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LA LACTANCIA MATERNA

Introducción
La leche materna es el alimento ideal para el bebé ya que:

 Se adapta y cubre todas sus necesidades a medida que estas evolucionan.


 Es muy asimilable y evita problemas digestivos.
 Aporta defensas contra enfermedades víricas y bacterianas hasta que el
sistema inmunológico del bebé funciona completamente.
 Es económica y práctica: la leche está siempre disponible y a buena
temperatura.
Tiene también importantes aspectos beneficiosos para la madre:

 Disminuye la hemorragia posparto.


 Reducción más rápida del tamaño del útero.
 Retraso de la primera ovulación posparto.
 Mejora la mineralización ósea con disminución del riesgo de fracturas
durante la menopausia.
 Disminución del riesgo de cáncer de mama y de ovario premenopáusico.
Prácticamente no hay impedimentos para la lactancia, ya que muy pocas enfermedades
conllevan una contraindicación.
Poco antes del parto ya existe la secreción de un líquido espeso amarillento, casi anaranjado,
de un alto valor nutritivo que es el calostro o leche primitiva.
Tras el parto empieza la secreción de una hormona, la prolactina, que es necesaria para la
producción de la leche. Luego el propio bebé estimulará la producción de esta hormona. La
succión del pezón provoca un estímulo nervioso que llega a la hipófisis, poniendo en marcha
la secreción de prolactina.
Poner al bebé al pecho durante las 2 horas que siguen al nacimiento constituye una ventaja
formidable, ya que durante las primeras horas el bebé suele estar atento y despierto. Algunos
recién nacidos se cogen al pecho inmediatamente, en la sala de partos. Otros no lo aceptan
hasta pasada media hora y otros, se mostrarán algo dormidos y no mamarán hasta las 24-48
horas.
La subida de la leche tiene lugar el tercer o cuarto día de la vida del bebé.
La producción láctea va poco a poco adaptándose a la demanda. En el seno no hay reserva de
leche, ésta se produce cuando  se succiona y es expulsada inmediatamente.
Existe otra hormona, la oxitocina, que contribuye a provocar la contracción de las glándulas
mamarias permitiendo la expulsión de la leche a través de los conductos galactóforos (esta
hormona también interviene en las contracciones uterinas del parto).
Al cabo de unas semanas, cuando la lactancia está instaurada, las células fabrican
constantemente leche y la secreción de ésta dependerá de la estimulación de la tetada que
vacía los senos.

Breve resumen histórico


Hasta hace 200 años, es decir, antes de la era industrial, teníamos muy poca información
escrita sobre la lactancia materna. Se supone que las madres amamantaban a sus hijos sin
descanso durante un periodo comprendido entre 2 y 4 años, tal como se observa todavía hoy
en algunos pueblos primitivos.  
En 1900 el Dr. Holt de Nueva York, después de medir la capacidad del estómago de los
recién nacidos, indicó que sus necesidades fisiológicas quedaban perfectamente atendidas
administrándoles la alimentación cada 3 horas. Esta observación fue publicada en su tratado
de Pediatría y en un libro-guía para padres.
En esa época la mujer empezaba a incorporarse al trabajo. También las embarazadas
comenzaron a frecuentar los hospitales para dar a luz y debido a la alta mortalidad de los
recién nacidos (La infección neonatal era muy frecuente), los niños eran aislados en recintos
especiales. Todos estos hechos favorecieron el inicio de una lactancia materna a intervalos
regulares de tres horas y que los bebés no permanecieran con sus madres después del parto.
En el transcurso de los años 70 con el auge de los movimientos naturistas, se procuró
nuevamente que los hijos estuvieran con las madres desde el momento del parto (rooming).
porque se consideró que en estos primeros minutos de vida se establece un vínculo muy
fuerte entre madre e hijo que favorece entre otras cosas la lactancia. En la actualidad esta
actitud de apoyo a la lactancia materna se ha visto reforzada en nuestro Instituto. Para poder
desarro llarlo con éxito se ha preparado adecuadamente al personal sanitario, consiguiendo
una alta cualificación del mismo para dar la orientación necesaria a las madres. Asimismo,
obstetras y pediatras imparten cursos de preparación al parto dirigidos a los futuros
padres con la misma finalidad.

