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Marcos Paz, Pcia.

de Buenos Aires, 27 de mayo de 2022

Sr. Y Sra. Reynoso:

A pedido de ustedes presento este Dictamen Técnico Jurídico a fin de acercarles las
posibles acciones a seguir en la situación de daño sufrida por su hija Sofía.

Prosigo a plantear los hechos fácticos de acuerdo a lo comentado por ustedes, los
cuales luego habrá que probar de manera consistente para poder exigir un
resarcimiento del daño.

El día 20 de octubre del presente año, Sofía Reynoso, de 13 años de edad, se


encontraba en el establecimiento educativo al que asiste, el Colegio Privado " San
Carlos", en el cual cursa el segundo año del secundario, cuando ocurrieron los
siguientes hechos a tener en cuenta:

Mientras cursaba la clase de matemáticas junto a sus compañeros, con la profesora


Analía Montes, uno de los alumnos, Agustín López, también de 13 años de edad,
arroja una lapicera hacia un ventilador, la cual rebota y sale impulsada hacia el lugar
en que se encontraba Sofia, impactando en su ojo derecho, generando una seria
lesión en el mismo.

Sofia fue atendida por el servicio médico y luego tratada por especialistas en la
materia, quienes determinaron una pérdida de la visión del 70 % en el ojo lesionado.

Presentados los hechos acaecidos, cabe realizar el encuadre jurídico y normativo


pertinentes. A saber:

 La acción que resultó en la lesión de Sofía es antijurídica. De acuerdo al


art. 1717 “Antijuridicidad”, de nuestro de nuestro Código Civil y Comercial
Nacional, de aquí en adelante CCyCN, “Cualquier acción u omisión que
causa un daño a otro es antijurídica si no está justificada”.

El art. 1718 del CCyCN coloca como supuestos en que está justificado el hecho que
causa un daño, la legítima defensa, el estado de necesidad y el ejercicio regular de
un derecho.
Ninguno de ellos se encuentra presente en este caso, con lo cual resulta contraria a
derecho la acción de Agustín López.

 Relación causal: deben ser resarcibles las consecuencias dañosas que


tienen un nexo adecuado de causalidad con el hecho productor del daño,
según el art. 1726 de nuestro CCyCN.

Efectivamente las consecuencias que mencionaremos aquí son producto del


acto dañoso, aunque deberemos ofrecer pruebas de ello.

 El art. 1737 del CCyCN “Concepto de daño” reza: “Hay daño cuando se
lesiona un derecho o un interés no reprobado por el ordenamiento jurídico,
que tenga por objeto la persona, el patrimonio, o un derecho de incidencia
colectiva.”

Y el art. 1710 del CCyCN, “Deber de prevención del daño”: “Toda persona tiene el
deber, en cuanto de ella dependa, de: a) evitar causar un daño no justificado; b)
adoptar, de buena fe y conforme a las circunstancias, las medidas razonables para
evitar que se produzca un daño, o disminuir su magnitud; si tales medidas evitan o
disminuyen la magnitud de un daño del cual un tercero sería responsable, tiene
derecho a que éste le reembolse el valor de los gastos en que incurrió, conforme a
las reglas del enriquecimiento sin causa; c) no agravar el daño, si ya se produjo.”

De acuerdo al art. 1716 del CCyCN “La violación del deber de no dañar a otro, o el
incumplimiento de una obligación, da lugar a la reparación del daño causado...”.

De la interpretación de dichos artículos se concluye que Sofía ha sufrido un


daño que debe ser reparado por las personas que se consideren
responsables, ya sea de manera directa, o por los hechos de terceros.

En el caso aquí planteado se produjo un daño que debe ser resarcido con una
indemnización. Siguiendo el art. 1738 del CCyCN, se puede decir que se ha
vulnerado el derecho de Sofía de gozar de la salud psicofísica que mantenía hasta
el momento.
Se debe restituir a la niña al estado anterior al hecho dañoso. El art. 1740
dispone que la reparación del daño debe ser plena. Podría ser que esto no fuera
posible, ya que Sofía ahora posee un 70% menos de visión en el ojo lesionado, por
lo que deberemos fijar y probar cuáles son las consecuencia mediatas e inmediatas
de este hecho para poder exigir dicha indemnización.

 Los responsables del daño responden bajo un factor objetivo de


atribución. Según el art. 1722 del CCyCN, la culpa es irrelevante a los
efectos de atribuir responsabilidad.

