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DELACIÓN Y VOCACIÓN.
PRESENTADO POR:
UNIVERSIDAD DE LA AMAZONIA
PROGRAMA DE DERECHO
CAQUETÁ, COLOMBIA
2020
DERECHO CIVIL SUCESIONES:
DELACIÓN Y VOCACIÓN
PRESENTADO A:
PRESENTADO POR:
UNIVERSIDAD DE LA AMAZONIA
PROGRAMA DE DERECHO
CAQUETÁ, COLOMBIA
2020
Introducción
DELACIÓN
La palabra delación proviene del verbo latino ―defero, fers, tuli, latum, ferre‖ que significa
―llamar, requerir o convocar‖ en este caso a los herederos o los que sea herederos en la sucesión
del de cujus. Es conocida como llamamiento legal que se hace a todos los interesados en la
sucesión para que acudan a ella y se manifiesten sobre su aceptación o repudiación, como lo
consagra el artículo 10103 del C.C. La delación señala también la adquisición de los derechos
hereditarios o sucesorales por los herederos o legatarios. El nacimiento de estos derechos es
adquisición provisional. Con la aceptación se convierte en definitiva. Pasa de heredero provisional
a heredero definitivo.
“La delación en la herencia es el llamamiento a suceder a todos los que hayan sido
nombrados por el fallecido, en la sucesión testada, o a los previstos en la ley para la sucesión
intestada. Los llamados mediante la delación pueden aceptar o renunciar a la herencia. A
este derecho se le denomina ius delatinonis o derecho de delación . Esta figura jurídica
permite, entre otras cosas, que el derecho de aceptar o repudiar la herencia, pueda ser
transmitido a otra persona para el supuesto de que el llamado no pueda recoger la herencia.
Por ejemplo, si fallece después del testador pero antes de poder aceptar o repudiar lo
legado”.
Para poder hablar de sucesiones, la tradición jurídica colombiana prescribe que el nacimiento y la
muerte son los parámetros ineluctables de iniciación y de terminación de la existencia de la vida
humana. Significa entonces que esa persona nació y vivió legalmente (salvo algunas excepciones
Art. 93 y 1113 del Código Civil colombiano, CC). Y que por nacer adquiere algunos atributos que no
le son predicables sino a esta clase de personas y ellas son: la capacidad, el patrimonio, domicilio,
estado civil, nombre y nacionalidad (Art. 14 CN) que desaparecen a excepción del patrimonio
(Naranjo, 2003), que con la muerte del causante se transmite a los asignatarios por el fenómeno
de la delación legal o por voluntad del causante si ha dejado testamento jurídicamente válido:
Artículos 665, 783, 1012 y 1055, 1127, 1279, 1155 y ss. 1282 del CC. La sucesión podríamos
definirla como aquel derecho que se le transmite a los llamados (asignatarios: legales o
testamentarios) al momento de la apertura de la sucesión, como consecuencia de la muerte de
una persona, para que los recoja una vez ha dejado de existir el causante ya sea por causa de
muerte o por un acto entre vivos (Lafont, 2000, a), en este caso cuando en vida decidió distribuir
su bienes a través de las denominadas donaciones irrevocables que la Ley no prohíbe (1443 y ss., y
1520 inciso 2º).
LA DELACIÓN EN LA HERENCIA
Un primer momento en la herencia resulta ser la apertura, la cual tiene lugar cuando ocurre la
muerte de la persona, o sea la muerte constituye un requisito sine que non para que la sucesión
pueda abrirse. Como segundo momento está presente la delación, que no es más que el derecho
que les asiste a las personas que poseen un vínculo con el causante, o sea es el derecho a heredar
el patrimonio dejado por el fallecido. Se erige en la doctrina legal como el llamamiento efectivo del
heredero para aceptar o no la herencia.
En el momento de la muerte del de cujus, la herencia se defiere a los herederos y, merced a tal
delación, ellos adquieren la posesión legal de aquélla. Pero esta posesión legal no habilita al
heredero para ejecutar los actos de disposición sobre ningún bien inmueble determinado de la
masa herencial; para tal fin se necesita el decreto de la posesión efectiva de la herencia, mediante
el cual los herederos, de consuno, pueden enajenar inmuebles. Porque este decreto y su
inscripción tienen por objeto realizar el propósito, a que responde la institución de registro de la
propiedad raíz, de presentar a la vista de todos la totalidad de las mutaciones del dominio de los
predios, cualquiera que sea el modo de adquirir que las produzca. Incorporado un inmueble al
registro, anotado o inscrito en él, esta inscripción indica quién es el que puede disponer de este
inmueble y transferir a otra persona su dominio. Si el poseedor inscrito (sic) fallece, el inmueble
con toda la universalidad herencial es adquirido en común, en virtud de la delación de la herencia,
por los herederos del difunto. Entonces debería poder ser enajenado por los herederos. Pero, para
que ellos puedan hacer esa enajenación, la ley exige (C.C., art. 757) que se haga constar en el
registro el derecho de quien aparece disponiendo de ese inmueble que está inscrito a nombre de
otro; y fue con ese fin con el que ideó el legislador el decreto de posesión efectiva de la herencia y
su inscripción en el registro, para inscribir en éste que, por la muerte del poseedor inscrito,
pueden, en adelante, sus herederos ejecutar actos de disposición sobre ese inmueble que, hasta
entonces, aparece inscrito en nombre del difunto. Y esa inscripción es necesaria porque, sin ella,
quedaría una interrupción o laguna en la historia de la propiedad raíz, historia que es el objeto de
la institución de registro’’.