Observaciones fisiológicas
Hoy sabemos que las leches de los diferentes mamíferos tienen distintas proporciones de
grasa, agua y proteínas que determinan básicamente el ritmo de la lactancia. La leche humana
es pobre en grasa y proteínas, lo que obliga a que el amamantamiento en la primera etapa de
la vida deba ser continuo. La observación fisiológica del pecho de la madre ha permitido
confirmar, a su vez, que también se produce expulsión de leche cada 30-60 minutos, en
concordancia con las necesidades de la criatura.
Por lo tanto, la adopción de regímenes de lactancia regulares cada 3-4 horas son claramente
inadecuados y dificultan dicha secreción. Por otra parte, la sensibilidad de la mama y el dolor
del pezón disminuyen significativamente en proporción al numero de veces que se coloque al
recién nacido al pecho. Esta técnica de amamantamiento permite además que el niño se
adapte mejor a su ritmo de descanso.

Consejos para dar el pecho

“Hay que desear dar el pecho para que funcione bien”


Es importante ser flexible y colocarse lo más cómodamente posible, evitando tensiones
inútiles.
La lactancia necesita tiempo paciencia y buena disposición. El arte de amamantar se
aprende con la práctica.

La lactación es un fenómeno fisiológico. El resto es simple. Hay que rodearse de personas


optimistas y competentes, tomarse tiempo y descansar.
La angustia de la madre puede dificultar la subida de la leche. Por este motivo hay veces que
hay que persistir y no desanimarse a pesar de las dificultades. La madre primeriza con
problemas, necesita atención y respuestas, no comentarios poco alentadores.
Cada mujer debe encontrar su postura preferida, sentada o tumbada, con el vientre del bebé
paralelo al de la madre y la cabeza del bebé en el eje del seno. No hay que sostener la cabeza
del bebé, él mismo se colocará a la distancia adecuada, para respirar y mamar cómodamente.
En general es mejor dar los dos senos cada vez, así los dos estarán regularmente vaciados y
succionados armónicamente.
Muchos niños alimentados con pecho no tragan aire al mamar y no necesitan eructar. Por este
motivo si el bebé se duerme no hay que insistir.
No hay normas fijas para saber cuantas tetadas se deben dar al día. Algunos bebés maman
con frecuencia y en pequeñas cantidades. Es mejor no contar. El ritmo lo establecerá cada
bebé espontáneamente y las tetadas se irán espaciando por sí solas.

Técnica
Se recomienda la colocación del bebé al pecho desde el momento del nacimiento, procurando
que su boca abarque no sólo el pezón, sino toda la areola mamaria. Al aplastar la punta del
pecho contra su paladar y succionar se produce también la eyección de leche provocada por
estimulación hormonal (oxitocina) refleja que origina la contracción de los conductos
galactóforos y hace que fluya la leche con facilidad y el niño no se fatigue.
Recomendaciones
Para una lactancia exitosa debe existir una actitud positiva por parte de la madre, del padre y
del entorno familiar. La leche materna suministra energía, protege frente a infecciones y
reacciones alérgicas y crea un vínculo afectivo muy particular entre madre e hijo que
transmite una sensación de seguridad a los bebés.
Desde el nacimiento hasta los 3-5 primeros días de vida, la secreción láctea se denomina
calostro y cubre perfectamente las necesidades calóricas del recién nacido. Es a partir del 3º
al 5º día cuando se produce la secreción de la leche madura. que coincide con un aumento de
volumen mamario y una sensación dolorosa parecida a la que aparece en los dos primeros
meses de embarazo. Es importante recordar que el 70-80% del volumen de leche es extraído
por el bebé en los primeros 4-5 minutos. Los bebés suelen succionar 5-8 minutos (sucking), y
a continuación duermen de unos 10 a 15 minutos. Estos episodios cortos de lactancia están
formados por 2, 3 y 4 suckings, con lo cual el número diario de lactancias completas oscila
entre 10 y 12. Varios suckings suelen ir seguidos de períodos de sueño de unas 4 ó 5 horas.
que le sirven a la madre para descansar.
Transcurrida la primera fase, el mantenimiento de lactancia se basa en una buena
alimentación de la madre y en evitar situaciones de estrés.
Aunque durante este tiempo pueden presentarse periodos transitorios de menos secreción
láctea, suelen superarse espontáneamente si no se interfiere con el llamado “biberón de
ayuda”.
Los regímenes de pérdida de peso y los ejercicios físicos que consumen muchas calorías no
son aconsejables a menos que sean complementados con una alimentación adecuada.
Asimismo deberían continuarse los tratamientos de aporte de vitaminas que se han seguido
durante el embarazo (hierro, calcio y acido fólico, etc.).

