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La democracia ateniense, establecida en el siglo VI a.C., fue la primera democracia documentada en la historia y duró hasta el 322 a.C. Aunque solo los varones adultos ciudadanos podían votar, excluyendo a la mayoría de la población, una porción relativamente grande participaba en el gobierno. A pesar de sus limitaciones, la democracia ateniense puede considerarse verdadera porque las opiniones de los votantes eran fundamentales para las decisiones, más allá del poder económico de cada uno.
La democracia ateniense, establecida en el siglo VI a.C., fue la primera democracia documentada en la historia y duró hasta el 322 a.C. Aunque solo los varones adultos ciudadanos podían votar, excluyendo a la mayoría de la población, una porción relativamente grande participaba en el gobierno. A pesar de sus limitaciones, la democracia ateniense puede considerarse verdadera porque las opiniones de los votantes eran fundamentales para las decisiones, más allá del poder económico de cada uno.
La democracia ateniense, establecida en el siglo VI a.C., fue la primera democracia documentada en la historia y duró hasta el 322 a.C. Aunque solo los varones adultos ciudadanos podían votar, excluyendo a la mayoría de la población, una porción relativamente grande participaba en el gobierno. A pesar de sus limitaciones, la democracia ateniense puede considerarse verdadera porque las opiniones de los votantes eran fundamentales para las decisiones, más allá del poder económico de cada uno.
¿Se puede hablar de que Atenas fuera una verdadera democracia?
La democracia ateniense, fue originada en el siglo VI a.C y fue la
primera democracia documentada en la historia. Esta tuvo una trayectoria relativamente prolongada en comparación con las otras democracias liberales actuales, pues puede hablarse de la era democrática en Atenas desde las reformas de Clístenes alrededor del 508 a. C. hasta la supresión de las instituciones democráticas a causa de la hegemonía macedonia en 322 a. C. Atenas fue una de las primeras ciudades en establecer la democracia, otras ciudades griegas también establecieron democracias, pero no todas siguieron el modelo ateniense y, desde luego, ninguna fue tan poderosa ni tan estable como la de Atenas. Sigue siendo un experimento único e intrigante en la democracia directa, donde la gente no elige a representantes para votar en su nombre, sino que desarrollaban la legislación y ejercían el poder ejecutivo de manera personal. No obstante, la participación no era ni mucho menos universal, pero entre los que participaban apenas influía el poder económico, y la cantidad de gente involucrada era enorme. Además, las opiniones de los votantes estaban notablemente influidas por las sátiras políticas realizadas por los poetas cómicos en los teatros.
Solamente los varones adultos que fuesen ciudadanos y atenienses, y
que hubiesen terminado su entrenamiento militar como efebos, tenían derecho a votar en Atenas. Esto excluía a una mayoría de la población, a saber: esclavos, niños, mujeres y metecos. También se rechazó a los ciudadanos cuyos derechos estuviesen en suspensión; para algunos atenienses esto significaba la incapacitación permanente. Al contrario que en las sociedades oligárquicas, no había requisitos de posesión de riquezas o propiedades que limitaran el acceso a la ciudadanía.
A pesar del antiguo y exclusivo concepto de ciudadanía que se
mantenía en las ciudades estado griegas, una porción relativamente grande de la población participó en el gobierno de Atenas y de otras democracias similares. En Atenas algunos ciudadanos eran mucho más activos que otros, pero el gran número de personas que se requería sólo para que el sistema funcionase atestigua la enorme participación que se daba entre los que tenían derecho a ello, cantidades que exceden de lejos las de cualquier democracia de hoy en día.
Aun tomando en cuenta cada uno de los factores que fueron
mencionados en este ensayo, pienso que si podemos decir que la democracia de Atenas era real y verdadera pues las opiniones de los votantes eran fundamentales para tomar una decisión en Atenas, no necesariamente por el poder económico, como dice anteriormente, sino que las opiniones eran tomadas en cuenta sin importar ninguno de estos factores y que aun considerando que los ciudadanos capaces de votar en ese tiempo eran solo varones, gran parte de la población participaba de la democracia que se realizaba en Atenas en aquellos días, pues muchas personas las que en ese entonces eran capaces de votar o de encontrarse participando en el gobierno de Atenas y en otras democracias similares.