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REFLEXIONES Y RECOPILACIONES
DEDICATORIA
Al alcohólico y al drogadicto que sufre sin saber que existe una solución.
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DE LA EXPERIENCIA
ii
DEL SERVICIO
iii
AGRADECIMIENTO
Enviados, todos y cada uno, por Jesús, El Señor, quien me eligió para salvación.
iv
DE LA PERTENENCIA
v
PRESENTACIÓN
No tenía casi amiguitos de mi generación. Habrá que reconocer que por la cali-
dad de estímulo intelectual recibido de mi padre y de la diferencia de edad de mis her-
manos mayores (10,9 y 7 años) que me acompañaron en la fase crucial de mi desarro-
llo de individuo, se me dificultaba recibir con atracción el estímulo de mis pares en el
colegio y otros niños de mi misma edad. Los miraba como inferiores, quizá también co-
mo mecanismo de defensa al sentirme avergonzado de no tener o la estabilidad de sus
hogares o la simpleza de su manera de entenderlos.
vi
Cualquier forma de depresión se enmascaraba rápidamente en alegría, estaba ale-
gre a pesar de la ecuación. Mi ansiedad encontró a partir de esa etapa, un escape en la
hiperactividad, muchas veces creativa, otras imaginativa y otras más ilusa.
A esas alturas (7-9 años) tenía mis conceptos de Dios y de Jesús (me identificaba
con lo maltratado y abusado de éste último, sin racionalizarlo) y más bien lo confundía
como otro sufrido, cercano, que quizá había soportado partes peores que las de mis fa-
miliares y yo. A Jesús le tenía más pesar y solidaridad que respeto.
En resumen, vengo con las condiciones cerebrales de un adicto desde que nací, la
proliferación de mi enfermedad fue en el entorno inmediato de mi familia y con ello el
desarrollo de los mecanismos de defensa que caracterizan a este mal para disfrazarlo y
ocultarlo: racionalización, victimización, grandiosidad, futurización e intelectualiza-
ción, los adecuados para mi mal, dede entonces jamás volví a vivir en el presente.
Lo raro es -repitiendo para recalcar- que infeliz nunca fue el balance final de mi
ecuación.
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Creo que estaba empezando a familiarizarme con esta capacidad de no revelar
mis interioridades. Aunque quizá no había tanta sorpresa en mis interlocutores ante
mis defensivas. A lo mejor hubo muchos que haciendo gala de la piedad que les motiva-
ba apoyarme, permitían que me fuera con ese sentimiento de victoria al no revelar na-
da de mí ni de mi situación emocional.
viii
Todos estos talentos se desvanecieron ante el fantasma de la baja autoestima,
que como mentira, se había cimentado en lo más profundo de mi arraigo. Con poco o
con nada empezó paulatinamente mi vida a hacerse inatractiva para mí. Por no haber-
me entrenado en lo emocional, no sabía qué pasaba en mí y trataba siempre de encon-
trar responsables externos como culpables. La conciencia del castigo, la culpabilidad y
la condena volvieron a ser mis calibradores de justicia.
ix
COMPRENDIENDO
MI PROBLEMA
REFLEXIONES COMPARTIDAS DE A.A. POR LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD
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Hace mucho que el alcoholismo era considerado como problema moral. Hoy en
día muchos lo consideran primordialmente como un problema de salud. Para el mis-
mo bebedor problema el alcoholismo seguirá siendo siempre un asunto intensamente
personal. El alcohólico que se dirige a A.A., a menudo hace preguntas que se refieren a
su propio caso, a sus temores y a sus experiencias de mejorar su vida.
De la misma forma que sería insensato culpar a la víctima de diabetes de caer en-
fermo por una falta de fuerza de voluntad, también lo sería echar la culpa al al-
cohólico por su enfermedad, o considerar su forma de beber como un vicio. El alcoho-
lismo sigue diversos caminos. Algunos miembros de A.A. bebieron descontroladamen-
te desde su primera copa. Otros fueron lentamente progresando hacia el beber desen-
frenado. Algunos beben todos los días. Otros pueden abstenerse durante largos perío-
dos, para después lanzarse precipitadamente a una juerga desenfrenada. Estos últi-
mos se conocen como bebedores "periódicos".
Algo que todos los alcohólicos parecen tener en común es que, con el tiempo, su
manera de beber empeora. No existe ninguna evidencia segura de que una persona
que bebía alcohólicamente haya podido volver al moderado beber social por mucho
tiempo. No se puede ser "un poco alcohólico". Ya que la enfermedad progresa por eta-
pas, algunos alcohólicos manifiestan síntomas extremos más que otros. No
obstante, una vez que cruzan la frontera del alcoholismo, los bebedores problema no
pueden volver atrás.
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2
ADICCIÓN
ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD
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A diferencia de los simples hábitos o influencias consumistas, las adicciones son
"dependencias" que traen consigo graves consecuencias en la vida real que deterioran,
afectan negativamente, y destruyen relaciones, salud (física y mental), además de la ca-
pacidad de funcionar de manera efectiva.
Las causas que llevan a una persona a la necesidad constante de consumo de una
droga tienen raíces en diferentes planos de su vida (personales, familiares, sociales, la-
borales u otros). Es habitual que una persona con adicción presente, en etapas de trata-
miento de rehabilitación, aspectos de fondo que se pueden considerar como los causan-
tes, aspectos que pueden tomarse como una consecuencia de la adicción.
Sea cual sea la dependencia de un adicto, sea cual sea el tipo de sustancia que
consume, existen tratamientos de recuperación. Estos deben ser acompañados por su-
pervisión médica y tratamiento, buscando encontrar los mencionados puntos profun-
dos, aquellos factores que motivaron el consumo y su dependencia. En la mayoría de
las ocasiones, la sustancia no es la raíz del problema, sino una grave consecuencia.
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Para diferenciar, qué es Vicio?
7 Frondosidad exce-
siva de las plantas,
Algunas conductas o actitudes que se oponen a lo social-
perjudicial para los mente establecido (a lo considerado virtuoso por una cultura)
frutos. también pueden considerarse vicios.
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ADICCIÓN A LA MARIHUANA
ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD
Ello se debe a que los laboratorios clandestinos de los traficantes han conseguido
realizar cambios a nivel genético en el cannabis mediante sofisticado métodos de bio-
tecnología, resultando en una mayor concentración de THC. La potencia de la droga se
mide de acuerdo a la cantidad promedio de THC que se encuentra en las muestras de
marihuana que confiscan las agencias policíacas. La marihuana común contiene un
promedio de 3,5 % de THC. El hachís (resina gomosa de las flores de las plantas hem-
bras) puede tener hasta 28 % de THC. El aceite de hachís, un líquido resinoso y espeso
que se destila del hachís, tiene un promedio de 16 % de THC, pero puede llegar a tener
hasta 43 %. Los científicos han descubierto que las sensaciones positivas o negativas
experimentadas por un individuo después de fumar marihuana, están directamente re-
lacionadas con la genética.
Un estudio reciente mostró que los gemelos idénticos tienen mayor probabilidad
de reportar respuestas similares al uso de marihuana que gemelos no idénticos, indi-
cando así una base genética para sus sensaciones.
xv
Los gemelos idénticos tienen los mismos genes y los gemelos fraternos compar-
ten más o menos la mitad de sus genes. Factores ambientales tales como la disponibili-
dad de la marihuana, las expectativas sobre su efecto, la influencia de amistades y con-
tactos sociales y otros factores que serían diferentes hasta para los gemelos idénticos
han demostrado tener un efecto importante. Sin embargo, también se descubrió que el
ambiente familiar de los gemelos no tiene ninguna influencia detectable sobre los efec-
tos de la marihuana antes de los 18 años de edad.
Hay estudios que han demostrado que puede ayudar a reducir el miedo y los tem-
blores de la esclerosis múltiple.
xvi
Otras visiones más restrictivas afirman que actualmente existen tratamientos y
medicaciones, siempre legales, para las afecciones más eficientes que los que se pue-
dan lograr con marihuana, si bien los críticos argumentan que esa mayor eficiencia no
ha sido probada ni contrastada por la comunidad científica. El principio activo del ha-
chís se ha mostrado capaz de acabar con las células cancerígenas, de matarlas, y al mis-
mo tiempo mantener vivas las que están sanas.
Muchas personas usan drogas legales tales como el alcohol y los cigarrillos antes
de comenzar a usar marihuana. Frecuentemente es la primer droga ilegal que una per-
sona probará. Algunas veces el uso de la marihuana conduce al uso de otras drogas ile-
gales. Los siguientes son algunos de los efectos secundarios comunes producidos por
el uso de marihuana:
El usar marihuana por un largo tiempo hace que algunas personas pierdan el in-
terés en el colegio, trabajo, en las relaciones y otras actividades. Además puede ocasio-
nar problemas con la ley. Usar marihuana puede ser especialmente peligroso en cier-
tas situaciones tales como cuando usted está manejando pues el tiempo que le toma pa-
ra reaccionar es mayor. Esto puede hacer que a usted le sea más difícil reaccionar a
una situación peligrosa; y esto podría ser la causa de un accidente.
xvii
Los siguientes son algunos de los efectos físicos comunes producidos por el uso
de marihuana.
Algunos estudios indican que un largo consumo de éste componente pueden oca-
sionar problemas en dichas zonas (como impotencia, pérdida de memoria, etc).
xviii
Si bien hay opiniones contrarias sobre el tema. En la práctica, sus efectos varían
según cada individuo y según las circunstancias, dependiendo del temperamento del
individuo, su fisiología, humor y el famoso set and setting (escenario y colocación) defi-
nido por el Dr. Timothy Leary: el estado mental inicial del consumidor y el entorno en
el cual se "coloca".
Los siguientes son algunas de las impresiones más comúnmente descritas según
los propios consumidores:
Los investigadores han encontrado que el THC cambia la manera como la infor-
mación sensora llega y es procesada por el hipocampo. El hipocampo es un componen-
te del sistema límbico del cerebro que es crucial para la memoria del aprendizaje, y la
integración de experiencias sensoriales con emociones y motivaciones. Las investiga-
ciones han demostrado que las neuronas del sistema de procesamiento de informa-
ción del hipocampo y la actividad en las fibras nerviosas son reprimidas por el TCH.
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La persona que fuma marihuana frecuentemente puede tener los mismos proble-
mas respiratorios de los fumadores de tabaco. Estas personas pueden tener tos y flema
a diario, síntomas de bronquitis crónica, y mayor frecuencia de catarros. El uso conti-
nuo de la marihuana puede llevar al funcionamiento anormal del tejido pulmonar, de-
bido a su destrucción o trauma.
Comparados con los usuarios poco frecuentes, los usuarios frecuentes de mari-
huana cometieron más errores y tuvieron mayor dificultad para mantener la atención,
cambiar la atención en respuesta a las demandas del ambiente, y registrar, procesar y
utilizar información. Los resultados sugieren que el mayor impedimento por parte de
los usuarios frecuentes está probablemente asociado con una alteración de la actividad
cerebral producida por la marihuana.
xx
Estudios longitudinales sobre el consumo de marihuana por parte de jóvenes por
debajo de la edad universitaria indican que los usuarios tienen menor rendimiento
que los no usuarios, mayor aceptación de comportamientos anormales, mayor compor-
tamiento delincuente y agresión, mayor rebeldía, relaciones más dificultosas con sus
padres y mayores asociaciones con amigos delincuentes y que consumen drogas. Las
investigaciones también muestran mayor propensión al enojo y comportamiento regre-
sivo (chuparse el dedo y episodios de "rabietas") en los infantes cuyos padres consu-
men marihuana que entre los infantes de padres no usuarios.