Lactancia en caso de gemelos


Nada impide dar el pecho en esta situación.
Puestos al seno regularmente, estimulan más la glándula mamaria si se les alimenta al mismo
tiempo, así ambos senos son estimulados juntos y producen el doble de leche.
En caso de triples o cuádruples, evidentemente la madre necesitará ayuda.
En estos casos tras el parto, es frecuente que haya comentarios poco alentadores del entorno
que  pueden angustiar a la madre y dificultar la subida de la leche. Hay que intentar no
dejarse influir.

Información complementaria
Puede solicitarla a su obstetra o a las enfermeras de la nursery ( 2ª planta ).
Pero si desea prepararse para este tipo de lactancia, le aconsejamos que acuda a los Cursos
de preparación al parto dirigidos a los futuros padres, donde personal cualificado
(pediatras, puericultoras, etc.) le orientará para que pueda realizarla de forma satisfactoria.

Trastornos durante la lactancia


Durante la lactancia se pueden producir diversos trastornos de mayor o menor importancia.
Pueden afectar al pezón o a la mama, o estar relacionados con la producción de leche.

Pezón plano o invertido


En esta situación la lactancia es posible, aunque en algunos casos puede resultar dificultosa:
Consejos:

 Estimular el pezón con los dedos o con un sacaleches.


 Vaciar ligeramente el pecho, manualmente, antes de empezar.
 En el caso de que tenga dificultades iniciales, mientras se da tiempo al recién nacido a
que aprenda, se puede iniciar la lactancia y mantenerla con la ayuda del sacaleches.
 Evitar las pezoneras.

Dolor en el pezón
Normalmente el dolor en el pezón puede evitarse con una buena postura.
Consejo:

 Evitar que el lactante succione si no está en una postura correcta.

Grietas
Aunque pueden ser muy molestas, la aparición de grietas no es causa suficiente para tener
que suspender la lactancia.
Consejos:

 No usar jabón ni protectores impermeables en el pezón ni la areola.


 Exprimir manualmente un poco la leche antes de empezar.
 No retirar la leche que quede en el pezón después de una toma. Es curativa y
protectora.
 Dejar secar los pezones al aire o bien con un secador de aire tibio durante 2-3 minutos
a 10-15 cm de distancia.
 Evitar las pezoneras.
 Empezar la toma por el pezón menos doloroso.
 Probar posturas diferentes de colocar al bebé.
Si las molestias son importantes puede ser necesario tratamiento, por lo que se debe consultar
con el médico.

Ingurgitación mamaria
La ingurgitación mamaria se produce cuando no existe un vaciado correcto de la mama.
Consejos:

 Probar posturas dif¿¿*erentes de colocar al bebé.


 Aplicación de frío entre tomas (compresas, bolsa de hielo, etc.).
 Dar el pecho frecuentemente para facilitar el vaciado.
 Realizar masaje a la mama y aplicar calor local antes de la toma, para favorecer el
reflejo de eyección.
 Completar el vaciado de la mama al finalizar la toma (manualmente o con el
sacaleches).
Si las molestias son importantes puede ser necesario tratamiento, por lo que se debe consultar
con el médico.

Mastitis
**
Consejos:

 Consulta con el médico.


 Evitar ropa que comprima el pecho.
 Seguir con la lactancia con los dos pechos, empezando por el sano.

Hipogalactia
La hipogalactia se produce cuando la leche se produce en poca cantidad.  Se da
aproximadamente en el 20% de los casos de lactancia materna.
La que se produce desde el inicio de la lactación se denomina primaria y se debe
habitualmente a un cierto grado de hipotrofia glandular mamaria.
La que se produce una vez iniciada la lactancia se denomina secundaria y se debe
principalmente a mala técnica o falta de disposición de la madre para el amamantamiento,
aunque también puede ser debido a alteraciones generales del organismo como anemia
importante, traumas psíquicos, anomalías del pezón o mastitis.
Agalactia
La ausencia total de producción de leche o agalactia es rara y tan solo aparece en el 1% de las
puérperas. El motivo es la ausencia o muy escaso desarrollo del tejido mamario.

