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ACTORES INTERNOS DE LAS EMPRESAS

Empresa

El término empresa es empleado para identificar a aquellas


organizaciones que se encuentran conformadas por elementos distintos
(humanos, técnicos y material) y cuyo objetivo es la consecución de
algún beneficio económico, o comercial, satisfaciendo a la vez las
necesidades de los clientes, para esto las empresa utilizan los elementos
de producción que tienen a la mano como lo son el trabajo, el capital y
la tierra.

La finalidad por la cual este tipo de organizaciones son creadas son


múltiples, una de ellas es satisfacer las necesidades demandadas por la
sociedad y a través de ello obtener determinadas remuneraciones que
van dirigidas a los inversionistas de dicha empresa, también el contribuir
con el desarrollo de la sociedad actual promoviendo en el ámbito
económico los valores sociales y los personales, otro de los pilares sobre
los cuales se basan las empresas es promover el crecimiento y
desarrollo interno, es decir el de sus integrantes, promoviendo los
valores humanos dentro de la organización.

Las empresas se encuentran clasificadas de acuerdo a su actividad


económica, su constitución jurídica y su titularidad de capital.

Empresa unipersonal: las empresas unipersonales o empresas


individuales como también son llamadas son aquellas instituciones,
donde el propietario es una sola persona, ese individuo deberá ser quien
reciba todas las ganancias generadas por la actividad económica o
comercial que haya realizado la empresa; por otra parte así como se
beneficiará de las utilidades, también será el responsable de las
pérdidas y las deudas que se originen, aún a costa de su patrimonio.
Empresa sociedad colectiva: empresas dedicadas a la realización de
actividades de índole civil o mercantil, bajo una razón social igualitaria.
Una de las características distintivas que èsta posee es que para su
creación se necesita la presencia de dos o más socios, los cuales
tendrán la responsabilidad de cumplir con todas las deudas que no
pudieran ser cubiertas por el capital social.

Empresa cooperativa: este tipo de organización que representa la


alianza entre una serie de individuos que se asocian de manera
voluntaria, con el fin de atender y satisfacer las necesidades
(económicas, culturales, de educación, etc.) de todos cada uno de los
miembros que la conforman; a través de una empresa cuya propiedad
es colectiva y de administración democrática.

E mpresa comanditaria: son una especie de sociedad mercantil,


compuestas por dos tipos de socios, los socios colectivos, cuya
responsabilidad es ilimitada y los comanditarios que poseen
responsabilidad limitada. Esta clase de empresas tienden a tener un
carácter personalista, lo que resulta conveniente para aquellas
organizaciones que poseen baja cantidad de socios y que buscan
desarrollar una actividad en común, por ejemplo: un despacho de
abogados.

Empresa sociedad de responsabilidad limitada: empresa SRL (sociedad


de responsabilidad limitada), es aquella sociedad mercantil compuesta
por dos o más socios, y en donde la responsabilidad se encuentra
delimitada al capital aportado, es decir que si la empresa llegase a
adquirir cualquier tipo de deudas, los socios no deberán responder con
su patrimonio personal. Además de eso el capital social está dividido en
participaciones sociales indivisibles y acumulables.
Empresa sociedad anónima: es una de las empresas más conformadas
en la actualidad, esta se encuentra conformada por un mínimo por 5
socios y un máximo ilimitado. Ésta es una sociedad de capitales con
responsabilidad limitada, donde el capital social se encuentra
conformado por acciones.

Empresas mixtas: empresas cuyo capital de inversión proviene tanto de


inversionistas privados como del Estado (públicos), por lo general la
mayor parte de la inversión es de origen público, proveniente de los
fondos público, lo que no debe restar importancia al capital de inversión
privado, por lo general cuando la inversión pública es mayo los objetivos
de las empresas mixtas son centrados en el interés de la sociedad, las
actividades económicas que realizan estas empresas son de distinto
índole y pueden ir desde las comerciales hasta las industriales.

Microempresa: es una institución de tamaño reducido donde el máximo


de empleados no excede los 10 puestos de trabajo, en algunos países
para entrar en esta clasificación no se debe sobrepasar los activos más
de 500 sueldos mínimos mensuales, éstas normalmente se encuentran
bajo la administración de sus propios dueños, en algunas ocasiones los
empleados forman parte del núcleo familiar y son éstos quienes con
esfuerzo ayudan al crecimiento de la empresa.

Pequeña Empresa: organizaciones privadas o públicas, clasificadas de


esta manera porque los activos anuales que genera no sobrepasan los 2
millones de dólares y la nómina no supera los 50 trabajadores, aunque
esta cifra puede ser distinta dependiendo de paìs donde se encuentre
establecida la empresa. Por su tamaño estas no predominan en los
mercados en los que se desempeñan, pero esto no significa que no sean
rentables al momento de obtener ganancias.
Mediana Empresa: instituciones que se dedican al comercio, a la
industria, a las finanzas e inclusive a prestar distintos servicios al
público y cuyos recursos están organizados de manera eficaz para así
lograr su objetivo. Para que una empresa sea clasificada como mediana,
no podrá exceder el límite de trabajadores, recursos y ventas anuales,
dichos parámetros son establecidos por las leyes del Estado donde se
encuentre establecida dicha empresa.

