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Introducción

La esquizofrenia es un trastorno mental severo que afecta al pensamiento,


las
emociones y el comportamiento. Es la forma más frecuente de trastorno
mental
severo y afecta a una persona de cada 100. Es poco frecuente antes de la
pubertad y
más probable que comience entre los 15 y los 35 años. Esta enfermedad con
frecuencia dura toda la vida.
Tiende a aparecer en familias. Un niño que tiene un padre con esquizofrenia
tiene una
probabilidad entre 10 de desarrollar esquizofrenia. Las infecciones virales
durante el
embarazo, complicaciones en el parto, crecer en el centro de grandes
ciudades y el uso
de drogas también parecen jugar un papel en el desarrollo de esta
enfermedad. La
estructura y química del cerebro pueden estar afectadas, pero no existe una
prueba
simple para su diagnóstico hasta el momento.
Las familias no causan esquizofrenia (como algunas personas piensan). La
evidencia de
la investigación sugiere que los acontecimientos estresantes, o dificultades
de relación
dentro de la familia, pueden algunas veces desencadenar un episodio de
esquizofrenia
en alguien que es ya vulnerable a desarrollarla debido a la genética y a otros
factores.
La esquizofrenia afecta a diferentes personas de forma diferente. Existen dos
formas
de grupos: “positivos” y “negativos”. Las personas que sufren la enfermedad
normalmente tienen una mezcla de los dos.
Descripción general
La esquizofrenia es un trastorno mental grave por el cual las personas
interpretan la realidad de manera anormal. La esquizofrenia puede provocar
una combinación de alucinaciones, delirios y trastornos graves en el
pensamiento y el comportamiento, que afecta el funcionamiento diario y
puede ser incapacitante.

Las personas que padecen esquizofrenia necesitan recibir tratamiento


durante toda la vida. El tratamiento temprano puede ayudar a controlar los
síntomas antes de que se desarrollen complicaciones más graves y puede
mejorar el pronóstico a largo plazo Síntomas
La esquizofrenia implica una serie de problemas de pensamiento (cognición),
comportamiento y emociones. Los signos y síntomas pueden variar, pero
generalmente implican fantasías, alucinaciones o habla desorganizada, y
reflejan una capacidad deficiente de vivir normalmente. Entre los síntomas se
pueden incluir los siguientes:

Fantasías. Son creencias falsas que no tienen base en la realidad. Por


ejemplo, crees que estás siendo perjudicado o acosado; ciertos gestos o
comentarios se dirigen a ti; tienes una habilidad o fama excepcionales; otra
persona está enamorada de ti; o está a punto de ocurrir una catástrofe
importante. Las fantasías se producen en la mayoría de las personas que
tienen esquizofrenia.
Alucinaciones. Por lo general implican ver o escuchar cosas que no existen.
Sin embargo, para la persona con esquizofrenia, tienen toda la fuerza y la
repercusión de una experiencia normal. Las alucinaciones pueden implicar
cualquiera de los sentidos, pero escuchar voces es la alucinación más común.
Pensamiento desorganizado (discurso). El pensamiento desorganizado se
infiere a partir del habla desorganizada. La comunicación eficaz se puede ver
afectada y las respuestas a preguntas pueden no relacionarse con estas de
manera parcial o completa. En raras ocasiones, el habla puede incluir el
agrupamiento de palabras sin sentido que no se puedan entender, lo cual
suele conocerse como ensalada de palabras.
Comportamiento motor extremadamente desorganizado o anormal. Esto
puede mostrarse de varias maneras, desde la tontería infantil hasta la
agitación impredecible. El comportamiento no está enfocado en un objetivo,
así que es difícil hacer las tareas. El comportamiento puede incluir resistencia
a seguir instrucciones, postura inadecuada o extraña, una completa falta de
respuesta o movimiento inútil o excesivo.
Síntomas negativos. Esto se refiere a la capacidad limitada para vivir de
manera normal, o a la falta de ella. Por ejemplo, la persona puede descuidar
su higiene personal o parecer que carece de emociones (no hace contacto
visual, no cambia las expresiones faciales o habla en un tono monótono).
Además, la persona puede perder interés en las actividades cotidianas,
retraerse socialmente o carecer de la capacidad de experimentar placer.
Síntomas en adolescentes
Los síntomas de la esquizofrenia en los adolescentes son similares a los que
se presentan en los adultos, pero la afección puede ser más difícil identificar.
Esto puede deberse en parte a que algunos de los síntomas tempranos de la
esquizofrenia en los adolescentes son comunes en el desarrollo típico de la
adolescencia, como estos:

Distanciamiento de los amigos y los familiares


Menor desempeño en la escuela
Trastornos del sueño
Humor irritable o depresivo
Falta de motivación
Además, el uso de sustancias recreativas, como la marihuana, las
metanfetaminas o el LSD, a veces puede causar signos y síntomas similares.