Hipergalactia
La hipergalactia o excesiva secreción de leche es un proceso raro, pero cuando aparece puede
ser muy desagradable para la madre. Se produce en estos casos una secreción continua de
leche que el recién nacido no es capaz de aprovechar.
Es importante no confundir este trastorno con el más habitual y fisiológico proceso de la
tumefacción mamaria que se produce al tercer o cuarto día del puerperio y que comúnmente
se denomina “subida de la leche”, y que habitualmente cede con medidas físicas como son la
restricción de líquidos, la aplicación de calor local y la sujeción de los pechos.

Preguntas y respuestas sobre la lactancia materna


Todo lo que necesitas saber para dar el pecho a tu bebé

Si has decidido dar el pecho a tu bebé, puede que te estés haciendo muchas preguntas.
¿Cuándo debo empezar a darle pecho a mi bebé recién nacido?, ¿cuántas tomas debo darle?,
¿cuánto tiempo debe durar cada toma? ¿influye el tamaño del pecho? Muchas madres se
angustian innecesariamente pensando que van a tener problemas para dar de mamar a su
bebé. Los pediatas nos dicen que lo único que necesitan es información y buenos consejos.
Sobre todo, debes saber que la lactancia materna es el mejor alimento para tu bebé. Te damos
respuestas sobre la lactancia materna para que puedas disfrutar del momento de dar el pecho
a tu bebé.

Respuestas sobre la lactancia materna

1. ¿Cuándo debo empezar a darle pecho a mi bebé?


Es importante ofrecerle el pecho cuanto antes, mejor en la primera
media posterior al parto. Transcurrida esa primera hora, el recién nacido suele
permanecer adormilado unas horas. En esas horas, conviene mantenerlo al
lado de la madre, aunque éste no demuestre interés por mamar, y estimular el
contacto piel a piel entre ambos. Así, es posible ofrecerle el pecho al bebé en
cuanto éste muestre deseos de mamar (lo indicará con movimientos de la boca,
buscando el pezón, con hociqueo...) y no solamente cuando llore. En realidad,
el llanto es un signo tardío de hambre.

2. ¿Influye el tamaño del pecho?


Cualquier mujer puede ser capaz de alimentar a su bebé solo con su leche. No
influye para nada el tamaño de los pechos: la diferencia entre unos pechos
grandes o pequeños radica en la cantidad de grasa que contienen y no en la
cantidad de glándula productora de leche.

3. ¿Cuándo está contraindicada la lactancia materna?


Son raras, casi excepcionales, las causas capaces de contraindicar la lactancia
materna. En la actualidad, prácticamente todas las enfermedades de la madre
tienen algún tratamiento compatible con la lactancia. En cualquier caso, es el
pediatra quien debe establecer esa contraindicación.

4. ¿Cómo puedo estimular la producción de leche?


El principal estímulo es la propia succión del niño. Por eso, cuantas más veces
ponga la madre el bebé al pecho y cuanto mejor se vacíe éste en cada toma,
más leche producirá. En realidad, la cantidad producida se ajusta a la que toma
el bebé y al número de veces que vacía el pecho al día. La calidad también
varía dependiendo de las necesidades del niño en el transcurso de los días y
meses.

5. ¿Y si mi leche no es de buena calidad?


En los primeros días, la glándula mamaria produce lo que se conoce como
calostro: un líquido amarillento rico en proteínas y sustancias antiinfecciosas.
A los pocos días aparece la leche madura. Su aspecto puede parecerte algo
“aguado”, sobre todo al principio de la toma, ya que va aumentando el
contenido en grasa hacia el final de la misma. En cualquier caso, no hay que
preocuparse: no existe una leche materna de baja calidad. Esta siempre es
adecuada al bebé y es todo lo que necesita.

6. ¿Puedo recurrir al chupete?


Sobre todo al principio, no conviene ofrecer al bebé chupetes o biberones. Una
tetina no se “chupa” de la misma forma que el pecho (el bebé utiliza distinta
musculatura de succión con el chupete y el biberón que al succionar el
pecho) , por lo que el recién nacido puede “confundirse” y agarrar luego el
pecho de forma menos eficaz.

7. ¿Y qué hay de las pezoneras?


En general, no son recomendables. El uso de pezoneras acorta la duración de
la lactancia y la hace muy incómoda.

8. ¿Debo darle líquidos suplementarios?


