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Escuela Nacional de Pintura, Escultura y

Grabado “La Esmeralda”

Artes visuales

Dibujo III

Mara Sánchez-Hidalgo Cardeña

Profesor Edgard Gamboa Partida

Bye-Bye Kitty

Junio 2022

En este ensayo hablo acerca de mi proceso creativo y conceptual para mi


proyecto “Bye-bye Kitty” en el que analizo a la figura de Hello Kitty a través del
mercado, la globalización rosa, la hiperfeminidad, el soft power y también
develo los mecanismos de defensa suavecitos contra el trauma a través de
páginas de mi diario de la adolescencia apropiándome del traumacore, los
afectos representados en la estética cute/kawaii/cool y la ruptura y recuperación
de la relación con mi madre, quien es apodada Kitty desde la niñez.

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Bye-bye Kitty

1……………………………………………………………………………..….Portada
2…………………………………………………………………………….…Resumen
3……………………………………………………………………………………Índice
4……………….………………………… Introducción y esquema de temas a tratar
5……………………..…… Hello Kitty no solo es un personaje, sino un kyarakut
6…………………….……………Hello Kitty y su reproducción icónica (imágenes)
7………………………………………………Lo kawaii/cool/cute como soft power
8………………………………… Hard power y soft power (en las artes visuales)
9…………………………………………………………… The new girly-girl culture
10……………….…Hiperfeminidad, teoría performática del género y conclusión
11…………………………………………… Fuentes de investigación e imágenes


En este reporte de investigación y entrega de proyecto pondré en evidencia la investigación


material y conceptual realizada con el objetivo de la entrega final de la materia de Dibujo III
impartida por el profesor Edgard Gamboa. En mi proyecto Bye-Bye Kitty hago una
representación del diario que llevaba en la adolescencia con una estética de colores pastel y
tierna pero que al mismo tiempo toca temas resultado del trauma generacional,
específicamente del trauma generado a partir de la ruptura de la relación con mi madre (a
quien desde pequeña le apodan Kitty) y su reparación. Valiéndome de este hecho anecdótico
utilizó el producto de consumo Hello Kitty para representar a mi madre, lo que me permite
tener un dialogo con el espectador y una lectura diferente dependiendo de la atención que se
le otorga a las piezas.

Hello Kitty es una figura comercializada desde el año 1975 de la empresa Sanrio ubicada en
Japón, por lo cual ha sido parte de la vida cotidiana por generaciones, sus productos son
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comprados por personas de todas las edades haciendo de Kitty más que un personaje, sino
que una figura parte de la cultura pop, representante de la cultura hiperfemenina de la era
actual.

Para lxs consumidorxs Hello Kitty forma parte del vocabulario visual a través de su
iconicidad, pues al ser reconocida en diferentes partes del mundo insdustrial y global se
convierte en representante de la ironía, girl power y a veces, aunque no siempre, Japón.

En Japón (y el mundo global) es usual ver personajes que decoran los objetos de uso
cotidiano, haciéndose parte de la vida del consumidor, esto es conocido como kyarakut :

La palabra kyarakutā en japonés tiene básicamente dos significados. El primero es simplemente el préstamo del
inglés “character” que significa personaje. El segundo es el que traigo aquí y se refiere a los diseños y
personajes creados o usados para protagonizar todo tipo de bienes de consumo. Estos kyarakutā también se
llaman “kyara”1

En otras palabras, kyarakut navega en círculos capitalistas de intercambio, relaciones


sociales y consumo.2
Muchas personas coleccionan objetos de Hello Kitty (incluyéndome), desde utensilios de
cocina, accesorios para vestimenta, artículos escolares, entre otras cosas. En México, es
común ver en los tianguis, papelerías y otros locales en la calle objetos, rótulos y demás con
este personaje pues el producto en sí de Kitty habita en el exceso, gobernada por la lógica
de mercado más es mejor, Hello Kitty solo puede ser mejor al habitar mas espacios y adornar
más y diferentes objetos con su conocida estética kawaii:

La palabra kawaii es una de las más usadas por los japoneses en la actualidad. Expresa una sensación de
cierta alegría e ilusión y no solo se usa para describir a bebés o animales, sino que también se aplica a ropa,
artículos de decoración y hasta dulces. Es utilizada para señalar a las personas inocentes o tímidas. Su uso
también está relacionado con la vestimenta de la juventud japonesa, con ropas y maquillajes en estilos

1abranera, “Kyarakutā (キャラクター), marketing japonés”, Nipponario, 1 de Noviembre de 2012,


http://nipponario.abranera.com/?p=2072#sthash.SQO6HBjZ.Pv3cQsiq.dpbs

2Christine R. Yano, Pink Globalization: Hello Kitty’s trek across the paci c (Duke University Press,
2013), https://es.scribd.com/document/131671215/Pink-Globalization-by-Christine-R-Yano
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románticos.3
Los objetos de Sanrio con esta estética kawaii son parte de lo cool nacionalmente, pues bajo
las estéticas mundiales lo cute/kawaii se ha convertido en lo cool, así cada vez más y más
personas se unen para construir las dimensiones de lo kitsch japonés al consumir sus
productos. Sin embargo, volviendo a México resulta interesante la democratización del
personaje, haciendo accesible para personas de todas las edades y condición social sin dejar
de ser un punto icónico de las colecciones transnacionales que forman parte de las estéticas
globales, transnacionales y de poder.
Además de ser un kyarakut reconocido globalmente, también es un producto que abarcan
grandes generaciones de niñxs y adultxs, pues si bien muchos otros productos prosperan
intergeneracionalmente, no todos son como Kitty; a pesar de ser comercializado y tener una
estética que pareciera dirigida hacia público infantil, a todo mundo le gusta Kitty: una señora
mayor tiene una vajilla de Kitty, mientras que unx adultx puede tener un llavero y unx niñx un
peluche, lo cautivador en esto es reflexionar acerca de como la estética infantil repite el
patrón en lo kitsch adulto.
Según Marita Sturken, 4 lo kitsch como cute/cool, kawaii si bien funciona como una forma de
buscar comfort dentro de la vida contemporánea, escapar de la confrontación con duras
realidades políticas, también tiene el potencial de ser transgresor y jugar un rol critico en la
cultura popular, pues al re-pensar lo cool como una actitud de resistencia individual para
rebelarse contra la autoridad, en una clase de rebelión privada… una virtud secular, en las
palabras de Sturken.

En contraste, lo cute utiliza esta dependencia performativa como un estado de necesidad


infantilizada. De hecho la naturaleza contraria y performativa entre cute y cool, la poker-face
y distancia de la energía masculina contra la energía femenina de lo cute hacen de la
combinación de ambas un poder suave, o soft power, termino utilizado en política y

3 Nittono Hiroshi, “Descubriendo el signi cado de ‘kawaii’ a través de la psicología experimental”,


Nippon.com, 18 de Octubre de 2019, https://www.nippon.com/es/japan-topics/g00755/
#:~:text=La%20palabra%20kawaii%20es%20una,de%20decoraci%C3%B3n%20y%20hasta%20du
lces.

4Sturken Marita, “Tourists of History: Memory, Kitsch and Consumerism form Oklahoma to ground
zero”, (Duke University Press, 2017). https://read.dukeupress.edu/books/book/1253/Tourists-of-
HistoryMemory-Kitsch-and-Consumerism
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relaciones internacionales que se opone al hard power que se caracteriza por usar la fuerza,
amenazar con la fuerza, inducir al pago, entre otras cosas; como contrapunto esta el soft
power que se basa en atracción y persuasión positiva para alcanzar objetivos creando redes
de comunicación, creando narrativas que hagan al país naturalmente atractivo, en el caso de
las relaciones internacionales.5

En las artes visuales, podemos observar dinámicas parecidas en lo que a soft power/hard
power se refiere, el soft power artístico consiste en democratizar las expresiones artísticas,
hacerlas accesibles al público en general de diferentes maneras como utilizar referentes
conocidos, entre otras cosas; sin embargo en el mundo del arte actual el hard power es
constante pues las prácticas contemporáneas muchas veces resultan difíciles de digerir para
el espectador, al tener referentes antiguos e inaccesibles las artes visuales se convierten en
armas.

