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“Año del Fortalecimiento de la

Soberanía Nacional”
UNIVERSIDAD NACIONAL DE
PIURA
FACULTAD DE CIENCIAS
Escuela Profesional de Ciencias
Biológicas

Sistemática de parásitos de importancia en Perú: filogenia y


sistemática actual y coevolución con sus hospedadores.

CURSO :
Zoología Sistemática
DOCENTE :
Blga. Claudia del Pilar Ruiz González M. Sc
ALUMNOS:
Labán Yarlequé Felix Eduardo
Madrid Alvarez Carlos Gustavo.
CICLO :
2021-II

PIURA – PERÚ
ÍNDICE

GENERALIDADES
INTRODUCCIÓN

CUERPO

CAPITULO I: FILOGENIA Y SISTEMÁTICA

CAPÍTULO II: NEMATODA

CAPÍTULO III: ÁCAROS

CONCLUSIONES

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
GENERALIDADES

1. Título:

Sistemática de parásitos de importancia en Perú: filogenia y sistemática actual y


coevolución con sus hospedadores.

2. Personal Investigador

2.1. Autores

· Labán Yarlequé Felix Eduardo

· Madrid Alvarez Carlos Gustavo.

Estudiantes de la Escuela Profesional de Ciencias Biológicas.

Facultad de Ciencias, Universidad Nacional de Piura.

2.2. Asesores

Blga. Claudia Del Pilar Ruiz González.

Profesora de la Cátedra de Zoología Sistemática en la Universidad Nacional


de Piura.

3. Tipo de investigación

3.1. De acuerdo al objetivo que se persigue:

Básica

3.2. De acuerdo a la técnica de contrastación:


Descriptiva

4. Área a la que pertenece el proyecto

Escuela Profesional de Ciencias Biológicas – Facultad de Ciencias –


Universidad Nacional de Piura.

5. Ubicación e institución donde se desarrollará el proyecto

Campus de la Universidad Nacional de Piura.


INTRODUCCIÓN

Los parásitos son una parte importantísima de la vida en el planeta. Pueden desarrollarse en
cualquier lugar, se encuentran hasta en los sitios más inhóspitos. Prácticamente todos los
taxones de seres vivos tienen algunos parásitos entre sus filas hasta el punto que se calcula
que aproximadamente la mitad son parásitos en alguna fase de su ciclo vital; incluso existen
parásitos de otros parásitos. Aunque los virus son la esencia del parasitismo, el espectro de
parásitos es amplísimo y abarca prácticamente todos los grupos de seres vivos: bacterias,
protozoos, invertebrados, vertebrados, hongos y plantas. (Botero D, 1998)

Los parásitos cumplen funciones muy importantes en los ambientes naturales, gracias a las
cuales los ecosistemas se mantienen saludables. Primero, los parásitos regulan directamente
los tamaños poblacionales de las especies a las que infectan a través de la mortalidad de los
individuos. Para entender este punto pensemos en nosotros, somos la única especie del
planeta que ha podido desarrollar tecnología (medicina) para combatir a los parásitos que nos
afectan. Aún con nuestros avances médicos, existen parásitos que generan enfermedades que
siguen matando a millones de gentes al año (ejemplo: malaria). A pesar del control
poblacional que ejercen dichas enfermedades, actualmente existen problemas de
sobrepoblación en el mundo, lo que afecta negativamente la calidad de vida, debido a que más
gente significa mayor presión sobre los recursos del planeta. Así como existen parásitos que
controlan la tasa de crecimiento poblacional de los humanos, existe una amplia diversidad de
parásitos que están continuamente regulando las poblaciones de otras especies de animales.
Segundo, de manera indirecta los parásitos afectan las interacciones que se dan entre los
organismos de una misma especie y entre organismos de diferentes especies en los
ecosistemas. Hay parásitos que pueden alterar el comportamiento o la morfología de los
individuos. Dicho cambio produce alteraciones en las interacciones con otros organismos, lo
que a su vez provoca alteraciones en el funcionamiento de los ecosistemas. (Blanco T, 1989)

Durante mucho tiempo se pensó que la selección natural actuaría favoreciendo una buena
convivencia entre el parásito y el hospedador. Sin duda, esto ha ocurrido en muchas
ocasiones: un ejemplo son las bacterias que colonizan nuestro intestino que nos permiten
digerir el alimento mientras ellas obtienen el suyo. Pero esta relación no siempre es buena y
muchas veces los parásitos son muy virulentos: es el caso del protozoo que causa la malaria,
una enfermedad conocida desde el tiempo de los faraones y que sigue matando cada año cerca
de un millón de personas en África. (Jeffrey H, 1991)