Debe esta Sala revisar las sentencias proferidas por la Salas de Familia del H. Tribunal Superior de
Bogotá y de Casación Civil de la H. Corte Suprema de Justicia, que niegan a los señores Fanny
Gutiérrez Ospina y Andrés Gutiérrez Hernández el amparo de sus derechos a la igualdad y al
debido proceso, vulnerados por el Juez Cuarto de Familia de Bogotá al aprobar el trabajo de
partición dentro del proceso de Sucesión intestada de su padre.
Ahora bien, la Sala de Familia en cita considera que el despacho accionado no incurrió en vía de
hecho al desatender las objeciones al trabajo de partición formulados por el apoderado del señor
Gutiérrez Hernández, tampoco por su negativa a señalar fecha para inventarios adicionales, dado
que i) en los términos del artículo 18 de la Ley 45 de 1936 el primer orden hereditario lo integran
los hijos del de cuius, con la salvedad de que los nacidos por fuera de matrimonio tienen derecho a
la mitad de la cuota de un hijo matrimonial, y ii) conforme lo dispone el artículo 1.395 de la ley civil
los frutos pertenecen a los herederos, sin lugar a inventarios, avalúos o adjudicaciones.
La Sala de Casación Civil de la H. Corte Suprema de Justicia, por su parte, afirma que el apoderado
designado por la curadora del señor Gutiérrez Hernández pretermitió la oportunidad de impugnar
las decisiones que perjudican a su pupilo, de donde concluye que sus reclamos no pueden ser
atendidos.
Deberá en consecuencia esta Sala considerar que al señor Andrés Gutiérrez Hernández no le asiste
aptitud para ejercer de manera directa sus derechos constitucionales y que la discriminación de
los hijos en razón del matrimonio de sus padres no tiene lugar en nuestro ordenamiento desde el
año de 1982, de donde resulta del caso recordar la jurisprudencia constitucional relativa a la
especial situación de las personas afectadas con minusvalías y las reiteradas y consistentes
decisiones de esta Corte sobre la igualdad de los hijos, con el fin de resolver si el Juzgado Cuarto
de Familia de Bogotá incurrió en vía de hecho, al aprobar el trabajo de partición que se
controvierte ante el juez constitucional.
VOCACIÓN
Es el derecho, prerrogativa o facultad que tiene un sujeto para poder reclamar y recibir herencia.
En otras palabras es la posición jurídica que recibe una persona en la relación sucesoria con
muerto determinado, reconociéndole la ley poder reclamar herencia, si es capaz y digno. Es el
derecho a reclamar herencia según la ley o el testamento.
FINALIDAD. Es para suceder patrimonialmente al causante, cuyo alcance ampliaremos al hablar del
objeto de la asignación.
INDIVIDUALIDAD. La vocación debe ser individualmente, esto es, para cada persona en particular,
lo cual no es incompatible con los llamamientos conjuntos. Para que aquello se cumpla será
indispensable que las personas a quienes se le atribuye, sean determinadas absoluta o
relativamente (determinables), pero en ningún momento puede hablarse de vocación para sujetos
completamente indeterminados (v. gr. dejar un asignación al primero que asista a sus funerales).
Así se observa en la sucesión intestada, donde la determinación es absoluta (Arts. 1045 y s.s. del
C.C.) y en la testada, depende puede ser absoluta y relativa (Art.113 y s.s. del C.C.).
PUBLICA. La vocación sucesoral que sea otorgada debe ser publica, estos es que sea susceptible de
ser conocida por los demás interesados, lo cual indica que no puede haber simulación en este
aspecto, excepto aquella que se halla en el albaceazgo fiduciario (Arts. 1368 y s .s. del C.C.). Esta
especie de simulación de creación de vocación sucesoral (hereditaria, legataria o alimentos) de
asignatarios, valdrá en la medida en que estos no sean capaces (art. 1371 del C.C.).