Existen discrepancias en los análisis acerca del potencial adictivo de esta sustan-
cia. Quienes realizan análisis más sombríos afirman que algunas personas devienen de-
pendientes de la marihuana por razones psicológicas. Los estudios de Nettler y Hy-
man (2001) demuestran que la periodicidad y cronicidad del consumo de substancias
psicotrópicas como las presentes en la marihuana provocan una alteración sobre la
neuroplasticidad cerebral, afectando especialmente al circuito de recompensa y refor-
zamiento cerebral.
Una periodicidad mensual (el sólo fumar un “cigarrillo de marihuana” por mes)
alcanza para que se ocasionen alteraciones estables y crónicas, muchas veces esto pro-
voca el aumento de los efectos paradojales ante el suministro de benzodiazepinas. La
abstinencia es un cuadro altamente complejo en el cual se encuentran intercorrelacio-
nados síntomas fisiológicos, cognitivos y conductuales constituyendo un registro subje-
tivo.
xxi
Este estudio presenta graves deficiencias metodológicas y ha sido ampliamente
criticado. La postura antiprohibicionista afirma que si bien el consumo de marihuana
desarrolla tolerancia, es decir, que en posteriores tomas inmediatas es necesario au-
mentar la dosis para conseguir los mismos efectos, los efectos de la abstinencia son
muy leves en comparación con otras drogas, lo que permite revertir esa tolerancia y ha-
cer que el consumo de marihuana sea controlable por el sujeto, siendo su potencial
adictivo escaso.
xxii
ADICCIÓN AL ALCOHOL
ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD
Existen reportes escritos del uso de cerveza, vinos y otras bebidas alcohólicas que
datan desde 3000 años antes de Cristo. Pero el proceso de destilación aplicado a las be-
bidas fermentadas se remonta alrededor del año 800 después de Cristo. Este proceso
ha permitido la preparación de licores altamente potentes que se consumen actual-
mente. La influencia del alcohol en la sociedad ha tenido gran peso como factor proble-
mático en la conformación y funcionamiento de la familia, individuo y por ende de la
sociedad. La influencia del alcohol se ha visto reflejada en las diferentes esferas de la
historia de la sociedad desde tiempos muy remotos.
"El consumo del alcohol, ha sido reconocido como un factor de integración social
y favorecedor de la convivencia". Esto es, el alcohol es una de las bebidas embriagan-
tes, consumidas con moderación y en los contextos permitidos, reduce la tensión, de-
sinhibe y provoca sensaciones de bienestar. Los bebedores "normales" disfrutan de las
bebidas por esos efectos placenteros y aprecian diferentes calidades de bebidas. Desa-
fortunadamente, proporciones variables de individuos en la población presentan pro-
blemas en su salud y en sus relaciones interpersonales a causa del consumo inmodera-
do de alcohol.
El alcohol es una de las drogas que por su fácil acceso y poderosa propaganda
que recibe, se ha convertido en un verdadero problema social en casi todos los países y
en todas las edades a partir de la adolescencia.
xxiii
El alcohol es la droga más ampliamente empleada por los adolescentes en E.U. y
México, aunque no tenemos estadísticas, existen evidencias de un elevado índice de al-
coholismo entre los jóvenes. Sin embargo, ¿cuáles son los trastornos provocados por
el uso excesivo de alcohol? Quizá mucha gente piense que mientras no se convierta en
alcohólico típico, las consecuencias de beber frecuentemente y en altas dosis no son
tan alarmantes. Pero los estragos del alcohol pueden ser graves y muchos de ellos irre-
versibles.
El alcoholismo afecta más a los varones adultos, pero está aumentando su inci-
dencia entre las mujeres y los jóvenes.
El consumo y los problemas derivados del alcohol están aumentando en todo Oc-
cidente desde 1980, incluyendo Estados Unidos, la Unión Europea y los antiguos paí-
ses del este, así como en los países en vías de desarrollo.El alcoholismo, a diferencia
del simple consumo excesivo o irresponsable de alcohol, ha sido considerado en el pa-
sado un síntoma de estrés social o psicológico, o un comportamiento aprendido e ina-
daptado. El alcoholismo ha pasado a ser definido recientemente, y quizá de forma más
acertada, como una enfermedad compleja en sí, con todas sus consecuencias.
xxiv
En el cerebro, el alcohol interactúa con centros responsables del placer y de otras
sensaciones deseables; después de una exposición prolongada al alcohol, el cerebro se
adapta a los cambios que produce el alcohol y se vuelve dependiente de él. Para las per-
sonas con alcoholismo, beber se convierte en el medio primario mediante el cual pue-
den tratar con personas, el trabajo y sus vidas. El alcohol domina sus pensamientos,
emociones y acciones. La gravedad de esta enfermedad es influida por factores como
la genética, la psicología, la cultura y el dolor físico.
xxv
El etanol tiene un punto de fusión de -114,1 °C, un punto de ebullición de 78,5 °C
y una densidad relativa de 0,789 a 20 °C. Desde la antigüedad, el etanol se ha obteni-
do por fermentación de azúcares. Todas las bebidas con etanol y casi la mitad del eta-
nol industrial aún se fabrican mediante este proceso. El almidón de la patata (papa),
del maíz y de otros cereales constituye una excelente materia prima. La enzima de la
levadura, la cimasa, transforma el azúcar simple en dióxido de carbono. La reacción
de la fermentación es realmente compleja, ya que los cultivos impuros de levaduras
producen una amplia gama de otras sustancias, como el aceite de fusel, la glicerina y
diversos ácidos orgánicos.
xxvi
Los efectos duran hasta que TODO el alcohol ha sido procesado. Esto tarda apro-
ximadamente una hora y media por 12 oz de cerveza, 5 oz de vino o 1 cóctel en una per-
sona de 75 kg.
Estudios sobre las personas con enfermedades crónicas quiénes han tomado me-
dicamentos para el dolor durante mucho tiempo han encontrado que una vez que es-
tas personas resisten el proceso de retiro físico, a menudo pierden todo deseo para los
medicamentos que habían estado tomando.
Química cerebral
El deseo para el alcohol durante la abstinencia, el dolor de la supresión y la tasa
alta de recaídas se deben a la adaptación y dependencia del cerebro a los cambios en
su química causados por el uso de largo plazo del alcohol. El alcohol actúa como un de-
presivo en el sistema nervioso central y causa relajación y euforia.
xxvii
Factores genéticos
En las personas con alcoholismo severo, los investigadores han ubicado un gen
que afecta la función de una estructura de nervio-célula conocida como receptor de do-
pamina D2 (DRD2), el cual, a su vez, influye la actividad de dopamina. Este gen tam-
bién se encuentra en las personas con el trastorno de déficit de atención, quienes tie-
nen un mayor riesgo para el alcoholismo, y es también presente en las personas con el
síndrome de Tourette y autismo. La asociación de este gen con estos problemas neuro-
lógicos conduce a algunos expertos a creer que el gen receptor de dopamina D2 no es
una causa primaria del alcoholismo, pero que las personas con este gen tienen mayor
probabilidad de beber para tratar los síntomas psicológicos y conductuales de sus tras-
tornos neurológicos. Además, un estudio principal no encontró alguna conexión en lo
absoluto entre el gen DRD2 y el alcoholismo. Se necesita más trabajo en esta área.
Depresión y ansiedad
Efectos Físicos
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El primer lugar de oxidación es el hígado, el cual descompone aproximadamente
el 50% del alcohol ingerido en una hora. El resto permanece en el torrente sanguíneo
hasta ser eliminado lentamente.
Efectos Psicológicos
El alcohol afecta en primer lugar al Sistema Nervioso Central y su injerencia exce-
siva y prolongada puede provocar daño cerebral. Popularmente se cree que el alcohol
incrementa la excitación, pero en realidad deprime muchos centros cerebrales. La sen-
sación de excitación se debe precisamente a que al deprimirse algunos centros cerebra-
les se reducen las tensiones y las inhibiciones y la persona experimenta sensaciones ex-
pandidas de sociabilidad o euforia. Por eso se dice, que "anestesia la censura interna".
xxix
Las mujeres tienden volverse alcohólicas más tarde en la vida que los hombres,
pero los problemas médicos que desarrollan debido al trastorno ocurren por la misma
edad que cómo en los hombres, sugiriendo que las mujeres son más susceptibles a la
toxicidad física del alcohol. Aunque el alcoholismo generalmente se desarrolla a princi-
pios de la edad adulta, los ancianos no son exentos.
Bebiendo en la adolescencia.
Las personas con antecedentes familiares de alcoholismo tienen mayor probabili-
dad de empezar a beber antes de la edad de 19 años y de volverse alcohólicas. Pero
cualquier persona que empieza a beber en la adolescencia está en mayor riesgo. Be-
biendo temprano también aumenta el riesgo para el abuso de drogas.
xxx
Las personas con este defecto genético, entonces, tienen probabilidad de experi-
mentar reacciones adversas al alcohol. Este defecto no es completamente protector
contra el beber, sin embargo, particularmente si hay presión social agregada, como en-
tre los miembros de grupos de fraternidad de la universidad. Los riesgos para el alco-
holismo son mayores en las personas con niveles educativos inferiores y en las que fue-
ron desempleadas.
Accidentes y violencia.
El alcohol juega una función mayor en más de la mitad de todas las muertes auto-
movilísticas. Menos de dos bebidas pueden deteriorar la capacidad para conducir. El
alcohol también aumenta el riesgo para las lesiones accidentales resultando de mu-
chas otras causas. Un estudio de los pacientes en una sala de emergencias informó que
47% de las personas que fueron admitidas para lesiones probaron positivas para el al-
cohol y 35% estaban intoxicadas. El alcoholismo puede dañar el cuerpo en tantas ma-
neras, que es imposible tratar estos problemas plenamente en un informe corto. Algu-
nos de los trastornos:
Cardiopatía.
Aunque el consumo moderado del alcohol parece reducir el riesgo de los ataques
cardíacos al mejorar los niveles de colesterol, dosis más grandes de alcohol pueden de-
sencadenar latidos del corazón irregulares y aumentar la presión arterial hasta en per-
sonas sin una historia de cardiopatía. Un estudio principal encontró que personas que
consumían más de tres bebidas alcohólicas al día tenían una presión arterial mayor
que teetotalers, con los bebedores más empedernidos teniendo presiones arteriales
aún mayor; las personas que tomaban se iban de borrachera en borrachera tenían pre-
siones arteriales mayores que las personas que bebió regularmente. Un estimado 11%
de todos los casos de hipertensión son causados por una ingesta alcohólica excesiva.
El abuso crónico del alcohol también puede lesionar el músculo del corazón que condu-
ce a la insuficiencia cardíaca; las mujeres son particularmente vulnerables a este tras-
torno.
xxxi
El cáncer.
El alcohol quizás no cause cáncer, pero probablemente puede realzar los efectos
carcinogénicos de otras sustancias, como el humo de cigarrillos. Cerca de 75% de cán-
ceres del esófago y 50% de cánceres de la boca, la garganta y la laringe se atribuyen al
alcoholismo. El alcoholismo también se asocia con un mayor riesgo para los cánceres
colorrectales. El tabaquismo combinado con el beber realza los riesgos para todos es-
tos cánceres extraordinariamente. El riesgo para el cáncer hepático aumenta en los al-
cohólicos y hasta el beber moderadamente -tres a nueve bebidas a la semana- puede
aumentar las perspectivas del desarrollo del cáncer de mama en las mujeres.