Una de las características de la mayoría de los parásitos es su pequeño tamaño en relación con
el de los hospedadores. Aun así su biomasa puede llegar a ser considerable y superar en
algunos ecosistemas, como los estuarios, a la biomasa de aves y peces. Resulta difícil
imaginar que entes microscópicos como los virus sean las formas vivas más abundantes de los
océanos y que desempeñen un importante papel en sus procesos biogeoquímicos. (Jeffrey H,
1991)
CAPITULO I: FILOGENIA Y SISTEMÁTICA
Existen muchas hipótesis sobre el origen y la evolución de los distintos grupos de metazoos,
pero una en particular ha generado grandes debates, por confrontar tradición con modernidad,
morfología con moléculas, Articulata versus Ecdysozoa.

El clado Articulata, incluyendo anélidos y artrópodos, fue propuesto por Cuvier en 1817, y
desde entonces ha sido ampliamente aceptado por zoólogos durante casi dos siglos, siendo
aún la hipótesis favorita en numerosos libros de texto, que unen a los artrópodos y grupos
afines (tardígrados y onicóforos) con los anélidos.

En la literatura moderna, uno de los primeros trabajos en refutar la hipótesis de los articulados
es el estudio de Eernisse y colaboradores (1992), quienes, al evaluar las relaciones entre
anélidos, moluscos y artrópodos, mediante un análisis cladístico de caracteres morfológicos,
concluyeron que los artrópodos y los anélidos no eran grupos hermanos.

Fig 01: Cladogramas compatibles con las hipótesis de Articulata (izquierda) y Ecdysozoa-
Spiralia (derecha). Otras topologías también pueden ser compatibles con dichas hipótesis.

Fig 02: Cladograma publicado por Eemisse el al. (1992), en su propuesta de Eutrochozoa.
Éste es el primer análisis cladístico basado en datos morfológicos en apoyo de parte de
Ecdysozoa.
Fig. 03: Representación del árbol filogenético propuesto por Bütschli (1876), en el que se
indica una relación filogenética entre nemátodos y artrópodos.

Los biólogos evolutivos del desarrollo enseguida adoptaron la idea de Ecdysozoa, porque
parecía encajar con algunos de sus datos sobre genes homeóticos (Rosa et al., 1999), o sobre
el hallazgo de ciertos marcadores de tejido específicos (Haase et al., 2001). Una de las
razones por la que la comunidad de biólogos del desarrollo adoptó esta nueva idea podría
basarse en su entendimiento del patrón del desarrollo embrionario de los metazoos. En
muchos phyla de protostomados hay una serie de células embrionarias individuales que
pueden ser identificadas y trazadas en embriones de phyla diferentes (moluscos, nemertinos,
entoproctos y anélidos). Es decir, en estos animales con planes morfológicos tan distintos, las
células embrionarias pueden homologarse fácil mente. Con las técnicas más modernas de
trazado celular se pueden identificar qué partes del organismo adulto derivan de qué células.
Un ejemplo típico de un tipo de desarrollo embrionario claramente estereotipado es el que se
conoce como ' desarrollo espiral. En consecuencia, hasta que no se tenga un mejor
conocimiento del desarrollo embrionario temprano de gran variedad de protostomados, tanto
a nivel celular como a nivel molecular, no será posible la exploración de estos caracteres para
el estudio filogenético de los metazoos.

Los datos moleculares sirven corno un ensayo independiente para las hipótesis de Articulata
y Ecdysozoa. En este frente, todos los datos moleculares rechazan la hipótesis de Articulata,
mientras que la mayoría de análisis moleculares o combinados (de datos morfológicos y
moleculares) muestran apoyo por la hipótesis de Ecdysozoa.

CAPÍTULO II: NEMATODA

En la actualidad, las familias Heterorhabditidae y Steinernematidae, son usadas como


insecticidas microbianos y producidos comercialmente por varias compañías alrededor del
mundo. Para la producción de entomonemátodos se ensayan diferentes métodos de cría “in
vitro” e “in vivo” a fin de resolver el medio más óptimo. Estos entomonematodes pueden ser
producidos en un hospedador susceptible: grillos, tenebriónidos, coleópteros y lepidópteros.
Entre los más usados por su gran susceptibilidad se encuentran las larvas de Galleria
mellonella (Lepidoptera: Pyralidae) y de Tenebrio molitor (Coleoptera: Tenebrionidae).