En comparación con los síntomas de la esquizofrenia en adultos, los


adolescentes pueden tener lo siguiente:

Menos probabilidad de tener ideas delirantes


Mayor probabilidad de tener alucinaciones visuales
Cuándo debes consultar a un médico
Las personas con esquizofrenia a menudo no son conscientes de que sus
dificultades se deben a un trastorno mental que requiere atención médica.
Así que a menudo la familia o los amigos son los que deben conseguirles
ayuda.

Ayudar a alguien que podría tener esquizofrenia


Si crees que alguien que conoces puede tener síntomas de esquizofrenia,
habla con esa persona sobre tus preocupaciones. Aunque no puedes obligar
a alguien a buscar ayuda profesional, puedes ofrecer apoyo y ayudar a tu ser
querido a encontrar a un médico cualificado o a un profesional de salud
mental.

Si tu ser querido es un peligro para sí mismo o no puede proveerse su propia


comida, ropa o refugio, es posible que tengas que llamar al 911 u otros
servicios de emergencia para pedir ayuda a fin de que tu ser querido pueda
ser evaluado por un profesional de salud mental.

En algunos casos, puede ser necesaria una hospitalización de emergencia. Las


leyes sobre la internación no voluntaria para el tratamiento de la salud
mental varían según el estado. Puedes comunicarte con las agencias de salud
mental de la comunidad o los departamentos de policía de tu área para
obtener más detalles.

Pensamientos y comportamiento suicidas


Los pensamientos y comportamientos suicidas son comunes en las personas
con esquizofrenia. Si tienes un ser querido que está en peligro de intentar
suicidarse o ha tenido un intento de suicidio, asegúrate de que alguien se
quede con esa persona. Llama al 911 o al número local de emergencias de
inmediato. O bien, si crees que puedes hacerlo de forma segura, lleva a la
persona a la sala de emergencias del hospital más cercano. agresividad hacia
los demás, también se aconseja un ingreso. El joven puede necesitar
permanecer en el hospital durante unas pocas semanas o meses.
El objetivo del tratamiento es ayudar al joven a llevar una vida lo más normal
posible.
Al principio, el tratamiento se centra principalmente en eliminar los
síntomas. Para
obtener el mejor resultado, todo el mundo implicado, incluida la persona
afectada, la
familia, el equipo psiquiátrico, los docentes y los servicios sociales, necesitan
trabajar
juntos desde el inicio.
La medicación juega un papel crucial en el tratamiento de la esquizofrenia.
Controla
los síntomas de la enfermedad y permite reiniciar una vida normal. La
medicación
tiende a ser más efectiva con los síntomas positivos y menos con los
negativos. Las
alucinaciones y las ideas delirantes pueden tardar algunas semanas en
desaparecer.
Existen varias medicaciones. Todas pertenecen al grupo de medicación
denominado
neurolépticos, antipsicóticos o tranquilizantes mayores. Por razones que no
se
comprenden del todo, no todo el mundo responde a la misma medicación de
la misma
manera. Algunas veces se han de probar varias medicaciones hasta encontrar
la que
mejor “encaja”. Una vez que los síntomas principales de la enfermedad han
sido
tratados con éxito, es importante continuar con la medicación, bajo
supervisión
médica, durante algunos meses. Un pequeño grupo de personas son capaces
entonces
de abandonar la medicación sin que la enfermedad empeore. La mayoría de
las
personas, sin embargo, necesitan medicación de mantenimiento
indefinidamente para
prevenir las recaídas.
La medicación puede tener efectos secundarios. Tu médico te aconsejará
sobre estos y
sobre cómo prevenirlos o aliviarlos. Se debe hacer una valoración de los
beneficios y
los inconvenientes de la medicación en el tratamiento de la enfermedad.
Es crucial que los tratamientos farmacológicos sean combinados con apoyo y
ayuda de
tipo práctico para la gente joven y su familia. Esto incluye:
 Ayudar en la comprensión y el manejo de la enfermedad.
Reconstruir la autoconfianza
Tener en cuenta los factores de riesgo que puedan llevar a una recaída.
Dar apoyo para continuar con la educación y/o el empleo.
Algunos jóvenes enfermarán a pesar de estas medidas. Sin embargo, esto no
debe ser
impedimento para que lleven una vida plena y feliz.

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