Las infecciones.
El alcohol suprime el sistema inmunitario y las personas con alcoholismo son
propensas a las infecciones, en particular a la neumonía.
xxxii
Problemas sexuales.
El alcoholismo aumenta los niveles de la hormona femenina estrógeno y reduce
los niveles de la hormona masculina testosterona, factores que contribuyen a la impo-
tencia en los hombres.
El tabaquismo.
Un estudio reciente concluye que alcohólicos que fuman se enfrentan con un ries-
go mayor del tabaco que del alcohol. El tabaquismo es 2 a 3 veces tan prevalente entre
las personas que abusan sustancias que la población general; se cree que alcohólicos
constituyen una cuarta parte de todos los fumadores.
La diabetes.
El alcohol puede causar hipoglicemia, una disminución en el azúcar sanguíneo,
que es especialmente peligrosa para las personas con diabetes que están tomando insu-
lina.
Las personas que están intoxicadas quizás no puedan reconocer los síntomas de
la hipoglicemia, una enfermedad particularmente peligrosa.
xxxiii
Síndrome de dificultad respiratoria agudo.
El síndrome de dificultad respiratoria agudo (ARDS, acute respiratory distress
syndrome) es a veces una forma mortal de la insuficiencia del pulmón que puede ser
causada por varias afecciones médicas (incluyendo la cirugía del baipás del corazón y
del pulmón, una infección severa, el trauma, las transfusiones de sangre, la neumonía
y otras infecciones del pulmón). Un estudio reciente indica que los pacientes de tera-
pia intensiva con unos antecedentes del abuso de alcohol tienen un riesgo significativa-
mente mayor para el desarrollo de ARDS durante la hospitalización.
Interacciones de medicamentos.
Los efectos de muchos medicamentos son fortalecidos por el alcohol, mientras
que otros son inhibidos. De importancia especial es su efecto de refuerzo sobre los me-
dicamentos que también deprimen el sistema nervioso central, incluyendo medica-
mentos de antiansiedad, sedativos, antidepresivos y antipsicóticos. El alcohol interac-
túa con muchos medicamentos usados por diabéticos. Dificulta los medicamentos que
previenen las crisis convulsivas y con aquellos usados para prevenir la coagulación de
la sangre. Aumenta el riesgo para la hemorragia del tubo gastrointestinal en las perso-
nas que toman aspirina u otros medicamentos inflamatorios sin esteroides.
xxxiv
Consecuencias en niños de padres alcohólicos
Un estudio encontró que los niños que se diagnosticaron con depresión principal
entre las edades de 6-12 años tenían mayor probabilidad de tener a padres o parientes
alcohólicos que los que no estaban deprimidos. Los niños con trastorno bipolar fueron
tres veces más probables de tener una madre dependiente del alcohol, y los niños que
sufrían de la depresión más probables de tener un padre que fue alcohólico. Hay unos
20 millones de niños adultos de padres alcohólicos, quienes, un estudio sugirió, están
en mayor riesgo para dejar un matrimonio y para los síntomas psiquiátricos. El estu-
dio concluyó que los únicos sucesos con mayor repercusión psicológica en los niños
son los abusos sexual y físico.
Casi 7 millones de niños en USA viven en hogares con al menos un padre alcohóli-
co. El alcoholismo aumenta el riesgo para el comportamiento y el abuso violentos. Los
niños de padres alcohólicos tienden responder peor que otros académicamente, tener
una incidencia mayor de depresión, ansiedad y estrés y tener un autoestima inferior
que otros niños. Los hogares alcohólicos son menos cohesivos, tienen más conflictos y
sus miembros son menos independientes y expresivos que en los hogares no alcohóli-
cos o con padres alcohólicos en recuperación.
Ellos pueden asistir a sus sesiones aún cuando sus padres no estén recibiendo
ayuda. La ayuda profesional temprana es muy importante para prevenir problemas
mas serios incluyendo alcoholismo en los niños.
xxxv
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Depresión:
El niño se siente solo y desesperado en su empeño por cambiar la situación. Aun-
que el niño trata de mantener en secreto el alcoholismo de sus padres, los maestros,
familiares y otros adultos se dan cuenta de que algo anda mal.
Psiquiatras sugieren situaciones que en los niños puede ser indicativa de proble-
mas de alcohol en el hogar:
Sentimientos de culpa:
El niño(a) puede sentir que es causante del uso de alcohol de su padre o madre.
xxxvi
Angustia o ansiedad:
Puede sentirse continuamente preocupado por la situación del hogar. Puede te-
mer que el padre (madre) alcohólico(a) se enferme, se lesione o surjan peleas o violen-
cia entre sus padres.
Vergüenza:
Los padres pueden dar el mensaje de que hay un secreto terrible en el hogar. Un
niño(a) avergonzado(a) no invita a sus amigos a la casa y teme pedir ayuda a alguien.
Confusión:
Muchas veces la conducta del padres (madre) Alcohólica cambia repentinamente
de cariñoso a irritable, independientemente de la conducta del niño(a). La rutina fami-
liar diaria, tan importante para organizar su vida, queda alterada al cambiar constante-
mente los horarios de sueño, comida y otras actividades.
Enojo:
El niño puede sentir enojo contra el padre (madre) bebedor y molestia con el pro-
genitor no alcohólico por no prestarle apoyo y protección.
___________________________________________________
Así se pueden fomentar relaciones más sanas entre los miembros de la familia.
xxxvii
Consecuencias del alcohol en el trabajo
Los estragos causados por el alcohol en el medio laboral no son siempre aparen-
tes a simple vista. El alcohólico es con frecuencia un enfermo oculto y ocultado. Sus
trastornos de Comportamiento serios no suelen ser atribuidos al alcohol. Hasta hace
poco se le han aplicado en la industria medidas disciplinarias. Esta actitud deriva de
un conocimiento erróneo e incompleto del problema.
1. Baja de la productividad
2. Destrozo o mal uso del material
3. Deterioro de la calidad del producto fabricado
4. Disminuye el ritmo de producción donde está colocado
5. Gran cantidad de ausencias o tardanzas
xxxviii
Estos problemas comportan absentismo, gastos médicos, pérdida de eficacia, responsabilidad, e inclu-
so traumatismos vinculados al alcohol. El coste del absentismo incluye la pérdida de salario para el em-
pleado y la pérdida de ingresos para el empleador. Hay que contar igualmente con los costes medios
más elevados de seguros sanitarios y los gastos médicos para el empleador.Todos estos factores contri-
buyen a una disminución de la productividad. Diversos estudios han mostrado o sugerido vínculos de
causalidad entre los traumatismos y los accidentes, por un lado, y el consumo de alcohol en el lugar de
trabajo, por otro lado. Se han señalado igualmente una baja de la moral, conflictos entre trabajadores
y una insatisfacción entre los que trabajan en contacto con sujetos que beben en el lugar de trabajo, o
que llegan a trabajar en estado de embriaguez.
xxxix
ADICCIÓN A LA COCAÍNA
ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD
Los efectos psíquicos reconocidos por la mayoría de los autores y recogidos en pu-
blicaciones recientes incluyen euforia, inestabilidad, aumento de la comunicación ver-
bal y de la seguridad en uno mismo, inquietud, anorexia, insomnio e hipomanía. El
adicto experimenta pérdida de interés e imposibilidad de sentir placer ante la falta de
la sustancia.
Así, la cocaína se convierte en el único objetivo y motivo en la vida del adicto, des-
plazando todo tipo de sentimientos.
xl
La cocaína es consumida por muy variados tipos de sujetos y motivos. Existe un
patrón de consumo recreativo, al estilo del alcohol, presentando una ingesta controla-
da de la sustancia: es el caso de quienes ingieren la droga ocasionalmente cuando se
les ofrece. Se diferencian radicalmente de adictos habituales, quienes desarrollan tole-
rancia y necesitan de mayores dosis para alcanzar iguales resultados. A esta situación
puede llegarse por causas diversas pero siempre relacionadas con factores sociales y
ambientales determinantes. La adicción a la cocaína posee condicionantes que la de-
sencadenan, que pueden ser el reforzamiento de una personalidad insegura, que reci-
be un apoyo en el estímulo del tóxico.
Un nuevo estudio acaba de revelar que la cocaína causa una constricción progresi-
va de los vasos sanguíneos en el cerebro, algo que con el tiempo puede resultar extre-
madamente peligroso.
xli
Las consecuencias en la psiquis del consumo de la droga son:
El consumo de cocaína daña conexiones y funciones de las células del cerebro, tal
y como coinciden científicos, especialistas e instituciones de todo el mundo.
xlii
El tratamiento de desintoxicación de Tavad potencia la recuperación de dichas
alteraciones en el hospital, con la aplicación de la farmacología más avanzada y las
más modernas técnicas de psicoterapia, capaces de determinar y neutralizar aquellos
factores que pudieran conducir a una nueva lesión.
xliii
ADICCIÓN AL CRACK ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE LA SALUD
También recibe nombres vulgares entre los usuarios a esta droga, como rocas,
chulas,"pops", piedras o rockstars, entre otros; a veces erróneamente se le confunde
con el bazuco o paco que es la costra que queda en la olla donde preparan la cocaína y
está compuesto por los alcaloides de la planta sin refinar ni purificar.
El arbusto de coca proporciona la materia prima (300 Kg. de hojas secas propor-
cionan alrededor de 1 Kg. de cocaína). La cocaína tratada químicamente se convierte
en crack y produce unos efectos más rápidos y peligrosos.
Durante los años 90, según el Instituto de Adicciones (Adictions Institute) au-
mentó enormemente el número de personas que consumen crack en Norteamérica. El
mayor problema con este derivado de la cocaína es que es altamente adictivo; aunque
la adicción que provoca no es física, pero es psicológica y fuerte. Los usuarios de crack
describen sus efectos como más intensos, pero de menor duración, lo que implica que
su dosificación sea más continua.
El uso del crack se ha vinculado con la violencia, pero no se puede asegurar que
esto sea un efecto derivado del propio consumo de la droga, tanto como de los grupos
social y económicamente más pobres, con un alto índice de violencia y delincuencia en
sí mismos, que no pueden permitirse usar la cocaína y esta es su forma barata de acce-
so a la misma.
xliv
!
Algunos especialistas han querido ver la adicción al crack como intratable, pero
académicos consideran que esto se asevera por ser una droga consumida por gente po-
bre que no puede pagar un tratamiento en centros especializados.
Este es un segundo castigo que recae sobre los grupos más empobrecidos que
consumen esta sustancia, mientras que los de alto poder adquisitivo, consumirían la
base libre de cocaína y tendrían acceso a los recursos asistenciales si lo necesitase. Lo
agrava la ignorancia y los estigmas asociados a la ilusión de la “igualdad de oportunida-
des”, como trampolín de salida hacia los mismos derechos de los ricos, de poder dro-
garse y pasarla bien.