El uso de nematodos entomopatógenos está demostrando que puede controlar hasta 65% de la
población de larvas de Spodoptera en el cultivo de maíz (CastruitaEsparza et al., 2017). Esto
se fundamenta por los atributos que reúnen y les otorgan un interesante potencial como
agentes de control biológico: tienen una amplia gama de hospedantes y capacidad para
provocar altos índices de mortalidad; son ambientalmente seguros; pueden producirse a
diferentes escalas mediante métodos in vivo e in vitro; los estadios infectivos (JI ó J3) pueden
ser formulados y almacenados; el registro de los productos se requiere en pocos países; son
fácilmente aplicables con los equipos estándares y el riego y numerosas cepas son
compatibles con diversos productos químicos y otros agentes biorreguladores (Rodríguez et
al., 2012).

En el Perú se han realizado diversas investigaciones en laboratorio y en los campos de


cultivo. Un ejemplo de ello, es el proyecto que se realizó con nemátodos aislados de suelos de
los andes peruanos (Junín 2750 msnm) perteneciente a la especie Heterorhabditis sp (Parsa et
al., 2006) y también en el Valle de Chavimochic para cultivos de espárragos, donde se
aislaron nemátodos perteneciente al género Heterorhabditis (Castillo et al., 2006). En la
región Lambayeque Baca (2012) realizó investigaciones sobre la eficacia parasítica del
nematodo entomopatógeno H. bacteriophora en larvas de Spodoptera frugiperda, obteniendo
resultados favorables para el uso de nematodos entomopatógenos en el cultivo de maíz.

El uso de nematodos entomopatógenos se fundamenta porque poseen una gran capacidad de


adaptación a nuevos ambientes, a condiciones adversas, resistencia a productos químicos, alta
especificidad por insectos, inocuidad al ambiente y mamíferos, y compatibilidad con otros
entomopatógenos (Rumbos y Athanassiou, 2017). Cabe resaltar que las especies de
nematodos del género Heterorhabditis tienen una característica particular, que les permite
tener una mayor infectividad con respecto a otros, esto debido a la presencia de una estructura
cefálica a modo de púa en los infectivos juveniles, la cual les brinda una vía adicional de
entrada al insecto (Gianfelici et al., 2014), ya que además de penetrar a través de las aberturas
naturales, también pueden hacerlo perforando la cutícula (LópezLlano, 2016).

Figura 04: Fotografías de microscopía óptica y electrónica de barrido de Heterorhabditis


bacteriophora Cepa VEli macho. A. Todo el gusano. B. Extremo posterior, con papilas
bursales, vista lateral, espícula y gubernaculum. C. Extremo anterior. D. Vista frontal que
muestra la apertura del anfidio.
Figura 05: Lobiopa insularis infectada por Heterorhabditis bacteriophora VEli según
estadio. AB . Larvas. DISCOS COMPACTOS. Pupas. EF . adultos.

Géneros: Trichuris, Enterobius y Trichinella. Biología. Ciclos vitales. Patogenia.


Patología. Diagnóstico de laboratorio.

Trichuris trichiura MORFOLOGÍA: HUEVOS: Forma de barril o aspecto de limón y tiene


