgado el 01 de setiembre del 2010. Pero este apoyo se dio mediante
la declaratoria de Estado de Emergencia del territorio en algunos casos, en otros no.
El texto de las normas que decretaban la intervención de las FFAA en apoyo de la
PNP:

“Artículo 2º.- De la actuación de las Fuerzas Armadas. 2.1. La actuación de las


Fuerzas Armadas constituye una tarea de apoyo a la misión de la Policía Nacional
del Perú y no releva la activa participación de ésta. El control del orden interno
permanece en todo momento a cargo de la Policía Nacional del Perú. 2.2. La
actuación de las Fuerzas Armadas estará dirigida a garantizar el funcionamiento de
los servicios públicos esenciales y resguardar puntos críticos vitales para el normal
desarrollo de las actividades de la población afectada, facilitando de este modo que
los efectivos de la Policía Nacional del Perú concentren su accionar en el control del
orden público y la interacción con la población de las Provincias del departamento
de Cajamarca a que se refiere el Artículo 1º de la presente Resolución Suprema.”
(PERUANO, 2021).

El apoyo de las FFAA se limitó a brindar seguridad a las instalaciones en los


establecimientos públicos estratégicos y los puntos críticos, con la finalidad que los
efectivos policiales, en su totalidad, fueran destinados al control de multitudes,
debido a los frentes que tenía que atenderse y los diferentes servicios que tenían
que cubrir. En algunas ocasiones se presentaron disputas entre los manifestantes y
los efectivos militares que tuvieron que hacer uso de sus armas; según los medios
de comunicación simpatizantes de los opositores y sus voceros, las muertes de los
ciudadanos en Cajamarca se produjeron como consecuencia de estos
enfrentamientos. Tal como lo indica el Decreto Legislativo 1095, las FFAA hicieron
uso de sus armas en su defensa o defensa de otra persona que se encuentre en
peligro.

Sobre el empleo de las fuerzas armadas en el control del orden interno en apoyo de
la PNP al amparo del Decreto Legislativo N° 1095, se tienen diferentes posiciones
de constitucionalistas. Algunos están a favor y otros en contra; sin embargo, la
Defensoría del Pueblo (2012), basada en un pronunciamiento del Tribunal
Constitucional, ha emitido una posición: “El Tribunal Constitucional ha reconocido
que es posible la intervención de las FF.AA. en apoyo al control del orden interno en
zonas no declaradas en estado de emergencia en casos de narcotráfico, terrorismo
y protección de instalaciones estratégicas para el funcionamiento del país. Sin
embargo, señala que la constitucionalidad de estos supuestos depende de que se
precise -mediante una norma con rango legal- los elementos para determinar
cuándo la Policía Nacional se encuentra sobrepasada en sus atribuciones, el plazo
mínimo y máximo durante el cual las FF.AA. pueden apoyar a la Policía Nacional,
los mecanismos de control político y jurisdiccional aplicables a estas situaciones, así
como los mecanismos para asegurar la vigencia y respeto a los derechos
fundamentales. Sin embargo, ninguno de estos aspectos ha sido precisado en el
Decreto Legislativo N°. 1095.” (Constitucional, 2009).

III. CONCLUSIONES

 En esta investigación del tema conflicto Conga se puede evidenciar acerca


de la violencia que tuvo el estado, los abusos de poder y prejuicios que
fueron generados por parte de la Minera Yanacocha, también la inadecuada
respuesta tanto del estado como de la empresa a las demandas y reclamos
por parte de las poblaciones afectadas.
 El conflicto Conga, también se constituye en diferentes mecanismos que
fueron utilizados por la población manifestante para situarse como oyentes
con la capacidad de proporcionar poder ilimitado para detener cambios en los
espacios de toma de decisiones del Estado y de la empresa. Los conflictos
en torno a grandes proyectos como en el caso de Conga es una muestra de
la decepción de la población afectada, pero también de la oportunidad que
tuvieron los interlocutores adoptando la capacidad de incidir en las decisiones
y acciones del gobierno.
 El Estado es un actor clave y su adecuada intervención debe permitir la
gestión, prevención y transformación de los conflictos para que de esta
manera se eviten los problemas sociales y se conviertan en problemas de
gobernabilidad. Los conflictos sociales repercuten en la gobernabilidad en la
medida en que el Estado muestra debilidad en el manejo de los conflictos
como también de las causas que no son atendidas por las autoridades e
instituciones competentes. Esto se evidencia en el conflicto Conga porque es
considerado como un caso emblemático en donde se da a conocer
tajantemente cómo los conflictos sociales repercuten en la gobernabilidad
generando inestabilidad en las más altas funciones, además de generar
violencia con serias pérdidas en vidas humanas, personas heridas y pérdidas
también en costos económicos.
 El conflicto social de Conga, puede volverse una oportunidad en donde el
Estado, las poblaciones afectadas y la Minera Yanacocha plantean
cuestiones profundas sobre el conflicto y sus causas, más allá de la violencia,
de la crisis política y de los costos sociales que se vivió en el país ya que no
solamente afecto una organización de las poblaciones en torno a sus líderes
sino y sobre todo porque la población hizo muestra de capacidades en
diferentes campos como por ejemplo se tuvo la capacidad para decir que el
EIA del proyecto no era adecuado; se utilizaron los mecanismos
institucionales para desarrollar mecanismos de defensa del medio ambiente;
socioeconómicamente, se plantearon propuestas alternativas para el
desarrollo. Estas capacidades son pruebas de que es tiempo para que exista
una relación más dialogante, con el único objetivo de buscar la mejora de la
actuación del Estado como también de la empresa minera.

IV. RECOMENDACIONES

 Este trabajo se enfocó en el análisis de la relación entre los conflictos


sociales, políticos y la gobernabilidad ya que son elementos importantes para
crear un clima favorable para un desarrollo equitativo del país, se considera
que la investigación presenta ciertos límites en cuanto a la influencia de los
conflictos sociales en la sociedad y en la economía, tarea pendiente para
investigar.
 Puesto que los conflictos sociales son y siguen siendo un problema que
afecta tanto la capacidad del gobierno, la convivencia sana entre los
ciudadanos, la capacidad de la producción, además de causar muertes y
heridos, se considera que las políticas del Estado para transformar los
conflictos sociales deben ser priorizados en torno a la escucha y el diálogo. El
conflicto social de Conga en todo caso, hubiera sido distinto si el Ejecutivo
hubiera tenido la voluntad de escuchar los reclamos de las poblaciones
afectadas y entrar en el diálogo con un espíritu democrático respetando las
diferencias y buscando establecer acuerdos y compromisos para fortalecer la
gobernabilidad.

V. BIBLIOGRAFÍA

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BLANCO_VIZARRETA_CRISTINA_PROYECTO_CONGA.pdf?
sequence=1&isAllowed=y
VI. ANEXOS

- Manifestantes protestan en Cajamarca contra el proyecto minero Conga.

- Manifestantes se reúnen para asegurar la laguna El Perol

- Protesta contra proyecto Conga en Celendín dejo 3 muertos y decenas de


heridos.
- La Marcha del Agua en Contra de la Minería Contaminante (yanacocha) link
del video: https://www.youtube.com/watch?v=txmeI6zQa5k

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