Gran empresa: Dependiendo del lugar en donde se encuentre una


empresa puede ser llamada gran empresa, esto se debe a que los
estándares para que se clasifica como grande, pueden llegar a variar, en
algunos países, por ejemplo en Asia se considera una empresa grande a
aquella organización que sobrepase los ochenta trabajadores, mientras
que en otros debe tener en su nómina entre trescientos y seiscientos
empleados.

Empresa del sector primario: aquellas empresas encargadas de la


manufacturación de los recursos de origen natural (madera, frutas,
plantas), y mediante los cuales es obteniendo un beneficio económico,
éstas se encargan de tratar y convertir los recursos en productos que
pueden ser base para la obtención de productos nuevos, es decir que
este tipo de empresas son el motor principal de la economía ya que son
ellas las que inician el ciclo de producción de un producto determinado.

Empresa del Sector Secundario: estas empresas son las encargadas de


transformar la materia prima obtenida por las empresas del sector
primario, convirtiéndola en productos terminados, que luego van a ser
distribuidos en los distintos establecimientos (sector terciario) para
luego ser vendidos a los clientes satisfaciendo de esta forma las
necesidades del mismo.
Empresa del sector terciario: dedicadas a prestar servicios (comercio,
transporte, turismo, sanidad etc.) satisfaciendo los diferentes
requerimientos del consumidor, es decir estas son las encargadas de
organizar, distribuir y vender los productos que son elaborados por las
empresas del sector primario y secundario, se denomina empresas del
sector terciario no por ser menos importantes que las de los otros
sectores sino por ser el último eslabón en la cadena de producción y
distribución de un producto.

Empresa Pública: entidades que pertenecen de manera total o parcial al


Gobierno de un país determinado y donde dicho gobierno puede
participar al momento de tomar las decisiones de la organización. El
objetivos de ellas como cualquier otra empresa la obtención de
ganancias monetarias pero sobre todo, el objetivo primario es satisfacer
los requerimientos de la población a través de los servicios que ofrece
(luz, agua, telefonía, entre otros).

Empresa Privada: organizaciones que pertenecen a inversionistas


privados, normalmente estas instituciones se conforman por una serie
de socios o inversionistas, aunque existen casos donde la propiedad
total de la empresa es de un solo inversionista. Estas empresas por lo
general suelen ser la el pilar fundamental de la economía de un país y
trabajan en paralelo a las empresas estatales (públicas).

¿Qué es Empresario?

El empresario o emprendedor (del latín prehendere, atrapar) es aquella


persona que detenta el control estratégico sobre una empresa
económica, tomando las decisiones relacionadas a fijar los objetivos de
producción, establecer los medios más adecuados para alcanzar esos
fines y organizar la administración.
No todo empresario es un emprendedor, ya que el primero pudo haber
heredado o comprado una empresa o bien ser un empleado de alto
rango encargado de dirigir la administración. La noción de emprendedor
se asocia más a la idea de asumir un riesgo, mientras que al empresario
se lo vincula más a la toma de decisiones sobre un proceso.

La palabra empresario proviene de la época medieval francesa, donde se


designaba “entrepeneur” al individuo encargado de utilizar los factores
de producción (el trabajo de los siervos, los materiales y recursos del
señor feudal o del rey) y asumir el riesgo para la construcción de
edificios o armamentos.

Las formas del empresariado varían a lo largo de la historia, según se


van dando los procesos de transformación económica. Durante las
etapas iniciales de la era industrial, el empresario era el fundador y
propietario de su empresa, asumiendo todos los riesgos de la
producción.

Posteriormente, la acumulación económica permitió que varios


empresarios detentaran conjuntamente el control de una empresa o
bien que un propietario contrata a un empresario para administrar su
empresa. Además, la globalización económica ha generado la aparición
de empresas internacionales administradas en muchos casos por los
grandes accionistas de las mismas.

Se le llama así en la actualidad, de manera más específica a la persona


que toma las decisiones vinculantes sobre la producción de bienes o
servicios en una empresa para su venta en el mercado y la consecuente
obtención de beneficios. El empresario puede además (pero no
necesariamente) ser el propietario de la empresa y el dueño del capital,
y el encargado de asumir los riesgos de innovación e inversión.
¿Qué hace un empresario?

El empresario puede consistir tanto en una persona física como en un


sujeto jurídico, y puede desempeñar su tarea tanto de manera individual
como colectiva. El concepto de empresario está directamente vinculado
al de empresa: un empresario actúa como personificación de la
empresa, no solo por detentar su representación legal sino por ser en
muchos casos su propietario y por ser común que la empresa lleve su
apellido.