en sus extremos dos prominencias polares sin teñir. Y poseen una cubierta gruesa que se
comporta como una doble membrana. Miden de 50 a 55 µm de largo por 22 a 24 µm de
ancho. ADULTOS: Son de color blanco y miden de 3 a 5 cm. En el extremo anterior es
delgada, y en este se localiza el orificio bucal y el esófago el cual presenta los “esticocitos”,
los cuales le dan la fuerza al esófago para absorber los nutrientes. El segmento posterior, más
grueso, contiene el aparato reproductor y el intestino. La hembra tiene el extremo posterior
recto, la vulva se encuentra en la intersección del extremo anterior con el posterior. El macho
tiene el extremo posterior en forma de espiral con una espícula copulatoria, testículos, vasos
eferentes y glándulas seminales. CICLO BIOLÓGICO: Los huevos se desarrollan en la
tierra pasando por un estadio hasta que embrionan; y estos se vuelven infectantes luego de 15
a 30 días. Después de la ingestión de tierra u hortalizas contaminadas, la maquinaria
enzimática hace que los huevos eclosionan, liberando en el intestino delgado las larvas, las
cuales luego maduran en adultos y migran al intestino grueso. Los gusanos adultos viven en el
ciego y el colon ascendente. En el ciego los adultos de Trichuris trichiura se adhieren a la
mucosa introduciendo su parte anterior en ella. Posterior a la copula comienzan la oviposición
60 a 70 días después de la infección y salen los huevos con las heces del hospedador.
PATOGENIA Y PATOLOGÍA: La lesión principal generada por los tricocéfalos es de
carácter mecánico al penetrar a la mucosa la porción anterior del parásito. El traumatismo
causado por el estilete produce inflamación, edema y hemorragias petequiales; la gravedad es
directamente proporcional al número de los parásitos enclavados. Se tiene registro de
apendicitis como resultado de la infección masiva y obstrucción de la luz del apéndice, por la
inflamación y el edema inducidos por los gusanos. DIAGNÓSTICO DE LABORATORIO:
En casos de parasitación intensa deberá hacerse el diagnóstico diferencial con amibiosis
invasora, disentería bacteriana por Shigella sp, balantidiosis, colitis ulcerativa, intolerancia a
la glucosa y otras causas del síndrome disentérico. En la materia fecal pueden usarse métodos
coproparasitoscópicos cualitativos de concentración-flotación o sedimentación y para el
conteo de los huevecillos se han recomendado los métodos de Stoll o de Kato. La
confirmación parasitológica se hace al identificar los huevecillos en la materia fecal y se
acostumbra solicitar el recuento de huevos por gramo de heces fecales (h. g. h.).10 Es útil
correlacionar la carga parasitaria con el recuento de los huevecillos así: a) leve menos de
5,000, h.p.g.; b) moderada de 5,000 a 10,000 h.g.h, c) intensa más de 10,000 h.p.g. Para
estimar el número de hembras se acostumbra dividir el número encontrado en el recuento
entre 200, por ejemplo, una cuenta de 1,000 h.p.g. equivale a 5 hembras fértiles en el colon,
los niños y adultos eutróficos suelen tener altos recuentos sin manifestaciones clínicas.

Enterobius vermicularis: MORFOLOGÍA: a) Es pequeño, filiforme y de color blanco b)


con cutícula finamente estriada de manera transversa, y que presenta en las partes laterales y a
lo largo del cuerpo dos crestas o aristas triangulares c) El macho, que posee una región caudal
encorvada y con espícula copulatriz, mide de 3 a 5mm (Aproximadamente la mitad de lo que
mide la hembra) d) la hembra 8-12 mm de largo por 0,3 a 0,4 mm de diámetro. tiene una cola
afilada y alargada d) Dimorfismo sexual de las aletas laterales con una cresta en los machos y
doble en las hembras) e) los machos exhiben un par adicional de papilas genitales rodeados de
anillos muy quitinizados. f) las hembras el tubo uterino dividido en dos partes g) los huevos
son ovoides, alargados y aplanados en su cara ventral, y miden de 50 a 60 micras de largo por
20 – 30 micras de ancho. CICLO BIOLÓGICO: Al oviponer la hembra los huevos tardan 4-
6 horas en eclosionar y desarrollar larvas infectivas del tercer estadio después de ser
ovipuestos en la región perineal, donde encuentra las condiciones de temperatura y humedad
adecuadas que le brindan el mucus rectal y el ano, y se adhieren a piel ayudados por
polisacáridos de su cubierta. La infección se produce a través de la autoinoculación
(transferencia de huevos a la boca con las manos que han arañado la zona perianal) o
mediante la exposición a huevos en el medio ambiente (por ejemplo, las superficies
contaminadas, ropa, ropa de cama, etc.) . Una vez que el huevo larvado logra entrar al tracto
gastro-intestinal alcanza el estómago y luego al duodeno, se le ablandan las capas que lo
recubren, pudiendo eclosionar la larva; ésta última migra por el intestino delgado, donde va
realizando sus mudas. Los adultos se establecen en el colon, generalmente en el ciego. Las
hembras grávidas migran durante la noche fuera del ano y ovipositan
mientras se arrastran sobre la piel del área perianal. PATOGENIA Y PATOLOGÍA: La
edad es un factor determinante en la transmisión, siendo los niños en edad preescolar y escolar
(2-12 años) los más afectados, los cuales poseen hábitos, muchas veces antihigiénicos,
propios de esta etapa de desarrollo: onicofagia, geofagia, chuparse el dedo u otros objetos,
rascado de región perianal/perineal, y luego llevan la mano a la boca sin habérselas lavado
adecuadamente, ya sea antes o después de comer; el jugar con mascotas, las cuales pueden
transportan en sus pelos los huevos de E. vermicularis. La distribución del parásito es
cosmopolita y suele ser típico de la edad infantil, aunque también puede afectar a los adultos,
en los cuales ocurre sin presentar síntomas nocturnos sino simplemente como portadores
asintomáticos. En los adultos suele aparecer cuando existen niños infectados en el hogar, los
cuales transmiten la infección al resto de la familia (Gállego, 2003). Los factores y hábitos de
higiene personal y saneamiento básico intradomiciliario están asociados de manera
significativa a la incidencia de E. vermicularis en los niños de instituciones educativas.
Asimismo, el factor de saneamiento intradomiciliario es el de mayor influencia en la
incidencia de oxiuriasis. DIAGNÓSTICO: Análisis coprológico parasitario: Consiste en
realizar un análisis de las heces del paciente. Para ello la muestra debe de ser recogida en un
recipiente limpio y hermético (Faussart y Thellier, 2007). El análisis coprológico parasitario
(ACP) solo es positivo en un 10-15% de los casos en los que podamos identificar los huevos
del parásito o identificar a los gusanos adultos (Gascón y Muñoz, 2011). El autor Gállego
(2003) establece que para poder diagnosticarlos es posible observarlos en la zona anal durante
la noche, ya que es cuando las hembras realizan la puesta de huevos en la zona. O también a
simple vista en las heces, puesto que son visibles macroscópicamente. Método de Graham: El
método de Graham (también conocido como parche de Jacob o parche anal) presenta mejores
resultados. Es uno de los métodos más utilizados para su identificación. Se lleva a cabo
mediante una cinta adhesiva transparente colocada en un portaobjetos. Consiste en presionar
el celo adhesivo contra las paredes del ano, retirar y depositarlo en el portaobjetos para poder
analizarlo en un laboratorio de parasitología. Así podremos observar la presencia de huevos y
proceder a su identificación observándolo con un microscopio óptico. Lo ideal es realizar tres
tomas de muestras, en días consecutivos para así poder captar la ovoposición de la hembra.
Este método ha de realizarse en la mañana antes de ducharse, cambiarse la ropa e ir al baño ya
que si no los posibles huevos depositados en la zona pueden eliminarse.