 Se puede encuadrar el hecho dentro de lo dispuesto por el art. 1767


“Responsabilidad de los establecimientos educativos”: “El titular de un
establecimiento educativo responde por el daño causado o sufrido por sus
alumnos menores de edad cuando se hallen o deban hallarse bajo el control
de la autoridad escolar. La responsabilidad es objetiva y se exime sólo con la
prueba del caso fortuito. El establecimiento educativo debe contratar un
seguro de responsabilidad civil, de acuerdo a los requisitos que fije la
autoridad en materia aseguradora...”

 De lo expresado aquí se podría inferir que se puede responsabilizar a la


directora del establecimiento. Es la máxima autoridad presente, y quien
debería controlar que se cumplan las normas necesarias para mantener el
orden en el establecimiento.

También se puede tomar como responsable a la docente Analía Montes. Es


quien estaba al frente de la clase y debía controlar el comportamiento de los
alumnos.

De acuerdo al art. 1753 “Responsabilidad del principal por el hecho del


dependiente”. La directora, como responsable principal, responde también por las
acciones de sus dependientes, en este caso, la docente, puesto que el daño se
produjo en ocasión de las funciones a ella encomendadas. La responsabilidad es
concurrente, puesto que ambas deben velar porque los niños se retiren sanos y
salvos del establecimiento.

Existe doctrina que señala que también el propietario del establecimiento es


responsable del daño: “Hoy, entonces, el propietario del establecimiento educativo
es garante de todo lo que le sucede al alumno y de todo lo que hace el alumno en el
establecimiento mientras está bajo la autoridad educativa, salvo la prueba del caso
fortuito.”

(Responsabilidad Civil en el ámbito educativo, módulo 4. — 1a . ed. — Buenos


Aires: Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires,
2004.)

 Como ya mencioné, el establecimiento tiene la obligación de contratar un


seguro. Deberemos indagar qué aseguradora contrataron para exponerla
también como responsable, en su calidad de “Garante” de los daños
civiles producidos en dicho establecimiento.

 Es el propietario del establecimiento privado quien tiene la


responsabilidad de responder por las empleadas de su establecimiento
educativo involucradas en un hecho dañoso, en este caso la directora y
la docente.

A su vez, es la empresa aseguradora quien debe hacerse cargo de resarcir los


daños acaecidos, puesto que es para eso que se la contrata. Respondería, en
principio, tanto por el propietario como por la directora y la docente, siempre y
cuando no se les pueda atribuir dolo o culpa, los cuales no están presentes en
este caso.

 En relación a los padres de Agustín López, no se les puede atribuir


responsabilidad. Ellos delegan temporalmente la responsabilidad a las
autoridades del establecimiento, mientras el jóven se encuentra dentro del
mismo, concurriendo a las correspondientes clases curriculares.
 Existen antecedentes jurídicos que arrojan la conclusión de que
difícilmente sea posible probar el caso fortuito, el único posible
eximente de responsabilidad. Doy paso a transcribir las cuestiones
importantes atinentes al caso que nos compete:

“La mala conducta o desórdenes producidos por alumnos de un colegio no son


acontecimientos extraños ni ajenos a la actividad educativa desarrollada por los
establecimientos educativos y por ello no pueden considerarse caso fortuito”.

(O. P. D. c/ Dirección General de Escuelas s/ daños y perjuicios. Cámara de


Apelaciones en lo Civil, Comercial, Minas, de Paz y Tributaria de Mendoza. 10-mar-
2017- Publicado por Microjuris.com)

“El suceso debatido no resultó un acontecimiento imprevisible e inevitable pues la


vigilancia y control de los estudiantes integra el deber de seguridad que pesa sobre
el establecimiento educativo, en particular cuando el daño sufrido proviene de una
conducta habitual de los alumnos con capacidad de provocar lesiones consistentes
en lanzarse objetos.”

(G. A. L. c/ GCBA y otros s/ daños y perjuicios (excepto resp. médica). Cámara de


Apelaciones en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires. Sala/Juzgado: I. Fecha: 1-mar-2017- Publicado por
Microjuris.com)

 Posibles consecuencias mediatas e inmediatas aplicables al caso de su


hija Sofía, que deben ser resarcidas.

El art. 1727 del CCyCN “Tipos de consecuencias” dice lo siguiente: “Las


consecuencias de un hecho que acostumbran a suceder según el curso natural y
ordinario de las cosas, se llaman en este Código “consecuencias inmediatas”. Las
consecuencias que resultan solamente de la conexión de un hecho con un
acontecimiento distinto se llaman “consecuencias mediatas”. Las consecuencias
mediatas que no pueden preverse se llaman “consecuencias casuales”.