La actividad de un empresario se da tanto al interior como al exterior de


la empresa, entendida ésta como una unidad económica:

 Al interior. es el encargado de la organización administrativa, de la


articulación entre capital y trabajo para alcanzar los objetivos de
producción y de establecer qué tipo de administración de recursos
y personal son los más convenientes.
 Al exterior. es el encargado de establecer relaciones con otras
empresas, de vincularse con otras organizaciones e instituciones
(tales como el Estado) y de actuar como portavoz de la empresa
frente a la sociedad.

Tipos de empresarios

Pueden distinguirse tres clases de empresarios, según la forma en que


se relacionan con las operaciones de la empresa.

El empresario unipersonal. es el trabajador por cuenta propia sin


empleados a su cargo (o bien con muy pocos), que concentra el poder
de la empresa, generalmente pequeña.
El socio clave. es el empresario que asume el rol activo al momento de
tomar las decisiones de la empresa, cuando el resto de los socios aporta
el capital.

El empresario miembro. de un grupo es menos autónomo y se encargan


más bien de brindar apoyo y consultoría financiera y administrativa (lo
cual suele ocurrir en empresas con muchos accionistas).

¿Qué es un emprendedor?

Se conoce como emprendedor o entrepreneur a quien organiza


y conduce alguna tipo de iniciativas organizacionales, con fines de lucro,
corriendo cierto margen de riesgo financiero en ello. No es sinónimo
de empresario.

Este término proviene del siglo XVIII, en los albores del capitalismo
industrial. El economista anglo-francés Richard Cantillon fue el primero
en usarlo, para nombrar a quien “paga un cierto precio para revender un
producto a un precio incierto, tomando decisiones acerca de la obtención
y el uso de recursos, y admitiendo el riesgo inherente al
emprendimiento”. En ese entonces no había mayor diferencia entre
ser emprendedor o ser empresario o comerciante.

Esta distinción es mucho más reciente. Hoy en día se


llama emprendedores a los líderes empresariales que intentan
traducir sus pasiones personales (y no el mero deseo de lucro) en
iniciativas sustentables y lucrativas de negocio. Un emprendedor es
quien decide correr el riesgo de inaugurar proyectos viables, asumiendo
los riesgos que ello conlleva y motivado por una visión específica.

Los ejemplos de emprendedorismo no escasean: nombres conocidos del


mundo de las empresas e industrias son o fueron emprendedores: Bill
Gates y Steve Jobs, por ejemplo, o Elon Musk y Mark Zuckerberg. Su
ejemplo de compromiso con su causa personal, de tesón y de visión de
negocios es, para muchos, un ejemplo a seguir en el camino del
desarrollo de proyectos empresariales posibles.

Tipos de emprendedores

Existen varios tipos de emprendedores:

Emprendedores corporativos o de negocios. Se llama así a quienes se


arriesgan a levantar una empresa joven e innovadora (conocidas
como Startups) empleando para ello sus pasiones y conocimientos.

Emprendedores digitales. Son característicos de la era digital,


pues emplean la Internet y las nuevas tecnologías de
información y telecomunicaciones para ofrecer servicios de diversa
índole, haciendo énfasis en las novedosas posibilidades de esta
tecnología.

Emprendedores sociales. Se conoce así a quienes se avocan a la


creación de asociaciones y organizaciones que no
necesariamente poseen carácter comercial, como ONG’s y otras
organizaciones políticas o comunitarias.

Perfil de un emprendedor

A grandes rasgos, el perfil de un emprendedor es simple: se trata de


una persona movida por una visión interior, esto es, alguien apasionado
y con la creatividad suficiente para convencer a terceros de lo que hace
falta.
Esto significa que un emprendedor no es quien sueña con hacerse rico,
o poderoso, sino quien piensa que las herramientas empresariales son
un medio para convertir en realidad una visión de mundo. ¿Acaso es
otra cosa lo que hace Elon Musk con su empresa SpaceX, dando pasos
agigantados hacia la colonización del planeta Marte?

Características de un emprendedor

Un emprendedor, por lo general, reúne las siguientes


características generales:

 Pasión. Al no ser simplemente hombres de negocios, los


emprendedores deben conectar con sus motivaciones
profundas, personales. Son ésas las que desean convertir en una
realidad.
 Visión. Un emprendedor debe tener capacidad de proyección a
futuro para poder percibir y aprovechar las ventanas de
oportunidad. Esto es clave en el desarrollo de una Startup, por
ejemplo.
 Confianza. La incertidumbre en un emprendimiento suele estar
muy presente. Por ello, un emprendedor debe tener confianza en
sí mismo y en su visión, ya que a menudo las cosas no saldrán
como él las había planificado.
 Liderazgo. Si un emprendedor se comporta simplemente como un
jefe, no podrá inspirar a su equipo y contagiarles de su pasión.
Debe ser un ejemplo a seguir y un conductor hacia el camino de la
realización.
 Honestidad. Los emprendedores deben creer lo suficiente en
sus sueños, como para arruinarlos incursionando en prácticas
deshonestas, que luego le den mala fama al proyecto o le cierren
puertas importantes.
 Innovación. En un mundo tan cambiante y veloz, los
emprendedores deben tener un ojo abierto para lo nuevo: los
cambios que se dan en la cultura empresarial, social o política que
les interesa, las nuevas influencias, las tendencias, etc.

