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Este documento describe los beneficios de la lactancia materna exclusiva, incluyendo que provee todos los nutrientes y energía que necesita un bebé en sus primeros meses de vida y promueve el desarrollo cognitivo y protege contra enfermedades. También explica que aunque la lactancia es natural, las madres necesitan apoyo para iniciarla y mantener prácticas adecuadas. Finalmente, provee detalles sobre cómo ocurre la primera toma, la subida de leche y cómo estimular la producción de leche a través de la succión del be
Este documento describe los beneficios de la lactancia materna exclusiva, incluyendo que provee todos los nutrientes y energía que necesita un bebé en sus primeros meses de vida y promueve el desarrollo cognitivo y protege contra enfermedades. También explica que aunque la lactancia es natural, las madres necesitan apoyo para iniciarla y mantener prácticas adecuadas. Finalmente, provee detalles sobre cómo ocurre la primera toma, la subida de leche y cómo estimular la producción de leche a través de la succión del be
Este documento describe los beneficios de la lactancia materna exclusiva, incluyendo que provee todos los nutrientes y energía que necesita un bebé en sus primeros meses de vida y promueve el desarrollo cognitivo y protege contra enfermedades. También explica que aunque la lactancia es natural, las madres necesitan apoyo para iniciarla y mantener prácticas adecuadas. Finalmente, provee detalles sobre cómo ocurre la primera toma, la subida de leche y cómo estimular la producción de leche a través de la succión del be
nutrientes que el niño necesita en sus primeros meses de vida, y sigue cubriendo la mitad o más de las necesidades nutricionales del niño durante el segundo semestre de vida, y hasta un tercio durante el segundo año. La Leche Materna fomenta el desarrollo sensorial y cognitivo, y protege al niño de las enfermedades infecciosas y las enfermedades crónicas. La lactancia materna exclusiva reduce la mortalidad del lactante por enfermedades frecuentes en la infancia, tales como la diarrea o la neumonía, y ayuda a una recuperación más rápida de las enfermedades. La Lactancia Materna es un acto natural, pero al mismo tiempo es un comportamiento aprendido. Numerosas investigaciones han demostrado que las madres y otros cuidadores necesitan apoyo activo para iniciar y mantener prácticas apropiadas de lactancia materna. Unidad Curricular: Intervención de Enfermería en el Cuidado de la Mujer y el Recién Nacido. Monitor: Licda. Yocelina Zarraga. Realizado Por: Br. Nirkalis Chirino. Br. Rebeca Chirinos. Br. Francgelly Flores. Br. Vanessa Pirela. P.N.F Enfermería Integral Comunitaria Paso a Paso de la Lactancia Materna
La Primera Toma: Si se coloca al bebé sobre el
pecho de su madre nada más nacer, él solo irá buscando su «ración» (desde el primer minuto de vida ya pueden succionar). Pero habrá que dejarle su tiempo: dejar que huela a mamá, que vaya buscando el pezón... Ellos nacen preparados para mamar, así que lo más importante es dejarles hacer. Si la piel de la madre y la del bebé están en contacto directo y ambos están tranquilos, resultará más sencillo.
La Subida de la Leche: Suele ocurrir a partir de las
48 horas posteriores al parto, y consiste en la transformación del calostro (el primer alimento del bebé, con muchas defensas y proteínas) en otra leche, menos espesa y de color más blanquecino (también con proteínas, vitaminas y minerales, pero más abundante en grasas y carbohidratos que el calostro). La subida de la leche puede conllevar un aumento del tamaño del pecho en algunas madres. Si no ha habido una succión activa del bebé, puede retrasarse. El Estímulo: No es necesario preparar el pecho para que dé leche ni durante el embarazo ni después. Si has sido madre, ya está preparado. Sin embargo, sí puedes estimularlo para producir más cantidad. ¿Cómo? Poniendo al bebé al pecho. Con su succión, estará estimulando el pecho para que produzca más alimento.
Cuándo Ponerle al Pecho: Tu hijo llorará cuando
tenga hambre, pero se puede evitar llegar a eso. Poco a poco, empezarás a identificar las llamadas «señales tempranas de hambre». Verás que, cuando quiere comer, busca el pecho de quien lo coge, saca la lengua, si alguien le pone un dedo junto a su mejilla intenta chuparlo... Sin embargo, durante los primeros días puede resultar difícil advertir esas señales, así que lo mejor es ponerle con frecuencia al pecho, tanto de día como durante la noche. Si tiene hambre, intentará comer, y si no, seguro que le gustará ser acurrucado por mamá. Cada recién nacido determina cuántas tomas necesita al día: pueden ser 8, 12, 16...