Trichinella spiralis: MORFOLOGÍA: Es un parásito cosmopolita que infecta a mamíferos


susceptibles y se transmite al hombre cuando consume carne infectada deficientemente
cocida. El cual, en etapa adulta, tiene las siguientes características: el macho mide 1.5 x 0.04
mm, y la hembra 3.5 x 0.06 mm, de forma cilíndrica y vela delgada, se pueden identificar tres
estadios; estado adulto (hembras y machos), larva recién nacida (LRN) y larva de músculo
enquistada o larva infectante (LI). El parásito Trichinella spiralis es el agente que provoca la
trichinellosis en los mamíferos, este parásito es intracelular. CICLO BIOLÓGICO: presenta
un ciclo de dos fases; una fase entérica donde el parásito pasa por 4 mudas y se transforma en
adulto; una fase parenteral que incluye la larva recién nacida y una fase muscular de
enquistamiento. Es un parásito con sus estadios y desarrollo en un solo hospedero El ciclo de
vida de estos parásitos consta de dos fases. La primera, llamada enteral o entérica, se inicia
cuando el huésped ingiere carne cruda o mal cocinada, contaminada con larvas musculares de
Trichinella, que se liberan de las células nodrizas por acción de las enzimas digestivas del
estómago. Una vez libres en el tracto intestinal, las larvas musculares sufren cuatro mudas en
un periodo de aproximadamente 30 horas y se desarrollan en hembras y machos adultos.
Éstos copulan y las hembras fecundadas producen y liberan larvas recién nacidas. Las larvas
poseen un estilete anterior en su cavidad bucal, el cual utilizan para penetrar en la pared del
intestino del hospedero y distribuirse a otros tejidos, ya sea a través de la corriente sanguínea
o del sistema linfático. PATOGENIA Y PATOLOGÍA: En especies como el cerdo se da por
la ingesta de Residuos o desperdicios contaminados de cocinas y mataderos. • Ratas
infectadas (hábitos de canibalismo) en cerdos criados en malas condiciones higiénicas. •
Alimentación en basurales, consumo de cadáveres. Un mismo animal puede actuar como
hospedador definitivo (alberga la larva adulta en el intestino) u hospedador intermediario
(alberga la larva en la musculatura). Infesta al hombre cuando este ingiere carne contaminada
con quistes que contienen larvas viables del parásito o por comer carne de cerdo cruda o
insuficientemente cocinada. La enfermedad no se transmite directamente entre personas.
Actividades en contacto con animales o con sus productos. Actividades sanitarias y
laboratorios. Síntomas: En los cerdos generalmente no hay manifestaciones clínicas. Si la
ingesta de parásitos es muy importante aparece diarrea, fiebre, pérdida del apetito y dolor
muscular. Tras dos meses, los animales se recuperan. Difícilmente mueren. En el hombre.
Síntomas que se presentan cronológicamente: • Gastrointestinales: vómitos, dolor abdominal,
diarrea y anorexia. • Edema de párpados superiores, hemorragias subconjuntivales y
retinianas, dolor, fiebre y fotofobia. • Dolores musculares (exacerbados con el ejercicio), sed,
sudoración, calambres, escalofríos, debilidad y postración. Otros síntomas que dependerán de
la localización del parásito: • En músculos faríngeos y lengua: dificultad de masticación y
deglución y ronquera. • En músculos diafragmáticos e intercostales: trastornos respiratorios. •
En musculatura cardiaca: insuficiencia miocárdica. • En cerebro: alteraciones neurológicas,
irritación, insomnio, convulsiones y vértigo. DIAGNÓSTICO: Para un diagnóstico certero de
la triquinosis se debe tener en cuenta el antecedente de haber ingerido carne de cerdo,
productos cárnicos derivados o músculo de animales como el jabalí poco cocinados. Para la
realización del diagnóstico la búsqueda de adultos que puedan aparecer en las heces no es
certera ni se utiliza. Los métodos de laboratorio que se utilizan directos, indirectos, ELISA y
hemaglutinación. Métodos directos: Se basan en la observación al microscopio de una biopsia
de alguno de los músculos donde el paciente presente más dolor, y será positivo si se
observan quistes con larvas. También se pueden realizar cortes histológicos (con pequeños
fragmentos de músculo) que se tiñen con hematoxilina eosina (histopatología). Test
serológico: En esta muestra de sangre los anticuerpos se detectan a partir de la 3ª semana de
infestación. Inmunoensayo enzimático: con antígeno excretor-secretor de T. spiralis parece
ser el modo más rápido para detectar la infección y se emplea en los Estados Unidos. Los
anticuerpos a menudo no se identifican durante las primeras 2 a 8 semanas de la infección, de
manera que la evaluación debe repetirse 1 vez a la semana si los resultados iniciales son
negativos.
CAPÍTULO III: ÁCAROS