Diferencia entre emprendedor y empresario

Los emprendedores se diferencian de los empresarios o de los simples


comerciantes en que estos últimos carecen de espíritu innovador, de
apasionamiento y creatividad, prefiriendo transitar caminos más seguros
que conducen a la ganancia económica.

Un empresario o un comerciante son, respectivamente, productores o


revendedores, cuya causa es apenas perpetuar el negocio en el tiempo.

Un emprendedor, en cambio, obedece a un proyecto factible que por lo


general supera el mero lucro económico y aspira a modificar el modo de
vida de la gente: es decir, en vez de hacer el negocio por la ganancia,
se hace el negocio por el negocio mismo, por lo que en el fondo
significa.

¿Qué es Trabajador?

El término trabajador refiere a toda persona física que presta sus


servicios subordinados a otra institución, o persona u empresa,
obteniendo una retribución a cambio de su fuerza de trabajo.

La etapa histórica de la modernidad se dio a partir de la revolución


industrial, la cual moldeó la forma social capitalista que comprende al
sujeto “trabajador”, concepto que llega hasta el día de hoy tal cual lo
conocemos.
Ya existía en la forma social feudal anterior a la etapa moderna un
sentido del trabajador, pero este no entregaba su fuerza de trabajo por
una retribución salarial, sino que era considerado un “siervo” (de la
gleba) quien a cambio de protección y vivienda precaria entregaba y
trabajaba para su amo, su producto no le pertenecía a nadie más que al
amo quien podía realizar lo que quisiese con él.

Luego de la revolución industrial se inaugura la concepción moderna del


trabajador, cuyos derechos están ligados a las conquistas políticas de
derechos supeditados a normas internacionales y nacionales, y cuyo
contrato estipula una retribución salarial por el hecho de haber
entregado su fuerza de trabajo al capitalista inversor.

Los servicios que no son otorgados de forma voluntaria son


considerados esclavitud, como ser los casos históricos de países del siglo
XIX como Cuba productora del azúcar o Brasil productor de café. Esta
forma de trabajo se encuentra ya abolida formalmente por los
estándares internacionales que la prohíben, aunque presentan sus
limitaciones y casos de excepción a la regla.

El trabajador puede prestar servicios dentro del ámbito de una


organización bajo dirección de una persona física o jurídica, denominado
empresario, en el caso de que sea con fines de lucro, o institucional o
social si es sin fin de lucro. O en el caso de que el trabajador puede
desempeñar sus funciones por cuenta propia, autónomo, de este modo
no se mantiene una relación contractual sino una de intercambio
mercantil.

Trabajador para el marxismo

En este punto es teoría marxista una clave para entender el movimiento


capitalista que motoriza a la sociedad actualmente, así como para
entender desde el punto de vista del materialismo histórico qué función
desempeña el trabajo y el trabajador en la sociedad.

El concepto del trabajador desde ésta óptica está ligado a dos


conceptos, uno es el de explotación y el otro el de alienación. El primero
hace referencia al tiempo que el trabajador, o sea la fuerza de trabajo,
emplea y retribuye en producir y generar mayor ganancia, producción
tal que cubre los costos de su propio salario y hasta alcanza a generar
un plus, la plusvalía, o ganancia.

Esta ganancia está directamente ligada con el segundo concepto de


alienación, esto es equivalente a enajenación del producto de las fuerzas
de trabajo. En otras palabras más sencillas, se trata de cómo el
capitalista explota y luego se apropia del producto del trabajo realizado
por el trabajador, producto que a su vez contiene el tiempo objetivado
de ese sujeto trabajador.

Derechos del trabajador

Hoy en día existen legislaciones y tratados internacionales, así como


también convenios con organizaciones sindicales, de derechos humanos,
asociaciones civiles, etc. que están al resguardo de toda explotación
excesiva que se aplique sobre los trabajadores.

Regulaciones que apuntan a garantizar derechos del trabajador para su


salud y desempeño, como por ejemplo de vacaciones pagas, seguros de
vida y/o accidente, cobertura médica, limitación de jornada laboral de 8
horas diarias, herramientas y útiles de protección y seguridad.

Existe en el análisis sociológico de hoy en día la detección de un proceso


que complementa a esto, denominado de “justiciabilidad”, por el cual
cada vez es más común encontrar que los trabajadores y ciudadanos
hacen valer sus derechos presentando cargos a través del poder judicial,
lo cual implica una de toma de conciencia acerca de los derechos
adquiridos que se consideran como básicos e inherentes a la condición
humana actual.