El color rosa, es el color de Sanrio y aunque el diseño original de Hello Kitty es de los colores
primarios (rojo, azul y amarillo), simbólicamente asociamos a la gatita sin boca al color rosa.

En un mundo anglo-centrico, rosa es el color de las recién nacidas y juventudes en general,


es el color pan-racial de orificios eróticos: la boca, la lengua, la vagina, el ano. El color rosa,
también al ser el color de un “brillo sano”, también es un color de un brillo sexual o el color de
la acción de sonrojarse que es atribuido a la energía femenina, pues hay que tener en cuenta
que el género es performático.

El sonrojo de género combina sabiduría, vergüenza, moralidad y enmascaramiento: en la


naturaleza del sonrojo se encuentra el aspecto revelador de expresar las emociones a través
del cuerpo - combinado con el hecho de que ciertos individuos pueden ligar el sonrojo con la
vulnerabilidad.6

Un ícono rosa particular de los cincuenta y que continua siendo popular hasta ahora no se
asocia con él sonrojo, Barbie, una muñeca con atributos adultos que fue creada por Ruth
Handler para Mattel.

5 Anónimo, “What is soft power?”, Soft Power 30, https://softpower30.com/what-is-soft-power/


6 Christine R. Yano, Pink Globalization…
8

Aunque el mundo de Barbie contrasta con el mundo de Hello Kitty, las diferencia son menos
importantes que sus semejanzas; ambos mundos rosa dependen menos en lo que es la
feminidad y más en lo que representa: una a través de la sexualidad adulta, mientras que la
otra a través de la dependencia y la infantlización. En realidad, el rosa es lo único que
comparten y también lo que les hace asociarse a lo simbólico como femenino.

Estos mundos compartidos encuentran un punto en lo que ha sido identificado por, Peggy
Orenstein como “the new girlie-girl culture” o la nueva cultura de la niña femenina, en mis
palabras, la hiperfeminidad de mi generación, en la que combina medios comerciales de
Disney, American Dolls, Pottery Barn Kids, que serian un símil a los Nenucos en México,
concursos de belleza infantiles, avatares online femeninos, y sus propias observaciones en
su hija, Orenstein hace una crónica de un mundo brillante y comercial de la feminidad de los
2000´s hablando desde lo tierno hasta lo sexual de maneras alarmantes.7

Angela McRobbie analiza la cultura de la niña femenina como “el mundo rosa y con volantes
de emociones en las que a la niña se le permite ‘convertirse’, la intensidad del cuerpo y sus
superficies y sobre todo las suposiciones que apuntalan estos rituales interminables de
diferenciación de género”8

Según Christine Yano, aunque la mayoría de quienes trabajan en Disney o American Girl
desaprobarían promover imágenes sexualizadas de niñas en sus productos y producciones
“sanas”, la yuxtaposición con los concursos de belleza infantiles alrededor del mundo del
siglo XXI y sus princesas salta entre significados e imágenes rosa. Entre lo sexual (Barbie) y
lo tierno (Hello Kitty) en la “niña femenina” existe un salto borroso, en el Japón
contemporáneo el color rosa de la sexualidad y cuteness encuentra su expresión en la
fetichización de hombre adultos sobre niñas, esto extiende la posibilidad de que Hello Kitty
(la mujer infantil) se convierta en Barbie (el objeto sexual)9

7Peggy Orenstein, “Cinderella ate my daughter”, (HarperCollins, 2011), https://es.scribd.com/read/


163577485/Cinderella-Ate-My-Daughter-Dispatches-from-the-Front-Lines-of-the-New-Girlie-Girl-
Culture
8McRobbie, Angela, “Feminism and Youth Culture: From ‘Jackie’ to ‘Just Seventeen’”, (Red Globe
Press London, 19991). https://link.springer.com/content/pdf/bfm%3A978-1-349-21168-5%2F1
9 Christine R. Yano, Pink Globalization…
9

La cultura femenina post-feminista se da la vuelta sobre política y criticas sobre el poder y se


envuelve mas en practicas del mercado para celebrar a la “mujer” incluso a la menor niña
femenina como un nueva ciudadana consumista, como un nuevo y configurado — no
feminista — actor en el mercado. Hello Kitty y la estética kitsch cool/cute/kawaii reposa
cómodamente en este rosa global, donde las complejidades pueden ser preocupantes.