Consecuencias inmediatas del daño:


1. Un servicio médico de emergencia debió atender a Sofía.
2. Debió acudir a médicos especialistas.
3. Debió trasladarse al/los centro/s médico/s correspondientes.
4. Debió realizarse estudios.
5. Debió comprar productos en la farmacia para el tratamiento inmediato de su
lesión.

Consecuencias mediatas, si así ocurrieran:

1. El daño psicológico y moral que pudiera sentir Sofía por la lesión grave en su
ojo y las consecuencias que pudieran devenir de ese hecho, lo que pudiera
conllevar un tratamiento psicológico.
2. Clases particulares a las que acudiera Sofía como consecuencia de no poder
asistir a sus clases en el establecimiento educativo y necesitara un refuerzo.
3. Daños futuros en su rendimiento académico y en la posibilidad de obtener el
trabajo que desea, con lo cual se puede decir que las consecuencias de la
lesión provocaron una interferencia en su proyecto de vida
4. Que alguno de ustedes, como sus tutores legales, debiera dejar de asistir a
su trabajo para atender a Sofía, y por ende dejar de percibir el aporte
económico.
5. Compra de lentes recetados.
6. Compra de productos farmacéuticos para un tratamiento a largo plazo.
7. Visitas futuras al especialista oftalmológico

Cito jurisprudencia y art. del CCyCN que apoyan lo ya expuesto en relación a


la indemnización:

“La indemnización que se otorgue por incapacidad sobreviniente debe atender,


primordialmente, al mantenimiento incólume de una determinada calidad de vida,
cuya alteración, disminución o frustración, constituyen en sí un daño resarcible
conforme a una visión profunda del problema tratado”.

(A. L. A. c/ Ministerio de Educación de Santa Fe s/ daños y perjuicios. Tribunal


Colegiado de Responsabilidad Extracontractual de Rosario. Sala/Juzgado: 1. Fecha:
13-sep-2017- Publicado por Microjuris.com).
Artículo 1746 “Indemnización por lesiones o incapacidad física o psíquica”:
“En caso de lesiones o incapacidad permanente, física o psíquica, total o parcial, la
indemnización debe ser evaluada mediante la determinación de un capital, de tal
modo que sus rentas cubran la disminución de la aptitud del damnificado para
realizar actividades productivas o económicamente valorables, y que se agote al
término del plazo en que razonablemente pudo continuar realizando tales
actividades. Se presumen los gastos médicos, farmacéuticos y por transporte que
resultan razonables en función de la índole de las lesiones o la incapacidad. En el
supuesto de incapacidad permanente se debe indemnizar el daño, aunque el
damnificado continúe ejerciendo una tarea remunerada. Esta indemnización
procede aun cuando otra persona deba prestar alimentos al damnificado.”

 Deberemos reunir las pruebas que acrediten el daño alegado. Posibles


pruebas a presentar:
1. Documentación que acredite la identidad de Sofía Reynoso
2. Documentación que acredite la inscripción y regularidad de Sofía y de
Agustín en el establecimiento educativo.
3. Documentación que acredite la propiedad del dueño del establecimiento.
4. Documentación que acredite los cargos de la docente y la directora en el
establecimiento “San Carlos”.
5. Documentación que acredite el contrato con el seguro del establecimiento.
6. Historia clínica del hospital que intervino en la emergencia.
7. Historia clínica del centro oftalmológico.
8. Facturas y/o tickets de farmacias, transportes, lentes recetados, gastos en
médicos, etc.
9. Informe psicológico de los daños morales sufridos por la niña.

 Conclusiones del presente Dictámen Técnico Jurídico:

Acreditado el hecho de que Sofía sufrió un daño patrimonial y no patrimonial


que guarda nexo causal con del hecho de que su compañero Agustín arrojara
la lapicera al ventilador, que debe ser resarcido por responsabilidad objetiva
en relación con un factor objetivo de atribución puesto que no se puede
probar el eximente de caso fortuito, y ubicados ya los posibles responsables
del hecho dañoso, la mejor opción sería realizar un Reclamo Extrajudicial para
tratar de solucionar el caso de manera simple y acotada citando a mediación
al/los responsable/s. De no ser posible un acuerdo en estos términos, se
deberá proceder a acceder a vías judiciales mediante una Demanda.

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