Un recién nacido sano no necesita más líquidos que los que obtiene de la leche
de su madre. De hecho, no es recomendable ofrecerle agua ni suero, a no ser
que lo indique el pediatra. Lo mismo vale para cualquier suplemento.
9. ¿Cuánto deben durar las tomas?
Cada bebé y cada madre necesitan un tiempo distinto para completar una
toma. El tiempo también varía de una toma a otra y a medida que el bebé se
desarrolla. La composición de la leche tampoco es igual al principio y al final
de la toma, ni en los primeros días de vida o cuando el bebé tiene 6 meses. Al
principio de la toma, la leche parece más aguada, pero contiene la mayor parte
de las proteínas y azúcares: la leche del final de la toma es menos abundante,
pero tiene más calorías (el contenido en grasa es mayor). Tanto el número de
tomas como el tiempo que el bebé invierte en cada una de ellas varía mucho,
por lo que hoy se aconseja ofrecer el pecho “a demanda”. En cualquier caso, y
durante las primeras tres semanas de día, conviene intentar que el niño haga un
mínimo de 8 tomas en 24 horas. Ni la madre ni las personas que la acompañan
deberían limitar la duración de una toma: lo ideal es que la toma dure hasta
que el niño suelte del pecho espontáneamente.

10. ¿Debo darle de mamar de los dos pechos?


Lo importante no es que mame de los dos pechos sino que vacíe total y
alternativamente cada uno de ellos, para evitar que la acumulación de
leche pueda ocasionar una mastitis y para que el organismo de la madre ajuste
la producción de leche a las necesidades del bebé. Por ello, lo mejor es que el
niño termine con un pecho antes de ofrecerle el otro. También, algunos niños
quedan satisfechos con lo que obtienen de un solo pecho y otros toman de
ambos. Como, en este caso, el niño puede no haber vaciado completamente el
segundo pecho, en la toma siguiente la madre debe ofrecerle éste en primer
lugar.

11. ¿Por qué se producen las grietas y mastitis?


En la mayoría de los casos, obedecen a malas posturas, mal agarre o ambos
problemas.

12. ¿Cómo se produce la succión?


La madre debe tener presente que dar el pecho no es como dar el biberón: la
leche pasa de la madre al bebé por la combinación de una expulsión activa
(reflejo de eyección o “subida de la leche”) y una extracción activa (la succión
del bebé). Para una succión efectiva, el bebé necesita crear una tetina, formada
aproximadamente por un tercio de pezón y dos tercios de tejido mamario. La
lengua del bebé tiene un papel esencial en esa succión: de hecho es el
movimiento de la lengua (de adelante atrás), el que ejerce la función de
“ordeñar” los senos galactóforos (donde se acumula la leche producida). Para
que esto sea posible, el recién nacido tiene que estar agarrado
13. ¿Qué posición es la idónea?
Sea cual sea la postura, lo importante es que madre y bebé se sientan cómodos
y estén muy juntos, preferiblemente con todo el cuerpo del niño en contacto
con el de la madre (“ombligo con ombligo”).

14. ¿Cómo puedo facilitar el agarre?


El agarre se facilita con el bebé girado hacia la madre, la cabeza y el cuerpo en
línea recta (cuidando de que no tenga el cuello torcido o muy extendido), la
cara mirando hacia el pecho de la madre y la nariz contra el pezón. Si la madre
está sentada, debe mantener la espalda recta y las rodillas ligeramente
elevadas: la cabeza del niño debe estar apoyada en su antebrazo, no en el
hueco del codo. También conviene dar apoyo a las nalgas del niño: no sólo a
su espalda. Una vez el bebé está bien colocado, la madre puede estimularlo
rozando sus labios con el pezón.

15. ¿En qué posición debe estar el bebé?


El niño se prenderá más fácilmente 6si se le acerca el pecho desde abajo. La
intención es que el niño introduzca tanto pecho como sea posible en su boca y
que coloque su labio inferior alejado del borde del pezón (debe quedar más
aréola visible por encima del labio superior del niño que por debajo del labio
inferior). Si la madre tiene pechos grandes, puede sujetarse el pecho por
debajo, teniendo cuidado de que sus dedos no impidan el agarre del niño al
pecho. También hay que evitar que el brazo del niño se interponga. Si el niño
está bien agarrado, su labio inferior quedará muy por debajo del pezón y
tendrá gran parte de la aréola dentro de su boca, que estará muy abierta
También, la barbilla del niño tocará el pecho y sus labios estarán proyectados
hacia afuera. De esta forma el pecho se mantiene mejor dentro de la boca del
bebé y se consigue que los movimientos de succión y ordeño sean eficaces. En
ese caso, el bebé “trabajará” con la mandíbula y sus mejillas se verán
redondeadas, no hundidas. Si el bebé succiona de este modo, la madre no
siente dolor, ni siquiera teniendo grietas.