Trastornos psicológicos
1. Depresión.
2. Ansiedad.
3. Psicosis similar a la ocurrida en la esquizofrenia.
4. Bipolaridad.
5. Paranoia.
6. Miedos.
xlv
Trastornos físicos
1. Disminución de la potencia sexual.
2. Cefalea.
3. Enfermedad de Parkinson.
4. Hemorragia cerebral.
5. Daños en el cerebro.
6. Daños en los pulmones (enfisema).
El consumo de crack produce unos efectos más intensos que los de la cocaína: lle-
ga al cerebro con mayor rapidez, pero su duración es más breve. El "flash" característi-
co del crack produce una sensación inmediata de euforia intensa. Dura entre cinco mi-
nutos y un cuarto de hora. La recaída es especialmente dura, y viene acompañada por
la necesidad imperiosa de volver a consumir INMEDIATAMENTE.
xlvi
!
En caso de sobredosis, pueden aparecer episodios de epilepsia (en personas que
no lo son).La evolución que se produce en estos dos días de ingreso hospitalario es
muy significativa y, en un elevado porcentaje de pacientes, el cambio es drástico.
Con ello, el paciente experimenta una mejora del estado de ánimo y una impor-
tante recuperación de sus funciones intelectuales.
Se realizará una sesión semanal durante los tres primeros meses, quincenal los
siguientes seis meses, y mensual los tres últimos.
xlvii
3
COMPRENDIENDO LA
SOLUCIÓN DEL FOLLETO ¿HAY UN ALCOHÓLICO CERCA DE USTED?.
48
En ese estado, el alcohólico no puede valerse de su fuerza de voluntad, porque ya
ha perdido la facultad de decidir si usa el alcohol o si se abstiene de él. Lo importante,
entonces, es hacerle frente a la enfermedad y valerse de la ayuda que se le brinda para
combatirla. Debe además existir el deseo sincero de recuperarse. La experiencia ha de-
mostrado que el programa de A.A. resulta eficaz para cualquier alcohólico que tenga
sinceros deseos de dejar la bebida; generalmente no produce resultados para el
hombre o mujer que no esté absolutamente seguro de querer dejar el alcohol.
Si estas personas pudieran hablar con usted, tal vez le dirían: "Conocemos las di-
ficultades con que se tropieza. Sabemos lo desconcertante que es vivir con un bebedor
problema, ver las relaciones íntimas desgarradas por la ira y los conflictos irraciona-
les, ver trastornarse la vida familiar, ver cómo el dinero se gasta, no en necesidades, si-
no en licores o en hospitalizaciones relacionadas con el alcoholismo, ver crecer a los hi-
jos en circunstancias anormales, imprevisibles.
49
DESINTOXICACIÓN ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE LA SALUD
¿Me estoy pasando? ¿La necesito? - Te estás rayando últimamente?. Lo que to-
mas ya no te hace efecto y empiezas a subir las dosis sin control?. Bebes sin ponerte
un tope y no te acuerdas nunca de la noche anterior?.. Acabas lo que has pillado y sien-
tes una necesidad irrefrenable de consumir más?. Sí, puede que te estés pasando. Es
posible que tengas un problema. Estos son sólo algunos síntomas de adicción.
La drogadicción está muy mal vista socialmente, pero tenemos que quitarnos la
idea de que es producto de la marginación o resultado de una vida conflictiva que afec-
ta a personas con una predisposición especial para ello. Es más, la adicción está consi-
derada como enfermedad por la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde hace
muchos años, por tanto, tenemos que olvidarnos de clichés y prestar a los afectados el
trato y la atención que se merecen. No podemos menospreciar a alguien que sufra un
achaque con las drogas.
l
Todos los tratamientos de desintoxicación tienen un plan de tratamiento que, en
un orden u otro, seguirán estos pasos. En todo momento, debe trabajarse la fuerza de
voluntad y, como no, la abstinencia.
li
4
CURVAS DE ENFERMEDAD
DEL PORTAL DE ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS DE MÉXICO - DEL PSICÓLOGO EMOCIONAL
52
La gráfica de la curva de “recuperación” muestra que podemos recuperarnos mu-
cho más rápido cuando trabajamos sinceramente por ella. Nuestro descenso en la en-
fermedad emocional y ascenso a la recuperación no fueron cosa fácil, como la curva lo
indicará, pero sí fueron mejoras y recaídas dentro de la enfermedad y mucho progreso
después de una recaída, ya en nuestra recuperación, como lo indican las líneas que cru-
zan la curva. En ambos casos parecía que las cosas estaban tranquilas. Estas ocasiones
fueron puntos de descanso como sucede en todo entrenamiento.
53
Es probable que sienta una recaída 22.Abuso de los que nos quieren
desde el punto al que ha llegado, pero es- 23.Odio hacia uno mismo
ta recaída no será tan baja como anterior- 24.Envidia
mente. Aún así, él ha ganado mucho y es- 25.Soledad
tá listo para seguir adelante, construye 26.Desdeño
una base a medida que avanza en su recu- 27.Retraimiento
peración. Todo aprendizaje está compues- 28.Olvidarse de si mismo
to por logros, fracasos y plataformas. Es- I. Felicidad
tas curvas muestran cómo cientos de mi- II. Amor
les de nosotros llegamos a estar enfer- III. Vida plena
mos, tocamos fondo, y nos recuperamos. IV. Comprensión
V. Dicha de vivir
FORMAS DEL CARÁCTER: VI. Aceptación de la realidad
(que crean la enfermedad o la salud) VII. Energía
VIII.Tolerancia
1. Compasión por uno mismo IX. Ausencia de dolor emocional
2. Depresión X. Humildad
3. Resentimiento XI. Risa
4. Ansiedad XII. Servicio
5. Cólera XIII.Sensibilidad
6. Sentimientos de culpa XIV.Generosidad
7. Rebeldía XV. Calidez
8. Remordimientos XVI.Honestidad
9. Intolerancia XVII.Amor
10.Enfermedades psicosomáticas XVIII.Compasión
11.Falso orgullo XIX.Paz
12.Egoísmo Insomnio XX. Satisfacción
13.Avaricia XXI.Optimismo
14.Culpar a otros XXII.Paciencia
15.Irritabilidad XXIII.Utilidad
16.Indiferencia XXIV.Fe
17.Tensión XXV.Adaptación
18.Insatisfacción XXVI.No juzgar
19.Tendencias homicidas o suicidas XXVII.Propósito
20.Impaciencia XXVIII.Interés hacia los demás
21.Miedo XXIX.Gratitud
54
5
TABLA DE LA
ALCOHOLOMANÍA DR. JELLINEK (1944)
55
56
FASES DE LA ENFERMEDAD ALCOHÓLICA
I FASE PRE-ALCOHÓLICA
Es en esta fase que empieza a compararse él mismo con otros bebedores más dé-
biles que se emborrachan con menos copas que él. Se extraña de necesitar mayor canti-
dad de alcohol para llegar a la embriaguez y está convencido que cada día está apren-
diendo más a beber bien.
II FASE AGRAVANTE
57
Incluso puede aparentar en el momento de sufrir estas lagunas, la más completa
lucidez y control de sus movimientos y ademanes. ¿A qué se deben las lagunas menta-
les? Todavía es un misterio el por qué las lagunas mentales no ocurren en todas las
personas que beben; sólo le ocurren a algunos y, en estos, es el preludio al alcoholis-
mo. El alcohol circula en el torrente sanguíneo y produce una disminución en el oxíge-
no de la sangre que se reparte por el cuerpo y esta deficiencia momentánea ataca pre-
cisamente la corteza cerebral y la priva e alimentación causando interrupciones en el
funcionamiento del consciente mientras dure la falta de oxígeno a determinadas regio-
nes cerebrales.
Esta interrupción del consciente puede ir desde pocos segundos hasta horas o dí-
as, según la gravedad del caso. El individuo puede seguir actuando con aparente nor-
malidad y desenvoltura pero sus movimientos son automáticos y no se registran en el
cerebro. El individuo no recuerda ni lo que habla, ni lo que ve, ni lo que oye. Valga la
pena repetirlo; en casos extremos, estas lagunas mentales con los recuerdos en blanco,
pueden prolongarse por días enteros.
Cuando estas lagunas son frecuentes y de larga duración, llegan a producir dete-
rioros irreparables en el tejido nervioso, lo cual ha ido comprobado en autopsias de
personas que han fallecido por causas de alcoholismo crónico. Su cerebro se ha encon-
trado hinchado y con las ramificaciones y surcos cerebrales deformes. Las lagunas
mentales producen muerte de neuronas cerebrales, muertes que se multiplican por el
efecto acumulativo de la toxicidad del alcohol absorbido por las células, las fatigas cau-
sadas por el desvelo, a falta de alimentación adecuada, las pastillas para dormir o cal-
marse, etc.
58
BARRA 3 PREOCUPACIÓN POR EL ALCOHOL
Se preocupa por las fiestas a las que está invitado dentro de quince días; piensa
en lo alegre que estará rodeado de sus amigos ingiriendo licor. Se preocupa, por ejem-
plo, del bautismo de su hijo y de que probablemente no tenga el dinero suficiente para
comprar grandes cantidades de licor y celebrarlo dignamente. Se preocupa de la fiesta
de esta noche, donde se enteró se servirá poco licor y por eso se previene tomándose
unas cuantas copas antes y así por el estilo podríamos multiplicar los ejemplos.
Pronto descubre que todos estos conflictos internos se silencian y ahogan, aun-
que temporalmente, por el alcohol.
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BARRA 7 FRECUENCIA DE LAS LAGUNAS MENTALES
Ya al final de la etapa agravante, se advierte una frecuencia mayor de esas lagu-
nas mentales, pues el alcohol empieza a deteriorar de manera apreciable el sistema
nervioso. El modo de beber es fuerte, pero no es alarmante, el alcohólico disimula bien
su afición y la encubre hasta donde le es posible pues la compulsión aún no se ha desa-
rrollado mucho y es factible que el enfermo pueda ser encauzado a través de una cam-
paña preventiva contra el alcoholismo. En los Estados Unidos se hace una intensiva di-
vulgación de los síntomas de la fase agravante del alcoholismo entre la juventud y se
ha observado la afluencia de muchos jóvenes a los centros de tratamiento o a los gru-
pos de A.A.
El joven que a estas tempranas alturas entiende que es un alcohólico, puede deci-
dirse por su propia voluntad a no beber más pues aunque el alcohol puede ser un vehí-
culo de relación social para otras personas, para él es un veneno que despierta en su
organismo la compulsión física por ingerir y la obsesión mental por seguir tomando.
Esta fase agravante puede durar desde varios meses hasta varios años según la consti-
tución física y la preparación cultural del afectado pues las relaciones sociales y la per-
sonalidad ética del enfermo contribuyen a que se alargue esta etapa. Sin embargo, se
han visto infinidad de casos en los que el enfermo no pasa por la Etapa Agravante sino
que desde la primera vez que prueba el alcohol entra a la Crítica; estos casos a que ha-
cemos referencia, indudablemente no ofrecen ninguna resistencia física al desarrollo
de la enfermedad y entran de lleno en el calvario alcohólico.
En esta etapa se desarrolla la enfermedad propiamente dicha, una vez cae el alco-
hólico en su curso y no hace nada por liberarse no se detiene hasta llegar la destruc-
ción. Se inicia con la necesidad de beber más de una copa.
60
La pérdida de control puede despertarse no por iniciativa del bebedor sino, inclu-
so, por una invitación inesperada que reciba de un amigo u otra oportunidad para bebi-
das no programada por él mismo.