¿Qué es un sindicato?

Un sindicato es una asociación permanente de trabajadores cuya


finalidad es defenderlos y negociar con los empresarios sobre salarios y
otras condiciones laborales. También podría definirse sindicato como un
cártel o monopolio destinado a obtener los máximos beneficios para sus
miembros. Cuando existe pleno empleo y los trabajadores pueden
encontrar trabajo con facilidad, es decir, pueden defenderse por sí
mismos, la necesidad de formar parte de un sindicato (sindicación) es
menor. La experiencia señala que en etapas de mayor crecimiento
económico y mayor demanda de empleo (por parte de las empresas) los
trabajadores y sindicatos aprovechan la favorable coyuntura para exigir
mayores aumentos salariales. En cambio, en una situación de
desempleo los sindicatos moderan sus demandas salariales y trasladan
sus reivindicaciones a otros campos. Para poder mantener
económicamente la actividad de los sindicatos, los afiliados deben estar
dispuestos a pagar, como contrapartida, una cuota y aceptar la
disciplina necesaria para respaldar las movilizaciones o huelgas
organizadas por los sindicatos.

Un aspecto importante de las reivindicaciones de un sindicato


(sindicalismo) es el nivel salarial relativo de sus miembros. Los estudios
estadísticos señalan que, en un mismo sector, los trabajadores que
forman parte de un sindicato (sindicados) ganan bastante más que los
trabajadores no sindicados con la misma calificación. Lo que mejora la
situación de los trabajadores organizados en sindicatos frente a los no
organizados. Sin embargo, el poder sindical está limitado por la
resistencia de los empresarios. Estos pueden modificar los procesos
productivos para ahorrar mano de obra, subcontratar el trabajo a otras
empresas menos sindicalizadas o importar los componentes de otros
países. En casos extremos, los empresarios incluso pueden trasladar
toda la producción a un lugar no controlado por los sindicatos o a países
menos sindicalizados.

El marco legislativo que delimita la actividad de lo sindicatos ha


permitido que éstos presionen a los gobiernos. Los sindicatos británicos
se han convertido en el principal apoyo económico del Partido Laborista
y en Norteamérica se han asociado al Partido Demócrata. Una de las
principales razones de este tipo de asociaciones entre los sindicatos y
los partidos políticos es el hecho de compartir los mismos principios e
ideales sociales. En Francia, España e Italia, existen sindicatos que
están más o menos vinculados a diferentes partidos políticos. En las
democracias occidentales, la proporción de trabajadores sindicados ha
variado mucho a lo largo del tiempo y según el país. En los últimos años
la sindicación ha ido disminuyendo en los países de la OCDE a medida
que mejoraba el nivel de bienestar económico. Por ello, en algunos
países, los sindicatos han optado por una actitud diferente, apostando
por el consenso con la patronal y gobierno y abandonando la
confrontación. Así, por ejemplo, en algunos países europeos,
especialmente Alemania, los sindicatos tienen representantes en los
consejos de administración donde tienen voz y voto. Resulta muy
representativo el caso de los sindicatos ingleses; sus ingresos están
disminuyendo, al igual que el número de sindicados y parece existir un
creciente escepticismo entre los trabajadores sobre los posibles
beneficios de afiliarse a un sindicato. Para evitar la fuga de afiliados los
sindicatos se están viendo obligados a introducir cambios,
convirtiéndose en organizaciones más profesionales.

Desde que Margaret Thatcher llegó al poder en 1979, año en el que


había un 60% de afiliación, el número de miembros en los sindicatos ha
caído de forma alarmante, llegando en la actualidad a un nivel de
sindicación del 31%. Sin embargo, no es sólo un problema británico.
Con las transformaciones de la economía, la tasa de afiliación a nivel
mundial se ha reducido a un 10%; aún es alta en los países
escandinavos (más del 70%), pero ha descendido en Alemania, donde
los sindicatos fueron muy influyentes hasta situarse en un 25%. En
EEUU el nivel de afiliación a los sindicatos ha descendido hasta el 13%.
Esto ha repercutido gravemente en las finanzas de los sindicatos y en su
poder de negociación.

Probablemente el futuro de los sindicatos radique en los servicios


individuales como seguros, préstamos a tipo de interés reducido,
construcción de viviendas baratas y sistemas de pensiones
complementarios para satisfacer las necesidades de sus miembros. Y a
buscar nuevos afiliados en grupos hasta ahora poco representados como
mujeres, jóvenes e inmigrantes (aunque los inmigrantes que van a los
países ricos son vistos a menudo como competidores por los
trabajadores nacionales). Los procesos de privatización y desregulación
han contribuido a reducir el poder de los sindicatos, hoy escasamente
implantados en el sector privado mientras siguen teniendo su bastión en
el sector público. Sin embargo, los sindicatos seguirán jugando un papel
fundamental en el diseño de los convenios colectivos, en la
configuración y organización del trabajo y en mejorar las condiciones
económicas y sociales de los trabajadores

Sindicalismo
Sindicalismo es el movimiento y el sistema que permite la
representación de los obreros a través de una institución conocida como
sindicato (organización que reúne a los trabajadores para la defensa de
sus intereses).