CLASES DE VOCACIÓN
VOCACION LEGAL Y TESTAMENTARIA Ya hemos visto que con base en las fuentes de las
asignaciones la vocación sucesoral puede ser legal, testamentaria, mixta o convencional o mixta; y
la segunda puede ser Libre o Forzosa, al respecto podemos establecer algunas diferencias entre las
dos primeras, que suelen ser las más comunes:
2. La vocación legal es siempre a titulo universal (herencia, porción conyugal y alimentos), en tanto
que la testamentaria puede ser a titulo universal como la herencia y a titulo singular como el
legado.
4. Nacida la vocación legal desde la delación, no puede suprimirse por derogación o supresión de
la ley que la creó.
6. La vocación legal puede siempre ser ampliada o modificada por la testamentaria en lo que no
atente contra las asignaciones forzosas, pero algunas de estas pueden eliminarse mediante
desheredamiento (legítimas y mejoras).
9. La vocación hereditaria legal conlleva a una distribución equivalente a la importancia del estado
civil, lo cual no acontece con la testamentaria.
Según se pueda reclamar la herencia de manera Personal o por derecho personal. O por la falta de
herederos personal o directo como seria en los casos de incapacidad, indignidad,
desheredamiento o repudiación, en los que se hereda indirectamente
Singular, como en los casos en que se otorga un legado a una sola persona un bien determinado;
Y conjunta, cuando se torga un legado sobre un bien en forma conjunta a varias personas, es decir,
para todos sin distinción de cuota de cada uno.
Por CABEZAS (directamente), cuando se recibe la herencia directamente del finado; por ESTIRPES
(indirectamente), cuando primero la recibe o tiene derecho otra persona y que se la traslada a sus
asignatarios (por transmisión y representación). Y por LINEAS (ascendente o descendente), según
las reciba en el primer orden hijos, nietos, bisnietos y tataranietos; o la reciban en el segundo
orden, padres, abuelos, bisabuelos y tatarabuelos
En nuestra Legislación Civil la sucesión por causa de muerte tiene un carácter eminentemente
patrimonial. De este modo, el artículo 673 del Código Civil la señala como uno de los modos de
adquirir el dominio. Así, en el momento en que fallece una persona, su patrimonio no se extingue
sino que se transmite a sus herederos quienes adquieren por tanto, en la medida que la ley o el
testamento les asignen, el derecho de suceder al causante en su universalidad jurídica patrimonial.
Como regla general, para suceder al causante, se requiere la capacidad para suceder. De esta
manera, el artículo 1019 y siguientes del Código Civil establecen que dicha capacidad corresponde
a toda persona que exista o cuya existencia se espera, como lo prevén el artículo 90 y 91 del
Código Civil. Tal capacidad se extiende inclusive a personas jurídicas que pueden ser instituidas
como legatarios en el caso de la sucesión testamentaria.
Igualmente, se requiere tener vocación sucesoral, entendida como la situación jurídica que
adquiere un sujeto en la relación sucesoria de un difunto determinado, permitiéndole ser su
sucesor por causa de muerte[38]. La fuente de la vocación sucesoral corresponde a la ley o al
testamento, presentándose algunas diferencias conceptuales y aplicativas entre la una y la otra.
Sin embargo, en esta oportunidad, la Sala de Revisión para efectos de resolver el problema jurídico
anteriormente planteado, hará especial énfasis en la vocación sucesoral proveniente de la ley. En
este orden, se tiene que la vocación legal hereditaria toma como presupuesto básico el
parentesco, el cual se demostrará con la prueba del estado civil correspondiente. Adicionalmente,
se encuentra forzosamente organizada por medio de los órdenes sucesorales o hereditarios
(artículos 1045 y siguientes del Código Civil), los cuales presentan, entre otras, las siguientes
características: (i) son grupos de personas naturales a quienes se les ha dado la vocación
hereditaria, con excepción del sexto orden que corresponde al Instituto Colombiano de Bienestar
Familiar; (ii) se encuentran organizados autónomamente, es decir, son independientes entre sí y
están organizados de tal manera que no puede pasarse al orden siguiente mientras no hayan
quedado vacantes los precedentes y; (iii) conlleva una distribución equivalente a la importancia
del estado civil.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
Bibliografía
corteconstitucional.gov.co/RELATORIA/2011/T-917-11.htm#:~:text=En%20nuestra%20Legislación
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http://www.unilibre.edu.co/cartagena/pdf/investigacion/libros/derecho/
COMPENDIO_DE_DERECHO.pdf
https://www.iberley.es/temas/vocacion-hereditaria-delacion-herencia-59680