Aquí empieza una serie interminable de pruebas que siempre terminan en una
total embriaguez; el asunto de la fuerza de voluntad adquiere suma importancia para
él y cuando surge alguna tensión emocional bebe una copa abrigando la esperanza de
no pasar de allí pero, tarde o temprano, se da cuenta que esa singular copa es sólo el
preludio de un nuevo periodo de embriaguez; finalmente se da por enterado de que su
fuerza de voluntad se ha esfumado como por encanto y se dispone a recuperarla pero
haciendo uso del alcohol iniciando así otra cadena de borracheras para demostrarse a
sí mismo que es dueño de su voluntad.
61
BARRA 10 PRESIONES SOCIALES
Es evidente que su conducta ya es objeto de recriminaciones en el hogar, comenta-
rios y reproches de parte de los amigos y llamadas de atención de los jefes y patrones
en el trabajo. Ante este acosamiento o presión social, el enfermo acentúa sus racionali-
zaciones poniéndose a sí mismo toda clase de excusas con las cuales trata de sacar a
flote su personalidad.
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ducen remordimientos persistentes que lo hacen reflexionar positivamente, haciendo
probablemente un postrer examen de conciencia.
Más tarde, esa conciencia, aunque la tenga, no le servirá de nada.
63
que aún le sirve para algo su fuerza de voluntad; lejos está de darse cuenta de que a es-
tas alturas el alcohólico sólo responde a los dictados de su enfermedad.
BARRA 16 ABANDONO DE AMISTADES
Su esfuerzo por dominar el hábito del alcohol aumenta su agresividad y no es él quien
toma la iniciativa para abandonar a sus amigos, sino que son ellos los que casi siempre
rehúyen su presencia. El enfermo empieza a hacerse la pregunta de si el trago estará
interfiriendo con sus amigos y sus actividades.
64
jo, los estudios, el deporte, la familia o las diversiones constituyen un estorbo a su pla-
cer obligado de mantenerse borracho.
Poco a poco va entregándose más al alcohol hasta convertirse en su esclavo como
lo vamos a ver en la fase crónica de esta descripción.
65
dividuo hosco y huraño en sus relaciones sociales y laborales. Esta barra es el síntoma
inicial de lo que más tarde será un total divorcio con la sociedad.
BARRA 21 MARCADA CONMISERACIÓN DE SÍ MISMO
Conmiseración significa sentir lástima de sí mismo, y eso le sucede a nuestro en-
fermo de tanto sufrir frustraciones y hostilidades del medio ambiente. Llega a tanto su
estado que empieza a considerarse un desgraciado, sufre humillaciones en su trabajo,
dentro de su círculo social y familiar, y en parte de sus amigos que él aún considera sin-
ceros; su estado de salud en la mayoría de los casos es precario, todo ello viene a su-
marse de golpe y por ello siente lástima de sí mismo y vive en un constante lamento
que indudablemente lo hace desembocar en el alcohol. Todos conocemos casos de mu-
chos alcohólicos que rompen a llorar amargamente cuando están con sus copas, el al-
cohol libera sus inhibiciones manifestándose el llanto que en estado de abstinencia no
se produciría.
66
los momentos dolorosos que se producen en el seno de un hogar alcohólico, prefieren
iniciar una vida social activa.
La más sorprendente conclusión de esta fase es la siguiente: la familia del alcohó-
lico sufre el mismo alcoholismo que el enfermo. Aún sin beberse un trago, la familia
desarrolla los mismos defectos de carácter, los mismos resentimientos y estados de
conmiseración. Lo único que le falta para completar el cuadro es el alcohol, y algunas
veces lo tienen.
A estas alturas hay fuertes complejos, arraigados como tumores espirituales ma-
lignos, y una consciencia derrotista que hacen aparecer al alcohólico como un real
deshecho físico, mental y espiritual. Ahora tiene envenenada el alma, llena de odio,
rencor, envidia y perfidia. No puede perdonar y no quiere tampoco, porque ha empeza-
do a desintegrarse moralmente y desea inconscientemente alcanzar la máxima destruc-
ción.
67
dos de su casa, jardín, empleo, etc. Y así en el momento en que le apremie la compul-
sión por beber no sufre las consecuencias de la cruda.
Entre los consejos que dan los profesionales podemos adelantar el siguiente:
68
a la hora de fecundar el óvulo femenino se pueden encontrar en una condición débil e
insana, de ahí las serias taras hereditarias en algunas generaciones de alcohólicos.
BARRA 29 CELOTIPIA ALCOHÓLICA
Ya sea la impotencia sexual, o la constante desavenencia en el hogar, predispone
al enfermo a creer que su compañero de vida le está siendo infiel, desencadenando así
celos infundados la mayoría de las veces, originando serias tragedias pasionales, sien-
do estas de mayores proporciones si ya el alcohólico padece de crisis alucinantes.
Los celos se apoderan de su mente como idea obsesiva, bebe más, complicando
así la posibilidad de un buen entendimiento con su cónyuge.
El trata por todos los medios posibles por no llegar a la ruina y se sobrepone por
cortos períodos para no caer en el desprestigio social; no obstante su lucha, sus resis-
tencias sucumben ante la compulsión física y la obsesión por la bebida: La enferme-
dad sigue su marcha.
IV ETAPA CRÓNICA
Con la bebida regular matutina va adquiriendo la necesidad cada vez más apre-
miante por el alcohol para calmar sus tensiones emocionales y va necesitando constan-
temente su auxilio como droga. Lo que ahora empieza a ser más necesidad que hábito
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se vuelve constante y entramos ya en la etapa crónica o sea la bebedera continua en
una carrera desembocada al desastre que se mantiene en marcha inercia.
BARRA 31 PERIODO DE EMBRIAGUEZ PROLONGADA
La ingestión constante de alcohol debilita su capacidad física y de una vez por todas se
encuentra bebiendo sin interrupción; se le ve por las calles a todas horas; con ese siste-
ma de beber es difícil que pueda sostener su empleo por mucho tiempo y es despedido
definitivamente de su trabajo, y si había logrado conservarlo hasta ahora era por exce-
siva tolerancia de sus jefes o por muy buena salud física del enferm@ alcohólic@ que
le permitió resistir por largo tiempo los embates del alcohol antes de destruirse; a tra-
vés de estos periodos va perdiendo sus salud física y mental, su poco prestigio laboral
y el decoro social.
Este divorcio completo con la sociedad, desde luego, le hace buscar más el alco-
hol para mitigar su miseria física, mental, social y espiritual.
En algunos casos ya no le importan los medios para conseguir dinero para consu-
mir alcohol, lo que le interesa es embriagarse, vivir de la fantasía y olvidarse del pre-
sente. Ya no desea reincorporarse a la vida social, porque todo lo cree perdido.
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El odio, la envidia, la ira y el resentimiento entenebrecen su espíritu y lo hacen
hundirse más en su flaqueza moral.
BARRA 33 DISMINUCIÓN DE LAS CAPACIDADES MENTALES
El excesivo uso del alcohol durante largos años ha producido estados constantes
de intoxicación en el cerebro. Las neuronas son las únicas células del organismo que
no se reproducen.
A causa de la intoxicación del alcohol, mueren por millares, lo que explica enton-
ces como el cerebro del alcohólico se va deteriorando. Su concentración, atención, me-
moria, juicio y raciocinio disminuyen y se va apoderando de él una constante fatiga
mental, son ahora muy pocos los chispazos de lucidez que tiene, casi siempre bajo el
estímulo del mismo alcohol.
LAS SICOSIS ALCOHÓLICAS: Son aquellas que se originan debido al uso excesi-
vo del alcohol, es decir, el alcohol es un elemento físico determinante pero desde lue-
go, hemos comprendido que la verdadera causa no se encuentra en el veneno mismo,
sino en la personalidad de quien lo bebe.
Todo alcohóic@ es presa de una ansiedad que crece hasta convertirse en angus-
tia impotente ante un peligro real o ficticio. La ansiedad y angustia no son más que si-
tuaciones originadas por sus propios conflictos internos y frustraciones con el medio
ambiente. El alcohol alivia la angustia, estimula los sentidos, disminuye la fatiga y a
medida que se bebe produce una sensación de seguridad y autosuficiencia, se olvida el
pasado y se ve con ojos soñadores hacia el futuro, mientras el presente es color de ro-
sa; pero como sucede en los castillos de naipes, el ilusionismo se rompe y vuelve la tris-
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te realidad a reaparecer con otros agravantes más, y para borrar esto…sigue la cadena
de engaños a sí mismo durante el alcoholismo crónico.
En los círculos científicos todavía hay desorientación respecto al origen de la en-
fermedad alcohólica, y también acerca del origen de la sicosis, sin embargo, si se ha
comprobado que el diez por ciento de alcohólicos mueren en un hospital de enfermos
mentales, víctimas de alguna de las 8 sicosis más comunes en los alcohólicos, y otro
porcentaje elevado, 15%, se hacen acreedores a trastornos nerviosos sin llegar a la sico-
sis. Lo cierto es que el alcohólico se caracteriza por una angustia y preocupación signi-
ficativamente elevadas unidas a una tolerancia muy baja a las presiones de la vida. Su
angustia parece resultar de la pérdida de control en las situaciones agudas de tensión
que no puede soportar y de las que intenta escapar inmediatamente. Conforme los me-
canismos defensivos sicológicos del alcohólico se debilitan y la tensión de sus conflic-
tos o de la realidad aumenta, pueden aparecer signos muy acentuados de angustia. Es
por eso que cuando no ha bebido, el alcohólico está inquieto e irritable, aprensivo, tris-
te o deprimido y cuando la angustia se desvanece y los impulsos reprimidos se liberan
bajo los efectos del alcohol, aparece una tonalidad efectiva eufórica, un sentimiento de
autoconfianza y despreocupación por sus responsabilidades, una tendencia a la fanta-
sía y a las compensaciones, todo lo cual, proporciona un falso sentido de seguridad.
INTOXICACIÓN ALCOHÓLICA: Es una forma simple de sicosis que se produce
en personas alcohólicas o no, de temperamento histérico. Su cuadro clínico puede du-
rar desde unos minutos hasta un día completo. Se dan ciertos síntomas patológicos,
pero desaparecen con el tratamiento médico, el enfermo casi no recuerda nada y en po-
co tiempo se reincorpora a la vida normal.
DELIRIUM TREMENS: Es la sicosis alcohólica más conocida por el público; de
causas complejas a la que contribuyen muchos factores anatómicos y fisiológicos co-
mo factores metabólicos, disminución de la función antitóxica del hígado, falta de oxi-
genación cerebral, incremento de los ácidos gástricos, deshidratación y carencia de vi-
taminas del complejo B. Por lo general el delirium tremens aparece a los pocos días d
haber dejado de beber; sin embargo, en ocasiones se presentan a las pocas horas de la
interrupción de la bebida ya en casos avanzadísimos en la enfermedad alcohólica. Se
manifiesta principalmente por ilusiones y alucinaciones.
ILUSIÓN: Es la mala interpretación de la realidad ambiente. El enfermo ve por
72
ejemplo una sábana que se mueve y cree que es un fantasma; oye una gota que cae del
lavamanos de su casa y cree que le está hablando e incluso insultando, etc.
ALUCINACIÓN: Es una percepción sin objeto. El enfermo percibe toda clase de
imágenes fantásticas que solo tienen existencia real en su mente, proyectadas en el am-
biente físico. Por ejemplo, oye una sinfonía o selección musical, ve
animales (prehistóricos, insectos enormes, etc.), siente olores extraños en su habita-
ción, sabores desconocidos en la comida y puede creer que lo están envenenando, etc.