El sindicalismo aspira a optimizar la situación de los trabajadores en el


mercado laboral. De este modo, sus dirigentes desarrollan negociaciones
con las autoridades laborales del gobierno y con las empresas para
lograr mejoras en el trabajo (incremento de salarios, reducción de
horarios, mayor protección social, etc.).

Aunque la labor del sindicalismo se vincula a la política, su finalidad no


es representar políticamente a los trabajadores ya que los sindicatos no
son partidos políticos. La esencia del sindicalismo radica en la defensa
de los intereses de clase de los obreros en el plano laboral.

El desarrollo del sindicalismo se vincula a la industrialización. En la


primera mitad del siglo XIX, los obreros comenzaron a organizarse para
defender sus derechos en las flamantes industrias, algo que, por
diversos motivos, no ocurría entre los campesinos. De este modo
comenzó a formarse lo que hoy conocemos como sindicalismo.

Con los años empezaron a surgir múltiples corrientes del sindicalismo.


Algunos grupos del sindicalismo son cercanos al poder político y actúan
como contención de las protestas obreras, proporcionándoles a los
trabajadores mejoras superficiales. Otras vertientes, en cambio, son
revolucionarias y combaten al Estado y a las patronales.

Es importante destacar que, a través de la acción del sindicalismo, los


trabajadores suelen decretar paros y huelgas para ejercer presión y
lograr respuestas a sus reclamos laborales.
Sindicalistas vs. Delegados

En el ordenamiento jurídico venezolano está expresamente reconocido el


derecho a la libertad sindical tanto en sentido individual como colectivo,
lo cual implica que cualquier trabajador puede formar o no parte de un
sindicato, elegir y ser electo como representante sindical, un sindicato
puede formar parte de una federación y ésta a su vez de una
confederación, etc.

Tradicionalmente, los miembros de la Junta Directiva de los Sindicatos


son conocidos como “Sindicalistas” (sin que este término se considere
peyorativo u ofensivo) y han sido los encargados de luchar y/o velar por
los derechos de los trabajadores frente a los patronos.

Nuestra legislación laboral en aras de evitar cualquier práctica


antisindical por parte del patrono, ha protegido a los Sindicalistas con un
Fuero especial conocido como “Fuero Sindical”, el cual los ampara de
despidos injustificados tendentes a evitar el libre ejercicio de la actividad
sindical; así, para poder despedir a un Sindicalista se debe obtener una
Autorización de Despido Justificado emitida por el Inspector del Trabajo
siempre que se hubiere demostrado que el Sindicalista incurrió en
alguna causal de despido justificado.

En las medianas y grandes empresas donde existen organizaciones


sindicales, se discuten contratos colectivos de trabajo en los cuales el
Sindicato a través de sus sindicalistas, busca conseguir las mejores
reivindicaciones laborales para los trabajadores y en especial para sus
afiliados. En muchas empresas, las decisiones más importantes en
materia laboral se terminan discutiendo previamente con el Sindicato a
fin de evitar una reclamación futura o una parada intempestiva de la
Planta. Así, el Sindicato es prácticamente un órgano fundamental dentro
de cualquier empresa, pudiendo incluso coexistir más de uno dentro de
la misma entidad.

Mucho se ha dicho sobre la permanencia en el tiempo de los sindicatos,


algunos aseveran que con el tiempo los Sindicatos van a quedar
relegados o en un segundo plano por los Consejos de Trabajadores u
otras formas de organización de los trabajadores. Sin embargo, la
realidad es que hasta el momento el sindicato sigue teniendo la batuta
en la esfera laboral y en la lucha por los derechos y beneficios para los
trabajadores, ampliándose inclusive con la nueva legislación laboral sus
facultades, al punto de poder ejercer control y vigilancia sobre los costos
y ganancias para que los precios de los bienes producidos por las
empresas sean justos para el pueblo, aunque aún no sepamos
exactamente como se come esa facultad o como se pone en práctica.

En los últimos años y en especial a partir de la reforma de la Ley


Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo
(LOPCYMAT), los Delegados de Prevención han venido a ejercer un rol
sumamente importante en la vida de las empresas.

Los Delegados de Prevención tienen como finalidad velar por el


cumplimiento de la normativa en materia de salud y seguridad laboral
dentro de la empresa, a fin de evitar posibles accidentes de trabajo o
contraer o agravar enfermedades ocupacionales.