Aunque entiendo las complejidades de la hiperfeminidad explicadas por Yano, no comparto el


pensamiento de que la hiperfeminidad esta estrictamente ligada con el rol de género
femenino, pues el género es performativo, según Judith Butler, el lenguaje produce la acción,
por lo tanto todos los enunciados en la vida social operan como “performativos” entonces
pueden modificar la situación, las actitudes, las emociones e incluso la identidad y/o el
comportamiento de los sujetos que lo pronuncian o escuchan10, por lo que lo hiperfemenino
no es exclusivo de quienes somos percibidxs o perforamos como femeninx.

Se suele asociar a la hiperfeminidad con lo banal, lo vulnerable, entre otras cosas, sin
embargo la expresión de una persona o cosa no dice nada acerca de su contenido, pues
estamos hablando de algo performativo, de una estética de lo femenino más que de lo que
normalmente se asocia a esta.

En mi caso, la hiperfeminidad funciona como un método de autodefensa suavecito contra el


trauma de haber crecido como mujer, apropiarme de está estética por la cual muchas veces
fui tomada como vanal o vulnerable es recuperar los afectos del pasado, regresar a pintarme
las uñas de rosa con mis amigas en una pijamada, pintarme de princesa con el pinta caritas y
jugar con nenucos con mi hermana, así también como resistencia hacia los roles
tradicionales de género al asumirme como persona dentro del espectro no binario.

En este trabajo conceptual y práctico utilizo la estética hiperfemenina como defensa


suavecita contra el trauma generado por la ruptura de la relación y los afectos con mi madre,
regresando a los diarios que escribía en ese entonces incorporando a Hello Kitty no solo
como mi madre, sino como la urgencia femenina de necesitar de lxs otrxs para sobrevivir en
este mundo híperglobalizado.

10Judith Butler. “El género en disputa”, (Paidos, 1990), https://www.lauragonzalez.com/TC/


El_genero_en_disputa_Buttler.pdf
10

Christine R. Yano, Pink Globalization: Hello Kitty’s trek across the pacific .Duke University
Press, 2013. https://es.scribd.com/document/131671215/Pink-Globalization-by-Christine-R-
Yano

Nipponario. http://nipponario.abranera.com/?p=2072#sthash.SQO6HBjZ.Pv3cQsiq.dpbs

Nippon.com. https://www.nippon.com/es/japan-topics/g00755/
#:~:text=La%20palabra%20kawaii%20es%20una,de%20decoraci%C3%B3n%20y%20hasta
%20dulces.
Sturken Marita. “Tourists of History: Memory, Kitsch and Consumerism form Oklahoma to
ground zero”. Duke University Press, 2017. https://read.dukeupress.edu/books/book/1253/
Tourists-of-HistoryMemory-Kitsch-and-Consumerism
Soft Power 30. https://softpower30.com/what-is-soft-
Peggy Orenstein. “Cinderella ate my daughter”. HarperCollins, 2011. https://es.scribd.com/
read/163577485/Cinderella-Ate-My-Daughter-Dispatches-from-the-Front-Lines-of-the-New-
Girlie-Girl-Culture

McRobbie, Angela. “Feminism and Youth Culture: From ‘Jackie’ to ‘Just Seventeen’”. Red
G l o b e P r e s s L o n d o n , 1 9 9 9 1 . h t t p s : / / l i n k . s p r i n g e r. c o m / c o n t e n t / p d f /
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Judith Butler. “El género en disputa”. Paidos, 199), https://www.lauragonzalez.com/TC/
El_genero_en_disputa_Buttler.pdf

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