Las alucinaciones pueden afectar todas las percepciones y de acuerdo con el senti-
do que afecten, así su nombre: visuales, táctiles, olfativas, auditivas, gustativas… Las
alucinaciones adquieren una realidad impresionante que hacen vivir al enfermo mo-
mentos de zozobra, casi siempre empiezan después de un alcoholismo crónico de 3 o 4
años, y ante el desasosiego mental es imposible que el enfermo pueda dormir. Por
ejemplo, el enfermo ve que se acerca un enano verde hablándole con frases amenaza-
doras y además lo pellizca. El cerebro está por lo general inflamado, hay degeneración
más o menos marcada de las células nerviosas, daños graves en el cerebelo. Suele ha-
ber hemorragias puntiformes y una especie de meningitis. El delirium tremens tiene
una duración que oscila entre los 3 y 10 días. Durante el tratamiento jamás debe suje-
tarse al individuo por medio de una camisa de fuerza, envoltura en sábanas, etc., por-
que ello puede ser mortal. Los reincidentes casi siempre mueren de neumonía cardia-
ca.
SICOSIS DE KORSAKOF: Es una enfermedad que afecta al sistema nervioso y es de
origen alcohólico. Tiene una similitud sintomática con una parálisis general progresi-
va. El enfermo de Korsakof padece de una deficiencia de vitamina B, principalmente
tiamina y iacina.
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puede identificar a las personas, hay ausencia de los reflejos rotulianos, y aparece un
terrible dolor en las piernas, principalmente en el curso que siguen los nervios.
Se presenta más en el sexo femenino que en el masculino, su duración oscila en-
tre las 6 y 8 semanas, y casi siempre la recuperación es completa, a menos que haya re-
incidencia las cuales causan deterioro de la memoria y, en algunos casos, deterioros in-
telectuales, emocionales y éticos.
ALUCINOSIS AGUDA: Es un cuadro esquizofrénico desencadenado por el alco-
hol; se presentan los mismos síntomas del delirium tremens, un tanto intensificados,
las alucinaciones auditivas más claras, y los enfermos son víctimas de un miedo terri-
ble; las alucinaciones o voces lo acusan de inmoral, homosexual, indecente y sucio;
oye disparos y ruidos amenazantes, alucinaciones olfativas o visuales. Es tanta la deses-
peración, que puede llamar en su auxilio a la policía, o armarse en su propia defensa.
A ello es que muchas veces causan escándalos y hasta pueden matar a otras personas.
Según el decir de los psiquiatras, sus conflictos son de origen homosexual, y casi
siempre su homosexualismo es del tipo reprimido; conscientemente hasta llegan a ig-
norarlo; pero en muchos casos el alcohol contribuye a la satisfacción de sus impulsos
perversos porque, como hemos dicho, libera las inhibiciones, lo cual le permite come-
ter actos homosexuales. Estos actos le producen después sentimientos de culpabili-
dad, remordimiento, etc.; originando las voces que lo insultan. Estas sicosis tienen
una duración de unos cuantos días a un mes y en casi cada recaída del enfermo se repi-
ten con mayor dureza.
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del cerebro y se le desarrolla una melancolía crónica, o en otras palabras una tristeza
persistente.
SEUDOPARÁLISIS ALCOHÓLICA: Como su nombre lo indica es una falsa paráli-
sis producida por el deterioro de las fibras nerviosas; la persona puede quedar reclui-
do en una silla de ruedas o con los brazos inmóviles; se da un tratamiento de complejo
B con acentuación de B-12 y vitamina A. La recuperación al principio es casi completa,
pero el enfermo reincide, van quedando secuelas irreparables.
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llegado a esta etapa beben ese alcohol industrial impotable revuelto con otra clase de
bebidas para rebajarles la potencia.
El alcohólico que llega a este extremo ya lo ha abandonado todo y es una escoria
social, habitantes ya del peor mundo del infierno alcohólico y es casi seguro que el que
llega allí no sale vivo; están en un mundo aparte y se les considera tan desgraciados o
más que los leprosos de los tiempos bíblicos. Ellos mismos se aíslan en los barrancos
aledaños a las ciudades, por lo general ya no tienen nombre ni apellidos, distinguién-
dose únicamente por el apodo o sobrenombre; hablan a medias palabras el idioma de
las personas normales pus tienen su propio léxico de suerte que cuesta mucho enten-
derles lo que dicen. Prácticamente son libres porque ni la policía los desea para casti-
garlos, los apresan sólo en casos de infracción al orden público o para llevarlos a un
hospital o a una clínica para desintoxicar. Son despreciados por la gente en la calle, les
niegan hasta el agua, los insultan o apedrean, sus familiares los niegan como parien-
tes, los médicos ya no los reciben en los hospitales. Su clásica figura es desgreñada, de
aspecto barbón, de pelo sucio y largo; sus ojos son enrojecidos y sanguinolentos, piel
de color rojo y cenizo y de aspecto brillante, pies y tobillos hinchados, paso inseguro y
vacilante y en fin, la vida de este enfermo que ha caído en el peor de los infiernos alco-
hólicos no es más que la autodestrucción humana llevada al extremo más infame. Has-
ta aquí, que se sepa, los únicos que han podido rescatar a estos hombres perdidos, son
los Alcohólicos Anónimos, reincorporándolos a la vida normal en muchos casos.
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ciedad y por ello cada momento cree que la misma lo va a castigar, viviendo momen-
tos de terror y miedos acentuados por su angustia, culpabilidad y remordimiento.
BARRA 39 TEMBLORES PERSISTENTES
En su camino hacia la muerte, meta de su autodestrucción total, el sistema nervio-
so del alcohólico depende del veneno que bebe, así es que cuando le falta, lo pide en
medio de gritos y temblores persistentes, pues anatómicamente los nervios han perdi-
do su capacidad de estar en reposo, aparecen calambres que no son otra cosa que cor-
to-circuitos nerviosos y todo este infierno personal no se calma sin el auxilio del alco-
hol, que una vez ingerido, tiende a empeorar las cosas.
77
religión o visita una iglesia o capilla con el propósito de encontrar un oasis espiritual
para su alma enferma.
Pocos, pero muy pocos, se salvan siguiendo métodos religiosos por sí solos. Otros
han perdido la fe completamente en su religión e ingresan a la Masonería, a los Rosa-
cruces o a organizaciones seudo-científicas o astrológicas, o a sociedades espiritistas
en busca de alivio pero lo más seguro es que no la encuentran. Algunas de estas agru-
paciones son magníficas para otro tipo de personas pero no para el enfermo alcohóli-
co.
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6
79
A QUIEN CORRESPONDA:
Lorem ipsum dolor
sit amet, ligula sus-
Durante muchos años me he especializado en el trata-
pendisse nulla pre-
tium, rhoncus tem- miento del alcoholismo.
por placerat fermen-
tum, enim integer ad A fines del año 1934 atendí a un paciente que, a pesar de
vestibulum volutpat. haber sido un competente hombre de negocios, con mucha ap-
Nisl rhoncus turpis
titud para ganar dinero, era un alcohólico de un tipo que yo
est, vel elit.
había llegado a considerar como irremediable.
80
El médico que a petición nuestra nos facilitó esta carta, ha tenido la bondad de
ampliar sus ideas en otra declaración que exponemos a continuación. En ésta, confir-
ma que los que hemos sufrido la tortura alcohólica tenemos que creer que el cuerpo
del alcohólico es tan anormal como su mente.
La teoría del doctor, de que tenemos una alergia al alcohol, nos interesa. Aunque
nuestra opinión, no profesional, sobre su validez signifique poco, como ex bebedores
del tipo que se convierte en problema, podemos decir que esa explicación parece acer-
tada. Aclara muchas cosas que de otro modo nosotros no podíamos explicar.
El doctor escribe:
81
Las normas ultramodernas y el enfoque científico que aplicamos a todo, pueden
ser la causa de que estemos mal preparados para aplicar los poderes del bien que no
encajan en nuestros conocimientos sintéticos. Hace muchos años, uno de los colabora-
dores de este libro estuvo bajo nuestro cuidado en este hospital y, durante ese tiempo
adquirió ideas que inmediatamente llevó a la práctica.
Más adelante, solicitó permiso para contar su historia a otros pacientes y, con
cierta desconfianza, se lo concedimos. Los casos que hemos observado en todo su
transcurso han sido sumamente interesantes. La abnegación y su espíritu de comuni-
dad, son algo realmente inspirador para quien ha trabajado fatigosamente —y por mu-
cho tiempo— en el terreno del alcoholismo. Creen en ellos mismos, pero mucho más
en el Poder que los arranca de las garras de la muerte.
82
Los hombres y las mujeres beben, esencialmente, porque les gusta el efecto que
produce el alcohol. La sensación es tan evasiva que, aunque admiten lo dañino, no pue-
den después de algún tiempo discernir la diferencia entre lo verdadero y lo falso. Les
parece que su vida alcohólica es la única normal. Están inquietos, irritables y descon-
tentos hasta que no vuelven a experimentar la sensación de tranquilidad y bienestar
que inmediatamente les produce apurar unas cuantas copas — copas que ven a otros
tomar con impunidad. Después de haber vuelto a sucumbir al deseo imperioso, pasan
por todas las bien conocidas etapas de la borrachera, emergiendo de ésta llenos de re-
mordimientos y con la firme resolución de no volver a beber. Esto se repite una y otra
vez, y a menos de que la persona pueda experimentar un cambio psíquico completo,
hay muy pocas esperanzas de que se recupere.
Por otra parte, por extraño que parezca a quienes no lo entienden, una vez que
ha ocurrido el cambio psíquico, la misma persona que parecía condenada a muerte,
que tenía tantos problemas y se creía incapaz de resolverlos, repentinamente descubre
que puede fácilmente controlar su deseo por el alcohol y que el único esfuerzo para
ello es el de seguir unas sencillas normas.Algunos individuos han recurrido a mí, pre-
sas de la desesperación, y me han dicho con sinceridad: “¡Doctor....., no puedo seguir
así! ¡Tengo la vida por delante! ¡Necesito parar...., pero no puedo! ¡Usted tiene que
ayudarme!”
Cuando se tiene que afrontar este problema, si el médico es sincero consigo mis-
mo, a veces tiene que sentir su propia insuficiencia. A pesar de que dé todo lo que pue-
da dar, con frecuencia no es suficiente. Uno piensa que se necesita la intervención de
algo más, aparte del poder humano para que se produzca el cambio psíquico esencial.
83
Estos individuos no bebían para escapar; estaban bebiendo para aplacar un de-
seo imperioso que estaba más allá de su control mental.
Hay muchas situaciones motivadas por el fenómeno del deseo imperioso y que
impulsan a los hombres a consumar el supremo sacrificio en vez de seguir luchando.
Existe el individuo que no está dispuesto a admitir que no puede beber ni una co-
pa; planea distintas maneras de beber y cambia de marca o de lugar. Tenemos el que
cree que después de un período de haber estado sin beber, puede hacerlo sin peligro.
También tenemos el maniático-depresivo —tal vez éste sea el que menos pueden com-
prender sus amigos— acerca del cual puede escribirse todo un capítulo.
Todos los citados y muchos otros, tienen un síntoma en común; no pueden empe-
zar a beber sin que se presente en ellos el fenómeno del deseo imperioso.