Los Sindicalistas deben luchar por los derechos laborales de los


trabajadores, y los Delegados deben velar por el cumplimiento de la
normativa en materia de salud y seguridad laboral.
Tripartismo y Diálogo Social

Ambos conceptos nacen bajo el alero de la Organización Internacional


del Trabajo (OIT), organismo que desde 1919 se ha caracterizado por
ser un lugar de encuentro, debates y acuerdos entre los actores del
mundo laboral – Trabajadores y Empleadores – y los Estados a través
de los respectivos gobiernos.

El tripartismo (trabajadores, empleadores y gobiernos), es el


reconocimiento y valoración de la importancia de estos tres actores en
la definición e implementación de decisiones que afectan el desarrollo
económicos, social y laboral de los trabajadores, trabajadoras y de sus
respectivas sociedades. Esto se traduce en la constitución de espacios
comunes donde representantes de los tres sectores dialogan y logran
acuerdos en temáticas de relevancia.

El Diálogo Social es una metodología de trabajo que busca, a través de


compartir información y debatir en conjunto, llegar a acuerdos entre
quienes legítimamente tienen posiciones distintas, pero buscan un bien
mayor.

Tripartismo y Dialogo Social son mecanismos que permiten avanzar


hacia sociedades más equitativas y con mayor cohesión social. De ahí
que tanto la Organización Internacional del Trabajo (OIT) como diversos
gobiernos del mundo y la región en particular, incluido Chile, se han
hecho cargo de promoverlos.

El Diálogo Social y el Tripartismo son medios y no fines en sí mismos, es


importante señalar que ambos son posibles en “entornos democráticos
con plena vigencia de las libertades públicas y eficaz reconocimiento y
garantía del ejercicio de los derechos políticos, sociales, económicos y
culturales internacionalmente reconocidos y protegidos.”
La Organización Internacional del Trabajo ha establecido que el diálogo
social es un medio fundamental para promover la igualdad de
oportunidades entre hombres y mujeres para conseguir un trabajo
productivo y decente, en condiciones de libertad, seguridad y dignidad.
De hecho, desde el año 1921 la propia OIT ha generado un conjunto de
Convenios y Recomendaciones de carácter oficial que consagran el
derecho tanto a la sindicalización como a la negociación colectiva, a la
vez de proponer estrategias concretas para avanzar en la
institucionalización del diálogo social. Pero no sólo eso, también se le
atribuye la capacidad de resolver dificultades en otros planos, alentando
el buen gobierno, la paz social y la estabilidad para impulsar el
desarrollo económico.

Ciertamente, a la base de la definición anterior hay un concepto clave:


participación. El diálogo social tiene sentido cuando todos los actores y
en igualdad de condiciones son convocados a discutir acerca de temas
de interés común.

En este contexto surgen nuevas formas de colaboración entre actores


sociales y el estado, por lo que el diálogo social se configura como pieza
de progreso, conformando a los agentes sociales en motores
responsables de la economía de país.

De esta forma, muchas organizaciones e instituciones públicas y


privadas han comenzado a funcionar bajo un esquema tripartito, en que
trabajadores, empleadores y gobierno asumen roles de liderazgo en la
definición y decisiones estratégicas de estos sistemas, esto, bajo la
convicción de que son las instituciones tripartitas las que avanzan en
mayores niveles de legitimidad ante sus usuarios, con lo cual el diálogo
social ha ido ganando terreno como un mecanismo ampliamente
validado para la toma de decisiones.
¿Qué es cliente?

El concepto de cliente se utiliza para hacer referencia a las personas o


entidades que hacen usufructo de los recursos o servicios que brinda
otra.

El origen de este término se remonta a la antigua Roma, siendo el


cliente aquel individuo económicamente inferior, quien se ponía al
servicio de uno de mayor rango en una relación, que no estaba regulada
y que otorgaba, al de mayor rango, un importante prestigio social.

Esta definición resulta la esencia del término, que sin embargo se va


desmembrando y reinventando de acuerdo con el ámbito que lo utilice.
Son muchos los campos que toman el término y lo aplican en su
contexto, pero siempre sobre la base de ser una persona u organización
que, voluntariamente, recibe algo a cambio de otra cosa que entrega.

El marketing es una de las disciplinas que más utiliza el concepto: lo


entiende como la persona que adquiere un producto, ya sea para hacer
usufructo de él, o para obtener una ganancia mayor con él.

Las organizaciones viven a base de los clientes, ya que son ellos los que
con cada decisión de consumo contribuyen a lo que luego será la
ganancia de la empresa. Obviamente que las categorizaciones que se
hagan de los clientes distarán mucho de acuerdo con la clase de
empresa o de producto que se considere, pero en todos los casos puede
hablarse de clientes satisfechos o insatisfechos, de acuerdo al resultado
que ha tenido, es decir, el nivel en el que la empresa satisfizo sus
necesidades (que se sabe, repercutirá en próximas compras). También
las empresas analizan a los clientes de acuerdo a su perfil psicológico,
su disposición al cambio y sus costumbres en el consumo.
La publicidad, por ejemplo, es un eslabón clave entre el empresario y el
cliente, al ser el vehículo a través del cual la idea y los valores que se le
quieren asignar a los productos llegan a los sentidos del potencial
consumidor. Esta concepción de la mercadotecnia es derivada de la
necesidad que ha tenido la microeconomía de establecer las clases de
consumidores.