Si analizamos los distintos grupos de arácnidos que viven en la actualidad, nos encontramos
con profundas diferencias en estructura, desarrollo y modo de vida entre ellos. Estas
divergencias se deben a que se trata de animales muy antiguos que han tenido tiempo
suficiente para diversificarse. Los arácnidos sufrieron una primera radiación adaptativa
durante el Paleozoico Medio (Silúrico-Devónico) con un "descanso" posterior que ha
continuado desde el final del Paleozoico hasta nuestros días. Como consecuencia de esto, los
representantes actuales de la mayoría de los órdenes se parecen esencialmente a los que
existieron hace 250 millones de años.

Los ácaros son animales cuya radiación adaptativa ha sido excepcional respecto a lo ocurrido
en otros arácnidos. Aparentemente, estos tuvieron una segunda y profunda radiación durante
el final del Mesozoico y principio del Cenozoico. Sin embargo, esta segunda o segundas
radiaciones parece ser que ocurrieron cuando los dos grupos de ácaros (Actinotrichida y
Anactinotrichida) ya estaban perfectamente diferenciados.

Lindquist (1984) definió a estos animales con base en 11 características, tras realizar una
revisión de 40 caracteres filogenéticos importantes y compararlos en otros grupos de
arácnidos. Según este autor, los ácaros son arácnidos con un par de rutella (corniculi)
subcapitulares; un par sub capitular de labios laterales bilobulados que flanquean
ventrolateralmente la boca; larva con un máximo de cinco pares de setas subcapitulares, dos
de las cuales son adorales; reducción a un máximo de tres pares de lirifisuras esternales ya un
máximo de tres pares de prodorsales; idiosoma primitivamente poco esclerotizado, sin
tergitos y esternitos bien desarrollados en el opistosoma; pigmento violeta en la hipodermis
idiosomal; ingestión y digestión interna de partículas alimenticias sólidas (condición solo
observada en Xiphosura); y presencia de una prelarva hexápoda (condición que podría estar
presente en los Ricinulei, aunque de momento es desconocido) . Existen otros dos caracteres -
segundo segmento del quelícero con un máximo de dos o tres setas y quelícero con una o dos
lirifisuras (la antiaxi al constante)- que han podido aparecer independientemente en otro u
otros dos órdenes de arácnidos (opiliones y palpígrados). Otra posible característica exclusiva
es la reducción del número de segmentos embriónicos a seis (o cinco más el telson).

