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La NASA describe a James Webb como alguien que "hizo más por la ciencia
que cualquier otro funcionario" del gobierno de EE.UU.
James Webb revolucionó la industria de tal manera que la NASA nombró al mayor
telescopio espacial de la historia en su honor.
Se trata de una nave que costó US$10.000 millones tardó tres décadas en
construirse y se conocía en un principio como Telescopio Espacial de Próxima
Generación, hasta que en 2002 adoptó el nombre del difunto exfuncionario
estadounidense.
Luego de que su lanzamiento se pospusiera varias veces, finalmente el telescopio
emprendió este sábado su misión de buscar las primeras estrellas que alumbraron
el cosmos.
Pie de foto,
El expresidente John Kennedy y el exdirector de la NASA James E. Webb en la Casa
Blanca.
El norcarolino comenzó su larga carrera en el servicio público estadounidense en
1932 como secretario de un miembro de la Cámara de Representantes de
Estados Unidos.
Pero la cima de su carrera no vendría sino casi 10 años más tarde, cuando John
F. Kennedy lo puso en el puesto más importante de la agencia
espacial estadounidense al nombrarlo administrador de la NASA el 14 de febrero
de 1961, en plena carrera espacial entre Washington y Moscú
Permaneció en el puesto durante casi toda la década de los 60, al frente del
Programa Apolo, que logró el sueño del viaje a la Luna por parte del ser humano.
"Muchos creen que James E. Webb (...) hizo más por la ciencia que quizás
cualquier otro funcionario del gobierno y que es lógico que el Telescopio Espacial
de la Próxima Generación lleve su nombre", explica la NASA en su página web.
Una de las promesas de Kennedy era lograr llevar a un hombre a la Luna antes
del final de la década de los 60, pero Webb pensaba que el programa espacial era
más importante que una carrera política, según detalla la organización.
Pie de foto,
James Webb.
Webb creía además que la NASA debía alcanzar un equilibrio entre los vuelos
espaciales tripulados y la ciencia, pues eso ayudaría a fortalecer la educación
universitaria y la industria aeroespacial estadounidense.
Su labor dejó una década de investigación en ciencia espacial sin paralelos
incluso en la actualidad.
Un homenaje "apropiado"
El sitio de la NASA afirma que mientras Webb estuvo al mando, la agencia invirtió
en el desarrollo de naves espaciales robóticas, que exploraron el entorno lunar
antes de la llegada de los astronautas, y envió sondas científicas a planetas como
Marte y Venus.
Cuando Webb se retiró en julio de 1969, la NASA había lanzado más de 75
misiones científicas espaciales para estudiar las estrellas, como el Sol, y la
atmósfera de la Tierra.
Al anunciar el nuevo nombre del telescopio espacial de próxima generación, el
exdirector de la NASA Sean O'Keefe dijo en 2002 que era "apropiado" rendirle un
homenaje a la labor de James Webb.
"Llevó a nuestra nación en sus primeros viajes de exploración, convirtiendo
nuestra imaginación en realidad. De hecho, sentó las bases para que la Nasa
liderara uno de los períodos más exitosos de descubrimiento astronómico",
aseguró.
"Como resultado, estamos reescribiendo los libros de texto hoy con la ayuda del
telescopio espacial Hubble, el observatorio de rayos X Chandra y el telescopio
James Webb".
Controversias
"Es lamentable, por lo tanto, que el plan actual de la NASA sea lanzar al espacio
este increíble instrumento que lleva el nombre de un hombre cuyo legado en el
mejor de los casos es complicado y en el peor refleja complicidad en la
discriminación homofóbica en el gobierno federal", agregó el grupo de
astrónomos.
Después de una investigación, la agencia espacial dijo que no había encontrado
evidencia que justificara un cambio de nombre.