Este fenómeno, como lo hemos sugerido, puede ser la manifestación de una aler-
gia que distingue a esta gente de los demás y que la sitúa en un grupo distinto. Nunca
ha sido posible erradicarlo con ninguno de los métodos conocidos. El único método
que podemos sugerir es la abstinencia completa.
¿Cuál es la solución? Tal vez pueda contestar mejor a esta pregunta relatando
una de mis experiencias.
84
Aproximadamente un año antes de tener esta experiencia, trajeron a un indivi-
duo para que se le tratara su alcoholismo crónico. Se había recuperado parcialmente
de una hemorragia gástrica y parecía ser un caso de deterioro mental patológico. Ha-
bía perdido todo lo que valía la pena en la vida y solamente vivía para beber. Admitió
francamente, y lo creía, que no había remedio para él. Después de que se hubo desalo-
jado al alcohol de su organismo, se comprobó que no había ninguna lesión cerebral
permanente. Aceptó el plan que se expone en este libro. Un año después vino a verme
y tuve una extraña sensación. Lo conocía por su nombre y pude reconocer parcialmen-
te sus facciones, pero eso era todo. De una ruina temblorosa y desesperada, había sur-
gido un individuo radiante de alegría y de confianza en sí mismo. Estuve hablando con
él un rato pero no podía convencerme de que lo conocía. Para mí, era un extraño y lo
fue hasta que se marchó.
Su problema alcohólico era tan complejo y su depresión tan grande, que pensa-
mos en la entonces llamada “psicología moral” como única esperanza para él, y dudan-
do de que aun ésta tuviese algún efecto.
Sin embargo, lo convencieron las ideas que encierra este libro. No ha bebido ni
una copa en muchos años. Lo veo de vez en cuando y es un espécimen de la naturaleza
humana tan excelente como uno pueda imaginarse.
Aconsejo muy seriamente a todo alcohólico que lea con atención este libro. Es po-
sible que a primera vista lo tome como objeto de burlas, pero quizás después se quede
meditando y eleve una oración.
William Silkworth, M.D.
85
7
EL PROGRAMA DE A.A
PARA LA RECUPERACIÓNREFLEXIONES COMPARTIDAS DEL PORTAL DE A.A. EN MÉXICO
86
Cuando un alcohólico aplica los "Doce pasos" del programa de recuperación a su
vida personal, su desintegración se detiene y su unificación empieza. El poder que aho-
ra lo mantiene integrado en su unidad, sobrepasa aquellas fuerzas que lo habían desga-
rrado y, para mantener cada uno de estos valores; no solo con uno mismo sino con
nuestros compañeros, están "Las doce tradiciones" que son la columna vertebral del
programa de rehabilitación. Cinco puntos básicos nuestro programa de rehabilitación:
En términos generales, al ser humano no le gusta perder o aceptar que está equi-
vocado. En el caso del alcohólico, por lo regular, siempre trata de justificar su forma
anormal de ver y argumenta que no tiene problemas al respecto. Sin embargo, puede
darse cuenta de su situación real si analiza cuidadosamente y con honestidad su mane-
ra excesiva de beber y los daños que esto le ocasionó tanto a él como a los demás.
En virtud de que la ciencia médica dictaminó que el alcoholismo es una enfermedad,
la persona deberá tomar en cuenta que nadie puede rehabilitar, o tratarse, si no se
acepta la enfermedad. Entonces la persona, que con sinceridad quiere dejar de beber,
debe aceptar su incapacidad por controlar la bebida; de lo contrario le podrá causar la
locura o la muerte prematura.
87
3. Reajuste de las relaciones interpersonales
Para lograr lo anterior tendrá que descubrir los daños que ocasionó a los demás,
física y moralmente. Después, en la medida que le sea posible, habrá de reparar esos
daños; así logrará la tranquilidad que necesita para poder mantenerse sin beber.
88
PREÁMBULO
LITERATURA BÁSICA DE LOS GRUPOS DE ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS
lxxxix
William Griffith Wilson
COFUNDADOR DE LA COMUNIDAD DE ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS
xc
Bill W. Veterano de guerra a la edad de 22 años, estudiante de economía y comer-
cio a la vez que de leyes, su talento en los negocios y en las finanzas le trajo la fortuna
y le deparó aplausos, de esta aleación de la bebida y la especulación, comenzó a forjar
el arma que un día se convertiría en el bumerán que casi lo hace pedazos como a miles
de alcohólicos en el mundo, que hoy por medio de su obra se recuperan de esta terri-
ble enfermedad. Nació el 26 de noviembre de 1895. Murió el 24 de enero de 1971.
Cuando tenía diez años de edad se fue a vivir con sus abuelos. Bill era un mucha-
cho alto, pero torpe, niños más pequeños que él siempre le ganaban en las peleas. En
esa época empezó a desarrollar la idea de ganar, ser el número uno, construyó y lanzó
un bumerán, acicateado por lo que dijo su abuelo, acerca de que nadie que no fuera
australiano podía fabricar uno. Emocionalmente, Bill había comenzado a fabricar otra
especie de boomerang que casi lo mata: ser el primero, el número uno en todo, tenía
que ser atleta porque no lo era, músico porque no podía entonar la más simple melo-
día, presidente de su clase, llegó a ser capitán del equipo de béisbol, aprendió a tocar
el violín como para conducir la orquesta de la secundaria.
xci
No le preocupa su forma de beber, aunque su esposa Lois había empezado a su-
frir a causa de ella. En aquélla época, Bill bebía para soñar grandes fantasías de un po-
der cada vez mayor; deseaba ser el director de grandes empresas y casi lo logra de no
ser por la crisis financiera de 1929. Cuando todo se desvaneció, aunque debía miles de
dólares, no pensaba lanzarse por la ventana como mucha gente lo hizo a causa de la
bancarrota financiera; cree que puede construirlo todo una vez más, no lo logró pues
su obsesión alcohólica ya lo había condenado; de manera que comienza a hundirse y
se convierte en un indeseable de Wall Street; desacreditado por todas partes, ya no te-
nía dinero ni sobriedad. Finalmente, llega a un estado en el que ya no bebía para tener
sueños de poder, bebía para ahogar las penas y olvidar.
Tomó la firme resolución de dejar de beber para siempre, pero poco después nue-
vamente llegó borracho a su casa. Es internado por conducto de su cuñado que era mé-
dico y conoce al doctor Silkworth, quien le revela cómo la voluntad del alcohólico se de-
bilita sorprendentemente cuando se trata de combatir al licor. Bill es visitado en su ca-
sa por un antiguo amigo del colegio, Ebby, del que se decía que había sido internado
por demencia alcohólica. Sin embargo, estaba sobrio. Bill le ofreció una copa, misma
que rechazó, desilusionado, pero lleno de curiosidad, Bill se preguntó qué le habrá su-
cedido al individuo, no es el mismo.
“Vamos, ¿de qué se trata?”,le pregunta. Ebby lo miró a la cara y sonriendo le res-
pondió, tengo religión. Había ido a ver a Bill para pasarle su experiencia, si él quería
aceptarla.
xcii
Robert Holbrook Smith
COFUNDADOR DE LA COMUNIDAD DE ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS
xciii
Fue un médico estadounidense y el cirujano co-fundador de Alcohólicos Anóni-
mos en 1935, También fue conocido como el Dr. Bob. fue llamado el "Príncipe de la
Duodécima Steppers" por Wilson porque voluntariamente ayudado a más de 5.000 al-
cohólicos. Además, estaba en su casa que se desarrollaron las ideas básicas de AA.
Nació en San Montpelier, Vermont, donde fue criado, a Susan A. Holbrook Pe-
rrin y Walter Smith, creció con comodidades, pero irritado por la disciplina estricta de
sus primeros años.
En octubre de 1984, un contrato fue negociado y la casa del Dr. Bob, fue incorpo-
rado oficialmente como una corporación sin fines de lucro, mientras que los acuerdos
de financiación se hicieron para completar la compra de la casa. una variación de zoni-
ficación de la propiedad se hizo por la ciudad de Akron, para que la propiedad podría
ser designado un museo.
En octubre de 1985, la casa del Dr. Bob, fue nombrado un sitio histórico del esta-
do por el gobernador Richard Celeste, y mediante los buenos oficios de los EE.UU. el
congresista John Seiberling, hijo de Henrietta Seiberling, la casa del Dr. Bob fue decla-
rada Monumento Histórico Nacional.
xciv
Desde entonces, los continuos esfuerzos se han hecho para preservar y restaurar
el carácter original de la casa como lo fue cuando el Dr. Bob residía allí. Las donacio-
nes para la restauración y el mantenimiento continuo de la casa del Dr. Bob en un mu-
seo son muy necesarios y apreciados siempre. De esta forma el legado del Dr. Bob se
perpetuará para todos los que tienen el coraje de renunciar a su voluntad y lo siguen a
través de los doce pasos.
Veinticinco años después de la muerte del Dr. Bob, un pequeño grupo de Akron
los miembros de Alcohólicos Anónimos se reunieron con el deseo de conmemorar el
lugar donde nació Alcohólicos Anónimos. La casa era propiedad en ese momento por
un joven que era estudiante en la Universidad de Akron.
Era el 10 de junio de 1935, que ahora se respeta como la fecha en que en realidad
empezó Alcohólicos Anónimos. El doctor Bob no volvió a tomar un trago en el resto de
su vida. Creó los doce pasos y la historia como el fundador de Alcohólicos Anónimos.
El simbólico doce escalones de piedra que conduce a la entrada principal es un monu-
mento vivo a la valentía, la visión y la determinación de este hombre que forjó el cami-
no para muchos otros tantos.. tuvo su comienzo en 1935, en Akron, Ohio, como resulta-
do del encuentro de Bill W., un agente de Bolsa de Nueva York, y el Dr. Bob S., un ciru-
jano de Akron. Ambos habían sido alcohólicos desahuciados.Antes de conocerse, Bill y
el Dr. Bob habían tenido contacto con el Grupo Oxford, una sociedad compuesta en su
mayor parte de gente no-alcohólica, que recalcaba la aplicación de valores espirituales
universales a la vida diaria.
En aquella época, los Grupos Oxford de América estaban dirigidos por el renom-
brado clérigo episcopaliano el Dr. Samuel Shoemaker. Bajo esta influencia espiritual, y
con la ayuda de su viejo amigo, Ebby T., Bill había logrado su sobriedad y había mante-
nido su recuperación trabajando con otros alcohólicos, a pesar del hecho de que ningu-
no de sus candidatos se había recuperado. Mientras tanto, el ser miembro del Grupo
Oxford de Akron no le había dado al Dr. Bob la suficiente ayuda como para lograr su
sobriedad.
xcv
Aportes
Cuando por fin el Dr. Bob y Bill se conocieron, el encuentro produjo en el Dr.
Bob un efecto inmediato. Esa vez, se encontraba cara a cara con un compañero alcohó-
lico que había logrado dejar de beber. Bill recalcaba que el alcoholismo era una enfer-
medad de la mente, de las emociones y del cuerpo. Este importantísimo hecho se lo ha-
bía comunicado el Dr. William D. Silkworth, del Hospital Towns de Nueva York, insti-
tución en la que Bill había ingresado varias veces como paciente. Aunque era médico,
el Dr. Bob no sabía que el alcoholismo era una enfermedad. Las ideas contundentes de
Bill acabaron convenciendo a Bob y pronto logró su sobriedad y nunca volvió a beber.