La historia evolutiva de los ácaros puede comenzar en el Devónico (hace unos 400 millones
de años), periodo en el que se desarrollaron complejos hábitats terrestres. Debido a su
pequeño tamaño y fragilidad, la fosilización de estos animales, no es buena y el registro fósil
más antiguo es escaso (solo cinco especies) (Bernini, 1986). Dentro de estos cabe destacar el
fósil más antiguo que se conoce, Protacarus crani (Hirst, 1923), descubierto en Escocia y que
vivió aproximadamente hace 380- 400 millones de años. Este ácaro muestra, como el resto de
los fósiles, un aspecto muy moderno y carece de segmentación opistosómica. Al Mesozoico
Gurásico Inferior y Medio), pertenecen una serie de 67 especies de oribátidos fósiles y el
ámbar del Cretácico aporta una reducido número (dos especies) de Prostigmata. El material
encontrado perteneciente al ámbar Báltico del Oligoceno cuenta con numerosas formas casi
modernas, la mayoría Oribatida, pero también Prostigmata y Astigmata.

Fig. 06: Registro fósil de los distintos grupos de ácaros según Bernini (1986) . El número en
ciertas casillas se refiere al número de especies encontradas en el periodo. ORIB. = Oribatida;
ASTIG. = Astigmata; PROST = Prostigmata; OPILlO. = Opiliocarida; HOLOT =
Holothyrida; MESOS. = Mesostigmata; IXOD. = Ixodida.

La distribución general y particular de los Acariformes más primitivos parece reflejar el cerco
ambiental impuesto durante la evolución temprana de este grupo. Los Endeostigmata y otros
ácaros primitivos probablemente evolucionaron en ambientes duros asociados a los márgenes
de zonas acuáticas.

Los Endeostigmata, con una organización corporal muy primitiva, aunque algunas familias
muestran caracteres altamente derivados, son considerados los Acariformes más primitivos y,
aunque sistemáticamente son considerados como un grupo dentro de los Prostigmata, se trata
de un grupo parafilético. Los monofiléticos Sarcoptiformes y los Prostigmata han surgido de
diferentes ancestros 'endeostigmátidos'. Dos de sus familias (Sphaerolichidae y Lordalycidae)
están íntimamente relacionadas con los Prostigmata y el resto constituyen la línea que
conduce hacia los Oribatida y Astigmata.
Fig. 07: Relaciones cladísticas de los Endeostigmata parafiléticos (hipótesis de J. B. Kethley,
según Norton et al., 1993).

Si la historia evolutiva de los Prostigmata comienza en la mitad del Paleozoico, a partir del
stock fungívoro y fitófago habitante en la tierra, su siguiente paso evolutivo fue la adopción
de hábitos depredadores, que les permitió una mayor radiación adaptativa al final del
Mesozoico. Esta radiación quizá se llevó a cabo en conjunción con la dominancia de
angiospermas e insectos polinizadores -radiación adaptativa ligada a las plantas (fitófagos) y
radiación a expensas de los insectos-, cuyos huevos pudieron ser posibles presas y los adultos
huéspedes para relaciones de foresia, comensalismo o parasitismo.

Fig. 08: Relaciones cladísticas de los Prostigmata según Norton et al. (1993).
Los Palaeosomata se consideran los más primitivos o tempranamente derivados (Oligoceno) .
Muy poco esclerotizados, el rostro no está desarrollado, de modo que los quelíceros son
visibles dorsalmente (condición que cumplen la mayoría de los estadios inmaduros de los
oribátidos), no existe articulación sejugal, ni el par de glándulas opistosómicas gla, ni
divisiones transversales en el hysterosoma y el fémur de las patas en el adulto está
secundariamente dividido. No muestran heteromorfia entre inmaduros y adultos y los machos
son raros.

Los Enarthronota son un grupo sumamente diverso que retiene caracteres primitivos, como su
escasa esclerotización, ausencia de sistema traqueal y pequeño tamaño. Su tipo corporal es
ancestral y el prosoma y el hysterosoma se esclerotizan de manera independiente (tipo
dichoide), aunque también puede ser del tipo ptychoide y existen de una a tres divisiones
transversales en el histerosoma.

Los Parhypochthonata son pequeños, poco o bien esclerotizados, el pro dorso con rostro
desarrollado o no, con o sin articulación sejugal o con un tipo corporal trichoide (con suturas
transversales además de la sejugal) . Tienen una división transversal en el hysterosoma.