16. ¿Qué no debo hacer?


No es conveniente presionar el pecho con los dedos haciendo pinza (como al
sujetar un cigarrillo) ya que con ello se estira el pezón y el niño no puede
acercarse lo suficiente como para mantener el pecho dentro de su boca. Si la
nariz del bebé está demasiado pegada al pecho, puede que su cabeza esté
demasiado flexionada. En ese caso, basta con desplazarlo ligeramente hacia el
otro pecho.

17. ¿Qué ocurre si la madre tiene los pezones planos?


Incluso en ese caso, la succión del niño es suficiente para crear una tetina con
el pecho, por lo que es necesario utilizar pezoneras en la mayoría de los casos.

18. ¿Qué medidas de higiene debo observar?


La única medida de higiene que necesita el pecho materno es la de la ducha
diaria normal. No hace falta lavar los pechos con agua y jabón después de
cada toma: basta con secarlos y, en todo caso, lavarlos levemente con agua
templada de vez en cuando. Pueden ser útiles los discos absorbentes, pero hay
que cambiarlos a menudo.

19. ¿Debo beber más líquido mientras estoy dando de mamar?


No es necesario variar los hábitos de comida o bebida. Si bien es normal que
la madre tenga más sed, no tiene por qué beber a la fuerza. Lo aconsejable es
un total de 2,5 a 3 litros de líquidos (no alcohólicos) diarios.

20. ¿Afecta el estrés a la producción de leche?


Un trabajo duro o estresante y estados de nerviosismo y ansiedad pueden
interferir con la lactancia materna, por lo que la madre no debe dudar en
aceptar cualquier ofrecimiento de ayuda que reciba. La ayuda, el apoyo y la
comprensión de la pareja, hermanas, madre, amigas... son esenciales para el
buen desarrollo de la lactancia.

21. ¿Puedo extraerme la leche para otro momento?


Puede ser útil aprender a extraerse la leche, bien para guardarla y que otra
persona alimente al bebé cuando la madre no puede hacerlo, o bien para aliviar
las molestias derivadas de un acumulo de leche en días en los que el apetito
del bebé es menor (lo que evita desarrollar una mastitis). La extracción de la
leche puede hacerse de forma manual o con ayuda de un sacaleches (pediatra,
matrona, enfermera de pediatría o experta en lactancia pueden explicar cómo
funciona).

22. ¿Es posible congelar la leche materna?


La leche materna puede conservarse en frigorífico unos 5 días y entre 3 y 6
meses congelada (dependiendo de la temperatura).

23. ¿Puedo dar pecho siendo fumadora?


La lactancia es una excelente razón para dejar de fumar. Si eso resulta
imposible, es preferible fumar justo después de la toma. Es muy importante no
fumar delante del bebé: los niños que crecen en ambientes con humo tienen
mayor incidencia de infecciones respiratorias agudas y de asma. Lo mismo
puede aplicarse al alcohol, aunque si la madre bebe de forma moderada,
probablemente no le costará mucho esfuerzo dejar el alcohol por completo.

24. ¿Es posible alimentar a dos gemelos exclusivamente con leche de la


madre?
Es totalmente posible. Al ser doble el estímulo de la succión, habrá doble
producción de leche. Durante los primeros días, puede resultar más cómodo
ofrecer el pecho a uno y otro hermano alternativamente. Después, la madre
puede encontrar más práctico dar de mamar a los dos niños a la vez. Para ello,
debe probar posiciones diferentes que le permitan hacerlo cómodamente y con
ayuda de almohadas. En caso de trillizos o cuatrillizos, hay mayor dificultad
para la lactancia materna exclusiva.

25. ¿Influye la cesárea en la subida de la leche?


La “subida de la leche” suele demorarse un poco más en los partos por
cesárea, por lo que es aún más importante ofrecer el pecho al bebé lo más
precozmente posible y permitirle agarrarse al pecho en cuanto muestre signos
de querer mamar. Amamantar en la cama de costado puede reducir las
molestias derivadas de la cirugía. No es necesario ofrecer al niño suplementos
durante los primeros días, ya que ello puede perjudicar el desarrollo normal de
la lactancia materna

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