También en 1939, el Cleveland Plain Dealer publicó una serie de artículos acerca
de A.A., suplementada por algunos editoriales muy favorecedores. El grupo de Cleve-
land, compuesto solamente de unos 20 miembros, se vio inundado con incontables sú-
plicas de ayuda. A los alcohólicos que llevaban solamente unas cuantas semanas so-
brios se les encargó de trabajar con los nuevos casos. Con esto se dio al movimiento
una nueva orientación, y los resultados fueron fantásticos. Pasados unos pocos meses,
el número de miembros de Cleveland había ascendido a 500. Por primera vez, había
evidencia de que la sobriedad podría producirse en masa. Entretanto, el Dr. Bob y Bill
habían establecido en Nueva York en 1939 una junta de custodios para ocuparse de la
administración general de la Comunidad recién nacida. Algunos amigos de John D.
Rockefeller, Jr. servían como miembros de este consejo, junto con algunos miembros
de A.A.
xcvi
Se dio a la junta el nombre de la Fundación Alcohólica. Sin embargo, todos los in-
tentos de recoger grandes cantidades de dinero fracasaron, porque el Sr. Rockefeller
había llegado a la conclusión prudente de que grandes sumas de dinero podrían estro-
pear la naciente sociedad.
No obstante, la fundación logró abrir una pequeña oficina en Nueva York para
responder a las solicitudes de ayuda e información y para distribuir el libro de A.A.—
una empresa, dicho sea de paso, que había sido financiada principalmente por los
miembros de A.A.
En 1950, había en todas partes del mundo unos 100,000 alcohólicos recupera-
dos. Por muy impresionante que fuera ese desarrollo, la década de 1940 al 1950 fue
una época de gran incertidumbre. La cuestión crucial era si todos aquellos alcohólicos
volubles podrían vivir y trabajar juntos en sus grupos. ¿Podrían mantenerse unidos y
funcionar con eficacia?
xcvii
No obstante, para el año 1946, ya era posible sacar algunas conclusiones bien ra-
zonadas en lo concerniente a las actitudes, costumbres y funciones que se ajustarían
mejor a los objetivos de A.A. Estos principios, que habían surgido de las arduas expe-
riencias de los grupos, fueron codificados por Bill en lo que hoy día se conoce por el
nombre de las Doce Tradiciones de Alcohólicos Anónimos. Para 1950, el caos de los
tiempos anteriores casi había desaparecido. Se había logrado enunciar y poner en prác-
tica con éxito una fórmula segura para la unidad y el funcionamiento de A.A.
Durante esa frenética década, el Dr. Bob dedicaba sus esfuerzos al asunto de la
hospitalización de los alcohólicos y a la tarea de inculcarles los principios de A.A. Los
alcohólicos llegaban en tropel a Akron para obtener cuidados médicos en el hospital
Santo Tomás, una institución administrada por la iglesia católica. El Dr. Bob se inte-
gró en el cuerpo médico de este hospital, y él y la extraordinaria Hermana M. Ignacia,
también del personal del hospital, facilitaban atención médica e inculcaban el progra-
ma de A.A. a unos 5,000 alcohólicos enfermos. Después de la muerte del Dr. Bob en
1950, la Hermana Ignacia siguió trabajando en el Hospital de la Caridad de Cleveland,
donde contaba con la ayuda de los grupos locales y donde otros 10,000 alcohólicos en-
fermos encontraron A.A. por primera vez. Este trabajo era un preclaro ejemplo de dis-
posiciones hospitalarias que permitían que A.A. cooperara venturosamente con la me-
dicina y la religión.
En ese mismo año de 1950, A.A. celebró en Cleveland su primera Convención In-
ternacional. En esa convención el Dr. Bob hizo su último acto de presencia ante la Co-
munidad y, en su charla de despedida, se enfocó en la necesidad de mantener simple
el programa de Alcohólicos Anónimos. Junto con los asistentes, él vio a los delegados
adoptar con entusiasmo las Doce Tradiciones de A.A. para el uso permanente de la Co-
munidad en todas partes del mundo. (Murió el 16 de noviembre de 1950.)
xcviii
No obstante, estos servicios vitales estaban todavía en manos de una aislada jun-
ta de custodios, cuyo único vínculo con la Comunidad había sido Bill y el Dr. Bob. Co-
mo los cofundadores habían previsto años atrás, llegó a ser imperativo vincular a los
custodios de los servicios mundiales de A.A. (ahora la Junta de Servicios Generales de
Alcohólicos Anónimos) con la Comunidad a la cual servían. Por lo tanto se convocó
una reunión de delegados de todos los estados y provincias de los EE.UU. y Canadá.
Así constituido, este organismo de servicio mundial se reunió por primera vez en 1951.
A pesar de cierta aprensión suscitada por la propuesta, la asamblea tuvo un gran éxito.
Por primera vez, los custodios, anteriormente aislados, eran directamente responsa-
bles ante A.A. en su totalidad. Se había creado la Conferencia de Servicios Generales
de A.A. y, así, se había asegurado el funcionamiento global de A.A. para el futuro.
La segunda Convención Internacional tuvo lugar en St. Louis en 1955 con motivo
de la conmemoración del 20º aniversario de la Comunidad. Para aquel entonces, la
Conferencia de Servicios Generales ya había demostrado su indudable valor. En esa
ocasión, en nombre de todos los pioneros de A.A., Bill transfirió a la Conferencia y a
sus custodios la futura vigilancia y protección de A.A. En ese momento, la Comunidad
tomó posesión de lo suyo; A.A. llegó a su mayoría de edad.
Si no hubiera sido por la ayuda de los amigos de A.A. en sus primeros días, es pro-
bable que Alcohólicos Anónimos nunca hubiera existido. Y de no haber contado con la
multitud de amigos que, desde entonces, han contribuido con su tiempo y su ener-
gía—especialmente nuestros amigos de la medicina, la religión y los medios de
comunicación—A.A. nunca podría haber crecido y prosperado. La Comunidad expresa
su perenne gratitud por esta amistosa ayuda.
xcix
CÓMO TRABAJA
CAPÍTULO 5, PÁGINA 54 LIBRO GRANDE ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS
Rara vez hemos visto fracasar a una persona que haya seguido concienzudamente
nuestro camino. Los únicos que no se recuperan son los individuos que no pueden o
no quieren entregarse de lleno a este sencillo programa; generalmente son hombres y
mujeres incapaces, por su propia naturaleza, de ser honrados consigo mismos. Hay se-
res desventurados como éstos. No son culpables: por lo que parece, han nacido así.
Por su naturaleza, son incapaces de entender y de realizar un modo de vida que exige
la más rigurosa honradez. Para éstos las probabilidades de éxito son pocas. Existen
también los que sufren graves trastornos emocionales y mentales, aunque muchos de
ellos logran recuperarse si tienen la capacidad suficiente para ser honrados.
Nuestras historias expresan de un modo general cómo éramos, lo que nos aconteció y
cómo somos ahora. Si tú has decidido que quieres lo que nosotros tenemos y estás dis-
puesto a hacer todo lo que sea necesario para conseguirlo, entonces estás en condicio-
nes de dar ciertos pasos.
Nosotros nos resistimos a algunos de ellos. Creíamos que podríamos encontrar un ca-
mino más fácil y cómodo. Pero no pudimos. Es por ello que, con todo el ahínco que
pueda animarnos, te suplicamos que seas valiente y concienzudo desde el mismísimo
comienzo.
Las medidas parciales no nos sirvieron para nada. Estábamos en el punto del cambio.
Entregándonos totalmente, le pedimos a Dios su protección y cuidado. He aquí los pa-
sos que dimos y que se sugieren como programa de recuperación:
c
1.Admitimos que éramos impotentes ante el alcohol, que nuestras vidas se habían
vuelto ingobernables.
2.Llegamos a creer que un Poder Superior a nosotros mismos podría devolvernos
el sano juicio.
3.Decidimos poner nuestras voluntades y nuestras vidas al cuidado de Dios, como
nosotros lo concebimos.
4.Sin miedo hicimos un minucioso inventario moral de nosotros mismos.
5.Admitimos ante Dios, ante nosotros mismos y ante otro ser humano, la natura-
leza exacta de nuestros defectos.
6.Estuvimos enteramente dispuestos a dejar que Dios nos liberase de nuestros de-
fectos.
7.Humildemente le pedimos que nos liberase de nuestros defectos.
8.Hicimos una lista de todas aquellas personas a quienes habíamos ofendido y es-
tuvimos dispuestos a reparar el daño que les causamos.
9.Reparamos directamente a cuantos nos fue posible el daño causado, excepto
cuando el hacerlo implicaba perjuicio para ellos o para otros.
10.Continuamos haciendo nuestro inventario personal y cuando nos equivocába-
mos lo admitíamos inmediatamente.
11.Buscamos a través de la oración y la meditación mejorar nuestro contacto cons-
ciente con Dios, como nosotros lo concebimos, pidiéndole solamente que nos dejase
conocer su voluntad para con nosotros y nos diese la fortaleza para cumplirla.
12.Habiendo obtenido un despertar espiritual como resultado de estos pasos, tra-
tamos de llevar el mensaje a los alcohólicos y de practicar estos principios en todos
nuestros asuntos.
ci
LAS PROMESAS
CAPÍTULO 6, PÁGINA 78 LIBRO GRANDE ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS
No nos lamentaremos por el pasado no desearemos cerrar la puerta que nos lleva
a él. Comprenderemos el significado de la palabra serenidad y conoceremos la paz.
Sin importar lo bajo a que hayamos llegado, percibiremos cómo nuestra experien-
cia puede beneficiar a otros.
De pronto comprenderemos que Dios está haciendo por nosotros lo que por noso-
tros mismos no podíamos hacer.
No lo creemos.
cii
EL PREMIO LASKER
APÉNDICE 1VLIBRO GRANDE ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS
ciii
DICE LA AFIRMA LA
MEDICINA RELIGIÓN
1.- El alcohólico necesita un cambio de 1.- El alcohólico necesita un cambio
personalidad profundo, un despertar espiritual
2.- El paciente debe ser analizado y 2.- El alcohólico debe hacer examen de
debe llevar a cabo una completa y conciencia y confesarse, o un inventario
honesta catarsis mental. moral y una franca discusión.
3.- Graves defectos de la personalidad 3.- Los defectos de carácter o pecados
deben ser eliminados a través de un pueden ser eliminados adquiriendo más
exacto conocimiento de sí mismo y un honestidad, humildad, tolerancia,
reajuste sincero a la realidad. generosidad y amor, eliminando el
egoísmo, etcétera.
4.- El alcohólico neurótico se retira de 4.- El problema básico del alcohólico es la
la vida, es el retrato de la angustia y la preocupación por sí mismo.
anormal autopreocupación: se aleja
del “rebaño humano”. Lleno de terror y egocentrismo, ha
olvidado el concepto de la hermandad
entre los hombres.
5.- El alcohólico debe de encontrar un 5.- El alcohólico debe aprender “el poder
nuevo interés dominante en su vida. curativo de un nuevo afecto”, el de servir a
los hombres y a Dios.
Debe volver al “rebaño humano”
Debe “perder su vida para encontrarla”;
Debe de encontrar una ocupación debe unirse a su iglesia y buscar el olvido
interesante, pertenecer a clubes, del “yo” al servicio de los demás.
partidos políticos, tener actividades
sociales o encontrar un “hobby” que Porque “la fe sin obras es letra muerta”
llene en su vida el lugar del alcohol.
civ