Los Mixonomata, con o sin rostro desarrollado y bien esclerotizados, con un tipo corporal
similar al de los Enarthronota pero carecen de divisiones transversales en el histerosoma.
Aparece el par de glándulas en el opistosoma.

Los Desmonomata presentan ya un rostro bien desarrollado y una fuerte esclerotización


corporal. El tipo corporal es holoide, con una sutura secundaria -sutura circungástrica- y
carecen de divisiones transversales en el hysterosoma. Poseen órgano de Tragardh al igual
que los Astigmata y muestran regresión del tricobotrio en los inmaduros así como reducción
del Claparede.

Fig. 09: Relaciones cladísticas de los Sarcoptiformes (los parafiléticos oribátidos y


astigmatas), según Norton et al. (1993).

Los Astigmata son ácaros que explotan alimento de alta calidad, rico en proteínas, pero
limitado en espacio y en tiempo. Como consecuencia de esto, han desarrollado relaciones
importantes con animales y plantas (O' Connor, 1982). Muestran, además, una gran
diversidad, tanto los de vida libre como los parásitos.

Los Acaridides, que pueden presentar hypopus asociados a vertebrados e invertebrados,


mientras que los demás estadios son de vida libre o nidícolas ya veces se asocian con otros
animales. Los Psoroptides, que carecen de hipopus y son parásitos o paráfagos de mamíferos,
aves, crustáceos o insectos, ocasionalmente nidícolas o de vida libre.
Fig. 10: Relaciones cladísticas de las superfamilias del suborden Astigmata, según Norton et
al. (1993).

3.1. Los ácaros como bioindicadores

Los ácaros, especialmente oribátidos, por su estrecha vinculación al medio edáfico y su


relativa escasa movilidad (que les hace especialmente vulnerables) se han utilizado en
numerosas ocasiones para conocer el grado de contaminación o de antropización de los
suelos. Así mismo, los Mesostigmata por su posición dentro de la red de interacciones dentro
de los agroecosistemas y su abundancia son, también, buenos indicadores de las condiciones
del suelo.

Por su parte, en Arqueología y Paleoecología se utilizan a los oribátidos como herramientas


para reconstruir paleoambientes. Finalmente, se han llegado a utilizar a los ácaros en
medicina forense para determinar la fecha de la muerte en casos problemáticos.

Un segundo aspecto esencialmente beneficioso es el uso de los ácaros como controladores


biológicos de organismos perjudiciales. En especial se trata de ácaros depredadores ya que en
numerosas familias se encuentran especies que se alimentan de un amplio rango de pequeños
insectos y ácaros. La utilización de ácaros depredadores de plagas agrícolas (otros ácaros,
insectos fitófagos, nematodos), es una práctica habitual en numerosos países, existiendo casas
comerciales que ofrecen estos ácaros para ser introducidos en los cultivos (normalmente
Mesostigmata). De forma más general, los ácaros depredadores presentes de forma natural en
el cultivo pueden regular determinadas plagas sin introducir otras del exterior. El uso de
fitosanitarios de forma indiscriminada y no selectiva hace desaparecer esta fauna, por lo que
un uso racional de estos productos es un requisito indispensable para su presencia efectiva.

Por su parte, los ácaros parásitos de insectos también desempeñan un papel importante en el
control natural de las poblaciones de insectos. Numerosos Prostigmatas en sus estadios
ninfales son parásitos de insectos mientras que en su estado adulto son depredadores de vida
libre. Sin embargo, su desarrollo como instrumentos de control ha sido mucho más lento.
Dentro del control de otros organismos se encuentra también el de utilización de ácaros
fitófagos para el control de malas hierbas, habiéndose realizado con éxito la introducción de
una especie de Prostigmata en Australia para controlar una especie invasora.

Tabla 01: Principales grupos de ácaros utilizados en el control de artrópodos plaga

CONCLUSIONES

Los parásitos son un componente indispensable de los entornos naturales, los mantienen en
equilibrio y saludables. Si eliminamos a todos los parásitos y sus enfermedades, entonces
aparecería otro tipo de problemas como son la escasez de recursos para mantener una
creciente población humana. Es más, con todo y las enfermedades los humanos ya estamos
sufriendo las consecuencias de la sobrepoblación, como son la falta de agua y la hambruna
principalmente en muchos países en vías de desarrollo.

Del mismo modo son de gran importancia para el control biológico, en diferentes aspectos,
que van a ayudar en algunos problemas que se presentan en diferentes ámbitos, en la
agricultura, forense, Paleoecología.
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