Gran parte de la teoría clásica de la empresa considera los términos de


la necesidad, de la utilidad y de la satisfacción en el consumo, por lo que
se necesitaba profundizar en esos conceptos. También la economía
determina esos criterios de frecuencia y volumen de compras.

Dos acepciones más del término cliente, que surgen de esa relación
entre dos entidades que intercambian algo son:

 Desde la política. se cree que un cliente es una persona que recibe


algún tipo de favor por parte de un partido o líder político, y que
retribuirá ese favor mediante el apoyo o el voto (de ahí deriva el
término “clientelismo”).
 Desde el derecho. es llamado cliente aquella persona que está en
protección de otra. El ejemplo más claro es el del abogado
defensor, que debe defender a su cliente en el marco de un litigio.
Es bien conocida la imagen del abogado utiliza la expresión “mi
cliente” para referirse a su defendido en el marco de un juicio oral,
por ejemplo.

¿Qué son los Factores de Producción?

Los factores de producción son recursos necesarios para que


la fabricación de un producto sea posible, y éstos son, cada una de las
partes que intervienen directa o indirectamente en el proceso productivo
y sin las cuales el producto no existiría.
Los factores de producción son los recursos con los que las personas
(generalmente agrupadas en empresas) logran crear esos bienes. En la
combinación de ellos estará la búsqueda permanente de eficiencia para
obtener mayores utilidades para la empresa. El concepto de factores de
producción y su importancia se remonta a la época de Adam Smith,
quien consideró necesarios tres factores de producción básicos: el
capital, la tierra y el trabajo.

El progreso en los modos de producción ha llevado a un replanteo en las


concepciones de la economía. Hoy en día la tecnología y la capacidad
organizacional de la empresa también son considerados importantes
factores de producción, a veces casi decisivos, y que logran optimizar la
producción en casi cualquier sector productivo.

El capital
Dentro del capital agrupó a todos los elementos que participan
directamente en la producción, más allá del acto mismo de producir.
Comprende a las herramientas y maquinarias que son necesarias para la
fabricación del producto, pero también al dinero que se necesita para
formar una empresa y mantener su actividad.

En muchos casos, el uso de la expresión se limita al capital productivo,


que son las maquinarias. Sin embargo esto omite una cuestión
importante a la hora de tomar decisiones, pues en la medida que el
dinero es un factor, el interés o lo que cuesta financiarse también
deberá intervenir en el análisis de los costos de la producción.

Capital Humano

El capital humano se define como el conjunto de las capacidades


productivas que un individuo adquiere por acumulación de
conocimientos generales o específicos. La noción de capital expresa la
idea de un depósito inmaterial imputado a una persona que puede ser
acumulado, usarse. Es una opción individual, una inversión. Se evalúa
por la diferencia entre gastos iniciales: el costo de los gastos de
educación y los gastos correspondientes (compra de libros…), el costo
de productividad, es decir, el salario que recibiría si estuviera inmerso
en la vida activa, y sus rentas futuras actualizadas.

El capital humano es un término usado en ciertas teorías económicas del


crecimiento para designar a un hipotético factor de producción
dependiente no sólo de la cantidad, sino también de la calidad, del
grado de formación y de la productividad de las personas involucradas
en un proceso productivo.

A partir de ese uso, el concepto de capital humano se ha extendido para


designar el conjunto de recursos humanos que posee una empresa o
institución económica. Igualmente se habla de modo informal de
“mejora en el capital humano” cuando aumenta el grado de destreza,
experiencia o formación de las personas de dicha institución económica.

El trabajo

El trabajo es el esfuerzo realizado para asegurar el beneficio económico


de la organización.

El trabajo es la actividad humana (física e intelectual) que interviene en


la producción del bien. Tiene que ver con el esfuerzo realizado para
asegurar el beneficio económico de la organización.

Aunque pueda pensarse en primera instancia en las tareas operativas,


las basadas en el intelecto también forman parte del trabajo (un
ejemplo moderno: un programador en una empresa de sistemas). El
factor trabajo tiene una retribución y un costo mucho más tangible, que
es el salario pagado a los empleados.

La tierra

La tierra es el espacio en el que se desarrolla el proceso productivo, y


también los elementos naturales que son necesarios para su
transformación, y no solo hablamos de la tierra agrícola, sino también la
urbanizada, los recursos mineros o cualquier elemento de la naturaleza.

En particular los recursos no renovables (como los combustibles fósiles)


tienen un mercado muy agresivo en su competencia, y los países que
disponen de estos recursos en abundancia suelen verse favorecidos en
sus términos de intercambio. El pago al factor tierra es el que se debe
abonar por la utilización de los recursos naturales.

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